Segundas Jornadas de Medio Oriente

 

La política del Partido Laborista hacia los territorios ocupados y el asesinato de Itzjak Rabin

 

Lic. Pedro Brieger

 

Nuestra tesis central en este trabajo es que la política laborista de no considerar a los colonos como enemigos de la paz fue lo que permitió el desarrollo de los grupos que incubaron el asesinato del primer ministro Itzjak Rabin. Esta política no nació con los acuerdos de Oslo, sino desde el primer momento que el laborismo permitió la colonización de Cisjordania y Gaza. Todos los gobiernos laboristas tuvieron una actitud ambivalente hacia los asentamientos y los colonos; los combatían, pero también los ayudaban. El laborismo nunca tuvo una política consecuente de desarme y represión hacia los colonos porque desde un punto de vista ideológico siempre los considero como parte del "mismo campo". A pesar de su política opositora y rebelde nunca fueron vistos como enemigos de la paz.

1. La sociedad israelí ante la ocupación:

La guerra de 1967 significo para el Estado de Israel un punto de inflexión en la actitud hacia el mundo árabe. En primer lugar, porque la ocupación de Cisjordania, Gaza, Sinai y el Golan no tuvo que enfrentar una seria oposición interna, regional o internacional. A pesar de que la Resolución 242 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas del 22 de noviembre de 1967 exigía el "retiro de las fuerzas armadas israelíes de los territorios que ocuparon durante el reciente conflicto"(1) el Consejo de Seguridad no presiono al gobierno israelí para que cumpliera con dicha resolución. Las comunidades judías del mundo solidificaron su apoyo económico, llegaron miles de judíos provenientes de la Unión Soviética y se incremento el desarrollo de alta tecnología así como la importación de capitales.(2)

Pero el cambio mas importante fue el que se produjo por el resultado mismo de la guerra, y cuya principal consecuencia fue la ocupación de Cisjordania y Gaza. Lo que en primera instancia pareció ser una respuesta al problema coyuntural de la guerra y un "naipe" a ser utilizado para presionar a los países árabes se transformo con el correr de los años en la "recuperación de los territorios históricos del pueblo de Israel". Sin lugar a dudas, el ascenso del Likud en 1977 y su posterior permanencia durante 17 años al frente del país profundizaron el cambio en la relación de los israelíes hacia los territorios ocupados en 1967(3). En este sentido, borrar de los mapas oficiales las líneas fronterizas anteriores al 4 de junio de 1967 y oficializar la terminología bíblica de "Judea y Samaria" tuvo un claro sentido ideológico-formativo para las nuevas generaciones y contribuyo a reforzar el sentimiento de pertenencia religioso - histórico con de estos territorios.

Debido al importante apoyo de las principales potencias occidentales y un frente interno que aparecía sólidamente unido pocos midieron las consecuencias que podía tener la ocupación militar de un territorio habitado por mas de un millón de palestinos, ni los cambios que esta produciría dentro de la propia sociedad israelí.

2. Los colonos son algo más profundo que asentamientos:

La ocupación de 1967 incremento la influencia de la religión en la sociedad israelí brindándole un marco de apoyo ideológico a la ocupación y a la "histórica conexión con todas las partes de Israel." De hecho, la reconquista de la parte este de la ciudad de Jerusalén (dividida en 1948) y el Muro de los Lamentos representa, en lo simbólico, algo mas que una simple expansión territorial. El 8 de junio de 1967, en el diario Davar, histórico medio de comunicación de la corriente identificada con el laborismo, se podía leer que "dos mil años no lograron borrar del corazón de los judíos la nostalgia por la ciudad sagrada (...) Las plegarias y los salmos se han materializado".(4) El 12 de junio, abrazando el Muro, el jefe del Estado Mayor, el general Itzjak Rabin saludo la "unificación y liberación" de Jerusalén.(5)

En 1974 nació "Gush Emunim" (Bloque de fe) el grupo religioso militante mas importante. Sus miembros representaban a una nueva generación de jóvenes dentro del Partido Nacional Religioso, la principal formación religiosa dentro de Israel. Gush Emunim no surgió solamente por la victoria de 1967 y la recuperación de los territorios bíblicos, también represento un movimiento contestatario de protesta ante la catástrofe producida por la ofensiva egipcio-siria en octubre de 1973. Estos jóvenes se pusieron a la cabeza de la colonización de los territorios ocupados combinando la ideología sionista pionera - tan cara a todas las vertientes del movimiento sionista- con una practica religiosa - política que los llevo a sacralizar cada centímetro de la tierra ancestral "reconquistada" en 1967.

