Cronología
(Seguimiento de Noticias)

 

Enero

2.      El Gobierno nacional dispuso la "emergencia pesquera"  por un plazo de 90 días, y estableció fuertes restricciones a la captura de merluza por tres meses. La medida -adoptada por un decreto de necesidad y urgencia- reemplazó la norma de emergencia de la administración menemista que venció el viernes. En los próximos días, la captura máxima de merluza será de 36.500 toneladas.

Con esta decisión, el Gobierno busca preservar la merluza hubbsi, principal recurso pesquero del país, que está amenazada de extinción por la sobreexplotación, y evitar el impacto económico y social que generaría en la industria pesquera la desaparición de esta especie.

De acuerdo con el último informe del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), entre 1998 y 1999 "se produjo una significativa disminución del 16% en la biomasa total de la merluza común, mientras que el número total de individuos mermó un 33%".

Según las nuevas medidas fijadas por el Gobierno, el INIDEP deberá realizar un relevamiento para verificar "si es posible continuar con la captura, dado que la merluza presenta signos inequívocos de sobreexplotación, lo que coloca al caladero en peligro de colapso".

4       El  Acuerdo con la Unión Europea, laboriosamente aprobado por el Congreso nacional en 1994 estableció la doble cooperación gubernamental y empresarial en asuntos pesqueros.- La primera aplicada a la conservación y explotación del recurso natural; la segunda, orientada a la constitución de sociedades mixtas, que pusieron en marcha proyectos pesqueros desde la costa bonaerense hasta las ciudades portuarias de la Patagonia.

En 1966 pudieron ser exportadas 200.000 toneladas. No obstante la satisfacción por el rápido éxito, ya se percibió entonces el peligro de una explotación irracional que habría de terminar con medidas de veda o de cuotificación y así ocurrió. La dura experiencia del último bienio obliga a revisar el Acuerdo con la Unión Europea.

Durante el año último, se observó un incremento de malas prácticas reveladas por la resistencia a aceptar los límites de captura, fijados por el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) para proteger las reservas del recurso. También fue eliminado el personal de inspección que supervisaba el volumen de capturas en cada barco y se perdió el control satelital de la flota, a cargo de una empresa española, por mantener impago el servicio.

Los conflictos internos entre las autoridades de la Subsecretaría de Pesca y la Dirección Nacional del mismo organismo ensombrecieron aún más el funcionamiento de esa administración. Ni siquiera el advenimiento de la ley 24922/98 -largamente esperada- resultó efectivo, porque faltó la voluntad política para hacerlo. Mientras tanto, la pesca ilegal ha seguido haciendo estragos en el Mar Argentino, de un millón de kilómetros cuadrados, cuyo patrullaje reclama mejores medios navales y aéreos.

Desde el Ministerio de Economía se anunció que se investigará el otorgamiento de los permisos de pesca de los últimos años.

 

ISLAS MALVINAS: Al cumplirse ayer 167 años de la ocupación ilegítima por parte de Gran Bretaña, la Cancillería reafirmó "los derechos de soberanía de la Argentina sobre las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur".

A su vez, reiteró "la determinación irrenunciable del pueblo argentino de recuperar el ejercicio pleno de la soberanía por medios pacíficos conformes al derecho internacional, respetando el modo de vida y los intereses de los habitantes de las islas".

El Gobierno manifestó "su firme propósito de continuar avanzando en el diálogo con el Reino Unido, con el objetivo de afianzar una relación de mutua confianza y de ampliar la cooperación bilateral".

Finalmente, el comunicado sostiene que "la reanudación de las negociaciones sobre la soberanía, conforme a los múltiples llamamientos de la comunidad internacional, contribuirá para lograr una justa y definitiva solución a la disputa".

 

VETERANOS DE GUERRA: La Federación de Veteranos de Guerra aseguró que "las correspondientes fuerzas militares y el Ministerio de Defensa son quienes certifican la condición de veterano de guerra", en respuesta a informaciones periodísticas sobre el crecimiento de la cantidad de ex combatientes durante el último gobierno.

En un comunicado se reclamó que sea la cartera militar la que explique "cómo es que el menemismo usó la institución para el clientelismo político, ya que son las autoridades castrenses las encargadas de expedir los certificados correspondientes".

 

5.      Comienza la Armada una nueva campaña a las bases antárticas, la que se hará en el rompehielos Almirante Irizar, finalizará el 21 de mayo después de abastecer a cada base y campamentos argentinos en el continente blanco

Pero el buque es más que un carguero, y en su laboratorio multidisciplinario, instalado el 8 de octubre último, las tareas serán muchas. Este año se embarcarán científicos franceses en procura de examinar la disolución del dióxido de carbono en las aguas australes. Un trabajo de campo en busca de posibles contrapesos a la disminución de la capa de ozono. Carga y experimentos se hacen un lugar en el rompehielos. Por eso los 1.800.000 litros de diferentes combustibles por llevar importan tanto como la colocación de la nueva cámara freezer, de -70º, en la que podrán almacenarse muestras de hielo. Son 126 tripulantes y 130 científicos y técnicos los embarcados en esta misión de la Armada.

UNA AVENTURA HACIA EL POLO SUR: Mientras el mundo festejaba los 2000 años de cristianismo y el puntapié inicial de una era empujada hacia descubrimientos tecnológicos, un grupo de siete militares argentinos avanzaba a cuerpo descubierto en busca del Polo Sur, en una travesía que tiene los condimentos de las verdaderas odiseas.

Partieron de la base Belgrano II el 28 de noviembre último, para encontrar el Año Nuevo en la base norteamericana Amundsen-Scott, a 1500 kilómetros de marcha por el hielo eterno. Las malas condiciones climáticas le impidió alcanzar la meta a tiempo a la expedición encabezada por el teniente coronel Víctor Figueroa. En su contacto con la base informaron que estaban a 400 kilómetros del Polo Sur. Y continúan avanzando.

 

La Cancillería aprobó la construcción de un monumento a los caídos en 1982 en las islas Malvinas e instó a que la realización de las obras se concretaran "lo antes posible".

Los ex combatientes aguardan ahora que el Gobierno inicie las gestiones con Gran Bretaña para comenzar la construcción del monumento, que surgió como uno de los puntos del acuerdo firmado entre la Argentina y Gran Bretaña.

6.      Antártida - la Armada recuerda hoy el 38º aniversario del primer aterrizaje en el eje polar; segunda misión terrestre del Ejército.

A pocas horas de cumplirse el 38º aniversario del primer vuelo y aterrizaje en el Polo Sur, logrado por dos aviones de la Armada, una expedición de carácter científico, integrada por efectivos del Ejército, llegó anoche, a las 20, hasta la latitud 90º Sur, tras una travesía de 39 días iniciada en la Base Belgrano II.

Se trata de la segunda expedición terrestre de la historia argentina, ya que la primera fue en diciembre de 1965.

En tanto, hoy la Armada recordará la hazaña aérea de los aviones Douglas DC-3, matrículas CTA-12 y CTA-14. El jefe de la expedición fue el capitán de fragata Hermes José Quijada, quien además fue el piloto de una de las naves.

Hace 38 años, la dotación naval estuvo integrada por el capitán de fragata ingeniero Rafael Checchi; los tenientes de navío Jorge Pittaluga, Miguel Grondona, Héctor Martini, Enrique Dionisi y José Pérez; el suboficial primero Edmundo Franzoni; el suboficial segundo Ricardo Rodríguez; el cabo principal Elías Gabino y el cabo primero Raúl Ibasca.

Si bien la primera misión naval aterrizó en el Polo Sur hace 38 años, los primeros vuelos sobre el continente helado comenzaron en la década de 1940.

La Armada hizo su primera aproximación a la Antártida en 1903 con la llegada de la corbeta Uruguay, que hoy se exhibe en los muelles de Puerto Madero.

Aunque la intención de los militares, encabezados por el teniente coronel Víctor Figueroa, era recibir la llegada del 2000 en el Polo Sur, las malas condiciones climáticas imperantes en esa región del continente helado hicieron más lenta la marcha.

La expedición del Ejército está compuesta por el teniente coronel Figueroa, técnico topógrafo; el capitán médico Nicolás Bernardi; el suboficial principal técnico mecánico Julio Dobarganes; el sargento primer técnico mecánico Daniel Paz; el sargento ayudante técnico topógrafo Ramón Celayes; el sargento ayudante técnico polar Luis Cataldo y el sargento primero operador de radio Juan Brusasca.

En los 3000 kilómetros de distancia que existen entre la base antártica Belgrano II y el Polo Sur se realizaron diversos estudios científicos.

Entre ellos se destacan la observación y descripción de la conducta humana en circunstancias extremas de supervivencia, la incidencia e incremento de la radiación UV en el desarrollo de diversas alteraciones oculares, glaciología, meteorología y tareas geotopocartográficas.

 

El gobierno aliancista tiene la tarea de definir quién será el representante diplomático ante el Reino Unido.

Rogelio Pfirter, un diplomático nacido en Santa Fe, es el responsable de la embajada argentina en Londres. Llegó allí en febrero de 1995, luego de ser designado por el ex canciller Guido Di Tella, mediante decreto 2316, fechado el 28 de diciembre de 1994.

El embajador sumó sus esfuerzos a los de su ex jefe, Di Tella, en busca de avances en las negociaciones por las islas.

En verdad, Pfirter se convirtió en uno de los negociadores principales: son decenas las cartas que el diplomático intercambió con el canciller británico RobinCook y su ex vicecanciller, Tony Lloyd. Esos textos son guardados como recuerdos en la embajada en Londres.

Los dos diplomáticos se reunieron, hace algunos días, durante minutos en el despacho del canciller. Allí, Rodríguez Giavarini le pidió a Pfirter que extendiera su permanencia en Londres. Aunque aclaró que esa situación se dará "sólo hasta un nuevo aviso"

La elegida es la embajadora experta en derecho internacional Susana Ruiz Cerruti, que asumió un papel fundamental en los primeros encuentros que, por el diferendo del Atlántico Sur, se concretaron en Madrid y en Londres, durante la gestión de Di Tella.

Ella fue nombrada representante especial para Asuntos del Atlántico Sur y es una excelente profesional que ayudará a definir la relación que tendremos con el gobierno británico", apostó Rodríguez Giavarini.

El ministro también debe decidir con rapidez si la Argentina volverá a introducir, como tema de debate de la asamblea general de las Naciones Unidas, la cuestión Malvinas. Ese reclamo permanece ausente allí desde 1989, cuando el ex presidente Carlos Menem decidió suspender esa acción apenas se restablecieron las relaciones con GranBretaña.

El predecesor del canciller, Di Tella, acostumbró durante los últimos ocho años a recordar, anualmente, el reclamo argentino sobre la soberanía de las islas en cada reunión del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas. Para ello solían viajar a Nueva York funcionarios de la Cancillería, legisladores y ciudadanos malvinenses que respaldan la postura argentina.

"Tuve una larga e importantísima conversación con el vicecanciller británico (John Battle) y tengo confianza en que se avanzará mucho en las negociaciones bilaterales, aunque la política que tendremos en ese sentido aún debe ser definida en detalle", comentó el canciller.

De antemano, el presidente Fernando de la Rúa ya adelantó al premier británico Tony Blair que su idea es continuar con "la línea fundamental" trazada por Di Tella en torno de las negociaciones bilaterales. Lo hizo en París, a poco menos de un mes de asumir la presidencia. Y recibió una invitación para visitar oficialmente el territorio británico, un privilegio por el que Menem debió aguardar más de nueve años.

Continuaremos con los esfuerzos pacíficos para recuperar las islas", sólo prometió Rodríguez Giavarini.

7       Antártida - Partieron de la Antártida el 28 de noviembre, caminaron 1500 kilómetros y esperan volver a Buenos Aires el 14 de marzo

Después de 39 días de marcha, los siete militares argentinos que partieron el 28 de noviembre último desde la base Belgrano II del Ejército acariciaron la gloria. Llegaron al Polo Sur.

"Lo primero que hicimos fue abrazarnos fuerte y después izamos la bandera argentina en el medio de un desierto blanco", dijo a La Nación el teniente coronel Víctor Figueroa, a cargo de la expedición, desde el punto más austral de nuestro país.

El diálogo con el expedicionario se mantuvo por radio desde la base del Comando Antártico, en Buenos Aires, que lo contactó con una base del extremo austral.

Con voz emocionada, Figueroa relató detalles de la aventura. Que la idea original era recibir el 2000 en el Polo Sur, pero las condiciones climáticas pudieron más y sólo minutos antes de las 20 de anteayer los siete valientes se abrazaron en su lugar de destino.

Ellos son, además de Figueroa, el médico Nicolás Bernardi; los técnicos mecánicos Julio Dobarganes y Daniel Paz; el técnico topógrafo Ramón Celayes; el técnico polar Luis Cataldo y Juan Brusasca, operador de radio. Todos ellos son integrantes del Ejército.

La madrugada del 1º de enero encontró a la expedición a los 86 grados latitud sur. Y se dieron ánimos. Faltaban apenas 448 kilómetros para llegar.

Durante la expedición caminaron un promedio de 50 kilómetros diarios, durmieron apenas seis horas y recorrieron un total de 1500 kilómetros con 14 trineos y 7 motos de nieve.

Soportaron una sensación térmica de hasta 60 grados bajo cero y, anteayer, el Polo Sur los recibió con 35 grados. Bajo cero, claro.

La expedición tiene un objetivo científico, dedicarse a estudiar la capa de ozono y la incidencia y el incremento de la radiación UV en un ámbito extraordinario.

El Pste de la Nación, Dr. De la Rua dialogó con los expedicionarios  que estaban en la base Amundsen Scott.

Desde el 8 de febrero de 1966, cuando el entonces coronel Jorge Edgard Leal llegó al punto más austral del país junto con diez militares, jamás volvió a flamear allí la bandera argentina. Hasta anteayer.

 

ARGENTINA: Nuevo Director Nacional del Antártico - El Ministerio de Defensa designó a Angel Ernesto Molinari director nacional del Antártico, en reemplazo del general de brigada (R) Jorge Leal

 

8       PESCA - RAWSON.- Los barcos de la llamada flota amarilla que operan desde el puerto de esta ciudad estarán autorizados a capturar hasta 1500 toneladas de especies ictícolas, según el acuerdo alcanzado por el gobernador de Chubut, José Luis Lizurume, y el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Antonio Berhongaray.

Una resolución de la secretaría había establecido, para los buques de pesca costera que operan al norte y sur del paralelo 42, que la captura de merluza común no debía superar en cada descarga el 10% del total de todas las especies capturadas.

 

9       CAZA DE BALLENAS -Después de tres semanas de seguimiento de los buques japoneses por parte de la organización ambientalista Greenpeace, el gobierno argentino instó ayer a su par de Japón a no seguir cazando ballenas en aguas del Santuario Austral, instituido en 1994.

La actividad provoca la muerte de entre 400 y 440 cetáceos por año, con la excusa de que se realizan actividades científicas enmarcadas en acuerdos internacionales.

Es un paso importante para nuestro país, ya que solamente los gobiernos de Gran Bretaña, Australia, Nueva Zelanda y los Estados Unidos han manifestado su rechazo a las actividades balleneras.

De acuerdo con un comunicado de la cancillería argentina, el Poder Ejecutivo urgió al gobierno de ese país asiático a cesar la caza de ballenas porque "anualmente las actividades científicas niponas conllevan la muerte de más de 400 cetáceos en aguas del Santuario Austral".

"La Argentina -dice el comunicado oficial- considera que la caza de ejemplares por parte de la flota ballenera japonesa en tan elevado número no responde a las necesidades críticas de investigación, por lo que debe realizar investigaciones por medios que preserven la vida de las ballenas."

En la embajada de Japón, por su parte, las fuentes consultadas dijeron no haber recibido aún comunicación oficial del pedido del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Argentina y declinaron comentar sobre ese documento.

El reclamo argentino apunta directamente a las autoridades niponas, porque "el gobierno de Japón ha emitido un permiso de investigación científica marina en aguas antárticas y subantárticas, de conformidad con el artículo VII de la Convención para la Regulación de la Caza de la Ballena, en la que tanto la Argentina como ese país forman parte".

Esa norma contempla el derecho de los miembros de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) de autorizar la caza de ballenas para fines científicos", agrega.

El comunicado del Palacio San Martín destaca que el país mantiene inalterable una inobjetable posición en favor de la conservación de las ballenas, tanto en el plano interno como en los foros internacionales.

Es por eso que si bien la caza científica es un derecho soberano de los Estados miembros de la CBI", la Argentina "ha expresado su preocupación con respecto a las actividades de Japón, que sacrifica un elevadísimo número de ejemplares para actividades de investigación, que no son consideradas de necesidad crítica", afirmó la Cancillería.

La resolución de la CBI afirma que "el programa científico del Japón no está dirigido a necesidades de investigación para el manejo de cetáceos en aguas antárticas".

Reafirma que los Estados deberían abstenerse de emitir permisos de investigación científica que impliquen la muerte de ejemplares.

Asimismo, urge al gobierno japonés "a abstenerse, en ejercicio de sus derechos soberanos, de emitir más permisos especiales para la caza de ballenas".

La única manera de que Japón detenga su programa de caza ilegal es mediante una fuerte presión diplomática de los países, especialmente aquellos como la Argentina, directamente afectados por este atentado al ambiente", sentenció Milko Schvartzman, coordinador de la campaña Greenpeace de Argentina, a bordo del MV Arctic Sunrise.

La caza de ballenas es violatoria de los artículos 65 y 120 de la Convención para las Naciones Unidas para la Ley del Mar (Unclos), que establece que los Estados deben trabajar en pro de la conservación, manejo y estudio de los cetáceos a través de los organismos internacionales correspondientes. Esto dicen los ambientalistas.

En 1994, nuestro país apoyó la creación de una zona de exclusión denominada Santuario Ballenero Austral, por 23 votos en favor y el voto de Japón en contra, y todos los años renueva en la Comisión Ballenera la resolución que pide que naciones como Japón detengan su caza ilegal.

Japón, por otra parte, ha declarado que el número de ejemplares que captura (entre 400 y 440) es destinado a fines científicos, para estudio de los efectos del cambio climático en la especie y de sus migraciones.

No obstante, según los mismos reglamentos que autorizan la captura de ejemplares, la carne y los subproductos de estos cetáceos son comercializados en el mercado japonés, luego de extraerles las vísceras.

En 1997 mataron 440 ejemplares y en 1998, 438 cetáceos. Japón manifestó que espera que se libere la caza comercial de esta especie, cuando se establezca un cupo que permita una explotación sustentable.

El pueblo japonés, pesquero por tradición como Noruega e Islandia, se alimentaba antiguamente con la carne de ballena, un plato considerado popular. La restricción de la caza provocó el alza de los precios y ahora lo convirtió en un artículo de lujo.

 

10     En su lucha por tratar de detener la caza ilegal japonesa en la Antártida, Greenpeace utilizó anteayer una "pared de agua" para interponerse entre los barcos arponeros y las ballenas.

Veinticuatro horas después de que, por intermedio de la Cancillería, la Argentina pidió a Japón que terminara con la caza de cetáceos -como se informó en la edición de ayer-, la entidad ecologista volvió a realizar otro despliegue en favor del medio ambiente.

Con un extractor de agua a bordo de un bote inflable, los activistas de la organización ecologista formaron una pared de ocho metros de agua directamente frente al arpón del barco Toshi Maru N25 para bloquear, así, la línea de visión y prevenir la matanza de las ballenas.

Durante 20 días, Greenpeace, a través de demostraciones pacíficas, intenta detener la caza ilegal japonesa y obligarlos a cumplir con las responsabilidades legales internacionales. Este es el momento para que los gobiernos del mundo tomen acciones diplomáticas para exigir a Japón que obedezca las leyes internacionales y detenga la caza ilegal en la Antártida", dijo Milko Schvartzman, el argentino que a bordo del Artic Sunrise coordina esta campaña de Greenpeace.

La caza comercial de la ballena en la Antártida viola los artículos 65 y 120 de la Convención de las Naciones Unidas para la Ley del Mar (Unclos): los Estados deben trabajar en pro de la conservación, el manejo y el estudio de los cetáceos a través de los organismos internacionales correspondientes.

El Santuario Ballenero Austral, establecido en 1994 por la Comisión Ballenera Internacional (CBI) -el organismo multinacional responsable de la conservación y el manejo de las poblaciones de ballenas de todo el planeta-, abarca todos los mares que rodean la Antártida. Protege en sus áreas de alimentación a las tres cuartas partes de las ballenas del mundo.

Cada año, la CBI emite una resolución que condena a Japón por sus actividades de caza en el santuario y le reclama que detenga el programa de "caza científica".

Ese país argumenta que con esa acción estudia los efectos del cambio climático en la especie y de sus migraciones. Sin embargo, según los reglamentos que autorizan la captura de los animales, la carne y los subproductos son comercializados en el mercado nipón.

Hasta el momento sólo Australia, Estados Unidos, el Reino Unido y Nueva Zelanda presionaron a Japón para que cesara su acción contra las ballenas.

 

11     PESCA: El Presidente De la Rua dijo en Mar del Plata que tiene intención de defender la riqueza del recurso y la ocupación de mano de obra nacional.

Después de haber firmado un decreto que autoriza a los buques fresqueros a operar en el caladero y deriva a los congeladores y factorías mas allá del paralelo 48º Sur y de la milla 201, el Presidente ha redoblado su apuesta para defender la pesca nacional.

Mientras una misión técnica se encargará en lo inmediato de evaluar la situación del caladero, particularmente de la especie merluza hubbsi, sobreexplotada durante la última década, el jefe del Ejecutivo nacional rogó por que esos informes sean positivos y en poco tiempo más las redes "salgan del mar henchidas de pesca para dar trabajo a todos los argentinos".

La organización ecologista Greepeace respaldó las primeras medidas que adoptó Berongharay para el sector pesquero.

Greenpeace sostuvo que las disposiciones adoptadas por el Gobierno coincidieron con las que propuso la entidad ecologista.-

 

12     MALVINAS.-USHUAIA.- El primer desencuentro diplomático de la gestión del presidente Fernando de la Rúa con el Foreign Office, vinculado con las islas Malvinas, se originó el último fin de semana, cuando las autoridades navales argentinas comunicaron a un velero isleño que no podría amarrar en ningún puerto argentino mientras su embarcación continúe matriculada en Port Stanley, en lugar de Puerto Argentino.

El hecho produjo, además, malestar en las islas Malvinas.

El capitán del barco Golden Fleece, Jerome Poncet, un francés radicado hace 15 años en la isla San Rafael, recibió una nota oficial con membrete del Ministerio del Interior y la Prefectura Naval Argentina, con firma y sello del oficial principal Miguel Damián Moyano informándole que "en el futuro, no se permitirá el ingreso del Golden Fleece en los puertos argentinos mientras mantenga ese registro".

El documento agrega que los "anteriores permisos deben ser considerados como otorgados a título excepcional y como un mero acto de cortesía de las autoridades". Poncet se mostró "sorprendido" y avisó a las autoridades de las islas. "Es la primera vez que me pasa algo así, yo navego hace meses con estos papeles y nunca tuve problemas", dijo a La Nación, antes de agregar: "Pago las consecuencias de una pulseada política".

Luego minimizó el incidente: "Si la Argentina renunció en julio último a cambiar los nombres de las islas, no veo problema en que en mi registro figure Port Stanley, en lugar de Puerto Argentino, ya que estamos hablando del mismo territorio", siguió.

El Ministerio del Interior le prohíbe regresar a puertos argentinos.

Si bien las autoridades de la Prefectura Naval de Ushuaia aseguraron que Poncet "nunca fue expulsado" del país, explicaron que restringieron la admisión de este velero porque "no podemos admitir documentación avalando la existencia de Port Stanley como ciudad, iría en contra de nuestros derechos soberanos en las islas". Para el navegante damnificado, la medida "es contraria al espíritu del acuerdo", firmado entre ambos países el 14 de julio último.

El Golden Fleece cargó víveres ayer a la tarde en el muelle de la Asociación Fueguina de Actividades Subacuáticas y Náuticas (Afasyn), y zarpó con siete periodistas y técnicos de la televisión francesa con destino a la Antártida para filmar un documental.

Mientras los diplomáticos argentinos y británicos resuelven el entredicho generado por la matrícula del velero Golden Fleece, un grupo de jóvenes argentinos, ocho fueguinos y dos porteños, realizan hace diez días en Puerto Argentino un intercambio vivencial con adolescentes isleños hasta el sábado próximo.

La comitiva argentina está alojada en el hotel Parish Hall de la iglesia católica St.Mary, coordinada por la entidad International Village Meetings que dirige Juan Manuel Ipiña, dedicada a generar encuentros entre jóvenes y niños pertenecientes a países en conflicto con el fin de "superar prejuicios y promover la educación para la paz".

 

MALVINAS: Mientras los diplomáticos argentinos y británicos resuelven el entredicho generado por la matrícula del velero Golden Fleece, un grupo de jóvenes argentinos, ocho fueguinos y dos porteños, realizan hace diez días en Puerto Argentino un intercambio vivencial con adolescentes isleños hasta el sábado próximo.

La comitiva argentina está alojada en el hotel Parish Hall de la iglesia católica St.Mary, coordinada por la entidad International Village Meetings que dirige Juan Manuel Ipiña, dedicada a generar encuentros entre jóvenes y niños pertenecientes a países en conflicto con el fin de "superar prejuicios y promover la educación para la paz".

 

MALVINAS: Luego de la fricción con Gran Bretaña, el canciller evitó fijar la posición oficial; un comunicado sólo relató lo ocurrido

Un navegante francés, residente en las islas Malvinas, fue el responsable del primer roce diplomático entre la Argentina y el Reino Unido, cuando apenas transcurrió un mes desde la asunción del presidente Fernando de la Rúa. Quizá por ello, el Gobierno demoró su reacción ante el desencuentro.

Lo cierto es que el atraco del velero tripulado por Jerome Poncet, con bandera británica pero registrado en las Malvinas, provocó los primeros desacuerdos entre el nuevo gobierno argentino y el del laborista Tony Blair.

Ante ello, aquí sólo se dilató una reacción oficial que en Londres fue casi inmediata. Mientras desde el Foreign Office se reclamó, a primera hora de ayer, a la cancillería argentina una aclaración del hecho (de lo que se informa aparte), en el Palacio San Martín sólo se emitió, al atardecer, un escueto comunicado de prensa que relató lo sucedido, pero no sentó la posición oficial.

Sólo en el tercer y último párrafo del texto oficial se rompe el relato de la historia del velero bautizado Golden Fleece (casualmente el título del comunicado oficial) y de otro hecho similar ocurrido hace ocho meses.

Es obvio que este episodio (en referencia al incidente del velero) -que se encuadra en la política que siempre ha mantenido la Argentina en lo que se refiere a la cuestión Malvinas- no empaña de manera alguna las excelentes relaciones bilaterales con el Reino Unido, ni el espíritu de acuerdos celebrados con ese país."

El canciller Adalberto Rodríguez Giavarini evitó opinar públicamente al respecto, pero funcionarios del Palacio San Martín aseguraron a La Nación que el texto del comunicado gozó de su aprobación y de la del propio Presidente.

Como contraposición al silencio y la cautela exhibidos en público, extraoficialmente fueron varios los diplomáticos que no se privaron de emitir sus opiniones al ser consultados por La Nación.

Para uno de los hombres que gozan de la confianza del canciller, "la rápida reacción de Londres fue sólo una forma de recordar que las negociaciones y el diálogo se dan entre los Estados, y que deben ser continuos".

En otras palabras, a juicio de ese diplomático y de otros embajadores que prefirieron proteger sus palabras bajo la reserva de sus identidades, la exigencia del Foreign Office fue una invitación al diálogo a la Argentina, que el Gobierno rechazó. En cambio, para quienes tienen despachos muy cerca del canciller, la llegada del velero a Ushuaia sólo fue "un desencuentro burocrático".

Hace cinco meses hubo un hecho similar, pero al revés: un buque argentino debió amarrar en las islas a causa de una avería, pero, al hacerlo, debió también arriar la bandera argentina.

La cautela elegida en el Palacio San Martín a la hora de divulgar una posición oficial respecto del incidente tuvo su correlato cuatro días antes, cuando se realizó el atraco del Golden Fleece en la ciudad austral.

No fue la Cancillería la que hizo notar al capitán Poncet las irregularidades, sino el Ministerio del Interior, desde donde se envió un fax al destacamento de la Prefectura Naval, para que se advirtiera al tripulante y luego se le dejara atracar "sólo por cortesía". Paradójicamente, en las líneas redactadas en la cartera en manos de Federico Storani, en lugar de referirse a las islas como Malvinas se las llamó Falklands, el nombre que los británicos dieron al archipiélago y que la Argentina desconoce oficialmente.

Con todo, quienes asumieron papeles importantes en las negociaciones emprendidas entre los gobiernos de la Argentina y el Reino Unido acerca de las cuestiones de las Malvinas concluyeron ayer, al dialogar por separado con La Nación, que a la diplomacia argentina le faltaron reflejos para reaccionar ante el primer roce con Londres.

Desde las islas, la consejera Sharon Halford acusó al gobierno de nuestro país de "contrariar el acuerdo" firmado en julio último en Londres. Y el gobernador Donald Lamont deslizó su rechazo a la decisión argentina.

Aquí, el designado presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Marcelo Stubrin, juzgó "correcta, gentil y cuidadosa" la actitud de la Prefectura. Y el diputado frepasista Carlos Raimundi, que participó activamente de las conversaciones bilaterales por las Malvinas, buscó el equilibrio: "El acuerdo de Londres no desconoció los reclamos de soberanía, por lo que la Prefectura sólo los recordó con su advertencia. Lo demás es anecdótico", concluyó.

 

MALVINAS.-LONDRES.- El Foreign Office pidió al gobierno argentino que clarificara la supuesta prohibición dispuesta en Ushuaia para el ingreso en su puerto de naves registradas en las islas Malvinas.

Lo hizo luego de recibir las informaciones provenientes de las islas sobre las restricciones y advertencias sufridas por el capitán del velero malvinense Golden Fleece, Jerome Poncet.

En Londres se recibió el comunicado emitido por el Ministerio del Interior y que fue entregado a Poncet.

La nota señala: "La guardia costera argentina notifica al capitán del barco Golden Fleece que lleva bandera británica y declara estar registrado en las islas Falklands (sic) que: esta autorización para entrar en Ushuaia, al igual que otras que hayan sido entregadas previamente, debe considerarse sólo como una excepción y como un acto de simple cortesía de parte de las autoridades del puerto; que, de acuerdo con los derechos soberanos de la Argentina sobre las islas Falklands, South Georgia y South Sandwich Islands (sic), la República Argentina no reconoce el declarado registro. Por lo tanto, en el futuro, el acceso a los puertos argentinos no será permitido mientras el barco mantenga ese registro".

         La noticia sorprendió a los diplomáticos británicos, por cuanto uno de los puntos clave en el acuerdo firmado el 14 de julio pasado por ambos países fue el de garantizar el libre movimiento de personas y bienes entre las islas y el continente.

Estamos al tanto de la situación y estamos tratando de clarificarla", indicó un vocero del Foreign Office.

El gobernador de las islas, Donald Lamont, dijo estar "inquieto" por la versión, pero prefirió no hacer declaraciones a la espera de mayores precisiones desde la embajada británica en Buenos Aires y desde el Foreign Office.

La embajada británica ante la Argentina no emitió comunicados al respecto, y se negó a dar a conocer sus propias opiniones sobre el incidente.

 

13     EL GOBIERNO SOLICITÓ A LONDRES UNA CITA CON BLAIR: Rodríguez Giavarini pidió al embajador Marsden que gestionara el encuentro en Davos; Di Tella se vería con Cook.

Fernando de la Rúa busca apurar el ritmo de las negociaciones con el Reino Unido por las Malvinas. Y con ese objetivo intentará reunirse, al menos durante quince minutos, con el primer ministro británico, Tony Blair.

La intención presidencial es concretar el cónclave dentro de una semana, en ocasión del Foro Económico Mundial por realizarse en Davos.

Las gestiones para concretar la cita comenzaron la semana última, cuando en una charla que Adalberto Rodríguez Giavarini mantuvo con el embajador de Gran Bretaña en Buenos Aires, William Marsden, el canciller destacó sus deseos de dialogar, en Suiza, con su par británico, Robin Cook. Pero Cook, según pudo saber anoche La Nación, todavía duda sobre su asistencia a la cumbre, por lo que se sugirió a Londres que la reunión bilateral fuera protagonizada por De la Rúa y Blair.

En la última reunión con el embajador de Gran Bretaña yo le pedí que se gestionase una reunión con Tony Blair, si estamos en Davos", contó el canciller, mientras espera la confirmación del encuentro.

La reunión ya está pedida, pero depende de las agendas de cada uno, por lo que es cierto que se gestionan pero aún no están acordadas", respondió un vocero del embajador británico ante una consulta de La Nación.

Mientras el Gobierno intenta fijar una fecha para esa eventual cita, ayer se conoció en Nueva York que la Argentina insistió ante las Naciones Unidas con los reclamos de la soberanía sobre las islas y la ratificación de la voluntad de negociar pacíficamente el diferendo. La insistencia argentina fue manifestada mediante una carta y una declaración difundida por la misión ante las Naciones Unidas a los periodistas internacionales, pero en Buenos Aires nada se dijo al respecto.

El jefe del Estado argentino y el premier británico ya se encontraron a solas, hace dos meses, en París, donde De la Rúa aseguró a Blair que su política exterior, sobre todo en lo que se refiere a las Malvinas, continuaría con la "línea fundamental" trazada por el ex canciller Guido Di Tella.

Di Tella prorrogó su viaje a las islas hasta el mes próximo, apenas se enteró de que Cook también visitaría las Malvinas, el 20, la misma fecha que eligió ahora el ex canciller.

Diplomáticos del Palacio San Martín y de la embajada británica aventuraron, al ser consultados por La Nación, que ambos hombres se encontrarán en tierra malvinense.

Di Tella y Cook, según el primero, se hicieron amigos mientras lideraron las negociaciones bilaterales, una tarea que los llevó a reunirse a solas en más de 30 ocasiones. Y acordaron el respeto de la toponimia inglesa en las islas, con el aval de diputados y senadores del PJ y la Alianza.

El asunto fue incluido en el punto cuatro del acuerdo firmado el 14 de julio último en Londres. Bajo un subtítulo que rezó "Fomento de la confianza", los dos diplomáticos estamparon sus firmas junto al párrafo donde quedó claro que "el gobierno argentino está dispuesto a analizar la cuestión de la toponimia".

Inmediatamente, el justicialista Fernando Maurette, ex presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, presentó un proyecto de ley al respecto, que cosechó los halagos de sus pares radicales y frepasistas.

Pero ese compromiso fue en algún sentido soslayado en los últimos días, luego de que el Ministerio del Interior advirtió, en Ushuaia, al velero de bandera británica y patentado en Port Stanley (PuertoArgentino) que no podría amarrar en puertos argentinos mientras no modificara su registro.

"Si Blair acepta ver a De la Rúa en Suiza, quizá se detenga en recordar el texto del acuerdo de Londres", deslizó un diplomático que participó de la redacción del entendimiento.

 

14     PESCA.- El coordinador nacional de Pesca, Juan Carlos Cabirón, dijo que el descontrol, la sobrepesca y el exceso de buques en el Mar Argentino comenzaron con la gestión del ex secretario de Agricultura, Ganadería Pesca y Alimentación y actual vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá. El funcionario adelantó, además, que continuarán las investigaciones en torno de las administraciones anteriores, que dejaron unos 200 sumarios sin tramitar, cincuenta de lo cuales ya fueron elevados a la Procuración General de la Nación.

Esos expedientes estarían relacionados con la dilación en la ejecución de sanciones y con el otorgamiento de permisos de pesca para algunas empresas que actualmente trabajan.

Por más de tres años consecutivos, el Instituto Nacional de Desarrollo Pesquero (Inidep) anunció que las capturas de merluza, principal especie económica del país, duplicaban lo biológicamente recomendable.

Pero para Cabirón, el telón empezó a bajarse mucho antes. "En 1994, comienza con Solá a descuidarse el control y se pesca mucho más de lo recomendado hasta llegar al doble", comentó el funcionario y, al cabo de una pausa, agregó: "Solá llevó una política que permitió el exceso de capacidad pesquera en el Mar Argentino", en clara alusión al acuerdo con la Unión Europea que fomentaba las sociedades mixtas.

Hasta Solá admite relativamente el hecho: "La superación de la captura máxima permisible comenzó durante mi gestión... en 1995", dijo a La Nación.

Negó, sin embargo, que eso pudiese llamarse "descontrol", dado que en esa época los permisos eran irrestrictos, es decir que los barcos no tenían límites de especies ni de volumen de capturas.

Debo admitir que yo no tenía plena conciencia del problema del caladero", reconoció Solá, al tiempo que deslizó: "Soy de reconocer mis errores y sé que no tuve los mejores consejos, aunque de no haber existido el Consejo Federal Pesquera, lo habría corregido".

Durante 1999, las cosas no mejoraron para la actividad, pues ingresó en una espiral descendente. Se produjo el desmantelamiento del equipo de inspectores a bordo y el sistema de control satelital Monpesat quedó desactivado por falta de pago.

Como corolario, la existencia de merluza tocó los índices más bajos de la historia y el Gobierno tuvo que dictar un decreto de necesidad y urgencia.

En este contexto, sólo intentar poner orden resulta una tarea titánica, aceptó Cabirón al definir que "estamos para administrar la miseria".

Transparentar los mecanismos dentro de la administración pesquera y salvar el recurso merluza fueron las órdenes explícitas del titular de la cartera de Agricultura, Antonio Berhongaray.

"Estamos a días de reactivar el Monpesat, que es un elemento fundamental para el control marítimo, al que tendrán acceso directo la Prefectura y la Armada", adelantó el funcionario y concluyó que se avanzará en la cuotificación de capturas tal cual lo ordena la ley federal de pesca sancionada allá por 1997.

 

15     REINO UNIDO ACUSO AL GOBIERNO POR MALVINAS: El gobierno de Gran Bretaña acusó a la Argentina de no respetar el acuerdo bilateral firmado hace seis meses en Londres, que propició las comunicaciones entre las islas Malvinas y el continente.

La acusación fue la respuesta del Reino Unido a la decisión aliancista de prohibir que las embarcaciones registradas en Port Stanley (Puerto Argentino) amarren en los puertos de la Argentina continental.

"La posición argentina altera el propósito de la Declaración Conjunta, firmada el 14 de julio pasado y apoyada por ambos gobiernos, para facilitar las comunicaciones entre las islas Falkland (Malvinas) y América del Sur", sostuvo el Foreign Office, mediante un comunicado oficial emitido hace dos días.

Inmediatamente, la dependencia bajo la responsabilidad del canciller Robin Cook hizo saber que el gobierno de Tony Blair "aguarda observar cómo las autoridades argentinas resuelven la situación en el contexto del acuerdo de julio".

Como única respuesta, en el Palacio San Martín sólo se desconoció la existencia de dicho texto.

La Nación intentó, aunque sin éxito, consultar ayer en reiteradas ocasiones al canciller Adalberto Rodríguez Giavarini sobre la acusación del Reino Unido que, con la diplomacia británica habitual, no se privó de cuestionar con dureza la decisión de la administración de Fernando de la Rúa.

No tenemos conocimiento de que haya un comunicado oficial del Foreign Office", fue la única respuesta del canciller, dicha a La Nación por medio del director de Prensa de la Cancillería, el diplomático de carrera Fernando Cervetto.

El funcionario admitió, a la vez, que las autoridades del Palacio San Martín sabían que la acusación del Foreign Office fue difundida aquí por la embajada de Gran Bretaña.

A su vez, el gobierno de Blair afirmó hallarse "en contacto con las autoridades argentinas".

"Confiamos en que este episodio sea resuelto en el corto plazo", deseó un vocero de la embajada británica en Buenos Aires. El portavoz dijo a La Nación que la queja fue emitida por el Foreign Office, desde donde se envió a la Argentina y a las Malvinas. En las islas, ocupó la tapa de ayer de la edición del Penguin News.

El roce diplomático comenzó con un incidente menor, ocurrido durante el último fin de semana en Ushuaia, cuando Jerome Poncet, un navegante francés y capitán del velero bautizado Golden Fleece, de bandera británica y patentado en PortStanley, fue advertido por la prefectura de que no podría volver a atracar en puertos argentinos si no cambia el registro de su embarcación. La advertencia, que llevó membrete del Ministerio del Interior, fue reiterada luego por la Cancillería, que aclaró no reconocer el registro del velero, recordando los reclamos argentinos de soberanía.

El Golden Fleece es una nave británica que luce la bandera británica. Ha visitado Ushuaia con anterioridad en más de veinte oportunidades y no entendemos por qué las autoridades argentinas ahora dicen que dicha nave no debe entrar a sus puertos en el futuro", cuestionó el Foreign Office.

A juicio del diputado frepasista Carlos Raimundi, que participó de las negociaciones que derivaron en el acuerdo firmado entre Guido Di Tella y Cook, "hay que desdramatizar este reciene conflicto, pero defendiendo la soberanía argentina".

Lo cierto es que el acuerdo de Londres fue sellado bajo la fórmula del paraguas, la figura jurídica que permite a ambos países, desde hace casi diez años, discutir diferentes cuestiones vinculadas a las islas sin perjuicio del reclamo soberano.

En el entendimiento, el gobierno argentino se manifestó dispuesto a respetar la toponimia de las islas, luego de que las dos naciones firmantes destacaran sus voluntades de favorecer las comunicaciones, como los vuelos y las visitas, entre las islas y la Argentina continental.

Casualmente, la queja se difundió un día después de que Rodríguez Giavarini divulgara la posibilidad de que De la Rúa y Blair se reúnan en Davos, en 10 días.

Antes de viajar a Suiza, y en medio del roce diplomático, el canciller intenta entrevistarse con Di Tella, su predecesor, que hizo de la cuestión Malvinas, el más ambicioso objetivo de su gestión diplomática.

 

MALVINAS: El nuevo comandante de las fuerzas británicas en las islas Malvinas, brigadier Geoff Sheldon, advirtió ayer que el Reino Unido tiene "el compromiso de no tolerar interferencia alguna" respecto de la soberanía de las Malvinas.

En diálogo con la agencia de noticias Mercopress, dijo además que sus efectivos se mantendrán "en guardia.-

 

16     APOYO A LA DECISION DE LA CANCILLERIA EN TEMA MALVINAS: El diputado nacional Eduardo Román Di Cola (PJ-Córdoba) se solidarizó con la decisión de la Cancillería de no permitir el ingreso a puertos continentales de una goleta de bandera inglesa con radicación en las islas Malvinas. "Si nuestro país diera a los barcos con asentamiento en las islas el mismo tratamiento que se brinda a toda nave de bandera extranjera, estaríamos reconociendo que la soberanía de las islas Malvinas no nos pertenece", aseguró el legislador mediante un comunicado distribuido ayer.

La reacción del legislador sobrevino al enojo de Gran Bretaña por lo sucedido, conocido ayer mediante un comunicado oficial del gobierno de ese país. En él se acusaba a la Argentina de no respetar el acuerdo bilateral firmado hace seis meses en Londres, que propició las comunicaciones entre las islas y la Argentina continental.

"La posición argentina altera el propósito de la Declaración Conjunta, firmada el 14 de julio pasado y apoyada por ambos gobiernos para facilitar las comunicaciones entre las islas Falkland (Malvinas) y América del Sur", rezaba el comunicado al que la Cancillería dijo no haber recibido oficialmente, razón por la cual se excusó de dar una respuesta.

Diputados aliancistas presentaron dos proyectos de ley que prevén la creación de la Comisión Nacional de Veteranos de Guerra, que se encargará de elaborar padrones definitivos de los ex combatientes en las islas Malvinas.

 

20     DE LA RÚA Y BLAIR YA TIENEN CITA EN DAVOS: El Presidente y el premier británico se encontrarán en una semana; antes lo harán los respectivos cancilleres.

Fernando de la Rúa jugará otra carta clave para avanzar en las negociaciones con Gran Bretaña por las Malvinas: en una semana, se reunirá a solas con el premier Tony Blair.Será la primera vez que lo haga en calidad de jefe del Estado. La cita será en Davos.

La apuesta será doble. El próximo miércoles, el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini se encontrará, también a solas, con su par británico, Robin Cook. Esta vez, el cónclave será en Estocolmo, en ocasión del Foro Internacional sobre el Holocausto.

Es la primera vez que veré personalmente a Cook, y voy con las mejores expectativas, ya que las relaciones con el Reino Unido son óptimas y, sobre todo, muy ricas", dijo Rodríguez Giavarini a La Nación.

Ambas citas fueron solicitadas hace una semana por el Gobierno, dos días antes de que Gran Bretaña acusara a la Argentina de no respetar el espíritu del acuerdo firmado en Londres, hace seis meses, por haber prohibido a las embarcaciones patentadas en Port Stanley (Puerto Argentino) amarrar en la Argentina continental.

Tras la acusación del Reino Unido, ayer llegó la aceptación de las dos reuniones: los dos cancilleres se verán en Estocolmo, De la Rúa y Blair lo harán en Davos, donde ambos participarán del Foro Económico Internacional, el viernes 28 y el sábado 29 próximos. "Uno de esos dos días será el cónclave", se afirmó oficialmente.

El tema de la soberanía es obvio, pero no será el centro de gravedad de las charlas", diferenció anoche Rodríguez Giavarini, al ser consultado por La Nación sobre la agenda bilateral.

No debe hacerse tanto hincapié en el único tema en el que tenemos divergencias", estimó luego.

De la Rúa y Blair se vieron por primera vez hace dos meses, en París, donde el Presidente aseguró al premier que continuaría la "línea fundamental" trazada por Guido Di Tella respecto de las negociaciones por las Malvinas. "Y por supuesto que así será", insistió anoche Rodríguez Giavarini.

Con todo, las charlas por realizarse la semana próxima serán sólo los dos primeros pasos para un acercamiento que parece ya encaminado:Rodríguez Giavarini volvería a visitar a Cook, en Londres, antes del próximo otoño, aseguró a La Nación un funcionario de suma confianza del jefe del Palacio San Martín, que adelantó, además, que "luego de esa visita, alguien del Foreign Office llegará a Buenos Aires".

21     VETERANOS DE GUERRA: En los últimos días han tenido difusión versiones que ponen en duda la genuina condición de veteranos de guerra de muchos a los que se les reconoce haber combatido en el conflicto de las Malvinas. Al margen de lo que a su turno indiquen las investigaciones y de las conclusiones que deriven de ellas, la lógica de esa sospecha constituye un agravio demasiado pesado para los sentimientos de nuestra ciudadanía.

Ciertas cuestiones imponen la necesidad de que no surjan dudas a su respecto; así, el cumplimiento de las obligaciones hacia la patria y los sacrificios afrontados en su nombre, por lo mismo que generan el mayor de los reconocimientos, no pueden coexistir con reticencias acerca de su veracidad.

No es difícil determinar el número exacto de los partícipes en una acción militar, pese a que pueda haber dispares criterios para definir la figura del combatiente; pero esto, que puede dar lugar a rectificaciones comprensibles, en modo alguno alcanza para justificar que los veteranos se hayan incrementado desde 14.000 en 1982 a unos 22.000 certificados hoy por el Ministerio de Defensa.

Ningún misterio es que, en lo sustancial, ese incremento se debe a una a todas luces errónea decisión administrativa de la Armada que incorporó buques y tripulaciones a su específica definición de acción de guerra, con el resultado absurdo de que al presente cuentan con más veteranos (10.321) que el Ejército (10.300), dato que está en contradicción flagrante con la conocida circunstancia de que esta última fuerza constituyó el eje de la lucha en las islas.

Tal situación entraña una defraudación a la confianza del pueblo y sobre todo a la de quienes efectivamente combatieron, así como una inmoral usurpación de honores; éstas, además de ser gravísimas fallas éticas, equivalen a irregularidades de índole concreta, pues esa certificación es la que permite acordar las pensiones y los otros beneficios con que se intenta recompensar a quienes defendieron la dignidad de la Argentina en aquellas jornadas.

Puede ser que haya habido irregularidades en el curso de los trámites que llevaron a esa inflación en las estimaciones, referidas a casos determinados y pecaminosos; no obstante, parece claro que la raíz del fenómeno son decisiones orgánicas de algunas autoridades militares, coincidentes en adherir a un concepto sobre los acontecimientos desarrollados hace 18 años en aquel archipiélago muy distinto del de la realidad y del que ha hecho carne en la mayoría de los argentinos.

No faltan quienes quieren ver en la adopción de ese criterio peculiar una impropia subordinación castrense a finalidades partidarias, o bien las consecuencias de un frívolo desmanejo, o acaso de la voluntad de conceder a miembros de las instituciones armadas la prebenda de sobresueldos en función de supuestos antecedentes bélicos. El tema es en extremo delicado y no conviene emitir juicios sobre el fondo del asunto antes de que una exhaustiva investigación -y la sanción posterior de una ley nacional- aclare las cosas; es imperioso, por lo tanto, que esa investigación se realice y que sus resultados se conozcan: sin que ello suponga el designio de entrar a saco en un mundillo de pensiones, es menester que a propósito de algo tan sensible y que tanto afecta al decoro nacional, pueda saberse pronto y fehacientemente cómo se ha procedido, de acuerdo con qué directivas y según qué línea de razonamiento.

Está en juego mucho más que algunas anomalías, abusos o falsedades; también está de por medio el deshonor que implica ofender la memoria doliente de un país, ahincada en no olvidar uno de sus trances más tristes y más significativos.

 

ANTARTIDA: Por segundo año consecutivo, la armada de la Argentina y la de Chile realizan el patrullaje naval combinado antártico, con el propósito de desarrollar durante todo el verano asistencia logística, ejercicios de búsqueda y rescate, salvataje marítimo, combate de la contaminación, control de derrames de hidrocarburos y otras afectaciones al medio ambiente.

Las maniobras son coordinadas en forma alternativa por el comandante del Area Naval Austral y jefe de la Base Naval Ushuaia, contralmirante Agustín Tebaldi, y el comandante en jefe de la Tercera Zona Naval de Chile, contralmirante Oscar Manzano Soko.

Con centros coordinadores en las bases navales de Punta Arenas y de Ushuaia, las maniobras se desarrollan con 100 efectivos aportados por la Argentina y 95 por Chile.

Además de sendos aviones, cada fuerza proporciona dos barcos -los avisos Gurruchaga y Castillo, por nuestro país, y los Leucotón y Lautaro por la nación trasandina-.

La experiencia, que se inició el 15 de noviembre último y está previsto que concluya el 1º de marzo próximo, consta de cuatro etapas, en las que se alternan las tareas de ambas fuerzas. La zona de influencia de ambas armadas, para esta experiencia, fue fijada entre los meridianos 10º Oeste a 131º Oeste y al Sur del paralelo 60º.

A la Argentina le corresponden los períodos comprendidos entre el 12 del mes último y el 12 del actual -identificado como San Martín- y entre el 4 del mes próximo y el 1º de marzo, denominado San Martín B.

A Chile le corresponde afrontar la responsabilidad de los períodos comprendidos entre el 15 de noviembre y el 12 del mes último y entre el 12 del actual y el 4 del mes próximo.

La iniciativa de combinar las actividades estivales de apoyo logístico y asistencia a las bases antárticas y a las naves en tránsito ante eventuales emergencias surgió en Valparaíso, en abril de 1998, cuando las cúpulas navales de ambas naciones firmaron un amplio acuerdo de entendimiento, por el cual se establecían nuevos pasos de confianza mutua.

Los primeros ejercicios en el área de influencia antártica se cumplieron en el verano de 1999. Tambiénse estableció la realización anual de ejercicios marítimos en aguas internacionales.

En aquella oportunidad, se acordó efectuar intercambios profesionales y profundizar la interdependencia en áreas de vinculación permanente como la Antártida.

La decisión de efectuar en forma conjunta anualmente las operaciones de asistencia al continente blanco durante el verano se basó en que se trata de la época del año en que se registra un mayor tránsito desde y hacia el continente americano.

Es por ese motivo que la flota de la patrulla naval se completa con aviones de control de tráfico marítimo.

Para esta edición, la Argentina puso a disposición una nave B-200, que tiene una autonomía de vuelo de seis horas, lo que permite cubrir una distancia de casi 3000 kilómetros. El avión chileno es de características similares.

Cabe recordar que se trata del período ideal para el recambio de dotaciones destinadas en la Antártida, así como de preferencia para los científicos interesados en desarrollar experiencias de campo sobre diversas cuestiones como biología marina, ecología y climatología.

En la segunda etapa, que concluyó hace pocos días, se visitaron las bases Gabriel de Castilla (España), Bellinghausen (Rusia), Gran Muralla (China), Artigas (Uruguay), Arctowski (Polonia) y Feraz (Brasil).

En este operativo se acordó brindar permanente asistencia al equipo de científicos que desarrolla un relevamiento hidrográfico en la isla Decepción.

Simultáneamente a la formalidad de traspasar la responsabilidad de la conducción del operativo combinado se desarrollaron actividades de adiestramiento y un ejercicio de remolque entre los avisos Gurruchaga y Lautaro, en aguas de la Caleta Fildes, ubicada en la isla 25 de Mayo.

 

ANTARTIDA: La Fuerza Aérea inició recientemente la habitual "campaña antártica de verano", que permite cumplir con el traslado de personal y de medios entre nuestro país y las bases argentinas instaladas en el continente helado.

El operativo diseñado para esta oportunidad está integrado por dos aviones Hércules C-130, con 22 tripulantes, que trasladarán un total de 220 pasajeros.

También fue embarcado en cada avión un helicóptero Bell 212, con sus 17 tripulantes.

Entre las tareas a cargo de esta misión de la Fuerza Aérea, se destaca el despliegue de 49 científicos desde la base Marambio a distintos campamentos instalados en otras regiones antárticas, como las islas Vega y Ross y Cerro Nevado.

Los científicos pasarán todo el verano instalados en carpas. La provisión de gas, el traslado de equipos y hasta el de un vehículo para transitar por la nieve se realizarán merced a la capacidad de carga de cada helicóptero, que puede tolerar hasta 500 kilogramos.

Está previsto que desde Marambio se cumpla con el recambio de científicos del Instituto Antártico Argentino, que depende de la Dirección Nacional del Antártico, de efectivos del Ejército y de la Armada, entre los destacamentos Jubany, Esperanza y Matienzo.

Este último asentamiento sólo se habilita durante la temporada estival para fines científicos.

Entre los estudios, se efectuarán relevamientos de recursos naturales (actividades de cuencas y geofísica), medio ambiente (movimiento del ozono atmosférico, química del hielo y ecología terrestre) y tareas vinculadas con la meteorología antártica.

 

MALVINAS: Rodríguez Giavarini negó que se realice oficialmente un planteo en la asamblea de Naciones Unidas

Los reclamos de soberanía sobre las islas Malvinas mantendrán, durante la gestión de Fernando de la Rúa, el mismo tenor y los mismos trámites jurídicos que escogió el ex canciller Guido Di Tella.

En los últimos días, se archivó en el Palacio San Martín la idea de presentar ante la asamblea general de las Naciones Unidas (ONU) el reclamo soberano sobre las islas, un trámite que, por decisión de Carlos Menem, se suspendió en 1989.

El ex presidente ordenó desistir de esa estrategia apenas se restablecieron las relaciones diplomáticas con Gran Bretaña, rotas en 1982, con la guerra del Atlántico Sur.

"No vamos a bajar el perfil de los reclamos frente a Gran Bretaña", aseguró el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini,.Y descartó, inmediatamente, la posibilidad de convertir el reclamo soberano en tema de debate en la asamblea general de la ONU, por realizarse en Nueva York, en septiembre próximo. "Nunca he dicho que haría eso", dijo.

De hacerlo, la Argentina endurecería la postura frente al Reino Unido, cuyo gobierno ya advirtió, durante la gestión de Di Tella, que miraría con malos ojos que desde aquí se reincidiera en la vieja práctica utilizada en tiempos de ruptura de relaciones entre ambos países. "Hay un compromiso bilateral de no apostar duro", confió a La Nación un funcionario del Palacio San Martín, estudioso del diferendo.

"No debemos hacer tanto hincapié en el único tema en el que tenemos divergencias, sino que debemos explorar otros ámbitos en los que compartimos tantas coincidencias, como el comercio", sostuvo el canciller.

Por si fuera poco, ante de asumir la presidencia, el propio De la Rúa había advertido que durante su administración no se sentiría "obligado a tirar por la borda todo lo que logró (el anterior gobierno) en materia de política exterior".

En realidad, la sugerencia de embestir con la queja ante las Naciones Unidas fue motorizada por los diplomáticos que privilegian los puntos jurídicos por sobre la trama política de las negociaciones.

Una puja interna en el Palacio San Martín que se torna explícita en las declaraciones de unos y otros.

Pero ese intento de pretendida dureza siempre tuvo la férrea oposición del canciller y de la mayoría de quienes estuvieron involucrados de plano en el comienzo de las negociaciones, que cobraron mayor velocidad durante el último año de la gestión de Carlos Menem.

Quizá por ello, una de las prácticas que seguirá en vigor, esta vez sí elegida por Di Tella, serála reiteración del reclamo argentino ante el Comité de Descolonización de la ONU.

Esa táctica, casi una tradición adoptada por el ex canciller, se repitió durante los últimos ocho años y, según adelantaron los asesores de Rodríguez Giavarini a La Nación, continuará en el futuro inmediato.

"Intentamos construir una nueva etapa de confianza con el gobierno de GranBretaña, lo que no quiere decir que, en cada paso que demos, no vayamos a destacar nuestros reclamos, pero también lo haremos con todos los hechos positivos que vayan surgiendo en este nuevo acercamiento", sintetizó el canciller ante las consultas de La Nación.

El punto de partida para ese acercamiento será en Davos, el viernes 28 y el sábado 29 del actual. En uno de esos días, el jefe del Estado argentino se entrevistará a solas con el primer ministro británico, Tony Blair, tal como adelantó ayer La Nación.

Aunque el escenario será acondicionado de antemano por el canciller, que se prepara para conocer a su par del Reino Unido, Robin Cook, en Estocolmo, dentro de cinco días.

