La política de asentamiento israelí en Jerusalén Oriental durante el gobierno de Benjamin Netanyahu (1996-1999).

 

 

La política de asentamiento israelí en Jerusalén Oriental durante el gobierno de Benjamin Netanyahu (1996-1999).
El caso de Har Homa en el marco de los compromisos asumidos en los Acuerdos de Oslo

 

Sandra De Rose

 

DIRECTOR:
Prof. Dr. Norberto E. Consani

 

CO-DIRECTOR:
Lic. Pedro Brieger

 

Universidad Nacional de La Plata
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales

 

Jurado de Tesis:

Angel Pablo Tello:

Profesor Titular Ordinario de Relaciones Internacionales (Universidad Nacional  de La Plata).
Director de la Maestría de Defensa Nacional  y Estrategia (Universidad Nacional  de La Plata)
Investigador Categoría B (Universidad Nacional  de La Plata)

Bruno Bologna

Director del Centro de Estudios en Relaciones Internacionales de Rosario (CERIR).
Profesor de Política Internacional en la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales (Universidad Nacional de Rosario).
Investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas (CONICET)

Katchik Der Gougassián
Profesor Titular de Relaciones Internacionales (Universidad del Salvador)
Investigador (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales FLACSO)

 

Calificación: 9 Distinguido

 

Registro de la Propiedad Intelectual: 65.248

Prólogo

 

Todo tema que afecte profundamente al hombre debe ser estudiado y analizado en forma urgente, y por el mismo motivo, es inevitablemente controvertido. El conflicto israelo - palestino constituye uno de los temas más controvertidos y difíciles de comprender. Pero este conflicto resulta más interesante aún, si se consideran sus orígenes y dimensiones. Siendo un conflicto, más o menos, reciente está ligado a un pasado remoto. Teniendo una importancia inmediata para quienes viven día a día el conflicto, despierta pasiones en todo el mundo. Escribir sobre Medio Oriente y, en particular, sobre la política de asentamiento israelí en Jerusalén Oriental es un desafío que no puede hacerse sin dificultades y confusiones. Lo que hace indispensable estudiar el problema es, que a pesar de un proceso de paz abierto en 1991, el peligro de conflicto parece estar latente; y por ende, afecta a la población israelí y palestina.

En este contexto, la ciudad santa de Jerusalén es una de las cuestiones más delicadas del conflicto árabe - israelí, con repercusiones que trascienden a las dos partes implicadas. Debido al significado que tiene la ciudad, las negociaciones sobre su condición jurídica han quedado supeditadas a futuras negociaciones, cuyo inicio se había fijado para mayo de 1999.

Jerusalén, Al-Quds en árabe o Jerushalayim en hebreo, alberga al Muro Occidental (o Muro de los Lamentos), el supuesto vestigio del Segundo Templo Judío, la Iglesia del Santo Sepulcro y de la Pasión de la Crucifixión y la Mezquita Al-Aqsa, primera kiblah y tercer santuario entre los más sagrados del Islam. Por consiguiente, la ciudad posee un gran significado religioso para los creyentes de las tres grandes religiones monoteístas. Además, Jerusalén ha sido a lo largo de la historia un cruce de culturas y civilizaciones. Desde la antigüedad, diversos pueblos han luchado por el dominio de la ciudad lo cual le dio una dimensión y textura religioso-cultural única en su género.

Hoy por hoy, el control de Jerusalén Oriental y la expansión de la ciudad sobre los territorios de Cisjordania es una carrera contra el tiempo de las negociaciones. Son precisamente los factores geográficos y demográficos los que pesarán a la hora de la negociación y determinarán el estatus de dicha ciudad. La confiscación de tierras palestinas es motivo de controversia no sólo en la comunidad palestina sino también dentro de la misma sociedad israelí. El problema de la expansión y la construcción de asentamientos impide toda negociación sobre el estatuto jurídico de Jerusalén. Por tanto, se desvanece rápidamente toda esperanza de alcanzar una decisión final en el proceso de paz en Medio Oriente.

La idea principal del siguiente trabajo de investigación es que la ausencia del concepto de reciprocidad en el cumplimiento de los acuerdos de Oslo significó la paralización del proceso de paz entre el Estado de Israel y la Autoridad Palestina.