Fáciles de identificar, por utilizar solideos tejidos a mano, muchos de ellos eran alumnos de una escuela talmúdica (Ieshivat Ha Rav-Seminario del Rabino) dirigida por el rabino Ieuda Kuk que se convirtió en su líder espiritual. Su idea del reencuentro del pueblo de Israel con Judea y Samaria como símbolo del comienzo de los tiempos mesiánicos le imprimió un sello muy particular al accionar colonizador de "Judea y Samaria". Una de las inquietudes de su pensamiento politico-teológico pasaba por responder a una pregunta central: "está "permitido - según la ley del Pentateuco - renunciar a territorios de Eretz Israel que fueron liberados?"(6).

Contrariamente a una idea generalizada, no fue Gush Emunim el pionero de la colonización de los territorios ocupados. Entre julio de 1967 - pocas semanas después de la guerra- y julio de 1968 se construyeron 14 asentamientos, nueve de los cuales pertenecían a diferentes fracciones del movimiento kibutziano ligado íntimamente al laborismo.(7) Entre 1967 y 1973 se crearon un total de cuarenta y cinco lugares con posibilidad de ser habitados.(8)

En el laborismo no fueron pocos los que vieron los nuevos asentamientos como una continuación de la tarea emprendida desde los albores del movimiento sionista por los jalutzim (pioneros) que sentaron las bases fundamentales sobre las cuales se afirmo la creación del Estado en 1948.

"Debe quedar claro que: dado el fundamental rol político que cumple la colonización , esta no debe ser vista como una "carta" a ser utilizada en las negociaciones - afirmaba Zeev Tzur, ex viceministro de agricultura -. Su rol principal es permitir que muchos judíos puedan enraizarse en su tierra y vivir de ella de manera creativa y laboriosa".(9)

Por esta razón, señala acertadamente Gilles Kepel que los nuevos colonos se colocaban en "la tradición pionera de los fundadores sionistas - ahora viejos y aburguesados- manteniendo viva, aunque de forma particular, su antorcha."(10)

La manera en que el gobierno laborista permitió en 1974 que Gush Emunim desarrollara sus asentamientos en los territorios dio pie para que una mayoría de la sociedad israelí los considerara "idealistas", que retomaban lo mejor de la tradición pionera. Como la colonización "per se" para el movimiento sionista siempre tuvo las características de un valor sagrado, esta nueva generación de pioneros comprendió que el hecho en si - la construcción de asentamientos- difícilmente pudiera ser combatido a nivel gubernamental aunque fueran ilegales y violaran la ley, como aconteció en sus comienzos. A pesar de que los asentamientos después de la derrota de 1973 fueron una manifestación de protesta contra las políticas del gobierno laborista, todos recibieron ayuda y reconocimiento oficial. De manera contradictoria y ambivalente el gobierno laborista los combatía pero también los abastecía de todo lo necesario para que no quedaran a expensas de un posible ataque enemigo, los habitantes palestinos de Cisjordania y Gaza. Les exigían que abandonaran los lugares y los echaban por la fuerza, pero también se rendían a sus exigencias. El mismo Igal Alon - uno los mas reconocidos "palomas" dentro del laborismo- les manifestó a los primeros colonos en la ciudad de Hebron en 1968 que era "inconcebible que un gobierno israelí expulsara judíos de Hebron, ciudad de los patriarcas".(11) De allí que los tibios intentos del laborismo por desalojar los asentamientos de Gush Emunim en 1974 no surtieron efecto y - aunque no se lo hubieran propuesto- terminaron legitimándolos ante la sociedad en su conjunto.

La diferencia entre los asentamientos creados inmediatamente después de la guerra, y los que impulso Gush Emunim desde 1974, radica en que su accionar - únicamente en los territorios ocupados- provoco que la sociedad israelí pasara a asociar, positiva o negativamente, a la ocupación con las actividades de este movimiento, independientemente del contenido místico-religioso de su mensaje. Para el sociólogo Baruj Kimmerling "el logro mayor de Gush Emunim fue su extensa influencia sobre la cultura judia-israelí y la identidad colectiva"(12)

3. El accionar de los colonos:

Mas allá del significado político que tuvo la creación de decenas de asentamientos y su importancia para inclinar a favor de los israelíes el balance demográfico desfavorable en los territorios ocupados, la ideología de los colonos estuvo impregnada desde su comienzo por un profundo odio hacia los "gentiles" que moraban allí. Sus actividades paramilitares en el terreno - caracterizadas por ataques a poblaciones civiles, atentados a líderes palestinos y la utilización de las armas como "mediadores" de cualquier dialogo- siempre fueron un producto directo de su concepción ideológica, política y teológica.