"Debemos encontrar un paso superador que nos permita avanzar en las negociaciones", destacó el jefe de la diplomacia argentina. Y dijo con voz firme: "Debe quedar claro que nadie de este gobierno piensa en abandonar la línea fundamental" respecto de la estrategia negociadora en torno de las islas.

Se refirió, así, al respeto del rumbo por el que oportunamente Di Tella encaminó las negociaciones bilaterales. Al mismo tiempo, aunque implícito, emitió un mensaje hacia los diplomáticos que se aferran con mayor fuerza a la letra más pequeña de los textos jurídicos.

"Vamos a respetar y privilegiar las leyes y los aspectos jurídicos, pero no vamos a relegar el diálogo político", sentenció uno de los hombres con acceso directo al despacho principal del Palacio San Martín.

A la vez, la aseveración de Rodríguez Giavarini no fue más que la repetición de la promesa que el Presidente hizo, hace más de dos meses, a Blair, quien, entonces, agradeció el apoyo que la Alianza brindó a la firma del acuerdo de Londres.

"Personalmente, no tengo nada que criticar de la gestión anterior", comentó Rodríguez Giavarini al recordar a su predecesor.

Con estas convicciones y los compromisos de transitar por la senda moderada, sin nuevos riesgos, Presidente y canciller se aprestan para inaugurar otra etapa de las negociaciones, en las que el Gobierno, y consecuentemente la Alianza, asumirá, tras diez años, el papel protagónico en el diálogo con el Reino Unido.

 

NACIONES UNIDAS: “La Argentina respalda el aumento de los miembros no permanentes del Consejo de Seguridad ", afirmó ayer el embajador argentino ante las Naciones Unidas, Arnoldo Listre.

Lo hizo a diez días de que la Argentina asumiera la presidencia de ese consejo del organismo internacional y mientras se debate en Nueva York la conveniencia de reformar dicho Consejo de Seguridad.

A juicio de Listre, que dialogó con los periodistas acreditados en las Naciones Unidas, en Nueva York, "una fórmula válida" de reforma sería la de lograr la representación ante el consejo de tres países por región. Esa propuesta es compartida por México y otros países de América latina.

"No creemos que en las regiones deba haber un miembro permanente, sino un sistema rotatorio de dos o tres países por región", explicó el embajador Listre.

La Argentina ya ocupó en seis ocasiones un escaño no permanente en el Consejo de Seguridad, desde su creación, en 1945.

Cuando asuma, el mes próximo, lo hará por séptima vez y su mandato se prolongará hasta fines del año actual.

Según anunció Listre, el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini viajará a Nueva York, el 10 del mes próximo, para presidir una de las reuniones del Consejo de Seguridad. Pero la información no fue confirmada, aunque tampoco desmentida, por la Cancillería.

 

22     MALVINAS: Inminente acuerdo por un cenotafio en las Malivnas.Se erigirá en el cementerio de Darwin, donde descansan los soldados argentinos

Aún persiste la resistencia de los habitantes de las islas

La reducción del tamaño de una cruz contribuyó a acercar posiciones entre la Cancillería y el Foreign Office

Hundido en un valle ventoso y descampado, el cementerio argentino de las islas Malvinas ofrece poco. Apenas 237 cruces de madera que a duras penas conservan la pintura blanca y unas placas que se resisten a mantener su lugar.

Conscientes de semejante desolación, la cancillería argentina y la asociación que agrupa a los familiares de los caídos durante la guerra de 1982 se encuentran en intensas y avanzadas negociaciones con el Foreign Office británico para construir un monumento en el lugar donde descansan los soldados caídos en la guerra.

Ambas partes discuten por estos días la letra fina del recordatorio, uno de los puntos acordados en la declaración conjunta del 14 de julio de 1999 que restableció los vuelos entre la Argentina continental y las islas australes.

"Estamos cerca del final", se alegró un funcionario argentino que sigue el tema muy de cerca. Los deudos de los soldados lo saben y se entusiasman. Sueñan con visitar el cementerio y encontrarse con un escenario diferente del actual.

Hay, sin embargo, un inconveniente: los malvinenses. Ellos deben aprobar cualquier construcción que se haga en las islas y son muy poco dispuestos cuando se trata de intereses argentinos.

No tiene sentido que negocien con el Foreign Office, tienen que hablar con nosotros", dijo la consejera isleña Sharon Halford.

Sus palabras contienen un grave inconveniente, ya que la Argentina se niega a considerar a los isleños como parte de la disputa y sólo acepta discutir con el Reino Unido. Los malvinenses intentan sumarse como una tercera parte de las tratativas.

Más allá de los cuestiones políticas, lo cierto es que las islas tienen una oficina de planeamiento urbano que debe aceptar las obras. Halford es una de las integrantes y aseguró que no recibieron ninguna presentación de la Argentina, sólo la visita del arquitecto encargado de la obra, Carlos D'Aprile, con quien tuvieron una charla informal hace más de un año.

A diferencia de la administración anterior, la actual dirigencia de la Cancillería se resiste a mantener contactos con los isleños y ésa es la razón por la que éstos no recibieron ninguna noticia del monumento. Las negociaciones, explicaron el Palacio San Martín, son con el Foreign Office y en todo caso son ellos los que luego consultarán a los malvinenses.

Pero el entusiasmo de la Cancillería está justificado en el hecho de que está a punto de resolverse la mayor de las complicaciones que frenaban la concreción del monumento: el tamaño de la cruz.

El proyecto ganó un fuerte impulso gracias a que los familiares de los caídos argentinos aceptaron reducir en un tercio la altura de la cruz que presidiría el lugar.

Originalmente medía 12 metros, pero se redujo a 4,5 metros en los últimos planos presentados a Londres. Esto destrabó la discusión, ya que era la principal exigencia de los malvinenses, sin cuyo consentimiento es imposible avanzar.

El monumento es una iniciativa de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas que lo presupuestó en 1,5 millón de pesos. La organización, presidida por Héctor Cisneros, habilitó una cuenta en el Banco Nación para recibir donaciones.

La Cancillería no tiene pensado aportar dinero, pero funciona como obvio interlocutor con el Foreign Office.

El proyecto pretende modificar sustancialmente el cementerio. En la actualidad, las tumbas están contenidas por una cerca baja que nada puede hacer contra el gélido clima malvinense. Una cruz de aproximadamente dos metros preside la escena y aglutina a los contingentes de deudos una vez que terminaron su homenaje individual y se juntan para compartir sus penas y celebrar misa.

Los arquitectos D'Aprile y Mónica Cordero de Berraz proyectaron agregarle un monumento muy similar al cenotafio que se erige en la plaza San Martín, en la zona metropolitana de Retiro.

Diseñaron una estructura de dos paredes curvas de 28 metros cada una que cerrarán una de las alas del cementerio. Esos muros, revestidos de hormigón gris y granito patagónico, contendrán placas con los nombres de cada uno de los 649 caídos en la guerra. En el medio, una pequeña explanada servirá de acceso a la cruz, al lado de la cual habrá una ermita con la Virgen de Luján.

Esa imagen servirá para que los colores celeste y blanco tengan una presencia en el cementerio. A falta de bandera argentina, elemento que los malvinenses se resisten a admitir, la capa celeste y blanca de la Virgen actuará como sustituto.

Los arquitectos también se ilusionan con poner algunas plantas que resistan las inclemencias del tiempo y pintar nuevamente las cruces y la cerca. Los familiares pidieron mantener el blanco original.

Claro que construir en Malvinas tiene, además de los resquemores políticos, otras dificultades que complican la obra.

El clima y la distancia conspiran contra la construcción y fuerzan a imaginar soluciones ingeniosas. D'Aprile viajó a las islas a fines de 1999 para realizar estudios del suelo de las Malvinas y de la predisposición de sus habitantes.

Además de tomar muestras de la tierra sobre la que debería construir, el arquitecto se reunió con las autoridades políticas y discutió los detalles del monumento.

Las conversaciones fueron amables y los malvinenses comprendieron y respaldaron el deseo de los argentinos.

No estuvieron de acuerdo, sin embargo, en los 12 metros que medía la cruz proyectada. Argumentaron que el paisaje y la tradición de las islas desaconsejaban semejante estructura. Ese punto concentró las tratativas posteriores hasta que los argentinos aceptaron reducirla.

El asunto, una vez que los británicos aprueben el monumento, será cómo edificarlo. Las Malvinas están habitadas por poco más de 2000 habitantes y no cuentan con una industria de la construcción desarrollada.

Además, la reticencia de los isleños para recibir insumos de la Argentina dificulta la tarea. Y si a esto se le suma el viento y el frío que suelen asolar las jornadas en las islas, el trabajo aparece complicado.

Los arquitectos calculan que la obra llevaría alrededor de tres meses y que, en el período de mayor trabajo, emplearía a alrededor de 30 personas. Por ahora se entusiasman con la posibilidad de concretar esta etapa del monumento, pero ya esbozan la siguiente: una capilla para que los familiares se resguarden del frío viento malvinense.

 

23     ARGENTINA –REINO UNIDO: El Presidente, en su primera gira desde su asunción, irá hoy a Estocolmo y desde allí a Davos, Suiza, donde se reunirá con el primer ministro británico.

Fernando de la Rúa recordará el reclamo argentino de soberanía sobre las islas Malvinas al primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair. Así lo hizo saber ayer el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini, quien, a su vez, se prepara para conocer en persona al canciller Robin Cook, con quien deberá negociar el diferendo.

"Será puntualizado", aseguró Rodríguez Giavarini, cuando un periodista le preguntó si el Presidente intentará renovar el reclamo soberano ante el premier británico. Breve, la respuesta del canciller, fue contundente y pronunciada apenas cinco minutos después de una larga reunión con De la Rúa, en la Casa Rosada.

El jefe del Estado argentino, que iniciará hoy su primer periplo oficial desde que asumió, viajará primero a Estocolmo para participar de un foro internacional sobre el holocausto. Desde allí, el viernes próximo, llegará a Davos, Suiza, donde asistirá al World Economic Forum, la reunión anual que congrega a líderes políticos, económicos y empresariales de todo el mundo.

En esa pequeña villa de esquí, ese mismo viernes se entrevistará a solas con Blair. La cita fue pedida especialmente por el gobierno argentino.

"La reunión tendrá las mismas características de la hecha en París, hace más de dos meses: predominará lo social por sobre lo político, con una agenda abierta sobre temas diversos y un clima, se pretende desde ya, sumamente cordial", aventuró un asesor del canciller, consultado anoche por La Nacion. Y en ese marco, agregó la fuente, se producirá el citado reclamo.

Desde la embajada de Gran Bretaña en Buenos Aires, las premoniciones sonaron concordantes: "Los dos mandatarios se verán con agenda abierta, aunque el tiempo que compartirán no será suficiente como para que se aborde ningún tema en profundidad", se dijo. Incluso, un vocero de esa representación diplomática puso límite a las aspiraciones de más de un diplomático argentino. "Van a verse, no a reunirse", diferenció.

La idea es no malvinizar la gestión, aclaró, a su vez, el canciller Rodríguez Giavarini cuando anticipó a La Nación los inminentes contactos personales por las Malvinas.

Dos días antes de que el Presidente estreche la mano de Blair, el ministro de Relaciones Exteriores conocerá personalmente a su par británico, Robin Cook, un diplomático acostumbrado al estilo histriónico de Guido Di Tella, con quien se reunió en casi medio centenar de ocasiones.

Con los dos cónclaves por realizarse en territorio europeo, De la Rúa apuesta a apurar el ritmo de las negociaciones en torno de las islas.

En rigor, serán los dos primeros contactos oficiales desde que la Alianza asumió el Gobierno. Cuando en noviembre último De la Rúa y Blair charlaron en París, el argentino ya había sido electo en las urnas, pero el poder y las negociaciones con el Reino Unido aún estaban en manos de la administración encabezada por Carlos Menem.

Los dos cancilleres se conocerán en Estocolmo, mañana por la tarde. "Voy con las mejores expectativas, ya que las relaciones con el Reino Unido son óptimas y, sobre todo, muy ricas", comentó Rodríguez Giavarini a La Nación. Luego del mediodía de ayer, el jefe de la diplomacia argentina abordó un avión de la línea Lufthansa, con rumbo hacia la capital sueca, previa escala en Francfort.

Cinco horas después de su llegada, el ministro tendrá, finalmente, la oportunidad de retomar las negociaciones bilaterales, cuya continuidad quedó en suspenso tras el cambio de gobierno en la Argentina

"Intentamos construir un camino de confianza", sintetizó Rodríguez Giavarini mientras hacía los preparativos para su viaje.

El Presidente ya me dio instrucciones concretas", afirmó el canciller antes de abandonar la Casa Rosada. Pero evitó así explayarse sobre los lineamientos presidenciales.

"Y en ese sentido emitió, previa partida, un gesto conciliador con el Reino Unido: puso freno a la intención, alentada por varios diplomáticos con puestos clave en el Palacio San Martín, de introducir el debate sobre el diferendo de las Malvinas en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Casualmente, esa modalidad de reclamo fue relegada hasta el desuso por decisión del ex presidente Carlos Menem, en 1989, cuando Gran Bretaña y la Argentina restablecieron las relaciones diplomáticas. Y la semana última, el canciller adelantó que también se abstendría de esa acción, aunque aclaró a La Nación que "el nivel de los reclamos no bajará", para luego aclarar, una vez más, que el Gobierno respetará la "línea fundamental" escogida por Di Tella en el rumbo de las negociaciones bilaterales. Un compromiso, en realidad, asumido por el propio De la Rúa ante Blair, durante el encuentro de París.

El Presidente siempre ha sido muy cuidadoso en todas sus declaraciones (sobre las islas Malvinas) y siempre ha puntualizado, con su actitud, que las excelentes relaciones que tenemos con el Reino Unido van a continuar y se van a profundizar en la misma dirección", recordó el ministro de Relaciones Exteriores.

Inmediatamente después de adelantar que De la Rúa puntualizará el reclamo sobre las Malvinas ante Blair, Rodríguez Giavarini advirtió que junto con el diferendo habrá otros temas durante el diálogo bilateral.

Por ello, admitió luego, seguramente, la cuestión Malvinas "ocupará sólo un pequeño porcentaje" de la charla de Davos, según sus propias estimaciones.

Y luego, ante los periodistas, Rodríguez Giavarini se mostró orgulloso: "No tenemos ningún tema tabú" frente al gobierno británico, dijo, por lo que se atrevió a predecir reuniones "amplísimas", en referencia a la variedad de asuntos por abordar.

El jefe del PalacioSan Martín anticipó, la semana última, que propondrá al gobierno del Reino Unido una serie de medidas para mejorar el comercio entre ambos países.

Lo cierto es que ambos encuentros sólo marcaran el principio de la nueva etapa negociadora: antes del otoño próximo, Rodríguez Giavarini viajaría a Londres para volver a verse con Cook, según acordaron los negociadores de las segundas líneas de ambos gobiernos.

Y, semanas después, llegaría a Buenos Aires un funcionario de jerarquía del Foreign Office.

Además, del diferendo, son muchos y variados los temas que ambos gobiernos deben discutir y acordar. Por ejemplo, la pesca y la preservación de la fauna en el Atlántico Sur.

Y, si bien la agenda de las discusiones futuras ya es conocida para ambos gobiernos, Blair todavía debe conocer, de parte de De la Rúa, cuál será el nuevo estilo de negociar que aquí se pretende.

 

25     MALVINAS: Quizás el Reino Unido no se haya visto sorprendido por el reclamo de soberanía de las islas Malvinas que piensa esgrimir Fernando de la Rúa no bien pise Davos.

El mensaje apunta, más que todo, a confirmar una línea, por más que el Gobierno procure tomar distancia en varios aspectos de su antecesor inmediato.

Todo Gobierno busca eso: diferenciarse. Pero las diferencias, en este caso, dependen más de la otra parte (es decir, el gobierno del Reino Unido) que del lado argentino.

Vanos han sido hasta ahora los sucesivos pronunciamientos del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas sobre el beneficio que podría significar el tratamiento de la soberanía en sí.

Pero una parte, la más conflictiva y delicada a la vez después de la guerra de 1982, parece plantada en sus trece con tal de no mencionar siquiera un asunto tan espinoso.

El gobierno anterior dedicó buena parte de sus más de diez años de gestión, y sus principales esfuerzos frente al Reino Unido, a avanzar sobre la resolución del diferendo. Lo hizo, lentamente, hasta llegar al acuerdo de Londres, que hace seis meses permitió el regreso de los argentinos y el restablecimiento de los vuelos desde el continente a las islas.

Mientras la soberanía quedó a la sombra del paraguas, la figura jurídica que habilita, desde hace diez años, a ambos países sellar otros entendimientos bilaterales inherentes al Atlántico Sur en resguardo de los reclamos soberanos respectivos.

La Alianza, fundamentalmente los miembros de la coalición con cargos en el Gobierno, quiere agilizar los pasos rumbo a una posible resolución.

Inclusive, hay algunos funcionarios que destacaron ante La Nación que "ninguna de las futuras negociaciones se hará fuera de la ley". De esa aseveración, puede inferirse, se desprende la desconfianza que algunos aliancistas deslizan respecto de que las negociaciones de la gestión anterior pudieron transgredir el límite legal. Aunque nadie se atrevió a repetir esas dudas en voz alta. Y quizá jamás lo hagan cerca de los oídos británicos.

Por ahora, previo a la primera cita entre el presidente Fernando de la Rúa y el primer ministro Tony Blair, desde aquí sólo se buscó mostrar lo obvio: la Alianza es, ahora, el actor principal, de parte de la Argentina, en el escenario de las negociaciones, a las que, hasta hace poco más de un mes, había asistido como invitado especial.

En ningún momento el Presidente utilizará un tono reclamante, porque no es su estilo; sólo recordará el reclamo", aseveró a La Nación un asesor del Gobierno en la cuestión Malvinas.

Esa será la forma, dijo el diplomático, en que De la Rúa estrenará el traje de principal negociador ante el Reino Unido. Todo un comienzo en busca de diferencias con un sólo objetivo: un acercamiento que prenuncie algún acuerdo final.

 

26     ARGENTINA: Fernando de la Rúa decidió que la política exterior de la Argentina será rumbeada por el Presidente.

A juzgar por el momento elegido, la decisión fue más que oportuna, aunque para ello haya tenido que pagar el costo de desautorizar, en público, a su propio canciller.

Cuando aclaró el tenor que tendrá su cita con el primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, De la Rúa hizo que Adalberto Rodríguez Giavarini rebobinara sus declaraciones acerca del reclamo que, dijo, haría el jefe del Estado por los derechos argentinos sobre las islas Malvinas.

"(El reclamo) será puntualizado", había dicho el jefe de la diplomacia argentina, al teorizar sobre los tintes que podrá tener la entrevista entre los dos mandatarios.

"No será de negociación, sino de saludo", marcó el Presidente, sobre la misma cita, y aceptó, sí, que, tal vez, podrá su canciller, y no el Presidente, abordar y debatir el diferendo frente al jefe del Foreign Office, Robin Cook.

Con todo, De la Rúa desligó la responsabilidad de un planteo de cualquier tipo y de su magnitud a su ministro.

En verdad, en cualquier país con instituciones fuertes y sistemas presidencialistas o parlamentarios, la política exterior es ejecutada por el canciller. El Presidente, claro, la define.

Y así lo hizo De la Rúa. Incluso, al soslayar las pujas internas en la Cancillería, que enfrentan a diplomáticos que se aferran con fuerzas a aislados puntos jurídicos con quienes, en cambio, prefieren el entramado netamente político. Sin términos medios.

Casualmente fue por la embestida entre una y otra posición extrema que, a un mes de su asunción, De la Rúa debió sortear el primer roce diplomático con Gran Bretaña, luego de que desde el Ministerio del Interior, primero, y el Palacio San Martín, después, se prohibiera el atraco de embarcaciones patentadas en Port Stanley (Puerto Argentino) en los puertos de la Argentina continental.

Todo ello, pese al acuerdo bilateral firmado hace seis meses en Londres, que privilegió las comunicaciones con las islas, y dio argumentos al gobierno del Reino Unido para presentar su primera queja formal contra el argentino.

Por si fuera poco, y pese a las instrucciones expresas de Rodríguez Giavarini de archivar por el momento aquel roce, hubo diplomáticos que, en ausencia del Presidente y del canciller, aprovecharon para emitir dos comunicados (uno ampliando y corrigiendo al otro) para expresar "reserva de los derechos soberanos argentinos sobre las islas y espacios marítimos circundantes", a propósito de la acusación británica.

Una vez más, la puja interna no tuvo tregua. Quizá por ello, De la Rúa debió plantarse en su investidura presidencial, a sólo dos días de un esperado encuentro con Blair.

Ante él, el Presidente prometió respetar "la línea fundamental" trazada por el anterior gobierno, pese, otra vez, a la resistencia interna de diplomáticos que, entre otras cosas, cuestionan hasta la figura del paraguas, la fórmula jurídica con la que la Argentina y Gran Bretaña pueden avanzar, desde hace diez años, en discusiones y entendimientos en torno de las Malvinas sin perjuicio de los reclamos soberanos de fondo.

 

ARGENTINA – REINO UNIDO: Al referirse a su encuentro con el primer ministro británico, Tony Blair, De la Rúa minimizó lo dicho por su canciller, Adalberto Rodríguez Giavarini, sobre el supuesto reclamo soberano por Malvinas y dijo que la cita será "de saludo".

Dijo que será "de carácter general, no de negociación", con lo que contradijo al canciller; proyecto por presos de La Tablada.

El presidente Fernando de la Rúa aclaró ayer que su encuentro con el primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, no tendrá carácter de negociación en torno de las islas Malvinas, con lo que minimizó los anuncios de su propio canciller, Adalberto Rodríguez Giavarini.

Anteayer, el canciller Rodríguez Giavarini había asegurado que De la Rúa planeaba "puntualizar" el reclamo argentino de soberanía sobre las islas al premier británico, con quien se entrevistará pasado mañana, en Davos, Suiza. Pero el jefe del Estado fue más cauto que su canciller y bajó el tono de las expectativas generadas en torno del encuentro. Lo hizo unos minutos antes de partir rumbo a Estocolmo, primera escala de la gira oficial por tres países que se prolongará hasta el domingo.

De la Rúa asiste en Estocolmo al foro internacional sobre el holocausto. Pasado mañana llegará a Davos para participar del World Economic Forum.

En cambio, el Presidente dijo que la cuestión Malvinas podría ser tratada por Rodríguez Giavarini y por su par británico, Robin Cook. Los dos cancilleres se reunirán esta tarde, a las 18, en Estocolmo.

Con sus aclaraciones, el Presidente estuvo en sintonía respecto de las precisiones dadas por el gobierno británico. Anteayer, un vocero de la embajada de Gran Bretaña en Buenos Aires había advertido, luego de los anuncios del canciller Rodríguez Giavarini, que De la Rúa y Blair difícilmente pudieran abordar algún tema en profundidad, debido al escaso tiempo en que estarán juntos. "Van a verse, no a reunirse", había indicado la fuente diplomática.

 

27     ESTOCOLMO: "Existen muchos acuerdos entre el Reino Unido y la Argentina y un solo desacuerdo significativo: las Malvinas". Si bien frente a su par argentino el canciller británico, Robin Cook, llamó a las islas como lo hacen en su país, "Falklands", la frase sonó como música a los oídos de Adalberto Rodríguez Giavarini.

Es que el ministro de Relaciones Exteriores de nuestro país defiende una teoría de su autoría que indica que cuanto mejor marchen las relaciones "en general" mejor irán las específicas, puntualmente, la de Malvinas.

Rodríguez Giavarini estaba eufórico: "El clima fue bárbaro", dijo después de mantener la primera reunión con su par británico que, aunque estaba pautado como un encuentro de media hora, se extendió por cincuenta minutos. "Fue temario abierto. Los dos queríamos analizar el estado de las relaciones entre nuestras naciones", argumentó.

Apenas comenzó la charla con los periodistas que cubren esta gira, el sucesor de Guido Di Tella anunció que el 15 del mes próximo se realizará un encuentro en Nueva York entre la encargada de Asuntos del Atlántico Sur, Susana Ruiz Cerruti, y el director para las Américas del Foreign Office, Peter Westmacott.

¿Se tratará puntualmente el tema Malvinas?, preguntó La Nación al canciller argentino. "Se tratarán todos los temas del Atlántico Sur", respondió el funcionario, que luego aclaró que ello implica referirse a cuestiones como la pesca y el tratado antártico.

Rodríguez Giavarini llegó anteayer a esta ciudad que denominan la "Venecia del norte europeo" y que en esta época luce buena parte de sus canales congelados. Junto con el Presidente, con el secretario de Culto, Norberto Padilla, y otros funcionarios argentinos participan del Foro Internacional sobre el Holocausto que ayer comenzó aquí (sobre lo que se informa en la sección Exterior). De hecho, el encuentro con Cook se hizo en el edificio en el que desarrolla el congreso.

Según dijo Rodríguez Giavarini, Cook rescató los acuerdos bilaterales alcanzados y expresó los deseos de su país para mantener las relaciones como hasta ahora. Antes, había saludado brevemente al Presidente, quien se encontró con los primeros ministros de Italia, Massimo D'Alema, y de Francia, Lionel Jospin, y los cancilleres de Alemania, Gerhard Schroeder, y de Austria, Viktor Klima.

El canciller argentino destacó que la presencia de su segundo, Horacio Chighizola, fue de suma importancia ya que buena parte del diálogo estuvo referido a cuestiones de orden económico. Pese a las interpretaciones previas que se hicieron respecto de que la reunión entre los dos ministros de Relaciones Exteriores se transformaría en una suerte de adelanto del encuentro que compartirán el Presidente y el primer ministro británico en Davos, Suiza, mañana, De la Rúa fue enfático: "Mi encuentro con Blair no es para negociar, sino para saludar".

Si fuera de ese modo se repetiría una escena similar a la de noviembre último, cuando el entonces presidente electo estrechó la mano de Blair en París, donde ambos participaban del congreso de la Internacional Socialista.

De todos modos, el encuentro de ayer entre los cancilleres concluyó de un modo predecible: Rodríguez Giavarini invitó a Cook a Buenos Aires y éste le retribuyó la atención. Por ahora, ninguno de los dos puso fecha.

 

29     ARGENTINA – REINO UNIDO: SE ABRIO OTRO PARAGUAS (nota de Germán Sopeña): DAVOS.- No es que haya cambiado tanto el tiempo como para abandonar pronto el paraguas. Y tratándose de Gran Bretaña, es bien sabido que el paraguas allí no se abandona nunca, por las dudas. La naturaleza es buena consejera.

Pero ayer pudo percibirse un matiz distinto que, probablemente, brinda la primera pauta de lo que será el criterio básico de política exterior del nuevo presidente argentino.

En los días previos a la reunión con Tony Blair, Fernando de la Rúa pudo captar cuán sensible puede ser ese tema cuando se ejerce el gobierno y de qué manera la política exterior es un resorte exclusivo de la sensibilidad particular del presidente, en la Argentina como en cualquier otra democracia.

Puesta a prueba ayer, la actitud que De la Rúa asumió y asumirá en la conducción de las siempre difíciles relaciones bilaterales con el Reino Unido puede caracterizarse de la siguiente manera: a diferencia del paraguas que estableció el gobierno de Carlos Menem en su momento para poder restablecer las relaciones diplomáticas, De la Rúa hará constar, cada vez que haya un encuentro entre gobernantes, que el reclamo argentino es permanente.

Pero, a la vez, mantendrá la continuidad de una visión pragmática que apunta al largo plazo.

Se resume en estas palabras: no caer en la trampa de que la discusión por las Malvinas impida el avance en otros temas.

Tanto el Presidente como el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini brindaron a ayer a La Nación la evidencia que tiene la siguiente perspectiva de la cuestión: si se avanza en otros aspectos, a la larga se avanzará mejor, también, en la cuestión Malvinas.

Para sustentar esa política tiene un considerable dato en favor, que es la indiscutible simpatía mutua entre Blair y De la Rúa, con casi unanimidad de criterios sobre muchos aspectos de las necesidades políticas nacionales y mundiales en estos tiempos.

Sin abandonar totalmente el paraguas, De la Rúa puede, incluso, ir a Londres y llevarlo en la valija sólo por si acaso.

Su apuesta fuerte es avanzar bastante con Blair.

La reunión de ayer pareció un puntapié inicial más que favorable.

 

ARGENTINA – REINO UNIDO: Fernando de la Rúa y Tony Blair mantuvieron ayer aquí, en esta pequeña localidad alpina, lo que puede caracterizarse de una reunión muy cordial, con promesas de apoyos mutuos para luchar contra el proteccionismo y la sensación de que hay tantas coincidencias de visión entre ambos líderes que el diferendo por las Malvinas puede ser analizado desde una perspectiva diferente, sin que perturbe las óptimas relaciones que ambos gobiernos quieren mantener entre sí.

Al término del encuentro de 20 minutos -realizado en una sala privada del hotel Seehof y al que también asistieron el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini y la traductora oficial de la Casa Rosada, Ana Braun-, Blair mantuvo un diálogo aparte con este enviado de La Nación en el cual recordó que ya se había encontrado en París con De la Rúa, y calificó a la reunión de ayer como "muy positiva, en todos los aspectos", una forma diplomática y cordial de aludir implícitamente a que se habían tocado diversos temas con agenda libre.

Entre ellos, figuraba mencionar la cuestión pendiente de las islas Malvinas, pero sin que ese punto se transformara en el aspecto central de la entrevista.

Pocos minutos después, el presidente De la Rúa, siempre con Rodríguez Giavarini, mantuvo una entrevista con este enviado en la que puntualizó la exacta dimensión que dio a la referencia sobre la cuestión de las Malvinas en lo que puede vislumbrarse como el nuevo matiz que imprimirá De la Rúa a esa cuestión bilateral: mantener siempre el reclamo, pero no permitir que se transforme en el único tema en discusión ni que impida avanzar en otros terrenos, en los cuales De la Rúa espera obtener buenos resultados de las muchas coincidencias que encuentra en el pensamiento de Blair.

De la Rúa,  sostuvo que lo esencial fue mantener una reunión informal de gran cordialidad y sin una agenda de trabajo concreta, que quedará para la visita oficial que ambos se prometieron.

Blair me preguntó cómo avanzaba en mis primeros días de gobierno y yo lo consulté, a la vez, sobre sus 1000 días de gobierno, que se cumplen ahora. También le pregunté por las reformas que había hecho en la economía, sus buenos resultados, y hablamos sobre la importancia de adoptar medidas de fondo desde el primer momento.

Las conclusiones de la conversación se basaron en encontrar una gran coincidencia de visión sobre muchos aspectos y, principalmente, sobre la necesidad de combatir el proteccionismo agrícola, que perjudica a los países productores de materias primas.

Blair me expresó que él también comparte la visión de la necesidad de mercados abiertos y que apoyaría nuestros reclamos permanentes contra los mercados cerrados a nuestra producción.

“Creo que es un aliado de importancia y que nos será de gran utilidad hablar en conjunto”

El reclamo argentino por las Malvinas – según el Presidente De la Rua, Lo hizo como cree que hay que hacer siempre: con firmeza y orgullo de hacer lo que nos corresponde hacer, pero sin transformarlo en un problema central cuando no había una agenda de trabajo, porque no era una reunión oficial de trabajo.

“Creo que se puede avanzar mucho en muchos otros aspectos, y eso es lo que más ayudará a plantear también de un modo distinto y con mejores resultados la cuestión de las islas Malvinas”

Con relación a la Argentina, Blair destacó con gran énfasis la importancia de los tradicionales lazos históricos entre nuestro país y el Reino Unido y su interés por fortalecerlos más en todos los terrenos: intercambio comercial, educativo y tecnológico. Se interesó en la educación, la salud.-

"El rescate de las libertades que siempre sostuvo la perspectiva liberal con los de la Justicia y la equidad que propone la socialdemocracia", había dicho. Paralelamente, expresó con firmeza que éste era el tiempo de mantener los valores básicos y de hacer reformas en las políticas precisamente para mantener los principios esenciales.

De la Rúa y Blair dieron ayer la sensación de salir de la reunión compartiendo plenamente esa convicción.

El Ejército tendrá el primer contacto activo con militares británicos desde el conflicto de las Malvinas. El ejército del Reino Unido aceptó la invitación para conformar una expedición mixta que intentará hacer cumbre en el Aconcagua.

El grupo británico llegará a Mendoza el 14 del mes próximo. La iniciativa partió del Ejército Argentino, que buscaba idear algún tipo de acercamiento concreto con los militares británicos. Hasta el momento no se había pasado del aspecto protocolar.

 

Febrero

01     ANTARTIDA: El Clipper Adventurer quedó encerrado en una masa helada; había zarpado de Ushuaia con 176 personas; están a salvo.

Para los 105 turistas oriundos de los Estados Unidos, Brasil, Suiza, Israel y Canadá, la ansiada y costosa visita a la Antártida argentina debía ser sencillamente un viaje de placer en un crucero de lujo.

Pero la naturaleza tendió una trampa al Clipper Adventurer, el barco operado por la agencia norteamericana Tauck Tours que los transportaba: en la mañana de ayer, la nave quedó encerrada en una masa de hielo durante su aproximación a la península antártica.

No había salida posible. Si los tripulantes intentaban una maniobra para liberarse, el sistema propulsor del buque podía resultar dañado. "Una situación de la que no hay retorno, mucho menos en esos helados mares", según navegantes expertos.

El Adventurer -perteneciente a la flota de la también norteamericana empresa Clipper Cruise Line- estaba atrapado con 176 personas en el estrecho de Matha, entre las islas Belgrano y Liard, al oeste de la península.

Las coordenadas eran claras, tanto como el paisaje que los 105 pasajeros y los 71 tripulantes observaban desde la cubierta. El crucero se hallaba en medio de la nada, en pleno mar de Belinghausen, 1400 kilómetros al sur de la ciudad de Ushuaia, de donde habían zarpado el viernes último.

Al silencio que inundaba el ambiente se sumó la obligada quietud del barco. Un comienzo de jornada poco alentador. Efectivamente, acababa de despuntar el día. Y la decisión llegó rápido. "El barco podría haber intentado salir por sus propios medios. Pero la tripulación creyó que sería más seguro llamar al rompehielos", explicó a La Nación Liz McQuinn, directora de Relaciones Públicas de Clipper Cruise Line.

A las 8, el rompehielos de la Armada Argentina Almirante Irizar recibió un pedido de asistencia marítima al que no tardó en responder. El Adventurer había hecho contacto con la base norteamericana Palmer, que retransmitió el mensaje.

"El Comando de Operaciones Navales, en Puerto Belgrano, ordenó al Irizar que abandonara sus tareas de abastecimiento en la base argentina Almirante Brown y ayudara al crucero", relataron voceros de la Armada.

Al mando del capitán de navío Marcelo Genne, el buque emprendió el recorrido de 250 kilómetros que lo separaban del Clipper. Por suerte, las condiciones meteorológicas colaboraron para acelerar los tiempos de rescate.

"Aunque no es exactamente un rescate. Tenemos encargada una asistencia marítima. Pudimos ver el barco a las 17.30. Sobrevolamos en helicóptero y vimos que los pasajeros y la nave están a salvo. Sobre la medianoche iniciaremos las tareas", relató a La Nación, desde el Irizar, el capitán Genne.

El marino no pudo asegurar, en cambio, si -una vez despejado el camino- el Clipper Adventurer sería capaz de navegar solo hacia aguas limpias o necesitaría remolque.

Habían pasado las 20 y, mientras tanto, desde Estados Unidos se emitían mensajes positivos. Como para que nadie pensara en la tragedia del Titanic. "Todos están fuera de peligro. Y se cumplen las condiciones de seguridad. La nave inició estas excursiones en 1998, luego de ser remodelada ese año. Pero recorrió la Antártida desde muchos años antes, bajo el nombre de Alla Tarasova", dijo a La Nación Phil Ottirson, de Tauck Tours, con sede en Connecticut.

También McQuinn puso su cuota de esperanza. "No hay pasajeros en peligro ni daños en el buque. Y la tripulación nos informó que allí es un bonito día soleado. El hielo pronto será removido y el crucero continuará su viaje", señaló.

No merecían menos los 97 norteamericanos, los tres brasileños, los dos suizos, los dos israelíes y el canadiense que viajan en el Clipper Adventurer. El contingente había salido del puerto de Ushuaia tres noches antes con la promesa de disfrutar -como promociona la compañía en Internet- de "imágenes de hielo, mar, tierra y cielo unidas en un singular retrato de belleza espectacular".

 

2       ARGENTINA: El rompehielos argentino ARA Almirante Irizar remolcó el buque turístico con 176 ocupantes hasta aguas abiertas.

El Clipper Adventurer, de 100 metros de eslora y 16 de manga

El Clipper Adventurer había zarpado del puerto de Ushuaia, en Tierra del Fuego, el último viernes, y estaba navegando entre las islas Belgrano y Liard cuando anteayer el viento arrastró un campo de hielo marítimo hacia el estrecho donde se encontraba.

El buque quedó atrapado entre los hielos al sur del estrecho de Matha, a 1400 kilómetros al sur de Ushuaia. El capitán del crucero se comunicó con la base científica norteamericana Palmer para pedir asistencia, desde donde le avisaron al Irizar, que se encontraba poniendo balizas en la base Almirante Brown, a 250 kilómetros del sitio donde estaba el buque.

Tras diez horas de viaje, informó Genne, el rompehielos llegó hasta el sitio a las 19 de anteayer e inmediatamente su tripulación realizó una apreciación glaceológica desde un helicóptero.

A las 22.30 estaban a una milla del buque para comenzar una serie de maniobras para romper el hielo y formar una laguna. Hecho esto, el remolque viró el Clipper Adventurer proa al Norte y a las 4 de ayer empezó a remolcarlo hacia aguas libres de hielos.

La Armada Argentina aún no estableció cuánto costó el rescate, pero estimó que los gastos podrían correr por cuenta de la fuerza, ya que resultaría más provechoso el reconocimiento internacional que lo que se pueda cobrar por la asistencia prestada.

Las leyes internacionales dicen que se puede cobrar por prestar este auxilio, pero no se trataba de un buque carguero, sino de personas, así que me parece que tenemos una responsabilidad con ellos. Además, es bueno para nuestro país que ayudemos a buques de otras banderas, y en otra oportunidad nos devolverán el favor", explicaron voceros de la Armada Argentina

 

3       MALVINAS: A 18 años del fin de la guerra, un ex combatiente regresó a las islas para ver las ruinas de su campamento

Cascos oxidados, ropa militar deshecha, camillas rotas, papeles manuscritos y armas viejas. Todo a cielo abierto y bajo la acción de los intensos vientos que caracterizan la vida en las islas. Ese es el panorama que ofrecen hoy los campos de batalla en Malvinas, a 18 años del fin la guerra.

Hace 19 días cuatro argentinos, uno de ellos un ex combatiente, llegaron hasta el área en la que se desarrollaron los enfrentamientos terrestres en 1982.

Todo estaba tan igual que no podíamos creer que hubieran pasado ya casi dos décadas desde que terminó la guerra", contó Hugo Apesteguía, director del diario La Opinión, de Pergamino, que llegó por primera vez al archipiélago con un desafío: recorrer las islas de cabo a rabo en bicicleta.

Este grupo de aventureros pudo cumplir su sueño de conocer Malvinas gracias a que el 16 de octubre del año último se reanudaron los vuelos comerciales con las islas.

Para Apesteguía, como para sus compañeros de viaje, Pablo Molina, un profesor de educación física de 27 años, y Fernando Nus, de 35 y granjero, la travesía representó un reto deportivo. Para Miguel Savague, de 37, el desafío fue aún mayor. Este ex combatiente emprendió un viaje de regreso. A una tierra en la que vio morir a varios de sus compañeros y de la que salió -sin saber cómo- con vida.

Para Savague, el viaje fue otro. Carpas deshechas, refugios de piedra, cráteres de bombas, cañones todavía en pie. Según cuenta Apesteguía, el reencuentro de este ex soldado con lo que fue su campamento fue una experiencia conmovedora que se interrumpió en ciertos puntos de la recorrida por crisis de llanto.

Los hallazgos a cielo abierto, que para un explorador común podrían ser piezas de un museo de guerra, para Savague fueron fragmentos de una historia que, según dice, todavía no ha podido cerrar.

En Puerto San Carlos, a 40 kilómetros Darwin, la base militar del Regimiento 7 de Infantería de La Plata, al que perteneció, 18 años después de la guerra era tan sólo un montón de despojos.

Lo más impactante para todos fue cuando Miguel encontró la pala con la que cavó la trinchera, en la que se escondió y salvó su vida el día en que los ingleses bombardearon su campamento", cuenta Apesteguía.

Después del ataque, vino el repliegue a Puerto Argentino. Tuvieron que huir dejando todas sus pertenencias y con la única misión de salvar sus vidas. Por eso, lo que las bombas no destruyeron, quedó allí, intacto por todo este tiempo. Nadie volvió a buscarlo.

Para Savague, la guerra fueron 60 días en los que soportaron temperaturas heladas, pasaron hambre y hasta tomaron agua de los charcos.

Tenía 19 años y estaba en el servicio militar cuando explotó el conflicto bélico en las islas Malvinas. Hoy tiene una medalla de ex combatiente y vive en Venado Tuerto, en la provincia de Santa Fe. Se casó, tuvo dos hijos y puso un comercio de chapas de zinc.

Según cuenta, la historia que lo llevó a la guerra, cuando todavía era un adolescente, no tuvo un fin hasta que pudo regresar a las islas. "Ahora sí terminó la guerra para mí", confesó.

"Encontramos cosas que parecía absurdo que estuvieran ahí después de tanto tiempo. Un horno, una sartén, un libro, una cantimplora", cuenta Apesteguía.

La sorpresa del ex combatiente fue grande. Según dijo, allí estaba la cocina a la que los soldados bajaban a robar comida. "Pasábamos tanta hambre", recordó Savague.

Desde el 15 de enero último, hasta el 22, los viajeros recorrieron ese y otros campos de batalla, siempre a bordo de sus bicicletas. Caminos de ripio, que rara vez transitan los habitantes de las islas."Teníamos que andar con cuidado, porque ninguno domina el inglés y hay carteles que alertan sobre la existencia de campos minados, que jamás se desactivaron después de la guerra", relató Apesteguía.

Cuando pasaron frente a unas construcciones subterráneas de piedra, los viajeros le preguntaron si ésos eran sus refugios. "No -les contestó Savague-, eso para nosotros era casi como un hotel cinco estrellas. Nosotros (los soldados) nos refugiábamos en pozos hechos en la tierra. Ahí podíamos pasar días esperando no ser descubiertos y rogando que no nos mataran."

 

MALVINAS: En CARTA DE LECTORES Enrique Ferrer Vieyra - Presidente de la Asociación Argentina de Derecho Internacional, refiere:   "Es con profunda pena que leí las declaraciones del canciller Rodríguez Giavarini (La Nación 21-1), en las que informó que nuestro país no llevará a la Asamblea General de las Naciones Unidas el reclamo de soberanía por las islas Malvinas.

"Informaciones anteriores nos habían dado la ilusión de que la cuestión de nuestra soberanía sobre las islas sería discutida en el plenario de esa organización. El Comité de Descolonización donde se ha venido tratando en forma general el tema durante los últimos años -y se volverá a discutir en el año 2000- es un órgano de una importancia muchísimo menor.

Allí ha sido considerado el tema en los últimos años sin resultados apreciables. La "cuestión Malvinas" se resume en el problema de su soberanía. Y ésa es una cuestión esencialmente jurídica. La posición inglesa ha triunfado hasta la fecha porque ha conseguido que se discuta como una cuestión política. El mismo argumento de la autodeterminación -que parece ser por ahora el único argumento británico- es también de una naturaleza jurídica.

"La tradición argentina en materia de solución de conflictos territoriales ha sido la de recurrir a su solución mediante el derecho. Todavía no hemos recurrido al derecho en el caso de las Malvinas. ¿Cuándo continuaremos con nuestra ilustre y honrosa tradición?

"Por unos días tuvimos la impresión de que el nuevo gobierno nacional venía a innovar sobre la fracasada actitud de años anteriores. Desgraciadamente, parece que ése no es el caso."

Enrique Ferrer Vieyra - Presidente de la Asociación Argentina de Derecho Internacional.-

 

6       PESCA: La corbeta ARA Spiro disparó dos cañonazos intimidatorios, la que perseguía al buque Hou Chun 101 .-

La corbeta Spiro, de la Armada Argentina, disparó dos cañonazos y capturó ayer a un buque pesquero de bandera de Taiwan, que operaba en forma ilegal en la zona económica exclusiva.

"La Marina de Guerra ha capturado un barco pesquero extranjero que invadió la zona continental", anunció, apenas se enteró del procedimiento, el presidente Fernando de la Rúa. Lo hizo durante una conferencia de prensa ofrecida en Resistencia, Chaco, adonde realizó una visita junto con miembros de su gabinete.

La captura del buque pesquero taiwanés, bautizado Hou Chun 101, ocurrió en el mediodía de ayer, luego de casi doce horas de persecución por parte de la corbeta Spiro, que había participado de la misión argentina en el Golfo Pérsico.

Según el relato oficial de la Armada, los tripulantes de la corbeta argentina avistaron al pesquero poco antes de la medianoche de anteayer, cuando éste se hallaba navegando 2,5 millas dentro de la zona económica exclusiva, a la altura del golfo San Jorge.

"La corbeta se dispuso a identificarlo y verificar si la actividad de pesca que se encontraba realizando estaba dentro de la ley. El pesquero, de inmediato, finalizó sus tareas e inició una maniobra de escape hacia aguas internacionales, sin contestar las reiteradas llamadas que la corbeta hizo por radio para que detuviera su marcha y se confirmara su infracción", relata la Armada, en un comunicado oficial firmado por el capitán de navío Héctor Césari.

Para la captura del buque, la corbeta fue asistida por un helicóptero. "Se reiteró en varias oportunidades (al buque taiwanés) que depusiera su actitud, sin obtener respuesta por parte del Hou Chun 101, que realizó maniobras agresivas que comprometieron la integridad de los buques", informó la Armada.

El secretario de Agricultura, Antonio Berhongaray, detalló que las municiones utilizadas por la Armada fueron elaboradas con material inerte, que no podría haber ocasionado la explosión del buque.

Quince minutos después de los disparos y a casi 12 horas desde el comienzo de la persecución, el buque de Taiwan detuvo su marcha, con lo que se permitió que los efectivos navales abordaran el pesquero, que fue trasladado hasta un puerto argentino, donde se labraron las actuaciones judiciales y administrativas pertinentes.

Según Berhongaray, desde que asumió su cargo, en diciembre último, se capturaron quince buques que realizaron pesca ilegal.

 

8       ARGENTINA – REINO UNIDO: El vicepresidente, Carlos Alvarez, sería el primer integrante de la nueva administración en visitar el Reino Unido.

Si bien aún no tiene fecha, la visita del líder frepasista se realizaría en el transcurso de los próximos dos meses. Fuentes del Palacio San Martín, que colaboran en la preparación del viaje del vicepresidente, arriesgaron que éste podría concretarse a fines de mayo próximo.

El gobierno británico cursó la invitación por medio de su representante en la Argentina William Marsden.

El motivo: que Alvarez pueda observar en detalle de qué manera trabajó el gobierno de Tony Blair las reformas administrativas para modernizar el Estado.

La visita de Alvarez a Londres habría quedado definida durante el encuentro que el canciller, Adalberto Rodríguez Giavarini, mantuvo con su par británico, Robin Cook, en Estocolmo, la semana última, durante la realización del Foro Internacional sobre el Holocausto.

La cuestión también habría sido comentada luego en el Foro Económico Mundial de Davos, cuando el presidente Fernando de la Rúa se entrevistó con el primer ministro británico.

Los colaboradores de Alvarez aseguran que el viaje aún no tiene fecha y que, de hecho, las reuniones con la embajada británica todavía no se concretaron.

Si bien la cuestión de las islas Malvinas no formará parte del temario, en la Cancillería están convencidos de que la visita contribuirá a dinamizar las relaciones entre ambos países.

 

9       NACIONES UNIDAS: El canciller Adalberto Rodríguez Giavarini, en su primera recorrida por las Naciones Unidas (ONU), emitió muchas señales de continuidad: solicitó al secretario general, Kofi Annan, que siguiera buscando un diálogo con el Reino Unido por el conflicto de las islas Malvinas y dijo que la Argentina cumplirá con todos los compromisos asumidos, incluido el acuerdo de petróleo para el Atlántico Sur.

Durante la campaña para las elecciones de octubre último, los cinco integrantes de la mesa chica de la Alianza -el presidente Fernando de la Rúa, entre ellos- firmaron un comunicado de rechazo al acuerdo de petróleo que el entonces canciller Guido Di Tella había firmado con su par británico. Los expertos sostenían que el llamado conjunto a una licitación petrolera en una zona que incluye aguas en conflicto podía afectar el reclamo argentino de soberanía sobre las islas.

"Vamos a cumplir con todos los compromisos asumidos", dijo Rodríguez Giavarini tras el encuentro que mantuvo con Annan en la residencia del secretario general. El canciller -que durante la campaña no integraba los equipos de política exterior de la Alianza- agregó, sin embargo, que el acuerdo será analizado en la reunión que Susana Ruiz Cerruti, encargada del tema en la Cancillería, mantendrá la semana próxima con Peter Westmacott, el número dos del Foreign Office.

Annan tiene un mandato de la asamblea general de la ONU para incentivar el diálogo entre la Argentina y el Reino Unido, en relación con el diferendo de soberanía, recordó Rodríguez Giavarini. "Ya que una de las partes está predispuesta, queremos que la otra también se acerque a dialogar", dijo el canciller, que indicó así que el Gobierno buscará la solución por la vía de la ONU y de Annan, pero sin llevar el tema a la asamblea general sino al Comité de Descolonización, como hacía Di Tella.

El canciller ratificó que la Argentina seguirá participando en las operaciones de paz de la ONU. Y marcó una diferencia al señalar que la deuda del país con el organismo -más de 20 millones de dólares- es heredada. "Queremos regularizar la situación", dijo Rodríguez Giavarini, que elevará la semana próxima un informe a De la Rúa sobre la situación financiera de la Cancillería.

 

PESCA: MAR DEL PLATA. El buque pesquero taiwanés Hou Chun 101, capturado por una corbeta de la Marina de Guerra mientras operaba sin permiso en aguas argentinas, llegó ayer al puerto local y, con su tripulación a bordo, quedo a disposición de Prefectura Naval.

La autoridad marítima trabajaba anoche en el auto de prevención sumaria para darle intervención en el caso al juez federal de turno, Mario Arturo Robbio. El cargo contra los pescadores asiáticos sería violación de los contenidos de la ley federal de pesca. Se estima que los armadores del buque serán multados con una suma que oscila entre 1,5 y 2 millones de dólares.

Además de revisar las artes de pesca, también se certificó la calidad de las capturas. Al efecto fueron convocados especialistas del Servicio Nacional de Sanidad (Senasa).

Al respecto se conoció que no hubo hasta el momento gestión diplomática alguna de Taiwan para reclamar por el buque ni por sus marinos.

 

10     MALVINAS: En carta de lectores se publicó la siguiente:  LA CUESTIÓN MALVINAS. Señor Director:

"Tengo el agrado de dirigirme a usted en relación con una carta que le dirigiera el prestigioso jurista Enrique Ferrer Vieyra y que fue publicada el 3 del actual.

"La cuestión Malvinas ha sido considerada por la Asamblea General de las Naciones Unidas desde 1965 hasta la fecha. Cada año se produce un debate en el marco del Comité de Descolonización; sus conclusiones son motivo de tratamiento por la Cuarta Comisión de la Asamblea General y luego por el plenario de esta última. Desde 1965, la Asamblea General o los órganos que de ella dependen han respaldado reiteradamente la posición de pedir a los gobiernos de la Argentina y del Reino Unido que negocien para resolver la disputa de soberanía, tomando en cuenta los intereses de los habitantes de las islas.

"La Argentina continuará manifestando su voluntad de cumplir con las resoluciones de las Naciones Unidas, pronunciamientos que están vigentes y cuentan con el amplio apoyo internacional.

"La acción del gobierno argentino en la búsqueda de una solución a la disputa de soberanía sobre las islas Malvinas, Georgia del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes se desarrolla de acuerdo con el mandato de la Constitución Nacional y se basa en las razones históricas, jurídicas y políticas que nuestro país ha sostenido y sostiene invariablemente."

Enrique Candioti – Embajador Secretario de relaciones exteriores de la Rep. Argentina.

 

12     ANTARTIDA: Fósiles: los restos tienen alrededor de 30 millones de años y su descubrimiento deja en evidencia el retroceso de los glaciares.

Investigadores de la Universidad de Chile efectuaron un nuevo hallazgo de vestigios de bosques en la Antártida al descubrir restos fragmentados de un tronco de árbol petrificado en el área del glaciar Collins, en la isla Rey Jorge, territorio antártico chileno, 1200 kilómetros al sur de la capital trasandina.

El descubrimiento de los restos arbóreos, que alcanzan 3 metros de longitud y 300 kilos, fue realizado por un grupo de investigadores conducidos por la doctora Teresa Torres. El equipo científico participa en la trigésima sexta expedición organizada por el Instituto Antártico Chileno (Inach) en el continente blanco.

El tronco fragmentado, que podría tener unos 30 millones de años, estaba ubicado en el sector del glaciar Collins, masa helada que cubre casi el 90 por ciento de la isla.

Además del tronco, se encontraron numerosas ramas de variados tamaños, dispersas en un área extensa y cercana al glaciar.

"El descubrimiento de árboles petrificados no es una novedad desde el punto de vista científico", explicó a La Nación el doctor Sergio Archangelsky, investigador del Museo de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, al ser consultado sobre el hallazgo.

El científico agregó que ya desde comienzos de siglo se han descripto plantas fósiles y madera petrificada. "Lo que sí es importante -reveló- es que este tipo de hallazgos pone en evidencia que los glaciares se están retirando."

La doctora Torres coincide en que, en los últimos años, los cambios climáticos experimentados en el planeta producen el deshielo de los glaciares. "En la isla Rey Jorge -afirmó- el glaciar Collins retrocede año tras año, dejando al descubierto rocas que contienen restos vegetales, como troncos, ramas, hojas, frutos, polen y esporas."

Asimismo, precisó que los restos corresponden a vestigios de bosques húmedos, que tienen asociaciones vegetales con los del sur de Chile. Incluso, aseguró, araucarias, cipreses, robles, coihues y variados helechos son comunes en la isla.

Según la investigadora, las mediciones realizadas constataron que el retroceso de los hielos en la última década alcanza aproximadamente 10 metros.

En varios momentos de la vida del planeta, el Polo Sur estuvo poblado de bosques, porque en otras eras geológicas el clima llegó a ser globalmente cálido, con zonas tórridas en el ecuador.

"En la Antártida había mamíferos -explica Archangelsky-, básicamente corredores, como los caballos. Y en la Patagonia, hace 60 millones de años, teníamos una flora correspondiente a una zona muy cálida, como la zona sur de Brasil en la actualidad, que llegó a incluir hasta palmeras y mangles. Luego sobrevino un enfriamiento y los bosques tropicales se transformaron en sabanas."

Con respecto al tronco petrificado, la doctora Torres, que trabaja en el área antártica desde hace más de 20 años, consideró que se trata de uno de los de mayor importancia.

 

ARGENTINA – REINO UNIDO: Militares argentinos y británicos escalaran juntos el Aconcagua.

Por primera vez desde la Guerra de las Malvinas, un grupo de militares argentinos y británicos realizará, entre mañana y el 1º del mes próximo, un ejercicio combinado de montaña en Mendoza.

Los 17 militares, ocho argentinos y nueve ingleses, liderados por el mayor Pablo Martín Pistoni, destinado en la Brigada de Montaña VIII, y el mayor Lester Pearce, de la Real Fuerza Aérea, intentarán hacer cumbre en el Aconcagua, la cima más alta de América, a 6959 metros sobre el nivel del mar.

El contingente ascenderá por la pared norte, considerada la ruta normal de los escaladores profesionales.

El contingente argentino se completará con el mayor Luis Bordet, el teniente Enrique Andreoni, los sargentos ayudantes Fernando Roux, Roberto Cruz y Juan Carlos Romero, los sargentos Esteban Montoya y Esteban Riquelme y el cabo primero Miguel Angel Alvarez. Todos desempeñan actualmente tareas en la Compañía de Cazadores de Montaña 8.

La delegación inglesa, que llegó ayer a la Argentina, está compuesta por los mayores Paul Redwood y Richard Rawdon Smith (ejército), el capitán Ewan Duncan (fuerza aérea), el suboficial Bridgeman Glen (armada), el suboficial mayor C. A. Gaughan (ejército), el sargento Steve Scolt (fuerza aérea) y el cabo Lyall Iain (ejército).

La comisión del Reino Unido se alojará en dependencias de la Brigada de Montaña VII, en la ciudad de Mendoza, hasta mañana, cuando junto con los argentinos se trasladarán a Puente del Inca para pernoctar en la Compañía de Cazadores de Montaña 8.

En esa dependencia militar se prepararán los pertrechos y el plan de escalada del Aconcagua.

El martes próximo, el contingente militar comenzará el plan de ascensión. La expedición, si las condiciones climáticas lo permiten, se extenderá hasta el 27 del actual.

Cada uno de los integrantes de la expedición tendrá a su cargo diferentes responsabilidades. Como ejemplo, cabe mencionar que el jefe técnico será el mayor Bordet, mientras que oficiarán de guías los sargentos ayudantes Roux y Cruz.

El suboficial Glen, en su condición de médico, brindará asistencia en caso de ser necesario.

Los argentinos realizaron un plan de adiestramiento físico especial que incluyó ejercicios, resistencia aeróbica y ascensiones a los cerros Banderita Norte, Santa Elena y Penitentes.

 

MALVINAS: La armada inglesa retirará de servicio varios barcos de guerra y logísticos; buscan gastar 82 millones de dólares menos. La Royal Navy está considerando retirar del servicio activo el guardacosta británico Endurance, que opera en aguas de las islas Malvinas, ante la necesidad de emprender drásticos recortes presupuestarios en el ámbito militar.

Voceros seguros del Ministerio de Defensa británico admitieron a La Nación no haber tomado aún una decisión firme, pero confirmaron que la embarcación, que cumple funciones en el archipiélago austral, integra una larga lista de barcos de guerra cuyos servicios podrían ser suspendidos en los próximos dos años.

