La UCR y la política exterior. Análisis de cien años del discurso radical

 

 

6. A la deriva (III)
El discurso radical sobre política exterior (1966 a 1983)

 

El presente capítulo se ocupa del período que media entre los gobiernos radicales de Arturo Illía y de Raúl Alfonsín. Se caracteriza por haberse instituído en él dos regímenes militares -la Revolución Argentina (1966-1973) y el Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983)-, y el breve retorno del peronismo al poder (1973-1976).

Con el derrocamiento de Illía se instauró un gobierno militar presidido por el general Juan Carlos Onganía. Este gobierno se presentó "como un proceso modernizador que interrumpía la legitimidad `partidocrática' para terminar con la crisis y conformar un nuevo orden. "1

 

6.1. La visión radical frente a la Revolución Argentina

Desde el punto de vista de la política exterior este gobierno fue prisionero de la tensión entre las visiones de los miembros de la Cancillería, vinculados a un esquema tradicional, y las Fuerzas Armadas que tenían un visión esencialmente geopolítica. Tuvo dos etapas, la primera coincide con la presidencia de Onganía donde existía un claro alineamiento con Estados Unidos y un fuerte enfrentamiento con los países vecinos en un modelo "con características claramente definidas" y la segunda con las presidencias de Levingston y Lanusse que se caracterizaron por la búsqueda de un marco autonómico2.

En la primera etapa esa tensión es evidente y llevó al gobierno a un fuerte aislamiento en un contexto mundial cambiante, ya que la Argentina no estableció comercio ni con los países del este ni con los de la región, como lo demuestra el rechazo a participar del Pacto Andino.

Otra característica fue la tendencia a la debilidad territorial que se demostró al no aprovechar el importante logro en Naciones Unidas por Malvinas con la Resolución 2065 durante la gestión de Illía.

La característica más saliente fue el alineamiento con EEUU como lo demuestra la posición ante la Tercera Conferencia Extraordinaria de la OEA donde se solicita:

... la institucionalización de la Junta Interamericana de Defensa. Sin el adecuado apoyo latinoamericano, hasta Estados Unidos debió abstenerse en la votación y la moción argentina fue derrotada.3

Este alineamiento "impedía una inserción amplia en el contexto mundial, cada vez más ineludible. "4 Esta política fue criticada en diciembre de 1966 por el Comité Nacional, cuando este organismo partidario reclamaba:

... el desarrollo pleno de nuestro economía y de nuestra cultural y una política internacional independiente que confiera vigorosa presencia a nuestro país en sus relaciones con América y el Mundo.5

En esta declaración se devela claramente el pensamiento radical sobre política exterior: primero es la necesaria legitimidad del gobierno para poder representar al país; la segunda es la necesidad de trazar una política exterior independiente o autónoma; ambos puntos combinados serán los que restablecerán el prestigio del país, sobre todo en nuestro ámbito regional y de allí al mundial.

Con motivo de la reunión de la OEA, la UCRP emitió un comunicado donde sostuvo que éste partido "anhela una América unida, democrática, libre y desarrollada"6. Este párrafo nos indica cómo el radicalismo ubica los problemas de la región en tres temas: la integración, el desarrollo y la democracia.

Para el primero se sostiene que:

... ha pasado la hora de las alianzas militares. El presente es el tiempo de la unidad, la complementación. La nacionalidad se debilita en el aislamiento, crece y se fortalece en la integración. Desde luego que nuestra unidad no sería para rehuir los deberes nacionales ni para taponar las posibilidades racionales del crecimiento propio, sino para cumplirlos en la amplitud continental que requieren las soluciones reclamadas.7

El rechazo al bloque militar impulsado por Onganía y el fortalecimiento de la integración para el desarrollo de la nación son una constante en los planteos del radicalismo siendo éstas bases para su concepción de política autonómica, en abierta oposición a la política implementada por los militares en esa etapa.