Con el correr de los años, la continuidad de la ocupación, la legitimidad obtenida y el ascenso del Likud en 1977, los habitantes de los asentamientos fueron afianzando su convicción de que nunca serían removidos de los territorios.

"Gracias a Dios - confesaba abiertamente un colono en 1983- nosotros vencimos y tenemos la fuerza como para poseer los territorios. Por lo tanto, son los árabes los que se tienen que adaptar a mi y no yo a ellos. Mientras así sea no me importan sus aspiraciones nacionales y mientras pueda haré todo los posible para reprimir su lucha nacional."(13)

En amplias capas de la población, incluidos los soldados que ida a ida rastrillaban los territorios ocupados y - por supuesto - los colonos, fue creciendo la sensación de legitimidad e impunidad en su trato con la población palestina. Si poco tiempo después de comenzada la ocupación, dentro de las Fuerzas Armadas israelíes los soldados podían enfrentar juicios por "abusos", en los años ochenta ya primaba la sensación de que en el trato hacia los palestinos absolutamente todo estaba permitido.(14) A la luz de los hechos no cabe la menor duda de que todas las instituciones que controlaban los territorios - civiles o militares- se guiaban por una política que no impedía la abierta represión contra los palestinos y que esta provocaba heridos y muertos. Además, como señalaban los mismos oficiales dentro del ejercito, "en el terreno hay un factor de fanatismo encarnado en los colonos.(15) Esta situación no era desconocida por el conjunto de los israelíes, sea porque participaban del servicio militar de reserva o porque los medios de comunicación informaban - aunque muy parcialmente- lo que sucedía en Cisjordania y Gaza.(16)

El 21 de marzo de 1982 el noticiero central de la televisión israelí de las 21.00 hs. - visto por casi toda la población - mostró claramente a dos colonos amparados por el ejercito disparando en pleno ida.(17) El periodista Zvi Bar’el publico en el diario Ha’aretz una conversación con un colono que reconoció con absoluta franqueza que tiraba a matar(18) y que su accionar era avalado por las autoridades que lo encubrían.(19) En la década del ochenta miembros de los asentamientos decidieron formar lo que se conoció como el "movimiento clandestino judío" cuyo acto mas conocido fue el atentado, el 2 de julio de 1980, contra tres alcaldes palestinos. El periodista Daniel Ben-Simon revelo varios años después que una vez arrestados, los miembros del grupo clandestino le confesaron a sus interrogadores el verdadero propósito de su accionar.(20) Su objetivo central era destruir las dos mezquitas de Jerusalén

"para enfurecer a millones de musulmanes en el mundo y provocar una guerra inevitable con ellos que, a su vez, desencadenaría una guerra mundial donde la magnitud de los muertos seria tan formidable que llevaría a la redención de los judíos y la Tierra de Israel. Todos los musulmanes desaparecerían, lo que implicaría que todo estaría listo para la llegada del Mesías."(21)

Un factor fundamental en el accionar de los activos militantes de los asentamientos - en su mayoría imbuidos de retórica mesiánica- es que su lucha contra los palestinos tenia el reconocimiento de sus principales líderes espirituales, lo que les brindaba un mayor manto de legitimidad. Estos líderes siempre se apoyaron en la teología, en sabios hebreos de diferentes épocas y en párrafos seleccionados de la Biblia para avalar la realidad de la ocupación y la lucha contra los gentiles - palestinos, incluyendo la legitimidad de aniquilarlos. En el Deuteronomio, capitulo XX, entre los versículos 10 y 18 hay suficientes argumentos como para justificar la aniquilación del enemigo.

"Cuando te acercares a alguna ciudad para pelear contra ella, le ofrecerás la paz (...) si no quisiere tener paz contigo, sino que te hiciere la guerra, entonces le pondrás sitio (...) Mas de las ciudades de estos pueblos que el Señor, tu Dios, te da en herencia, no dejaras persona con vida, sino que sin falta los destruirás totalmente".(22)

Yehoshafat Harkabi, el prestigioso historiador israelí cito en 1988 a varios rabinos que sostenían que "un judío que mata a un no - judío esta exento de juicio humano y no ha violado la prohibición de matar". (23)

El poder e influencia de los colonos creció hasta tal punto que, en 1994, dos años después del triunfo del laborismo Danny Rubinstein llego a la conclusión de que "ya hace mucho tiempo que los colonos extremistas se convirtieron en los reales dueños de la Ribera Occidental y la Franja de Gaza".(24) Nadie, ni en el gobierno ni en los diferentes partidos políticos podía aludir que desconocía la ideología y el accionar de los colonos.