El guardacosta Endurance, que dejaría de servir en las islas Malvinas, fue adquirido por Gran Bretaña en Noruega, en 1991.

La nave fue bautizada con ese nombre en recuerdo de una embarcación homónima y de similares características que realizó tareas de vigilancia y de aprovisionamiento, también para la población británica instalada en las islas Malvinas, desde mediados de la década de los setenta hasta el conflicto bélico en el Atlántico Sur desatado en 1982.

Los que favorecen su retiro aseguran que la ausencia del Endurance no afectará fundamentalmente la defensa de las islas Malvinas por cuanto la presencia de una importante base militar, asistida por la Real Fuerza Aérea (RAF), en las cercanías de Puerto Argentino, garantiza que estén "más protegidas que nunca".

El gobierno laborista británico, liderado por Tony Blair, ha ordenado a la Royal Navy que realice un ahorro de 82 millones de dólares en su próximo ejercicio.

En Londres se estima que la desafectación del servicio activo del guardacosta Endurance le permitiría al Ministerio de Defensa inglés reducir sus costos en más de 3 millones de dólares.

Según el periódico The Sunday Times, que se hizo eco de la situación económica por la que atraviesan las fuerzas armadas británicas, los planificadores de la Royal Navy también habrían sugerido la "puesta en naftalina" de tres portaaviones de su flota, la nave de asalto anfibio Fearless, tres buques de guerra y una serie de barcos de asistencia y logística.

Dieciséis buques escuela y siete barcos de minado completarían la lista, que permitiría un ahorro global de 16,5 millones de dólares.

Esta no es la primera vez que el guardacosta Endurance es mencionado como una posible víctima de los avatares económicos de la armada.  Pero las dificultades experimentadas por las fuerzas armadas británicas durante la crisis de Kosovo habrían convencido a las autoridades de la necesidad de dar prioridad a los gastos dirigidos a la defensa del continente europeo.

 

16     ARGENTINA – REINO UNIDO: En la primera reunión de trabajo sobre el Atlántico Sur, la administración de Fernando de la Rúa se comprometió con el Reino Unido a que cumplirá con los acuerdos de petróleo firmados durante la gestión del ex presidente Carlos Menem, pero consignó que un llamado a licitación unilateral por parte de los isleños sería incompatible con la cooperación bilateral.

La embajadora Susana Ruiz Cerruti, designada por el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini como secretaria a cargo del Atlántico Sur, mantuvo ayer su primer encuentro con Peter Westmacott, el encargado de las Américas del Foreign Office.

"Expuse que estamos dispuestos a trabajar con una posición constructiva en materia de cooperación, pero al mismo tiempo dije que nosotros interpretamos que una licitación unilateral (de los isleños) sería incompatible" con el acuerdo firmado en 1995 con Londres, sostuvo Ruiz Cerruti.

La embajadora dijo que Westmacott había "tomado nota" del planteo, al que no quiso describir como "una protesta", ni tampoco como una "condición", aunque suene parecido.

El diplomático británico, a su vez, dijo que el Reino Unido "no había tomado ninguna decisión sobre el tema", aunque los isleños prometen avanzar en un llamado a licitación unilateral para una zona ubicada al norte del archipiélago malvinense.

De todos modos, mientras tanto, seguirán avanzando, porque resolvieron retomar los encuentros de la comisión bilateral para el asunto hidrocarburos.

Los conflictos con el Reino Unido en el Atlántico Sur son un asunto delicado para la administración De la Rúa. De hecho, oportunamente la cúpula de la alianza UCR-Frepaso, recién constituida, había prometido rechazar el acuerdo de cooperación petrolera firmado por el ex canciller Guido Di Tella en 1995.

"Vamos a respetar todos los compromisos asumidos", anticipó el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini, la semana última, cuando estuvo en Nueva York, donde presidió la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU). Al mismo tiempo, dijo que haría una evaluación general tras el encuentro que ayer mantuvo Ruiz Cerruti con Westmacott.

Para complicar más el panorama, los isleños ya anunciaron que convocarán a una nueva licitación unilateral, en aguas ubicadas al norte de las Malvinas.

Los anteriores llamados unilaterales de los isleños, que están bajo el control británico, derivaron en una serie de pozos exploratorios, pero no arrojaron un resultado muy alentador para las empresas que ganaron la licitación. Es más, algunas abandonaron la zona.

El acuerdo petrolero, sellado en 1995 entre el Reino Unido y la Argentina, creó una zona de cooperación en el Atlántico Sur, al oeste del archipiélago, que abarca tanto aguas argentinas que están fuera de la disputa como una porción de las que forman parte del litigio con Londres por la soberanía de las islas Malvinas.

La zona, según los expertos, puede ser mucho más atractiva que la que ofrecen en forma unilateral los isleños, pero la Alianza no parece dispuesta a seguir adelante con la cooperación si el gobierno de las Malvinas adopta una actitud desafiante.

En el área de cooperación, según el acuerdo que negoció la administración de Menem, los dos países llamarían a una licitación conjunta, y cada uno cobraría el 50 por ciento de las regalías, si la etapa de exploración entusiasma a las compañías lo suficiente como para seguir adelante con las perforaciones.

El reparto de las regalías constituía, según dijeron los dirigentes de la Alianza durante la campaña electoral para los comicios presidenciales de octubre último, un antecedente peligroso desde el punto de vista jurídico, porque les permite a los británicos cobrar regalías por las aguas en disputa. Ello podría significar reconocerles jurisdicción.

El gobierno laborista que representa Westmacott también heredó el acuerdo, de la anterior gestión conservadora, y dijo que, si bien no lo compartía en todos sus términos, lo respetaría. Es probable que ahora utilicen ese argumento para disipar las dudas de los aliancistas.

Westmacott fue el diplomático británico que negoció durante la gestión del canciller Di Tella el acuerdo en materia de comunicaciones, finalmente definido el año último.

Esto permitió restablecer los vínculos aéreos entre la Argentina continental y las Malvinas, merced lo cual, desde octubre de 1999, el vuelo semanal de LanChile a las islas (los sábados) hace una escala en Río Gallegos, Santa Cruz. También los isleños se avinieron al levantamiento de parte de las restricciones que pesaban desde el final de la Guerra de las Malvinas, de 1982, contra el ingreso de ciudadanos con pasaporte argentino en el archipiélago.

Ruiz Cerruti dijo, al término de la reunión con Westmacott (que se extendió durante seis horas), que la evaluación de ambas partes sobre la puesta en marcha del acuerdo de comunicaciones había sido positiva, y que el clima de la reunión de ayer aquí fue "muy cordial".

 

18     ANTARTIDA: Una expedición partirá desde Ushuaia el año próximo y recogerá desechos que serán reciclados en Buenos Aires.

Parte de la tripulación del velero 2041 se aprestaba, ayer, a bajar a tierra en el puerto marplatense

Mil toneladas de residuos que actualmente se encuentran en la base rusa Bellingshausen, en la Antártida, serán trasladadas el año próximo a la ciudad de Buenos Aires para su reciclado y desecho final.

La maniobra es parte de la denominada "Mission Antarctica" (Misión Antártida) que -encabezada por el ambientalista inglés Robert Swan y con una inversión estimada en los siete millones de dólares- pretende, por un lado, limpiar el continente blanco y, por otro, formar a jóvenes de todo el mundo y concientizarlos sobre la necesidad de tomar a la Antártida como una zona exclusivamente reservada a expediciones científicas.

El proyecto es de largo plazo; tiene su meta en el año 2041, momento en que se revisará el acuerdo internacional del que participan 44 países. "Queremos que los jóvenes de hoy, que para ese entonces tendrán entre 50 y 60 años, tengan la responsabilidad de bregar para que la Antártida sea un territorio sin dueños, libre de polución y reservado para la ciencia y la naturaleza", explicó.

Cuarenta y cuatro niños y adolescentes de entre 10 y 20 años serán testigos el año próximo de la remoción y traslado de residuos, en su mayoría restos de maquinarias, tanques con combustibles de distinto tipo, cañerías, metales y otros materiales inorgánicos.

"Missión Antarctica" tiene el apoyo privado de corporaciones multinacionales como Unilever y Phillips. Cuenta, además, con el yate 2041, cuyos 13 tripulantes -entre ellos, empleados de las empresas- responden al mando del capitán Marc Hopkins.

La embarcación, de origen inglés y adquirida con donaciones privadas, hizo escala en Mar del Plata esta semana y la próxima partirá rumbo a Ushuaia, último amarradero previo a la etapa final que tiene por destino la base rusa.

Swan está considerado como uno de los más importantes ambientalistas. Es el único hombre que llegó a pie hasta los dos polos del planeta. "Allí se puede dar la vuelta al mundo en cinco pasos", bromeó.

La experiencia que tuvo en 1986 al desembarcar en la Antártida fue la disparadora del proyecto actual. Recuerda que, tras caminar 833 millas a pie, se encontró con cambios físicos preocupantes. "Lo importante -aclaró- no era que había perdido 27 kilos por el esfuerzo; lo preocupante era que mis ojos habían cambiado de color y mi piel se caía a pedazos." Enseguida encontró la respuesta: había caminado bajo el aro más dañado de la capa de ozono.

En la Antártida hay 19 bases científicas pero, según Swan, no se hace un mantenimiento adecuado del terreno y la polución en ese punto del planeta incide sobre los cambios climáticos y el calentamiento de la tierra.

"Algunos países trabajan a conciencia, pero son muchos los que no hacen lo que deben", denunció. Ubicó a la Argentina en el primer grupo. Y sobre los restantes dijo que la conducta tiene mucho que ver con los altos costos que implica mantener la limpieza de sus bases.

Un caso de estos últimos es el ruso. Swan asegura que ese gobierno coincide con los objetivos de la expedición, "pero no tienen recursos propios" para cumplir con sus obligaciones.

"Los rusos -dijo- son más peligrosos para la comunidad de lo que lo fueron en décadas pasadas porque tienen 14 estaciones nucleares, como Chernobyl, que no pueden desarmar por razones económicas y que pueden explotar en cualquier momento."

Puso como ejemplo el problema que representa un submarino nuclear ruso. "Llevaremos una comisión para hacerlo más seguro", dijo. Pero el problema seguirá sin ser resuelto: "Hay otros 400 más por atender".

La idea de llevar a 44 jóvenes de otros tantos países con intereses geopolíticos en el continente antártico es, más que un golpe de efecto, una herramienta para que el proyecto de ver el continente sin banderas y como terreno científico pueda ser una realidad dentro de 41 años.

Tres años atrás, y en una experiencia similar con 35 adolescentes de 25 países, Swan desembarcó en la Antártida y transformó a los nuevos visitantes en embajadores de la protección del Polo Sur.

Lo curioso es que algunos de los invitados provenían de Estados enfrentados política y militarmente. "Llevamos a un israelí y a un palestino; dos sudafricanos, un negro y una blanca; un irlandés del Norte y un irlandés del Sur", ejemplificó el ambientalista. Entre ellos estaba una argentina, Florencia Marado, de Capital Federal.

En la base rusa ya hay 10 ingenieros contratados para fraccionar los residuos que el año próximo serán llevados a Buenos Aires. "Todos los materiales son reciclables o aptos para desechos", aclaró Swan para eliminar cualquier temor entre los porteños.

La etapa siguiente será seguir concientizando a los jóvenes, llevarlos a la Antártida y prepararlos para el desafío que viene: "Ellos -dijo- deben lograr que el continente blanco no tenga más banderas que las de la esperanza y el optimismo por preservar ese territorio para las generaciones futuras".

 

MALVINAS: Un guía de turismo evitó que un argentino desplegara una pequeña Bandera Nacional en el cementerio de Darwin -donde descansan los restos de los soldados caídos en la guerra de 1982- con lo que, indirectamente, abortó la posibilidad de una nueva controversia entre los isleños, el Foreign Office y el gobierno de Fernando de la Rúa.

El hecho, confirmado a DyN por el secretario de Turismo de las Malvinas, John Fowler, ocurrió el martes último, durante la visita de 370 turistas argentinos a las islas Malvinas, que habían llegado a bordo del crucero italiano Costa Alegra.

De visita en el cementerio de Darwin, el familiar de uno de los soldados muertos en la guerra del Atlántico Sur intentó poner una pequeña Bandera Argentina sobre una de las cruces.

Sin embargo, uno de los guías del contingente turístico, al percibir el intento del argentino, lo convenció para que desistiera de su actitud.

Un hecho similar generó un conflicto diplomático -en agosto último- durante el viaje del primer contingente turístico argentino a las islas después del conflicto bélico argentino-británico, cuando un joven hizo flamear una bandera en el mismo cementerio.

Fowler relativizó las versiones que hablaban de un "incidente" y ante la consulta de esta agencia explicó que el hecho se agotó cuando el guía convenció al argentino sobre la inconveniencia de desplegar la pequeña bandera.

El funcionario isleño definió como "muy buena" la visita de los turistas a bordo del buque italiano y relató parte de un encuentro con una familia de Santa Fe, sobre la cual dijo que estaba "entusiasmada" con el viaje.

De acuerdo con la agencia uruguaya Mercopress, la visita fue descripta por un funcionario policial del archipiélago como "tranquila y digna".

Sin embargo, la agencia dejó entrever pequeños problemas derivados de la falta de infraestructura en las islas.

Hasta el momento, la llegada de los turistas en el Costa Alegra habría sido una de las más numerosas.

Los problemas -dice Mercopress- se vieron aumentados por la sequía que azota Darwin y que hicieron imposible la habilitación de los sanitarios imprescindibles para tanta cantidad de gente.

 

22     ANTÁRTIDA: Hoy se celebra el Día de la Antártida.

El 22 de febrero de 1904 se instaló la primera base argentina en la Antártida, en las Islas Orcadas del Sur. Hoy, 96 años después, el titular de la Dirección Nacional del Antártico, Angel Molinari, adelantó a La Nación que se avecinan vientos de cambio y que habrá menos expediciones y se reducirá el número de bases.

El objetivo del gobierno nacional, según informó Molinari, es estar "a la altura de las grandes ciudades del mundo que ponen el acento en lo científico".

Para alcanzar este propósito, la Dirección Nacional del Antártico cuenta con un presupuesto de algo más de ocho millones de pesos.

Cuando asumí -agregó- me encontré con un montón de Antártidas, una del Ejército, otra de la Marina y otra de la provincia de Tierra del Fuego. Mi idea es que trabajemos todos por una sola Antártida, porque la dispersión de las fuerzas colisiona con una administración eficaz."

Además, informó que se intentará reducir el número de estaciones -la Argentina tiene seis permanentes- y dotarlas con tecnología de punta.

El titular del organismo aseguró que se realizarán sólo 4 o 5 expediciones por año, menos de la mitad que en la gestión anterior. "De esta manera pensamos obtener resultados científicos a corto plazo", sostuvo.

Molinari dijo estar seguro de que su nombramiento al frente de la Dirección Nacional del Antártico tiene un porqué: "Soy un hombre formado en el Derecho y sé que mi deber será lograr que la cuestión antártica se convierta en una política de Estado", aseveró. De esta manera -agregó-, "gobierne quien gobierne, nuestra posición será unívoca".

A partir de mayo próximo, la Dirección Nacional del Antártico comenzará a analizar los proyectos de quienes deseen viajar al continente blanco. "Seremos muy rigurosos con la selección; exigiremos resultados a corto plazo y las misiones serán más cortas que las que se realizaron hasta ahora", dijo Molinari.

El funcionario adelantó además que se realizará una evaluación externa de los resultados, aunque admitió que todavía se desconoce quién se encargará de dicha tarea. "Pueden ser universidades nacionales, el Conicet o la Secretaría de Ciencia y Técnica, pero no está definido", dijo.

Con motivo de la celebración del Día de la Antártida, en las primeras horas de hoy todos los integrantes de los grupos de investigación que estén en el continente blanco recibirán el saludo del ministro de Defensa, Ricardo López Murphy.

 

24     ARGENTINA – REINO UNIDO: Por primera vez desde el conflicto de 1982, un oficial del Reino Unido realiza el curso de la Escuela Superior de Guerra Aérea.

Las señales de confianza mutua entre las fuerzas armadas de la Argentina y del Reino Unido, a casi 18 años del enfrentamiento por las islas Malvinas, se reafirman en la Escuela Superior de Guerra Aérea, a la que asiste este año el mayor británico David Norman Cass, junto con representantes de Brasil, Perú, Bolivia y Estados Unidos.

Es la primera vez, desde el conflicto bélico, que un oficial británico se integra al denominado "Curso de Estado Mayor para oficiales de países amigos", de la Fuerza Aérea Argentina. Aunque no fue posible entablar un contacto directo con el oficial extranjero porque la embajada británica, mediante sus voceros, desaconsejaron un encuentro con el mayor Cass, La Nación pudo saber que habla castellano con gran fluidez y que "se ha integrado totalmente al ámbito académico".

El contingente de extranjeros que este año asiste a la mencionada escuela está compuesto, además de Cass, por el teniente coronel Eduardo Balthazar (Brasil), el comandante Jorge Luis Briceño Herrera (Perú), el mayor José Eric Santiváñez Cruz (Bolivia) y el mayor Daniel Roberto Joder (Estados Unidos).

El director de la Escuela Superior de Guerra de la Fuerza Aérea, comodoro Jorge Luis María Bergamaschi, dijo que el intercambio académico "es posible porque existen hipótesis de convergencia" entre los países. La experiencia no es novedosa, con excepción de la actual presencia del mayor Cass, ya que hace años que la citada entidad recibe a militares de otros naciones, a los que capacita para acceder a altas jerarquías en sus instituciones. Buena parte de los asistentes al curso han regresado a sus países de origen y han llegado a los más altos mandos de sus instituciones militares.

Bergamaschi explicó a La Nación que durante el año académico se alcanzan altos niveles de actualización de los conocimientos profesionales en todas las disciplinas de la aeronáutica militar. La escuela a su cargo cuenta con el reconocimiento de las leyes superior de educación universitaria, federal de educación y de reestructuración de las Fuerzas Armadas. Es el paso indispensable en la carrera hacia los altos mandos, ya que a partir del grado de capitán, para ascender, hay que asistir a los cursos.

 

29     ANTÁRTIDA: Mil toneladas de residuos que están ahora en la base rusa Bellingshausen, en la Antártida, serán trasladados el año venidero a la ciudad de Buenos Aires, para su reciclado y desecho final.

El ambientalista inglés Robert Swann es el promotor de esta empresa ecológica, que ha sido denominada "Mission Antarctica" y que invertirá unos siete millones de dólares en la limpieza del continente blanco, además de pretender la formación y concientización de los jóvenes en el sentido de reservarlo, exclusivamente, para expediciones científicas.

El proyecto es de largo plazo y su meta prevista es el año 2041, cuando se revise el acuerdo internacional antártico, en el que participan 44 países. Swann ha dicho que los responsables de esta misión quieren "que los jóvenes de hoy, que para esa época tendrán entre 50 y 60 años, tengan la responsabilidad de bregar para que la Antártida sea un territorio sin dueños, libre de polución y reservado para la ciencia y la naturaleza".

Un número considerable de niños y adolescentes entre 10 y 20 años podrá presenciar la operación que este grupo se proponerealizar, consistente en la remoción y traslado de residuos, en su mayoría restos de maquinarias, tanques con combustibles de distintos tipos, cañerías, metales y otros materiales inorgánicos.

En la Antártida hay 19 bases científicas pero, según Swann, no se hace mantenimiento adecuado en ellas. Un grupo de países, entre los cuales se encuentra el nuestro, estaría trabajando con una conciencia ecológica, pero son muchos, también según su opinión, los que no hacen lo adecuado para defender el equilibrio ambiental.

La Antártida formó parte, y en alguna medida esa situación se mantiene, de los proyectos políticos, militares y geopolíticos de países que entrevieron la posibilidad de extender al continente blanco sus clásicos conflictos y sus viejas competencias. Ese esquema está hoy en crisis, justamente a raíz de los nuevos peligros derivados del daño ecológico.

Esta misión, que busca colaborar en la limpieza de una zona de especial significación para el equilibrio del planeta, generando además una forma particular a de docencia hacia la gente joven, merece ser destacada. La idea de confiar la tarea a quienes hoy están en la edad juvenil, calculando, incluso, lo que podrán sentir y hacer cuando lleguen a la edad adulta, es una señal del criterio profundo y de largo alcance que impulsa a esta clase de empresas, en las que está implícito un hondo compromiso ético de solidaridad con las generaciones venideras.

 

Marzo

3       REINO UNIDO: La ex primera ministra conservadora británica Margaret Thatcher salió ayer  a la puerta de su casa para elogiar a quien fue más de una vez su huésped, el ex dictador Augusto Pinochet, y hasta ahora, aseguró, "blanco de una venganza política".

"El senador Pinochet fue un amigo incondicional de Gran Bretaña durante la guerra de las islas Falkland (Malvinas), y la recompensa que recibió de este gobierno (del laborista Tony Blair) fue un arresto de 16 meses", dijo Thatcher a una decena de periodistas, leyendo un escueto comunicado.

"En ese lapso, su salud se deterioró, la reputación de nuestras cortes quedó empañada y considerables sumas de dinero del erario público fueron destinadas a esta vendetta política", se quejó.

Y dijo lentamente: "De modo que, amigos de Gran Bretaña, quedan advertidos. Lo mismo puede sucederles a ustedes".

Se cree que, a raíz del caso Pinochet, muchos déspotas anglófilos del mundo han decidido no poner pie en este país en los últimos casi diecisiete meses.

La llamada Dama de Hierro admitió que el genocidio, la tortura y la conspiración para cometer torturas, los crímenes de los que se acusa al ex dictador -y gran comprador de armamentos británicos- son serios, pero sostuvo que "toda persona es inocente hasta que se pruebe lo contrario, y, de ser juzgado, su caso tendría que ventilarse en las cortes de Chile".

 

4       ARGENTINA – REINO UNIDO: El gobierno argentino solicitará al Foreign Office el plácet de Vicente Ernesto Berasategui como nuevo embajador en el Reino Unido.

Berasategui -actualmente ocupa la embajada en Dinamarca- reemplazará a Rogelio Pfirter, que regresará al país en un plazo no mayor a 45 días, afirmaron ayer a La Nación fuentes gubernamentales.

Berasategui es un embajador senior, con más de tres décadas de carrera diplomática. De sólida formación, es experto en desarme y posee una importante trayectoria como funcionario internacional.

Vicente Ernesto Berasategui será el nuevo embajador argentino en el Reino Unido.

Según explicaron ayer fuentes oficiales, el Gobierno ya realizó una consulta previa y está listo para solicitar el plácet al Foreign Office.

Los usos y costumbres diplomáticos establecen, además, que los embajadores deben regresar a sus países de origen una vez cumplidos los cinco años en el exterior, como es el caso de Pfirter.

El representante diplomático saliente regresará a Buenos Aires en un plazo no mayor a los 45 días.

Berasategui es un embajador senior o full ambassador, es decir, con más de tres décadas en la diplomacia. Su designación, explicó otra fuente oficial, es una nueva muestra de la intención del Gobierno de privilegiar el nombramiento de funcionarios de carrera.

Dueño de una sólida formación, se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y cursó el Master of Arts in International Relations and Organization en la Escuela de Servicio Internacional de la American University, de Washington.

Berasategui cuenta también con una importante trayectoria como funcionario internacional.

A principios de 1994, fue el propio Pfirter, quien por ese entonces se desempeñaba como subsecretario de Política Exterior de la Cancillería, quien lo puso en funciones como director del área de Europa Occidental.

Fue al frente de esa representación, en 1995, que le tocó expresar al entonces embajador francés, Andrés Vignal, la "gran preocupación del gobierno argentino" por la decisión de Francia de reanudar las pruebas nucleares en el Pacífico Sur.

También fue representante permanente en la sede de las Naciones Unidas, en Ginebra. Allí se desempeñó como funcionario internacional de la Comisión de Desarme durante ocho años.

En el ámbito académico, fue profesor del curso oficial de Inteligencia del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea y dictó conferencias sobre temas de la especialidad en la Escuela Superior de Guerra y el Centro de Altos Estudios del Ejército, entre otros. Su carrera diplomática fue interrumpida durante el último régimen militar.

Sólo pudo retomar sus funciones en 1984, luego del retorno de la democracia. Ese año, el Poder Ejecutivo dispuso su reincorporación en el cuerpo permanente activo del servicio exterior junto con otros ex funcionarios de distintas jerarquías, como Gregorio Jorge Dupont (hermano de Marcelo Dupont, asesinado dos años antes) y Mario Alberto Campora, sobrino del ex presidente Héctor J. Cámpora.

En el servicio exterior, Berasategui es conocido como un estudioso y un firme negociador dentro de los más estrictos usos diplomáticos; dueño, también, de una estrecha relación personal y profesional con Pfirter, lo que facilitará el traspaso de las funciones.

La designación de Berasategui se realiza en el marco de una relación con Gran Bretaña que el Gobierno argentino califica como "excelente".

Como pruebas, citan la reunión del presidente Fernando de la Rúa con el primer ministro británico, Tony Blair, durante el viaje que ambos realizaron a la cumbre de Davos, en enero último.

Pfirter es un representante de la joven generación de egresados del Instituto del Servicio Exterior, que tuvo su primer destino en América del Sur.

Llegó a Londres en 1995 luego de la partida de Mario Campora, otro diplomático de carrera que entró en colisión con la política de acercamiento a los isleños emprendida por el entonces canciller Guido Di Tella.

Pfirter fue uno de los hombres que más trabajaron para que el ex presidente Carlos Menem pudiera concretar la primera visita en 30 años de un presidente argentino a Londres. Fue en octubre de 1998.

 

REINO UNIDO: El secretario de Defensa británico, Geoffrey Hoon, llegará al país la próxima semana para reunirse con el presidente Fernando de la Rúa y con el ministro de Defensa, Ricardo López Murphy.

El funcionario del gobierno de Tony Blair arribará a la Argentina el miércoles próximo, luego de permanecer durante un día en las islas Malvinas y hacer una breve escala en Montevideo.

En su paso por el archipiélago, Hoon visitará el cementerio de Darwin, donde dejará una ofrenda floral a los argentinos caídos en el conflicto. Será la primera vez que ese acto lo realice un integrante del gabinete británico.

 

ARGENTINA: El ministro de Defensa, Ricardo López Murphy, y la plana mayor de la Armada, encabezada por el jefe del Estado Mayor de esa fuerza, almirante Joaquín Stella, participaron de la primera reunión del año del Consejo de Almirantes, paralelo al primer acto central que se realiza en la capital fueguina para homenajear la memoria del almirante Guillermo Brown.

Los funcionarios trazaron ante los miembros del principal órgano asesor de la marina los "lineamientos y orientaciones generales" de la política que instrumentarán este año la cartera de Defensa y la Armada y coincidieron en señalar que la clave de la acción naval será "mirar hacia el mar, hacia el Sur y hacia el frío".

El almirante Stella informó que el Area Naval Austral tendrá "desde ahora, mayor peso en las decisiones, para que la Base Naval Ushuaia pueda proyectarse a la actividad antártica", mientras que el ministro López Murphy le adjudicó a la región sur del país un "peso creciente" en materia de soberanía, en la defensa de los recursos naturales de la zona económica exclusiva y el patrullaje de la región antártica.

El ministro López Murphy admitió que los "problemas presupuestarios" de las Fuerzas Armadas son "significativos" porque "venimos de muchos años de severas restricciones financieras y eso, naturalmente, genera una preocupación permanente".

En ese sentido, calificó como "positiva" la ley de reestructuración militar, que prevé un incremento presupuestario gradual del 3 por ciento en cinco años en Defensa, pero señaló que "en las actuales condiciones financieras del país no puede ser instrumentada".

López Murphy explicó que la ley, aprobada por unanimidad en abril de 1998, "despertó la esperanza de contar con un presupuesto plurianual y abre camino a un proceso de modernización de las Fuerzas Armadas, pero no pudo ser instrumentada porque fue analizada y votada en un contexto económico muy diferente al de la grave crisis que soportamos en 1998-1999, que obligó al gobierno nacional y a los ejecutivos provinciales a rever sus planes y estrategias".

El ministro de Defensa descartó la posibilidad de que la ley sea derogada por el presidente Fernando de la Rúa, en cambio, estimó que "comenzará a ser aplicada una vez superada la grave emergencia presupuestaria que vivimos".

López Murphy consideró que el malestar generado en el Ejército por la objeción planteada en la Comisión de Acuerdos del Senado al pedido de ascenso de un grupo de militares se debió a que "hubo una demora significativa en el tratamiento de algunos pliegos", pero aceptó que "es la atribución constitucional" de la Cámara alta "decidir sobre los ascensos" y señaló que el Gobierno "espera la resolución" del controvertido tema.

 

8       PETROLEO: El precio del crudo en Nueva York creció ayer US$ 1,95 ante la indefinición política de la OPEP; denuncian a las petroleras en la Argentina.

El precio del barril de crudo alcanzó ayer el valor más alto de los últimos diez años en el mercado de Nueva York, y tras llegar a un máximo de 34,20 dólares por barril durante la rueda cerró en US$ 34,13.

El precio del crudo ha aumentado casi 4 dólares en menos de tres semanas después de que el 14 de febrero cerró a 30,25 dólares por barril en el mercado de Nueva York.

Los analistas explicaron la suba de ayer -es la mayor que registra este mercado desde noviembre de 1990- como una consecuencia de la división entre los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) sobre la política de producción que deben aplicar a partir del 1º de abril.

Mientras que Arabia Saudita y Venezuela, dos de los miembros más influyentes de la organización, se inclinan por un aumento de la producción para remediar la escasa oferta que registra el mercado, Irán, Argelia y Libia no consideran necesario el incremento de cuotas y se inclinan por prolongar hasta el tercer trimestre los actuales niveles de producción.

A esta situación se suma el hecho de que los analistas no descartan que, de producirse un descenso de existencias mayor que lo previsto, el precio del crudo mantenga una fuerte tendencia alcista en los próximos días, hasta que se clarifique cuál puede ser la situación futura.

En tanto, el gobierno de Estados Unidos, preocupado por el efecto de la suba del petróleo en la economía norteamericana, sigue presionando a la OPEP.

Por supuesto que deseo que bajen algo los precios. Pero los países productores deben querer eso también", declaró ayer el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, al advertir que el incremento de precios también podría perjudicar a los productores si cae la demanda.

Los precios del combustible en EE.UU. podrían alcanzar en las próximas semanas niveles récord, cercanos a US$ 1,80 por galón (3,5 litros).

Los contactos que tienen previsto mantener hoy representantes de Irán y de Arabia Saudita podrían despejar el camino para que la OPEP alcance un compromiso consensuado en la reunión que celebrará el 27 del actual en Viena.

 

MALVINAS: Por primera vez desde la Guerra de Malvinas, un funcionario del gobierno de Gran Bretaña rindió homenaje, en Darwin, a los combatientes argentinos caídos en 1982.

Geoff Hoon, titular de la cartera castrense y ex vicecanciller del Foreign Office, que arribará a Buenos Aires esta tarde, procedente de Montevideo, será, además, el primer ministro de Defensa del Reino Unido que visita oficialmente la Argentina continental.

Durante dos días, hasta ayer, el funcionario británico recorrió las islas Malvinas. Allí, en compañía del comandante de las fuerzas armadas británicas, Geoff Sheldon, depositó una ofrenda floral en el cementerio de Darwin, donde descansan los restos de los argentinos que murieron durante el combate de 1982.

Luego visitó el cementerio de San Carlos, donde rindió un homenaje similar. Esta vez, frente a las tumbas de los caídos británicos.

Antes de arribar a Buenos Aires, Hoon hará hoy una escala de horas en Montevideo, respondiendo así a un reclamo del gobierno argentino, que le advirtió que no sería bienvenido de llegar en vuelo directo desde las islas, según fuentes británicas.

Por la noche, será agasajado con una comida de honor en el Palacio San Martín, adonde asistirán, entre otros, el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini y el ministro de Defensa, Ricardo López Murphy.

Mañana, luego de un encuentro a solas con su par argentino y de una reunión con los altos mandos de las Fuerzas Armadas, Hoon será recibido por el presidente Fernando de la Rúa. Luego, almorzará en la sede de la embajada de Gran Bretaña, tras lo cual regresará a Londres.

Si bien oficialmente se informó que la agenda de temas por abordar entre Hoon y López Murphy sólo se supeditará a las relaciones entre ambas fuerzas armadas, trascendió anoche, de fuentes de ambos países, que los funcionarios analizarían las posibilidades de concretar el desminado de las Malvinas.

Para el ministro británico, los temas prioritarios del diálogo serán evaluar el cumplimiento del acuerdo bilateral firmado el 14 de julio último en Londres (el cual se concretó cuando él todavía estaba en el Foreign Office), la vigencia del ofrecimiento argentino de contribuir económicamente al desminado de las islas y arreglar los detalles de la construcción del monumento recordatorio a los caídos argentinos en Puerto Darwin.

Hoon también espera poder "explorar" algunos temas ajenos a su cartera, como la concreción de un acuerdo definitivo de pesca. "Hay un gobierno nuevo en la Argentina. Yo seré el primer ministro británico en visitarlos y obviamente es importante que podamos trabajar con ellos tan eficazmente como lo hicimos con el gobierno anterior", indicó.

Hoon, un profesor de leyes de 46 años, casado y con tres hijos, es uno de los ministros más discretos de la administración de Tony Blair, pero también uno de los que más rápido han progresado en su carrera política.

Ingresó en el gabinete tan pronto el laborismo alcanzó el poder, en 1997, como subsecretario del Ministerio de Justicia; un año más tarde fue nombrado vicecanciller del Foreign Office, y en octubre último alcanzó la cartera de Defensa al suceder a George Robertson cuando éste tomó las riendas de la OTAN.

 

16     ARGENTINA – REINO UNIDO: "Las inversiones no vienen con la marea: hay que salir a pescarlas", les dijo a los cordobeses el embajador de Gran Bretaña, William Marsden, para destacar que hoy las oportunidades de radicación las tienen que buscar las empresas, pero fundamentalmente los interesados en ser receptores de ellas.

El diplomático lo dijo para hacer presente que son importantes las condiciones que se ofrezcan a la inversión, que, en el caso de Córdoba, pronto se pondrán a prueba cuando se liciten o concesionen áreas actualmente en la esfera del Estado provincial, como el Banco de Córdoba, la empresa de energía, las rutas y los juegos de azar, que ayer tuvieron una primera aprobación en la Cámara de Diputados.

Con flemático estilo, evitó demostrar un excesivo interés en las futuras privatizaciones mediterráneas, pero ayer almorzó con el gobernador José Manuel de la Sota, ocasión en la que mostró la punta de una carta: el ente de la electricidad.

Gran Bretaña abrirá proximamente en esta ciudad el primer consulado en la Argentina, y le ha ofrecido esa representación nada menos que a Fulvio Pagani, uno de los miembros de la familia propietaria del grupo Arcor. No deja de llamar la atención la elección de un representante consular cuyas raíces se remontan al Friuli italiano.

Marsden aspira a una mayor participación de capitales británicos en Córdoba. En conversaciones con empresarios, autoridades académic as y periodistas, reparó que en los últimos tres años vinieron del Reino Unido a la Argentina inversiones por 3000 millones de dólares. De ese volumen, a Córdoba sólo llegó la compañía Q Peanuts, que se apresta a inaugurar una planta procesadora de maní confitería en Río Segundo -visitada por el embajador-, que costó 4 millones de dólares.

 

18    ANTARTIDA: Hace unos 65 millones de años, cuando finalizaba el período cretácico y los últimos dinosaurios se dormían para siempre, la Patagonia era un continente insular; es decir, enormes masas de agua invadían el territorio (la zona de Lamarque, por ejemplo), convirtiendo a la región en un sinfín de islas y mares. Pero, además, la Patagonia estaba unida a la Antártida, que a su vez se hallaba unida con Australia. Todo ese conjunto formaba la llamada provincia Weddellana.

Lo de la Antártida viene a cuento porque los mosasaurios también fueron hallados allí.

Entonces el continente blanco no tenía hielo. Era verde. Durante un imaginario paseo por allí no habríamos reconocido el terreno: la Antártida era un frondoso bosque, como es hoy la selva tucumana. Había araucarias, coníferas, helechos y se estaban expandiendo las primeras plantas con flores.

Entre toda esa vegetación vagaban dinosaurios acorazados y bípedos corredores, como los velocirraptores de la película "Jurassic Park". También había ofidios (serpientes) y mamíferos.

Los mosasaurios vivían allí, disfrutando de lo que cazaban y de las aguas del mar, que, como en un verdadero reino del revés, en la Antártida eran cálidas.

 

24     En un rápido trámite legislativo y sin discursos de por medio, la Cámara de Diputados aprobó ayer el tratado minero sellado entre la Argentina y Chile. De esta manera, el Congreso de nuestro país ratificó completamente el acuerdo binacional. Ahora sólo resta la aprobación del acuerdo en el Senado chileno y la posterior ratificación de los poderes Ejecutivos de ambos países.

Con la puesta en marcha de este tratado se prevé un monto de inversiones de aproximadamente 20.000 millones de pesos a lo largo de toda la frontera andina y la duplicación de las exportaciones de mineral de ambos países.

El tratado minero estuvo demorado durante más de dos años en los Congresos de la Argentina y de Chile, porque ambas naciones no se ponían de acuerdo en torno de una resolución definitiva de la fijación de límites en los hielos continentales de la Patagonia. Una vez que el año último fue aprobado ese acuerdo de fronteras, los legisladores de ambos países avanzaron sustancialmente.

Para la secretaria de Energía, Débora Giorgi, "tendrá un impacto directo en Chile y en la Argentina porque incrementará las inversiones, el trabajo y la tributación". También destacó que el acuerdo binacional "ayudará a mejorar la cuestión ambiental en la frontera".

 

26    MALVINAS: Gran Bretaña quiere sellar un acuerdo bilateral con la Argentina para emprender, por fin, el desminado de las islas Malvinas, una tarea en torno de la que ambos países mantuvieron, durante casi 18 años, posiciones hasta ahora irreconciliables.

La intención fue expresada hace dos días, en Londres, por el vicecanciller del Reino Unido, John Battle, cuando anunció que su país "está interesado" en realizar tareas conjuntas con la Argentina en las islas.

Creo que tenemos la necesidad de un acuerdo", dijo Battle, al referirse concretamente a las tareas de desminado que impulsan tanto el gobierno argentino como el británico, aunque con algunas variantes.

Desde el Palacio San Martín, por ejemplo, se pretende convocar a una licitación internacional conjunta entre los dos gobiernos y sin consultar, para ello, a la administración de las islas Malvinas.

En cambio, el Foreign Office anunció que realizará un estudio de factibilidad de una nueva tecnología, que permitiría detectar las minas antipersonales enterradas en el archipiélago, tarea que encararían desde aviones equipados con radares aerotransportados.

El anuncio fue hecho la semana última por el vicecanciller Battle, durante una entrevista concedida a la agencia de noticias uruguaya Mercopress.

"Cualquier nueva tencología que pueda salvar vidas debe ser evaluada", sentenció el diplomático inglés. Y agregó: "Nuestro punto de vista (el del gobierno del laborista primer ministro Tony Blair) es que vamos a trabajar juntos y apuntamos con firmeza a este estudio de factibilidad".

Además del propósito de emprender la práctica conjunta, el Reino Unido posee una segunda intención: que la Argentina cargue con los costos de que demande este demorado estudio sobre el desminado en las islas.

En realidad, el desminado conjunto fue propuesto al presidente Fernando de la Rúa, hace veinte días en la Casa Rosada, por el ministro de Defensa británico, Geoff Hoon.

Ese funcionario realizó una visita a Buenos Aires, luego de recorrer las islas Malvinas y de rendir allí un homenaje a los 237 combatientes argentinos caídos, que fueron inhumados en el isleño cementerio de Darwin.

Una vez formalizada la proposición, el gobierno aliancista sólo hizo silencio al respecto. Y ayer, ante las consultas de La Nación, se impuso la cautela.

En cambio, durante la administración anterior en el gobierno nacional, Carlos Menem había destacado, en varias ocasiones, su voluntad por encarar el desminado de las islas y de cargar con los costos que demandase ese trabajo.

Según asegura el vicecanciller británico, una disposición similar a la de Menem fue la que demostró la Alianza.

"El gobierno argentino ya ha sugerido que muy bien podría llegar a financiar el estudio (de factibilidad sobre los radares autotransportados)", aseguró Battle en Londres, al ser consultado por la prensa la semana última.

"El desarrollo de esta tecnología costará millones de libras", estimó, por su parte, sir Richard Branson, un empresario inglés propietario de catorce modelos similares a los que, de prosperar la iniciativa de este tipo por parte del Reino Unido, se utilizarían en las islas.

Allí permanecen ocultas bajo el riesgo de detonar unas 13.000 minas antipersonales y antitanques diseminadas por las tropas argentinas durante la guerra que tuvo lugar en 1982.

Retirar esas minas costaría por encima de 160 millones de libras esterlinas (más de 253 millones de dólares), según los cálculos compartidos por ambos gobiernos.

Y la utilización de los radares autotransportados no abarataría los costos, estimó sir Branson.

"El costo económico de los miles de hombres golpeando en áreas donde no hay minas es casi tan caro como los millones que requiere esta tecnología", dijo el empresario.

"No habíamos escuchado, hasta ahora, nada sobre ese estudio", aseguró, con llamativo tono de sorpresa, un allegado al canciller Adalberto Rodríguez Giavarini al ser consultado por La Nación.

En verdad, fueron mayoría los diplomáticos argentinos que prefirieron abstenerse de opinar sobre los dichos del colega británico.

Al mismo tiempo, fueron los funcionarios locales los que se inclinaron, nuevamente, por la alternativa de concretar el desminado en forma conjunta, pero mediante una empresa adjudicataria que resultaría la ganadora luego de una convocatoria internacional.

Más allá de la cuestión formal logística, el deseo del gobierno de Tony Blair está decididamente impregnado de un contenido político importantísimo.

Sucede que el derecho humanitario internacional contempla que tareas como la del desminado deben ser practicadas por los gobiernos soberanos.

Y es precisamente la disputa por la soberanía de las islas Malvinas el centro del diferendo que separa a la Argentina y al Reino Unido desde hace más de un siglo.

 

27     MALVINAS: El comandante de las fuerzas británicas durante la Guerra de Malvinas, brigadier general Julian Thompson, admitió haber cometido graves errores durante una de las más sangrientas batallas del conflicto, del que pronto se cumplirán 18 años.

Thompson se responsabilizó por el alto número de víctimas británicas durante la batalla de Goose Green, y en particular por uno de los episodios más dolorosos entre sus filas: la muerte del coronel "H" Jones, único oficial que recibió la más alta condecoración británica, la Victoria Cross, en forma póstuma.

Durante un programa televisivo dedicado a grandes errores militares de la historia que emitirá esta semana el canal semiprivado Channel Four, el ahora retirado general confiesa sentirse "profundamente arrepentido" por no haber enviado dos unidades a atacar la posición argentina en lugar de dejar sólo al 2do. batallón del regimiento de paracaidistas, liderado por el coronel Jones.

También concede que, como lo había pedido Jones antes de la batalla, debería haber apoyado a ese batallón con varios tanques livianos Scorpion y Scimitar. Un tercer error habría sido no mover el cuartel general de las fuerzas a Goose Green de modo de tomar personalmente el control de la batalla. "La consecuencia de todo esto es que la batalla fue más larga y causó más víctimas británicas", indicó.

Jones, de 42 años, llevó a sus 450 hombres hacia la ofensiva recibiendo un disparo en el cuello al treparse a una trinchera enemiga.

La viuda de Jones, Sara, aplaudió el mea culpa del general, calificándolo como el gesto de "un hombre con un corazón enorme, honesto y genuino en sus acciones. A nadie le sirve estar pensando qué hubiera ocurrido en otras circunstancias. Julian hizo lo que creía que era correcto en su momento y eso es lo importante", indicó.

Thompson dio la cara por el incidente, pero lo cierto es que no toda la culpa descansa sobre sus hombros.

Informes de inteligencia habían indicado que las fuerzas argentinas en Goose Green no superaban dos centenares cuando, en realidad, eran más de 1150. Además, él mismo se había opuesto a emprender la tarea en un principio, pero tuvo que claudicar ante órdenes recibidas desde Londres, donde el gobierno de Margaret Thatcher estaba sediento de tener "una victoria capaz de establecer dominación física y moral sobre el enemigo".

"Yo estuve en desacuerdo con la idea, pero al haber aceptado hacerlo, ahora los errores son todos de mi responsabilidad", sostuvo Thompson.

 

29     PETROLEO: La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) anunciará un aumento en su producción de 1,7 millón de barriles por día y dejará espacio para la cuota de Irán, pese a que ese miembro del cartel se ha rehusado a respaldar el acuerdo pergeñado anoche.

Así lo anticipó a la agencia Reuters un delegado de la OPEP en la madrugada de hoy en Viena (Austria), sede de la organización y de su cumbre actual. El pacto reestablece los controles a la producción que se impusieron el año último y aumentará sólo en un poco más del 7 por ciento la producción del cartel, según informó Reuters.

El valor del barril de crudo había registrado ayer una nueva baja en el mercado de Nueva York, a la espera de resultados claros de la reunión de Viena. El precio de los contratos futuros por mayor del crudo WTI, que es el referente en Estados Unidos, terminó con una baja de 0,70 dólar hasta los 27,09 dólares por barril.

El lunes último, el barril había bajado 0,23 dólar. Poco a poco se aleja de los más de 30 dólares por barril que alcanzó hace unas semanas y despertó la preocupación de los países industrializados, especialmente Estados Unidos.

Un vocero de la OPEP, que reúne a los países mayores productores de petróleo, informó que Irán se opuso al incremento de la producción, en contraposición con la postura sostenida por el resto de los Estados miembros. No obstante, Arabia Saudita decidió, de manera unilateral, aumentar en un 7 por ciento su producción diaria.

El suspenso dominó ayer, por segundo día consecutivo, a los mercados petroleros internacionales. Mientras los 11 ministros del influyente cartel petrolero seguían encerrados en el cuartel general vienés de la OPEP, la mayoría de los analistas apostaba en favor de un incremento significativo en la producción del crudo por parte del organismo.

El problema mayor para los países consumidores es que muy probablemente la OPEP, en caso de aprobar el incremento productivo, sólo se sentirá en su oferta a fines de junio, mes en el cual habría una segunda reunión oficial de los grandes "señores" del crudo, según fuentes del sector. En ese momento el tema candente de la producción volvería a foja cero.

El telón de fondo de la reunión de ayer -tras la fracasada del lunes- fue una declaración del presidente estadounidense, Bill Clinton, que desde Washington habló de "señales alentadoras" del frente de la OPEP y de los países no miembros (como México, Noruega y Omán). La OPEP se dividió entre "palomas" (Arabia Saudita, Venezuela y Kuwait), en favor de subir la producción, y "halcones" (Argelia, Libia y, sobre todo, Irán), contrarios al incremento.

 

30     PESCA: Se establecerán cupos para la captura de la merluza- Ante estas medidas que afectarán al sector, Berhongaray ordenó iniciar urgentemente negociaciones para formar una comisión interministerial. La idea es otorgar subsidios directos para contener los efectos sociales que provocará la fijación de cupos. "Tenemos un problema gravísimo y estamos elaborando un proyecto sobre cómo actuar durante el resto del año", dijo a La Nación Juan Carlos Cabirón, actual responsable de la Dirección de Pesca.

Nadie niega este argumento: el mar no se depredó solo. Algunos sectores le echan la culpa a la flota extranjera. Otros, a los funcionarios argentinos que permitieron desbordes en la capacidad de pesca instalada. Al respecto, existen tres denuncias penales, una de ellas impulsada por Berhongaray. Pero, también, hay quienes que, como la Multisectorial, formada por los gremios y empresas marplatenses, adjudican la responsabilidad a los buques congeladores -grandes factorías que procesan el pescado en el mar.

La opinión generalizada del sector, compartida tácitamente por algunos funcionarios, es que existe un sobredimensionamiento de la flota. De todos modos, reducirla requeriría medidas políticas excepcionales, dado que las empresas extranjeras cuentan con derechos adquiridos para pescar.

 

31     PESCA: Piden el retiro de los barcos extranjeros

"Los acuerdos con la Comunidad Económica Europea (hoy Unión Europea) son de otra época en la que el caladero tenía exceso de recursos; hoy hay que tomar la decisión política de que esos buques vuelvan a sus puertos", reclamó ayer el secretario general de la delegación local de la Confederación General del Trabajo (CGT), Daniel Rodríguez.

La inminente decisión del gobierno nacional de limitar la captura de merluza para evitar su desaparición "es empujarnos al conflicto", dijo Rodríguez. "Si las autoridades nacionales buscan el enfrentamiento, nos pondremos a la cabeza del reclamo y veremos de qué manera reaccionamos".

La veda que regirá desde el 18 de abril, según Rodríguez, significará que unos 12.000 trabajadores del puerto y la pesca se queden sin ingresos y decenas de empresas procesadoras den un paso más hacia el quebranto.

Por su parte, el secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Antonio Berhongaray, anunció que no se decidió cerrar el caladero sino que será administrado "con paradas biológicas", y afirmó que se revisarán todos los permisos de pesca otorgados en los últimos años para evitar la sobreexplotación de la merluza.

El funcionario precisó que "solamente quedan unas 50.000 toneladas de merluza hubbsi para todo el año y para todas las provincias".

Entonces, "si se están pescando 500 toneladas por día, esto nos daría unos 100 días más de pesca y se acabará, cuando están faltando nueve meses para que termime el año".

Asimismo, el titular del Sindicato Obrero Marítimo Unido (SOMU), Juan Novero, reclamó para los buques marplatenses la autorización para capturar langostino.

Precisamente los tangoneros, embarcaciones que pescan esta variedad de mariscos, están acusados de influir en el colapso de la merluza. "Cuando pescan langostino -explicó Novero- también levantan toneladas de merluza juvenil, que mueren y cortan el circuito reproductivo."

"Tenemos estadísticas de la FAO que afirman que la flota congeladora extranjera captura 50.000 toneladas de merluza por año dentro de la zona exclusiva", acotó Cánepa.

 

Abril

1       REINO UNIDO: John Battle, vicecanciller británico, aseguró en su país que la Argentina cumple con voluntad el acuerdo.

Gran Bretaña elogió al gobierno de Fernando de la Rúa por acatar y cumplir con la letra del acuerdo bilateral firmado hace poco más de ocho meses en Londres.

"Hay un buen intercambio de información, comunicaciones apropiadas y diálogo", sintetizó el vicecanciller británico, John Battle.

No es el primer reconocimiento que el diplomático inglés hace al jefe del Estado argentino. La semana última, Battle había aseverado que se volvió "necesario" sellar un nuevo acuerdo con la Argentina para emprender, por fin, el desminado de las islas Malvinas, una tarea pendiente desde hace 18 años y que generaba en ambos países posiciones difíciles de conciliar.

El diplomático del Foreign Office destacó, en Londres, su satisfacción por la voluntad con que la Argentina "cumple con su parte del acuerdo", firmado el 14 de julio último en Londres.

En sus palabras, Battle puso especial énfasis en la disposición argentina para combatir la pesca furtiva en aguas del Atlántico Sur. "Se trata de buenas noticias", dijo.

La coordinación contra la pesca ilegal y la profundización de las comunicaciones fueron dos de las cuestiones acordadas en el entendimiento bilateral de Londres.

En realidad, Batlle agradeció la batalla entablada por la Armada Argentina en contra de los barcos ilegales en cercanías de las Malvinas. Y recordó especialmente la captura, el 5 de febrero último, de un pesquero taiwanés que operaba en la zona económica exclusiva. En esa oportunidad, la corbeta Spiro disparó dos cañonazos contra el buque y, tras una persecución que se prolongó por doce horas, detuvo al capitán de la embarcación y a sus tripulantes.

Casualmente, otro pesquero taiwanés fue detenido hace una semana, por parte de patrullas malvinenses. Por ello, el diplomático inglés destacó las acciones conjuntas y, en especial, las argentinas.

La pesca es uno de los pilares más sólidos de la economía isleña. Por esta razón, malvinenses y británicos (que destinan una importante suma anual de su presupuesto a la administración de las islas) cuidan con sumo empeño los recursos ictícolas.

Las palabras de Battle sonaron melodiosas a los oídos de quienes transitan el Palacio San Martín. "Las consideraciones del vicecanciller inglés ayudan al afianzamiento de las relaciones bilaterales", evaluó un diplomático con acceso al despacho del canciller.

El diplomático llegó al Foreign Office hace nueve meses y, desde entonces, no se caracterizó por los halagos públicos. Pero luego de su primer viaje protocolar a la Argentina, en diciembre último, sus dichos elogiosos comenzaron a hacer blanco en el Gobierno. Este hombre, que entre sus pares ingleses se ganó el mote de "conciliador", es quien debe negociar, en nombre del Reino Unido, el diferendo por las islas frente a la Argentina.

 

2       EX COMBATIENTES: Proponen una ley que equipare las pensiones.- El diputado Raimundi denunció que existen grandes diferencias en los beneficios que cobran los veteranos, según las regiones.

Cuando hoy se cumplen dieciocho años desde la Guerra de las Malvinas, los ahora veteranos podrán articularse, por primera vez, en una comisión nacional única para reclamar al Estado pensiones iguales para todos, más allá de los rangos ganados antes o durante el enfrentamiento bélico. Lo harán de prosperar en el Congreso un proyecto de ley del diputado frepasista Carlos Raimundi.

"La idea es que los ex combatientes y sus familiares sean destinatarios de una pensión fija por el mismo monto, cualquiera sea el lugar donde vivan, tras articularse como una especie de parte que recibe, como lo hacen las provincias, una coparticipación de la recaudación del Estado. Es decir, que se agrupen en una comisión desde donde presentar sus reclamos a los gobernantes", explicó Raimundi a La Nación.

Mediante su proyecto de ley, el diputado bonaerense propone la creación de una comisión nacional del veterano de guerra, que dependería del Ministerio del Interior y estaría conformada por funcionarios del gobierno central, por ex combatientes y, eventualmente, por algún legislador.

En realidad, la idea que alientan otros legisladores del oficialismo es sumar a esa comisión por conformar un representante de cada uno de los ministerios, en procura de lograr beneficios como vivienda y planes sociales especiales para quienes combatieron en las Malvinas.

"Hay actualmente una erogación que financia a los veteranos y sus familias, pero que también beneficia a gente sin méritos y a ex amigos del menemismo", aseguró Raimundi.

La acusación fue hecha a propósito de la reciente intervención, dispuesta por el ministro del Interior, Federico Storani, de la comisión de ex combatientes de Malvinas, que, durante los últimos cinco años de la administración de Carlos Menem, vio duplicarse la cantidad de soldados que pelearon durante 1982.

Hacia fines de 1994, fueron 12.000 los ex combatientes contabilizados por la entidad que tiene como presidente honorario al ex líder carapintada Mohamed Alí Seineldín, detenido en el penal del Campo de Mayo con reclusión perpetua tras la rebelión del 3 de diciembre de 1990. Pero, luego, esos mismos veteranos se convirtieron, llamativamente, en 24.000.

Sin embargo, según los documentos recopilados por la Alianza, son 1009 los ex soldados que fueron destinados a las Malvinas. Y la cifra pasaría apenas a 14.000, si se cuenta a militares de alto rango y a civiles voluntarios.

Según los datos brindados por la intervención en el PAMI a legisladores aliancistas, más de 40.000 beneficiarios gozan de los servicios de esa obra social, por haber estado vinculados directa o indirectamente con el conflicto bélico con Gran Bretaña.

Una vez sancionada la ley de veteranos, que lleva el número 23.109, los beneficiarios de las pensiones de guerra son todos aquellos soldados conscriptos de las Fuerzas Armadas y los suboficiales y oficiales de esas mismas fuerzas, de la Prefectura Naval y de la Gendarmería Nacional que fueron destinados a las islas o que participaron en el combate, entre el 2 de abril y el 10 de junio de 1982.

Merced a esa ley, los ex combatientes reciben mensualmente una pensión que se vuelve disímil y, muchas veces, irrisoria, según los territorios.

Por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires, donde viven 4500 veteranos, cada uno de ellos se beneficia con 300 pesos mensuales.

Pero en el Chaco, donde los residentes son 907, y en Formosa, donde se registraron 47, los ex combatientes perciben sólo 80 pesos por mes.

En Tierra del Fuego, en cambio, residen 29 ex soldados que reciben una pensión de 800 pesos cada 30 días.

Buenos Aires es la provincia en la que más ex veteranos habitan. En segundo lugar se encuentra Córdoba, donde residen 1120 veteranos y, luego, la Capital Federal, donde lo hace un millar, según los registros confeccionados hace más de ocho años.

Esos mismos documentos indican que en Corrientes viven 778 ex combatientes; en Santa Fe, 432; en Chubut, 343; en Misiones, 204; en San Juan, 133; en Santiago del Estero, 105; en Entre Ríos, 87; en Salta, 70; en Río Negro, 57; en Formosa, 47; en Mendoza, 34; en La Pampa, 32; en Jujuy, 31; en Neuquén, 30; en Tierra del Fuego, 29; en Santa Cruz y en San Luis, 19; en Catamarca, 15; en La Rioja, 10, y en San Juan, 8.

 

ARGENTINA: El presidente, Fernando de la Rúa, y el gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf, encabezarán hoy un acto en La Matanza para conmemorar el 18º aniversario de la Guerra de las Malvinas. Se trata del primer encuentro entre ambos dirigentes tras el escándalo que provocó el ex ministro de Seguridad Aldo Rico al acusar a un miembro de la custodia presidencial de ser un ex carapintada. Según se anunció, también Rico asistirá a este encuentro.

Por la tarde, el Presidente y el gobernador bonaerense viajarán, por separado, a Necochea para participar de otro acto conmemorativo. En este caso, Rico concurrirá en su calidad de ex combatiente de la guerra de 1982.

Por su parte, el ex presidente Carlos Menem se dirigirá a Escobar para encabezar, junto con el intendente de la localidad, Luis Patti, un homenaje en el que se recordará también a los caídos en la guerra.

De la Rúa también hará otra escala en su recorrido cuando, a las 11, participe de otro desfile cívico militar, que se realizará en el Parque Indoamericano del barrio porteño de Villa Lugano, adonde irá acompañado por el jefe del gobierno porteño y primer candidato a legislador de la ciudad por la Alianza, Enrique Olivera.

