La UCR y la política exterior. Análisis de cien años del discurso radical

 

 

3. A la deriva (I)
El discurso radical sobre política exterior de 1930 a 1946

 

El período que se extiende desde 1930 y 1946 posee cierta unidad de análisis marcada por dos aspectos, uno externo y otro interno.

El primero de ellos, está relacionado con los cambios producidos en el escenario mundial, tanto desde el punto de vista del poder como ideológicamente. Existe un deterioro del poder británico frente al norteamericano, que si bien había aumentado más en la región, todavía no se había consolidado mundialmente1.

Ante esta situación de transición entre dos órdenes, los grupos dirigentes optaron por profundizar la relación bilateral con Gran Bretaña aunque como se observa durante este período EEUU. y Alemania pujan por ser el sustituto, como lo señala Newton:

... lo que comenzó a mediados de los años '30 como un conflicto clásico por mercados (más importante para los Estados Unidos) y recursos naturales (más importante para Alemania) fue transformado en preocupación política y estratégica mal definidas y en el impulso de la guerra propagandística en una lucha mucho más amplia por el futuro argentino. Se ha planteado la hipótesis de que la apuesta era en realidad por la sucesión de Inglaterra como socia principal de la Gran Estancia y por el papel directivo en la etapa emergente en la Argentina de industrialización dependiente en la que Gran Bretaña no estaba preparada a colaborar y en la que tenía poco que ofrecer.2

Esta situación de Gran Bretaña está analizada por Scalabrini Ortíz del siguiente modo:

Todo lo que ocurrió durante el siglo pasado, ocurrió a favor de Gran Bretaña, porque Gran Bretaña estaba estratégicamente colocada. Todo lo que ocurre en este siglo, ocurre contra Gran Bretaña, porque Gran Bretaña está contra el siglo...3

El debilitamiento del liberalismo económico y político como propuesta ideológica afectó al radicalismo, al ser esencialmente un liberalismo solidarista, aunque su eclecticismo -que tiene su origen en el krausismo-, permite en esta década la convivencia dentro de él de un nacionalismo democrático representado por FORJA y Amadeo Sabattini, también de las ideas keynesianas y también de un pensamiento social demócrata que fueron plasmadas en la Declaración de Avellaneda del Movimiento de Intransigencia y Renovación (1945) y que fueron doctrina partidaria con la asunción de este grupo al poder partidario.

Desde el punto de vista interno, la ruptura constitucional de 1930 y la adopción del fraude como metodología política influyó sobre toda la vida política argentina, generando un ambiente de corrupción generalizada que llevó a llamar a parte de este período la "Década Infame". El radicalismo enfrentó esta situación de dos maneras distintas, la primera desde 1931 a 1935 con la adopción de una oposición revolucionaria y abstencionista que desde 1935 terminó con la "abstención corta" para luego participar de las elecciones por decisión de la cúpula alvearista. Esto generó una división importante en el seno del partido, por un lado el grupo oficialista, formado por Alvear y su seguidores, y por otro, la oposición conformada en un primer momento por FORJA y luego, tras la disolución de esta agrupación, por el Movimiento Renovador de la Provincia de Buenos Aires, origen de Intransigencia y Renovación. El principal grupo opositor vio en este cambio de actitud, una vinculación directa con la política exterior, al señalar:

... La diplomacia inglesa apoya la Unión Cívica Radical y el comando de la Unión Cívica Radical se aviene a facilitar cierta apariencia formal de legalidad a los proyectos que entregan el control de la moneda y del crédito a los financistas ingleses y acallan toda voz partidaria que quiera alzarse.4

Esta no es la única explicación posible, Alvear buscaba una oposición dentro de la legalidad, aunque, como lo dice Ciria, esta posición llevó a un desgaste del radicalismo como opción política que redundó en la gestación del peronismo durante el gobierno de facto de la revolución del 4 de junio de 1943. Dicho en otras palabras:

... Alvear, después de todo, es la figura más representativa de la UCR como partido de oposición -al estilo francés o inglés, claro- dentro de la legalidad, una legalidad trampeada constantemente por el fraude y la discriminación... "5

Como ya lo señalamos, esta posición generó, dentro de la UCR dos actitudes, aunque también las encontramos en los discursos que a partir de 1935 produjeron las pujas dentro del radicalismo, en los que se conforman dos posturas que intentan ser bien diferenciadas frente a nuestro tema.