Con respecto al desarrollo:

... no podrá obtenerse si no existe una amplia solidaridad continental e internacional puesto que, en el fondo, él consiste en una mejor distribución del ingreso mundial coincide con un mejor aprovechamiento de los recursos propios, tal como lo señaló América latina en Alta Gracia y lo confirmó en Ginebra esa densa Humanidad en desarrollo formada por 77 países.8

Es necesario sentar las bases políticas primero para poder desplegar la interacción económica. Se le otorgó a la Cuenca del Plata un rol importante en esta tarea. Esta iniciativa es vista como el instrumento de articulación para el desarrollo regional y la integración ya que ella:

... constituye la posibilidad más amplia ofrecida en el mundo para un desarrollo regional. Por eso, espera con anheloso interés que los países de la Cuenca emprendan cuanto antes la trascendental tarea a la cual fueron invitados oportunamente por el gobierno constitucional del Presidente Illía.9

Aunque esto distaba de ser la realidad, ya que como señala Lanús:

El proyecto de la Cuenca del Plata, concebido como un instrumento de cooperación subregional durante la gestión del canciller Zavala Ortíz... para el gobierno de la Revolución Argentina... <es> ... un instrumento para mediatizar la política de rivalidad entre la Argentina y el Brasil, en todo lo que se refiere a la utilización del potencial energético de los ríos y a la construcción de obras de infraestructura física.10

La necesidad de lograr la legitimidad interna lleva a señalar con respecto a la democracia que:

... como ha ocurrido muchas veces en el mundo que no obstante las apariencias de un progreso falaz hay que volver a buscar la libertad y la democracia, pues nadie puede seguir adelante si no parte de los valores fundamentales de toda sociedad civilizada.11

En todos los párrafos observamos como claramente aprece un contrapunto constante entre los planteos del gobierno militar y los del radicalismo. De esta diferenciación podemos rescatar el erróneo planteamiento de la situación internacional hecho por el gobierno militar, en un esquema de creciente aislamiento internacional y de una inserción con EEUU no muy lograda. En cambio en el discurso radical observamos la presencia de conceptos autonomistas como el reclamo de una política independiente, dentro del cual ubicamos políticas de integración y desarrollo regional, que permitan a la región generar poder para manejarse con criterios propios frente a Estados Unidos. Esto último expresado en el rechazo a la política de bloque que disminuía las posibilidades de la Argentina en el marco de la distensión.

El gobierno de Onganía llevó a cabo una rígida política monetarista que suscitó una serie de levantamientos populares como el Cordobazo en 1969. Esta situación generó un desgaste del dictador que fue reemplazado por el General Marcelo Levingston y General Alejandro Agustín Lanusse después. Este cambio coincide con la segunda etapa del gobierno militar en política exterior que:

... contempló un significativo intento de superar el aislamiento. Se reconoció al gobierno de China comunista y se inició una política de acercamiento con los países latinoamericanos, dejando de lado las "fronteras ideológicas", así como una tímida apertura comercial hacia los países del Este.12

Aunque siguió orientando su política con la tendencia de debilidad territorial, como lo demuestra el Acuerdo firmado con Brasil en Nueva York que:

... otorgó a este país luz verde en sus desarrollos hidroeléctricos, en un momento estratégicamente comprometido, y acordó el sometimiento del conflicto del Beagle al arbitraje británico, que iba a tener la virtud de cuestionar nada menos que la jurisdicción marítima sobre el Océano Atlántico.13

Es una contradicción con la concepción geopolítica sustentada, lo que llevó a que la Cuenca del Plata se convirtiese en "el ámbito durante toda la década de los 70 de una disputa `geopolítica' con el Brasil por la influencia hegemónica en la región. "14

Para cerrar esta etapa nos parece importante comparar diversos documentos partidarios que surgieron en esta época, las "Bases mínimas o puntos de partida para la reorganización nacional" de septiembre de 1969, el "Manifiesto del Movimiento Renovador Nacional" de septiembre de 1972 y la plataforma partidaria para la elección de 1973.

El primer documento, emitido por la conducción del partido, señala:

11) RECUPERACION DEL PRESTIGIO INTERNACIONAL DE LA REPUBLICA mediante una política exterior inspirada en la tradicional independencia de Argentina en sus relaciones con los demás países del mundo. Igualdad jurídica de los Estados. Política de no intervención y autodeterminación de los pueblos. Apoyo a los que luchan por su liberación de cualquier forma opresiva. Solidaridad latinoamericana activa en la lucha por eliminar las causas que determinan el atraso, miseria e ignorancia.15

Este documento -más general que el anterior- contiene los mismos puntos que la declaración de la reunión de la OEA aunque incorpora las tradicionales posiciones de no intervención, autonomía e igualdad jurídica de las naciones, presupuestos todos de marcado tinte idealista y con un sesgo autonomista importante.