Por su parte, La Unión de Centros de Veteranos de Guerra bonaerense iniciará hoy, desde Zárate, una Caravana Solidaria con destino a Tucumán, donde distribuirá alimentos, ropa y medicamentos entre los afectados por las últimas inundaciones en esa provincia.

 

4       ARGENTINA: "La política es recuperar la soberanía", dijo el canciller, que ratificó el objetivo de Estado respecto de las islas, tras un acto que presidió el primer mandatario.

De la Rúa, escoltado por López Murphy y los jefes del Ejército y de la Armada, frente al cenotafio a los caídos

El canciller Adalberto Rodríguez Giavarini ratificó ayer que el objetivo del Gobierno es "la recuperación de la soberanía de las islas (Malvinas) por medios democráticos y teniendo en cuenta el interés de los isleños".

Luego de participar de una misa conmemorativa del Día del Veterano de Guerra en la iglesia Stella Maris, del barrio porteño de Retiro, Rodríguez Giavarini dijo que tiene "una estrategia" por seguir en el diálogo con Gran Bretaña, pero se negó a dar demasiados detalles al respecto.

"Nuestra estrategia es hablar con el Reino Unido, tener en cuenta, sin duda, los intereses de los isleños, pero saber que la Constitución nos marca una política de Estado perfectamente clara, que es la recuperación de la soberanía de las islas por medios democráticos", agregó el ministro de Relaciones Exteriores.

El canciller señaló que ya existen conversaciones con el director para las Américas del Foreign Office, Peter Westmascott, que llegará a la Argentina durante este mes.

"Tenemos ya conversaciones con el enviado inglés, que tiene categoría de subsecretario", dijo Rodríguez Giavarini al término de la ceremonia religiosa realizada ayer en conmemoración del Día del Veterano de Guerra.

Además, el presidente Fernando de la Rúa depositó una ofrenda floral ante el Monumento a los Caídos, ubicado en la plaza San Martín, también del barrio de Retiro. Allí, el jefe del Estado expresó su "reconocimiento al heroísmo de los combatientes de las Malvinas". El mandatario ya había participado anteayer de dos actos por el mismo motivo, en La Matanza y en Villa Lugano.

Aunque el canciller afirmó que tiene información y "una estrategia" sobre el acuerdo bilateral firmado en Londres, el 14 de julio último, se negó a agregar cualquier detalle. "No lo voy a comentar", dijo.

En verdad, Rodríguez Giavarini desea aguardar el desarrollo de las reuniones que cada seis meses protagonizan los expertos de ambos países sobre hidrocarburos y pesca. Los últimos encuentros fueron realizados durante la gestión de Guido Di Tella, por lo que los funcionarios designados al respecto por la actual administración aún no se vieron cara a cara con sus pares del Reino Unido, aunque, de cumplirse con la agenda prevista, lo harán antes de mediados de año.

De todas formas, el jefe de la diplomacia argentina ya expresó su intención de "no malvinizar" su gestión, a diferencia del objetivo que prefirió su predecesor Di Tella.

A la vez, son varios los diplomáticos con acceso directo al canciller que habitualmente critican el acuerdo de Londres y el espacio que Di Tella otorgó a los isleños durante su gestión.

En realidad, esos mismos diplomáticos recomiendan que, de ahora en más, la Argentina impida que representantes isleños puedan sumarse a la mesa de negociaciones. En el momento de la firma del entendimiento del 14 de julio, dos consejeros malvinenses estuvieron presentes, de la misma manera en que participaron de las reuniones previas a aquel acuerdo.

Pero esta postura no fue respaldada, hasta ahora, por el canciller, quien ayer volvió a privilegiar en su discurso la necesidad de respetar el interés de quienes habitan las islas.

Por su parte, el jefe del Gabinete, Rodolfo Terragno, deslizó las intenciones de revisar algunos aspectos de las negociaciones entre la Argentina y el Reino Unido en torno de las Malvinas.

"Es necesario someter cualquier cuestión bilateral a un análisis sobre el interés nacional", sostuvo Terragno en declaraciones que no gustaron en el Palacio San Martín, según dijeron varios funcionarios consultados por La Nación.

Sin embargo, el jefe del Gabinete aclaró que entre sus planes no se hallaba la posibilidad de revisar en forma unilateral alguno de los entendimientos. "Todo lo que haya que negociar de aquí en adelante se negociará, por supuesto; ahora si revisar quiere decir que unilateralmente uno de los países denuncie los tratados, me parece que no corresponde en derecho internacional", dijo.

Además de De la Rúa, Terragno y Rodríguez Giavarini, participaron de la misa el ministro de Defensa, Ricardo López Murphy, y la de Desarrollo Social, Graciela Fernández Meijide; el jefe del Estado Mayor Conjunto, Juan Carlos Mugnolo, el del Ejército, el de la Armada y el de la Fuerza Aérea, Ricardo Brinzoni, Joaquín Stella y Walter Barbero, respectivamente, y los titulares de las fuerzas de seguridad nacionales, entre otros.

 

ARGENTINA: Entre los funcionarios del Gobierno, los altos mandos militares y los invitados que ayer asistieron a la misa realizada para rendir homenaje a los caídos en la Guerra de Malvinas, estuvo el general (R) Mario Benjamín Menéndez, que gobernó el archipiélago hace 18 años, tras el desembarco argentino en las islas, que derivó en el conflicto bélico.

El general retirado se sentó en la cuarta fila de la iglesia Stella Maris, cerca de los jefes militares actuales. Pero no habló con ninguno de ellos. Tampoco lo hizo con los integrantes del Gobierno.

Sí, en cambio, se detuvo a responder preguntas de los periodistas, una vez terminada la misa.

A juicio de Menéndez, la guerra del Atlántico Sur "exigió un gran sacrificio, y probablemente para los argentinos signifique una suerte de frustración".

Luego agregó que ese enfrentamiento entre la Argentina y GranBretaña "también debería ser un motivo de orgullo por la actitud de los hombres que defendieron" las islas.

 

ARGENTINA: De la Rúa destacó el reconocimiento a los ex combatientes y los invitó a la Casa Rosada; las quejas de la federación.

Con una visible emoción en sus rostros, Carlos ySergio, dos ex combatientes de la Guerra de Malvinas, se acercaron al cenotafio que recuerda a los caídos, en la plaza San Martín, y depositaron dos ramilletes de flores sobre los nombres de sus compañeros.

Los dos hombres, que ya cumplieron 40 años, viven en Tucumán, y viajaron especialmente hasta aquí para participar de los actos realizados ayer en conmemoración del Día del Veterano de Guerra.

Otros ex combatientes hicieron lo mismo, y, ante ellos, el presidente Fernando de la Rúa destacó "el reconocimiento de todo el pueblo argentino" a los veteranos de la guerra de 1982.

"Hay cosas hechas a lo largo de estos dieciocho años; siempre falta más, pero hay un reconocimiento al heroísmo, pensiones graciables y la permanente atención de siempre", dijo el Presidente en la plaza del barrio porteño de Retiro.

Inmediatamente, el jefe de Estado se comprometió a recibir en su despacho de la Casa Rosada a los ex combatientes. "Como lo he hecho siempre mientras estuve a cargo del gobierno de la ciudad de Buenos Aires", dijo.

Antes, varios miembros de la Federación de Veteranos de Guerra de la República Argentina hicieron públicas sus intenciones de visitar al Presidente para expresar su malestar por la decisión del Gobierno de intervenir la Comisión Nacional de Ex Combatientes.

El ministro del Interior, Federico Storani, fue quien resolvió la intervención de dicha comisión, luego de que los ex combatientes inscriptos en ella, que reciben pensiones del Estado, se duplicaron en los últimos cinco años. De 12.000 veteranos registrados a finales de 1994, hoy reciben pensiones unos 24.000.

"Dicha decisión es producto de una maniobra política cuyo propósito final es manejar los fondos que la ley de reconocimiento histórico asigna para dicha comisión", criticaron ayer Héctor Beiroa y Miguel Giorgio, presidente y director de prensa, respectivamente, de la Federación de Veteranos de Guerra.

En un comunicado de prensa, los dos ex combatientes expresaron que la actitud del Gobierno "sienta un mal precedente". La comisión fue creada por una ley sancionada en 1994, durante la primera gestión de Carlos Menem.

 

5       ANTARTIDA -Con 42 grados bajo cero de sensación térmica, León Gieco llegó hasta la Antártida Argentina para deleitar con sus canciones a la dotación de la base Vicecomodoro Marambio; así, el músico santafecino cumplió uno de sus mayores sueños.

 

8       REINO UNIDO: Tres historias de esperanza, voluntad e ingenio se concretaron gracias al respaldo conjunto de la Fundación Impulsar, la Sociedad Anglo-Argentina y el Prince's Trust. Este último, fundado y dirigido por el príncipe Carlos.

Esta mafia solidaria, como la llaman con buen humor sus miembros, logró reinstalarles la sonrisa a tres salteños a quienes el estigma del desempleo ya había golpeado duro.

Blanca Noemí Viana, 31 años y maestra jardinera, estableció una guardería en el barrio Universitario de la capital de su provincia. Algo que beneficia tanto a ella como a más de una docena de mujeres que trabajan y no tenían dónde dejar a sus hijos durante las horas de empleo.

Analía Brizuela, 27, una periodista fanática del ciclismo que descubrió que su profesión no le era útil para pagar sus cuentas, abrió hace dos meses la primera agencia de "ciclo-turismo". Ahora prueba a diario, tanto a locales como a turistas, que es posible ver las bellezas de la ciudad norteña en dos ruedas, y, al mismo tiempo, prepara la primera guía de viajeros en bicicleta.

Luis Alberto Valor, un electromecánico de 27 años de quien dependen económicamente su mamá y dos hermanos, acaba de levantar la persiana de una fábrica de muebles realizados en hierro.

Todo estos proyectos llegaron a buen fin con préstamos bajos (entre 2800 y 3400 dólares), pero sin intereses, y si la suerte no los acompaña, no tendrán que devolver un centavo. "Antes de recibir esta ayuda, me cansé de visitar bancos -comentó Blanca-. Todos me ofrecían préstamos con intereses que ponían en peligro mi vivienda. De no existir esta alternativa, seguiría sin empleo."

Quien se encarga de seleccionar y solventar los proyectos es la Fundación Impulsar. Entre las ideas que han recibido el visto bueno desde noviembre último, figuran una fábrica de instrumentos autóctonos de viento, una fábrica de trapos de piso, una empresa de fumigación, una de apicultura y la instalación de una cancha de fútbol.

Integrada por grandes compañías anglo-argentinas como British Gas, Borax y Unilever, fue fundada el año pasado y sigue las mismas líneas que el Prince's Trust, que en 14 años contribuyó a crear 40.000 microempresas británicas. Durante su visita al país, en marzo de 1999, el príncipe Carlos auspició su nacimiento participando de un partido de polo en su beneficio en el Hurlingham Club.

"En la Argentina tenemos más de un millón de jóvenes de entre 18 y 30 años con problemas de empleo -destacó su presidente, Jorge Rodríguez Lascano-. Lo que nosotros queremos es que abandonen esa situación convirtiéndose en autosuficientes."

Blanca, Analía y Luis se encuentran aquí invitados por la Sociedad Anglo-Argentina para intercambiar experiencias con británicos beneficiados como ellos.

 

ANTARTIDA: Un témpano de 2500 kilómetros cuadrados se desprendió ayer de la plataforma de Ross, y sumó a tres las masas de hielo gigantes que en sólo 15 días se separaron del casquete polar antártico.

La nueva fractura de la barrera de hielo de Ross fue notificada en Sydney por el Centro de Cooperación para la Investigación de la Antártida y Mares. "Más de la mitad de las costas de Ross desapareció durante las últimas semanas", explicó el experto Neal Young. La barrera de hielo y el mar de Ross cubren una inmensa bahía del continente blanco, situada aproximadamente entre los 150 y los 180 grados de longitud oeste y los 75 y los 80 grados de latitud sur.

"El acercamiento de la masa de hielo a nuestro país podría tardar decenas de años. Primero, el témpano debe ingresar en la zona de corrientes marinas, que la empujarían hacia el Norte. Pero debe sortear bajos fondos: aguas de poca profundidad en las que puede quedar varado y nunca avanzar", indicó Manuel Picasso, jefe de Meteorología de la Armada Argentina.

Sin embargo, Picasso detalló que 4000 kilómetros separan el mar de Ross de la Argentina, y que, durante su potencial derrotero hacia el pasaje de Drake, todo iceberg sufre erosión "por la acción mecánica de las olas y por atravesar aguas más cálidas".

 

13     PESCA: Presentó ayer su renuncia el director nacional de Pesca, Juan Carlos Cabirón, en la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagpya), por supuestas presiones internas.

La actividad pesquera transita un momento crítico por la depredación de la merluza hubbsi, principal recurso del mar argentino, que muestra los niveles de existencia más bajos de la historia.

Cabirón es el primer funcionario de la actual administración que renuncia. Una fuente de Economía sostuvo que una las causas de su determinación fue que "no quiere ensuciarse y terminar con problemas legales".

 

16     REINO UNIDO: El vicepresidente Carlos Alvarez iniciará hoy su gira de cinco días a Gran Bretaña, aunque la agenda oficial registrará la primera actividad mañana, cuando se reunirá con el viceprimer ministro, John Prescott. Alvarez viajó acompañado por el secretario para la Modernización del Estado, Marcos Makón; por el responsable del programa Conocimiento y Ssociedad, Ricardo Ferraro, y por su esposa, la legisladora porteña Liliana Chiernajowsky.

La comitiva salió ayer de Buenos Aires en un vuelo regular de British Airways. Su objetivo principal es conocer el proceso de modernización del Estado que lleva adelante el gobierno de Tony Blair.

 

17     ARGENTINA: Una parte importante de la Fuerza Aérea aterrizó para siempre en Entre Ríos. El Canberra B109 dio su pasada final, hace pocas semanas, sobre la pista de la II Brigada, y el sistema de armas llegado en 1970 se despidió después de años en servicio en los que fue punta de ataque de la fuerza. Podrá ser visitado por el público en el museo de aviación, en Morón.

Desprogramado hace un tiempo, con sólo dos de los doce bombarderos livianos comprados al Reino Unido en capacidad operativa, el acto final, en Paraná, reunió a los pilotos y navegantes que formaron parte de un escuadrón con mucha historia.

Como oficial en actividad más antiguo de este sistema de armas navegó el vuelo final el subjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, brigadier Juan Carlos Albanese.

La ceremonia fue presidida por el jefe de Operaciones de la Fuerza Aérea, brigadier Jorge Alberto Chevallier, también antiguo piloto de Canberra, con el cual participó en el conflicto por las Malvinas. Otro ex piloto de la unidad y también con salidas de combate que estuvo fue el secretario general de la fuerza, Juan Martínez Villada.

Los recuerdos de 1982 son inevitables. "Con los Canberra salimos en la primera misión de la Fuerza Aérea contra la flota inglesa, el 26 de abril, pero nos detectaron los radares a 50 millas de los barcos y tuvimos que abortar la operación", comentó Martínez Villada. Esa fue la primera de las 58 salidas de los Canberra en la guerra.

Cuestiones presupuestarias empezaron a dejar de lado esta nave, que en noviembre de 1990 tenía ya fecha de defunción, cuando sólo una tripulación quedaba operativa para los seis Canberra. Alcanzó para que un mes más tarde participase de la represión al alzamiento del coronel Mohamed Alí Seineldín.

 

REINO UNIDO: El vicepresidente Carlos Alvarez insistirá en esta ciudad sobre la soberanía argentina de las islas Malvinas. Será cuando se reúna, mañana, a las 16 (hora argentina), con el ministro de Estado del Foreign Office, John Battle.

"El tema de las Malvinas está fuera de agenda, pero si surgiera durante la conversación (con Battle) voy a insistir en la posición histórica de nuestro país, que es la de la soberanía argentina de las islas", anticipó anoche Alvarez a La Nación, durante una conversación en el hotel Hyatt de esta ciudad, donde se hospeda junto con su esposa, la legisladora porteña Liliana Chiernajowsky.

Alvarez es el primer funcionario de la administración de Fernando de la Rúa que pisa suelo británico. No dejará de plantear el tema del archipiélago, pero no es su intención convertirlo en el centro de su agenda.

De hecho, el encuentro con Battle tendrá la forma de una "cena en honor" del vicepresidente, y sólo será una de las actividades programadas para esta semana. Alvarez también se interiorizará acerca del proceso de modernización del Estado impulsado con bastante éxito por el primer ministro británico, Tony Blair, y analizará cómo enfrenta este país los problemas de desempleo y de transporte.

"Mejorar las relaciones en otros ámbitos llevará a mejorar, indirectamente, la relación por la cuestión de las Malvinas", explican en la cancillería argentina, haciéndose eco de la llamada "política del paraguas" ya anunciada por Fernando de la Rúa. Como ejemplo de esta estrategia, basta esta gira de Alvarez, que se extenderá hasta el viernes venidero, o las próximas visitas de los ministros de Salud, Héctor Lombardo, y de Educación, Juan Llach, para intercambiar experiencias en sus respectivas áreas.

Pero además de mantener el paraguas abierto, el Gobierno intentará volver a una línea más ortodoxa de las negociaciones, según explicó a La Nación una alta fuente de la administración delarruista.

"El canciller (Adalberto Rodríguez Giavarini) priorizará el reclamo de soberanía ante los organismos internacionales por sobre la política de acercamiento a los isleños, ya que esto último (impulsado por el ex canciller menemista Guido Di Tella) no parece haber dado los resultados esperados", dijo la fuente.

Alvarez, que hoy se entrevistará con su par británico, el viceprimer ministro John Prescott, fue recibido ayer al mediodía en el aeropuerto de Gatwick por el embajador saliente, Rogelio Pfirter. Este diplomático regresará a la Argentina un día después que Alvarez (ya tiene lista la mudanza para dejar la embajada a su sucesor, Vicente Berazategui).

La comitiva se completa con el subsecretario de la Gestión Pública, Leandro Popik; el coordinador de la Secretaría para la Modernización del Estado, Marcos Makon, y el responsable del Programa Conocimiento y Sociedad (dependiente de esa secretaría), Ricardo Ferraro.

Alvarez, que viajó por la línea comercial British Airways, pasó el resto de la jornada en el hotel, ultimando los detalles de su presentación sobre "Un estado moderno para la Argentina del siglo XXI", que hará pasado mañana en Canning House.

Hoy, Alvarez visitará la Universidad de Cambridge (en New Hall), donde se reunirá con el premio Nobel de Fisiología y Medicina César Milstein.

Su intención, contó Alvarez, es invitar a Milstein para que asesore al país en materia de biotecnología. También le pedirá su colaboración para lograr una paulatina repatriación de los "cerebros" que viven en el exterior. Luego almorzará con las máximas autoridades de la universidad.

A las 14 (hora argentina), Alvarez regresará a Londres para entrevistarse con el viceprimer ministro Prescott en la sede del Departamento para el Medio Ambiente, Transporte y las Regiones. Tres áreas que el extravertido funcionario de origen sindicalista, que trabajó como camarero en cruceros y como maquinista en barcos mercantes, y que estudió Economía en Oxford, lleva a todo vapor.

Prescott es la figura más importante del laborismo inglés, luego de Tony Blair. Con él, Alvarez pasará de tocar temas amplios, como el de la tercera vía, a asuntos bien concretos, como el desempleo.

 

CHILE: Aunque llegará mañana, la canciller trasandina, Soledad Alvear, anticipó desde su país que el presidente Ricardo Lagos "mantendrá" el apoyo a la Argentina en su reclamo ante Gran Bretaña por la soberanía de las islas Malvinas.

El primer funcionario en llegar, hoy bien temprano, será el director del Resto del Mundo del Foreign Office, Peter Westmacott, un hombre que participó de lleno en las negociaciones bilaterales que derivaron en el acuerdo del Londres, del 14 de julio último.

Westmacott, ex director de las Américas, fue trasladado al área que el gobierno británico encabezado por el laborista Tony Blair bautizó como Resto del Mundo, por tratarse de una dependencia en la que se concentran todas las cuestiones de interés internacional para el Reino Unido, con excepción de las vinculadas con Europa.

Además de solicitar una entrevista con Rodríguez Giavarini, el funcionario del Reino Unido se encontrará también con el ministro de Economía, José Luis Machinea, y con los titulares de las comisiones de Relaciones Exteriores del Congreso: el radical MarceloStubrin (Diputados) y el justicialista Eduardo Menem (Senado).

 

18     REINO UNIDO: Confianza de Londres en De la Rúa.- El embajador Marsden dijo que hay un compromiso para avanzar en las negociaciones por las Malvinas; llegó Westmacott.

Gran Bretaña quiere aprovechar al máximo los años que dure el mandato presidencial de Fernando de la Rúa para avanzar hacia una solución definitiva del diferendo por las islas Malvinas. Sucede que el gobierno del premier laborista Tony Blair cree que éste es el momento indicado y la administración es la oportuna.

Por lo menos, así lo dejó en claro ayer el embajador del Reino Unido en Buenos Aires, William Marsden, ante un centenar de hombres de negocios que asistieron a un almuerzo del Rotary Club, en el hotel Plaza, a metros del Palacio San Martín.

"Ambos gobiernos se encuentran firmemente comprometidos a manejar esta diferencia en forma constructiva y avanzar basados en el diálogo y la cooperación", aseveró Marsden ante los comensales, todos hombres que lucieron trajes azules o grises. Entre ellos, sólo se movían tres jóvenes mujeres de minifalda negra y apretada: ellas entraban y salían del salón para servir la comida y retirar los platos sucios. Fue obvio que el encuentro, y el discurso, fueron diseñados para el género masculino.

Ante ellos, el diplomático, que dijo que durante los últimos tres años descubrió junto con su mujer "lo amistoso que son los argentinos", fue optimista: "En las relaciones bilaterales, en general, estamos logrando avances impresionantes", evaluó, tras interpretar que "la relación ha ganado en calidez". Y mencionó como ejemplos de ello el acuerdo firmado en Londres, hace nueve meses "que facilitó la visita de argentinos a las islas" y los tres mil millones que su país ya invirtió aquí.

Las palabras optimistas de Marsden coincidieron, casualmente, con el inicio de la visita a Buenos Aires de Peter Westmacott, un subsecretario del gobierno británico cuya función es negociar en las cuestiones internacionales que no estén vinculadas con Europa. De allí, que la dependencia a su cargo haya sido bautizada como "resto del mundo".

Por su expreso pedido, Westmacott se entrevistó a solas con los titulares de las Comisiones de Relaciones Exteriores en el Congreso: el justicialista Eduardo Menem (Senado) y el radical Marcelo Stubrin (Diputados).

Los dos legisladores coincidieron, al ser consultados por separado por La Nación, en que sus respectivas charlas con el inglés fueron cordiales, amenas y de más de una hora. Obviamente, cada uno sentó de antemano, como suele hacerse en estos encuentros, sus reclamos sobre la soberanía de las Malvinas. Es decir, mientras que Westmacott la reclamó para su país, Stubrin y Menem hicieron lo propio para la Argentina.

Al senador riojano el visitante británico le preguntó sobre el futuro que tendrá el tratado sobre la conservación de los recursos marinos vivos del Atlántico Sur, un texto suscripto por ambos gobiernos que ya obtuvo la aprobación de la Cámara alta pero que aún aguarda el debate en Diputados. Y fue Stubrin quien se comprometió a impulsar este debate en la Cámara baja, aunque pareció no compartir el optimismo de Marsden.

-¿Cree que durante la gestión actual podrá avanzarse en la solución de la disputa por las Malvinas?, preguntó La Nación al diputado.

-Yo no sé si ellos querrán avanzar, porque por ahí no les conviene, ya que son quienes llevan las de ganar y las cosas, así como están, juegan en su favor-, respondió, dudoso.

Por ahora, el legislador radical tiene agendada una nueva cita con Westmacott: el mes próximo, en Londres. Durante las dos horas que estuvo en el Congreso, el visitante explicó que, si bien su gobierno levantó, hace casi un año y medio, el embargo de armas sobre la Argentina, éste aún no pudo llevarse a los hechos a raíz de la falta de su regulación. Efectivizar el levantamiento del embargo había sido el primer reclamo de Menem. El segundo fue el apoyo de Londres a que la Argentina sea la sede del Tratado Antártico. "Westmacott tomó nota", confió entonces Menem. Inglaterra es el único país que se opone a esa alternativa.

En el mismo papel, el funcionario anotó la oposición argentina a que los isleños convoquen a una licitación unilateral para la explotación petrolera en el archipiélago. Casualmente, ayer el consejero Mike Summers afirmó públicamente que desde las islas se seguirá adelante con la convocatoria licitatoria. Pero Westmacott, en contrapartida, dijo a La Nación que "la firme intención de Londres es discutir previamente con la Argentina antes de decidir cualquier cambio en la situación existente".

 

ARGENTINA – REINO UNIDO: Contra los subsidios.-Más allá de las diferencias, Westmacott, los legisladores y el jefe de gabinete, Rodolfo Terragno, a quien el funcionario inglés también visitó, coincidieron en la necesidad de volver a quejarse, ante la Organización Mundial del Comercio por los subsidios agrícolas que la Unión Europea (UE), en especial Francia, otorgan a sus productores agrícola. Gran Bretaña es el socio de la UE que esgrimió los mayores reparos en contra de esos subsidios.

Al mediodía, Marsden reconoció "la imperativa necesidad de que la Argentina se asegure un mayor acceso a los mercados internacionales para sus productos agrícolas". Y, por la tarde, Stubrin dijo a Westmacott: "No podemos ser socios plenos si tenemos diferencias frente a los subsidios".

 

MALVINAS: Atento a cualquier agresión externa, el gobierno de las islas Malvinas prevé realizar "una fuerte inversión" para instruir a voluntarios que quieran formar parte de las fuerzas militares que patrullan y custodian el archipiélago y las aguas del Atlántico Sur.

La información fue difundida por la agencia de noticias uruguaya Mercopress, que hizo referencia a uno de las últimos proyectos aprobados por el consejo legislativo de Puerto Argentino. Los legisladores acordaron conformar un nuevo cuartel general, con base en las islas, en el que se albergaría a más de 60 voluntarios que "se convertirán en un valioso respaldo para las fuerzas profesionales desplegadas en el archipiélago", dijeron.

Lo cierto es que en las Malvinas ya reside más de un millar de efectivos de las fuerzas británicas, según los datos del gobierno del Reino Unido, cuya intención, difundida el año último, es la de reducir esa presencia, ya que los uniformados que deben mudarse desde Gran Bretaña al Atlántico Sur son costeados por las arcas nacionales británicas.

Según los consejeros, el presupuesto que se destinará en el próximo año a las islas es de seis millones de dólares. Gran parte de ese dinero será destinado a obras de infraestructura, destacaron, y el fomento del turismo. Actualmente, los voluntarios civiles se desempeñan como artilleros en los buques que patrullan para combatir la pesca ilegal.

 

REINO UNIDO: "Mister Prescott, ¿sabía que Juan Domingo Perón también creía haber encontrado la Tercera Vía? Pero no se preocupe, porque el peronismo no es una marca registrada. Si no, mire a Carlos Menem, que se dice peronista e hizo todo lo contrario..."

"Bueno, no creo que Tony Blair se preocupe por eso, porque en la época de Perón todavía no había nacido."

Palabras más, palabras menos, lo anterior fue parte del distendido diálogo que ayer mantuvieron el vicepresidente Carlos Alvarez y su par británico, el viceprimer ministro John Prescott.

Alvarez, que viajó a Londres invitado por el premier británico, Tony Blair, para ver de cerca la reforma del Estado impulsada por el líder laborista inglés, se encontró con una personalidad muy parecida a la suya. Y no dudó en invitar a su anfitrión a visitar la Argentina. "Con mucho gusto, es un honor", respondió entusiasmado, tras un encuentro que debía durar media hora y que se extendió a casi sesenta minutos.

De origen sindical, Prescott fue en su juventud marino mercante, lo que lo llevó por primera vez a las orillas del Río de la Plata. Más tarde ingresó en el sindicalismo naval, una decisión que transformó su vida. Cuando tenía 18 años, el segundo de Blair -que hoy se define como partidario del "un socialismo sensato dentro de un nuevo contexto"- ingresó en el Partido Laborista.

En 1994, su intervención ayudó a Blair a realizar dos modificaciones en la plataforma partidaria que cambiarían el rumbo del laborismo inglés: la anulación de la "cláusula 4", que establecía la colectivización de los medios de producción (algo que les permitió atraer a los votantes de Margaret Thatcher y aumentar la confianza de la clase media en el laborismo) y el cambio del nombre de la fuerza, que pasó a llamarse Nuevo Laborismo.

Pero aunque hombre clave para Blair, e interlocutor irreemplazable en el diálogo entre el Gobierno y los sindicatos, Prescott se divierte marcando las diferencias con el premier inglés. Así, durante la charla con Alvarez, deslizaría con pícardía: "Esto que Blair llama Tercera Vía, y que para mí es un socialismo sensato...", aclaraba, y luego seguía con sus comentarios.

Alvarez se mostró particularmente interesado en conocer las medidas que le permitieron a Blair reducir el desempleo a 6 puntos, y se llevó una respuesta contundente: "No hay soluciones universales, sino que para cada caso hay soluciones diferentes".

Blair había prometido, en su manifiesto de campaña, que crearía 250.000 nuevos puestos de trabajo. Según Prescott, ya se han creado 200.000 desde que asumió en el Gobierno. ¿La estrategia? "Capacitación y más capacitación", financiada con un impuesto revolucionario: tan pronto como tomó el poder, en 1997, cobró a las empresas privatizadas un impuesto por única vez, que recaudó 3000 millones de libras (5000 millones de dólares), que invirtió en educación.

Pero la obsesión de Prescott, como ministro del Transporte, son los subtes. Las demoras del transporte subterráneo suelen convertirse en una verdadera calamidad para los londinenses.

Para solucionarlo, Prescott intenta recurrir a una de las bases de "lo que Blair llamaría la Tercera Vía": el trabajo compartido entre el sector público y el privado. Con buenos resultados en la restauración del sistema de agua corriente, es resistido por los sindicatos en el tema de los subtes.

 

19     ARGENTINA – REINO UNIDO: Clara advertencia argentina a Inglaterra- Ruiz Cerruti le dijo al funcionario del Foreign Office que no se permitirá que los isleños llamen a una licitación petrolera.

La Argentina advirtió a GranBretaña que no tolerará que el gobierno de las islas Malvinas convoque a una licitación unilateral para la explotación de petróleo en el archipiélago.

"Para la Argentina, las acciones unilaterales no son posibles", sentenció, cortante, la representante especial para el Atlántico Sur de la Cancillería, Susana Ruiz Cerruti, ante el subsecretario para el Resto del Mundo (países fuera de Europa) del Foreign Office, Peter Westmacott.

La frase que escuchó el funcionario inglés fue contada por la propia embajadora argentina ante los periodistas, al recrear la reunión que ambos mantuvieron ayer en el Palacio San Martín.

Ante esta advertencia, el miembro del gobierno de Tony Blair sólo respondió que "Gran Bretaña desea discutir con la Argentina antes de instrumentar cualquier cambio en la situación existente", tal como había aseverado, anteayer, a La Nación.

Inmediatamente, el funcionario que ostenta el tercer rango en la jerarquía de la cancillería del Reino Unido, admitió: "Para la explotación en las islas, el gobierno de las Falklands (Malvinas) tiene todo el derecho a realizar su exploración y contactos", para aclarar otra vez que, de todas formas, su país no aceptará modificación alguna sin la venia argentina.

"La posición es clara", sintetizó Westmacott, luego de referirse, con detalles, al muy buen nivel de la relación entre Gran Bretaña y la Argentina.

A juicio de Ruiz Cerruti, "el encuentro fue muy positivo y sumamente cordial", y sirvió para avanzar en el intercambio de ideas en los diferentes asuntos que los dos países encaran en conjunto. Por ejemplo, los acuerdos sobre pesca e hidrocarburos.

Las dos partes volverán a reunirse en Londres, a mediados del actual, para celebrar las reuniones semestrales de pesca y petróleo. "Sólo negociamos con el Reino Unido", destacó Ruiz Cerruti, al dejar en claro que no se permitirá desde el PalacioSan Martín que los isleños tengan voto en las negociaciones bilaterales.

Las aclaraciones de uno y otro funcionario y la confirmación de las próximas reuniones fueron hechas a propósito de las públicas declaraciones del consejero isleño Mike Summers, que anunció que, desde Puerto Argentino, se convocaría a una licitación unilateral para la exploración de petróleo, como informó ayer La Nación.

Por otra parte, Westmacott acercó a Ruiz Cerruti algunas sugerencias menores para modificar la fisonomía y altura del monumento a los combatientes argentinos caídos en la guerra de 1982, que se levantará en el cementerio de Darwin.

El boceto del monumento fue presentado al Gobierno por familiares de los soldados caídos, luego de que en el acuerdo de Londres, firmado el 14 de julio último, se incluyera la voluntad de colocar un símbolo físico a la memoria de los 237 argentinos enterrados en Darwin. Y la buena voluntad de Ruiz Cerruti hizo que dicho boceto llegara a manos de los diplomáticos británicos.

"Las reuniones que he mantenido aquí fueron óptimas y muy constructivas", evaluó Westmacott al retirarse de la Cancillería, donde visitó también al canciller, Adalberto Rodríguez Giavarini.

 

20     REINO UNIDO: El vicepresidente argentino y el premier británico se reunieron sorpresivamente en la sede del Parlamento inglés

"Estoy muy interesado (en respuesta a la invitación formulada por Alvarez en nombre del presidente Fernando de la Rúa). Tengo que mirar mi agenda, pero me encantaría conocer su país" LONDRES.- Sorpresivamente, el vicepresidente Carlos Alvarez se encontró ayer con el premier británico, Tony Blair, en el Parlamento inglés, y le reiteró la invitación que el presidente Fernando de la Rúa le había formulado en enero último para que visite la Argentina.

"Estoy muy interesado. Tengo que mirar mi agenda, pero me encantaría conocer su país", respondió Blair a la invitación. Ambos conversaron de pie, menos de diez minutos, en la antesala del recinto de los Comunes.

De todas formas, hay pocas posibilidades de que Blair viaje este año, según confesó ayer el embajador británico en la Argentina, William Marsden, que está en esta ciudad.

El encuentro entre Alvarez y Blair se realizó luego del popular Question Time del Parlamento, en el que todos los miércoles, a las 15, el premier es interpelado sin anestesia por el líder del partido opositor, el conservador William Hague.

Alvarez, que viajó a esta ciudad invitado por Blair para conocer de cerca el proceso de modernización del Estado británico, pidió presenciar el Question Time fuera de agenda.

Quebrando el rígido protocolo inglés, que suele demorar durante meses la concertación de un encuentro de este tipo, el saludo entre Alvarez y Blair se gestó directamente, y por vía interna, entre el Foreign Office y el despacho privado de Blair en el Parlamento.

Alvarez le contó al premier británico las actividades de su gira en Londres, y Blair se mostró interesado por los proyectos que el gobierno argentino realiza para fomentar el comercio electrónico.

- Anoche, en una recepción que el embajador argentino en Londres, Rogelio Pfirter, ofreció a Alvarez en su residencia de Belgrave Square, William Marsden vertió un poco de agua fría sobre el entusiasmo por la posible visita de Blair.

"Es muy difícil que Blair pueda visitar la Argentina este año, porque tuvo que posponer visitas a otros países por el tema de Irlanda del Norte", comentó.

Como contrapartida, el embajador británico en la Argentina sugirió que en el próximo semestre podría visitar el país el ministro de Comercio e Industria inglés, Stephen Byers.

Marsden se mostró muy satisfecho por la gira de Alvarez, el primer miembro de la administración delarruista que pisa en suelo británico. Para el representante inglés, "la visita fue excelente, porque los británicos casi no conocían a Alvarez y tuvieron la oportunidad de mantener varias reuniones de trabajo con él".

El embajador afirmó que Alvarez tocó el tema de las Malvinas durante la comida que ofreció en su honor el vicecanciller John Battle. "La cuestión de las islas estaba en la agenda, y cada uno ratificó su posición sobre la soberanía", dijo Marsden.

La afirmación del embajador inglés contradijo los dichos del propio Alvarez, que había asegurado a La Nación que el tema de Malvinas no surgió durante el encuentro que tuvo con Battle en la mansión del ministro inglés en el Palacio Saint James, donde reside el príncipe Carlos.

"El tema de las islas estaba fuera de la agenda, y finalmente no surgió en la cena con el vicecanciller", había dicho el vicepresidente.

Más allá de la cuestión Malvinas, Battle y Alvarez mantuvieron una cordial conversación sobre temas diversos, desde los problemas de Inglaterra para integrarse en la Unión Europea (UE) hasta el fútbol y el tango.

Mientras degustaban un menú de verduras, cordero al horno bien regado por el mejor vino argentino y el tradicional pastel de limón como postre, no faltaron los comentarios respectivos sobre los avatares internos del nuevo laborismo y de la Alianza, ni el intercambio de experiencias sobre la conformación de los mercados comunes regionales.

Alvarez le habló del Mercosur y de la devaluación en Brasil, y Battle le recordó las reticencias del Ministerio de Economía británico a la integración total de Inglaterra en la UE.

"Yo estoy más a favor de la integración con la UE, pero nuestros economistas están preocupados por las diferencias entre la libra y el euro", explicó el vicecanciller, mientras los representantes de la Cámara de Comercio Británico-Argentina, presentes en la comida, se quejaban por lo bajo por la sobrevaluación de la libra frente al euro.

 

REINO UNIDO – ESPAÑA: Por acuerdo entre Londres y Madrid, Gibraltar ahora es parte de la UE.- Gran Bretaña y España alcanzaron un acuerdo en una vieja disputa por Gibraltar que, si bien no afecta a la soberanía británica, había logrado poner freno al proceso de integración de la Unión Europea.

Durante meses, el gobierno español se había negado a reconocer toda directiva europea que afectara a Gibraltar en su condición de dependencia británica, ya fuera en el funcionamiento del Mercado Común, normas de justicia, seguridad interior, finanzas y hasta en temas relativamente menores como el del control de la sobreventa de pasajes aéreos en la Comunidad.

Ahora, tras casi dos años de negociaciones entre Madrid, Londres y Bruselas, se ha decidido que Gibraltar sea considerada parte integrante de la UE, dejando en una suerte de "paraguas" su condición de enclave británico.

Esto permitirá que el documento de identidad de los gibraltinos sea reconocido como un documento válido de viaje en toda la UE, en lugar del pasaporte británico, y que los bancos radicados en el peñón operen en los 15 países sin tener las limitaciones de ser considerados "off shore".

Las comunicaciones oficiales entre Gibraltar y todos los países europeos, incluida España, se realizarán por medio de una oficina del Foreign Office, creada al efecto de servir como una suerte de "casilla restante".

De esta forma, Madrid y Londres se aseguran de que Gibraltar no comience a actuar o sea reconocido como un Estado independiente por entablar en forma directa sus negociaciones con el exterior.

Tras la firma del acuerdo en Bruselas por los embajadores español y británico ante la UE, el ministro de Relaciones Exteriores español, Abel Matutes, se mostró satisfecho con lo alcanzado.

"Este documento no tiene vencedores ni vencidos -subrayó-. Yo creo que beneficia a todas las partes porque supone ante todo el desbloqueo de cuestiones que nos ayudarán a luchar contra crímenes como el narcotráfico y el blanqueo de dinero."

En Londres, el canciller británico Robin Cook también dio la bienvenida al acuerdo. "Espero que estas coincidencias ayuden a crear un clima mejor de diálogo y un espíritu de cooperación entre el Reino Unido, España y Gibraltar." En 1713, mediante el Tratado de Utrecht, España cedió el peñón de Gibraltar a Gran Bretaña como base militar. España asegura desde entonces que esto no implicaba la entrega de su jurisdicción y reclama, por lo tanto, su soberanía.

 

22     MALVINAS: Aval a los isleños para realizar abordajes.-Lo autorizó el gobierno británico; la cancillería argentina no opinó. El gobierno británico autorizó a un grupo habitantes de las islas Malvinas a realizar operaciones de abordaje con armas en aguas adyacentes al archipiélago, para combatir la pesca ilegal, dijeron ayer fuentes de la embajada del Reino Unido en Buenos Aires.

Las fuentes diplomáticas consultadas por Télam confirmaron así la noticia publicada ayer por el periódico semanal Penguin News, que se edita en las islas, y afirmaron que la cancillería argentina "está informada" acerca de la adopción de esta determinación. Por su parte, fuentes del Palacio San Martín expresaron ayer a Télam que "no hay nada que decir" acerca de este asunto y recordaron que Susana Ruiz Cerruti, representante especial para Asuntos del Atlántico Sur, tras reunirse el martes último con Peter Westmacott, subdirector del Foreign Office, no hizo comentarios sobre este punto.

"No hay nada que decir al respecto", dijo Ruiz Cerruti ese día, al ser consultada sobre una información según la cual civiles malvinenses recibirían entrenamiento militar. Las fuentes de la embajada británica informaron que hay dos buques, el Dorada y el Priscilla, uno de ellos armados con un cañón, cuyas tripulaciones fueron autorizadas a llevar armas de puño cuando realizan abordajes de barcos que pescan en forma ilegal. Precisaron, además, que esas personas fueron entrenadas en el Reino Unido con reglas muy estrictas de procedimiento en cuanto a la forma de actuar en estos casos.

Afirmaron que ya en el pasado ha habido en las islas una fuerza de defensa, una suerte de ejército territorial, integrada por voluntarios, algo que es tradicional en Gran Bretaña -aun en algunas ciudades-, pero que no tiene status militar ni policial.

Algunos de los miembros de esa fuerza recibieron instrucción en Londres para el procedimiento por seguir cuando se detectan pesqueros ilegales.

Según esas instrucciones, si el capitán del buque se niega a ser inspeccionado, precisaron las fuentes, no pueden abordarlo y se lo conmina a que abandone el lugar. Pero si se trata de un pesquero argentino, lo indicado es informar de inmediato al Palacio San Martín sin adoptar otra clase de medidas.

"No es un cambio sustantivo en materia de los acuerdos sobre pesca entre la Argentina y Gran Bretaña", aseguraron los voceros, según los cuales la decisión obedece a "reforzar las tareas de trabajo". La información del Penguin News dice que "el gobierno británico finalmente dio permiso para cuadrillas armadas de abordaje, en la lucha contra la pesca ilegal en aguas" del archipiélago.

Para el periódico, "todas las operaciones de abordaje serán emprendidas de acuerdo con estrictas reglas de compromiso".

 

REINO UNIDO: Doscientos ochenta soldados británicos retirados han decidido llevar a su propio gobierno ante la justicia bajo tres serias acusaciones: no haberlos entrenado bien para la guerra, haberlos expuesto a peligros innecesarios y haberse negado a tratar su stress postraumático. Cuarenta de ellos son veteranos de Malvinas.

El grupo, integrado también por ex combatientes de la Guerra del Golfo, Bosnia e Irlanda del Norte, ha montado la más grande acción legal emprendida hasta ahora en contra del Ministerio de Defensa británico.

De ganar, la cartera castrense podría tener que pagar cientos de millones de dólares en compensación. El fallo podría también afectar a los servicios de emergencia, como los bomberos y la policía, donde también se registran casos de stress postraumático.

El representante legal de los veteranos, John Mackenzie, dijo ayer que su objetivo es poner de relieve la "ineptitud" del ministerio para tomar medidas preventivas y para tratar las consecuencias psicológicas y emocionales de la guerra.

"La mayoría de los jóvenes que nuestro país envía a combatir tienen entre 18 y 19 años. Muchos regresan con síntomas de stress postraumático, lo que hacen que su vida laboral termine prácticamente en el momento en que debería comenzar. Este es un mal reconocido de una manera u otra desde la Primera Guerra Mundial, cuando se lo llamaba shock de la granada. No hay disculpa posible por no habérselo tenido en cuenta desde entonces", indicó.

Un vocero del Ministerio de Defensa defendió la posición oficial sosteniendo que se había actuado "en línea con la mejor práctica conocida en el momento, lo cual no era demasiado".

"El stress postraumático (SPT) fue sólo identificado científicamente por la Sociedad Psiquiátrica de los Estados Unidos en 1980, y hasta hace muy poco sus síntomas eran confundidos con otras enfermedades", destacó. Quienes sufren este mal suelen quejarse de dolores de cabeza, inhabilidad para concentrarse y padecen de tics.

Los veteranos de Malvinas son 40 miembros del regimiento de la Guardia Galesa que sobrevivieron al hundimiento del buque Sir Galahad en la bahía de Bluff Cove. Cincuenta de sus colegas murieron entre las llamas de la explosión provocada por un misil argentino.

Algunos dicen no haber tenido desde entonces una sola noche de sueño completo y la mayoría no logró encontrar empleo por la gravedad de sus lesiones psicológicas.

"Es como si les hubieran tirado una bala en la pierna y el cartucho estuviera todavía alojado allí. Hay días en los que están bien y otros en que se vuelven como locos -señaló su abogado-. Pero el Ministerio de Defensa se ha negado a diagnosticar su condición, a tratarla o por lo menos a tomarla en serio."

Mackenzie confía en el éxito de la acción legal por contar con abundante evidencia histórica. "Las autoridades israelíes revisan rutinariamente a sus soldados en busca de síntomas de SPT desde la Guerra de los Seis Días en 1967, y la experiencia norteamericana en Vietnam prueba que este mal es bien conocido desde hace décadas", sostuvo.

Shaun Rusling, presidente de la Asociación de Veteranos de la Guerra del Golfo, dijo que el gobierno se había comprometido a hacer lo mismo después de la Guerra de Malvinas. "Pero cuando volvimos del campo de batalla se olvidaron de la promesa. Esto ha contribuido a que muchos ex combatientes llegaran al extremo de suicidarse. Siete de cada diez de nuestros colegas se han divorciado, más de 200 han perdido tanto el juicio que terminaron cometiendo crímenes que los condujo a prisión. Estos son hechos, no simple ficción", subrayó.

Hay una promesa, sin embargo, que el gobierno laborista cumplió ayer, aunque a muchos kilómetros de aquí. Durante una visita a Nepal, el canciller Robin Cook entregó formalmente un aumento de más del doble de las pensiones a los veteranos del regimiento Gurkha que han peleado por la Union Jack en infinidad de conflictos, incluido el del Atlántico Sur.

 

23     REINO UNIDO: Finalizó la visita a Gran Bretaña.- El vicepresidente, Carlos Alvarez, evaluó ayer como "un viaje muy positivo y muy importante para el Gobierno" la gira de cinco días que concluyó el jueves último en esta ciudad.

Alvarez, que viajó a Londres por invitación del premier británico, Tony Blair, para conocer las reformas que el gobierno de la isla impulsa en el sector estatal, dijo a La Nación que el encuentro con el líder laborista inglés "le dio al viaje un toque más allá de lo pensado".

Durante la conversación de menos de diez minutos, que se gestionó fuera de agenda y que se concretó en la antesala del recinto de los Comunes del Parlamento inglés, el vicepresidente ratificó a Blair la invitación que el presidente Fernando de la Rúa le había hecho en Davos, en enero último.

"Estoy muy interesado. Tengo que mirar mi agenda, pero me encantaría conocer su país", respondió Blair. Alvarez sintió, en su fuero íntimo, que acababa de cumplir con el desafío más grande de su visita.

"La agenda de reuniones de trabajo atravesó toda la primera plana del gobierno británico", dijo orgulloso a La Nación.

Sin embargo, otro de los retos de la gira por esta ciudad quedó postergado: aunque no estaba agendado, el vicepresidente se encontraba preparado para ratificar la soberanía argentina sobre las islas Malvinas ante el vicecanciller británico, John Battle.

Alvarez aseguró que durante ese encuentro "casi no se habló" del archipiélago, aunque el embajador británico en la Argentina, William Marsden, dijo a La Nación que la cuestión sí figuraba en la agenda de Battle.

"No ocurrió nada novedoso sobre Malvinas durante la gira -admitió el vicepresidente-. Cada país tiene su posición de seguir firmemente con la ratificación de la soberanía de las islas. Pero me llevo la idea de que hay que recentrar la interlocución entre los dos países. Si se mejora la relación entre la Argentina y Gran Bretaña en todos los niveles, se facilitará la recuperación de las islas." Más allá del encuentro con Blair y la cuestión de Malvinas, Alvarez señaló que el viaje "fue muy importante para el Gobierno, porque ayudó, por un lado, a profundizar los lazos de cooperación entre los dos países y, por el otro, a hacer un seguimiento de la instrumentación de una agenda de temas que interesan a nuestro país".

Para Alvarez, el encuentro más interesante de su apretada agenda fue el que mantuvo el martes último con la jefa de Gabinete de Tony Blair, Marjorie "Mo" Mowlam.

"Coordina 24 ministerios y está a cargo de la Unidad de Exclusión Social", recordó Alvarez acerca de la mujer que firmó el acuerdo de paz en Irlanda del Norte durante el Viernes Santo de 1998.

"La reunión con el vicepremier inglés, John Prescott, que me contó de qué forma reformularon los órganos reguladores de las empresas de servicios privatizadas para que sirvan mejor a la gente, es un tema que voy a seguir desde la Argentina", anticipó Alvarez.

"¿Qué otra idea se podría aplicar en la Argentina?", preguntó La Nación a Alvarez. "Lo que los ingleses llaman citizen charter y service first, y que en nuestro país se está instrumentando por medio de las cartas-compromiso con el ciudadano, que fueron establecidas por decreto por De la Rúa.

 

REINO UNIDO: Encuentro político en Londres- Durante una semana, políticos y funcionarios argentinos protagonizarán en Gran Bretaña dos debates sobre la situación económica, política e internacional de la Argentina y sobre el futuro de las islas Malvinas.

Entre el 12 y el 14 de mayo próximo se realizará en Londres la Conferencia argentino-británica. El tema central serán las Malvinas, como explica la convocatoria oficial: "Dónde estamos y hacia dónde vamos; contactos entre las islas y el continente; petróleo, pesca y defensa".

La reunión, que se desarrollará en el Wilton Park de Londres, es organizada por el Grupo ABC, integrado por miembros de la Argentina y del Reino Unido y que persigue como principal objetivo la interrelación entre sectores no gubernamentales de ambos países.

También se abordarán cuestiones como la posición de la Argentina y de Gran Bretaña en las próximas negociaciones comerciales internacionales, y el medio ambiente, la ciencia, la economía y la seguridad en la Antártida.

Los temas políticos -no menos ríspidos- que permanecen en la relación argentino-británica son la postulación de Buenos Aires como sede del Tratado Antártico y la soberanía de las islas Malvinas.

En cuanto al primer asunto, Gran Bretaña es el único país, de un total de 27, que se opone sistemáticamente desde hace siete años a la candidatura argentina.

En cuanto a las Malvinas, la idea de quienes diseñan la política exterior de la Alianza es no darles espacio de negociación, ni formal ni informalmente, a los isleños.

Ya confirmó su asistencia a la reunión el titular de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara baja, Marcelo Stubrin, invitado especialmente por el Consejo Argentino de Relaciones Internacionales (CARI).

El segundo encuentro previsto se desarrollará, a partir del 15, en la Universidad de Oxford, organizado por The Latin American Center, cuya conferencia anual será: "La Argentina 2000. Política, economía, sociedad y relaciones internacionales". Ya tiene un lugar asegurado el ex presidente Raúl Alfonsín.

El ex jefe del Estado podría compartir el panel de expositores argentinos con miembros del gobierno nacional, como el ministro del Interior, Federico Storani; el titular de la SIDE, Fernando de Santibañes, y el ministro de Economía, José Luis Machinea.

Al encuentro en el St. Anthony College, de la Universidad de Oxford, también fueron invitados el ex canciller Guido Di Tella; el embajador argentino en la Unión Europea, Roberto Lavagna; el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota; el titular de la cartera educativa bonaerense, José Octavio Bordón, y los diputados Jesús Rodríguez (UCR) y Fernando Maurette (PJ).

 

30     REINO UNIDO: Conferencia argentino-británica sobre el futuro del Atlántico Sur

Malvinas: Di Tella ratificará su política.- El ex canciller menemista expondrá ante políticos ingleses y consejeros de las islas; reunión de legisladores

El último canciller del gobierno menemista Guido Di Tella defenderá el 12 del mes próximo, en Gran Bretaña, la soberanía argentina sobre las islas Malvinas durante las reuniones en las que se debatirá el futuro del Atlántico Sur.

En Londres, los dirigentes políticos argentinos expondrán en los debates de la conferencia argentino-británica, en la que participarán políticos ingleses y consejeros de las islas Malvinas. Entre los funcionarios británicos que escucharán la postura Di Tella estarán el ex vicecanciller inglés Tony Lloyd y el consejero Mike Summer, por los representantes legislativos isleños. Estaba inivitado el expresidente Raúl Alfonsí pero desistió de viajar al Reino Unido.

Los temas centrales de la conferencia bilateral serán los contactos entre las islas y el continente y el futuro de la explotación petrolera, la pesca y la defensa. El debate se realizará entre el 12 y el 14 del mes próximo en el Wilton Park, de Londres. A la cita concurrirán, además, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara baja, Marcelo Stubrin (UCR-Capital); el vicepresidente de ese cuerpo legislativo, Ramón Puerta (PJ-Misiones), y miembros de esa comisión, como Carlos Raimundi (Frepaso-Buenos Aires) y su par Fernando Maurette (PJ-Capital).

Los legisladores del oficialismo y la oposición se reunirán con sus pares británicos para intentar avanzar desde el diálogo político sobre el conflicto que los gobiernos de la Argentina y el Reino Unido mantienen por la soberanía de las islas Malvinas.

En la actualidad existe una propuesta que quedó pendiente en el nivel parlamentario y que consiste en crear un grupo legislativo argentino-británico específico para abordar las relaciones bilaterales, pero, en particular, para encontrar soluciones conjuntas sobre la cuestión de las Malvinas.

En realidad, la iniciativa quedó suspendida con el cambio de gobierno y la llegada de la Alianza al poder de la mano de Fernando de la Rúa. La idea es que el viaje reactive la propuesta. La reunión en el Wilton Park es organizada por el denominado Grupo ABC, integrado por miembros de la Argentina y el Reino Unido, que persigue como objetivo principal la interrelación entre sectores no gubernamentales de ambos países.

En ese contexto se abordarán cuestiones como "La posición de la Argentina y de Gran Bretaña en las próximas negociaciones comerciales internacionales, "La Argentina, medio ambiente, ciencia, economía y seguridad" y "Construyendo la relación".

Los temas políticos, y no menos ríspidos, que permanecen en la relación bilateral son, además, la postulación de Buenos Aires como sede del Tratado Antártico y la cuestión de la soberanía de las islas, y ambos estarán presentes en las exposiciones.

 

Mayo

2       MALVINAS: A 18 años de su hundimiento del Belgrano

"Venía por el pasillo y sentí un impacto fuertísimo y una explosión. Se movió todo. El piso temblaba. Estaba oscuro. El silencio era total. Después, escuché una voz que decía: "Tranquilos, tranquilos que no pasa nada..."."

Eran las 16.1 del domingo 2 de mayo de 1982, y para el conscripto santafecino Hilario Rodríguez, de 19 años, y los otros 1092 tripulantes del crucero ARA General Belgrano, acababa de desatarse el infierno.

Aunque aún no lo sabían, el sacudón y la explosión posterior los había provocado el impacto de dos torpedos MK8 lanzados por el submarino nuclear Conqueror, de la armada británica.

El viento soplaba a 120 kilómetros, las olas medían 12 metros, la temperatura era de 10 grados bajo cero, con menos 20 de térmica, y la del agua, de casi cero grado.

Estaban en medio del Atlántico Sur, al este de la isla de los Estados y al sur de las islas Malvinas. Para las cartas navales, a los 55º24'S y 61º32'W. El crucero sería la primera víctima en la historia de un submarino nuclear, y en su caída a 3000 metros de profundidad arrastraría a 323 tripulantes, y a las últimas, desesperadas negociaciones políticas para impedir la guerra.

Reconstruidas hoy, a 18 años de su hundimiento, las últimas horas del Belgrano tienen la sencillez de la tragedia.

El ataque sorprendió a todos. Fue tan fugaz -entre un impacto y otro hubo sólo 30 segundos- y terminante: en menos de una hora, el crucero, una mole de 13.500 toneladas, 185 metros de largo, 18 de ancho y 37 de alto, se fue a pique.

La posición del Conqueror en el momento de la agresión era óptima: estaba diez kilómetros al sur de su blanco, y en sus radares debe de haberse visto nítido el perfil del crucero.

Según el comandante del Belgrano, el capitán de navío Héctor Bonzo, "la velocidad de los torpedos era de unos 40 a 45 nudos (unos 60 kilómetros) por hora, y no se vieron las estelas por dos razones: venían a cinco metros de profundidad y el mar estaba encrespado".

Las evaluaciones posteriores determinaron que la cabeza del primer proyectil, el que a las 16.01 dio en la sala de máquinas de popa, ingresó dos metros dentro del buque antes de explotar, haciendo un boquete de 20 metros de largo por 4 de ancho.

La onda expansiva abrió una chimenea de quince metros de alto, que atravesó cuatro cubiertas y deformó la quinta, que era la principal.

Por el rumbo abierto por el torpedo, el Belgrano embarcó en segundos 9500 toneladas de agua.

El segundo proyectil dio en la proa treinta segundos después. Varios testigos vieron cómo se elevaba con violencia una columna de agua y hierros, y al caer habían desaparecido 15 metros del buque.

Este impacto no causó víctimas, y tal vez ni siquiera fue necesario: "De los 323 muertos del Belgrano, creemos que 270 murieron durante el primer impacto", cuenta Bonzo.

¿Cómo hizo el Conqueror para descubrir al Belgrano? Por ahora nadie lo sabe, y sólo se manejan hipótesis. Las dos más concretas son:

Que la base naval chilena de Punta Arenas haya transmitido la posición del crucero al agregado militar británico en Santiago.

Que algún espía británico en Ushuaia haya informado la salida del buque el 24 de abril e inferido su ruta, que hasta entonces era secreta.

En un caso u otro, lo cierto es que el 25 de abril el submarino estaba en la zona de Georgias, donde fue detectado por los comandos del grupo Lagartos de la Armada Argentina.