Para relevar este período constituimos un corpus en el que para la primera parte utilizaremos la obra de Ricardo Rojas El radicalismo del Mañana que es un buen testimonio de esta primera parte de 1930 a 1935, conjuntamente con las disposiciones de la plataforma sancionada en 1931. Para el período posterior observaremos las posiciones en la plataforma de 1937, donde confluyen las posiciones existentes y los discursos del oficialismo partidario expresados en la revista Hechos e Ideas (HeI) y los de la oposición en distintas manifestaciones de FORJA en los treinta6 y en algunos miembros del Movimiento Renovador de la Provincia de Buenos Aires para los cuarenta.7

La Plataforma de 1931 tiene como punto más relevante los siguientes contenidos:

1. Colaboración de la República Argentina en los organismos internacionales sobre la base de la aceptación de los principios de igualdad y universalidad.

4. Creación en la República y en las Provincias de organismos mixtos destinados a preparar la labor que debe realizarse anualmente en las conferencias internacionales.

5. Participación de la República Argentina en las iniciativas panamericanas destinadas a unificar el derecho de los pueblos de América.

6. Adhesión de la República Argentina a las Cortes permanentes de justicia internacional y colaboración en todas la obras que tiendan a implantar el arbitraje obligatorio en los conflictos internacionales.

7. Ratificación del pacto de renuncia a la guerra.8

Existen tres de los puntos que tienen que ver con el nuevo orden mundial que surgió tras el Tratado de Versalles en 1919. El punto 1 continúa con la tesis yrigoyeniana sobre la Sociedad de Naciones: participar en la medida que los principios de igualdad y universalidad sean aceptados por ese organismo. El 6 es con relación a la Corte Internacional de Justicia de La Haya donde se impulsó la "fórmula americana" de solución pacífica de los diferendos. Y en relación con esto se menciona la adhesión al Pacto Briand-Kellog donde los países firmantes renuncian a la guerra para solucionar sus problemas. El punto 4 es interesante ya que se piensa que las provincias pueden participar en la elaboración de política exterior como una expresión del federalismo del país. El punto 5 referido a la política americana sigue la línea trazada por los gobiernos radicales.

Posteriormente aparece el texto de Ricardo Rojas que fue escrito en esa época. Es central para el período ya que en él se analiza la situación histórica del radicalismo y también sus perspectivas:

La Argentina es todavía una colonia; si antes lo fue de los reyes de España, hoy lo es de los capitales de Europa y Estados Unidos.9

Más adelante agrega, en este mismo sentido:

Ninguna de las naciones puede hoy vivir fuera de la sociedad internacional y mucho menos una nación como la nuestra, de origen colonial, sometida a una nueva colonización de la que recibe población, capitales, máquinas, ideas y costumbres.10

Aquí observamos una de las primeras consecuencias de la crisis del liberalismo, ya que en este discurso aparece un elemento nuevo en la percepción del mundo por parte de los radicales, la aparición en su discurso universalista de un análisis de Colonia-Imperio, Centro-Periferia.

Existe una referencia interesante en Ricardo Rojas, la visión de la política del radicalismo como la de "redimir a los trabajadores", apuntando "somos socialistas" y que es necesario en política exterior terminar con "la acción de los trust, forma imperialista de la economía. " 11

Seis son los ejes de política exterior que plantea: las relaciones con América Latina, Estados Unidos, Europa, China e India, los nuevos pueblos (Australia, Nueva Zelanda y Canadá) y Rusia.

Con respecto a América Latina:

... de la que somos geográfica e históricamente solidarios y especialmente de los pueblos limítrofes, con los cuales debiéramos celebrar convenios de colaboración y cultura, de reciprocidad aduanera, de equivalencia monetaria, de equilibrio militar y de cooperación naval para defensa de nuestras costas en caso de una agresión marítima.12

En esto sigue los lineamientos, ya señalados dentro de los gobiernos y en la plataforma de 1931.

Con Estados Unidos:

... contra cuyo imperialismo económico tanto se declara, pero del cual no podremos defendernos por medios de discursos antiimperialistas, sino por la disciplina cívica, financiera e intelectual, en que son los americanos un ejemplo digno de ser emulado.13

Aquí se plantea una imagen dual de los EEUU, una con respecto al rechazo de la penetración económica -cosa que Yrigoyen compartía- y una admiración de su cultura política -elemento que se reafirma en los discursos de Alvear y Lebensohn después-.