El "Manifiesto... " es el documento fundacional del Movimiento de Renovación y Cambio, corriente surgida en 1972 liderada por Raúl Alfonsín. Esta enfrentó a Balbín, que desde la división del partido se había consolidado en la conducción. En su seno convergieron desprendimientos del balbinismo, el unionismo y el sabatinismo, aunque también tenía una presencia juvenil importante. Es una corriente fuertemente renovadora desde el punto de vista ideológico ya que en sus principales participantes se perciben las "influencias del socialismo humanista (notable en el pensamiento de Alfonsín y de otros redactores del manifiesto), especialmente a través de Erich Fromm y Karl Manheim"16. En este documento manifestó que:

En materia de política internacional, orgullosos de la tradición radical, propugnamos el pleno respeto por la autodeterminación de los pueblos, el establecimiento inmediato de relaciones diplomáticas, culturales y económicas con todos los países que luchan como nosotros por su Liberación Nacional.17

En ese documento, si bien aparecen los lineamientos históricos del partido, existe un cambio en el énfasis puesto en la condición de país subdesarrollado y la necesidad de establecer una cooperación Sur-Sur, retomando los lineamientos aparecidos en las décadas del treinta y cuarenta, como así también en la gestión de Illía.

En esta época el radicalismo del pueblo recuperó el rótulo de UCR que disputaba con la UCRI. La plataforma para la elección de 1973 establece cinco ámbitos para la política exterior: los principios generales, los organismos internacionales, América Latina, la relación con los países subdesarrollados y la política territorial.

Los primeros están consagrados con la relación pacífica con otros estados, la no intervención, la autonomía, la igualdad soberana, el sustento de la democracia, repudio al totalitarismo y el imperialismo18. Además se sostiene que tendrá "relaciones provechosas" con todos los países "cualquiera fuese el gobierno, ideología, raza o religión".19

Con respecto a los organismos internacionales se señala que:

Apoya los principios y fines de la ONU, considerando indispensable su universalidad y democratización, en cumplimiento de su Carta y eliminación en ella de todo resabio de naciones vencedoras y vencidas y las supresión del derecho a veto.20

Existe un cambio significativo con las anteriores plataformas, ya que, a diferencia de éstas, se apoya a las Naciones Unidas con algunos reparos con respecto a reclamos históricos como "el resabio a las naciones vencedoras y vencidas y la supresión del derecho a veto" en vez de impugnar el sistema en bloque. También auspicia la Declaración de Estocolmo sobre medio ambiente.

Con respecto a América latina se proclama su unidad por múltiples factores, como ya lo determinan otras plataformas, impulsa la integración y la unidad. Desde el punto de vista de los organismos como la OEA para "asegurar la vigencia de los derechos humanos, respeto a la libre determinación de los pueblos americanos y colaboración al desarrollo económico social de sus miembros. "21

También desde el punto de vista económico se impulsa "la acción regional de América Latina, a través de CECLUA, ALAC, de la Cuenca del Plata y del Pacto Andino. "22

Como país subdesarrollado se mantendrá e impulsará:

... la Carta de Alta Gracia, Cuenca del Plata, Fondo Mundial de Alimentos y Libre Navegación para los países vecinos en los ríos internacionales. El Estado instrumentará una política dinámica en los campos de la expansión comercial y la obtención de capacidad tecnológica.23

En la UNTAC y el GATT se propone "fortalecer la acción conjunta de los países de América Latina y mantener un frente unido con los países en desarrollo."24 Además de "sustentar nuestros principios frente a los países más desarrollados."25

Desde el punto de vista territorial se propone "la solución directa o judicial de todos los problemas de límites"26. También aparece la necesidad de formular una "política del mar", como ya aparecía desde 1957 en las plataformas:

... sosteniendo el principio de la libertad de navegación, la soberanía de los estados ribereños, sobre todos los recursos y la defensa y aprovechamientos de la Plataforma Continental y del Mar Epicontinental.27

Y finalmente se impulsa "la recuperación de las Islas Malvinas y afianzar la soberanía nacional del territorio Antártico."28

Como vemos, la plataforma contiene los principios sustentados por los diferentes grupos ideológicos del radicalismo, siendo coherente con todos los presupuestos planteados, basados en la aplicación de una estrategia multipolar.

Se reafirma la tendencia de configurar la política exterior a través de la definición del interés nacional, determinando claramente las características de subdesarrollado, con la búsqueda de la inserción en el subcontinente primero para después ampliarla hacia otros continentes.