4. La política del laborismo hacia los colonos:

El triunfo electoral de Itzjak Rabin en 1992 provoco un nuevo viraje en la política israelí. Hubo dos factores centrales que incidieron en el vuelco electoral: la prolongación de la Intifada y la sensación de que el Likud era el responsable del fracaso de la Conferencia de Madrid de 1991. Quince años después de su derrota electoral frente al Likud y de haber perdido el rumbo político - reflejado en la incapacidad de ofrecer un plan de paz alternativo- en 1992 el laborismo se presento ante la sociedad como el único partido capaz de destrabar las negociaciones de paz. No cabe la menor duda de que los estrategas del laborismo comprendieron mejor que la derecha el nuevo contexto internacional producto de la caída del Muro de Berlín, la desaparición de 11 la URSS, la Guerra del Golfo y la influencia que el conjunto de estos hechos tuvo sobre los palestinos. Al quedar Estados Unidos como potencia hegemónica, Israel - su principal aliado en la región - estaba en condiciones inmejorables para negociar con los palestinos y el mundo árabe. El gobierno israelí incluso dio un giro copernicano al reconocer a la OLP como interlocutor para encontrar una solución al problema palestino y firmar los acuerdos de Oslo con Iasser Arafat.

El problema central que debieron enfrentar israelíes y palestinos desde la firma de los acuerdos de Oslo en 1993 fue la diferente interpretación que cada lado hizo de lo acordado. Los israelíes firmaron convencidos de que los palestinos solo tendrían un régimen autónomo, pero no un Estado independiente. Los palestinos, por su parte, los rubricaron pensando que si tendrían su propio Estado. Pero la derecha israelí, y en primer lugar los colonos, estuvieron siempre absolutamente convencidos de que Oslo llevaría a la formación de un Estado palestino independiente y al abandono de "Judea y Samaria". Para ellos, Oslo fue una traición, porque implicaba la renuncia a la "tierra de Israel".

Nuestra tesis central en este trabajo es que la política laborista de no considerar a los colonos como enemigos porque, a pesar de todo, eran judíos - los enemigos son los palestinos- fue lo que permitió el desarrollo de los grupos que incubaron el asesinato del primer ministro Itzjak Rabin. Como lo venimos explicando a lo largo de nuestro ensayo, esta política no nació con 12 los acuerdos de Oslo, sino desde el primer momento que el laborismo permitió la colonización de Cisjordania y Gaza.

El laborismo nunca tuvo una política consecuente de desarme y represión hacia los colonos, porque desde un punto de vista ideológico siempre los considero como parte del "mismo campo". A pesar de su accionar opositor y rebelde nunca fueron vistos como enemigos sino como un mero obstáculo. Por esta razón, se acercaban a ellos para convencerlos de su política equivocada, de que se "excedían" o incluso para seducirlos con propuestas. Según Michel Warshawski, el laborismo estuvo entrampado en una paradoja. Por un lado estaba persuadido de que el éxito del proceso de negociación con los palestinos dependía de la neutralización de los colonos. Pero, por el otro, creía que esto solo podía ser obtenido convenciéndolos de que la evolución del proceso no los perjudicaría.(25) Tanto Itzjak Rabin como Shimon Peres se negaron a ver las evidencias, entre ellas la proliferación del lenguaje bélico de los colonos hacia el propio gobierno ante la posibilidad de un redespliegue de los territorios ocupados. En realidad, el laborismo creyó que eludir el enfrentamiento con los colonos evitaría una guerra civil. Los máximos líderes del gobierno laborista se acercaban a los rabinos, ideólogos de los colonos, para convencerlos que no les dijeran a los soldados que había que rechazar las ordenes que decían que había que evacuar colonos de los asentamientos. En líneas generales, es posible afirmar que el laborismo se planteo la posibilidad de violencia 13 durante la evacuación de los asentamientos. Lo que no se plantearon muy seriamente es que la violencia podría generarse antes, justamente, para evitar la evacuación.