Para Rojas, Europa "sigue siendo la maestra de la cultura occidental en cuya diáspora hemos nacido, y cuyas poblaciones son el mercado que necesitamos dominar para la expansión de nuestros productos"14

Este eje sigue siendo el más importante para la política exterior a desarrollar, tanto por sus aspectos culturales como, y sobre todo, económicos en nuestra relación con ella.

España es distinguida del resto de Europa, siguiendo el discurso hispanista yrigoyeniano, porque "a pesar de todo lo que las generaciones anteriores escribieron contra ella, hoy la vemos remozada por ideales democráticos que la ligan con lazo más estrecho a nuestro propio destino "15

Este reconocimiento es por haberse integrado a la civilización con la instauración de la democracia.

China, India, Japón, Turquía e Israel, son agrupados a pesar de las disparidades con los que son analizados porque" sin perder su fisonomía, mantendidos por viejos sistemas filosófico o religiosos. "16

Con respecto a Australia, Nueva Zelanda y Canadá se los observa por sus "progresos técnicos <que> asombran, pero que carecen de un verdadero ideal nacionalista y de una importante personalidad cultural"17.

Con respecto a la URSS plantea que es una:

... nación mística y práctica a la vez, que hoy realiza el más grande experimento económico de la historia, cuyos resultados necesitamos conocer para aceptarlos o rechazarlos, bien que la tiranía del estado soviético sacrifica la libertad del hombre.18

Esta posición ante la URSS marca la ambivalencia con que es observada la experiencia soviética, con gran expectativa con respecto a sus aspectos socio-económicos pero con gran recaudo en lo referido a sus aspectos políticos.

En este libro se mezclan intereses culturales, políticos y económicos, producto de la formación intelectual de autor, aunque como vemos, es interesante por la visión del mundo que transmite.

La sanción de la plataforma de 1937 es una "manifestación ordenada y coherente del `programa' de la UCR"19. En su capítulo referido a política exterior tiene como fundamento "defender la soberanía y los derechos de todos los Estados de la comunidad internacional, garantizando su autodeterminación y su régimen democrático. "20 Continuando la línea sustentada en su etapa de gobierno:

Entre los puntos más importante encontramos:

1) Intervención en la Liga de las Naciones procurando obtener su mayor universalidad, con el propósito de defender la soberanía y derechos de todos los estados de la comunidad internacional, garantizando su auto-determinación y su régimen democrático.

2) Reafirmar el principio de política internacional argentina en la solución de los conflictos entre los Estados, mediante el arbitraje en su forma más amplia.

4) Ratificación del pacto de renuncia a la guerra.

5) Participación de la República Argentina en las iniciativas panamericanas destinadas a unificar el derecho de los pueblos de América.

6) Ampliar la garantía del derecho de asilo.

7) Auspiciar la creación de nuevos mercados para la producción agrícola y ganadera argentina, en Europa, Asia (Oriente) y Africa (Norte)21.

Más que un análisis de cada punto, creemos que se impone una comparación con la llataforma de 1931. Si bien sigue sus lineamientos generales, observamos cambios sutiles. El cuarto punto de la plataforma de 1931, referido a la creación de un organismo mixto con la Nación y las provincias para delinear la política exterior, desaparece. De esta plataforma los puntos que tienen que ver con la manifestación del principio de arbitraje, la ratificación del tratado contra la guerra y la participación en las conferencias panamericanas se mantienen iguales.

Es interesante el comentario sobre el panamericanismo que se hace desde HeI:

... apoyamos a la universalidad de la Liga de las Naciones, para participar en sus debates y votos, y contraer las consiguientes obligaciones ante el mundo entero o nada: esa es la postura radical... Argentina, partidaria de las Sociedad de Naciones del mundo, no podía propiciar la Sociedad de las Naciones americanas...22

Esta interpretación, es contraria a las posiciones sustentadas por los gobiernos y a las declaraciones hechas por los radicales cuando se refieren al tema.

Existe un cambio sutil en el punto referido a la Sociedad de Naciones donde se pasa de condicionar la participación en el organismo a defender los principios desde dentro. Esto se debe a la primacía del alvearismo, que sustentó esta posición desde fines de los 10 y principios de los 20 oponiéndose a la tesis de Yrigoyen al respecto.