Los militares se debilitaron aún más en el poder e instrumentaron una salida electoral con la participación del peronismo quien triunfó en las elecciones de marzo por casi el 50 % de los votos con la fórmula Héctor José Cámpora y Francisco Solano Lima, en esta elección la UCR obtuvo el 21 % de los votos. Tras muchos años de exilio, Perón volvió al país y se llamaron a nuevas elecciones donde triunfa.

 

6.2. El discurso radical frente al retorno del peronismo

La política exterior de este gobierno tuvo también dos etapas, como señala Puig, la primera en donde se prolongó la tendencia hacia la autonomía heterodoxa dentro de los gobiernos de Cámpora y Perón y tras su muerte con la asunción de su esposa Isabel se "diluyó progresivamente el contenido estratégico de esta orientación"29 llegando incluso, como dice Figari, a un alineamiento con Estados Unidos.30

En la primer etapa la autonomía se diferencia de la anterior por hacerla:

... nuevamente inteligible y coherente dentro de la Tercera Posición. Las primeras medidas que se adoptaron así lo demostraron. Se restablecieron relaciones con Cuba y se iniciaron con la República Democrática Alemana, Corea del Norte y Vietnam del Norte. La Argentina ingresó como miembro en el Movimiento de No Alineados... Se concertaron importantes acuerdos comerciales, económicos y de inversión mixta con todos los países socialistas. Pero se mantuvieron relaciones cordiales con Estados Unidos...31

Aunque no todas las visones sobre esta implementación de la Tercera Posición, son tan complacientes, siguiendo a Figari, el gobierno "va a tratar de aplicar una tercera posición `negociada' y aggiornada".32

Por otro lado, revirtió la tendencia de debilitamiento territorial del anterior gobierno al denunciar el Acuerdo de Nueva York y además:

... se presentó oficialmente el proyecto de Corpus, y tanto las obras de Yacyretá y Salto Grande adquirieron un impulso definitivo... Por otra parte, y con asistencia de la Unión Soviética se impulsó el Proyecto del Paraná Medio...33

Durante del segunda etapa, además de la indicada alineación, dos hechos son remarcables: el primero, la "vinculación con América latina no hizo mayores progresos. "34 y el problema con Gran Bretaña por la misión del buque Shackleton.

Hemos elegido este tema porque ha tenido un debate interesante en la Cámara de Senadores de la Nación. El problema podemos resumirlo como lo hace Puig del siguiente modo:

... Con motivo del envío, por parte del gobierno británico, de le expedición Shackleton, luego de una infructuosa reclamación, resolvió comunicar que no retornaría el embajador argentino a Londres y solicitar el retiro del embajador de Gran Bretaña. De esta forma, la gestión del canciller Araoz Castex había avanzado por el único camino posible en este campo: legitimar ante la opinión pública mundial una estrategia global argentina. Lamentablemente el nuevo canciller, en conversaciones sostenidas en Nueva York el 14 de febrero con el subsecretario parlamentario de Estado del Foreign Office, expresaba que los representantes del Reino Unido manifestaron que el buque "Shackleton", al abandonar próximamente las Malvinas, no realizará operaciones de investigación científica en la plataforma continental argentina ni en aguas sometidas a la jurisdicción de la República.35"

Ante esta situación el Bloque Radical de Senadores Nacionales, en las palabras del legislador Hipólito Solari Yrigoyen, declaró que:

Este episodio debe servir de advertencia al Reino Unido porque nosotros, si bien somos un pueblo amante de la paz, no estamos dispuestos a aceptar agravios de quienes solapadamente desconocen la soberanía nacional metiéndose en nuestras aguas sin derecho, creando conflictos y desconociendo al mismo tiempo que, de una vez por todas y para siempre las islas Malvinas sean devueltas a sus legítimos dueños, los argentinos.36

Por su parte el Senador Luis León critica la actitud inglesa:

Resulta que ahora Inglaterra se acuerda de que existen las Naciones Unidas para el caso Malvinas; pero siempre, en el seno de la organización mundial, voto en contra de todo aquello que hubiera sido el rumbo racional de una negociación para comprender que unas islas que están en la plataforma de un país pertenecen a este país.37

Si bien se repudia la actitud británica, se objeta, por parte del mismo senador que la Cancillería estuvo:

... un poco demorada en el tiempo de interpretar con exactitud la política que hubiera conducido a frenar los actos de piratería como el producido por el buque 'Shackleton'. "38

Para este Bloque, es necesario que el gobierno declare "que no admitiríamos la exploración ni la explotación de los hidrocarburos de la zona de nuestra soberanía. "39

Este debate marca la firmeza en el reclamo territorial muy sentido por los argentinos y para el cual los radicales habían aportado instrumentos importantes para su resolución.