Al mando estaba el teniente Alfredo Astiz, y el aviso sobre la posición del Conqueror fue su última (¿única?) acción de guerra: al día siguiente firmaba su rendición ante el capitán inglés Nicholas Baker.

Para el 1º de mayo, el submarino ya había llegado al este de la Isla de los Estados, y desde allí observó por periscopio el abastecimiento del crucero en alta mar.

La cacería había comenzado.

El Belgrano tenía su historia.Botado en Arizona el 12 de marzo de 1938 como Phoenix, sirvió a la Armada de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.

El 7 de diciembre de 1941 estaba en Pearl Harbor cuando la base fue atacada por los japoneses. El buque respondió el ataque, no fue alcanzado por las bombas, y desde entonces peleó en el Pacífico y en el Indico.

En marzo de 1946 fue desafectado de la flota norteamericana, y en 1950 fue comprado por la Argentina en 4 millones de dólares. El 12 de abril de 1951 izó por primera vez la bandera de nuestro país, y desde entonces pasó a llamarse 17 de Octubre.

El 16 de septiembre de 1955 el crucero se encontraba en Golfo Nuevo, con el resto de la flota sublevada contra el peronismo, y desde allí se desplazó hacia Buenos Aires.

Dos días más tarde, el buque llegó al Río de la Plata enarbolando la insignia del comandante de la Marina de Guerra en Operaciones, el almirante Isaac Rojas, que había constituido su comando a bordo.

Finalmente, el 22 de septiembre de 1955, un mes después de la caída del peronismo, el buque pasó a llamarse General Belgrano, "dada la inconveniencia de mantener en las unidades navales nombres de personas o hechos cercanos en el tiempo".

Para el 29 de abril de 1982, la flota argentina había sido dividida en tres grupos de tareas que operaban en el Atlántico Sur.

El GT3, ubicado en cercanías de la Isla de los Estados, lo integraban el Belgrano, los destructores Piedra Buena y Bouchard y el buque tanque de YPF Puerto Rosales.

El plan táctico para el Belgrano era acercarse a Puerto Argentino desde el Sur, para envolver a la fuerza británica que había comenzado a bombardear la posición.

La maniobra debía coincidir con el bombardeo de los aviones navales desde el Norte, pero en la tarde del 1º de mayo se suspendió: insólitamente, en la zona no había viento y los aviones no podían despegar.

En la madrugada del 2 de mayo, el contralmirante Gualter Allara había ordenado el repliegue de los buques. La instrucción al Belgrano fue dirigirse a posiciones de menor profundidad (no más de 120 metros) para evitar la presencia de los submarinos nucleares.

El viejo barco navegaba solo, y el Piedra Buena y el Bouchard lo seguían a unos diez kilómetros al Este, con las transmisiones de radio cortadas, haciendo escucha hidrofónica.

Se había pasado del alistamiento de batalla, una especie de alerta rojo, a la situación de crucero de guerra: sólo un tercio de la tripulación estaba en sus puestos de combate. Otro tercio descansaba, y el restante trabajaba o comía. El menú de esa noche no habría desesperado a los gourmets: habría albóndigas con papas hervidas.

El buque había dejado Puerto Belgrano el 16 de abril, 14 días después del desembarco de las tropas argentinas en Malvinas.

Aunque la invasión se había iniciado el 2, el crucero estaba en mantenimiento y no pudo sumarse enseguida a la operación.

¿Era apto el Belgrano para estar en la primera línea de combate?

Su comandante, el capitán de navío Héctor Bonzo, es terminante: "Era un buque absolutamente operativo. Hasta 1981 había ganado el premio del diario La Prensa al mejor tiro de combate de la Flota de Mar. Estaba equipado con misiles antiaéreos CA-Cat y tenía una coraza de acero de 2,5 centímetros de espesor. La tripulación estaba perfectamente entrenada y el buque se modernizaba año tras año".

Otras fuentes tienen opiniones diferentes. Un alto jefe militar, con participación en la Guerra de Malvinas, dijo a La Nación: "El Belgrano no estaba en condiciones de combatir. Lo prudente hubiese sido que se quedara en el puerto".

En rigor, el Belgrano nunca entró en combate, pero se convirtió en una trampa para todos sus tripulantes.

4       PESCA: La comisión multisectorial que reúne a gremios y cámaras empresariales vinculados con la pesca confirmó para el miércoles una movilización hacia la Capital Federal para reclamar cambios en la política del Gobierno para regular esta actividad.

Los manifestantes reclamarán a las autoridades nacionales la erradicación de los buques congeladores y factorías de la zona económica exclusiva y la implementación de un plan de pesca que favorezca a las embarcaciones fresqueras, flota que ayuda a la generación de puestos de trabajo en tierra.

Mientras tanto, el puerto local permanece paralizado desde hace diez días, cuando el Sindicato Obreros Marítimos Unidos (SOMU) dispuso un cese de actividades por tiempo indeterminado hasta tanto las autoridades nacionales fijen políticas que defiendan al sector fresquero.

 

8       PESCA: La justicia federal de Comodoro Rivadavia tiene en sus manos una denuncia penal presentada por el senador Eduardo Arnold (PJ-Santa Cruz), que apunta a funcionarios del Estado nacional por supuesto "inclumplimiento" en el control sobre la captura de calamar y merluza.

Arnold cuestionó el régimen de charteo que, según estimó, provoca al país una pérdida de 200 millones de dólares, que se llevan las empresas asiáticas que explotan el recurso mientras que "a la Secretaría de Pesca le quedan sólo 12 millones de pesos, en concepto de permisos otorgados", enfatizó.

El senador expuso su denuncia ante el fiscal Norberto Bellver, y el fiscal general Horacio Arranz; el juez federal Ricardo Napolitani ya inició la investigación.

Según Arnold, el régimen de charteo es ilegal porque vulnera la ley federal de pesca: no beneficia a empresas ni a trabajadores argentinos y deja toda la producción en manos de la flota asiática.

"Después de todas las gestiones que realizamos, nos damos cuenta de que lo único que nos queda es que algún fiscal o juez con algún sentido de patriotismo lleve adelante las investigaciones pertinentes, porque creemos que esto es lesivo para los intereses nacionales", manifestó el senador.

La denuncia del legislador apunta a los funcionarios de la Nación: plantea delitos de violación del Código Aduanero, infracción de la ley federal de pesca e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Arnold fue más lejos en sus acusaciones y dijo que, a pesar de que la Prefectura encuentra buques operando en infracción, no existen sanciones. Según aseguró, en los últimos 5 años se detectaron 800 infracciones de buques pescando en aguas jurisdiccionales sin permiso, pero se hicieron sólo 5 expedientes de multa.

 

15     TRATADO ANTÁRTICO: El Reino Unido podría ceder en su negativa a avalar a Buenos Aires como sede del Tratado Antártico.- WILTON PARK, Inglaterra.- En la serenidad de Wiston House, una mansión del siglo XVII que el Foreign Office mantiene en el corazón de la campiña inglesa, delegados argentinos, británicos y malvinenses dialogaron durante tres días en forma tan franca como positiva.

Si alguien esperaba que temas "calientes", como el diferendo del Atlántico Sur, provocarán una agria confrontación, debió de haberse ido sorprendido.

La VII Conferencia Argentino-Británica, organizada por el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), el South Atlantic Council (Consejo del Atlántico Sur) y la Sociedad Anglo-Argentina, permitió que el intercambio de opiniones entre políticos, hombres de negocios y líderes de opinión resultara en puntos en común.

El más contundente fue la conclusión unánime de instar al gobierno británico a que retire el bloqueo que mantiene, desde hace ocho años, para que la sede del Tratado Antártico se instale en Buenos Aires.

Varios expertos destacaron la debilidad de los argumentos presentados por Londres (la calidad de la Argentina como país reclamante de soberanía y la presencia de militares en las operaciones antárticas) y advirtieron que su persistencia está trasladando un problema bilateral a un escenario multinacional.

Los dos representantes del oficialismo británico (el parlamentario laborista Martin O'Neill y el ex vicecanciller Tony Lloyd) abandonaron discretamente la sala cuando este tema se discutía, pero sus compatriotas, incluidos dos parlamentarios conservadores, no dudaron en apoyar la posición argentina.

El consejero malvinense Mike Summers, lejos de objetarla, dijo que el tema "es algo que tendrán que resolver directamente Buenos Aires y Londres".

Summers fue uno de los consejeros que participaron de la negociación del acuerdo del último 14 de julio que permitió el restablecimiento de comunicaciones con las islas, algo que, no se cansó de asegurar, la mayoría de los malvinenses considera ahora "sumamente positivo" y "sobre lo que tenemos que seguir todos construyendo".

Al hablar de su implementación tampoco se mordió la lengua y elogió al gobierno argentino por cumplir "seriamente" con la lucha contra la piratería pesquera.

Un proceso viral impidió a Norma Edwards, su colega calificada de "antiargentina", sumarse a la reunión, pero esto no impidió que se ventilaran algunas ansiedades.

Tanto Summers como Lloyd dijeron "no comprender aún cuáles son las intenciones del gobierno de la Alianza con respecto al Atlántico Sur" y temer, por lo tanto, que ésta consista en volver a foja cero. "A esta altura de nuestra relación, no avanzar será ir en regresión", advirtió el consejero malvinense.

La delegación británica tenía en mente declaraciones del oficialismo argentino, reiteradas aquí por el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Marcelo Stubrin, según las cuales Buenos Aires tiene intenciones de "revisar" el acuerdo petrolero de septiembre de 1995, que considera "un precedente, pero no una obligación".

Esto se concretaría durante una reunión de la Comisión Bilateral de Hidrocarburos por realizarse el mes próximo en Londres.

 

MALVINAS: Como era de esperar, las opiniones sobre la soberanía de Malvinas resultaron monólogos. Del lado británico se insistió en defender la autodeterminación de los isleños. Una propuesta de charlar informalmente del tema mediante reuniones semestrales fue cortesmente descartada "porque perpetuaría un diálogo de sordos".

Los argentinos se basaron sobre la territorialidad y destacaron lo "absurdo" de utilizar el principio de autodeterminación para extender la soberanía a lugares despoblados como las islas Georgias y Sandwich. De esto se ocuparon en extenso los diputados Stubrin (UCR), Fernando Maurette (PJ), Federico Ramón Puerta (PJ), José Luis Fernández Valoni (Acción por la República) y el senador Luis Molinari Romero.

Lo más constructivo del encuentro se recogió del intercambio con representantes de organizaciones no gubernamentales.

Juan Manuel Ipiña, joven fundador de "International Village Meetings" (Encuentros de la Villa Internacional), habló de la primera reunión de niños argentinos y malvinenses, realizada en Uruguay en 1996, una experiencia que planea repetir en Tierra del Fuego en enero próximo.

Carolina Biquard, presidenta de la Fundación Compromiso, y Richard Street, de la Fundación Impulsar, destacaron el avance del "tercer sector" en nuestro país, un fenómeno que podría extender a Malvinas.

Para hacerlo se sugirió, entre otras cosas, el intercambio entre agricultores de Santa Cruz y de las islas de modo que puedan beneficiarse mutuamente del conocimiento de los cultivos factibles de tener éxito en su riguroso clima. También se habló de organizar conciertos juveniles argentino-malvinenses de modo de emplear la música como lenguaje para un mejor entendimiento.

El consejero Summers acogió todas las ideas favorablemente y prometió transmitirlas a los isleños.

 

17     ARGENTINA - REINO UNIDO - ANTARTIDA: Sede del Tratado Antártico. Políticos y empresarios británicos respaldaron la aspiración argentina a la que Inglaterra se opuso sistemáticamente. Por primera vez en casi 30 años, políticos y empresarios británicos cedieron ante la pretensión de la Argentina de convertir a Buenos Aires en sede de la secretaría del Tratado Antártico.

Por lo menos así lo manifestaron quienes asistieron a la séptima conferencia argentino-británica que se celebró en Wilton Park, Inglaterra.

"La conferencia acordó, basada sobre la determinación expresada por la Argentina sobre la naturaleza del programa antártico y preocupada sobre los efectos negativos para el sistema del Tratado Antártico, recomendar el apoyo a la propuesta de establecer la sede de la secretaría en la ciudad de Buenos Aires", acordaron los conferenciantes.

Entre ellos, se contó a dos representantes del oficialismo del primer ministro Tony Blair: Martin O`Neill, un parlamentario laborista, y al ex vicecanciller Tony Lloyd. Los dos hombres están abocados desde hace años a las negociaciones en torno al diferendo de las islas Malvinas. Por la Argentina, lideró las conversaciones el diputado radical Marcelo Stubrin, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara baja.

La intención de la Argentina es convertir a Buenos Aires en la sede administrativa del Tratado Antártico, firmado en 1959 originalmente por Australia, Chile, Bélgica, Japón, Francia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Noruega, la ex Unión Soviética, el Reino Unido y los Estados Unidos, además de la Argentina.

Todos estos Estados se comprometieron a no reclamar soberanía sobre la Antártida. Y sólo Gran Bretaña se opuso desde siempre a instalar la secretaría del Tratado Antártico en Buenos Aires, a raíz de la disputa por las Malvinas.

 

Junio

4       ARGENTINA: Adalberto Rodríguez Giavarini aparece como el único ministro que en acto público, ante 75 diplomáticos extranjeros y más de 200 argentinos interesados en la política exterior, tuvo una mención positiva sobre la gestión del ex presidente Menem. Asimismo, sólo empleó la palabra "sobreactuaciones", con un sesgo divertente con posiciones (Estados Unidos y Gran Bretaña) de su antecesor Guido Di Tella. Fue en la disertación que dio el martes en el CARI. Previsible, sin anuncios sorprendentes, bien ordenado, con preeminencia económica. Sólo puso énfasis contra los subsidios, en especial agrícolas, y tuvo una alusión crítica a países que lo practican, de uno de los cuales, dijo, que la Argentina recibió aporte cultural. (Muchos asistentes miraron discretamente al embajador francés, Paul Dijoud.) Sin embargo, esta frase, de la que damos su esencia, como la mención a Menem por la política de no proliferación nuclear de su gobierno, no figuran en la copia oficial de la conferencia.

 

8       MALVINAS: a 18 años de la batalla de Bahía Agradable, que provocó más de 100 bajas británicas (Por Jorge Camarasa)

Tres de los pilotos que el 8 de junio de 1982 atacaron el desembarco inglés cuentan el combate; además de las bajas, Gran Bretaña perdió una fragata, un avión y dos buques de apoyo; tres aviones argentinos fueron derribados

"Venía volando a tres metros sobre el agua y a 900 kilómetros por hora. Tiré las bombas y pasé entre los dos mástiles de la fragata en medio del fuego antiaéreo. Yo creo que era la Plymouth, porque alcancé a ver el banderín a cuadros rojos y blancos que la identificaba. Todo debe haber durando cincuenta segundos o a lo sumo un minuto, pero en esas circunstancias pareció una eternidad."

Eran casi las dos y media de la tarde del martes 8 de junio de 1982, y el hoy brigadier Amílcar Cinatti, entonces un capitán piloto de Dagger, acababa de anotarse en el gran libro de los méritos de la Fuerza Aérea.

La Guerra de las Malvinas agonizaba, pero la inminencia del final no pudo evitar lo inevitable: aquél sería el día más negro para la flota británica.

En poco más de dos horas, con tres oleadas de ataques sobre Bahía Agradable y utilizando catorce aviones en total, la Fuerza Aérea Argentina provocaría a los ingleses más de 100 bajas y la pérdida de una fragata, dos buques de apoyo logístico y un avión Harrier.

Fue una victoria inapelable, pero no alcanzó para cambiar el curso de la guerra: seis días después, todo acabaría con la rendición de Puerto Argentino y el luto por todos los caídos, aquí y en Gran Bretaña.

La maniobra de desembarco de los británicos en Bahía Agradable, en las inmediaciones de Fitz Roy, había comenzado entre el 5 y 6 de junio, y obedecía a la necesidad de aquéllos de establecer una cabeza de puente al sudoeste de Puerto Argentino para completar el bloqueo.

La operación contemplaba el desembarco de paracaidistas, una compañía del regimiento Príncipe de Gales con apoyo de Guardias Galeses, y también la descarga de munición, explosivos, una unidad sanitaria y equipos de comunicaciones que habían sido llevados en buques logísticos para no arriesgar naves de asalto anfibio.

En esas condiciones el desembarco era lento, y tenía la cobertura de una fragata tipo Rothesay y varios helicópteros.

La magnitud de la operación hizo que no se la pudiera mantener en secreto, y las primeras informaciones de que algo estaba pasando en Bahía Agradable llegaron al continente a media mañana.

"No sabíamos exactamente qué estaba pasando ni imaginábamos lo que íbamos a encontrar", dice hoy el vicecomodoro Daniel Gálvez.

En 1982, el salteño Gálvez era teniente, piloto de A4B, y estaba con su escuadrilla en Villa Reynolds, San Luis. Jamás se olvidará de aquellos días de la guerra: "Me trasladaron a Río Gallegos a los tres días del nacimiento de mi hija, y apenas la volví a ver cuando tenía tres meses y medio".

Para el 8 de junio, Gálvez estaba viviendo, con otra veintena de pilotos de Skyhawk, en un bungalow de madera dentro de la base de Río Gallegos. Lo llamaban "la casita Bariloche", y allí las pérdidas de compañeros se evidenciaban de una manera cruda: cada tanto, en las mañanas, alguna cama aparecía vacía.

"Como las operaciones eran sólo diurnas, nos levantábamos a las 7 y entrábamos en un alerta automático. Nos vestíamos con el traje antiexposición, por si teníamos que eyectarnos durante el vuelo, y quedábamos en condiciones de salir a los diez minutos de recibir la orden de operación", dice hoy.

Y recuerda: "Aquella mañana, cuando sonó el teléfono, supimos que nos tocaba a nosotros".

El primero de los tres ataques sobre Bahía Agradable, el 8 de junio de 1982, ocurrió a las 12.40 y corrió por cuenta de los A4B Skyhawk, que llegaron desde el Sudoeste y dejaron caer sus bombas de 250 kilos sobre los buques Sir Tristram y Sir Galahad.

Divididos en dos alas de combate, tres Dogos y dos Mastines, los cinco aviones iniciaron su ataque, hiriendo mortalmente al Galahad.

El primero de los Dogos logró hacer impacto en el centro del buque, el segundo no pudo desprender sus bombas y el tercero erró el blanco y sus proyectiles acabaron en la playa, donde produjeron numerosas bajas y un daño inesperado a los materiales y vehículos ya desembarcados.

Después de los Dogos llegaron los dos Mastines -uno de ellos pilotado por el teniente Gálvez- y al ver que el Galahad ya había sido alcanzado, arremetieron contra el Tristram.

Esta vez, las bombas impactaron en la línea de flotación de popa, y el buque quedó inutilizado.

El Galahad, mientras tanto, ardía en medio de explosiones que derramaban su combustible incendiado, y las aguas de la bahía se convertían en cuestión de segundos en una hoguera flotante.

El piloto del segundo Dogo, el que no pudo arrojar sus bombas, era el hoy vicecomodoro Leonardo Carmona.

En el helado invierno de 1982, el entonces alférez Carmona, mendocino, tenía apenas 23 años y era un flamante piloto de A4B. Tan flamante, en realidad, que cuando fue llevado a Río Gallegos desde la base de Villa Reynolds, recién había terminado el correspondiente curso de piloto operativo, un status que lo habilitaba para participar en acciones de combate.

"El mío era el segundo avión que tenía que atacar. Hasta llegar al objetivo, todo había ido bien. Habíamos despegado, nos habíamos reabastecido en los Hércules C-130 que nos esperaban en el límite de las 200 millas, y desde el reabastecimiento hasta el blanco habíamos volado a ras del agua. Pero cuando tuve en la mira al Sir Galahad y disparé, las bombas no salieron. Tuve que pasar por arriba del buque y regresar. Fue frustrante..."

El segundo de los ataques sobre las tropas inglesas corrió por cuenta de cinco aviones Dagger. Ocurrió una hora y diez minutos después del primero, y aprovechó el mismo factor sorpresa y la maniobra distractiva pensada por los mandos aeronáuticos.

La maniobra había sido ingenua, pero resultó efectiva: una escuadrilla de combate ingresaba por el Norte, ostensible al radar, y las patrullas británicas salieron a interceptarla, dejando sin cobertura aérea Bahía Agradable.

El hoy brigadier Cimatti era el piloto de uno de los Dagger. De los once compañeros que habían viajado a Río Grande desde su base en Tandil, cinco habían sido derribados y sólo uno había sido recuperado con vida.

Cuenta: "A las 11.45 del martes 8 de junio recibimos el aviso de la misión. Desde que salimos hasta que llegamos al blanco pasaron 40 minutos. Ese era el tiempo habitual de vuelo desde Río Grande hasta la isla, una ruta que conocíamos de memoria y que hacíamos, a 900 kilómetros por hora, volando a ras del agua. Aquel día, insólitamente, el tiempo era bueno; lloviznaba, pero las nubes estaban altas".

Los Dagger llegaron a Bahía Agradable desde el Oeste, en dos formaciones: la de los Perros, compuesta por tres aviones, y la de los Gatos, por otros dos, uno de los cuales era el de Cimatti.

Como habían entrado en la zona levemente desplazados, al intentar corregir el rumbo observaron a la fragata, la sobrepasaron, viraron a la izquierda y volvieron a enfrentarla. El Perro 1 le lanzó sus bombas, las del 2 no salieron y el 3 la bombardeó y la cañoneó.

Los Gatos, Cimatti y el mayor Martínez la sobrevolaron segundos después, repitiendo la operación.

Fue el segundo ataque sobre Bahía Agradable, y hasta entonces se podía festejar. Pero la suerte, se sabe, no dura para siempre.

El tercer ataque sobre las fuerzas de desembarco británicas ocurrió a las 16.30 del mismo 8 de junio y de la operación participaron 8 aviones A4B y A4C, de los cuales tres serían derribados.

Para ese momento, casi cinco horas después del primer ataque, la Fuerza Aérea ya no contaba con el factor sorpresa. Así, los aviones argentinos fueron recibidos por fuego cruzado de artillería antiaérea, misiles tierra-aire y disparos de armas livianas.

No obstante, uno de los A4 pudo efectuar disparos sobre un lanchón de desembarco británico que traía equipos de comunicación desde Darwin y verificar que el Sir Galahad humeaba destruido en la bahía.

Otros aviones arrojaron sus bombas sobre la concentración de tropas británicas en tierra, y después regresaron a su base, ubicada en Río Gallegos.

El blanco había sido batido desde el mediodía hasta casi las cinco de la tarde y, pese a las pérdidas, la victoria de los aviones argentinos fue inexcusable.

El blanco, en realidad, había sido negro para la flota británica. El 8 de junio de 1982 fue para ellos el día más negro de la guerra.

La estadística fría de lo ocurrido en la batalla de Bahía Agradable es elocuente:

Las fuerzas argentinas perdieron tres aviones A4B con sus tres pilotos y hubo 12 muertos entre las tropas terrestres como consecuencia del fuego naval y de artillería.

l Las fuerzas británicas debieron lamentaron 57 muertos y 46 heridos, sin contar la tripulación de la fragata Plymouth, el hundimiento de un buque logístico y un lanchón de desembarco, la destrucción de otro buque logístico, la Plymouth y un avión Harrier, y la avería de otra fragata no confirmada por Gran Bretaña.

Aunque apenas faltaban seis días para que terminara la guerra, Bahía Agradable se había convertido en un infierno para la Task Force.

 

11     MALVINAS: se celebró el Día de la Soberanía

El Día de la Reafirmación de la Soberanía Argentina sobre las Islas Malvinas fue recordado ayer con un acto que presidió el jefe del Ejército, teniente general Ricardo Brinzoni, en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas y que tuvo como eje central un desfile cívico militar del cual participaron unos 1300 efectivos del Ejército.

El Gobierno, por su parte, emitió un documento por medio de la Cancillería en el cual reivindicó el diálogo entre nuestro país y Gran Bretaña con miras a solucionar la disputa por la soberanía argentina sobre el archipiélago.

Cariglino llamó a recuperar las islas "por la vía pacífica, con la diplomacia, con la palabra".

"Le decimos al usurpador inglés que no estamos dispuestos a dejar que ellos sigan ocupando nuestro suelo, que le permitimos vivir así, pero que sean parte de esta Nación y le damos la bienvenida", señaló.

Por su parte, la Cancillería emitió la opinión del presidente Fernando de la Rúa mediante un comunicado de prensa. "En esta fecha trascendente, el gobierno argentino reitera su permanente disposición al diálogo con el Reino Unido a fin de reanudar las negociaciones con miras a resolver, a la brevedad posible, y de manera justa y definitiva, la disputa de soberanía aún pendiente de solución", señaló la cartera que conduce Adalberto Rodríguez Giavarini.

En Córdoba, el gobernador José Manuel de la Sota consideró que "Malvinas es una causa nacional. Nos identifica a todos los argentinos por igual y la recuperación de esa parte del suelo patrio para todo el territorio del país es algo querido, sentido por los niños, los abuelos, por todas las generaciones".

El Día de la Soberanía recuerda la creación de la Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas y las adyacentes al cabo de Hornos en el Mar Atlántico. Eso ocurrió por medio de un decreto del gobernador interino de la provincia de Buenos Aires, brigadier general Martín Rodríguez, en 1829, quien designó como comandante de las islas a Luis Vernet.

Luego, en 1833, se produjo la usurpación de Gran Bretaña al archipiélago, en pleno auge colonialista, y desde ese entonces, excepto durante la breve recuperación militar argentina de las islas, en 1982, que culminó con una derrota bélica ante las fuerzas británicas, las Malvinas nunca volvieron a estar bajo la jurisdicción de la Argentina.

 

15     ARGENTINA – ANTARTIDA: Ley Nº 25-260 - Apruébase el Anexo V del Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente - Protección y Gestión de Zonas, adoptado en Bonn, República Federal de Alemania.

Ley Nª 25.263 - Régimen de Recolección de Recursos Vivos Marinos en el Area de Aplicación de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA). Jurisdicción y Ambito de Aplicación. Funciones del Consejo Federal Pesquero, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación y la Prefectura Naval Argentina. Fondo para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos - Fondo CCRVMA. Publicación de las  Medidas de Conservación de la CCRVMA. Límites de Captura. Monitoreo Satelital de Buques. Sanciones. Recursos. Presunciones. Investigación y Observación Científica de Conformidad con la CCRVMA

 

16     ARGENTINA: La dramatización crítica de la Guerra de las Malvinas por los alumnos de un colegio de Comodoro Rivadavia desató un fuerte conflicto. Hubo militares que se retiraron enojados; el intendente, Jorge Aubía, pidió disculpas al Ejército; la directora defendió a los alumnos indicando que ésa era su visión de la guerra y el gobernador terció para anticipar que no habrá sanciones para el colegio.

"Ningún representante de las Fuerzas Armadas me ha hecho llegar una solicitud de pedido de renuncia o de castigo para los directivos del establecimiento, aspecto que me hubiera parecido improcedente e inoportuno", opinó el gobernador del Chubut, José Luis Lizurume.

Pero de todos modos surgió una inquietud en las fuerzas armadas asentadas en la zona, especialmente sensibilizadas por las bajas que tuvieron en la guerra. Un día después del acto, el intendente Aubía fue el mediador en una reunión entre estudiantes y directivos de la escuela, llamada Gran Malvina por elección de los propios alumnos, y el general Juan Carlos Solari, titular de la IX Brigada Mecanizada.

"En un acto donde se pretende reafirmar los derechos sobre las islas hay que mostrar una versión completa de los hechos. Hubo muchos actos heroicos que allí no estuvieron representados. Los chicos, de todos modos, me dijeron que no tuvieron intención de agraviar a nadie", sostuvo Solari.

"Nunca nos imaginamos que íbamos a ofender a alguien con la representación. Nosotros nacimos con la democracia. Pensando libremente es como sabemos y queremos vivir", dijo Mariano, alumno de quinto año.

Ante esta disputa, La Nación realizó una consulta en distintas escuelas del país de la que se desprende una impresión general: el tema Malvinas no se profundiza en la enseñanza básica porque para los maestros o directivos es algo delicado. No quieren despertar susceptibilidades e influir en sus alumnos con visiones personales. En Ushuaia, sin embargo, debido a la cercanía física con las islas, la guerra se toca desde el jardín de infantes hasta el EGB3.

Antes de 1995, enseñar el conflicto bélico no era obligatorio, pero con la reforma educativa de ese año se empezó a exigir a todos los estudiantes del país del ciclo EGB3, -séptimo, octavo y noveno años-, estudiar en el área de Ciencias Sociales la Guerra de las Malvinas. Pero aunque los contenidos básicos comunes exigen la enseñanza, las provincias tienen libertad para hacer sus propios diseños curriculares y, por lo mismo, los docentes gozan de autonomía para abordar el tema."Hay cabida para distintas y múltiples perspectivas por parte de los maestros", afirmó Silvia Finocchio, coordinadora del Programa Nacional de Gestión Curricular. Una supervisora de escuelas de Tucumán expresó: "Se toca al pasar la cuestión, porque parecería que en las escuelas no se digirió el hecho de que hubo una guerra que se perdió. No hay una visión crítica, sino muy somera del asunto. Es más, en la jura de la bandera seguimos repitiendo aquella frase que dice: "La bandera argentina nunca fue atada a ningún carro vencedor de la Tierra".

Por su parte, la subsecretaria de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Alicia Knopoff, resumió el problema: "Hay heridas abiertas en la sociedad".

Los textos escolares tampoco parecerían dedicar un gran espacio al conflicto armado y, además, lo tratan con neutralidad. Enumeran básicamente los hechos: la usurpación de los ingleses en 1833, la guerra declarada por Galtieri en abril de 1982 y la posterior rendición argentina. Los juicios de valor parecerían venir de lo que transmiten las familias, algunos maestros que se animan a compartir su visión o los medios de comunicación. Laura Bernal, profesora de historia del Liceo Nº 9, lo reafirma: "Los chicos vienen con una fuerte impronta crítica desde sus hogares". Las inquietudes de los alumnos se centran en por qué se produjo el conflicto, por qué se mandó argentinos del Norte poco acostumbrados al frío del Sur y si los alimentos enviados llegaron a los combatientes.

Rosendo Fraga, experto en temas militares e históricos, nota también que la mirada crítica no está en los libros sino en otros espacios como el hogar, el cine o la prensa. "En el Manual de Historia de AZ (muy utilizado en la década del 80) y el manual de historia de Torcuato Di Tella (de 1995) no hay referencias negativas de la actuación militar, aunque sí se critica la decisión política", comenta Fraga.

 ¿Cómo ven la guerra los chicos que son hijos de ex combatientes? ¿Hay contradicción entre lo que reciben en los colegios y lo vivido en casa?

"Lo que vivió mi papá en la Guerra de Malvinas fue muy fuerte y me gustaría que en mi colegio mis compañeros lo sepan", lanzó ayer sin verguenza Yanina Andino, con sus nueve años y sus ojos grandes y chispeantes desde el fondo de una mesa en la Federación de Veteranos de Guerra, donde se encontraban diez ex combatientes de Malvinas con algunos de sus hijos.

Yanina cursa el 4º grado del Instituto Salvador, de Burzaco, y explica que en su escuela casi no se aborda el conflicto bélico. "Sólo me pidieron que arme una cartulina para exponer el 10 de abril (día en que se conmemora la afirmación de los derechos argentinos sobre las islas y el sector Antártico). "Mis compañeras no saben nada de la guerra ni que las Malvinas son argentinas", dijo mientras buscaba la mirada aprobatoria de su padre.

El caso de Sebastián y Matías Campana, de 13 y 12 años, hijos del ex combatiente Adrián Campana, es bastante similar. "Una maestra se interesó por la guerra y llamó a papá para dar una charla en la escuela", comentó Sebastián. "Pero el resto de mis maestras de historia del primario no trataron el conflicto". Explicó que le duele recordar que su padre luchó allí. "En casa no quiero hablar de esto, pero sí me gustaría compartirlo con mis amigos y además quiero que ellos sepan realmente lo que pasó". ¿Sobre todo qué?, le preguntó La Nación. "Que mi padre sufrió frío, que le dieron de comer golosinas congeladas y muchas cosas peores", dijo tímidamente.

Los ex combatientes se lamentan de algo que les ocurre a menudo cuando van a dar charlas en colegios de todo el país, lo que sucede muy seguido. "La maestra nos invita, pero luego nos llama para avisarnos que la directora no le dio autorización", se quejó Julio Godoy. "Creen que vamos a ir al colegio con misiles, vestidos de verde y que queremos vender una idea política."

En la escuela pública French y Beruti, de Capital, por ejemplo, la directora María Elvira Keny se encarga de dar una clase abierta a toda la escuela el 10 de junio. "Principalmente subrayo que la guerra es un fracaso del diálogo". Esto le resulta difícil, pues el 70% de sus alumnos proviene de la Villa 31 y muchos tienen familiares que son ex soldados. "Odian a los ingleses y no aceptan una visión neutral", señaló.

En la escuela hay reparos y cuidado para enfocar la guerra. Pero al menos en los manuales argentinos se aborda el problema. En los de Inglaterra, en cambio, las páginas sobre el conflicto están en blanco. No existen. La historia más reciente que se revisa en los colegios es la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. "Una pena, me gustaría saber más de las Malvinas", dice Daniel Masoliver, nacido en Londres, pero de madre argentina. Daniel cursa el equivalente al segundo año en la University College School de Londres y está seguro de algo: "Prefiero la visión histórica del colegio que la de mamá en casa. Pero esto es pedir algo imposible".

 

21     ANTARTIDA: BASE FREI (El Mercurio, Grupo de Diarios América).- Kamel Chakraverty, un empresario indio-estadounidense, no se hizo problema para pasar el año nuevo del 2000 en pleno territorio antártico.

Tras volar hasta el aeródromo Teniente Marsh, de la Fuerza Aérea de Chile, en un avión Twin Otter de la aerolínea magallánica DAP, la noche del 31 de diciembre de 1999 se instaló junto a dos representantes de la televisión nacional japonesa en una carpa en la isla Rey Jorge.

Allí cenaron cordero y centolla. A medianoche, con una leve penumbra, se dieron un abrazo.

Aunque pequeña, esta delegación marcó un hito en el turismo antártico. Por primera vez una empresa nacional trasladaba al continente blanco a visitantes que pernoctaron en ese lugar, 1238 kilómetros al sur de Punta Arenas.

Sin embargo, este caso no responde necesariamente a la realidad del turismo antártico chileno.

Las operaciones aéreas privadas, en su mayoría, se limitan a sobrevuelos. Los propios agentes turísticos calculan que esta modalidad no atiende a más de 500 personas por temporada.

Peor aún, la vía marítima casi no tiene origen en territorio chileno. ¿La razón? La mayoría de los buques zarpa desde Ushuaia, en la Argentina, ciudad que, a juicio de los agentes chilenos, "nos lleva años de ventaja".

Aunque su costo de operación es más caro, los operadores la prefieren porque implica dos días menos de navegación respecto de una salida desde Punta Arenas. Como la temporada es corta (noviembre-febrero), partir desde la capital de Magallanes implicaría perder dos viajes completos, sin considerar el combustible.

Así, en Ushuaia, durante 1999, unas diez mil personas se embarcaron con destino a la Antártida. Desde Punta Arenas, en cambio, "prácticamente nada", explica Arturo Aliaga, vicepresidente de la Cámara de Turismo Austro-Chile.

"Sin duda que Chile debe hacer mucho para alcanzar el desarrollo turístico de Ushuaia, aunque tenemos la ventaja de que lo podemos hacer planificadamente", matiza Eduardo Barros, gobernador de la provincia Antártica. Dificultades como éstas son las que enfrentan los agentes turísticos chilenos para consolidar su actividad en la Antártida. Un hecho que parece paradójico considerando que Chile es uno de los países con mayor presencia en ese continente.

No en vano el aeródromo Teniente Marsh, con su pista de 1300 metros de longitud, es desde 1980 una de las mayores puertas de entrada a esta zona. En los últimos veinte años, 32.792 personas utilizaron esa terminal aérea.

Con el fin de analizar alternativas para promover un turismo antártico "controlado", diversas autoridades se reunieron en Punta Arenas con agentes privados.

Al resumir la opinión de los operadores, Arturo Aliaga advierte que para superar la brecha con la Argentina es vital que el Estado fije las áreas en donde es posible iniciar algún proyecto, porque de otro modo "nadie se va a interesar en buscar una alternativa, porque es llegar a la incertidumbre".

Tras escuchar estos planteamientos, las autoridades decidieron reactivar el Comité Antártico Regional, instancia que deberá elaborar una propuesta -incluyendo aspectos jurídicos, ambientales y de acuerdos internacionales- para definir qué lugares podrían ser utilizables y con qué tipo de actividades.

Nelson Hadad, subsecretario de Aviación, recuerda que el tema es complejo porque Chile debe respetar el Tratado Antártico que firmó en 1959 junto con otros 12 países, así como el Protocolo de Madrid, suscrito en 1991, que establece reglas más estrictas, incluso, que el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental que opera en el territorio continental. Sin embargo, su homóloga de Bienes Nacionales, Paulina Saball, cree que una buena interrelación entre los sectores público y privado permitiría "hacer grandes cosas".

Por ello, la Dirección de Fronteras y Límites (Difrol) evaluará qué instrumentos de gestión del territorio (concesiones o destinaciones, por ejemplo) podrían aplicarse en la Antártida.

"El Consejo Antártico avanzará concertadamente en estas líneas y eso nos permitiría responder en un tiempo más o menos breve a los operadores turísticos con una oferta que responda a sus inquietudes", plantea Saball.

 

28     ANTÁRTIDA: Una sede para el Tratado Antártico. Por Angel Ernesto Molinari.-Para LA NACION

Muchos años llevó a los miembros del Tratado Antártico de 1961 aceptar que debían contar con una Secretaría Permanente, para que los asistiera en los cada vez más numerosos canales de información sobre las actividades realizadas en la Antártida, además de colaborar en la organización de las costosas reuniones plenarias anuales. La resistencia hallaba fundamento en los buenos resultados obtenidos con las reglas de juego originarias, esto es, comunicación directa entre las partes, utilización de procedimientos diplomáticos muy fluidos e informales no mediatizados por funcionarios internacionales o infraestructuras intermedias, y la aplicación del principio del consenso para adoptar decisiones.

Pero el grupo antártico creció y necesitaba disponer de una estructura burocrática de dimensiones pequeñas, subordinada a las partes, de forma que el vínculo entre los gobiernos y la Secretaría fuera una relación de "amo a sirviente", como muy bien la definió un embajador chino en el momento de argumentar a favor de su existencia. Así que, ocho años atrás, en Venecia, los miembros del Tratado Antártico acordaron crear una Secretaría Permanente y, al mismo tiempo, recogieron el ofrecimiento de la Argentina y los Estados Unidos para que entre sus respectivas capitales se resolviera dónde establecer la sede. Aunque poco tiempo después fue retirada la oferta de Washington, ya en aquella oportunidad numerosas delegaciones se habían expresado a favor de la Argentina, reconociéndole un espacio a América Latina en la estructura institucional del sistema antártico.

A partir de entonces, el respaldo a Buenos Aires crece progresivamente hasta llegar a concentrar el apoyo de prácticamente todos los países vinculados con el Tratado Antártico, con la única oposición del Reino Unido, cuyo veto impide hasta hoy alcanzar el consenso necesario para seguir adelante con la iniciativa.

El discurso británico para bloquear el ofrecimiento argentino nunca fue suficientemente preciso. En un principio señalaba que no era apropiado que la Argentina, en su condición de Estado correclamante de territorios antárticos, se presentara como candidata a la sede de la Secretaría; más tarde invocó un grado de "militarización" en la actividad antártica argentina, que a su juicio operaría como factor contrario al espíritu del Tratado.

En realidad, se trata de argumentos que el Foreign Office englobará con el concepto general de diplomatic reasons, pero que básicamente es lo más parecido a una estrategia de "malvinización" de las relaciones bilaterales con la Argentina. Éste es quizás el camino menos conveniente que ambas partes pueden elegir, ya que inevitablemente contamina otros aspectos de esa relación bilateral, en los que pueden alcanzar aceptables niveles de acercamiento, como sin duda es la cooperación en materia antártica.

Argumentos poco consistentes.-Retomando las objeciones británicas, al primer punto se responde que el artículo cuarto del Tratado Antártico tutela situaciones como la descripta, estableciendo una suerte de medida de no innovar en materia de reclamos territoriales. Aun así, debe recordarse que el Reino Unido en la misma condición que nuestro país, es sede del Comité Científico para las Investigaciones Antárticas (SCAR) y depositario de la Convención para la Conservación de Focas Antárticas, lo cual convierte a su veto en una forma de inaceptable discriminación.

En cuanto a la participación de las Fuerzas Armadas en los programas antárticos gubernamentales, se trata en mayor o menor grado de un hecho común a casi la totalidad de los países que llevan a cabo actividades en un escenario de condiciones geográficas y climáticas extremas, lo cual impone una logística específica y recursos humanos altamente especializados. Esto es una realidad aun en los países con larga tradición antártica, a la que el Reino Unido no es ajeno, ya que, por ejemplo, el rompehielos Endurance y las embarcaciones menores de patrulla que operan en la zona están tripulados por personal militar.

Al iniciar su gestión, el actual gobierno argentino pone al frente de la Dirección Nacional del Antártico a un funcionario civil, interrumpiendo la práctica de colocar en dicho cargo a un oficial superior retirado de las Fuerzas Armadas. Este hecho, junto con la reestructuración interna de ese organismo, pretende asimilarlo a los modernos modelos de administración existentes. La revisión del programa antártico argentino también afectará a las Fuerzas Armadas, que si bien poseen apropiada capacidad operativa, su presencia deberá ser proporcional a las dimensiones del nuevo modelo que se pretende poner en práctica.

Finalmente, se busca acelerar el tratamiento de leyes pendientes, tales como la que adopta el sistema de áreas protegidas acordado por el Protocolo sobre Protección del Medio Ambiente Antártico, o la que establece mecanismos de control pesquero en aguas antárticas.

Todas estas medidas en ejecución por parte de la Argentina, que por un lado tienden a mejorar el funcionamiento de su programa antártico y por el otro responden a su permanente compromiso con el Tratado del que el país es parte, además del mayoritario y sostenido apoyo de la comunidad antártica internacional, colocan al Reino Unido en una incómoda oposición.

De ahí que revista enorme importancia la declaración conjunta argentino-británica en la conferencia de Wilton Park realizada a mediados del mes de mayo. Encuentro que patrocinó el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) y un Comité Organizador Británico compuesto por el Consejo del Atlántico Sur y la Sociedad Anglo-Argentina, propiciando un ámbito de discusión no oficial donde legisladores, empresarios, funcionarios y especialistas de ambos países abordaron desde su punto de vista personal los temas más sensibles de la agenda bilateral.

En la cuestión sobre la sede de la Secretaría del Tratado Antártico, la conferencia fue contundente al recomendar el apoyo a la propuesta de establecerla en la ciudad de Buenos Aires, iniciativa que surge del presidente de la delegación británica, Alastair Forsyth, y se inspira en la determinación expresada por la Argentina sobre la naturaleza científica del programa antártico y la preocupación por los efectos negativos que la falta de dicha infraestructura provoca al sistema del Tratado.

La hora del sentido común.-El valor de la declaración de Wilton Park radica en sumar un influyente grupo de ciudadanos británicos al amplio apoyo a Buenos Aires como futura sede de la Secretaría. La fuerza de la razón esta vez golpea las puertas del Foreign Office desde su propio frente interno.

Un tema aparentemente menor, cual es la habilitación de una oficina burocrática, termina siendo una cuestión de Estados. Una diferencia bilateral proyecta líneas de tensión sobre un sistema multilateral que atraviesa su coyuntura más difícil, que por primera vez no encuentra país anfitrión para celebrar la reunión plenaria de sus miembros. La negociación de un texto sobre responsabilidad por daños al medio ambiente alcanzó un punto de no progreso, se impone un fuerte compromiso colectivo para controlar la pesca ilegal en aguas antárticas y el derecho del mar parece apurar con sus plazos la demarcación de las plataformas continentales de la Antártida.

Como nunca es necesaria una Secretaría Permanente que ayude a crear un marco administrativo propicio para ordenar todos estos vectores que se disparan al mismo tiempo, con la misma intensidad y en diferentes sentidos. El Reino Unido es uno de los pioneros en la Antártida, tanto en el esfuerzo por descifrar sus misterios como por haber formado parte del pequeño grupo de países constructores del Tratado Antártico. Ha llegado el momento de acompañar esa tradición apelando simplemente al sentido común.

Angel Ernesto Molinari es Director Nacional del Antártico.

 

Julio

1       ARGENTINA – REINO UNIDO: Familiares de los 323 marinos argentinos muertos en el hundimiento del crucero General Belgrano, en la Guerra de las Malvinas, demandarán al gobierno británico por daños y perjuicios. La denuncia será entregada por los abogados de las familias el próximo martes ante la Corte Internacional de Derechos Humanos y el Consejo de Europa, con sede en la ciudad francesa de Estrasburgo. Con la categoría de "crímenes de guerra" acusan "al gobierno británico de la violación del derecho a la vida.

 

5       ESTRASBURGO.- Los funcionarios de la Corte Europea de Derechos Humanos recibieron con una dosis de incredulidad una querella entablada por representantes de las víctimas del hundimiento del buque Belgrano en contra del Reino Unido.

Los abogados Jorge Antonio Olivera y Jorge Humberto Appiani, acompañados por su representante legal en Francia Jacques Cheminade, entregaron personalmente un sobre con documentación en el que acusan a Gran Bretaña de haber violado las normas internacionales para tiempos de guerra acordadas en La Haya, en 1907.

El alto tribunal europeo determinará en unos 15 días si registra el pedido o lo descarta de inmediato. De registrarlo, será analizado por un panel de cinco jueces de distintas nacionalidades, el cual decidirá, en seis meses a un año, si se abre o no juicio en contra del Reino Unido.

Pero las razones para el escepticismo son múltiples. La Corte en Estrasburgo no puede pronunciarse sobre la Convención de La Haya. Su única función es la de velar por el respeto de la Convención Europea de los Derechos del Hombre. Esta carta de principios fundamentales tiene vigor exclusivamente en el territorio de los 41 países que integran el Consejo de Europa y la Argentina no se encuentra entre ellos.

Esto elimina de plano también la posibilidad de entablar la querella sobre la base de la doble nacionalidad de algunas de las víctimas (probablemente de origen italiano o español) por cuanto, aun cuando se los considerara ciudadanos europeos, el supuesto delito tuvo lugar en aguas del Atlántico Sur.

Irónicamente, la demanda podría ser admisible si los litigantes consideraran la zona donde se hundió el Belgrano como parte de las aguas territoriales británicas por cuanto el Reino Unido y todas sus dependencias se encuentran bajo la jurisdicción de la Corte.

Pero, aun sobre esa premisa, los demandantes tendrían que agotar todas las instancias judiciales en el Reino Unido antes de poder apelar al tribunal europeo, por cuanto éste opera como corte de última instancia.

Algo que también causó aquí sorpresa fue la elección de un controvertido experto en derecho comercial, Jacques Cheminade, como representante legal en Francia de los familiares de las víctimas del Belgrano.

 

6       PESCA: Mar del Plata se vio agitada ayer por la posibilidad de un conflicto con Gran Bretaña, pues los capitanes de varios barcos congeladores argentinos evalúan la posibilidad de ingresar a pescar en la zona de exclusión en torno de las islas Malvinas.

Si las autoridades nacionales no firman de inmediato la resolución que otorgue una mayor movilidad a los buques argentinos, los capitanes piensan cruzar el "alambrado", como denominan al límite virtual que rodea las islas.

Los patrones de los pesqueros Ceres y Estreito de Rander, pertenecientes a las firmas marplatenses Valastro y Solimeno, enviaron facsímiles a sus compañías para anunciar que "si se demora la firma de la resolución, seguirán a la merluza hasta las Malvinas, si es necesario", reconoció a La Nación una fuente ligada a la actividad.

Por su parte, Oscar Fortunato, titular del Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (CEPA), reconoció que los barcos están muy cerca de la zona prohibida, "pero aún no traspusieron sus límites, pese a que la paciencia de los pescadores parece agotarse".

El dirigente explicó que la idea no es provocar un conflicto internacional ni amenazar a las autoridades, pero cuestionó que en la Dirección de Pesca hace 40 días que no se trabaja y la resolución sigue sin firmarse.

"Parece que los burócratas no entienden que cada hora que pasa sin que se firme ese papel suma más desesperación a nuestra gente, que ya no aguanta más", subrayó.

"Los capitanes y las tripulaciones del Ceres y del Estreito de Rander son profesionales y no harán locuras -agregó-, pero si los ponen entre la espada y la pared me parece que harán lo que saben, pescar, aunque tengan que entrar en la zona de exclusión."

Para Fortunato, las aguas de la zona de exclusión en torno de las Malvinas son iguales a las de la bahía de Samborombón, el golfo San Jorge o la isla de los Estados, "porque la prohibición la puso Gran Bretaña unilateralmente", puntualizó.

Agregó que no debería ser un acto heroico animarse a navegar y pescar en esas aguas "sin pedirles permiso a los ingleses, ya que estos hombres son trabajadores y no quieren desatar una guerra", manifestó.

Los barcos congeladores en cuestión tienen 62 metros de eslora y sus tripulaciones se componen de 112 hombres, entre ambos. En las últimas horas, otros siete barcos argentinos se acercaron a las naves marplatenses para respaldar su actitud.

 

8       PESCA: El Gobierno estableció límites para la captura de merluza en aguas territoriales argentinas. La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación fijó los requisitos para la captura de la merluza hubbsi al sur del paralelo 41, recurso que había sido declarado en "emergencia".

Según un informe del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep), en los últimos dos años se produjo una baja del 33 % en el número total de ejemplares por exceso de capturas.

La resolución establece que la captura máxima entre el 1º de mayo pasado y el 31 de diciembre próximo no debe superar las 35.000 toneladas.

La medida se conoció mientras una docena de buques pesqueros está faenando al borde de la zona de exclusión creada por el Reino Unido en torno de las islas Malvinas, en protesta por las restricciones a la pesca de merluza.

 

10     PESCA: Pudo haber sido realmente grave. Esa es la sensación que quedó flotando en el aire luego de que nueve buques pesqueros argentinos amenazaran, la semana anterior, con ingresar en la zona de exclusión de las islas Malvinas.

La tensión generada por la desafiante actitud de los capitanes obligó a las autoridades a reflexionar acerca de la gravedad de la crisis de la actividad.

Los pescadores argentinos parecen hoy volver a la calma. La nueva resolución que permite a los buques factorías, confinados al sur del paralelo 48º, salir a pescar fuera de las 200 millas exclusivas argentinas trajo tranquilidad.

Por su parte, el titular de la Dirección Nacional de Pesca, Horacio Rieznik, opinó que los pescadores "querían causar un incidente por el cual los podrían haber echado a cañonazos", dijo.

 

NACIONES UNIDAS: Por primera vez desde que estrenó el traje de diplomático, el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini hará escuchar hoy su voz ante las Naciones Unidas para reclamar que no se vulnere la integridad territorial argentina. Es decir, que se respete y restituya la soberanía de las islas Malvinas.

Y lo hará, también por primera vez en más de una década, con el aval de varios países de América latina, entre los que se contará Venezuela, destino que el canciller visitará pasado mañana.

En realidad, el jefe del Palacio San Martín ya debutó de manera informal en las Naciones Unidas, pero aún no participó de las reuniones del Comité de Descolonización. El canciller ya viajó a Nueva York como funcionario del gabinete de Fernando de la Rúa en febrero último, cuando estuvo reunido con el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan.

Entonces, solicitó a Annan que siguiera empeñado en la búsqueda del diálogo entre la Argentina y el Reino Unido por el diferendo de las Malvinas.

Ese diálogo es recomendado, históricamente y hasta ahora en vano, por el Comité de Descolonización, integrado por 24 naciones que anualmente convocan a los dos países en conflicto a sentarse, dialogar y hallar una solución definitiva a la disputa más que centenaria.

"El reclamo que llevará el canciller a Nueva York será por demás ortodoxo", adelantó un asesor de confianza de Rodríguez Giavarini, al aludir al discurso y sus argumentos centrales, que el funcionario terminó de redactar la semana última.

En verdad, el canciller estrenará misión en el imponente edificio de las Naciones Unidas en busca de diferenciarse de su predecesor inmediato, Guido Di Tella. Aunque esa estrategia no sorprenderá, seguramente, al Reino Unido, ya que la nueva posición argentina fue adelantada por el propio Fernando de la Rúa, en enero último, y nada menos que ante el primer ministro británico, Tony Blair.

"El discurso por pronunciarse este año tendrá un tono más enfático que el de Di Tella, quien prefería extremar, ante todo, la diplomacia y la suavidad. Esta vez, el canciller volverá a las palabras y la energía de Miguel Zavala Ortiz", aventuró un diplomático que tomó parte en la elaboración del nuevo pronunciamiento. Zavala Ortiz fue, en 1963, elegido canciller por el ex presidente Arturo Illia.

"Lo que dirá el canciller es, en síntesis, que la Argentina sólo quiere lograr la soberanía de las islas", sintetizó el diplomático.

Esa pretensión no es nueva ni había quedado en desuso: Di Tella y el ministro de Relaciones Exteriores que lo precedió siempre dijeron lo mismo en cada reunión del Comité de Descolonización.

Sí, en cambio, es cierto que el ex presidente Carlos Menem había decidido, en 1989 y apenas se restablecieron las relaciones diplomáticas con Gran Bretaña, suspender el reclamo de soberanía directo y llano ante las Naciones Unidas.

Y, hasta ahora, el gobierno de De la Rúa dijo que no dará marcha atrás en esa decisión estratégica. Tal paso había sido dado por un pedido expreso de Tony Blair a la Argentina.

En Nueva York, probablemente, el canciller goce de la compañía de descendientes de malvinenses que apoyan los reclamos argentinos. Ellos podrían exponer sus posiciones ante el Comité de Descolonización, estimaron allegados a Rodríguez Giavarini.

 

10 al 15            ARGENTINA – ANTARTIDA: XIIª Reunión del COMNAP (Consejo de Administradores de Programas Antárticos Nacionales) y SCALOP (Comité Permanente de Operaciones y Logística Antárticas), en Tokyo, Japón.

 

10 al 21            ARGENTINA – ANTARTIDA: XXVIª Reunión del SCAR (Comité Científico de Investigaciones Antárticas), celebrada en la ciudad de Tokyo, Japón.

 

12     NACIONES UNIDAS: El organismo se pronunció en favor de que se reanuden las negociaciones por la soberanía. Los isleños pidieron que se respetara su derecho a la autodeterminación.

El Comité de Descolonización de las Naciones Unidas volvió a respaldar ayer la postura argentina sobre las islas Malvinas, al pronunciarse por consenso en favor de que la Argentina y el Reino Unido "afiancen el actual proceso de diálogo y cooperación mediante la reanudación de las negociaciones, a fin de encontrar a la mayor brevedad posible una solución pacífica a la controversia sobre soberanía".

La resolución fue adoptada pese a los reclamos de Sharon Halford, integrante del Consejo Legislativo del archipiélago, impulsora de la línea más intransigente contraria a discutir el tema de la soberanía.

El canciller Adalberto Rodríguez Giavarini expresó su "satisfacción por el eco que la posición del país logra en la comunidad internacional", al tiempo que anticipó que el Gobierno "está listo para sentarse hoy mismo a la mesa" de negociación con el Reino Unido.

 

13     ARGENTINA: ESCENARIOS, por Mariano Grondona – ORTODOXIA Y PRAGMATISMO. La Argentina retoma su línea tradicional sobre Malvinas.-

En 1948 el filósofo Jean-Paul Sartre relató en una obra de teatro, "Las manos sucias" (Les mains sales), el conflicto implacable entre dos líderes políticos. Uno de ellos, "puro", no aceptaba ninguna estrategia que vulnerara sus principios. El otro, "impuro", estaba dispuesto a dejar de lado sus principios si ésta era la condición para conseguir resultados prácticos. No vacilaba en "ensuciarse la manos" en el barro de las miserias humanas, para construir una nueva realidad.

En la obra de Sartre, el "puro" termina asesinando al "impuro", pero lo que más nos interesa de ella no es su desenlace sino la presentación de los dos caracteres que encarnan el dilema de siempre de la vida política: la ortodoxia o el pragmatismo.

Las dos posiciones son en última instancia inconciliables porque, en tanto al ortodoxo le importa salvar su alma aun a costa de la realidad, al pragmático le importa salvar la realidad aun a costa de su alma.

Después de Di Tella.Estas observaciones vienen a cuento porque, en su presentación ante el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, el ministro Rodríguez Giavarini ha regresado a la posición tradicional de la Argentina frente a la usurpación británica de las islas Malvinas.

Como se sabe, el principio que siempre fundó esa tradición fue la drástica distinción entre los "intereses" y los "deseos" de los isleños. La Argentina siempre prometió resguardar los intereses de los isleños. Pero eso nunca significó que se les diera parte alguna en las negociaciones argentino-británicas sobre el futuro de las Malvinas.

Nunca, hasta Di Tella.El canciller de Menem incluyó a los isleños en las negociaciones porque partía de la base de que, mientras éstos se opusieran a la presencia argentina en las islas, el gobierno británico tendría las manos atadas.

En la visión de Di Tella, la vía ortodoxa del reclamo de soberanía ante los británicos seguiría ofreciéndonos un escenario al que nos habíamos acostumbrado: la solemne condena de Gran Bretaña en las Naciones Unidas y, después, nada.

Según la visión pragmática del ex canciller, esto llevó a la Argentina a obtener innumerables "victorias morales" en las Naciones Unidas frente al Reino Unido, pero nada práctico resultó de esta posición intransigente a lo largo de las décadas.

Si los isleños tenían, de hecho, un poder de veto sobre la posición británica, Di Tella creyó que lo realista era "seducirlos" a través del diálogo constante y numerosas demostraciones de afecto para que revisaran su actitud. Pero esto implicaba atender ya no sólo a sus "intereses" sino también a sus "deseos". Una herejía. Aunque con algunos resultados prácticos: de ella provino, por ejemplo, el levantamiento de la prohibición de que los argentinos visitaran las islas que se consiguió el año pasado.