El punto 6 tiene que ver con la realidad europea de ese entonces que "respondía -dice Alvarez Guerrero- a una generosa concepción, ante un mundo en el que se perseguía a las minorías... "23

El siguiente punto es la puesta en programa de lo señalado por Alvear durante su gestión, la diversificación de nuestros mercados.

A pesar de haber transcurrido en el período varias presidencias (Justo, Ortíz, Castillo, Ramírez, Farrell) hemos elegido dos temas que consideramos principales: la relación con Gran Bretaña (cuyo eje es el pacto Roca-Runciman) y la situación frente a la guerra (como acontecimiento que cambió el orden mundial).

Para cada uno de los temas mostraremos las posiciones sustentadas por el oficialismo partidario y los grupos de la oposición, como FORJA y los miembros de la Juventud Radical de la Provincia de Buenos Aires.

HeI es una revista que se publicó entre 1935 y 1941 que estaba vinculada "al aparato partidario de la Unión Cívica Radical que a partir de 1947 volvió a publicarse en la esfera del oficialismo peronista."24 Esta publicación, dentro de su período radical "permaneció absolutamente fiel a la dirección de Alvear."25

Por su parte la Fuerza de Orientación Radical de la Juventud Argentina (FORJA) posee desde su manifiesto fundacional un perfil eminentemente opositor a la conducción alvearista26. Dentro del temario de esta oposición, los temas de política exterior tienen un perfil sumamente alto. Entre otros se observan: el Tratado de Londres (o Roca-Runciman), el sacrificio económico impuesto al pueblo en beneficio del capitalismo extranjero, la incorporación a la Liga de las Naciones, la supresión de las relaciones con Rusia y las investigaciones parlamentarias sobre armamentos y comercio de carnes...27

El Pacto Roca-Runciman es el eje sobre el cual se articula la política exterior del período, porque marca la opción por un bilateralismo profundizado. La instauración del sistema de protección imperial por los Acuerdos de Ottawa (1932) generó, en las clases dirigentes la necesidad de evitar "la imposición de cuotas sobre las importaciones de carne de la Argentina <que> constituía un hecho. "28

A pesar de las consideraciones hechas sobre el Tratado, que se lo defiende por la necesidad de "la conservación del mercado de carnes <que> era esencial para la Argentina. " Aunque, como señalan Fodor y O'Connell "la economía del país en su conjunto estaba lejos de depender en forma tan crucial de estas exportaciones. "29

Los sectores dirigentes prefirieron a Gran Bretaña quien, gracias al Tratado, "logró en los años treinta recobrar su preeminencia en la Argentina"30. Con ello la relación triangular -EEUU, Inglaterra, Argentina:

... se vio así forzada a volcarse predominantemente sobre uno solo de sus lados. Pero las consecuencias políticas de la forma prepotente en que esa preeminencia fue recobrada llevaron al fortalecimiento de tendencias de largo plazo para la erosión de la "relación especial" Argentina-Gran Bretaña y aseguraron su desaparición en los años siguientes.31

Es importante rescatar que mientras Gran Bretaña perdía fuerza en el concierto mundial y su relación con nuestro país era reforzada, crecieron las críticas a esta estrategia de inserción, motivo por el cual creemos que existe una relación muy directa entre este deterioro y la visualización de esta vinculación como un problema.

Una vez hecha la descripción general del problema pasamos a analizar las posiciones del partido respecto a este tema. Como lo señala Piñeiro, este asunto "reafirma la distancia que mediaba entre este sector del partido <el oficialismo partidario> y el agrupado en FORJA, para quien el tema es de fundamental importancia. "32

Si bien desde un punto de vista esto es claro, un solo artículo publicado por HeI contra cientos de artículos, proclamas, documentos y programas de FORJA tiene valor, pero creemos que a la hora del análisis de las posiciones sustentadas, éstas no eran tan disímiles.

Al momento de la renovación del Tratado HeI hacía la siguiente evaluación del mismo "el objeto perseguido por Gran Bretaña, de favorecer el desarrollo de su producción nacional, ha sido positivamente alcanzado, en detrimento de la producción y el comercio argentino de carnes. "33

Obviamente este diagnóstico no es favorable al Tratado, además a continuación marca los peligros que este encerraba al sentenciar que el productor ganadero:

... si no quiere que todo su loable y enorme esfuerzo de 50 años para refinar el ganado nacional, se convierta en un reducido renglón de lujo, sujeto a la variabilidad de un mercado un sólo mercado!, susceptible de mermas físicas y económicas, que la economía mundial con sus nuevas orientaciones somete a mayores sorpresas.34

Esta posición obviamente reclama el alejamiento del bilateralismo profundizado y la búsqueda de nuevos mercados como lo plantea la plataforma de 1937.