Con la firma del Acuerdo de Hebrón, el 17 de enero de 1997, el concepto de reciprocidad comienza a jugar un rol fundamental. El acuerdo alcanzado no solo expresa la buena voluntad de las partes en proseguir con el proceso de paz, sino que es un acuerdo técnico porque demanda de manera “inmediata y paralela” el cumplimiento de numerosos compromisos por ambas partes. Las decisiones y acciones unilaterales, fuera de la adecuada política de consultas entre Israel y la Autoridad Palestina, terminó por socavar la buena voluntad de ambas.

Si bien la ausencia de reciprocidad estuvo presente en cada uno de los compromisos acordados en Oslo, solo se analizará el concepto de reciprocidad referido a la política de asentamiento israelí en Jerusalén Oriental para demostrar la hipótesis. Se prestará mayor atención a la decisión israelí de construir un nuevo asentamiento, conocido como Har Homa el 26 de febrero de 1997. La decisión unilateral de Benjamin Netanyahu de iniciar la construcción de Har Homa contribuyó a crear una atmósfera de desconfianza que embargó a todo el proceso de paz hasta paralizarlo.

La política de asentamiento israelí afecta a todos los territorios ocupados por Israel después de la guerra de 1967. En este trabajo sólo se pretende analizar la región de Jerusalén Oriental y el caso singular de Har Homa para ilustrar los controles de expropiación, planificación y construcción de los asentamientos.

Asimismo, se examinará la política de asentamiento del Partido del Likud (Gobierno de Benjamin Netanyahu) en referencia a la política adoptada por el Partido Laborista (Gobierno de Rabin - Peres). Se buscará demostrar que la política de asentamiento practicada por el Likud es un complemento y conclusión de la política de asentamiento Laborista.

Al escribir un trabajo sobre un asunto tan discutido y polemizado, me he visto obligada a adoptar decisiones sobre nombres geográficos que resulten más familiares al lector acostumbrado a la terminología inglesa. Por ejemplo, se decidió utilizar la palabra Cisjordania, según la concepción árabe, y Samaria y Judea, según la tradición hebrea, para especificar a los territorios ocupados por Israel. Si bien ambos conceptos se refieren a un mismo territorio, se cree conveniente adoptar ambas nociones y aplicarlas según correspondan. Siguiendo el mismo comportamiento, se adoptarán los dos nombres utilizados por ambas lenguas -árabe - hebrea- para referir al asentamiento analizado en este trabajo. Los palestinos utilizan el término Jabel Abu Ghneim, propio del Monte homónimo donde se construye el asentamiento, mientras que los israelíes utilizan el término Har Homa respetando el nombre concedido al nuevo asentamiento.

Por otra parte, se considera a Har Homa (Jabel Abu Ghneim) como “asentamiento” y no como “vecindario”, término frecuentemente usado en las fuentes israelíes. El territorio en el cual se construye Har Homa (Jabel Abu Ghneim) es tierra ocupada por Israel finalizada la Guerra de 1967. Originalmente formaba parte de Jerusalén Oriental, bajo control palestino, y fue anexada a Jerusalén Occidental, bajo jurisdicción israelí, después de la Guerra de 1967. En suma, las fronteras israelíes de Jerusalén en la actualidad no están reconocidas por la comunidad internacional.. 1 En el ámbito del derecho público, el asentamiento es la instalación provisional, por la autoridad gubernativa, de colonos o cultivadores en tierras destinadas a expropiarse; en cambio, el vecindario o vecindad es la adscripción de la persona a una comunidad regional o local, por medio de la filiación o del nacimiento. Por tal motivo, se escoge para Har Homa (Jabel Abu Ghneim) el concepto de asentamiento y no el de vecindario. Se consideró conveniente presentar el asentamiento de Har Homa (Jabel Abu Ghneim) en una primera parte, como así el programa construcción y describir  la importancia del nuevo asentamiento para los palestinos e israelíes.