Consideramos que hubo dos momentos claves para neutralizar a los colonos y que fueron desaprovechados por el laborismo. El primero, después de la firma de los acuerdos de Oslo. A pesar de las dificultades por aceptar como interlocutor a Iasser Arafat la mayoría de los israelíes apoyo la iniciativa de paz. La derecha organizada quedo desarmada frente a Oslo porque venia de una derrota electoral y su discurso opositor carecía de propuestas positivas. Era un momento histórico para una ofensiva política en contra de los colonos que se encontraban a la defensiva. Se los podía aislar y aprovechar del gran apoyo que tenían los acuerdos. Mas aun, una ofensiva del gobierno contra los colonos señalando- los como enemigos de la paz probablemente hubiera servido para acorralarlos. Pero, como el laborismo siempre intento evitar una profundización de las diferencias dentro del pueblo en aras del consenso nacional y para que no se desatara una guerra civil - que muchos presagiaban si se los presionaba- no los acorralo.

Por otra parte, el gobierno laborista, y en primer lugar el primer ministro Itzjak Rabin siempre considero que los únicos enemigos de la paz eran los terroristas y extremistas islámicos.

"El enemigo de la paz hoy es la ola de terrorismo islámico, radical y fundamentalista - dijo Rabin en la Universidad de Tel Aviv el 10 de noviembre de 1994-. HAMAS y la Jihad islámica entre los palestinos, el Hezbola en el Líbano e Irán como su líder. Esta ola, en todas sus formas y manifestaciones en el mundo árabe 14 e islámico es el enemigo de la paz. No hay otro enemigo".(26)

En ningún momento después de Oslo el gobierno abandono su postura ambivalente hacia los asentamientos. Un editorial del diario laborista Davar señalaba que "hay un contraste entre las declaraciones y los hechos del gobierno. Por un lado dicen que los asentamientos no crecerán, pero por el otro se les inyecta enormes sumas de dinero con el "argumento" de que su población crece (...) Los colonos se aprovechan de la debilidad de Rabin y siempre consiguen mas dinero (...) Hay afinidad entre Rabin y los colonos".(27) Según el periodista Motty Basuk "el gobierno pretende congelar los asentamientos pero los ayuda económicamente mas de lo que nunca hizo Shamir (...) Su política en los territorios no es producto de la debilidad sino de su ideología"(28) Nissim Zvili, secretario general del Partido Laborista incluso admitió que para llegar a la paz en Cisjordania había que remover por lo menos 60 mil de los 130 mil colonos pero que nadie tenia el coraje para hacerlo porque podía provocar una derrota electoral.(29)

El segundo momento para una ofensiva política contra los colonos fue después del 25 de febrero de 1994, el ida que Baruj Goldstein - un médico nacido en los Estados Unidos y residente de Hebron- asesino a 29 palestinos en la tumba de los patriarcas en el corazón de la ciudad. Era la "excusa" que necesitaba el gobierno para expulsar a los colonos del centro de Hebron, desarmarlos, aislar los asentamientos, y empujarlos a abandonar los 15 territorios ocupados. Claro que, el mayor problema que tuvieron que enfrentar fue el apoyo que cosecho Goldstein en amplias capas de la sociedad y no solamente entre los colonos.(30) Para eludir un enfrentamiento con la derecha, en vez de lanzar una campaña de desprestigio contra los colonos y el "monstruo" que habían creado, desde el gobierno se resalto una y otra vez que Goldstein estaba desequilibrado mentalmente, que había actuado solo y que no representaba absolutamente a nadie. "Nosotros también tuvimos un Goldstein, pero el no represento al pueblo israelí" decía Rabin.(31) Aun sabiendo que esto no era verdad se empecinaron en minimizar las consecuencias de lo sucedido en Hebron.

El apoyo directo o indirecto a Baruj Goldstein debió haber sido un aviso importante del espíritu reinante en amplias capas de la población que no rechazaron el asesinato. Pero como los muertos eran árabes y - en si mismo la masacre no difería de las realizadas por diversas fracciones del movimiento sionista en el pasado-(32) el gobierno subestimo la capacidad de los grupos de extrema derecha por alzar sus armas también contra el gobierno.

Conscientes del peligro que representaba el auge de organizaciones clandestinas judías el gobierno nombro como jefe de los servicios secretos a un académico cuya tesis de maestría era precisamente sobre la ideología de la derecha dentro de la sociedad israelí. El diario Iediot Ajronot publico algunos párrafos de la tesis que reflejaba el pensamiento del nuevo jefe del Shin Bet. 16

"Las transgresiones ideológicas de la extrema derecha son una amenaza a Israel como una sociedad democrática (...) Cada uno que tenga ojos puede notar la relación directa que hay entre el asentamiento ilegal de Sebastia (en los 70'. PB) y otros asentamientos ilegales, pasando por la lucha por Iamit, y las acciones del grupo clandestino judío y otras actividades de Gush Emunim (...) La sociedad israelí y el gobierno no se están defendiendo de esta amenaza"(33)