En 1975 el Movimiento de Renovación y Cambio redactó un documento titulado "Aporte para un Proyecto Nacional". En este documento:

... se trata de dar una nueva expresión a la tradición doctrinaria, tomando en cuenta el actual contexto nacional y mundial y haciéndolo desde la interpretación radical del Movimiento de Renovación y Cambio.40

Su base es el principismo al declamar:

La inalienabilidad de la soberanía argentina, la lucha contra los imperialismos, colonialismo, el repudio a los regímenes dictatoriales y a los grupos que obstaculizan el progreso y la convivencia pacífica de los pueblos, la igualdad jurídica de las naciones, la autodeterminación de los pueblos, la historia común de dificultades de las naciones latinoamericanas, que impulsan a la Argentina a construir un continente "liberado".41

Propone desarrollar una "estrategia global" para el proyecto de liberación nacional que:

... se encuadra en una estrategia de "evolución revolucionaria", concebido como un proceso complejo y participativo de modificación de todas las estructuras de la dependencia y el privilegio a partir de una directriz nacional y popular.42

Se reconocen las limitaciones que posee, que son fundamentalmente externas, "a la autonomía de decisión nacional" que detenta "aún más grados de libertad de otros países de la región". Se reconoce la necesidad de que América Latina con nuestro país incluido obligue a EEUU:

... a cambiar radicalmente su actitud en la región con un propósito básico: impedir sus interferencias en los procesos de liberación para así evitar ser víctimas de una nueva división internacional del trabajo.43

Por ello es necesario aumentar la "capacidad operativa del Estado" para vencer a los grupos oligárquicos en lo interno y lo externo, llevar al país:

... a un proceso de integración latinoamericana de carácter "abierto, plural y fraterno, que haga posible un pivote continental" que contribuya al equilibrio mundial y al proceso de autonomía de decisión y desarrollo económico, social y político de los pueblos latinoamericanos.44

En esta declaración se profundiza la caracterización de país subdesarrollado, presente en la plataforma de 1972, con una fuerza singular, producto de ese momento.

El caos económico y la violencia generada por la lucha de facciones deterioraron rápidamente el poder de Isabel Perón, dando lugar a que los militares retornaran al gobierno.

 

6.3. El discurso radical frente al proceso

La Junta militar, encabezada por Jorge Videla, encabezó en un primer tramo el denominado "Proceso de Reorganización Nacional" (PRN) que implementó una dura política monetarista que alteró de una manera importante la estructura social y productiva de la Argentina y para poder realizarla, una feroz represión de la oposición política, llegando a abiertas violaciones de derechos humanos en ese período.

Hemos articulado para su política exterior tres ejes: la relación con Estados Unidos, con América Latina y con la URSS.

A pesar de existir un alineamiento con los organismos financieros internacionales, los sucesos políticos internos, llevaron en este ámbito a tener:

... pautas de la autonomía heterodoxa, en cuestiones importantes, como la política nuclear, los derechos humanos (especialmente durante la administración Carter), las sanciones contra Rusia, el gobierno militar mantuvo posiciones abiertamente conflictivas con el de Estados Unidos. Tal vez la más patética afirmación de esta tendencia esté dada, justamente, por la negativa de Galtieri a desistir de la operación Malvinas en una conversación telefónica mantenida con el presidente Reagan a instancias de éste.45

Con respecto a América Latina existieron dos ámbitos: el multilateral y el bilateral. Para el primero:

... Las reuniones de la Cuenca del Plata siguieron siendo frustrantes; hasta un tímido acuerdo de cooperación con el Pacto Andino fue hecho a la zaga de Brasil; el SELA no contó a la Argentina como a uno de sus grandes animadores.