Ahora, todo volverá a la línea tradicional de la diplomacia argentina. Ganaremos, una tras otra, victorias morales en las Naciones Unidas. Preservaremos la santidad de los principios. En las islas, mientras tanto, ya no habrá novedades. El dilema de Sartre, por lo visto, nos sigue acosando.

Petróleo y política

El dilema entre ortodoxia y pragmatismo se ha presentado una y otra vez en la historia argentina. En 1958, contrariando todo lo que había escrito contra el imperialismo en su libro "Petróleo y política", Frondizi concedió los pozos de petróleo a compañías extranjeras. La producción aumentó. En 1963, volviendo a los principios, Illia anuló los contratos. La producción se estancó. Cada opción tuvo sus costos. El pragmatismo, un costo doctrinario. La ortodoxia, un costo económico. Lo peor fue oscilar entre ambas porque sus costos, como consecuencia, se sumaron.

El "costo práctico" de la ortodoxia diplomática de Rodríguez Giavarini nos alejará de nuevo de toda solución de compromiso en las Malvinas. Pero, ¿estaban los argentinos preparados para afrontar el "costo doctrinario" de la renuncia a su reclamo soberano sobre las islas a cambio de avances graduales y probablemente limitados?

Algo hemos progresado en todo caso desde los tiempos de Sartre: Rodríguez Giavarini, al menos, no asesinó a Di Tella ni siquiera simbólicamente, como lo había hecho el radicalismo con Frondizi hace cuarenta años.

 

14     ARGENTINA: La Argentina respondió con dureza una advertencia de la Oficina de Pesca de las islas .La Cancillería acusó a Gran Bretaña de "violación del espacio aéreo argentino"

La embajada británica respaldó la acción isleña

Una diplomática argentina minimizó el hecho

La pretendida nueva dureza del gobierno argentino en contra de Gran Bretaña derivó ayer en un roce diplomático entre ambos países, a escasas horas de que se cumpla, hoy, el primer aniversario de la firma del acuerdo de Londres, que permitió el restablecimiento de los vuelos entre la Argentina continental y las islas Malvinas.

Aunque el episodio fue minimizado en el Palacio San Martín. "Muchas veces antes, hace un año, hace cinco años y hace dos meses, fueron presentadas quejas de la Argentina ante el gobierno del Reino Unido", aseveró Susana Ruiz Cerrutti, representante especial para Asuntos del Atlántico Sur.

Todo se originó cuando, en la tarde de ayer, un vocero de la embajada del Reino Unido en Buenos Aires advirtió a la Cancillería argentina que la Oficina de Pesca de las Malvinas describiría cómo, en la mañana de anteayer, cuatro buques pesqueros argentinos navegaban a 15,5 millas náuticas "dentro de la zona externa de conservación de las islas Falkland (Malvinas)".

La Argentina no reconoce como británica la zona, ya que en realidad se trata de aguas en controversia que nuestro país considera como la zona económica exclusiva propia.

Lo cierto es que la advertencia de la embajada británica fue interpretada como "una provocación", en palabras de un asesor del canciller Adalberto Rodríguez Giavarini, por lo que se apuró en la Cancillería la redacción de un duro comunicado oficial.

En el texto, difundido al anochecer, la Cancillería acusó directamente a Gran Bretaña de "violación del espacio aéreo argentino", debido a que hubo aeronaves de bandera británica que sobrevolaron a los buques argentinos que operaron en la zona económica exclusiva nacional.

Antes, los isleños habían anunciado, en su comunicado, que "se han incrementado los vuelos de vigilancia en el lado oeste de las zonas de conservación tanto interna como externa de las islas Falkland (Malvinas)". Esta iniciativa fue rechazada de plano por el gobierno argentino.

Según el vocero de la embajada de GranBretaña que se encargó de avisar a la Cancillería sobre la inminencia de la difusión de las palabras isleñas, "no fue intención del Reino Unido generar roce alguno".

Pero Ruiz Cerrutti se encargó de destacar la importancia de la actitud británica. "Es totalmente nuevo que la embajada de Gran Bretaña recoja una información isleña y la transforme en un comunicado que se difunde desde la propia embajada", dijo la experta, de reconocida trayectoria en el Palacio San Martín.

"El sobrevuelo británico es violatorio del espacio aéreo argentino y, en los mismos términos, se protestó hoy (por ayer) como se hizo hace dos meses porque los aviones británicos no pueden, y no deben, sobrevolar ninguna zona económica exclusiva de la Argentina", insistió la diplomática.

Y descartó que la decisión de la embajada de Gran Bretaña de convertirse en eco de las palabras isleñas esté vinculada con la ortodoxia elegida por el jefe de la diplomacia argentina.

Es cierto, sin embargo, que el cruce de opiniones vía comunicados oficiales surgió sólo dos días después del anunciado regreso del canciller a una posición oficial más tradicional, ortodoxa, respecto de la usurpación de las islas.

En los hechos, esa decisión se tradujo en no estrechar la mano de la consejera isleña Sharon Halford, presente en el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, al mismo tiempo que Rodríguez Giavarini.

Y provocó que el vicecanciller del Reino Unido, John Batlle, rechazara públicamente avanzar en la negociación de las islas, un proceso que había sido abierto en el último año de la gestión de Carlos Menem y que ahora, se amenaza desde Londres, quedaría trunco.

Todo ello, además de la palabra pública del funcionario inglés de respaldar a los habitantes de las Malvinas.

Lo cierto es que el cruce diplomático ocurrió sólo a horas de que se celebre hoy el primer año desde la firma del acuerdo de Londres, que buscó la fluidez de las comunicaciones y posibilitó el restablecimiento de los vuelos entre la Argentina continental y las islas, además de las visitas de ciudadanos argentinos a Puerto Argentino, dos hechos que no ocurrían desde la guerra del Atlántico Sur.

Pero el aniversario no impidió que la diplomacia argentina adelantara que volverá a presentar una nueva queja en Londres "por esa violación del espacio aéreo argentino".

De todas formas, en el texto de la Oficina de Pesca de las Malvinas se aclaró luego que los buques argentinos, que ayer sumaron cinco, fueron avistados luego en "su propia zona económica exclusiva" y ya no en la que el Reino Unido reclama para sí. A la vez, se afirmó que todo ello ya fue transmitido al Foreign Office.

Por si fuera poco, en el comunicado del PalacioSan Martín, además de acusar al gobierno de Gran Bretaña, se apuntó a la vez contra los pesqueros argentinos, al señalar, en el último párrafo, que "los referidos buques se hallaban en una zona cubierta por la prohibición de pesca comercial dispuesta por el decreto 2654/90" por lo que también quedaron bajo sospechas.

 

ARGENTINA: Varios de los diplomáticos allegados al canciller Adalberto Rodríguez Giavarini coincidieron ayer en asegurar que "ya se acabó la política de seducción a los isleños" que encarnó, durante más de ocho años, Guido Di Tella. "Ya no los reconocemos, ni siquiera les damos la mano", se alegró un vocero. Paradójicamente, mientras estas aseveraciones se escuchaban, empleados de la Dirección Nacional de Prensa de la Cancillería se encargaban de enviar a las redacciones de los diarios y de las agencias de noticias el comunicado de la Oficina de Pesca de las Malvinas. El número telefónico del fax impreso sobre el texto isleño los delató.

 

15     ARGENTINA - REINO UNIDO:Los gobiernos de la Argentina y del Reino Unido aclararon ayer que la relación bilateral no fue dañada, luego de que la Cancillería y la embajada británica intercambiaron, anteayer, denuncias y acusaciones por un incidente protagonizado por barcos nacionales y aviones ingleses en la cercanía de las islas Malvinas.

El aparente cambio en las formas de la relación llevó al ex canciller Guido Di Tella a acusar a su sucesor, Adalberto Rodríguez Giavarini, de instrumentar una política hostil "que no lleva a nada, excepto a más hostilidad". Di Tella criticó con dureza el estilo de Rodríguez Giavarini. "Todo lo que salió (de la gestión del actual ministro) es una relación fría, gélida, antipática entre las dos delegaciones" que asistieron, hace cuatro días, al Comité de Descolonización.

"Di Tella puede sentirse herido en su amor propio", replicó Rodríguez Giavarini, para afirmar luego que "aquí no hay hostilidad, no hay descortesía, aquí lo que realmente se enfriaron son las actitudes frívolas".

El presidente Fernando de la Rúa salió a respaldar públicamente a su canciller al negar que exista hostilidad hacia los isleños, y aseguró que la relación con Gran Bretaña no se dañó. Esta última apreciación fue compartida por el embajador británico en Buenos Aires, William Marsden.

Las críticas a la actual gestión llegaron también desde las islas y de diputados del PJ, entre los que se contó el jefe del bloque, Humberto Roggero, que solicitaron al canciller que asista al Congreso para explicar la política exterior.

 

ARGENTINA – REINO UNIDO: El incidente, que se originó cuando la Cancillería acusó al Reino Unido de "violar el espacio aéreo argentino", derivó en un cruce de acusaciones y reproches entre el ex canciller Guido Di Tella y su sucesor, Adalberto Rodríguez Giavarini, cuestionado con dureza, además, por los consejeros isleños.

"Hemos desarrollado una relación hostil, intencionalmente, y me parece que no dio resultado", dijo Di Tella, al criticar el tono duro utilizado por Rodríguez Giavarini durante su exposición en el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, el martes último.

A juicio del ex canciller, la modalidad de su sucesor logró que "desgraciadamente, todo saliera mal en las Naciones Unidas".

"La gente se ríe de nosotros con esta estrategia", siguió Di Tella.

Y Rodríguez Giavarini se defendió: "Di Tella puede sentirse herido en su amor propio frente a la posición adoptada por la Argentina en el tema Malvinas, pero la etapa de los chistes en inglés, los regalos y los juegos de palabras (con los isleños) ha llegado a su fin", dijo. Inmediatamente, anunció que lo que "realmente se enfrió son las actitudes frívolas".

El roce diplomático entre la Argentina y Gran Bretaña se tradujo anteayer en hechos, cuando la cancillería argentina y la embajada británica en Buenos Aires intercambiaron comunicados oficiales, acusándose mutuamente de violar espacios de uno u otro país. En realidad, se trató de espacios y aguas aún en controversia.

Lo que ocurrió fue que el Gobierno denunció que varios aviones británicos sobrevolaron pesqueros argentinos cerca de las islas. Asu vez, la Oficina de Pesca de las islas Malvinas protestó porque las naves argentinas estarían en aguas británicas, al hacer referencia a una zona en disputa.

En rigor, el intercambio de protestas y denuncias fue el corolario del clima creado por Rodríguez Giavarini en su paso por el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, donde reclamó otra vez el diálogo para resolver el diferendo y no estrechó la mano de la consejera isleña Sharon Halford.

"Reivindicar el reclamo por la soberanía no significa hostilidad", aclaró ayer el presidente Fernando de la Rúa, en un claro gesto de respaldo a su canciller.

Así, el Presidente aseguró que el roce diplomático "no afecta para nada las relaciones" entre la Argentina y el Reino Unido.

Igual apreciación corrió por cuenta del embajador británico en Buenos Aires, William Marsden: "Las relaciones no están dañadas, siguen como estaban", dijo el diplomático inglés, luego de confirmar que la Argentina presentó una acusación contra su gobierno.

Casualmente, la misma opinión fue esgrimida por diplomáticos que integraron la primera línea del ex canciller Di Tella, aunque éstos no se privaron de cargar con nuevas críticas.

"No se fue para atrás, pero tampoco se avanzó en lo más mínimo", dijo un ex funcionario del Palacio San Martín a La Nación.

A juicio del ex asesor de Di Tella, "el accionar de Rodríguez Giavarini sólo fue una forma de desaprovechar las oportunidades que habían quedado abiertas".

La respuesta, en este caso, tampoco se hizo esperar. "Di Tella criticó al canciller sólo porque no tiene apuro en recuperar la soberanía de las islas, porque no hace de ese tema el top de su gestión, cuando lo único que hizo Di Tella fue buscar pequeños objetivos de corto plazo que le permitieran decir a Menem que hizo algo, no importaba qué", se enojó un miembro del gabinete de Rodríguez Giavarini.

En PuertoArgentino, en tanto, el estilo de Rodríguez Giavarini causó malestar. El discurso del canciller fue ayer el tema de la tapa del Penguin News, el semanario de las islas.

En su editorial, el Penguin News destacó que "en total contraste con el enfoque seductor de su antecesor, el doctor Guido Di Tella, Rodríguez Giavarini se inclinó por la línea dura, manifestando en repetidas oportunidades el deseo del gobierno argentino de "resolver la cuestión colonial de las islas Falkland (Malvinas)"".

"La Argentina no puede reinventar el pasado colonial", dijo Sharon Halford, la consejera a quien no saludó Rodríguez Giavarini en Nueva York.

"Nosotros estamos preparados a progresar y avanzar, parecería que el nuevo gobierno argentino prefiere regresar a los días de profunda desconfianza y malentendidos", siguió Halford, entrevistada por el semanario.

Por su parte, el consejero Richard Coccwell exhortó a la Argentina a "respetar los deseos de los isleños".

Rodriguez Giavarini expresó “Aquí no hay hostilidad, aquí no hay descortesía, aquí lo que realmente se enfrió son las actitudes frívolas", dijo el canciller, al cuestionar el estilo de su predecesor. "Guido Di Tella puede sentirse herido en su amor propio frente a la posición adoptada por la Argentina en el tema Malvinas", agregó.

Di Tella: "La política de hostilidad no lleva a nada, excepto a más hostilidad, y hay algo profundamente equivocado en quienes creen que una relación antipática es algo positivo", dijo el ex ministro, al defender su relación con los isleños: "Nos guste o no nos guste, son un ingrediente inevitable del problema", concluyó.

 

16     ARGENTINA: El canciller Adalberto Rodríguez Giavarini acusó ayer a su antecesor Guido Di Tella de querer "disfrazar" con críticas el "grave error" que fue la política de seducción con los isleños en la cuestión Malvinas, al tiempo que dejó en claro que en la disputa con Gran Bretaña por el archipiélago "no hay terceras partes", en alusión a los isleños. El diputado del PJ Fernando Maurette señaló, en tanto, que el canciller "no tiene idea de política exterior", al tiempo que el jefe del bloque peronista, Humberto Roggero, volvió a exigirle que informe al Congreso sobre los cambios en la posición argentina en torno de la disputa con Gran Bretaña por las islas Malvinas.

 

18     ANTARTIDA: Un equipo de científicos argentinos descubrió, en la isla Cerro Nevado, de la península antártica, una colonia de pingüinos de la especie emperador. La isla se encuentra a unos 15 minutos de vuelo de la base Vicecomodoro Marambio, de la Fuerza Aérea Argentina, y la colonia fue avistada hace unos días por efectivos de dicha base que sobrevolaban la zona en un avión Twin-Otter.

La colonia hallada está formada por unas 1200 parejas de estas aves y algunos de los ejemplares podrían tener alturas de hasta 1,70 metro, cuando las medidas normales rondan el 1,20 metro. El lugar elegido por los animales para habitar no es corriente, porque está al norte del círculo polar, cuando lo habitual de esta especie es vivir al sur de dicho círculo.

La existencia de esta colonia, que lleva el número 44 entre las registradas, era conocida por los biólogos del programa dedicado a las aves del Instituto Antártico Argentino. Los efectivos de la Fuerza Aérea buscaron en la zona prevista, disponiendo de los datos suministrados por los científicos. El cuidadoso seguimiento que se hace de estas aves permitió imaginar que en esta época del año los pingüinos debían buscar lugares seguros para reproducirse, cuando el termómetro señala valores que pueden alcanzar los 50 grados centígrados bajo cero y el tiempo de luz solar es de unas pocas horas.

El hecho comentado adquiere un especial valor si se tienen en cuenta las circunstancias que lo rodean. Tal vez no habría despertado un eco similar hace muchos años, cuando la fauna en el planeta no enfrentaba los riesgos que hoy corre y los peligros de extinción para muchas especies no se habían instalado todavía. La fauna antártica y la del planeta, en general, deben sobrevivir a ataques gravísimos, cuyas consecuencias terminan por recaer sobre el hombre.

Deben tomarse especialmente en cuenta las tareas que realiza el Instituto Antártico Argentino y el valor de una investigación científica destinada a preservar la vida animal en la zona. Es necesario ponderar, igualmente, lo que hacen los hombres de la Fuerza Aérea, en condiciones climáticas especialmente duras y con un espíritu en el cual se combinan el interés por la naturaleza y la capacidad para superar todas las dificultades que el servicio plantea.

Existe, en la actualidad, una batalla tácita entre quienes están seriamente preocupados por el porvenir de la vida en la Tierra y quienes no han llegado a percibir lo que ésta significa, lo que los lleva a generar una nefasta subversión de valores. Los mezquinos intereses personales pueden anteponerse a la necesidad de proteger lo que es no solamente uno de los grandes portentos del universo sino también uno de los fundamentos esenciales de la vida humana. Es absolutamente necesario que los amigos de la vida triunfen en esta decisiva contienda.

 

ESTRASBURGO.- La Corte Europea de Derechos Humanos decidirá mañana si considera admisible una querella entablada en contra del Reino Unido por los familiares de las víctimas del crucero General Belgrano, hundido durante la Guerra de las Malvinas, hace 18 años.

Hasta ahora el tribunal europeo sólo ha aceptado registrar el pedido en su larga lista de demandas.

Una vocero de la corte dijo a La Nación que tres magistrados internacionales examinarán mañana a puertas cerradas las 32 páginas escritas en francés y presentadas hace diez días aquí por los abogados argentinos Jorge Antonio Olivera y Jorge Humberto Appiani.

Según una lectura preliminar realizada por funcionarios de la Corte, sus argumentos se centran en la presunta violación del artículo 2 de la Convención Europea de los Derechos del Hombre que obliga a los países signatarios a garantizar el derecho a la vida.

El caso no es en contra de la ex primera ministra Margaret Thatcher, como se había asegurado en un principio, sino en contra del Reino Unido. La Corte Europea de Derechos Humanos no tiene poderes para exigir extradiciones ni para obligar a comparecer a nadie en un juzgado, lo que descarta la posibilidad de que la "dama de hierro" se enfrente alguna vez a la Justicia.

De declararse competente para dirimir esta querella, el tribunal europeo se abriría camino en un terreno desconocido creando una situación sin precedentes en la legislación internacional.

La Convención Europea de los Derechos del Hombre tiene vigor exclusivamente en el territorio de los 41 países que integran el Consejo de Europa. La Argentina no se encuentra entre ellos.

Esto elimina de plano la posibilidad de entablar la querella sobre la base de la doble nacionalidad de algunas de las víctimas (probablemente de origen italiano o español), por cuanto, aun cuando se los considerara ciudadanos europeos, el supuesto delito tuvo lugar en aguas del Atlántico Sur.

Irónicamente, la demanda podría ser admisible si los litigantes consideraran la zona donde se hundió el crucero General Belgrano como parte de las aguas territoriales británicas, por cuanto el Reino Unido y todas sus dependencias se encuentran bajo la jurisdicción de la Corte.

Pero, aun sobre esa premisa, los demandantes tendrían que haber agotado todas las instancias judiciales en el Reino Unido antes de poder apelar al tribunal europeo, ya que éste opera como corte de última instancia.

 

20     ARGENTINA – REINO UNIDO: La Nación publicó el relato del capitán británico Christopher Wreford-Brown sobre el hundimiento del crucero General Belgrano, el 2 de mayo de 1982, en plena Guerra de las Malvinas.

"No dudaría en volver a hacerlo", afirmó el ex comandante del submarino Conqueror. El ataque causó más de 300 muertes. Ayer, la Corte Europea de Derechos Humanos rechazó una querella contra Londres presentada por famili ares de dos de las víctimas.

Christopher Wreford-Brown, ex comandante del submarino inglés Conqueror, cuenta por primera vez cómo fue el ataque.

El militar no quiso conceder un reportaje. Pero autorizó a difundir su relato sobre los hechos, que forma parte de un libro. "Sentí alivio y excitación", recuerda del trágico episodio.

El capitán Christopher Wreford-Brown, ex comandante del submarino británico Conqueror, habló en tres oportunidades con una periodista de La Nación acerca del rol que cumplió en el hundimiento del crucero General Belgrano. Pero prefirió no conceder un reportaje mientras existan reclamos por parte de familiares de las víctimas del Belgrano. En su lugar, Wreford-Brown autorizó a La Nación a publicar el siguiente relato hecho ante dos historiadores británicos para ser incluido en el libro "The Submariners".

"(...) Entré en mi zona de patrullaje, entre las relativamente poco profundas aguas de Burdwood Bank, al sur de las Falklands (Malvinas) y la isla de los Estados, al sudeste del territorio continental argentino, el 30 de abril. Una de las primeras misiones de un submarino entrando en una nueva zona de patrullaje es establecer las condiciones medioambientales y establecer el alcance de los sonares pasivos.

"Al poco tiempo de establecer la patrulla hicimos contacto por sonar con un grupo de barcos hacia el Oeste. Estada seguro de que estaban a larga distancia y como había muy poco tráfico en la zona decidí acercármeles para establecer contacto visual. El contacto de sonar era constante, 50 millas al este de la isla de los Estados, como si quienquiera que fuese estuviera esperando por algo.

Más tarde, antes del mediodía del 1º de mayo, retorné a profundidad de periscopio y vi cuatro barcos, los cuales identifiqué como el crucero Belgrano con sus dos escoltas, Hipólito Bouchard y Piedrabuena, en el proceso de reabastecerse de un buque tanque.

"Las normas de combate eran específicas: yo sólo podía atacar buques de guerra si entraban en la zona marítima de exclusión, la cual estaba a cierta distancia hacia el Este. Fue así como tomamos una ruta en torno del grupo de modo de colocarnos en una posición de seguimiento.

"Seguimos al grupo del Belgrano durante 30 horas, todo ese día y esa noche, continuando el envío regular de reportes mientras ellos se dirigían constantemente en dirección sudeste y luego este, evitando la zona marítima de exclusión por unas 25 millas y conduciendo un simple zigzag, pero dirigiéndose hacia los poco profundos bancos de Burdwood Bank.

"En los momentos tranquilos, mientras descansaba en mi cabina, me puse a considerar las próximas movidas. Eramos el primer submarino en mantener contacto con unidades enemigas y, si bien no me permitían atacar, no tenía duda de que aquellos en la jerarquía en el Reino Unido debían darse cuenta de las implicancias tácticas de lo que estaban haciendo y formarse la conclusión de que sería militarmente prudente atacar a esas unidades antes de que atacaran a nuestra Task Force.

"También consideré cómo atacaría cuando llegara el momento, si es que llegaba, de modo de que tuviera todo claro en mi mente. Decidí que atacaría al crucero intentando llegar a unos 1800 metros de él, y arrojaría los viejos torpedos M8 porque tienen cabezas más grandes y, por lo tanto, nos darían una chance mejor de penetrar la estructura de metal y las cabinas antitorpedo, todo en buen estilo de la Segunda Guerra Mundial. Si hubiera podido todavía usar mi segunda opción de misiles Tigerfish, planeaba atacar tan pronto entraran en la zona de exclusión y antes de que yo tuviera que reducir la velocidad para entrar en la zona de aguas poco profundas.

"Esto, sin embargo, no ocurriría. A las 8 del 2 de mayo, la situación varió. Ellos cambiaron de pronto su curso hacia el Oeste y comenzaron a emprender otro zigzag, en una forma aparentemente sin sentido.

"En ese momento se dieron cuenta en casa (Gran Bretaña) de que si el grupo del Belgrano decidía hacer una rápida incursión en la zona de aguas bajas, no podríamos seguirlos a tiempo y ellos podrían ponerse en alcance para lanzar Exocet a los buques Hermes e Invincible antes de que pudiéramos tomar una acción para impedirlo. En las primeras horas de la tarde, eventualmente, recibí una señal del comando central de la flota, permitiéndome atacar todo buque de guerra argentino fuera de las aguas territoriales argentinas. En pocas palabras, al grupo que estaba siguiendo."

"Pasé más de dos horas tratando de alcanzar una posición de ataque sobre la porta babor del crucero, el lado opuesto a sus dos escoltas. Aún era de día. La visibilidad era variable. Llegamos a estar a menos de 1800 metros. Insistí en ir varias veces a la superficie para echar un vistazo, pero cuando estábamos a profundidad de periscopio tenía que reducir la velocidad, así que estábamos perdiéndolos. Finalmente tuve que ir en profundidad y correr rápido para alcanzarlos. Hice esto cinco o seis veces.

"Eventualmente llegamos a la posición. Creo que los escoltas temían un ataque del Norte cuando, en realidad, nosotros estábamos al Sur. El ataque fue a profundidad de periscopio, haciendo contacto visual. Disparamos tres misiles Mark 8 a las 18.57, a una distancia de 1200 metros. Los disparos fueron a intervalos cortos. La finalidad no era tocarlo con los tres misiles en un mismo lugar, sino crear una cobertura, de modo de salvar cualquier error en el disparo.

"Escuchamos correr a los torpedos gracias al teléfono subacuático y más tarde escuchamos su explosión. Embocamos con dos de los tres. Todavía estábamos a profundidad de periscopio. Recuerdo claramente ver una bola de fuego naranja en línea con el principal mástil , justo fuera del centro del objetivo, y poco después de una segunda explosión creí haber visto una eclosión de agua, fuego y desechos lanzados hacia adelante.

"Un enorme vitoreo salió de la sala de control; sólo entonces me di cuenta de cuánta gente se había agolpado para escuchar. Mi pensamiento inmediato fue emprender la evasión.

"Tras el ataque, sentía al mismo tiempo alivio y excitación por haber sido exitoso. No había tenido dudas de nuestra capacidad, especialmente porque habíamos pasado numerosas ocasiones en prácticas. Aun así, sentí cierta dosis de alivio al ver que mi equipo había realizado la misión en forma correcta.

"Después sentí bastante tristeza por la pérdida de vidas. No sabía cuántos habían sido afectados, pero presumía que el número era considerable. Pero yo estoy persuadido de que hicimos justo lo que nos invitaron a hacer y no tendría duda en volver a hacerlo. Es un hecho de la vida que si uno quiere ir a la guerra, debe contemplar la posibilidad de tener pérdidas."

 

ESTRASBURGO: La Corte Europea de Derechos Humanos declaró ayer "inadmisible" una querella presentada en contra del Reino Unido por los padres de dos de las víctimas del hundimiento del crucero General Belgrano, Luis Alberto Ibáñez y Rubén Horacio Rojas.

Tres jueces internacionales reunidos en Estrasburgo estudiaron minuciosamente el caso caratulado "Luisa Diamantina Romero de Ibáñez y Roberto Guillermo Rojas versus el Reino Unido" para rechazarlo por dos razones: la expiración del plazo para su tratamiento y no haber agotado antes todas las instancias en el país litigado, es decir, el Reino Unido.

Los demandantes habían acusado al Reino Unido de haber violado el derecho a la vida de sus hijos, protegido por el artículo 2 de la Convención Europea de Derechos Humanos, al ordenar el 2 de mayo de 1982 el hundimiento del Belgrano cuando estaba fuera de la zona de exclusión fijada por Londres al inicio de la guerra.

Pero, bajo la Convención, toda demanda debe presentarse ante la Corte en un plazo no mayor a seis meses de la "decisión final" adoptada en el caso. "En esta ocasión, ante la ausencia de una decisión final, la fecha relevante fue el 2 de mayo de 1982, el día mismo del incidente", explicaron los magistrados en un comunicado.

"Los procedimientos en la Argentina, que finalizaron el 14 de marzo de 2000 con una sentencia de la Corte Suprema, no constituyen el extenuamiento de los remedios domésticos, como lo establece la Convención, por cuanto ese proceso no tuvo lugar en el Reino Unido", concluyeron.

El tribunal europeo anuncia primero sus fallos a los demandantes. Pero, en esta ocasión, se vio obligado a darle prioridad al público debido a informaciones erróneas emitidas desde Buenos Aires y ante la imposibilidad de transmitir la decisión inmediatamente a los representantes legales.

Los abogados Jorge Antonio Olivera y Jorge Humberto Appiani omitieron dejar un número de teléfono, de fax o una dirección de e-mail en los documentos que entregaron personalmente en la sede de la corte, en Estrasburgo, el 4 del actual.

"Lo único que dejaron es una dirección postal en Buenos Aires -señaló a La Nación la vocero de la corte Emma Hellyer-. Pensamos en un principio demorar el anuncio unos días para darles tiempo a que recibieran primero nuestra carta, pero cambiamos de opinión al enterarnos de que habían dado una conferencia de prensa anunciando que el caso había sido aceptado, cuando jamás les dimos el más mínimo indicio en ese sentido."

 

21     REINO UNIDO: Puesta de un punto final al roce diplomático suscitado hace una semana, cuando la Argentina acusó a aviones ingleses de violar el espacio aéreo nacional en el Atlántico Sur.

La acusación fue hecha sólo minutos después de que se conociera un comunicado isleño detallando cómo pesqueros argentinos navegaron por aguas que Gran Bretaña reclama para sí, pero que en verdad están en controversia.

En rigor, con la denuncia archivada ya no habrá, al menos respecto del último incidente, respuesta oficial desde Londres a la queja argentina. De esta forma, el roce diplomático, el más fuerte suscitado desde la asunción de De la Rúa, sólo se recordará como un escena más en la larga lista de desencuentros entre los dos países, pero no dañará ni tensará la relación bilateral. Así lo aseguró el embajador británico en Buenos Aires, William Marsden, al canciller Adalberto Rodríguez Giavarini.

La buena noticia ya fue transmitida a Fernando de la Rúa por el jefe del PalacioSan Martín. El Presidente debe poner fecha aún a la invitación a viajar a Londres que le hizo, hace siete meses, Tony Blair.

El canciller y el embajador británico se encontraron casi por casualidad en la noche del martes pasado, cuando ambos asistieron a una recepción ofrecida por el embajador de Polonia, Eugeniusz Noworyta, en su residencia de Palermo Chico.

"Mi gobierno acaba de dar por superado el episodio", dijo Marsden a Rodríguez Giavarini, en una larga charla a solas que los dos mantuvieron luego de la cena y antes del café y las masas secas.

El diálogo fue relatado a La Nación por dos de los invitados al agasajo que el embajador polaco destinó a quienes, como Rodríguez Giavarini y el ex presidente Raúl Alfonsín, participaron el mes último, de la cumbre democrática en Varsovia.

Además, Marsden aseguró al canciller que el Foreign Office ya depositó la queja en una de las tantas carpetas que dan cuenta de la marcha de la relación entre la Argentina y Gran Bretaña. "Si la queja no se responde, quiere decir que el hecho murió allí", dijo a La Nación un diplomático que conoció detalles de la conversación.

"Las relaciones entre la Argentina y el Reino Unido volvieron a quedar tan armónicas como la música de violines afinados", fue la descripción que hizo un colaborador del canciller.

Y desde la embajada británica se compartió la apreciación, aunque sin recurrir a las figuras melódicas. "Hoy por hoy, la relación bilateral es perfectamente cordial y normal. El roce fue totalmente superado", evaluó un vocero de Marsden, quien en septiembre próximo regresará a Londres. En su lugar llegará aquí un diplomático inglés, hoy en Indonesia.

La comida organizada por el embajador Noworyta fue el marco, además, para que el embajador norteamericano, James Walsh, que estrenó funciones el pasado 4 de julio, se presentara formalmente y bromeara, en perfecto español, con Alfonsín.

El ex presidente también escuchó de boca de Marsden la descripción del "excelente nivel" alcanzado en el vínculo entre Buenos Aires y Londres. Durante su gestión, la Argentina y el Reino Unido permanecieron separados por un mutismo impenetrable. "Ahora, todo es armonía y progreso", sintetizó el canciller.

 

22     MALVINAS: En las islas temen que el Gobierno ya no respete el acuerdo de hidrocarburos

La Cancillería advirtió que no permitirá que los malvinenses llamen a una licitación petrolera por sí solos

El próximo miércoles, argentinos y británicos se reúnen en Londres

Los consejeros de las islas Malvinas no ocultaron sus temores respecto de los próximos pasos que podría dar el gobierno argentino en torno de las negociaciones con Gran Bretaña.

Y esos miedos fueron expresados ayer en la primera plana del Penguin News, el semanario que se edita todos los viernes en Puerto Argentino.

La tapa de ese semanario estuvo dedicada a las relaciones entre la Argentina y el Reino Unido, a tan sólo cinco días de que comience en Londres la reunión semestral sobre la explotación de hidrocarburos en el Atlántico Sur.

Precisamente, uno de los temores de los isleños es que el gobierno de Fernando de la Rúa no respete los acuerdos de hidrocarburos firmados, en forma bilateral, en 1995.

Desde ya, anoche un vocero de la Cancillería argentina aclaró otra vez que si bien De la Rúa respetará los convenios suscriptos no permitirá que los malvinenses convoquen a una licitación de exploración y explotación petrolera en forma unilateral.

"Se va a discutir el tema de hidrocarburos, pero siempre teniendo en claro que no se van a aceptar actos unilaterales", aseguró un vocero del Palacio San Martín.- "Las delegaciones argentino-británicas se van a sentar a explorar las posibilidades de cooperación bilateral para la explotación de hidrocarburos en la zona de controversia del mar de las Malvinas, pero esta acción de cooperación excluye toda acción unilateral en el área, incompatible y contradictoria con el texto de 1995", siguió el vocero, al referirse a la reunión del miércoles próximo, en Londres.

Dicha reunión reviste fundamental importancia para los isleños, pues en las Malvinas se espera que en Londres el gobierno argentino muestre por fin las estrategias por seguir.

La incertidumbre surgió en Puerto Argentino luego de la exposición del canciller Adalberto Rodríguez Giavarini ante el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, hace diez días. Y el anuncio oficial de que la política de seducción a los isleños que encarnó el ex canciller Guido Di Tella ya llegó a su fin.

"Reunión de Londres, ¿marcará el tono para el futuro?", se preguntó el Penguin News, en una nota que dio cuenta de que la Corte Europea de Derechos Humanos rechazó la solicitud de familiares de soldados argentinos caídos en la Guerra de las Malvinas para que se investigue el hundimiento del crucero GeneralBelgrano.

Finalmente, el semanario aseguró en su tapa que la defensa de las Malvinas costó al gobierno británico 71 millones de libras esterlinas, durante el año fiscal 1999/2000.

 

23     ARGENTINA: A 18 años del conflicto bélico, el Gobierno quiere saber cuántos hombres pelearon en Malvinas. Pero los intentos para averiguar un dato tan básico reavivaron la enorme brecha que la guerra dejó entre los ex conscriptos y las Fuerzas Armadas.

En los próximos días, el presidente Fernando de la Rúa firmará un decreto para regularizar la Comisión Nacional de ex Combatientes de Malvinas y las partes están en pie de guerra. Hicieron falta varias reuniones para que los ex soldados y las Fuerzas Armadas expusiesen sus razones al Gobierno, y la conclusión de los funcionarios es que están todos enfrentados: las diferentes asociaciones de ex conscriptos discrepan entre sí; sólo coinciden en mirar con desconfianza a las tres fuerzas.

Y para peor, antes de encarar cualquier acción, el Gobierno debe depurar el padrón de veteranos ya que sufrió un sospechoso incremento en los últimos años. La lista pasó de tener 12.000 integrantes a fines del conflicto a los cerca de 24.000 actuales, y el tema hiere susceptibilidades y bolsillos.

En marzo último, el Gobierno decidió intervenir la comisión de ex combatientes y puso a un psicólogo al frente: Raúl Barrios tuvo que aplicar todos sus conocimientos para intentar remontar una historia de desencuentros. "Hubo reuniones de más de cinco horas y se trataron temas pesados", aseguró. Finalmente, y luego de escuchar mucho, la subsecretaría de Asuntos Institucionales y Relaciones con la Comunidad, a cargo de Lautaro García Batallán y de la que depende la Comisión, redactó un decreto para intentar regularizar la situación.

Pero esta norma, que firmaría el Presidente, no traerá paz a las partes involucradas. Por el contrario, las asociaciones de ex conscriptos se preparan para continuar la batalla.

Su disconformidad está relacionada con la inclusión de representantes de la Fuerzas Armadas en el organismo estatal de veteranos.

Creada en 1994, la Comisión funcionó, hasta ahora, exclusivamente para atender las necesidades de los ex conscriptos y mantuvo alejada la participación militar. Representaba una manera de perpetuar la diferencia que existió entre los soldados que fueron forzados a pelear y los que lo hicieron por vocación militar.

La nueva administración decidió que era hora de dar por tierra con esta costumbre y el nuevo decreto establecerá que tres de los diez integrantes de la Comisión serán militares. Habrá un representante por cada fuerza. "Transcurridos más de 18 años del conflicto bélico se torna necesario promover la integración de todos los participantes del mismo", justifica la norma.

Las Fuerzas Armadas están de acuerdo y expectantes ante la posibilidad. Consideran, y así se lo han hecho saber a los funcionarios de la Alianza, que es una buena oportunidad para desandar el camino que los separó de los conscriptos que llevaron a la guerra en 1982.

"Veteranos somos todos y nosotros nos sentimos discriminados", explicó el coronel José Sosa Montepagano, jefe del Departamento de Bienestar del Ejército y representante de la fuerza en las reuniones con la Comisión. Su condición de ex combatiente de Malvinas le genera un compromiso especial con el tema. El problema es que, además de las buenas intenciones, en el medio está el asunto del padrón incrementado. Depurarlo fue uno de los argumentos con que el Gobierno intervino la Comisión y una de las tareas de ésta cuando se normalice.

Ahí es dónde los ex conscriptos dan batalla con un argumento sólido: los padrones han sido, hasta el momento, responsabilidad exclusiva de las Fuerzas Armadas. Dicen que si hubo un incremento es su culpa. Los veteranos y el Gobierno apuntan especialmente a la Armada, a la que acusan de haber incluido como veteranos a marinos embarcados en buques que no estuvieron en el área de combate. La acusación fue rechazada por un alto oficial de la fuerza, que aseguró que su padrón se mantiene estable desde 1982, pero las explicaciones no conforman a los ex conscriptos.

"Si el problema eran los padrones, ¿para qué incluyen a las Fuerzas Armadas en la Comisión? Ellos son los responsables de inflarlos", se quejó César González Trejo, titular de la Comisión hasta que fue intervenida en medio de acusaciones.

Desde el Gobierno argumentan que la inclusión de las Fuerzas Armadas es imprescindible para la depuración de la lista de ex combatientes. "Son los únicos que tienen la información", explicaron.

"Si no estamos, no hay listas", confirmó un militar.

Este virtual monopolio de la información sobre los combatieron en Malvinas convierte a los militares en una pieza clave para el Gobierno en su interés de diagramar una política de Estado en torno de los veteranos de la guerra. Muchos, en especial los que fueron como conscriptos, sufren hoy las consecuencias físicas y psicológicas del conflicto.

Los funcionarios admiten que el Estado desatendió sus necesidades y que los 315 pesos que cobran los ex soldados como pensión son insuficientes. Y la legislación para atender sus necesidades está dispersa y desordenada. Con su nueva conformación, la Comisión tendrá el manejo del padrón y concentrará toda la información que atañe a los veteranos.

 

MALVINAS: El ministro Ricardo López Murphy, acompañado por el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Juan Carlos Mugnolo, se reunió ayer con su par británico, Geoffrey Hoon. Sobre el resultado de esa entrevista, sin embargo, prefirió ser más enigmático.

"Tuvimos varios tópicos de conversación, todos destinados a mejorar la confianza mutua. Cuando el secretario estuvo en Buenos Aires, fijamos los pasos por seguir en el tema. Aquí expusimos de una manera muy clara los nuevos pasos por transitar. Pero por la naturaleza de los temas, usted no pretenderá que sea preciso", sostuvo.

Se le señaló lo contrario, preguntándole si entre esos temas había figurado el reciente incidente con un pesquero argentino en las inmediaciones de Malvinas. "No en forma específica _respondió_, pero no voy a entrar en detalles."

Sobre la posibilidad de hacer una nueva operación de entrenamiento conjunto de las armadas argentina y británica en el Atlántico Sur fue hermético: "Usted sabe que yo no contesto cuando no quiero contestar", concluyó con un apretón de manos.

 

28     HIDROCARBUROS – MALVINAS: El diálogo anglo-argentino sobre la exploración y explotación de petróleo en torno de Malvinas fue suspendido de común acuerdo y por tiempo indeterminado.

Al embajador Horacio Basabe no le gusta hablar de "cambio de estrategia en la diplomacia argentina", pero cuesta creer que la "pausa para la reflexión" que la delegación que él preside impuso esta semana en la octava reunión de la Comisión de Hidrocarburos del Atlántico Sudoccidental sea otra cosa.

No refleja los furibundos llamados de algunos políticos de la Alianza, que repudiaron la firma de la declaración conjunta anglo-argentina de 1995, pero al mismo tiempo se aleja de la política de "acordar en desacordar para seguir avanzando", que predicaba la cancillería de Guido Di Tella.

En un comunicado, los dos gobiernos anunciaron ayer que decidieron "continuar reflexionando sobre el tema y sobre la mejor forma en que una futura cooperación pudiera ser llevada a cabo. Acordaron también retomar la consideración de estos asuntos en una próxima reunión".

Esta, sin embargo, no tiene aún fecha y por el ánimo de los participantes parece difícil que vaya a concretarse en un futuro cercano.

"En los cuatro años que han pasado desde la firma de la declaración no se ha emprendido ningún trabajo conjunto. Lo único que pasó fue fruto de acciones unilaterales de parte de los isleños. La Argentina ha dejado en claro desde un principio que esto va en contra del espíritu de la declaración. Los británicos opinan lo contrario. Es esta divergencia de interpretación lo que nos lleva a imponer una pausa", explicó el director general de la Consejería Legal del Palacio San Martín, acompañado por la directora de Malvinas e Islas del Atlántico Sur, Silvia Merega, durante un encuentro con la prensa en la embajada argentina en Londres.

"No tiene sentido avanzar con una declaración conjunta que no funciona y con acciones unilaterales que resultan inaceptables _subrayó Basabe_. La Argentina hizo hasta ahora un ejercicio de buena fe, pero ahora creemos que es el momento de pensar en otra cosa".

Ante la pregunta si debía interpretarse como un "congelamiento" o la "muerte" de la declaración, los dos diplomáticos contestaron categóricamente que no. "No es eso ni tampoco un retorno a foja cero porque mañana mismo vamos a comenzar a trabajar en nuestras respectivas capitales para encontrar formas de avanzar que satisfagan a las dos partes", dijo Merega. "No tenemos la más mínima intención de matar la declaración, aunque es cierto que teníamos esa opción _admitió Basabe_. Pero creemos que tenemos la obligación de tratar de mantenerla viva porque los países civilizados tienen que hacer siempre esfuerzos para convivir en forma pacífica." El funcionario dijo que los dos países están ahora ante "un monstruoso desafío" para hacer que las cosas vuelvan a funcionar, y estimó que las divergencias "no ponen en peligro la relación bilateral que ha probado ser bastante sólida. Esto no es una tragedia ni un giro de 180 grados, es simplemente una pausa", reiteró.

Sus interlocutores británicos fueron Richard Wilkinson, director de las Américas del Foreign Office; John White, a cargo de los Territorios de Ultramar, y la directora de Hidrocarburos del gobierno malvinense, Phyllis Rendall. La participación de esa funcionaria no fue rechazada por la delegación argentina por considerar, aseguró Basabe, que "la configuración del plantel británico le incumbe sólo al Foreign Office".

Rendall presidió en 1999 un encuentro con empresarios en Londres, a quienes invitó en forma unilateral a sumarse a las compañías que intentan encontrar petróleo en las aguas en disputa del Atlántico Sur. No fue otro llamado a licitación, como se temía en Buenos Aires, pero tampoco una señal amistosa.

 

Agosto

5       REINO UNIDO: La cancillería británica confirmó que el próximo embajador de Gran Bretaña en la Argentina será Robin Christopher", anunció ayer el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini durante una conferencia de prensa realizada en la Casa de Gobierno de Tierra del Fuego, en el marco de una visita de 20 horas a la isla, con la que el ministro inauguró el programa La Cancillería en las Provincias.

El dato que confirmó el nombre del reemplazante del actual embajador británico, William Marsden, que se jubilará el mes próximo, era tan fresco que el canciller lo tenía anotado con tinta verde en un pedazo de papel apoyado delante de él sobre la mesa.

"Con el Reino Unido tenemos una relación óptima, que sigue muy activa; lo que subsiste es un tema crucial, la soberanía (de las islas Malvinas), que ponemos de manifiesto en cada reunión", destacó en la provincia que comprende las islas del Atlántico Sur en su jurisdicción política.

Después, la embajada británica en Buenos Aires confirmó lo dicho por el canciller y puso fecha a la llegada de Christopher a Buenos Aires. Será a fines de noviembre próximo.

Aquí, el canciller no pudo ocultar su sorpresa cuando los periodistas le recordaron que el único personaje humano en la serie Winnie The Pooh se llamaba, casualmente, Christopher Robin, al revés que el futuro embajador. El predecesor de Rodríguez Giavarini, Guido Di Tella, envió a las islas un libro sobre el osito que creó Walt Disney. Las risas y las bromas fueron, entonces, inevitables.

Con el gobernador fueguino, Carlos Manfredotti (PJ), a su lado, Rodríguez Giavarini prometió tener "especialmente en cuenta las opiniones fueguinas como un factor de importancia en las acciones de la política exterior nacional" vinculada con Malvinas. Y relativizó la definición de "política de frialdad" con que había sido graficado el nuevo marco de negociación con los isleños: "No se trata de ningún tipo de frialdad -dijo-, sino de relaciones muy buenas en todos los planos, con un diferendo sustantivo que subsiste".

Consideró, además, que la decisión de Gran Bretaña de nombrar a dos empresarios argentinos como cónsules en Córdoba y Mendoza es un "gesto positivo y simpático", pero descartó la posibilidad de que la Argentina tome una actitud recíproca. Y cambió de tema, para rechazar supuestas diferencias con el ministro de Economía, José Luis Machinea, sobre la integración de nuestro país en el ALCA. A su juicio, el Gobierno "tiene que lograr beneficios concretos para la gente, mayores oportunidades de trabajo, a partir de una mayor exportación e integración", dijo.

 

6       ARGENTINA – REINO UNIDO: Hace un año se reanudaba el servicio desde el continente.

La primera impresión cuando se toca suelo malvinense es que los viejos rencores de la guerra de 1982 se esfumaron. O, por lo menos, tienden a diluirse con el paso del tiempo. Quizá, simplemente, perdieron su razón de ser y cayeron en desuso.

Lo cierto es que las sonrisas reemplazan a los discursos marciales y los tonos elevados de un año atrás, cuando llegó aquí el primer contingente de argentinos, el día que se reanudaron, tras 17 años, los vuelos desde el continente hacia las islas.

Era el 7 de agosto de 1999. Aquella tarde, a juzgar por las crónicas periodísticas, el grupo debió soportar miradas de encono, gestos prepotentes y un afán desmedido por mostrar quién manda en las Malvinas.

Hoy las cosas se notan cambiadas. Mejores. Aunque entre los hardliners (los que tienen una posición dura con los argentinos) y los pro argentinos todavía media un abismo.

"Por favor" y "gracias" fueron las expresiones más usadas por los locales durante el breve trámite de inmigración en el aeropuerto de Mount Pleasant.

Los encargados de la base militar ni siquiera leyeron la advertencia sobre el enorme peligro que implican todavía las minas antipersonales entremezcladas con la turba de montes malvinenses, recuerdos del enfrentamiento bélico.

"¡Ah! Nos olvidamos...", contestó uno de los soldados británicos al ser consultado por una periodista argentina. En realidad, sonó a una excusa improvisada.

Es cierto que en el vuelo 991 de la compañía LanChile que llegó ayer a Malvinas _vía Santiago y con escalas en las ciudades de Puerto Montt y Punta Arenas_, de los 40 pasajeros sólo había cuatro argentinos, todos periodistas.

"¿Cuarenta? Muchos para esta época de invierno", se sorprendió Tony Smith, conocedor impar del movimiento turístico de la zona y también del autóctono.

Claro que encontró rápidamente la explicación cuando se le comentó que por lo menos una docena eran españoles que venían a las islas sólo para abordar un barco pesquero de merluza.

Dos de ellos, Carlos Freire y David Vilas, ambos de Galicia, fueron los más divertidos durante un vuelo que parecía interminable.

Con el gracejo de los ibéricos y algún que otro aliado como Johnnie Walker (o "Juancito, el caminador", como ellos prefieren llamar el afamado whisky escocés) no se privaron de contar, a quien quisiera oír, que estarían embarcados por más de cuatro meses, que recorrerían todo el litoral marítimo argentino y que llegarían más tarde a las costas de Uruguay.

Cuando la voz de la jefa de cabina de la compañía, Carolina Andrade, avisó que la nave había aterrizado en el "aeropuerto de Mount Pleasant" (a secas, sin inmiscuirse en sofocones tales como decir Malvinas o Falklands) hubo aplausos para el comandante Gonzalo Ampuero, que hizo casi imperceptible el toque con la tierra.

Podría ser cierto, también, que la amable recepción en el aeropuerto pudiera estar relacionada con la falta de costumbre en recibir ciudadanos argentinos.

Desde que se firmó el acuerdo con el Reino Unido que permite a los argentinos visitar las Malvinas con pasaporte -en julio del año último- sólo fueron 99 los que pisaron estas tierras australes.

La cifra suena escasa si se tiene en cuenta que pasaron 17 años sin que los argentinos pudieran pisar las islas, que la mayoría de esos visitantes son familiares de soldados que murieron durante la guerra de 1982 y que muchos otros son periodistas. Muy pocos son turistas.

El reducido número de visitantes se torna lógico si se tiene en cuenta que sólo una vez por mes se puede llegar por Río Gallegos y que el resto de los sábados hay que hacer una excursión que incluye cruzar la cordillera, pasar una noche en Santiago, tomar un vuelo de ocho horas con dos escalas y quedarse, obligatoriamente, una semana en el archipiélago.

Todo, a un precio que duplica o triplica un viaje a Europa o a los Estados Unidos. Un detalle que habría que mejorar.

Pero, por hoy, es mejor quedarse con los indicios positivos de que la relación entre la gente puede ser claramente mejor. En el aeropuerto de Mount Pleasant, un año atrás, hubo que soportar una exhaustiva revisión de los equipajes, incluso los de mano.

 

Los que sí parecen haberse animado a conocer el continente con algo más de entusiasmo son los malvinenses.

Lejos de pretender hablar de un aluvión hacia Buenos Aires, lo que sería un cabal despropósito, se sabe que un interesante número ya pasó por lo menos dos o tres días de vacaciones en su derrotero a otros destinos dentro del país o del Uruguay.

Cuentan que se sorprendieron gratamente con la metrópoli porteña, más moderna y luminosa de lo que la imaginaban, y que contrasta irremediablemente con el paisaje bucólico y rural de este lugar.

Mucho tuvo que ver en el incipiente lazo, por llamarlo de alguna manera, la decisión de Martin Clarke, de 20 años, de instalarse en Buenos Aires para sumarse al club de fútbol Boca Juniors.

Sus amigos saben que el sueño de Martín es jugar en la primera división del fútbol argentino y lo ven tan feliz que les nace la inquietud de saber cómo son los porteños.

En general, cuando para las vacaciones eligen el continente, no se quedan en la Capital, sino que aprovechan para hacer algunas escapadas al Norte, a Córdoba, a Mendoza o a las Cataratas.

 

8       MALVINAS: El gobierno de las islas Malvinas gasta 300.000 dólares por año para promocionar turísticamente este lugar, pero ni un solo centavo es invertido en la Argentina continental.

Los sitios elegidos para publicitar el archipiélago son, además de Gran Bretaña, el resto de Europa, los Estados Unidos y Chile.

La oficina de Turismo de las islas publica avisos en los diarios londinenses -con mapas, pinguinos y atardeceres incluidos- para tentar a turistas británicos.

¿Qué ofrecen? Simplemente proponen a la gente acostumbrada al ruido y el smog de las grandes ciudades encontrarse con la verdadera "vida salvaje" y natural.

La jugada dio sus frutos. La cantidad de visitantes se quintuplicó desde la temporada 1994/5 hasta el cierre de la 1999/2000, a fines de marzo último, cuando se cerró el registro. Basta con ver las cifras de los cruceros que llegan habitualmente a estas costas: se registraron 30 barcos cinco años atrás y trajeron 7000 pasajeros para pasar el día en esta capital. Pero fueron 72 los cruceros que llegaron en la temporada turística del año último, con 37.051 personas. Increíble.

Hay otro dato que también resulta interesante para entender por qué no hay cambios en la relación política entre el Reino Unido y la Argentina y, por supuesto, el gobierno del archipiélago.

Muchos argentinos tienen voluntad de conocer las islas. Sin embargo, los desaniman los costos y la obligación de tener que permanecer una semana aquí. Es por eso por lo que algunos prefieren abordar cruceros que tocan suelo malvinense.

Estas excursiones ofrecen otros puntos atractivos como la Antártida, Ushuaia, el paso por el Cabo de Hornos o la navegación entre los fiordos chilenos. Tal vez llegar a Valparaíso. Malvinas es, entonces, un complemento perfecto para un recorrido por el sur del continente.

Así, fueron 745 visitantes con pasaporte argentino los que llegaron en los cruceros durante la última temporada, entre agosto de 1999 y marzo del actual.

La cifra pone de muy buen humor al gerente de la oficina de Turismo de las Malvinas, John Fowler. Ocurre que para los isleños es la solución perfecta que los argentinos lleguen en barco: sólo están unas ocho horas aquí, tiempo suficiente para recorrer, sacar cientos de fotos, comprar souvenirs... después siguen viaje.

De ese modo no tienen tiempo de inmiscuirse en las cuestiones políticas que erizan la piel y tornan tan incómodos a los habitantes locales.

Según los datos oficiales suministrados por Fowler a La Nación, en el mismo período turístico, la cifra total de ciudadanos con pasaporte argentino que llegaron a las Malvinas es de 999. "Como el número de la policía en Inglaterra", bromeó en castellano el funcionario.

Para redondear, suma a los llegados en los cruceros y en el avión de la compañía LanChile, que arriba a Mount Pleasant cada sábado y que sólo una vez por mes hace escala en Río Gallegos.

Entonces, la ecuación que obtiene es 999, ya que fueron 254 los que llegaron a las Malvinas en avión y 745 en cruceros.

Y discrimina la cifra de los que arribaron vía aérea: 254 argentinos en total llegaron al archipiélago; de ese número, 105 eran familiares de los caídos en la guerra de 1982 contra el Reino Unido, había medio centenar de periodistas y los 99 restantes eran simples turistas.

Fowler no tiene ningún interés en hacer negocios con la Argentina continental y se escuda en cuestiones menores para justificar una apertura a los mercados turísticos argentinos: "Ustedes son muchos y no podrían venir todos aquí, no hay tanto lugar".

También tiene en su oficina un ejemplar del "Martín Fierro", de José Hernández, que le regaló uno de los primeros visitantes argentinos en llegar a las islas, tras la firma del acuerdo de julio último.

Habló de un proyecto que ya comenzaron a hacer realidad. Es la construcción de un centro de recepción para visitantes que llegan en crucero, ya que el actual muelle es algo vetusto y muy inseguro. Como será la imagen de las islas, está previsto que tenga las mayores comodidades. Será de estilo moderno y estará situado en la intersección de las calles Philomel y Ross Road.

Se realizará en dos fases: una estará terminada en algo más de un año y brindará un sitio agradable a los visitantes. La segunda fase, prevista para la temporada 2001/2002, tendrá dos o tres salones para exhibiciones o para presentación de audiovisuales.

Tanto el dinero del presupuesto anual como los fondos para estas obras son partidas del gobierno de las islas. Todo se realiza con el dinero que se recauda de la pesca, "la fuente de nuestro bienestar", según Fowler.

 

ARGENTINA – REINO UNIDO: Jorge Olivera nació en Posadas hace 50 años, demandó a la ex premier británica por el hundimiento del Belgrano. El denunciante es egresado del Colegio Militar de la Nación en el arma de Infantería, cumplió diversos destinos en varias guarniciones de todo el país, hizo cursos de paracaidismo y obtuvo el grado de oficial de Estado Mayor.

La demanda por la causa del hundimiento del crucero General Belgrano -según explicó en rueda de prensa efectuada en Posadas antes de partir hacia Europa, hace varias semanas- llegó hasta la Corte europea en Estrasburgo. En la presentación se acusó de "asesina" a la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, por considerar que había impartido la orden de atacar al buque sabiendo que estaba fuera de la zona de exclusión.

 

12     MALVINAS: Los argentinos que cometan algún delito en las islas Malvinas deberán someterse a rigurosas leyes inglesas y a reglas dictadas por los propios habitantes del archipiélago.

El procurador general de las islas, David Lang, explicó a La Nación que las normas que se aplican aquí son iguales que las del Reino Unido, sobre todo en cuestiones de crímenes internacionales. Eso quiere decir que un argentino es considerado un extranjero en estas tierras.

Con un terminante "no" como única respuesta, Lang respondió a la pregunta de La Nación sobre algunas versiones que hablaban de contactos con fiscales argentinos para elaborar nuevas leyes luego del acuerdo de julio de 1999.

"Nosotros no tuvimos contacto con nadie", escribió Lang, que prefirió responder un cuestionario en vez de aceptar una entrevista. Sin embargo, admitió haber tenido charlas personales con varios jueces argentinos durante un viaje que realizó a Buenos Aires hace poco.

Las leyes con que se rigen las islas fueron redactadas aquí y aprobadas luego por el Consejo Legislativo, conformado por ocho miembros.

Si un visitante, de la nacionalidad que sea, causa disturbios en la isla, las autoridades malvinenses le aplicarán una estricta ley, que incluye la deportación.

"Cualquiera que no sea un ciudadano isleño puede ser deportado en el caso de que se porte mal. Eso incluye a los ciudadanos del Reino Unido. La ley es la ordenanza sobre inmigración", respondió Lang, un abogado que antes cumplió funciones en islas de dominio inglés, en el Pacífico y en el Caribe.