La elección de esta persona y su especialización mostraban la inquietud que existía en el gobierno israelí ante este fenómeno, porque los asentamientos siempre funcionaron como verdaderas bases militares habitadas por civiles pero con mentalidad militar. Tampoco faltaron quienes alertaron sobre el extremismo de los colonos, capaces incluso de "usar sus tanques para rodear la Knesset y tomarla por asalto".(34) El periodista Ian Lustig fue mas drástico: "el gobierno que decida evacuar Cisjordania deberá enfrentar una rebelión y terrorismo cometido por judíos, aun mas de lo que ahora teme el terrorismo árabe".(35)

Pero como toda la relación del laborismo hacia los territorios ocupados siempre fue contradictoria, al no ver a estos grupos como enemigos no pudieron "leer" la magnitud del fenómeno de los colonos.

5. La resistencia de los colonos:

A pesar de que los acuerdos de Oslo no estipulaban la entrega inmediata de los territorios ocupados y el gobierno israelí siguió controlando la seguridad, las vías de acceso y casi todo 17 el resto de las actividades que allí se desarrollaban, para los colonos la idea de abandonar aunque sea una pequeña parcela de tierra sagrada represento una traición. La devolución de una parte - por mas pequeña que fuera- tenia para estos grupos la fuerza de un valor simbólico, y para estos grupos los símbolos son casi un valor en si mismo. Es lo que permite comprender el apego a la tumba de los patriarcas, al Muro de los lamentos o a la ciudad de Jerusalén en su conjunto. Los acuerdos de paz no implicaban solamente la negociación con el enemigo, sino la misma negación del derecho judío sobre la tierra otorgada por Dios, casi como una negación de propia condición de judíos.

Desde los comienzos de la colonización en los territorios ocupados los laboristas no tomaron en cuenta el factor ideológico-mistico en la formación de Gush Emunim y los otros grupos religiosos de extrema derecha. No tomaron en cuenta que no eran simplemente un grupo de "idealistas" continuadores de la tradición pionera de la década del veinte. Ver policías y soldados palestinos hacerse cargo del control de ciudades y caminos en Cisjordania para los colonos fue mas que una traición, tuvo visos de tragedia. Hay que recordar que ya en 1967 El rabino Ieuda Kuk firmaba volantes donde se señalaba explícitamente:

"Es pecado y delito la entrega de nuestras tierras de Eretz Israel, a manos gentiles (...) es obligación de toda persona, de todo ministro del gobierno israelí, de todo miembro del ejercito oponerse con toda la fuerza y valentía a la devolución de cualquier pedazo de nuestras tierras".(36)

La ultima pagina del primer programa de Gush Emunim decía que "el pueblo de Israel luchara con toda su fuerza para evitar que nos impongan una retirada de la tierra de Israel. Mientras pueda, el pueblo de Israel no bajara sus brazos en esta guerra. Es una obligación llevarla adelante".(37) Estas declamaciones en los años sesenta y setenta parecían frases sueltas de un grupo de fanáticos marginales. También es posible pensar que las relativizaron porque -a pesar de su lenguaje combativo- cuando hubo que desalojarlos del Sinai su "resistencia" fue una farsa. Pero Judea y Samaria no son equivalentes a la península del Sinai, y las amenazas en los noventa, después de la profunda transformación de la sociedad israelí, sumadas a las acusaciones contra el laborismo por traicionar al pueblo judío, tuvieron otra relevancia.

El rabino Abraham Shapira, uno de los mas importantes de Israel, firmo en 1995 una declaración con otros rabinos que proclamaba que "hay una prohibición bíblica de evacuar asentamientos y transferir esos lugares a gentiles. Esta prohibido que cualquier judío ayude a la evacuación de un asentamiento o base militar".(38) Los colonos dieron señales de sus intenciones casi ida a ida. Nerri Horowitz escribió en marzo de 1994 en el diario "Shishi" (39) que las tradicionales plegarias de los sábados que desde 1948 le pedían a Dios una bendición para los líderes y ministros del estado de Israel habían desaparecido desde que miraron a Rabin como un traidor.

Como señalamos, Oslo fue un punto de inflexión histórico para palestinos e israelíes; positivo para unos, pero mas que negativo para otros. Durante casi dos años, la propaganda electoral del Likud estuvo centrada en la "traición" del primer ministro Itzjak Rabin por promover el retiro del ejercito israelí de los territorios ocupados.