Para FORJA, en la interpretación de Scalabrini Ortíz, la situación estaba planteada:

En la relación de Inglaterra y de la Argentina, los únicos sufridores de la crisis somos nosotros exclusivamente. Pasará la crisis, si pasa, e Inglaterra se habrá vuelto más rica a nuestra costa. Nosotros estaremos más pobres que antes.35

Como vemos no existen grandes diferencias con la evaluación hecha por HeI. Para FORJA esto es producto de la política implementada por la administración de Justo donde:

No hay en el transcurso de la presidencia del general Justo una sola medida que haya nacido animada por un sentimiento de bienestar publico, una sola medida que tienda a defender la economía nacional de la rapacidad extranjera.36

Los efectos del Tratado son puntualizados:

- Alejamiento de los nativos de toda actividad industrial y productiva. Eso produce la cláusula que prohibe en el Pacto Roca a los argentinos el establecimiento de frigoríficos con fines lucrativos.

- Desplazamiento del capital norteamericano en todos los órdenes.

- El alejamiento de todo competidor manufacturero en el comercio internacional. Eso produce el ahogo en los cambios con Japón, con Norte América, con Alemania y las falsedades en las estadísticas de importaciones y exportaciones para justificarlos.37

FORJA percibe la decadencia británica como una oportunidad para la concreción de la emancipación, cuando señala:

La declinación del poderío británico es para nosotros una perspectiva favorable, pero no debemos confiar en el automatismo del tiempo. La libertad, el bienestar y la riqueza se conquistan. Ni se solicitan ni se piden. Y la cuestión, para nosotros, no es cambiar de amo, sino ser una nación fuerte, segura de sí y henchida de salud como corresponde a un pueblo inteligente que habita en un suelo feraz.38

Ambos discursos analizan los efectos nocivos sobre nuestra economía desde un punto de vista muy similar. Apuntan a un público distinto, HeI tiene a los productores ganaderos como interlocutores privilegiados, FORJA no. Por ello la primera apunta a los efectos sobre ese sector, en cambio ésta se dirige al aislamiento que se produce con el resto de las potencias industriales, como fuentes capitales y nuevos mercados que permitan a la Argentina tener un manejo más autonómico. Por este motivo, no coincidimos con lo expresado por Tulchin cuando escribe que "ningún grupo que luchara por el poder en esa época propuso un modo de inserción en la economía mundial significativamente diferente"39

El análisis de la situación del país en la Segunda Guerra Mundial, es sin lugar a dudas mucho más controversial. Como primera medida tenemos que marcar la diferenciación que existe entre éste y el anterior conflicto bélico. Para ello nos parece muy adecuado lo sustentado por Rapoport, cuando señala los tres aspectos fundamentales que incidieron en la política de neutralidad: el carácter distinto de uno y otro conflicto, la diferente posición argentina en el mundo y los distintos gobiernos que sostuvieron la neutralidad. Sobre ello responde:

El primer aspecto se refiere más concretamente al carácter del nazismo y del fascismo, que no pude confundirse con las pretensiones imperiales germanas de los años 1914 1ª 1918. EL segundo tiene que cuenta, en particular, la emergencia del poder hegemónico norteamericano y sus efectos sobre la Argentina. El tercero procura distinguir las razones que guiaron la conducta de gobiernos como el de Victorino de la Plaza (conservador), Yrigoyen (radical), Ortíz Castillo (conservador) y Ramírez-Farrell (militar).40

Existen otros motivos que también distinguen las distintas neutralidades que como sostiene Ciria citando a Bagú, mientras que la neutralidad de Yrigoyen poseía un carácter moral, como ya lo observamos, la adoptada por Castillo tenía un carácter esencialmente especulativo, ya que "esperaba nerviosamente la definición de la lucha entre los poderosos para plegarse al ganador en hora más segura41.