Recuerda como el único caso de problemas con argentinos una advertencia realizada a un joven familiar de un soldado muerto en la guerra de 1982. Fue en el cementerio de Darwin, por hacer flamear una bandera argentina.

Lang recordó que un ciudadano inglés y un santaeleno (inmigrante de la isla británica de Santa Elena) fueron deportados por mal comportamiento.

Se producen en las islas "200 crímenes (delitos) de todo tipo al año, incluidas las infracciones de tránsito. Unos pocos asaltos a casas, robos de cosas varias", según Lang.

Se denuncia un accidente de tránsito por semana y hay registrados 50 durante 1999. "No todos fueron por manejar mal. Algunos fueron consecuencia del mal tiempo", aclaró el procurador general.

Las leyes son duras. La pena por conducir alcoholizado alcanza, cuando es la primera infracción, hasta 12 meses de prisión y multas máximas de 1000 libras (unos 1700 dólares), además de la inmediata prohibición de conducir por un año.

Hay una sola cárcel, muy pequeña, en Puerto Argentino. Se llama Prisión Stanley y queda al lado de la comisaría. Allí, según los datos suministrados por Lang, hay cuatro detenidos: un inglés, un santaeleno y dos malvinenes.

Durante los últimos cinco años se realizaron alrededor de 873 denuncias a la policía. En los últimos ocho años, hubo 2196 delitos, un promedio de 275 al año. Hay dos jueces en las islas, uno "full time" y el otro "part time", y tres miembros "part time" de la Corte de Apelaciones. Los elige el gobernador luego de una ronda de consultas al ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña e, informalmente, a los consejeros.

Los magistrados permanecen indefinidamente en sus cargos y sólo pueden ser removidos por mala conducta.

 

13     ARGENTINA: Las negociaciones con Gran Bretaña por las islas Malvinas siguen siendo un tema que preocupa a la mayoría de los argentinos, aunque la opinión pública cambió notablemente su posición en la última década.

Una encuesta de Gallup para La Nación revela que la mayor parte de la gente (45 por ciento) considera necesario consultar a los isleños en las futuras tratativas diplomáticas, y cada vez más ciudadanos (57 por ciento) creen que la Argentina no va a recuperar la soberanía en el archipiélago en los próximos 20 años.

Los datos muestran una amplia diferencia con un sondeo que Gallup elaboró en 1989. El 45% cree que no debe excluirse a los isleños de la negociación por la soberanía.-Para la mayor parte de los ciudadanos argentinos, las futuras negociaciones con Gran Bretaña por la soberanía de las islas Malvinas no deben excluir la opinión de los isleños, según los resultados de una encuesta elaborada por Gallup en forma exclusiva para La Nación.

Sólo el 31 por ciento de los entrevistados consideró que debe ignorarse a los malvinenses, mientras el 45 por ciento se mostró en desacuerdo con una política cerrada al diálogo entre Buenos Aires y Londres.

La respuesta muestra un cambio en la actitud de la ciudadanía, que tradicionalmente se mostró muy esquiva a escuchar la opinión de los habitantes de las islas, como mostraron distintas encuestas difundidas en la última década.

Sin embargo, ante la pregunta de con quién se debe negociar el tema Malvinas, el 29 por ciento señaló "con nadie"; el 27 por ciento, con el Reino Unido y los isleños; y el 21 por ciento, sólo con los británicos.

La medición de Gallup fue tomada entre el 22 y el 27 de julio. Son 1251 entrevistas personales realizadas en todo el país y revelan varios aspectos destacables de la opinión de la población argentina sobre el conflicto por las islas.

Los entrevistados por Gallup le otorgaron una importancia promedio de 7,7 puntos a la cuestión, en una escala del 1 al 10, tomando el 1 como nada importante y el 10 como absolutamente trascendente.

Uno de los datos más llamativos es que casi seis de cada diez consultados respondieron que no tienen expectativas sobre la posibilidad de recuperación de la soberanía en los próximos 20 años.

En todos los sectores sociales, de educación y de edad, se repite esa posición pesimista. El 34 por ciento se inclina a pensar que es muy o bastante probable recuperar las islas por la vía diplomática.

"En todos los estratos las opiniones pesimistas son elevadas, pese a lo cual se detecta un aumento del optimismo a menor educación y nivel, pero sin superar a los que piensan que no se recuperarán", sintetiza el estudio de Gallup.

En ese sentido, más del 36 por ciento considera que el mejor futuro posible sería un acuerdo o algún tipo de compromiso entre la Argentina y Gran Bretaña. En cambio, el 51 por ciento imagina como escenario ideal que las islas vuelvan a ser argentinas.

La posición claramente mayoritaria es que debe seguirse con las negociaciones, siempre por la vía pacífica.

Como muestra de eso, el 71 por ciento de los encuestados opinó que está en desacuerdo con la invasión militar a las Malvinas de abril de 1982. Sólo una de cada cuatro personas encuestadas se mostró favorable a aquella decisión.

Gallup había realizado un sondeo casi idéntico hace 11 años, que había arrojado resultados bastante diferentes. Por ejemplo, bajó enormemente el número de argentinos que consideraba como mejor futuro posible la recuperación de la soberanía (cayó del 79 al 51 por ciento).

Ahora son muchos más (subió del 16 al 36 por ciento) quienes piensan en la posibilidad de un acuerdo entre las partes.

También creció la cantidad de gente que cree que los isleños deben ser tenidos en cuenta para decidir el conflicto, del 21 al 27 por ciento. Un aumento similar registran las opiniones de quienes creen que es un factor secundario.

Actualmente, la opinión está muy dividida, pero la más común (32 por ciento) es que los intereses de los isleños deben ser tenidos en cuenta, pero no deberían ser los que deciden. El 30 por ciento cree que es un factor secundario y que deben adaptarse a lo que decidan la Argentina y el Reino Unido, mientras, como se dijo, el 27 por ciento considera que los kelpers tienen derecho a decidir sobre el destino del territorio.

Pero cuando es más visible el mayor interés de consultar la opinión de los isleños es ante una pregunta sobre la política de seducción a los malvinenses que implementó el gobierno del presidente Carlos Menem por medio del ex canciller Guido Di Tella.

El acuerdo con la posición de acercamiento es ampliamente dominante, especialmente entre los universitarios (60 por ciento) y la clase alta y media alta (59 por ciento), y en todos los sectores es mayoritaria.

 

14     MALVINAS: Mike Summers es uno de los ocho integrantes del Consejo Legislativo de las islas Malvinas. Es un hombre cordial, de hablar pausado y firmes convicciones. No reniega de los argentinos, pero dice que son bienvenidos como visitantes. Toda una definición.

Considera como un paso adelante en la relación que el gobierno argentino acepte en una mesa de diálogo a los isleños y rechaza de plano cualquier proyecto de relación comercial con el continente.

Inclusive cree que es suficiente la frecuencia de vuelos con las islas que tocan suelo continental argentino (una sola vez al mes un avión de la compañía LanChile hace una escala en Río Gallegos), ya que "cubre ampliamente la demanda".

Levanta los hombros y aprieta los labios cuando la charla lo lleva a comparar la gestión del ex canciller del menemismo Guido Di Tella con la del actual ministro de Relaciones Exteriores, Adalberto Rodríguez Giavarini, del cual considera que "está cometiendo un serio error".

Y explica motivos que refirman su aseveración. Elige para ello un lance de esgrima: "Crea la desconfianza entre los argentinos y los isleños. No sé cuántos años le llevará al señor Giavarini saber que no se puede discutir el futuro de las islas sin los isleños".

Hace una pausa y vuelve: "Cuanto más rápido aprenda, mejor".

En el concepto de Summers hay varias declaraciones de principios de los isleños. La primera, que la llamada "política de seducción" que el ex presidente Carlos Menem aplicó durante el último tramo de su gestión les caía mejor que la de ahora, que califican como fría y prácticamente indiferente.

La otra, que mantienen su reclamo para que la Argentina se siente a una misma mesa con Gran Bretaña y con los representantes de las Malvinas. Las tres partes.

El gobierno argentino no reconoce como legítimas a las autoridades de las islas.

Summers no se muestra sorprendido con la nueva política, que por supuesto no comparte. No le parece que se haya vuelto a cero en la relación, pero insiste en que es un trato "diferente".

Confiesa que no esperaba que la política exterior del gobierno de la Alianza fuera mucho mejor que la de Menem, pero que tampoco se le habría ocurrido que regresarían las cosas atrás.

La posición de los isleños en este caso es bien british: "Wait and see (esperar y ver)". Y resume el consejero isleño: "No hay pesimismo, pero tampoco felicidad".

-¿Cree que Rodríguez Giavarini debe irse y dejar su lugar a otro funcionario para que la relación con los isleños pueda avanzar?

-(Se ríe) La Argentina tiene muchos más problemas de política exterior que las islas. La relación con la Unión Europea, con el Mercosur, con los Estados Unidos, con las Naciones Unidas... Quizás él sea el hombre indicado para todo eso.

Summers busca explicaciones en sus propias palabras y dice: "Es mejor para todos si (los argentinos) son más prácticos y menos legalistas".

El es un moderado dentro del espectro en que se mueven los consejeros de las islas. Dice que los que tenían una posición dura contra los argentinos (hardliners) la mantienen, pero que los que estaban indecisos "se están dando cuenta de que no era para tanto" (la firma del acuerdo de julio de 1999, que permitió, luego de 17 años, la llegada de ciudadanos argentinos al archipiélago).

El hombre volvió a sonreír. Fue ante la pregunta sobre la actitud de Rodríguez Giavarini de no saludar a una representante de las islas Malvinas en Nueva York (la consejera de línea dura Sharon Halford), en ocasión de la reunión del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas.

"No es nada. Durante tanto tiempo los políticos de acá no quisieron darles la mano a los de allá...", dice. Aunque reconoce que el canciller, como buen diplomático, podría haber hecho un esfuerzo y haberse acercado a estrechar la mano de Halford si pretende mantener buenas relaciones con los habitantes de las islas.

Hay dos episodios importantes que Summers relativiza: la protesta que hizo la Argentina al Foreign Office, por la invasión del espacio aéreo, cuando cuatro buques pesqueros argentinos navegaban por las 15,5 millas náuticas dentro de la "zona de exclusión de las Falkland (Malvinas)", y un avión británico los sobrevoló para advertirlos. La Argentina no reconoce la zona como británica y, por eso, elevó la queja.

El otro foco de tensión son los hidrocarburos. Los isleños piensan seguir adelante con el llamado a licitación unilateral para la exploración y explotación de pozos petroleros. "Nuestro plan no va en contra del acuerdo de 1995. Londres ya se lo informó al gobierno argentino". En el Palacio San Martín creen que es un despropósito.

El consejero remató ambas explicaciones con otra expresión típicamente inglesa que se usa cuando se debaten temas de las islas: "No surprises (sin sorpresas)".

El acuerdo de cooperación que refiere Summers fue suscripto con la corona británica para exploración y explotación de la zona en forma conjunta. "No se van a aceptar actos unilaterales", repiten con monotonía desde la cancillería argentina.

Summers es amable y agradece la charla, no sin antes preocuparse por el contenido de la nota periodística. Y desea: "Que la pasen bien aquí". Antes, una última pregunta: -¿Cuál cree que debe ser la llave para que el gobierno argentino pueda llevar adelante mejoras en la cuestión Malvinas?

Que (los argentinos) admitan un diálogo con el gobierno de las islas. No hablar con nosotros es no admitir que aquí existe una población. Eso no ayuda para nada.

 

La restricción para que los argentinos se establezcan en las islas Malvinas alcanza también a otros extranjeros. Sin embargo, la sensación que deja la charla con el consejero isleño Mike Summers es que la "reconciliación" con los argentinos puede necesitar muchos años.

"Estudiar inglés aquí, los argentinos pueden... ¿poner un restaurante?, no se lo recomiendo." No es porque aquí no les guste el asado, sino porque no les gusta que se lo sirva un argentino. Sólo un puñado de argentinos vive aquí: llegaron antes de la guerra de 1982 y ya obtuvieron la nacionalidad británica.

Summers no tardó en recordar que en los setenta, antes de la "invasión", los isleños se habían hecho amigos de los argentinos que vivían aquí: los invitaban a sus casas, a sus fiestas. Fue muy duro, cuenta, ver que esa gente a la que brindaban su hospitalidad era la misma que había planeado lo de 1982. "No quieren repetir la experiencia", concluye.

 

Septiembre

3   MALVINAS: Documento de la cumbre de América del Sur apoya el reclamo argentino por la soberanía de Malvinas.-

Los presidentes que participaron de la cumbre de América del Sur urgieron al Reino Unido a retomar las negociaciones con la Argentina por la soberanía de las islas Malvinas.

La firma de los doce mandatarios al pie de una declaración de dos párrafos que avala los reclamos argentinos para dialogar sobre el archipiélago del Atlántico Sur fue el pequeño logro que se llevaron de aquí el presidente Fernando de la Rúa y el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini.

"La reunión de presidentes coincide en la necesidad para las dos partes de reanudar las negociaciones (por la soberanía de las islas) a fin de que se encuentre a la mayor brevedad posible una solución pacífica y duradera de la disputa de soberanía, de acuerdo con las resoluciones de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos", coincidieron los mandatarios.

Así, los presidentes privilegiaron y pidieron el cumplimiento de la recomendación que desde 1965 realiza el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas para que la Argentina y Gran Bretaña se sienten a dialogar en busca de una solución pacífica al más que centenario diferendo.

Sin embargo, jamás el texto firmado respalda los derechos soberanos argentinos, aunque sí el deseo de negociar al respecto.

"El apoyo fue extraordinario y ampliamente positivo, fue un mensaje al mundo que confirma toda la línea positiva de las Naciones Unidas y de lo que hemos dicho ante el Comité de Descolonización", expresó  Rodríguez Giavarini.-

El logro argentino fue negociado por el canciller y algunos de sus pares del Mercosur.

Aunque pequeño, el triunfo adquiere mayor importancia porque surgió a sólo una semana de que De la Rúa se reúna con el primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair. Los dos hombres se entrevistarán a solas en un alto de la Cumbre del Milenio, por realizarse a fines de la semana próxima en Nueva York.

 

7       MALVINAS – ANTARTIDA: El canciller argentino Adalberto Rodriguez Giavarini  le ratificó al Canciller británico Robin Cook, la intención de que Buenos Aires sea sede del Tratado Antártico, a lo que Londres se opone, aunque Cook, según relató Rodríguez Giavarini, reconoció que "se hicieron avances en el diálogo para aumentar la colaboración científica" en la zona antártica.

Según fuentes de la diplomacia argentina, Cook ofreció la posibilidad de que un barco inglés haga escalas en Buenos Aires, como gesto de buena voluntad para avanzar en el intercambio científico en la zona.

El canciller argentino le anticipó a Cook que el Presidente haría hoy una referencia en su discurso ante la Asamblea del Milenio de la ONU sobre el tema Malvinas.

Se estima, según anticiparon fuentes gubernamentales, que De la Rúa recordará y agradecerá la resolución en favor del reclamo argentino de soberanía que se vota anualmente en el Comité de Descolonización de la ONU.

"Se reconocieron importantes avances en materia de pesca y de hidrocarburos. La relación es excelente, coincidimos y lo invité para que venga a la Argentina cuanto antes", resumió el canciller.

Rodríguez Giavarini quedó entusiasmado con la propuesta de Cook: "Propuso una asistencia conjunta en foros internacionales, como los de la OMC, para la apertura y la liberalización del comercio, para promoverlo conjuntamente en el mundo", reseñó.

 

MALVINAS: La gira presidencial: hoy, ante la asamblea de la ONU, defenderá la postura argentina sobre Malvinas

El jefe del Estado tuvo varios contactos con el mandatario norteamericano y con el primer ministro británico, Tony Blair

La mayor expectativa de la comitiva argentina se centraba en la comida que anoche mantenía De la Rúa en el Hotel Waldorf Astoria, donde Clinton, que reside allí durante la cumbre, agasajó a quince jefes de Estado. El presidente de los Estados Unidos ofició de anfitrión del Grupo de la Tercera Vía, compuesto por países que adhieren al principio social que debe regir al capitalismo global.

En sus encuentros con Blair, De la Rúa comentó que en su discurso de hoy ante la Asamblea, que reúne a más de 150 jefes de Estado, el primer mandatario defenderá la soberanía argentina sobre las islas Malvinas y, según fuentes de la Cancillería, recordará la resolución en favor de nuestro país que todos los años vota el comité de descolonización de la ONU.

Ello también le expresó por la mañana el canciller Rodríguez Giavarini a su par británico, Robin Cook, durante una reunión de 50 minutos, sobre lo que se informa por separado.

De la Rúa quedó flanqueado por Blair y por el presidente de China, Jiang Zemin, durante el almuerzo que ofreció el secretario general de la ONU, Kofi Annan, en el Salón de Delegados de la sede del organismo mundial. Fueron los primeros contactos con el líder británico, que le expresó "que hay buen voluntad" para cooperar en los asuntos bilaterales.

 

8       MALVINAS: El presidente Fernando de la Rúa aseguró ayer ante la asamblea de las Naciones Unidas, reunida en la Cumbre del Milenio, que la Argentina ratifica su "plena disposición para reanudar con Gran Bretaña las negociaciones bilaterales", para renovar el reclamo de soberanía sobre las islas Malvinas.

El Presidente, ante más de 150 gobernantes, ratificó también "el apoyo a la misión de buenos oficios que la comunidad internacional le encomendó al secretario general de la ONU para resolver esta particular situación colonial".

De la Rúa recordó que el Comité de Descolonización del organismo internacional vota todos los años, desde 1965, la resolución por la cual invita a la Argentina y a Gran Bretaña a dialogar sobre el diferendo, en busca de una solución pacífica y definitiva.

El Presidente le había anticipado anteayer al primer ministro británico, Tony Blair, que no omitiría este reclamo y le había expresado su deseo de que Buenos Aires se convierta en la sede administrativa del Tratado Antártico, a lo que Londres se opone.

En su breve discurso, el mandatario argentino reclamó también que "los países más avanzados tienen un rol decisivo y una responsabilidad en la erradicación de la pobreza".

Y precisó: "No hablamos sólo de montos de ayuda, sino de acciones para integrar a los países menos desarrollados en el comercio internacional, para eliminar las cuotas, subsidios y otros mecanismos que desvían el comercio, reducir el peso de la deuda externa y alentar las inversiones extranjeras".

El primer mandatario participó también de la cumbre del Consejo de Seguridad de la ONU, en el que habló luego del presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton.

Su postura más firme se relacionó con el impulso argentino a la instauración de la Corte Penal Internacional para crímenes de lesa humanidad. "Esta no indiferencia implica que los autores de crímenes que ofenden la conciencia común de la humanidad no pueden quedar impunes. Por ello, la creación de la Corte Penal Internacional y de los tribunales de Rwanda, la ex Yugoslavia y Sierra Leona constituye un instrumento disuasivo importante e indispensable de una paz estable y duradera", dijo.

Del consejo de seguridad participa la Argentina como miembro rotativo y los Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China como miembros permanentes.

 

11 al 15            ARGENTINA – ANTARTIDA: XIIª Reunión Consultiva Especial del Tratado Antártico, celebrada en la ciudad de La Haya, Holanda. En esta reunión se aprobó el Informe Final de la 3ª reunión del Comité de Protección Ambiental, que sesionó en igual fecha.

 

12     MALVINAS: Por más que el presidente Fernando de la Rúa haya ratificado recientemente, en Nueva York, la voluntad de la Argentina de reanudar las negociaciones con el Reino Unido sobre la soberanía de las Malvinas, el embajador británico en Buenos Aires, William Marsden, descartó toda posibilidad de que haya alguna modificación en ese aspecto.

"No espero ver un cambio en las posturas de los dos gobiernos en materia de soberanía en un futuro próximo -dijo durante una entrevista con La Nación-. El conflicto de 1982 cambió drásticamente la situación política. Debemos seguir trabajando para recuperar la confianza mutua."

Las declaraciones de Marsden, formuladas a pocos días de su retorno a Londres después de más de tres años como embajador en la Argentina, coincidieron con el discurso que De la Rúa pronunció ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde se desarrolló la semana última la Cumbre del Milenio. Centrado, básicamente, en favor de reanudar las negociaciones, como sugiere cada año el Comité de Descolonización de ese organismo.

"Continuemos avanzando en áreas en las cuales podamos alcanzar acuerdos de interés mutuo -dijo Marsden poco antes de pronunciar un discurso de idéntico tenor, el jueves último, en el Centro Argentino-Británico-. Esto requiere imaginación y flexibilidad de ambas partes mientras protegemos, a la vez, nuestras respectivas posturas en materia de soberanía."

La postura del Reino Unido, explicada por Marsden, se basa sobre la voluntad de los isleños: "Ellos quieren ser británicos -dijo-. Debemos seguir desarrollando lazos de cooperación práctica con el objeto de proteger los recursos pesqueros en la zona, lo cual beneficiará a ambas partes".

La regla no escrita de la disputa, sobre todo desde el gobierno de Menem, es que cada parte tiene necesidad de avanzar hacia adentro, con su reclamo y su resistencia respectivos, pero los británicos rechazan todas posibilidad de discutir la soberanía.

"Sería bueno que los gobiernos del Reino Unido y de la Argentina cooperen en planes para eliminar de las islas las minas plantadas por las fuerzas argentinas durante el conflicto -dijo Marsden-. También sería positivo avanzar en la promoción de algunas actividades conjuntas de exploración petrolera entre ambos países dentro de la llamada área de cooperación especial. Esto es algo ambicioso, pero demostraría que podemos trabajar juntos en una compleja situación política y técnica."

Por una rara paradoja, el próximo embajador británico en la Argentina será, desde el 17 de este mes, Robin Christopher, nombre capicúa del único personaje humano de Winnie The Pooh, Christopher Robin. El osito, creado por Walt Disney, cobró notoriedad en las islas por los envíos frecuentes de regalos que hacía el ex canciller Guido Di Tella. Ahora, según contó Marsden, el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini mandó ejemplares del "Martín Fierro".

De la Rúa pronunció su discurso en la ONU un día después de que Rodríguez Giavarini se reunió con su par británico, Robin Cook. La idea del Foreign Office, transmitida durante el encuentro en Nueva York y confirmada por Marsden, es que existen otros temas, además de la soberanía, sobre los cuales ambos países pueden entablar conversaciones.

"Sería bueno para nuestras fuerzas armadas que trabajaran juntas en el Atlántico Sur para brindar una mayor seguridad a los buques y las aeronaves -dijo Marsden-. También me gustaría ver que de a poco surjan más contactos amistosos entre particulares argentinos e isleños."

Marsden cumplirá, el 15 de septiembre, 60 años. Edad tope para un funcionario de carrera del servicio exterior británico. "No hay re-re en mi caso", bromeó. Pero no descarta la posibilidad de volver a la Argentina, ya sea por vacaciones o por negocios, por más que las Malvinas sigan siendo un tema vedado.

Las dudas británicas acerca de los éxitos de las conversaciones entre los gobiernos de Tony Blair y Fernando de la Rúa fueron conocidas la semana última: el canciller Rodríguez Giavarini recibió una carta de su par británico, Robin Cook. Le adelantaba que Londres no apoyaría la candidatura de Buenos Aires como sede del Tratado Antártico, pedido hecho por De la Rúa a Blair hace ocho meses.

 

24     MALVINAS: FILM POLEMICO - Tony es malvinense. Tiene 38 años y trabaja como guía de turismo en las islas. El jueves último estaba de paseo en Buenos Aires y vio con La Nación el estreno del film que tiene como escenario las islas Malvinas y como argumento buscar la recuperación de la soberanía mediante la inseminación de las isleñas por parte de los argentinos.

No fue una buena experiencia para él. No sólo porque no encontró en el largometraje un argumento que justificara estar sentado durante 84 minutos, sino porque la película fue filmada en forma clandestina.

Del film hay que decir que se rodó en diciembre del año pasado sin comunicar el hecho a las autoridades de las islas, con un actor argentino (Fabián Stratas) y una actriz inglesa (Camilla Heaney) que fue contratada vía Internet. La película recibió el certificado Dogma 95 (garantía de que fue filmada con cámara en mano y sin agregados de sonido e iluminación). Es la ópera prima del publicista José Luis Marqués.

"Esperaba algo peor. El argumento no es para nada bueno, lo que sí me parece decididamente ofensivo es el título. Sí, el título es insultante, definitivamente." A lo que se refiere es al juego de palabras: los realizadores mezclaron Falkland, la denominación que los británicos les dan a las islas, con la expresión "fuck", muy soez y ofensiva.

La opinión de Tony Smith apenas terminó la proyección del film se relaciona con la expectativa comercial que se generó alrededor de la película. Cuando dice que esperaba "algo peor" se refiere al temor que lo asaltaba de sólo pensar que la idea del film incluía proyectar imágenes "robadas" a los isleños, involuntarios protagonistas de la historia.

"Me senté sin prejuicios a ver la película. No me pareció buena, pero tampoco creo que resulte ofensiva para los isleños. Más bien nadie le dará importancia, sólo que ahora se revisará minuciosamente a los argentinos que lleguen al archipiélago", sintetizó.

Tony vio la película con Inés, Teresa, Sandra y Tomás, sus amigos argentinos. Es la segunda vez que viene al continente. En esta oportunidad estuvo casi un mes y luego de pasar por Santiago, Chile, abordó el avión que ayer, tras ocho horas de vuelo y dos escalas, lo llevó de vuelta a su casa.

Allá, en las islas, Tony es uno de los muy pocos que se dedican a trabajar en turismo. Por eso conoce a mucha gente y a muchos periodistas argentinos. De hecho, fue el guía de La Nación en las varias incursiones malvinenses. Porque hace publicidad en una página web y porque se lo puede contratar por e-mail es que fue el "elegido" de Stratas. Así, resultó ser el primer isleño que aparece en "Fuckland".

"Los diálogos en la película no me parecen fuera de lugar ni están sacados de contexto. Son reales. Suelo contar cómo se vive en las islas y algunas otras historias a la gente que viene a visitarnos", dijo Tony, en alusión a una de las anécdotas del largometraje.

El protagonista maltrata a Smith en una parte, luego de que el anfitrión cuenta una historia curiosa. Dice Stratas, cuya voz a veces aparece en off, como si se tratara de monólogos interiores, encima de las imágenes: "¡Miralo a este pel..., mostró la hilacha...!" Sobre esa escena, Tony no hizo consideración alguna. Alzó los hombros como toda respuesta.

La anécdota tenía que ver con una isleña cuya casa tiene el techo pintado con la bandera británica y que cierta vez dijo, tras asistir a un acto: "Lo malo es que había demasiados argentinos". Cuando se le preguntó cuántos, contestó la anciana: "Uno".

Cuando el turismo escasea en el archipiélago, Tony Smith continúa con su anterior actividad: mecánico. Tiene dos camionetas cuatro por cuatro y, además de la visita a los montes que circundan Puerto Argentino (Stanley para los isleños), promociona como el principal atractivo de la zona las pingüineras.

Durante su estada en el continente, Tony aprovechó para ver amigos y también para hacer miniturismo: estuvo en el campo, anduvo a caballo y se regodeó con la carne vacuna, tan cara como poco promocionada en las Malvinas. Además, tomó lecciones de español con una profesora particular, tres veces por semana, dos horas cada clase.

El estreno de la película lo sorprendió en Buenos Aires. La visita no tenía ese objetivo, pero la promoción del film le generó inquietud. Anteayer, durante la proyección, Inés le tradujo simultáneamente los parlamentos en castellano, casi al oído para no molestar a los 13 espectadores que se desperdigaban por la sala.

Cuando terminó la película no hizo ningún gesto de desagrado. Estaba más tranquilo. Relajado. Es un tipo de pocas palabras, cauto, con mentalidad típicamente inglesa.

Sonrió apenas se le pidió la opinión, mientras se encendían las luces del cine. Levantó los hombros, frunció los labios y soltó, sin dramatismo: "Es una película. No la volvería a ver".

 

29    MALVINAS: Por primera vez desde la guerra de las Malvinas, un grupo de jóvenes llevará una bandera política a las islas. Será la del peronismo y escoltará la llegada a Puerto Argentino de cuatro militantes de la juventud del partido fundado por Juan Perón.

Pero los cuatro jóvenes no viajarán solos. Aunque la iniciativa fue propia y casi privada, el grupo encabezado por Hernán Corach y Bruno Tomaselli sumó al emprendimiento la venia del Gobierno.

"El mejor mensaje sólo puede ser llevado por la juventud", felicitó el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini al ser consultado por La Nación sobre el viaje que emprenderán mañana desde Chile, en un vuelo sin escala en la Argentina continental.

Los viajeros están empeñados en hacer historia. Ellos, además de Corach y Tomaselli, son Juan Abdo, de Tucumán, y Mirtha Lapal, de Salta, y más allá de emprender el primer viaje político, rendirán su propio homenaje, aunque en nombre de todos los argentinos, a los 237 caídos argentinos sepultados en el cementerio de Darwin.

Hasta hoy, desde que la Argentina y GranBretaña firmaron en julio del año último el acuerdo para restablecer los vuelos a las islas, sólo fueron hasta allí los familiares de los excombatientes, periodistas, turistas y escasos diplomáticos.

Pasado mañana dejarán una placa hecha aquí en honor a la memoria de los soldados muertos en Darwin. Será el primer reconocimiento que deje un rastro físico allí de parte de un partido político.

"Para los argentinos, desde chicos, las Malvinas estuvieron presentes, con un sentimiento fuerte y afectuoso", dijo Corach luego de visitar al canciller, que les deseó buena suerte.

A juicio del jefe de la diplomacia argentina, el viaje de la Juventud Peronista "servirá para ampliar la comunicación con los isleños y mejorar el conocimiento recíproco".

En rigor, ésa fue la primera idea que los movilizó. "La intención es afianzar coincidencias con los isleños y dejar de lado diferencias. Para ello, por ejemplo, propondremos intercambios de deportes o que los argentinos que deseen aprender inglés lo hagan en las Malvinas en lugar de ir a Miami", explicó Tomaselli.

Los jóvenes disienten del canciller y su postura endurecida hacia los malvinenses. Criticaron, por caso, que el diplomático no haya dado la mano, en Nueva York, a la consejera isleña Sharon Halford, pese a que el propio Rodríguez Giavarini ya aclaró decenas de veces que si no lo hizo sólo fue por una cuestión de lejanía y nada más. Y ayer volvió a hacerlo ante los jóvenes que durante los próximos ocho días recorrerán el archipiélago. Incluso tendrán allí una recepción oficial de parte del consejo de las islas.

Dijeron que sus ganas de pisar suelo malvinense son desde siempre, pero que la decisión fue tomada sólo ahora, con cierto dolor. En palabras de Corach, el proceso íntimo y compartido fue más o menos así: "Nos dolió mucho saber que casi ningún argentino viaja a conocer las islas; si ésa es la realidad, queremos empezar a cambiarla".

 

ANTARTIDA: La frase "Ushuaia, el umbral de la Antártida", que suena a slogan de campaña publicitaria, refleja con precisión el lugar que ocupa en la actualidad la capital de Tierra del Fuego con respecto al turismo antártico.

Situada a 1000 kilómetros de distancia de la península antártica, el puerto de la ciudad más austral del mundo concentra el 96 por ciento del movimiento turístico mundial desde y hacia el continente blanco.

Este auge repercute en forma favorable en la economía local: los cruceros se abastecen de agua y combustible en el puerto y hay una tendencia incipiente de producir productos de consumo alimentario, con carácter regional, para proveer a los buques de pasajeros.

Fuentes vinculadas con el sector turístico informaron que una de las metas es lograr que los cruceros permanezcan más tiempo en Ushuaia (ahora sólo pasan unas horas), para que los pasajeros puedan tomar alguna de las excursiones clásicas que ofrece la capital de la isla. Desde 1992, el crecimiento de la actividad antártica creció un 400 por ciento, en parte motivado por la construcción del aeropuerto internacional Malvinas Argentinas y la ampliación del muelle comercial a más del doble de la superficie original; por ambas terminales ingresan cada temporada en Tierra del Fuego 53,8 millones de pesos en concepto de servicios.

En la temporada 1999-2000, que finalizó en marzo último, 12.967 pasajeros -un 42% más que la temporada anterior- recalaron en el puerto de Ushuaia, en alguno de los 120 viajes que realizaron a la Antártida los 17 buques de turismo de seis nacionalidades que operan hacia el sexto continente.

Siete de estos barcos son de bandera rusa, cinco de Bahamas, dos de Liberia y hay tres países con una sola embarcación cada una: Panamá, Grecia y Malta. El Ocean Explorer I, con insignia panameña, es el buque de mayor tamaño, y en la última temporada amarró dos veces en esta capital; tiene una capacidad para transportar 850 pasajeros por viaje.

Otros cinco veleros -procedentes de Holanda, Gran Bretaña y Francia, con capacidad para llevar entre 9 y 46 pasajeros- arribaron a Ushuaia como última escala hacia la Antártida y sumaron 188 pasajeros a la estadística.

Un informe oficial elaborado por la Secretaría Fueguina de Turismo (Sectur) revela que la cantidad de viajes hacia la Antártida creció un 29 por ciento respecto del último año, lo que marca una evolución constante de la actividad.

"Más del 90 por ciento de los pasajeros de todo el mundo que viajaron hacia alguno de los once destinos turísticos más visitados de la Antártida utilizaron el puerto local. Ushuaia es la puerta de entrada más activa a ese continente", confirma el reciente informe.

Una de las técnicas que elaboró el texto, María Gabriela Roldán, precisó que "90 de los 120 viajes a la Antártida (el 75 por ciento) se iniciaron y terminaron en Ushuaia, y transportaron 8330 pasajeros (un 64% del total); los 30 restantes fueron embarques semilocales, es decir, que comenzaron en otro puerto y terminaron en Ushuaia o al revés".

El secretario provincial de Turismo, Guillermo Torre, aseguró que el crecimiento del turismo antártico "abre un enorme potencial económico para la provincia y genera una necesidad de servicios y de abastecimiento para los buques que generará puestos de trabajo".

En la actualidad, el turismo en Ushuaia genera el 23 por ciento de la oferta de empleo sobre el total de la población económicamente activa y, en la última temporada, este índice creció el 1,2 por ciento.

Los turistas antárticos -en su mayoría de origen norteamericano (un 52%) y en menor medida alemanes, británicos y australianos- prefieren desembarcar en tierra y transitar por los senderos marcados en los 122 sitios habilitados en la península antártica y en las islas Shetland del Sur.

 

Octubre

3       MALVINAS: La delegación de la Juventud Peronista que se encuentra en las islas Malvinas cumplió ayer su segunda jornada de actividad oficial. Los jóvenes, encabezados por Hernán Corach, se entrevistaron con funcionarios del Departamento de Pesca y de Agricultura de las islas.

También dejaron una placa recordativa en el cementerio argentino de Darwin. "A nuestros hermanos caídos con el dolor eterno por su muerte y la esperanza de un futuro en paz", dice la placa que lleva la firma de la JP.

 

8      MALVINAS: Las negociaciones con el Reino Unido por las Malvinas quedaron "paralizadas" y "congeladas". Tal es la certeza de Guido Di Tella, que, tras marcar por más de ocho años el rumbo de la política exterior argentina, se prepara ahora para visitar, por primera vez, las islas.

Fue profesor de Adalberto Rodríguez Giavarini y, antes de dejar el Palacio San Martín, le ofreció contar al detalle su experiencia. La respuesta no llegó y, diez meses después, Di Tella critica sin piedad a su alumno y sucesor. "No entienden la relación con los Estados Unidos", acusó al canciller en una entrevista con La Nación, y extendió esa acusación al Gobierno.

Dejó el cargo, pero no los contactos con diplomáticos británicos o norteamericanos, a quienes atribuye quejas contra el jefe de la diplomacia argentina. Recuerda como uno de sus logros el acuerdo con Londres que permitió restablecer los vuelos a las islas, tras una articulación aquí de una política de Estado que hoy niegan en el Palacio San Martín.

"O dicen una mentira deliberada o hablan por ignorancia", reprochó a Rodríguez Giavarini, que, mediante sus voceros, negó hace una semana que la Alianza haya integrado la política de Estado para dialogar con Londres, pese a que los diputados Marcelo Stubrin y Carlos Raimundi y el senador Luis Molinari Romero se sentaron a la mesa de negociaciones.

"Yo no quiero mencionarlos (a los legisladores) para no causarles problemas, porque como ahora en la Cancillería aseguran que la política de Estado jamás existió...", ironizó, sentado delante de una gran pintura de Maccio, colgada en su oficina, a sólo dos cuadras del Palacio San Martín.

"Pasó casi un año desde el traspaso de mando, la gente espera algún resultado", apuró con la única autoridad que le dan sus años como canciller.

El próximo sábado, Di Tella pisará las Malvinas por primera vez. Lo hará acompañado por su hijo mayor, su nuera inglesa y dos de sus nietos.

-El canciller, mediante un vocero, dijo que usted viajará a las islas sólo por su deseo de figurar...

(Se enoja) No lo necesito. Me molesta menos que digan que no hay que acercarse a los isleños, que crean que yo me acerco para figurar. Es una acusación de frivolidad mediática.

Di Tella expresa que es exceptico por mensajes tales como la advertencia del canciller Robin Cook en el sentido de que no confía en grandes avances durante esta gestión.- Consultado sobre si sigue en contacto con Londres respondió que sí y aseguró que allí ya tomaron nota de que se paró la negociación. Saben que hay parálisis total.

A la pregunta de si sigue creyendo que la solución es una soberanía compartida, respondió que sí, totalmente; hay que ceder algunas cosas para obtener otras, lo que en inglés se diría compromise...

Con respecto a la política exterior con los Estados Unidos, sostuvo que la línea se mantiene intacta. El viaje del Presidente sólo fue posible gracias a la relación cordialísima que establecimos. La novedad es que fueron a Washington y enseguida se fueron a El Cairo, para compensar, y eso a los americanos no les cayó bien.

 

13     ARGENTINA – REINO UNIDO: Un funcionario de la primera línea del gabinete del primer ministro británico, Tony Blair, llegará a la Argentina para transmitir al presidente Fernando de la Rúa la confianza de Londres en su administración y, sobre todo, en el rumbo económico.

El "mensaje tranquilizador" -según la evaluación de un funcionario inglés- será traído hasta aquí por Stephen Byers, secretario de Estado de Comercio e Industria que, en la práctica de la política británica, es el tercero en el orden de poder. En la Argentina, sería el par del ministro de Economía, José Luis Machinea.

"Byers llegará a Buenos Aires con un mensaje claro, contundente, positivo, para los inversionistas de capitales británicos en el país", adelantaron a La Nacion diplomáticos de la embajada de Gran Bretaña en la Argentina.

Si bien la visita de Byers fue agendada hace al menos un mes, el secretario de Estado, miembro del gabinete más estrecho de Blair (conocido como Top Five), conocerá la Argentina y la Casa Rosada justo cuando el gobierno de De la Rúa atraviesa por una profunda crisis política.

Por ello, el funcionario británico expresará al Presidente la confianza de su gobierno en la administración aliancista, aunque -según adelantaron las fuentes de la embajada del Reino Unido- Byers no abundará en detalles de la política interna.

"Sería una falta de respeto que un funcionario extranjero venga a opinar sobre su distanciamiento de Carlos Alvarez", juzgó un diplomático inglés.

Pero el gesto del Reino Unido es claro e inocultable: Blair enviará a un funcionario que, a diario, opina y gesta las decisiones de uno de los gobiernos más fuertes de Europa, mientras aquí la administración aliancista dirime una crisis política que amenaza con quebrar la coalición.

Byers, que de 1992 a 1994 fue jefe de la bancada opositora en Londres y pasó a convertirse luego en su vocero, visitará a De la Rúa; al canciller, Adalberto Rodríguez Giavarini, y al ministro Machinea. Además, tendrá varias reuniones con los ejecutivos más altos de empresas como British Airways, Castrol, Compañía Minera Aguilar, Emi Odeon, Its, Impsat y de los bancos Lloyd’s y HSBC.

"A todos ellos les dirá que el gobierno laborista confía en la recuperación de la economía argentina, por lo que hay que ratificar las inversiones aquí", adelantó un vocero británico. Y lo hará en medio de una marcada recesión, que afecta, según aseveró el mismo vocero, la relación comercial bilateral.

Similares recomendaciones ya fueron hechas aquí, durante la última semana, por el vicepresidente del gobierno de España, Mariano Rajoy, y por Arturo Valenzuela, asesor del presidente Bill Clinton. Los dos llegaron a Buenos Aires, casualmente, tras la renuncia de Carlos Alvarez.

Lo cierto es que las palabras de Byers son esperadas con ansiedad en la Casa Rosada. Gran Bretaña, que goza de un voto calificado en el Fondo Monetario Internacional (FMI), habitualmente falla en favor de la Argentina a la hora de las negociaciones con ese organismo de crédito.

 

15     Di Tella llegó a las Malvinas con su política de seducción y comenzó así una de las misiones más complejas de su vida diplomática: aplicar la política de seducción cara a cara con los malvinenses y, en la medida de lo posible, evitar los insultos.

Mientras esperaba el avión en Río Gallegos, Di Tella explicó a La Nación que su visita era la continuidad de la estrategia que aplicó estando en la Cancillería. Es decir, desarmar la desconfianza de los isleños hacia los argentinos por medio de contactos personales.

Ayer, en un día inusualmente soleado para estas latitudes, cumplió con la promesa de visitar las Malvinas que se había hecho en julio del año último, al día siguiente de que se firmase en Londres el acuerdo que reestableció las comunicaciones entre la Argentina continental y las islas.

Y como inicio, la jornada inaugural de Di Tella en las islas estuvo signada por la cautela y el éxito.

La segunda de las evaluaciones tiene que ver con la cálida bienvenida que le dio el gobernador de las islas, Donald Lamont, en el aeropuerto.

Pese a las objeciones públicas de muchos de los consejeros, Lamont recorrió el largo y árido trayecto que separa esta ciudad de la base militar donde llegan los aviones y compartió un té británico con su ilustre visitante.

El gobernador y el ex canciller charlaron un rato en inglés sobre asuntos no demasiado políticos y quedaron en verse el miércoles próximo. Para ese día está prevista una comida que Lamont ofrecerá a Di Tella.

Luego de la conversación, que se extendió por más de media hora, el ex canciller abordó un avión rumbo a Port Howard, situado en otra de las islas del archipiélago. Ese fue, justamente, el recaudo que tomó Di Tella para evitar hostilidades.

Uno de los miembros de su comitiva explicó que la idea era pasar cuatro días fuera de esta ciudad, centro neurálgico de la política y de los negocios malvinenses, para que los ánimos de los isleños más beligerantes se fueran apaciguando.

Varios de los consejeros expresaron su disconformidad con el recibimiento que el gobernador le otorgó al ex ministro de Relaciones Exteriores. Pese a sus intentos de seducción, Di Tella aparece aquí como el principal impulsor del reclamo argentino de soberanía.

Norma Edwards, una de las consejeras, acusó a Lamont de prestarse al "desfile victorioso" que el ex canciller realiza en las islas.

Sus declaraciones ocupan la tapa del semanario Penguin News, que ayer publicó una edición totalmente dedicada a la cuestión argentina. En la página 5 se transcribe una carta del ex presidente Carlos Menem a los malvinenses en la que recuerda su viaje a Londres y asegura que la Alianza no modificará su política en la cuestión Malvinas.

En realidad, el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini no está demasiado convencido de que la seducción que intentó Di Tella sea el camino para recuperar las islas. Los gestos del Gobierno hacia los malvinenses han sido mucho menos cálidos que los que le dedicaba la administración menemista.

Consciente de esto, Di Tella está especialmente interesado en que su viaje transcurra sin dificultades. Será una manera de demostrar que la amistad que él intentó forjar con los malvinenses con regalos y mensajes navideños no fue en vano.

Además, intuye que podría servir para que Rodríguez Giavarini retomase la línea de su gestión. Di Tella asegura que, en los últimos tiempos, la Cancillería ha dado muestras pequeñas de querer abandonar la frialdad inicial hacia los isleños.

Precavido, el ex canciller trajo a su familia y mezclará la actividad política con salidas turísticas. Los Di Tella que viajaron ayer son cinco:Guido, su hijo Luciano, su nuera Joanna y sus nietos Nicolás (de 11 años) y Benjamín (de 9).

El cuadro familiar del ex ministro es un claro ejemplo de a dónde apunta cuando intenta descongelar las relaciones con los malvinenses. Joanna es británica y conoció a Luciano mientras éste estudiaba en la Universidad de Oxford. En sus conversaciones familiares cada tanto se les escapa una palabra en inglés.

Di Tella espera que los contactos personales desanden el camino de hostilidad en el tema Malvinas, recorrido por los gobiernos británicos y argentinos desde la época colonial.

Más allá de la historia y la política, los Di Tella se mostraron muy entusiasmados con el paseo. Especialmente Nicolás y Benjamín, ya que ellos fueron quienes convencieron a su abuelo de visitar la pingüinera de Sea Lion, adonde irán mañana, y disfrutaron observando el acoso periodístico que sufrió el ex canciller.

 

El avión en el que Guido Di Tella llegó ayer a las Malvinas fue un pequeño muestrario de las relaciones actuales entre la Argentina y las islas.

Además del artífice de la política de seducción, viajó un contingente de 20 familiares de muertos en la guerra de 1982 y Martin Clarke, el malvinense que había viajado a Buenos Aires para probar suerte como futbolista en Boca Juniors. El jugador dijo que había hecho varios goles en las prácticas, pero que no puede avanzar en su carrera por una simple razón:aún no logró que las autoridades argentinas le aprobasen la residencia en el país.

El joven deportista regresó a su casa para asesorarse en cómo acelerar los trámites. Pese a que recibió la ayuda de un sponsor de las islas, Clarke se quedó sin dinero para seguir viviendo en Buenos Aires.

Jugaba en El Porvenir, que funciona como filial del club de la ribera, y vivía en un departamento cercano a la Plaza de Mayo.

 

16     MALVINAS: Gran Bretaña apura al gobierno de Fernando de la Rúa para que cumpla, y pague los costos, de una promesa asumida por Carlos Menem: que la Argentina costee el desminado en las islas Malvinas.

Para ello, esta semana arribarán a Buenos Aires un alto funcionario del Foreign Office y tres expertos de la Secretaría de Defensa británica. Ellos son Bill Dickinson, Ian Hendry, Charlie Wason y el teniente coronel Jack Hitchcock, según adelantaron voceros de la embajada de Gran Bretaña en Buenos Aires.

El hecho de que los cuatro funcionarios lleguen a la Argentina sólo para conversar y estudiar las posibilidades de desminado es, sin duda, un gran paso adelante en las negociaciones bilaterales por la soberanía de las islas. Desde el final de la guerra del Atlántico Sur, hace más de 18 años, Buenos Aires y Londres mantuvieron posiciones irreconciliables en torno del desminado.

Fue, sí, una pretensión sostenida del ex canciller Guido Di Tella, hoy de paseo en las islas, que fueran retiradas del territorio malvinense las 13.000 minas antipersonales enterradas por las tropas argentinas allí. Pero hasta hace seis meses el gobierno del Reino Unido pareció no escuchar los deseos manifestados desde aquí.

Lo cierto es que el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini y la encargada especial en asuntos del Atlántico Sur, Susana Ruiz Cerrutti, lograron esmerilar la resistencia inglesa a tal tarea.

"Los funcionarios llegarán a mitad de semana para analizar junto con los argentinos la factibilidad del desminado en las Falkands (Malvinas)", anunció a La Nación un miembro del gobierno del primer ministro británico, Tony Blair.

La intención del Reino Unido de encarar el desminado quedó clara, en realidad, en marzo último, cuando el secretario de Defensa británico, Geoff Hoon, así lo aseguró en Buenos Aires. "Aún no abordamos cuál será específicamente el proceso, pero se hará", había dicho el funcionario a La Nación en esa ocasión.

Pues bien, desde pasado mañana la Argentina y Gran Bretaña se sentarán a dialogar sobre las características de dicho proceso. Hasta ahora, el Reino Unido pretendía convocar a una licitación unilateral para limpiar de minas las islas, pero la Argentina se opone a tal instancia y, en cambio, quiere que se realice en forma conjunta.

En rigor, el punto más crítico en la discusión es quién se encargará de llevarlo a los hechos. Según el derecho humanitario internacional, esa práctica debe ser efectuada por el país con derecho territorial. Precisamente, la soberanía de las Malvinas es el corazón de la disputa más que centenaria entre la Argentina y Gran Bretaña.

"Lo que cueste retirar las minas puestas por tropas argentinas lo pagará la Argentina y el retiro de las inglesas será por cuenta de los británicos", dijo a La Nación Ruiz Cerrutti, una de las diplomáticas mentoras del avance en las negociaciones.

Según las estimaciones británicas, desterrar las minas, aún latentes, diseminadas por los argentinos costará unos US$ 253 millones. A la vez, dicen en Londres, queda enterrada en las islas sólo una mina de origen inglés que no se pudo localizar debido a que está en una duna que, con el tiempo, cambió de ubicación.

Así las cosas, y pese a los costos, los dos países comenzarán a dialogar de una vez por todas sobre una actividad que emprenderán juntos en cercanías de Puerto Argentino, sobre una superficie de 12.173 kilómetros cuadrados (tal es la extensión de las islas), ubicado en un extremo de los más de dos millones de kilómetros cuadrados en disputa desde el siglo pasado.

 

17     ARGENTINA: En la Cancillería se eligió responder a quienes critican la actual política exterior en torno de las Malvinas sólo con un arma: la negación. Niegan, por ejemplo, que Guido Di Tella, de visita en las islas, haya logrado hablar de soberanía con el Reino Unido. Y niegan, también, que exista el gobierno de Puerto Argentino. O que Fernando de la Rúa tenga apuro por recuperar los derechos sobre las islas.

Pero quien pronuncia tales negaciones no es el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini en persona, sino la encargada especial para Asuntos del Atlántico Sur, Susana Ruiz Cerrutti, que debió llevar a la práctica la estrategia elegida por el jefe del PalacioSan Martín. "Cuando digo nosotros, hablo por el Gobierno, por mí y por el canciller", aclaró en una entrevista con La Nación.

La diplomática, que goza de gran prestigio entre sus pares, afirmó que desde la guerra de 1982 la Argentina "jamás logró iniciar alguna negociación con el Reino Unido por la soberanía". Un negocio que la administración de Carlos Menem dio por hecho.

"En realidad, durante diez años de relaciones diplomáticas, desde 1990 hasta principios de este año, se firmaron sólo acuerdos provisionales, pero la soberanía jamás se puso sobre la mesa del diálogo, y mucho menos de negociación, por lo que no se paralizó ninguna negociación, ya que simplemente no la hubo", sostuvo Ruiz Cerrutti, quien rara vez habla en público, pese a que es quien asesora al canciller en la cuestión del diferendo.

La embajadora, designada en el área del Atlántico Sur por Rodríguez Giavarini fue incluso más dura: "Las relaciones bilaterales estuvieron congeladas durante la anterior gestión y, en realidad, los acuerdos que firmó Di Tella no fueron una gran solemnidad, sino simples declaraciones".

Inmediatamente, advirtió que el Gobierno no tiene apuro por negociar la soberanía de las islas para recuperar los derechos argentinos. "Todo a su tiempo", dijo.

El enojo de quienes acompañan a Rodríguez Giavarini fue causado, precisamente, por el ex canciller, quien en una entrevista con La Nación había aseverado que las negociaciones por las islas estaban "congeladas".

Desde el final de la guerra, hace más de 18 años, sólo se suscribieron tres entendimientos bilaterales: el primero, en 1991, fue para habilitar la exploración pesquera conjunta en aguas cercanas al archipiélago. Luego, el 27 de septiembre de 1995, se acordó la cooperación de ambos países para la explotación de hidrocarburos costas afuera. Pero desde entonces, el Reino Unido sólo convocó unilateralmente a las licitaciones petroleras mientras la Argentina protestó por ello. Ambas prácticas cesaron el año último, luego de que las empresas perforadoras pusieron en duda la existencia de crudo en la zona.

Con todo, el 14 de julio del año último, las dos partes suscribieron el acuerdo de Londres que permitió el restablecimiento de los vuelos entre la Argentina continental y las islas y que los pasajeros con pasaporte argentino pudieran desembarcar en el archipiélago, dos hechos que no ocurrían desde el enfrentamiento bélico.

Además, se destacó en dicho acuerdo la voluntad compartida de respetar la toponimia de las islas y la construcción de un monumento a los caídos argentinos enterrados en el cementerio de Darwin.

Los tres entendimientos se lograron bajo la figura conocida como "paraguas", una fórmula jurídica que permite a ambos países discutir cuestiones vinculadas con las Malvinas sin perjuicio del diferendo de fondo.

A juicio de Ruiz Cerrutti, esos tres entendimientos condicionaron la gestión del gobierno de De la Rúa. "Crearon, en especial el de hidrocarburos, dificultades para esta gestión, ya que los textos firmados dejaron lugar a acciones unilaterales", cuestionó.

Y lo hizo también respecto del acuerdo de Londres: "Ojalá hubiese más viajes a las islas, pero desgraciadamente el acuerdo del 14 de julio sólo permitió que el trayecto arranque desde Chile, con una sola escala, tirada de los pelos y apenas una vez por mes, en Río Gallegos".

En verdad, el jefe del Palacio San Martín suele criticar la conveniencia de cada uno de los entendimientos. Sin embargo, Ruiz Cerrutti dijo que el canciller cumplirá con la letra de los tres acuerdos.

Las negaciones hicieron blanco también en el corazón de las islas. Desde allí, los malvinenses atribuyeron hostilidad y frialdad al canciller argentino. La respuesta no se hizo esperar.

"El gobierno de las islas no existe para la Argentina, porque lo hemos desconocido siempre", afirmó, con voz pausada y amable, la encargada especial para Asuntos del Atlántico Sur.

Y aclaró: "No hay oposición ni hostilidad de este gobierno para que las poblaciones se conozcan, que los argentinos vayan a las Malvinas y los isleños vengan al continente, pero no dialogamos con las autoridades isleñas simplemente porque no las reconocemos como tales".

 

MALVINAS: El gobernador de las islas Malvinas, Donald Lamont, habla y se expresa con gestos amplios y risa fuerte. Su tono histriónico, sin embargo, se extingue cuando tiene que hablar del canciller argentino, Adalberto Rodríguez Giavarini.

Dice que no ha visto predisposición de parte de Rodríguez Giavarini para escuchar los puntos de vista de los isleños, pero que la gestión de la Alianza recién comienza y todavía está a tiempo de modificar su política. Lamont es un diplomático enviado por Gran Bretaña para gobernar las islas y ha sido usual interlocutor del ex canciller Guido Di Tella.

Su decisión de ofrecer una comida mañana en honor de Di Tella, de visita en las islas desde el sábado último junto a cuatro familiares, le ha generado airosas críticas de parte de varios de los consejeros. El ex canciller es, por lejos, el argentino más famoso en esta ciudad y esa fama no significa necesariamente aprecio.

En una entrevista con La Nación y Clarín, Lamont destacó los avances logrados por la política de seducción que impulsó el ex canciller y descartó que se fuesen a producir incidentes con motivo de la llegada de Di Tella a esta ciudad.

-¿Por qué considera que Di Tella puede venir ahora sin que usted tema hostilidades?

-El paso del tiempo ayudó. En julio del año último (cuando se firmó el acuerdo que restableció la comunicación entre la Argentina continental y las islas) había mucha emoción. Todo fue muy rápido; la gente de acá no estaba preparada para un acuerdo. Pero el proceso de generar confianza ha empezado y nosotros pensamos que Di Tella, que es un ciudadano civil, puede venir tranquilamente a hacer turismo.

El Gobernador expresó que las acciones de Di Tella “fueron un tanto originales y ayudaron en cierto modo. Pudo recibir mis ideas y las de los consejeros directamente. Pero no me he sentado a esperar la llamada del nuevo ministro”

Con respecto a la preferencia de los isleños por la vieja ó la nueva política, respondió “Subsisten opiniones contradictorias de lo que ocurrió en el pasado y creo que es hora de madurar. Con Di Tella comenzó un nuevo deseo de tratar de entender la opinión de los isleños y eso ayudó a crear confianza. Es importante para el desarrollo de la relación que las actitudes de acá sean entendidas en la Argentina (continental).”

-¿Cree que el reclamo argentino retrasa de alguna manera el progreso de las islas?

-Potencialmente puede hacerlo. Antes de 1982, cuando había más vuelos directos y otros elementos de comunicación con el continente, los isleños sentían que la Argentina estaba en capacidad de ahorcar el desarrollo de las islas. Y no quieren estar en esa posición otra vez; no quieren volver a sentirse vulnerables porque creen que eso es lo que, de alguna manera, motivó la guerra.

-¿Ha visto en Rodríguez Giavarini la misma predisposición que señala en Di Tella para escuchar las opiniones de los isleños?

-No, creo que ésa es la respuesta. Pero para Di Tella fue un proceso que tardó en desarrollarse.

Lamont es escocés y antes de venir como gobernador a las Malvinas estuvo destacado, por decisión del Foreign Office, en Moscú, Berlín, Sarajevo y Uruguay. En este último destino, muy cerca de Buenos Aires, Lamont conoció a Di Tella, aunque en aquella ocasión sólo se dieron un apretón de manos.

Mañana conversarán largo y tendido en la cálida residencia que ocupa el gobernador en las islas. Probablemente se entretengan recorriendo las alfombras azules y admirando los recuerdos históricos de las islas que adornan la casa.

El gobernador aseguró que no ha previsto ningún tipo de guardia especial para su ilustre visitante y que, al menos en ese sentido, "será un turista más". Y aclara: "Es cierto que le pedí a la policía que me informase si había algún riesgo significativo, pero ellos hablaron con la gente más anti-argentina, yo también hablé con gente y... Claro que en cualquier sociedad y en cualquier condición puede aparecer alguien con algunas copas de más y reaccionar mal".

Como única previsión, Lamont dice que mantendrá "los ojos abiertos" para evitar disturbios. Pero confía en que los isleños se conformarán con expresar su punto de vista colgando banderas británicas en las ventanas. O al menos eso es lo que espera.