Aun en la relación bilateral, salvo algunos éxitos aislados, como, por ejemplo con Perú en materia nuclear y de explotación petrolífera, se advierten retrocesos visibles. Brasil es un caso aparte porque algunos acuerdos importantes se lograron, y en buena hora que haya sido así.46

Según el gobierno del PRN existía una visión geopolítica que llevaba a un rechazo de las propuestas de integración, como lo señala Puig:

... la Argentina no se "integrará" multilateralmente en América Latina, y aún en forma bilateral no establecerá solidaridades de carácter estratégico político o militar. Lo propio con respecto a los demás países en desarrollo...47

Estas relaciones conflictivas con EEUU, con América Latina y sumemos a Europa Occidental por los mismos motivos que los norteamericanos, llevaron al país a un estado de virtual aislamiento de la comunidad internacional.

Por ese motivo, el gobierno del PRN buscó una relación privilegiada con la URSS aunque no le interesaba la inserción con ella. Este era un modelo de relación privilegiada que tenía fuertes condicionamientos en lo económico al estar nuestro país bajo la dependencia estructural de Estados Unidos que "no podía relacionarse automáticamente con una comple-mentariedad estructural con la URSS. "48 Y por ser un gobierno que se declaraba "Occidental y cristiano" en abierto desafío político al Bloque del Este.

Esta relación se sustentó:

... la asociación con la URSS había garantizado a los grupos económicos vinculados al modelo agroexportador y dependiente, una fuerte segura de ingresos...49

Existía otra contradicción fundamentada en el hecho de que:

... Los poderosos grupos de la gran burguesía argentina que le daban sustento <a la relación> no estaban vinculados con la URSS sino que, por el contrario, estaban estrechamente relacionados con los organismos y conglomerados económicos de la producción, los negocios y las finanzas del mundo capitalista desarrollado.50

Esta se debía al marco internacional de aislamiento ya que:

La decisión de recurrir al comercio con la URSS como forma de sortear las dificultades que la propia economía mundial imponía, fue el fruto de la evaluación y opción del bloque dominante argentino...51

Por otro lado este modelo generó una situación de vulnerabilidad para el país:

... descansar en un comercio absorbente con la URSS, no derivaba de que este país defendiera su interés nacional y promoviera su propio modo de producción, sino de las características que los propios funcionarios del PRN habían resuelto imprimir al intercambio con aquel país.52

En el radicalismo se estaban dando pasos importantes en sus vinculaciones internacionales. En uno de sus escasos viajes al exterior, el presidente del partido radical, Ricardo Balbín en mayo de 1976, concurrió a una reunión de la IS en Venezuela. Allí reconoció las afinidades con el pensamiento socialdemócrata. En esa reunión dijo:

... tuve el placer de oír a Willy Brandt; lo escuché con profunda atención... para la democracia social, cuyo victorioso destino espero, el discurso de Willy Brandt pareciera el de un predicador americano, buscador de la libertad y de la paz... Casi podría decir que estaba repitiendo nuestras viejas y permanentes convicciones políticas. "53

Este reconocimiento de las afinidades ideológicas es de una importancia singular. Pero además observadores de esta organización internacional, muchos radicales establecieron líneas de cooperación con los miembros de la IS:

... en ello jugó un papel decisivo la acción de los líderes radicales en el exilio como el Dr. Adolfo Gass (en Caracas) e Hipólito Solari Yrigoyen (Francia). La acción de estos líderes fue, siempre a título personal, pero contaban con el apoyo de Raúl Alfonsín.54

Con respecto a la situación del país aparece un documento en mayo de 1977 donde el radicalismo hace un fuerte cuestionamiento a la situación interna y externa del mismo.

La primera preocupación sobre la política exterior sigue siendo la pérdida del "prestigio en el mundo", y ello depende de "como actuemos a nivel internacional y de qué calidad de vida elegimos para el orden interno. "55 Acusa a la política exterior de no interpretar los cambios que ocurren en el mundo.

La situación de los Derechos Humanos es denunciada y la necesidad de "cumplir las estipulaciones y libertades que tipifican las Declaraciones sobre Derechos Humanos, tanto en las Naciones Unidas como en la OEA. "56

La política exterior que debe llevarse a cabo tiene que "asegurar decisivamente nuestra independencia, nos muestre también solidarios con las causas del prestigio, que son sustancialmente las que marchan a favor y no en contramano con la historia. "57

La falta de legitimidad, como ya había sido denunciada en el gobierno militar de Onganía, lleva a las políticas a tener falencias que se deben a la "falta de participación popular" que:

... lleva a elaborar políticas inconsultas que al no expresar al conjunto, arriesgan errores como las negociaciones sobre las Islas Malvinas, el apresuramiento de solidaridades en la Cuenca del Plata, y el muy lamentable episodio del arbitraje inglés para el problema del Canal de Beagle, acerca del cual afirmamos que el único titular de la soberanía es el pueblo y ningún desmembramiento territorial puede aceptarse sin su expresa decisión a través de las instancias previstas en la Constitución Nacional.58

El prestigio internacional se recobrará para nuestro país no "por su poder destructivo" sino por:

... su desborde cultural, su avance civilizador, sus formas de vida, la libertad de sus pueblos". Hoy no es posible ya prestigio exterior sin democracia interna. Ninguna estadística vence lo moral.59

Se proclama la fe en la integración latinoamericana que debiera ser el producto de "una voluntad política que se perfeccionará con la homogeneización en nuestro hemisferio de la democracia representativa. "60

Por ello, la política exterior propuesta debe ser:

... rectora y doctrinariamente apta para que a la par de interpretar a nuestro pueblo, muestre una presencia universal generadora de las mejores condiciones para nuestra Seguridad Nacional, Independencia y progreso social.61

La cuestión del prestigio, la falta de legitimidad, la mala lectura de la realidad internacional, la reivindicación de su idealismo frente a un supuesto realismo o "realismo ingenuo", como lo denominó Carlos Escudé son elementos constitutivos de esta etapa.62

El hecho más relevante de la política exterior del PRN fue la guerra de Malvinas. La mayoría de los autores señala el carácter irracional de la decisión63. El desastre bélico terminó por "ubicarnos en una realidad que no percibíamos con claridad. "64

Con respecto a este tema, el oficialismo partidario acompañó la decisión del gobierno militar, pero el líder del Movimiento de Renovación y Cambio, Raúl Alfonsín:

... fue uno de los pocos dirigentes que, sin negar su aporte de patriotismo a las reivindicaciones soberanas sobre las Malvinas, pronunció palabras de sensatez ante el triunfalismo irresponsable de algunos que se sumaban al facilismo que emanaba de Galtieri...65

Si bien no contamos con declaraciones del propio Alfonsín, para clarificar mejor esta posición, rescatamos las palabras de otro dirigente de este movimiento, el Dr. Hipólito Solari Yrigoyen, quien como ya los señalamos estaba exiliado, y desde el exterior desplegaba esta misma posición. Primero recalcaba los derechos que nos asistían:

La unanimidad del pueblo argentino en reconocer sus derechos de soberanía sobre las Islas Malvinas no es una actitud emocional. Por el contrario es una posición racional que se funda en argumentos históricos, jurídicos y geográficos.66

Luego se reivindica la vía negociadora intentada por la gestión de Illía a través de la Resolución 2065 pero evaluaba que en el tiempo transcurrido, 17 años, "debieran haber sido `negociaciones' entre los dos países, se convirtieron en meras `conversaciones' sin resultado alguno."67 (ver página siguiente)

El desaprovechamiento de la sorpresa que causó esta resolución en el momento de su sanción fue revertida por los británicos ante la inacción de los diferentes gobiernos. Pero esta situación no justificaba el accionar militar, ya que decía:

Soy un pacifista convencido y no creo en la guerra como medio para resolver las disputas internacionales. El conflicto de las Malvinas debiera resolverse por vías pacíficas. Decirlo hoy parece predicar en el desierto, pero siempre queda un plazo para la razón.68

Este mensaje contaba con muy pocos adherentes durante el conflicto, tras la derrota militar se percibió la sabiduría de estas palabras, por la posición de principios y por la adecuada lectura de la realidad internacional.

Esta derrota militar producirá un rápido deterioro del poder militar que, con la complicada situación económica, llamó a elecciones en 1983.

En este período lo más importante es la asunción de nuestro país como subdesarrollado con estrategias para revertir esta situación y el acercamiento con la socialdemocracia, generado por su apertura hacia el Tercer Mundo y el diagnóstico similar de la realidad internacional.

En esta etapa observamos como, fundamentalmente los gobiernos militares, supuestamente de inspiración realista, tuvieron una muy mala lectura de la realidad internacional que los llevó a un aislamiento de la Argentina en el mundo.

En el radicalismo se percibe una combinación de sus ideas de interés nacional con una mejor lectura de la realidad mundial -no sólo basados en principios idealistas-, que les permitió analizar mejor las situaciones, como en el caso de la guerra de Malvinas.