Además de esta actitud especulativa, también encontramos que el entonces Canciller de Castillo, Enrique Ruiz Guiñazú, era sindicado " como simpatizante de Alemania,<y> será la cabeza visible de la política neutralista del anciano mandatario"42. Lo que complica aún más el panorama, aunque:

... La gran mayoría de los partidos tradicionales (salvo sectores minoritarios como la gente de FORJA, por otra parte bastante desvinculada de los dirigentes oficiales del radicalismo) estará a favor de los aliados.43

Aquí encontramos también posturas disímiles del oficialismo y la oposición, aunque ésta, en los cuarenta no tuvo una posición unánime.

La posición del oficialismo partidario sobre el conflicto fue señalada por el mismo Alvear en dos artículos aparecidos en 1940 y 1941:

... es la lucha del espíritu y del ideal de la humanidad, que se defiende contra las fuerzas primitivas, obscuras y funestas, que pretenden avasallarlos. Es la democracia que está en peligro: no solamente en su aspecto político o económico, que son expresiones quizás menos elevadas y perfectas, sino la democracia integral... .44

Los motivos territoriales son sólo una parte de esta lucha por la supremacía:

... Lucha desencadenada no por meras cuestiones territoriales, ni por pretendidos "espacios vitales", <son> inventados para justificar la agresión, sino por una voluntad de dominación para la creación de un imperio mundial, y, sobre todo, para imponer una nueva doctrina, que ante nada se detiene...45

Su posición ante la neutralidad fue:

Yo sé que hablar en este momento con vehemencia en favor de la causa que defiende Gran Bretaña, puede parecer un acto que contraría la neutralidad que muchos argentinos se han impuesto... la neutralidad adoptada oficialmente por el gobierno de mi patria, los ciudadanos que no tenemos la responsabilidad de él, tenemos el deber de pensar libremente y de manifestar nuestro pensamiento con franqueza.46

Presagia la participación norteamericana en la Guerra:

... los Estados Unidos decidirán la salvación de lo que llamamos el mundo civilizado, el mundo que se apoya en las nociones del derecho. Pero asisto con apenas indignación al recelo que aquí se cultiva contra el coloso del Norte, como si de él y no de los régimenes de opresión y agresión proviniesen los peligros...47

Es interesante observar el cambio de actitud del radicalismo hacia los EEUU. como también del clima antiyanqui que se vivió en el país entonces. Este cambio, se debe al cálculo de que ganará el conflicto, y por ende organizará el orden de la pos guerra:

... Habría que concertar y concluir con los demás países americanos, la acción defensiva conjunta. Nos afecta la guerra y nos afectará la paz. Por mi parte, no quisiera, ni como argentino, ni como hombre, que el día que los Estados Unidos triunfen, como lo espero, no hayamos hecho nada, detenidos en una expectativa de criminal egoísmo, sin pensar que el que no haya estado con una cosa habrá estado sin quererlo, en contra.48

Más allá del sustento ideológico de la posición de Alvear, a éste no se le escapa la necesidad de la participación en el futuro orden mundial, como lo había sustentado en el anterior conflicto bélico, siendo esta una posición eminentemente realista.

Aquí sí la posición de FORJA, expresada en este caso por Luis Dellepiane, era distinta ya que pensaba que:

... La neutralidad argentina no fue una actitud limitada por una conducta egoísta que se aprovechará de las circunstancias; abarcará en el futuro toda una etapa de la historia argentina que culminará con la revolución emancipadora, cualesquiera sean las alternativas, que una sumisión impuesta por el triunfo de los intereses imperialistas gestores de motín de septiembre, haya traído para nuestro pueblos.49

Los hombres de FORJA buscan diferenciarse de la actitud neutralista del gobierno por su actitud moral, mientras que en el gobierno era "una actitud egoísta" en ellos su signo distintivo esta dado en que ella era parte de "la revolución emancipadora". Sobre la posición del oficialismo partidario ante la Guerra, Scalabrini Ortíz opinaba que:

... los dirigentes radicales ya estaban en camino de ser convencidos de la bondad del tratado secreto y de la conveniencia de lucha al lado de Gran Bretaña en su futura guerra. Con términos prudentes, pero bien reveladores de la intención, lo dirían públicamente poco después.50

Esta especulación, no tiene todo el asidero necesario ya que la actitud británica en el conflicto -como mostró Rapoport- se basaba en el hecho de que:

Los ingleses no podían dejar de advertir las ventajas que les proporcionaba la política de neutralidad, tanto a corto como a largo plazo: en el primer caso, se evitaban represalias alemanas en el transporte marítimo facilitando el comercio durante la guerra; en el segundo, se impedía la entrada argentina en el sistema panamericano preservando así el mercado argentino de posguerra de la competencia norteamericana.51

Esta hipótesis sobre la actitud de Gran Bretaña y su interés en la participación argentina en la Guerra fue errónea, obviamente esto no invalida otras observaciones que se hicieron sobre otras cuestiones de la política exterior argentina.