"Entregar los territorios - decía Netaniahu- llevara a la creación de una base fundamentalista islámica que rodeara los poblados de Israel. La política de paz del primer ministro israelí nos conduce directamente a un Estado palestino con su capital en Jerusalén. Vamos a reclamar que se cancele el acuerdo con la OLP".(40)

Después de la firma de los acuerdos de Oslo las declaraciones de los colonos, de los rabinos que los apoyaban, de miembros del Likud, de los partidos de extrema derecha que perdieron sus diputados en 1992 y fortalecieron sus actividades extraparlamentarias, debieron haber sido tomadas con total seriedad. Ya en 1991, antes de que el laborismo ganara las elecciones señalamos que el accionar de los grupos religiosos ejercería una permanente presión sobre el gobierno israelí y que este demostraba dificultad en reprimir a los que decían actuar en nombre de la historia sagrada del pueblo judío.(41)

Pero la postura ambivalente hacia los colonos y su concepción de que el origen nacional-religioso es la base para la consideración del "enemigo" les impidió reaccionar. En este contexto, Rabin - que había sido ministro de defensa y responsable del control de los territorios ocupados del gobierno de unidad nacional (1984-1990) y por ende de los asentamientos- se convirtió en el blanco de todas las amenazas.

Por su parte, Netaniahu no impidió que sus partidarios en las manifestaciones publicas del Likud, durante 1995, enarbolaran pancartas de Rabin vestido con ropas palestinas o - aún peor- con uniforme nazi. Tampoco impidió que se cantara "a sangre y a fuego, a Rabin echaremos". En mas de una oportunidad Rabin fue calificado abiertamente como traidor y entregador, utilizando las palabras hebreas "moser" y "rodef", de alto contenido simbólico en la historia judía. En diferentes circunstancias del pasado, cuando una autoridad religiosa judía definía a alguien como "moser" o "rodef" se lo podía ejecutar sin juicio previo.(42) Rabin fue acusado por muchos rabinos de ser un "moser", hasta tal punto, que el profesor Asa Kasher, de la Universidad de Tel Aviv, alerto públicamente desde las paginas del diario israelí Ha’aretz por el uso reiterado del termino "moser", lo que implicaba el peligro real de que alguien tomara justicia por sus propias manos.(43) Si bien no fue un miembro del Likud el que disparo las balas que mataron a Itzjak Rabin, no cabe la menor duda de que tanto el principal partido de la derecha israelí, como su líder Benjamín Netaniahu, estuvieron entre los instigadores intelectuales del asesinato.

El laborismo no comprendió que la ocupación llevaría al trazamiento de una línea imaginaria basada en tres puntos que se irían uniendo con el tiempo y que sirvió como línea conductora de la extrema derecha israelí. En primer lugar, se combate y mata - si es necesario- al gentil (palestino). En segundo lugar, se hace lo imposible para impedir la devolución de las tierras sagradas. En tercer lugar, se mata al traidor y entregador. Solo faltaba que alguien decidiera concretar - con bendición rabínica- lo que se venia diciendo desde los acuerdos de Paz. Y ese fue Igal Amir.

Notas

1. El texto de la resolución esta tomado de El conflicto árabe israelí. Edición preparada por Roberto Russell y Daniel Samoilovich. Ed. Belgrano 1979. Pag. 165.

2. Weksler, Marcelo: La crisis estructural de la economía israelí. Ed. Respuestas, Tel Aviv 1984. Pags. 5-6.

3. Consideramos que el termino "ocupado" es el mas correcto para denominar a los territorios de Cisjordania y Gaza (Judea y Samaria) porque, mas allá de cualquier discusión ideológica, desde el punto de vista legal - salvo Jerusalén oriental- estos no fueron anexados por Israel. Esto significa que, amen de las consideraciones retóricas, ni siquiera los israelíes los consideran como propios.

4. Shattner, Marius; Histoire de la droite israeliene. Ed. Complexe, Bruxelles 1991, pag. 294.

5. Ibídem, pag. 295.

6. Rubinstein, Dany: Del lado del Señor: Gush Emunim. Ed. Kibutz Hameujad, Tel Aviv 1982. Pag. 32.

7. Tzur, Zeev; Los asentamientos y las fronteras del Estado. Editado por el Centro Tabenkin de investigación y estudio del Kibutz; Hakibbutz Hameuchad, 1980. Pag. 31.