Se previene al lector no habituado a una terminología jurídica, de posibles confusiones de conceptos que son utilizados indistintamente por las fuentes israelíes y palestinas para referirse a un mismo tema. Ante esta eventualidad, es necesario aclarar términos como expropiación y requisición. La primera [expropiación] es la privación coactiva de la propiedad, derechos o intereses patrimoniales legítimos, decretada por la Administración en su favor o de un particular, por razones de interés público y previo pago de una indemnización. Debido a su carácter imperativo (ausencia de convenio) y a su causa (el beneficio público) se convierte en una institución de derecho público. Además, cabe destacar que se diferencia de la confiscación en cuanto a que la expropiación debe realizarse mediante un pago (indemnización); por tal motivo, la confiscación, por lo general, está penada en casi todas las constituciones nacionales. Vale recordar que el Estado de Israel no posee aún una constitución nacional. El concepto de confiscación es frecuentemente utilizado por las fuentes palestinas. Por otro lado, las fuentes israelíes escogen el concepto de expropiación o de requisición. La requisición es el derecho que tiene un estado de disponer de la propiedad de un particular, con objeto de satisfacer aquellas necesidades urgentes que no pueden ser atendidas por las vías ordinarias.

Realizar un trabajo sobre un tema tan específico obligó a adoptar algunas técnicas a fin de facilitar la comprensión de los datos aquí presentados. En este sentido, se decidió exponer datos estadísticos y breves comentarios que exceden el marco temporal de la presente investigación. En diversas oportunidades, se hace referencia a gobiernos israelíes anteriores a la gestión de Benjamin Netanyahu a fin de cotejar e ilustrar las modificaciones habidas en Jerusalén Oriental relativas a política de asentamiento. 

Una de las dificultades durante la etapa de investigación fue encontrar documentos y programas de planificación para la construcción de asentamientos realizados por la Autoridad Nacional Palestina en aquellos territorios que le han sido entregados bajo los acuerdos de Oslo. La autora creyó conveniente estudiar y confrontar programas de construcción palestinos, realizados o por realizarse, en Cisjordania como forma de impedir la expansión y la creación de nuevos asentamientos israelíes. Hasta el momento y según el propio Ministro de Planificación, el Sr. Nabil Sha´ath, no existen tales programas, aunque afirmó que se está trabajando ello.. 2

En cuanto a la investigación sobre estadísticas oficiales relativas a la densidad de viviendas, áreas de construcción y número de viviendas construidas para ambas comunidades, en Jerusalén Oriental, no se encuentran informes disponibles. El organismo israelí, el Central Bureau of Statistics, no discrimina estos datos en Jerusalén Occidental y Jerusalén Oriental, considerando a la ciudad como una sola entidad. Tampoco lo hace con respecto a las distintas comunidades. Respecto al organismo palestino, el Central Bureau of Stadistics, no examina los datos de Jerusalén Oriental. Solo estudia los territorios de Cisjordania y la Franja de Gaza. Los mapas y datos estadísticos aquí presentados son el producto de una selección e interpretación de la bibliografía consultada, diarios, revistas e informes de fuentes gubernamentales y no gubernamentales.

Para la realización del trabajo final, la selección del material se basó en la confrontación de estudios académicos, investigaciones oficiales y no oficiales, trabajos de campo hechos por distintos Organismos Internacionales, estadísticas oficiales y análisis de mapas israelíes y palestinos.

Como resultado de la cuantía de dificultades sobrellevadas en el transcurso de la investigación he recurrido a distintas personalidades, investigadores y entidades que cooperaron para finalizar el presente trabajo. A todos ellos debo expresar mi gratitud, especialmente al Ministro de Planificación de la Autoridad Nacional Palestina, Ministro Nabil Sha’ath, quien ha ofrecido su asistencia en todo momento; a la empresa constructora Makor, que ofreció los planes y programas originales para Har Homa; al Centro de Información Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados (B’TSELEM);  al Centro de Información Alternativa (AIC) y a la Academia Palestina para el Estudio de las Relaciones Internacionales (PASSIA).

Cualquiera que fuera la suerte reservada para este trabajo, se desea dejar constancia de estas circunstancias que abrigaron la realización del mismo y personalizar en el Lic. Pedro Brieger el apoyo, ánimo y fe prestado a este tema. A Javier Karacinque, que como arquitecto, contribuyó en cada uno de mis borradores con la dedicación que solo él me concede.