Para los hombres de FORJA la lucha librada en Europa, no era ideológica, como sustentaba la cúpula alvearista, sino que repetían los esquemas de la guerra anterior, como si el mundo y la Argentina no hubiesen cambiado, aunque ellos señalan que:

... Es natural que personas educadas en el culto de la palabra democracia y de la palabra libertad, opten por aplaudir el régimen liberal británico y reprobar el régimen autocrático de Alemania. Son estos, hechos consumados que el político debe respetar, pero que en realidad carecen de intereses.52

Con el alejamiento de FORJA del radicalismo, otro grupo asumió la oposición partidaria, formado también por jóvenes -algunos habían pasado por aquella como Del Mazo y Dellepiane-, otros no -como Lebensohn, Balbín, Frondizi, etc. -, que iniciaron su enfrentamiento con la conducción alvearista, a través del grupo de "Intransigencia y Renovación" aunque en este tema tenían una posición similar al alvearismo.

Lebensohn, parafraseando a Laski, sostenía que:

No lucharemos nosotros por la Argentina de 1939 y menos por la de 1930... La humanidad entra en un Mundo Nuevo... Una Nueva Argentina en un Mundo Mejor. Desde aquí seguimos, con el corazón anhelante, los avances y retrocesos de este mundo nuevo que rubrican con sus vidas los hombres jóvenes de la libre Gran Bretaña, de la heroica Unión Soviética, de los potentes Estados Unidos y de la legendaria China. En esta guerra horizontal que se libra en todos los ámbitos de la Tierra por la futura liberación del hombre, queremos, debemos tener participación.53

La Juventud Radical de la Provincia de Buenos Aires en su programa del 20 de febrero de 1944, documento atribuído a Moisés Lebensohn54, indica con respecto al tema:

Con la determinación de trabajar en grandes y mejores días para la Argentina, definimos nuestra fervorosa adhesión a la causa de las Naciones Unidas, de cuya victoria depende la perduración de la libertad. Estamos con el pueblo de Estados Unidos, pero no con Wall Street y su proyecciones imperialistas: con el de Gran Bretaña, mas contra la City. estamos con los soldados que luchan por nuestro ideal de vida, y, a su lado, contra las fuerzas del Mundo Viejo que los oprimen en sus propios países, decididos, cual ellos, a forjar en nuestra tierra un Mundo Nuevo.55

Para todos los sectores involucrados en este debate, la actitud hacia la guerra tenía un fuerte carácter moral. Para el alvearismo y los jóvenes de Intransigencia y Renovación debían participar en el conflicto para salvar la democracia que estaba en peligro. FORJA asumió una posición similar a la de Yrigoyen aunque en un contexto nacional e internacional distinto, creemos además que su posición antibritánica no le permitió analizar los verdaderos intereses en juego. Todos coinciden en la necesidad de sacar ventaja del conflicto para un mejor posicionamiento, pero mientras los opositores pensaban en las oportunidades para la emancipación de la Nación y nuevos márgenes de autonomía, Alvear -dentro de un esquema realista- pensaba en el lugar del país tras la hecatombe.

En este período ocurren cosas importantes, si bien sigue manteniéndose el discurso idealista -en algunas fracciones más que otras- ninguna puede negar sus bases, aunque todas están plagadas de características realistas. El primer punto para rescatar de este período es la ubicación de la Argentina como país periférico. Esta determinación en algunos casos llevó a una oposición virulenta hacia Gran Bretaña que impidió ver cuáles eran los verdaderos motivos de la Segunda Guerra Mundial. El alvearismo posee una actitud más pragmática, impone sus postulados con respecto a la Sociedad de las Naciones y posee un claro discurso idealista, y a la vez realista, al analizar la Segunda Guerra Mundial donde primero pone los imperativos morales y luego señala la necesidad de insertarse en el nuevo orden de pos guerra.