8. Marius, ob. cit pag. 299.

9. Idem, pp. 12/13.

10. Kepel, Gilles; La revancha de Dios, Anaya & Mario Muchnik editores, Madrid 1991, Pag. 223.

11. Rubinstein, ob. cit pag. 72.

12. Citado por Shahak, Israel en "Is a civil war between the israelí jews forthcoming". Report Nº136, 12.7.94 <mideast.forum@conf.igc.apc.org>.

13. Bar’el, Zvi; "Yo soy Shitz", Ha’aretz, 5.8.83.

14. Adar, Banko; "Disparos y política", "Al Hamishmar", 2.6.82.

15. Ibídem.

16. Además del articulo de Banko ya citado ver también: Rubinstein, Dany; "Ellos también disparan sobre niños", "Al Hamishmar", 12.5.82. Salpeter, Eliahu; "Un Estado terrorista cruzando la frontera", "Ha’aretz", 4.10.83. Bar’el, Zvi; "Aprietan el gatillo", Ha’aretz, 5.5.82.

17. Las imágenes también fueron reproducidas por el diario "Ha’aretz" el 26 de marzo de 1982.

18. "Yo no disparo al aire, yo tiro a dar. O no se tira para nada o se tira para matar. Bar’el, Zvi; "Conversación con un colono", Ha’aretz, 20.4.82.

19. Cuando en una oportunidad el colono citado en la nota 18 le reconoce a un policía que tiro para dar en el blanco el policía anoto en su libreta que disparo al aire. Idem.

20. "Davar", 27.02.1994.

21. Citado por Shahak, Israel en "Is a civil war..." Op. cit.

22. Deuteronomio, Cap 20, vers. 13-20. La Biblia, Ed. Sigal, Buenos Aires 1982, pp. 323-324.

23. Citado por Israel Shahak en Middle East International, No.471, 18.3.94, en akhbar@alquds.org 16 Feb 1995.

24. Citado por Shahak, Israel en "The influence of xenophobic ideologies on the israelí jews". Report Nº 138, 22.4.94.

25. Warshawsky, Michael; "Soit ce sera la Paix, o— les colonies". En Revue d’Etudes Palestinienes, Nº 9, Printemps 1996; pp. 6-15.

26. Conferencia de Itzjak Rabin en el 13 aniversario de la muerte de Moshe Dayan. Universidad de Tel Aviv, 10.11.94. Israel Information Service Gopher. <ask@israel-info.gov.il>.

27. "Davar", 29.12.94.

28. "Davar", 30.12.94.

29. Citado por Shahak, Israel, en "Settling the West Bank and israelí domestic politics". Report Nº 149, 29.01.95.

30. En una encuesta publicada un mes después de la masacre (11.3.94) en el diario Shishi un 40% de los encuestados justifico o por los menos comprendió las motivaciones de Goldstein por llevar adelante la matanza. En Shahak "The influence..." Ob. cit.

31. Conferencia de Itzjak Rabin... ob. cit.

32. Este tema lo hemos analizado ampliamente en ISRAEL: NUEVO PENSAMIENTO CRITICO EN LAS CIENCIAS SOCIALES. Ponencia presentada en las jornadas "1947-1997: A cincuenta años de la partición de Palestina". Ver especialmente a Benny Morris: The Birth of the Palestinian Refugee Problem, 1947-1949" (1987); Ilan Pappe: The Making of the Arab-Israeli Conflict, 1947-1951 (1992) y Tom Segev: "1949, Haisraelim Harishonim" (Los primeros israelíes) (1984).

33. "Profile of the incoming Shin Bet chief", Mideast Mirror, vol. 8, Nº 178, 15.9.1994; <msaosu@magnus.acs.ohio -state.edu>.

34. En Shahak "The influence..." Ob. cit.

35. Ian Lustig, "Yediot Ahronot", 20.12.94. En Shahak, Israel; "Political situation in Israel at the end of 1994", Report Nº 148, 30.12.94.

36. Rubinstein, "Del lado del Señor..." Ob. cit, anexo documentos.

37. Ibídem.

38.Mideast Mirror, "Religión in the army: Furor over rabbis’ ruling", Vol. 9, Nº 133, 13.07.95 <msaosu@magnus.acs.ohio -state.edu>.

39. "Shishi", 11.3.94.

40. Brieger, Pedro; "Los demonios siguen sueltos", "Noticias", Buenos Aires, 30.07.95.

41. Brieger, Pedro; Medio Oriente y la guerra del Golfo. Ed. Letra Buena, Bs. As 1991, pag. 53.

42. Shahak, Israel; "Religious background to Rabin’s assassination", in Middle East International, Londres 1.12.95.

43. Ibídem.