 

MALVINAS: Di Tella, que junto con uno de sus hijos, su nuera británica y dos de sus nietos visita las Malvinas, se pronunció en favor de continuar con la política de seducción que él mismo inauguró para con los isleños. Y, a diferencia de su sucesor, Adalberto Rodríguez Giavarini, reconoció la figura y la autoridad del gobernador del archipiélago, Donald Lamont, quien lo recibió en su llegada a Puerto Argentino. El encuentro, por otra parte, generó controversias entre los propios malvinenses.

Al ser consultado por radios porteñas sobre la gestión de Rodríguez Giavarini, Di Tella se explayó: "Tengo una buena opinión del canciller, que es inteligente y capaz, pero no puedo creer que siga indefinidamente con una política hostil", dijo.

Así, Di Tella cuestionó los ritmos de la actual gestión: "Quizá sea un compás de espera", ironizó, y concluyó: "Si (los argentinos) no le damos prioridad al tema, mal se la van a dar ellos (los británicos)".

 

19    MALVINAS: La visita supuestamente turística de Guido Di Tella a las islas Malvinas generó ayer una guerra de declaraciones y un gran desconcierto entre la dirigencia malvinense.

El canciller Adalberto Rodríguez Giavarini decidió responder a las provocaciones que su antecesor le viene lanzando desde que el sábado aterrizó en estas islas. Y lo hizo con munición pesada.

Entrevistado en Buenos Aires, dijo que la visita del ex canciller es una "frivolidad" y que la Argentina "desconocía plenamente" al gobierno de las Malvinas. Di Tella le respondió con hechos y palabras: lo acusó de "incoherente" y se reunió dos veces en una misma jornada con el gobernador que Rodríguez Giavarini ignora, Donald Lamont. "Fueron todas reuniones frívolas", disparó el ex funcionario menemista con su habitual ironía.

Lamont y Di Tella se vieron primero por la mañana, después por la tarde y luego compartieron una comida de honor. Semejante deferencia del gobernador hacia el ex canciller molestó a Rodríguez Giavarini al punto que mandó al embajador argentino en Londres, Vicente Berazategui, a pedir explicaciones al Foreign Office.

En la reunión con Lamont también participó Quentin Davies, un parlamentario conservador británico, y allí se conversó acerca de la gestión del embajador argentino. Di Tella le agradeció al gobernador el gesto de recibirlo.

La temperatura que tomó la discusión sobre la política argentina con respecto a las Malvinas descolocó a la dirigencia de esta ciudad y arrojó un manto de dudas sobre el acuerdo firmado en julio de 1999.

Algunos consejeros expresaron su preocupación por las partes de ese compromiso que aún no se han instrumentado, como el monumento a los caídos argentinos en el cementerio de Darwin. Aseguran que no ven voluntad en la Alianza para avanzar en el entendimiento. Así se lo hicieron saber a Di Tella en la reunión que tuvieron por la tarde.

Y sus miedos están justificados. Con sus palabras de ayer, Rodríguez Giavarini puso definitivamente sobre el tapete las disidencias del Gobierno con la forma en que la administración peronista lidió con el tema Malvinas. Hasta ahora sólo había habido pequeños ensayos de confrontación. Ayer, en cambio, Di Tella y el canciller protagonizaron una batalla verbal que promete nuevos e intensos capítulos.

En rigor, el anterior canciller buscaba desde hacía rato provocar a Rodríguez Giavarini y ésa es una de las razones por las que viajó a las islas. Minutos después de leer las generosas críticas que éste le dedicó, se comunicó telefónicamente con el ex presidente Carlos Menem y conversaron alegremente sobre las novedades del día.

Estas eran, básicamente, las palabras del titular del Palacio San Martín, que dijo que el gobierno anterior sólo tuvo "fuegos de artificio" en el tema Malvinas y que "no hizo nada en sentido profundo". También cargó contra el fondo de la política instrumentada por Di Tella al considerar como "inconveniente" para los intereses argentinos el reconocimiento de hecho que éste hace de las autoridades malvinenses, y consideró que esa línea de acción "nos ha llevado a situaciones desastrosas".

"La Argentina necesita hablar en serio y sin frivolidad sobre temas que no son de turismo sino esenciales para los intereses nacionales", explicó el canciller antes de situar a Gran Bretaña, y no a los malvinenses, como el único interlocutor válido en la cuestión.

Lo que aquí se discute es la posición de la Cancillería frente a los isleños y su gobierno. Di Tella basó toda su gestión en un acercamiento y este viaje tiene como objetivo la seducción cara a cara. Rodríguez Giavarini, en cambio, decidió cortar los lazos con los malvinenses y hablar sólo con Gran Bretaña.

El ex funcionario menemista se mostró ayer exultante ante los insultos que había recibido desde Buenos Aires y gustoso de volver al escenario político. Esmeró su ironía y, ante La Nación y Clarín dijo que "sólo desde el piso 13 de la Cancillería (el despacho Rodríguez Giavarini)" se ve su viaje como frívolo y fuegos de artificio.

Argumentó, en cambio, que su visita es consecuencia del acuerdo de julio del año último, por el cual los argentinos pueden venir a las islas, y que ese entendimiento fue una "política de Estado" en la que participó la Alianza. Defendió sus contactos con los malvinenses al considerar que la discusión jurídica es sólo con Londres, pero que la discusión "fáctica" debe incluir a los isleños.

"Los isleños son parte del problema y deberán ser parte de la solución", aseguró.

Di Tella, explicó uno de sus colaboradores, considera que la dirigencia malvinense es parecida a la de un club de barrio y que no debería ser muy difícil convencerlos. A eso se dedicó durante su gestión en la Cancillería y para eso viajó hasta aquí.

Ayer fue su desembarco en Puerto Argentino y, por lo tanto, el primer día decididamente político de su estancia en las islas. Pese a que llegó el sábado último, Di Tella viajó a zonas alejadas de esta capital para admirar los pingüinos mientras los ánimos malvinenses se iban acostumbrando a su presencia. El ex canciller y su presencia son, por lejos, el principal acontecimiento político de esta ciudad. Claro que la competencia no es demasiado fuerte ya que aquí, por lo general, no pasa nada.

 

ARGENTINA – REINO UNIDO: El gobierno argentino protestó ante el Reino Unido por el buen trato que dan las autoridades malvinenses a Guido Di Tella, de visita en Puerto Argentino.

A la protesta, hecha en Londres, se sumó aquí el enojo contra el ex canciller. Desde el Palacio San Martín se deslizó que Di Tella respalda la postura de Gran Bretaña sobre las islas, en perjuicio de los reclamos soberanos argentinos.

"Todo lo que está haciendo Di Tella corre por su propia cuenta y no encontrará ningún aval de parte mía", sostuvo, con elocuente enojo, el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini, al ser consultado por La Nación sobre la visita de su predecesor a las Malvinas.

Lo que más enojó al jefe de la diplomacia argentina, admitieron dos de sus allegados, son los encuentros que mantuvo Di Tella con autoridades malvinenses. Por ejemplo, anteayer se reunió con el encargado de Turismo, John Fowler, y anoche fue agasajado con una comida por el gobernador Donald Lamont.

Sucede que el Gobierno no reconoce como gobernantes a quienes gobiernan en Puerto Argentino, por lo que reprocharon al ex canciller sus citas con ellos.

La queja ante el gobierno del primer ministro Tony Blair fue hecha por el embajador argentino en Londres, Vicente Berazategui.

Y, aunque hubo funcionarios que negaron aquí que haya existido protesta alguna, un informe que dio cuenta de ella fue remitido anoche a la Cancillería por el propio Berazategui. Según el texto llegado desde Londres, la Argentina protestó ante el Foreign Office.

En rigor, Rodríguez Giavarini evitó explayarse demasiado sobre la visita de su predecesor. "Es un viaje de una persona libre que tiene un fuerte significado político -dijo-. Es positivo que los argentinos visiten tierras argentinas", siguió, medido, luego de una disertación en el Consejo Argentinos para las Relaciones Internacionales (CARI).

Allí se hizo evidente que la presencia de Di Tella en las islas lo perturbaba. O por lo menos lo distraía.

Por ejemplo, al concluir su charla sobre las alternativas del Mercosur, y sin que ninguno de los presentes (en su mayoría académicos, diplomáticos y políticos) se lo preguntara, Rodríguez Giavarini hizo referencia al ex canciller: "Hubo intercambios verbales que tengo con mi predecesor", dijo, apenas terminó de hablar de las negociaciones dentro del bloque económico regional.

Por la mañana, Di Tella había acusado al Gobierno de "crear un clima feo" respecto de los isleños. A lo que Rodríguez Giavarini retrucó, también por una radio porteña, que la gestión "nada hizo en profundo" para resolver el diferendo.

Así las cosas, las acusaciones deslizadas en contra de Di Tella corrieron por cuenta de dos de los hombres de mayor confianza del canciller.

Uno de ellos, que suele asesorar al ministro en las cuestiones del Atlántico Sur, aseguró que "Di Tella, implícita e involuntariamente, apoya la línea argumental británica cuando sostiene que los isleños deben ser tenidos en cuenta como parte en la controversia y propone apartarse de las pautas establecidas en la Constitución nacional".

 

MALVINAS: Di Tella en las Malvinas.- (Por Mariano Grondona para La Nación).-

Cuando leí en las crónicas del enviado especial de La Nación que el gobernador británico Donald Lamont y varios consejeros isleños recibían de buen grado la visita a las islas Malvinas del ex canciller Di Tella en tanto que otros consejeros se oponían, tuve una sensación de "ya visto", porque eso mismo fue lo que me ocurrió hace exactamente dos años, cuando por invitación del consejo isleño visité las islas para realizar desde allí, por primera vez, un programa de televisión en vivo. También entonces hubo consejeros que rechazaron mi presencia.

Los ecos que produce la visita de Di Tella corroboran una suerte de "ley" que rige las relaciones entre el continente y los isleños. Cada vez que, desde el continente, parte un gesto amistoso, los isleños se dividen entre una mayoría de cautelosos dialoguistas y una minoría de "duros". Cuando el continente emite señales de indiferencia o de hostilidad, todos los isleños se alinean con los "duros". Esto es lo que está empezando a ocurrir desde que Adalberto Rodríguez Giavarini reemplazó a Di Tella.

El papel de los isleños.-El contraste entre Rodríguez Giavarini y Di Tella responde a la lógica. En tanto éste estaba convencido de que, a menos que gane trabajosamente la buena voluntad de los isleños, la Argentina nunca volverá a las islas, aquél ha vuelto a la posición tradicional de nuestra cancillería según la cual el único interlocutor válido que tenemos en las islas es el gobierno británico. Si los isleños no tienen arte ni parte en las conversaciones sobre el futuro de las Malvinas, ¿a qué "seducirlos", como intentó Di Tella?

La filosofía de las relaciones internacionales que encarna Rodríguez Giavarini es, diríamos, "principista". La Argentina tiene un derecho histórico sobre las islas. Lo hace valer una y otra vez en las Naciones Unidas. Pero los británicos ocupan las islas. Como la Argentina ha renunciado al uso de la fuerza después de la guerra de 1982, sólo le cabe esgrimir su derecho frente al Reino Unido. Está dispuesta a respetar los "intereses" de los isleños, pero de ningún modo necesita cultivar sus "deseos" para que se acerquen a nosotros, porque hacerlo implicaría reconocerles voz y voto en la disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido.

Di Tella se inspira en una filosofía que llamaríamos "pragmática". Si bien admite en el plano de los principios la distinción entre los "intereses" y los "deseos" de los isleños, también cree que, en los hechos, la cancillería británica nunca avanzará un paso más allá que los habitantes de las islas. Si no se los "seduce" en dirección de una creciente sensación de confianza y hasta de afecto con los argentinos, ese avance nunca ocurrirá.

¿"Malvinizar" o no?.-Di Tella estaba obsesionado con las Malvinas. También lo estaba Galtieri. Pero en tanto que éste canalizó su obsesión por la vía de un enfrentamiento bélico que resultó desastroso, el canciller de Menem se dispuso a recorrer el camino opuesto detrás de la misma obsesión. Su idea era que lo que no pudo la guerra lo podrá, finalmente, el diálogo. A no dudar, un diálogo de muy largo aliento, cuyo primer paso fue el acuerdo de 1999 que permite a los argentinos visitar las islas y cuyo lejano remate llegaría cuando una creciente comunicación entre la pequeña pero admirable comunidad que puebla las islas y la joven democracia que puebla el continente las induzca a respetarse y estimarse.

Cabe preguntarse si la consecuencia práctica de la posición principista no equivale a abandonar las islas como un objetivo ideal, pero, en definitiva, irrealizable. El dilema de fondo es "malvinizar" o "desmalvinizar" nuestra política exterior. Si de "malvinizar" se trata, habrá que explorar sin pausa la hipótesis al parecer quijotesca de la "seducción", una seducción que tendrá que ser recíproca, porque también a nosotros debería seducirnos esa polis, esa mínima pero ejemplar ciudad-Estado que los dos mil isleños han construido. Si de lo que se trata es de "desmalvinizar", esto es, de olvidarnos de recuperar esa irredenta porción de nuestro territorio que emerge mágicamente de entre un manto de neblina, lo mejor es repetir solemnemente que tenemos derecho a ellas mientras, en los hechos, se nos alejan cada día un poco más.

El encuentro del ex canciller con el gobernador Lamont.

A juicio de quienes asesoran al canciller, Di Tella reconoce, con su diálogo con las autoridades, la autodeterminación y los deseos isleños.

Y sustentan sus apreciaciones con dichos de ciudadanos británicos, como el parlamentario conservador Quentin Davies, también en las islas, que calificó como "absurda" la posibilidad de que Londres negocie con la Argentina y recordó que su partido, opositor a Blair, privilegia la autodeterminación de los malvinenses.

"Casual o sugestivamente, Di Tella actúa en sintonía con las declaraciones más conservadores inglesas", dispararon muy cerca del canciller, desde Buenos Aires.

 

20     MALVINAS: En su primer paseo por Puerto Argentino, Guido Di Tella pudo darse una idea precisa de por qué es tan difícil seducir a los isleños: son demasiado ricos.

El ex canciller visitó el colegio secundario local, donde los maestros ganan casi 30000 dólares por año y la sala de música tiene más instrumentos que alumnos. Hay 11 órganos eléctricos, 11 guitarras criollas, 2 eléctricas y una batería. Y lo curioso es que cada curso tiene alrededor de 20 alumnos.

Pese a esto, Di Tella igual lo intentó y se puede decir que le fue bastante bien. Nadie se acercó para expresarle su rechazo y sí hubo algunos que le estrecharon la mano. Jock Sutherland fue el más entusiasta e insistente. Lo llamó en varias oportunidades hasta que el ex canciller cruzó la calle para saludarlo.

"¿Le gusta Stanley?", le preguntó el hombre con acento de Escocia, su lugar de origen. Di Tella respondió que sí y conversaron unos minutos hasta que Sutherland tuvo que volver a su trabajo. Está encargado de parar el circunstancial y solitario automóvil que circula por John Street en el momento en que los chicos salen del colegio. Gana alrededor de 1400 dólares por mes.

La opulencia de esta ciudad es notoria y depende casi pura y exclusivamente de la venta de las licencias pesqueras. Los malvinenses son pocos y tienen mucho dinero y ésa es una de las principales razones por las que no les interesa discutir nada con la Argentina. Mejor no podrían estar.

La insistencia de Di Tella les molesta un poco, pero como buenos británicos que son, los malvinenses no se esforzaron demasiado en hacer saber sus sentimientos al visitante.

Hubo, es cierto, un par de banderas británicas en las ventanas y en una camioneta Suzuki blanca que desde hace unos días da vueltas por la ciudad. Nada demasiado notorio.

El ex canciller dedicó la jornada a hacer sociales con los malvinenses. Empezó temprano, a la mañana, con una interminable ronda de prensa para los medios locales y luego salió por primera vez a la calle.

Di Tella caminó con actitud cauta, como pidiendo permiso y consciente de que no era momento de ejercitar su habitual sentido del humor.

Arrancó por Ross Road, subió por Barrack Street y luego tomó por John Street. Siempre con un paso cansino, una sonrisa que parecía pintada, y la mirada atenta a cualquier cosa que pudiese pasar.

Pero la realidad es que si llegó a cruzarse con diez personas en todo el camino pareció mucho. El viento sopla fuerte en esta ciudad y nadie acostumbra a pasear. Pero Di Tella caminó, despacio, hasta la radio local.

La entrevista con Tony Burnett, uno de los cuatro empleados de la emisora, fue extensa y terminó cuando el periodista le preguntó al al ex canciller qué le podría ofrecer la Argentina a los malvinenses. Fue una pregunta difícil de contestar, teniendo en cuenta lo que aquí se ve.

En el restaurante más moderno del pueblo almorzó la comitiva de Di Tella, compuesta por su hijo Luciano, su nuera británica Joanna y sus nietos Nicolás y Benjamín. Luego, el ex canciller enfrentó el vendaval y se dirigió por la costanera hacia el hotel. No había mucho tiempo, estaba camino al colegio.

El director se llama David Higgins y admitió que había viajado a Buenos Aires y que incluso disfrutó de un partido de Boca, algo que no es muy usual por estos lados, donde pisar la Argentina continental puede ser sinónimo de traición. También contó que el edificio costó 22 millones de dólares y que fue construido en 1992 con dinero recaudado por el gobierno local, algo que los llena de orgullo.

"Acá gastamos mucha plata en educación, siempre que pedimos nos dan", explicó Higgins.

La recorrida incluyó las salas de música, computación, geografía;los laboratorios de química y física y el gimnasio, con pileta olímpica. Todo alfombrado, repleto de computadoras y, sobre todo, gratis. Ninguno de los 150 chicos que se educan en la Falkland Island Community School paga un peso.

 

REINO UNIDO: Las versiones sobre una queja del gobierno argentino por haberse tratado "demasiado bien" a Guido Di Tella en las Malvinas fueron recibidas por el Foreign Office con una dosis de humor británico. "Ustedes son realmente originales. Esta es la primera vez que escucho que un país exprese descontento porque tratamos bien a uno de sus ciudadanos", señaló una vocero de la diplomacia británica. Aseguró, además, que en Londres no se recibió aún ninguna queja formal de la Argentina.

 

ARGENTINA – REINO UNIDO: La Argentina y Gran Bretaña intentan firmar un cuarto acuerdo bilateral en torno de las Malvinas: será para fijar las condiciones en que ambos gobiernos encararán el desminado de las islas.

Los borradores del texto definitivo fueron analizados durante los últimos tres días por cuatro funcionarios británicos, la encargada especial para Asuntos del Atlántico Sur, Susana Ruiz Cerrutti, y la directora del área Malvinas, Silvia Mérega.

"La reunión informal de expertos se inscribe en la continuación de los trabajos para la elaboración de un entendimiento bilateral que fijará esas condiciones (para el desminado)", destacó el texto conjunto, tras el encuentro en el Palacio San Martín.

Desde Londres llegaron a Buenos Aires un diplomático del Foreign Office y tres expertos en desminado de la Secretaría de Defensa: Bill Dickinson, Ian Hendry, Charlie Wason y el teniente Jack Hitchcock.

Todos ellos, estuvieron de acuerdo con la propuesta de las dos diplomáticas argentinas, para dilatar el entendimiento definitivo y, en cambio, continuar con los contactos a distancia hasta que se avance en los estudios de factibilidad sobre el desminado. Por lo que no se fijó ni siquiera una fecha tentativa para la firma del eventual cuarto acuerdo.

En coincidencia con la visita de los expertos en desminado, llegó el secretario de Comercio e Industria, Stephen Byers.

De parte de él, el presidente Fernando de la Rúa recibió ayer tres deferencias: la promesa de nuevas y cuantiosas inversiones inglesas en la Argentina, un mensaje de solidaridad política tras la renuncia de Carlos Alvarez y una radio a cuerda, una invención británica que enorgullece al premier Tony Blair.

Pero también una advertencia renovada respecto de que Gran Bretaña no está dispuesta a negociar la soberanía de las islas. Pese a ello, aseguró al Presidente que su gobierno "está muy satisfecho por el diálogo permanente con la Argentina respecto de los asuntos del Atlántico Sur", afirmó a La Nación uno de los funcionarios presentes en el despacho presidencial.

Precisamente, es una pretensión británica que ambos gobiernos comiencen de una vez por todas el desminado en las Malvinas y que, a la vez, compartan los costos de una actividades que costaría, según estimaciones de Londres, más de 254 millones de dólares.

"La reunión fue una de las más cordiales que jamás se haya visto entre un presidente argentino y un funcionario británico", juzgó un diplomático.

Byers pidió a De la Rúa que envíe fuerzas de paz a Sierra Leona, pero no tuvo respuesta. Y, cuando ya se despedían, el visitante regaló la radio a cuerda. "Es un invento de un británico que en Africa se quedó sin pilas para su radio portátil", explicó el enviado de Blair. Luego, le contó que el canciller Robin Cook, con quien Adalberto Rodríguez Giavarini debe sentarse a dialogar sobre las Malvinas, tiene exhibido en su despacho del Foerign Office un ejemplar igual al obsequio que, desde ayer, quedó en la Casa Rosada.

 

23 MALVINAS: En Puerto Argentino son dos los cementerios militares, pero no es necesario conocer la historia para saber dónde descansan los vencedores y dónde los vencidos. Basta visitarlos, como hizo el jueves último el ex canciller Guido Di Tella, para notar la diferencia.

El ex funcionario comenzó temprano a la mañana en Darwin, el de los argentinos, y luego partió a San Carlos, al de los británicos. Repitió en ambos el mismo ritual: se persignó al entrar, dejó una ofrenda floral y caminó durante 15 minutos con la mirada clavada en el piso.

"Esto me quiebra", dijo Di Tella con gesto serio. Se refería a las tumbas, el signo más elocuente de lo que ocurrió en estas tierras hace apenas 18 años.

Las 234 de los argentinos ocupan un espacio hundido en el valle cercano a la ciudad de Darwin. Son simples cruces blancas, y pequeñas placas en los casos en que los soldados pudieron ser identificados. Una cerca de madera las rodea intentando ofrecer protección del viento que sopla fuerte y constante. La naturaleza no ofrece demasiado: en los alrededores hay un par de lomas y tierra árida. No mucho más.

Los británicos, en cambio, descansan a metros de la bahía de San Carlos, uno de los paisajes más conmovedores de estas islas. Son sólo 15, el resto yace en las afueras de Malvinas, y están contenidos dentro de un corral circular de 20 metros de diámetro y hecho con piedras blancas. Imita las construcciones que hacían los primeros colonos de estas tierras para guardar su ganado. Hay pasto y lápidas de mármol con los datos de los caídos y sus condecoraciones.

Pero la principal diferencia entre un cementerio y el otro es que el de San Carlos está custodiado por una bandera británica. En el de Darwin, en cambio, no hay ninguna.

Di Tella y su familia dedicaron su último día completo en las islas Malvinas a la guerra de 1982. El viernes último, por la tarde, abordaron el vuelo de LanChile a Río Gallegos luego de una intensa semana en las islas. En sus valijas, el ex canciller se llevará entrevistas con el gobernador, Donald Lamont, y los consejeros, algunas palabras amistosas y, hasta el momento, ninguna expresión directa de rechazo.

Además, logró pelearse con su sucesor, Adalberto Rodríguez Giavarini, y ocupar nuevamente el escenario político, aunque más no sea por unos días.

No es que todos aquí estén conformes con su presencia. Si nadie protestó públicamente es más bien porque los opositores decidieron que lo mejor era ignorarlo.

El viernes por la noche hubo un festejo, en el Victory Bar, por la partida de Di Tella, que se promocionó con descuentos en la cerveza. Todo muy british. No fueron tan elegantes, en cambio, algunos suscriptores del semanario Penguin News en sus cartas de lectores.

"Reconciliación. ¡Ustedes saben dónde se la pueden meter!", escribió PC Miller a los argentinos.

La hostilidad de este hombre fue, por ahora, la excepción y no la regla. El clima fue tranquilo.

Si hasta dos de los consejeros que en un principio se negaban a recibir a Di Tella terminaron cenando con el ex canciller en un restaurante y a la vista de todo el mundo. Las heridas de la guerra siguen muy abiertas entre muchos malvinenses, pero la furia corrió por dentro.

Es que el conflicto de 1982 quebró la historia de este pueblo en dos. Todos aquí recuerdan la noche del 1º de abril, cuando el gobernador Rex Hunt habló por la radio local para avisar que los argentinos navegaban hacia las islas y que había peligro de invasión.

Sus temores se confirmaron al otro día, y ya nada fue igual. Si hasta el paisaje de las Malvinas guarda recuerdos de aquellos días.

Di Tella recorrió, además de los cementerios, la bahía de San Carlos y la zona de Pradera Verde, dos los escenarios más importantes de la guerra, y lo pudo comprobar con sus propios ojos.

En San Carlos está el cementerio británico y las playas donde desembarcaron sus tropas. En Pradera Verde, los argentinos perdieron una de las batallas más cruentas y decisivas para el resultado final de la contienda.

Pradera Verde -Goose Green, para los malvinenses- es también un pequeño pueblo que supo de tiempos más prósperos, cuando el negocio de la lana todavía no había sido desplazado por la pesca como la principal fuente de ingresos de esta zona.

Di Tella pasó por allí y pudo ver rastros de los militares argentinos, como un galpón con un letrero indicando que alguna vez, y por unos días, perteneció a la Fuerza Aérea Argentina. Su dueño se ocupó de tachar la caligrafía argentina con abundante pintura negra.

Otro de los galpones, bastante más grande, tiene escritas las letras POW en toda la extensión de su techo. Es la abreviación de prisoners of war, e identificaban al lugar elegido por los ingleses para confinar a los soldados argentinos luego de la rendición.

Di Tella siguió camino bordeando una cancha de golf lindante a un campo minado, almorzó pasta en un hostal y partió para la zona de San Carlos, donde el 21 de mayo de 1982 comenzaron a desembarcar las tropas británicas que recuperaron las islas.

Cuesta imaginarlo, pero este pequeño caserío habitado por seis personas y un par de ovejas albergó una enorme maquinaria de guerra.

Hasta allí volaban los aviones argentinos para bombardear los barcos enemigos anclados en la bahía. Nicolás Di Tella, uno de los nietos que acompañan al ex canciller, encontró un cartucho británico.

El; su padre, Luciano, y su abuelo Guido firmaron el libro de visitas al cementerio y buscaron abrigo dentro de la camioneta todoterreno que los transportaba.

El hombre que hizo de la seducción su principal herramienta política lucía conmovido y molesto.

Balbuceó algunos insultos contra Leopoldo Fortunato Galtieri y emprendió la retirada rumbo a Puerto Argentino.

Tenía una cita impostergable en The Globe, el pub que frecuentan los malvinenses.

 

23 al 3-11         ARGENTINA – ANTARTIDA: XIXª Reunión Anual de la Comisión y del Comité Científico de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos en la ciudad de Hobart, Tasmania, Australia. Uno de los temas de mayor trascendencia en este encuentro tuvo que ver con la pesca ilegal, no documentada y no declarada de algunas especies sobre las que se ejerce una captura indiscriminada sin respetar las medidas de conservación vigentes para las mismas, como es el caso de la merluza negra y otras especies de alto valor comercial.

 

27     MALVINAS:  Controversia de soberanía (Por Susana Ruiz Cerutti, Para La Nación)

En su discurso en la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas, en septiembre pasado, el presidente Fernando de la Rúa se refirió a la cuestión de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur, y los espacios marítimos circundantes.

No puede sorprender que se planteen los derechos argentinos ante el foro mundial, por ser éste el ámbito que examina anualmente la cuestión de las Islas Malvinas, encuadrada por la propia Organización de las Naciones Unidas, desde la resolución 2065 (XX) de la Asamblea General, de 1965, como una situación colonial por resolver mediante la solución de la controversia de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido.

En su intervención, inspirada en el mandato constitucional, el presidente De la Rúa manifestó, asimismo, la disposición argentina por reanudar las negociaciones con el Reino Unido para encontrar una solución justa y definitiva a esa controversia.

Esa disposición negociadora es la reiterada respuesta argentina a los múltiples llamamientos en ese sentido formulados por las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos y otras instancias regionales, como el Mercosur, las cumbres iberoamericanas y, recientemente, la Cumbre de Presidentes de América del Sur.

La cuestión Malvinas contiene otros aspectos. La ya mencionada resolución 2065 (XX), al tomar nota de la existencia de la disputa de soberanía entre los dos países e invitarlos a proseguir sin demora las negociaciones con el fin de encontrar una solución pacífica, les pide tener debidamente en cuenta los intereses de los habitantes de las islas.

Tener en cuenta los intereses no supone reconocerles autodeterminación, como pretende el Reino Unido. Confirmando esto, la Asamblea General de la ONU rechazó en 1985 dos propuestas británicas tendientes a incluir la libre determinación en la resolución referida a las Islas Malvinas. La Asamblea General no consideró pertinente la aplicación de la libre determinación en este especial y particular caso colonial. Este encuadre sigue vigente en los numerosos pronunciamientos emanados de las Naciones Unidas hasta el presente.

Ello es coherente con la historia de la controversia, su naturaleza, dimensiones y características. La disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes comprende territorios insulares y marítimos que equivalen a dos terceras partes de la superficie total de la Argentina continental. Se trata de dos millones de kilómetros cuadrados y una parte sustancial del Atlántico Sur. La ilegítima ocupación británica se remonta a un hecho de fuerza ocurrido en 1833, por el cual la potencia colonial expulsó a la población argentina y en su lugar estableció súbditos británicos, y desde entonces impidió la radicación de argentinos en las islas. Los 2000 habitantes que hoy en día ocupan las Islas Malvinas gozan de la nacionalidad británica. Brindarles el derecho a la autodeterminación significaría aceptar que se erigiesen en árbitros de una disputa territorial de la cual su país es parte. Esto, sin lugar a dudas, no es la interpretación que las Naciones Unidas dan al derecho de autodeterminación. Los demás territorios insulares en disputa se encuentran deshabitados. Por otra parte, el mantenimiento de la situación sin resolver, por la negativa británica a negociar, no genera derechos a favor de la potencia colonial que ocupa nuestros territorios, ni de sus súbditos allí instalados, cualquiera que sea la denominación y estatuto que el Reino Unido les otorgue a esos territorios, sea colonia, territorio dependiente o territorio de ultramar.

La Argentina ha asumido el compromiso de tener en cuenta los intereses de la población de las islas, de respetar su estilo de vida y su bienestar, y le ha dado a ese compromiso rango constitucional. Coherente con esa actitud, el gobierno argentino ha expresado su disposición a fomentar, de manera articulada con el diálogo con el Reino Unido, el conocimiento recíproco entre los habitantes del continente y de las islas, y a ofrecer todas las salvaguardas y garantías necesarias.

Lamentablemente, desde el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, en 1990, no se ha registrado ningún progreso en el diálogo con el Reino Unido en relación con el aspecto sustantivo de la disputa de soberanía. Las cuestiones prácticas que hacen a la convivencia en el Atlántico Sur fueron abordadas a través de entendimientos provisionales de alcance específico, algunos de los cuales se han visto frustrados, sin embargo, por medidas unilaterales adoptadas por el Reino Unido contrarias a la cooperación acordada en esos entendimientos.

Así ocurrió, por ejemplo, en materia de hidrocarburos. El 27 de septiembre de 1995 se firmó una declaración conjunta sobre cooperación para la exploración y explotación de hidrocarburos en las zonas marítimas sujetas a controversia de soberanía y jurisdicción. Una semana después de la firma de ese instrumento, el Reino Unido llamó a una licitación unilateral en áreas al norte y al sudeste de las Islas Malvinas y, pese a la protesta que el gobierno argentino presentó entonces contra esa acción unilateral, la licitación siguió su curso. En abril de 1998, al comenzar perforaciones exploratorias en las áreas adyacentes al norte de las islas, el gobierno argentino presentó una nueva protesta, igualmente desoída por el Reino Unido.

Simultáneamente con esta actividad unilaterial, desde 1996 se reunió periódicamente la Comisión Bilateral de Hidrocarburos, creada por la declaración conjunta de 1995.

Diálogo y firmeza

Al asumir el gobierno el presidente De la Rúa, y a casi cinco años de haber comenzado sus trabajos la referida comisión, no se había logrado concretar ningún proyecto conjunto de exploración y explotación en el área de la controversia.

Frente a esta situación, en los últimos meses el gobierno argentino ha transmitido al gobierno británico su voluntad de seguir buscando fórmulas de cooperación sobre la base de los instrumentos existentes, pero, al mismo tiempo, su rechazo a todo tipo de medidas unilaterales, que, de producirse en el futuro, serán consideradas por la Argentina como incompatibles y violatorias de la declaración conjunta de 1995.

Algunos medios británicos se han jactado de que el Reino Unido había obtenido "logros" a favor de su posición en la década pasada. Son ilustrativos, en ese sentido, los siguientes conceptos, publicados en el Daily Telegraph el 28 de diciembre de 1999: "En los pasados tres años, la Argentina ha firmado un conjunto de acuerdos que se acercan al reconocimiento de una independencia de facto de las Malvinas. Reconoció a los isleños derechos de pesca dentro de un radio de 150 millas. Llegó a acuerdos sobre la explotación de petróleo y gas que, nuevamente, consideran las islas como una entidad discreta. Y en agosto, los pasaportes de los turistas argentinos visitantes de las islas fueron sellados por las autoridades migratorias de aquéllas... Es decir, la Argentina ha aceptado, si bien no con palabras, con hechos que las Islas Malvinas son británicas".

Este tipo de manifestaciones, obviamente inexactas, hacen aún más necesario para el gobierno argentino reiterar con claridad y firmeza la propia posición, tal como lo ha hecho ante las Naciones Unidas y la OEA, así como en las distintas reuniones regionales y bilaterales de las que ha participado este año.

Lo que no obsta, por supuesto, para seguir impulsando el desarrollo de las relaciones bilaterales con el Reino Unido en todos los ámbitos y niveles.

Las numerosas visitas de altos funcionarios del gobierno argentino a ese país en lo que va del año, respondiendo a expresas invitaciones de sus contrapartes británicas; la reciente visita del ministro de Comercio e Industria del Reino Unido, que anunció nuevas e importantes inversiones de su país; los múltiples encuentros celebrados al más alto nivel, y los nuevos emprendimientos que se programan, como aquellos que se busca profundizar, demuestran que el gobierno argentino procura resolver la controversia pendiente de conformidad con el mandato constitucional, sin descuidar el óptimo nivel de su relación bilateral con el Reino Unido.

Susana Ruiz Cerutti es embajadora, representante especial para asuntos del Atlántico Sur. Fue canciller.

 

Noviembre

5       REINO UNIDO: Pobres y desarraigados, los habitantes de Diego García, en el océano Indico, ganaron una crucial batalla en contra del Reino Unido, que hace tres décadas los desalojó de lo que sentían como su "paraíso" para facilitar la instalación de una base militar norteamericana.

La Corte Suprema en Londres calificó de "totalmente ilegal y lamentable" tanto su expulsión como la orden del gobierno británico que prohíbe a los isleños regresar a sus hogares tras haber sido forzosamente trasladados en 1966 a la isla Mauricio.

Allí fueron hospedados en campos para refugiados sin ayuda social ni económica. Ya sea por la miseria o por la depresión, de los 2000 isleños que participaron del éxodo sólo 500 permanecen con vida.

"Esto es algo de lo que el Reino Unido no puede sentirse particularmente orgulloso", sostuvo el juez sir John Laws al leer el fallo.

La dependencia británica de Diego García, estratégicamente ubicadas 2400 kilómetros al sur de la India y a medio camino de Africa y de Indonesia, fue entregada en alquiler a los Estados Unidos, en medio de la Guerra Fría, por 50 años. Se asegura que como parte de la transacción Londres recibió una rebaja de 20 millones de dólares en la compra del sistema de armamentos nucleares norteamericano Polaris. La isla Mauricio, en cambio, habría recibido sólo 4 millones de dólares para hacerse cargo de los refugiados.

La base que los norteamericanos instalaron en Diego García sigue en funcionamiento. La última vez que se utilizó fue durante la Guerra del Golfo. Los isleños, conocidos como ilois, no son nativos, pero han residido en Diego García desde hace más de 200 años. Son descendientes de esclavos africanos y sirvientes oriundo de la India llevados allí para trabajar en las plantaciones de coco desde que ese territorio, como el resto de las 65 islas que constituyen el archipiélago de Chagos, pasaron de manos francesas a manos británicas al final de las guerras napoleónicas.

"Este es el día más feliz de mi vida _sostuvo Louis Oliver Bancoult, líder los isleños_. Lo que ahora esperamos es que el gobierno británico nos pida una disculpa pública."

Las probabilidades de que esto ocurra son remotas. El canciller Robin Cook, que estando en la oposición se había pronunciado fervientemente a favor de esa causa, ahora se muestra dispuesto a apelar la decisión de la Corte Suprema ante la Casa de los Lores, respondiendo así a la presión de Washington, que no planea abandonar su base.

"No pretendemos defender las decisiones adoptadas en las décadas de los sesenta y setenta, pero tampoco podemos darles la espalda a los compromisos firmados con nuestros aliados _señaló Cook_. Estudiaremos cuidadosamente el dictamen judicial y actuaremos de acuerdo con nuestras obligaciones." El abogado de los ilois, Richard Gifford, calificó esta actitud de hipócrita y racista. "Sería inconcebible imaginar que los habitantes de las islas Malvinas fueran a ser tratados de igual manera. Lo que ocurre es que los malvinenses son blancos y prósperos mientras que la gente de Diego García tiene la tez oscura y vive en condiciones paupérrimas. Es esto lo que envalentona al gobierno británico a infringir sus derechos humanos", señaló.

 

ARGENTINA: Los pilotos que participaron del conflicto bélico del Atlántico Sur tendrán en la ciudad de Mar del Plata su homenaje permanente con un avión Canberra que participó de aquellas batallas y al que desde ayer se expone en la base que la Fuerza Aérea Argentina tiene en esta ciudad.

La unidad, un bombardero destacado por su gran autonomía de vuelo, fue donada por el Estado Mayor General de esta fuerza para ser expuesta como una suerte de monumento que recuerde a los efectivos que participaron de la guerra de 1982.

"Aquí está una parte de mi corazón y mi vida", reconoció el brigadier Jorge Chevalier, que piloteó la aeronave y comandó una misión que el 8 de junio de aquel año terminó con el hundimiento de un buque británico. Hoy es comandante de Operaciones Aéreas de la FAA.

Del acto participaron también el titular de la base marplatense, comodoro Rodolfo Savoia, y el mayor (R) Ricardo Sproviero, que fue quien más utilizó este bombardero: voló 1200 horas en el Canberra que lleva la denominación Bravo-105.

El avión está en perfecto estado de conservación y fue ubicado sobre una plataforma que al efecto se construyó a un lado de la calle de acceso a la Base Aérea Mar del Plata, ubicada en el kilómetro 402 de la ruta 2.

Ahora estará al alcance del público, que accederá a visitas guiadas de las que participarán en lo inmediato alumnos de escuelas de la zona y futuros oficiales y pilotos de la FAA.

"Será un homenaje a nuestros valientes hombres y un material didáctico para toda la comunidad", señaló Savoia. El Bravo-105 es uno de los siete Canberra que sobrevivieron a las batallas de 1982 en el Atlántico Sur. Los otros dos fueron derribados en combates acontecidos el 1º de mayo y el 13 de julio de ese año.

Este tipo de aeronave tiene como característica destacada su gran autonomía de vuelo.

Por eso, sus misiones tuvieron que ver con objetivos ubicados a importantes distancias de las islas.

 

7       ARGENTINA – BOLIVIA: Diferendos centenarios.- En el entendimiento de 35 puntos firmado ayer por los presidentes Fernando de la Rúa y Hugo Banzer, los dos gobiernos sumaron apoyos a cada uno de sus diferendos centenarios.

La Argentina, por ejemplo, respaldó "toda gestión" que anime el diálogo y los entendimientos entre Bolivia y Chile", que se disputan, desde el siglo pasado, la salida al mar. Hoy Bolivia no la tiene. Pero la Argentina no hizo mención a ello.

Y Bolivia "reiteró el respaldo a los legítimos derechos de la República Argentina a la disputa referida a la cuestión Malvinas". Luego, destacaron la necesidad de reconocer el derecho de los emigrantes, un asunto en el que dijeron coincidir con la postura del papa Juan Pablo II y ratificaron la voluntad de que la región siga respetando la democracia y la paz.

 

13 al 17            ARGENTINA – ANTARTIDA: XIª Reunión de Administradores de Programas Antárticos Latinoamericanos (RAPAL), celebrada en la ciudad de Lima, Perú. Participaron: Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Perú y Uruguay.

 

14     MALVINAS: Nota de opinión de Isidoro J. Ruiz Moreno: Malvinas: cuestiones pendientes

La remoción de minas.-EL empleo de minas antipersonales o antitanques es un método que ha causado rechazo generalizado en los últimos tiempos, sobre todo por sus efectos sobre poblaciones civiles: fotografías de niños y adolescentes cruelmente mutilados han horrorizado al mundo, y se firmaron varios convenios multilaterales para proscribir su uso. Recuérdese que fue éste uno de los empeños de Diana, princesa de Gales.

El tema ha cobrado actualidad en nuestro país con motivo del envío de funcionarios británicos para convenir con la Argentina la remoción de los peligrosos artefactos que quedaron en las islas Malvinas después del enfrentamiento de 1982. El problema desde el punto de vista de la soberanía ha sido tocado por La Nación el 16 de octubre. Me interesa en la presente oportunidad considerar la cuestión desde otro punto de vista: el de la responsabilidad por su colocación.

En repetidas oportunidades, esferas oficiales del Reino Unido han acusado a las tropas argentinas de haber sembrado de minas el archipiélago en forma descontrolada, el peligro de cuya detonación subsiste para los kelpers. Numerosos carteles advierten sobre la existencia de muchos campos minados, y los turistas que recorren el interior de la isla Soledad son prevenidos reiteradamente de los riesgos que corren por causa de la negligencia e irresponsabilidad de los militares de nuestro país. Esclarecer este aspecto reviste la máxima relevancia.

En general, puede decirse que el cargo se usa con fines de acción psicológica, para mantener el rechazo de los pobladores al dominio de la República Argentina. Pero en algunos casos hubo, en efecto, imprevisión, según luego expondré.

Ante todo es menester asentar que tales explosivos fueron usados por los royal marines acantonados en los alrededores de Puerto Stanley antes de producirse el desembarco argentino el 2 de abril: en las playas y rutas de aproximación se instalaron campos de minas. En lo que se refiere al Ejército Argentino, luego de su ocupación del archipiélago se colocaron 20.000 minas antipersonales y 5000 minas antitanques, y al respecto el informe oficial indica: "Si bien en un análisis apresurado podrían parecer cantidades exageradas, si analizamos en un cálculo detallado llegamos a la conclusión de que las superficies cubiertas con obstáculos fueron reducidas con relación a la extensión de las islas". Y añade que, teniendo en cuenta las posiciones ocupadas y las distancias existentes allí, "las zonas minadas son insignificantes con relación a los medios de este tipo empleados en otros teatros de operaciones".

¿Cómo se procedía a la instalación de esos paneles explosivos bajo tierra?

Las compañías de ingenieros, que colocaban los artefactos, llevaban escrupulosos registros de la cantidad empleada, distancia, densidad y ubicación. Esta identificación luego era asentada en un mapa de conjunto. Quedaban tres constancias: una la llevaban las secciones de ingenieros que intervenían, otra los jefes de los regimientos de Infantería que requerían este tipo de defensa, y la última, de índole general, el Comando de Ingenieros, que funcionaba en la Capital.

Cuando se rindieron las tropas argentinas, y según la capitulación acordada entre el gobernador militar argentino y el comandante en jefe británico, el comandante de dicha agrupación, coronel Manuel Dorrego, tomó a su cargo indicar las zonas minadas. El 15 de junio de 1982 (el día siguiente al fin de las hostilidades) en Stanley House, casa del Consejo de la Gobernación, los registros fueron entregados al mayor Roderick Macdonald, jefe del escuadrón 59 de los royal engineers, hecho del que se labró una acta. Conforme a la Convención de Ginebra quedaba cumplida la obligación, pues no se impone a las tropas que instalaron los campos de minas la tarea de retirarlas, sino sólo delimitar sus perímetros.

Fueron más allá de su deber los jefes de las compañías de ingenieros argentinas: en la isla Gran Malvina, el jefe de la compañía 9, mayor Minorini Lima, y el jefe de sección de la compañía 3, teniente Calderini, procedieron a remover los explosivos, sin que quedara ninguno. Y en la isla Soledad, luego de la evacuación del archipiélago por las tropas que lo retomaron (con excepción de sus jefes, que quedaron como rehenes encerrados en bahía Ajax), los jefes de las compañías 601, mayor Etiennot, y 1, mayor Matalón, dispusieron que permaneciesen algunos efectivos para delimitar y a veces también para retirar las minas colocadas en la zona defensiva de Puerto Argentino (Stanley). Los acompañó un equipo de infantería de marina al mando del teniente Marquardt. En cumplimiento de este trabajo anexo, un estallido causó la pérdida de la pierna izquierda al cabo primero Néstor Cattay, y otro, heridas al teniente primero Santiago Perciavalle. Los trabajos se desarrollaron desde el 16 de junio hasta el 6 de julio, en forma voluntaria y bajo la supervisión de militares británicos, hasta que tras los accidentes referidos se dio por concluida la colaboración en ese riesgoso y accesorio desempeño.

¿Fue, pues, tan irresponsable como difunden fuentes inglesas la actitud de las tropas argentinas? En términos generales, eso no ocurrió. Aunque debe reconocerse que en algunos lugares quedaron sin señalar los obstáculos puestos por regimientos de Infantería, que contaban con minas propias. Esta falta es la única que cabe imputar, pero, de todos modos, las zonas donde estuvieron esas unidades es fácilmente identificable, y quedan en los cerros por donde no se transita habitualmente.

Por lo tanto, no reviste el alcance generalizado que se quiere difundir la acusación al Ejército Argentino -y por extensión a sus nacionales- de que actuó al margen de las leyes de la guerra, y por las consecuencias que quedaron luego de terminadas las acciones bélicas.

El autor escribió Comandos en acción. El Ejército en Malvinas y publicará próximamente Historia del Arma de Ingenieros. Del Virreinato a Naciones Unidas.

 

MALVINAS: Malvinas: cuestiones pendientes,. El papel de los isleños

Por Carlos Ortiz de Rozas (para el diario La Nación).

“LA reciente visita del ex canciller Guido Di Tella a las islas Malvinas ha provocado, como era de esperar, diversos comentarios. Tanto aquí como allí. Además, ha permitido comprobar la reacción de los isleños ante el impulsor de la llamada "política de seducción", que supuestamente los tenía como beneficiarios.

Según los despachos de los corresponsales que lo acompañaron durante todo su viaje, salvo contadas excepciones fue recibido con perceptible indiferencia. Tuvo mejor suerte con algunos miembros del Consejo Legislativo, que aceptaron dialogar con él y con el gobernador de las islas, Donald Lamont, que aguardó su llegada en el aeropuerto y le ofreció una comida en su residencia.

En rigor, estos gestos no deberían sorprender a nadie. El gobernador es un funcionario de segundo nivel del Foreign Office (equivalente de nuestra cancillería) que tiene la obligación de proceder conforme a las instrucciones precisas que le imparte Londres. Mucho más en este caso. Es decir, que no hay que ver en su manera de actuar una iniciativa personal inusitada.

Más allá de la actitud de los kelpers y la actuación del gobernador Lamont, que en realidad son aspectos insustanciales, la presencia de Di Tella en las islas ha sido muy útil para poner sobre el tapete un aspecto que sin duda tiene relevante importancia. Me refiero al papel que deben tener sus habitantes en el contexto de nuestra permanente reivindicación de soberanía sobre las Malvinas.

Examinando desapasionadamente el tema, se puede llegar a la conclusión de que en esta controversia los isleños son víctimas inocentes. Es evidente que ni los que allí fueron implantados el siglo pasado ni los que se instalaron posteriormente tienen la culpa del despojo territorial que sufrió la Argentina. Menos todavía sus descendientes. Por consiguiente, es razonable pensar que nadie con poder de decisión en la Argentina tiene el deliberado propósito de desdeñarlos o perjudicarlos.

Si se acepta este enfoque, no son muchas las opciones que quedan para orientar la política argentina al respecto. Una de ellas consistiría en reconocerles personería a los isleños para negociar directamente con ellos el futuro de las islas a cambio de concesiones que, presumiblemente, tendrían mucho más de simbólico que otra cosa. De sus manifestaciones en las Malvinas podría inferirse que el ex ministro se inclina por esta tesis, toda vez que, incluso, habría sugerido la conveniencia de enmendar la Constitución de 1994 con miras a una solución de ese tipo.

Claro está, para el lado británico sería una salida ideal que le permitiría desprenderse del problema sin ningún costo. Lo cierto es que iría en contra de la posición que desde siempre han mantenido todos los gobiernos argentinos, y de las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que ha rechazado la aplicación del principio de autodeterminación en la disputa sobre las islas Malvinas.

Acuerdo de comunicaciones.-Otra posibilidad sería tratar de promover seriamente un acercamiento con los isleños a fin de analizar y favorecer sus intereses -no sus deseos-, que la Argentina se ha comprometido a respetar, tal como lo pide la organización mundial. En cierta forma, apuntar a la reanudación del acuerdo de comunicaciones de 1970, que en pocos años dio excelentes resultados para ambas partes. Es oportuno recordar aquí que gracias a él en 1974, con la aprobación del Consejo Legislativo de las islas, el gobierno británico propuso concretar un condominio que equivalía a reconocer, al menos parcialmente, un derecho de soberanía a nuestro país. En ese mismo sentido, durante la administración de Margaret Thatcher se pergeñó la fórmula del llamado retroarriendo, que partía del supuesto de la soberanía argentina.

No hace falta precisar que la guerra dio por tierra con esos evidentes progresos logrados, por un lado mediante la mejor comunicación con las islas y sus habitantes y, por el otro, debido a la manifiesta voluntad política del Reino Unido de intentar una solución satisfactoria bajo la protección del "paraguas". Pero si bien el enfrentamiento bélico atrasó el reloj de la historia, por más negativo que haya sido no puede interrumpir definitivamente un entendimiento al que estamos condenados, unos y otros, por la cercanía geográfica.

Esta alternativa significaría perseverar en nuestras tratativas diplomáticas con Gran Bretaña y en los organismos internacionales, armándonos de paciencia y determinación, sabiendo de antemano que habrá que esperar bastante tiempo para ver coronados con éxito nuestros esfuerzos. Sin sacrificar derechos en aras de un pragmatismo de imprevisibles consecuencias.

En distintas declaraciones los dirigentes de las Malvinas han insistido en que los argentinos debemos comprender que ellos quieren preservar su nacionalidad, su idioma, su cultura y su modo de vida. Todo eso es perfectamente válido y no tiene por qué estar reñido con los términos de una negociación con el gobierno británico que también contemple los puntos de vista argentinos. A su vez, los isleños deberían tratar de entender que a la Argentina le fueron arrebatadas las Malvinas por un imperio en plena expansión, que años antes había intentado apoderarse de Buenos Aires y que en 1812 hasta trató de reconquistar los Estados Unidos, que desde 1776 eran independientes.

En ninguno de esos episodios fue consultado el deseo de los habitantes, que Londres ahora pretende hacer valer. De haberlo hecho entonces, las islas hubieran seguido siendo argentinas. Lamentablemente no fue así. Por eso la Argentina no quiere renunciar a lo que legítimamente le pertenece. Por eso tampoco el Reino Unido debe eludir su responsabilidad histórica por la usurpación violenta de 1833 y la consecuente expulsión de los pobladores argentinos.

Si unos y otros aceptamos estas premisas, tal vez podamos llegar a la mesa de las negociaciones sobre mejores bases para tratar de conciliar nuestras diferencias. Las renovadas relaciones de excelencia con esa potencia y la clara visión política que siempre ha evidenciado, aun en situaciones mucho más difíciles, autorizan a confiar en que tarde o temprano darán satisfacción a nuestro justo reclamo.

El autor fue embajador argentino en Austria, las Naciones Unidas, Gran Bretaña, Francia y los Estados Unidos.

 

16     MALVINAS. El objetivo puesto en las Malvinas.-(Nota de Andrea Centeno).

El canciller, Adalberto Rodríguez Giavarini, hará cambios estratégicos en el Palacio San Martín en busca de apurar el diálogo con Gran Bretaña por la soberanía de las islas Malvinas.

El ascenso de la embajadora Susana Ruiz Ceruti a la Secretaría de Relaciones Exteriores, un lugar que protocolarmente está reservado sólo al vicecanciller, no fue casual. Por ejemplo, la funcionaria mantendrá su cargo de representante especial para Asuntos del Atlántico Sur, un largo título que el jefe de la diplomacia argentina ideó especialmente para ella.

La jura de Ruiz Ceruti en reemplazo del ex secretario Enrique Candioti fue hace una semana. Fue, entonces, el primer cambio en la primera línea del gabinete del canciller.

Habrá otros. Quienes tienen acceso al despacho del canciller aseveran desde ya que los cambios en la primera línea del Ministerio de Relaciones Exteriores serán varios. "El único que tiene el puesto seguro es Horacio Chighizola", afirmó un alto funcionario, en referencia al secretario de Relaciones Económicas Es más, cuando la semana próxima el canciller regrese de Rusia y Hungría, adonde irá junto con una misión de empresarios, sumará a su equipo a otro experto en negociaciones de diferendos. Será Horacio Basabe, quien secundará a Ruiz Ceruti y desplazará al actual subsecretario de Relaciones Exteriores, Raúl Ricardes, adelantó a La Nación un diplomático con quien Rodríguez Giavarini suele consultar sus decisiones.

Ricardes, un antiguo militante del radicalismo, se resiste a abandonar su cargo. Pero el canciller ya decidió su próximo destino: en enero próximo el subsecretario deberá viajar a Washington, donde será el nuevo embajador ante la OEA.

A su vez, Candioti emprenderá viaje a Alemania, para reemplazar a Andrés Guillermo Pesci Bourel al frente de la embajada en Bonn.

Ruiz Ceruti, la única mujer que fue canciller en la historia argentina, desempeñó un papel preponderante en las negociaciones que derivaron en el acuerdo de Londres, firmado el 14 de julio del año último, y que permitió el restablecimiento de los vuelos entre la Argentina continental y las Malvinas.

Hace once años, Ruiz Ceruti, entonces canciller de Raúl Alfonsín, fue una de las ideólogas de la figura del "paraguas", la fórmula jurídica que permite a la Argentina y al Reino Unido discutir y avanzar en cuestiones vinculadas con las islas Malvinas sin perjuicio del diferendo de fondo.

Y hoy está convencida de que durante la época de Guido Di Tella la Argentina no logró avanzar en nada frente al Reino Unido. "Las relaciones bilaterales estuvieron congeladas durante la anterior gestión y, en realidad, los acuerdos que firmó Di Tella no fueron una gran solemnidad, sino simples declaraciones", dijo la diplomática a La Nación, cuando el ex canciller se encontraba de visita en las islas, el mes último.

En verdad, Ruiz Ceruti es muy cercana a Alfonsín, por lo que su ascenso se interpretó en la Cancillería como un triunfo de la línea dura respecto de la política exterior frente a Londres y a Washington, que supo trazar el ex canciller Dante Caputo, a quien la diplomática sucedió.

Gracias a sus gestiones en la mediación con Chile por el diferendo de Laguna del Desierto, Ruiz Ceruti fue condecorada por el papa Juan Pablo II. Y su labor fue calificada con honores por el gobierno de Alfonsín.

En esas mismas labores estuvo involucrado también Basabe, un diplomático que, como Ruiz Ceruti, goza de reconocimiento entre sus pares. Los dos son señalados como "un excelente mediador".

 

18     MALVINAS: Las disputas políticas y económicas con los gobernadores del PJ no dejaron que De la Rúa olvidase un reclamo centenario. "La Argentina siempre ha pedido y ha obtenido la solidaridad de los países iberoamericanos sobre el histórico reclamo sobre las islas Malvinas, de las cuales mi patria fue despojada en 1833", recordó ya en la puerta del hotel donde se alojan él y sus pares, en Panamá.-

 

19     CUMBRE IBEROAMERICANA: Los jefes de Estado iberoamericanos y el rey Juan Carlos, de España, instaron ayer a Gran Bretaña a dialogar lo antes posible con la Argentina para dirimir la disputa por la soberanía de las islas Malvinas.

Lo hicieron en un texto que fue anexado a la declaración final de la X Cumbre Iberoamericana, que ayer concluyó en esta ciudad.

"Reafirmamos la necesidad de que los gobiernos de la República Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte reanuden, a la brevedad posible, las negociaciones tendientes a encontrar una pronta solución a la disputa de soberanía referida a la cuestión de las islas Malvinas, de conformidad con las disposiciones, objetivos y resoluciones de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos, incluyendo el principio de integridad territorial", coincidieron los participantes del cónclave.

En realidad, la Argentina siempre estuvo dispuesta a abrir el diálogo directo con Gran Bretaña sobre esta cuestión, pero desde Londres se resistió en forma sostenida la negociación. Desde 1965, el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas recomienda a las partes en disputa sentarse a negociar y hallar una solución definitiva al más que centenario diferendo.

En verdad, en cada cumbre iberoamericana, como sucede en cónclaves del Mercosur, incluidos los hechos entre el bloque regional y los países del Caribe y la Unión Europea, los países participantes se expresan en sentido favorable a las intenciones argentinas.

Pero ayer se incluyó en la declaración final la referencia directa a la integridad territorial. Un avance para los deseos argentinos que el presidente Fernando de la Rúa agradeció "en forma especial" en su discurso ante el resto de los gobernantes presentes.

En ese sentido, la inclusión de tal alusión provocó la alegría del canciller, Adalberto Rodríguez Giavarini.

"Se está reconociendo así que las islas Malvinas forman parte del territorio argentino", destacó el jefe del Palacio San Martín, antes de emprender desde aquí un periplo por Hungría y Rusia, adonde fue en busca de nuevas inversiones.

 

27     ARGENTINA – REINO UNIDO: Llega al país el nuevo embajador del Reino Unido - Londres envía a la Argentina a "un hombre de acción" (Nota de Graciela Iglesias)

El futuro embajador británico en la Argentina es un diplomático fuera de lo común. Durante el test-match de los Pumas frente al seleccionado de Inglaterra, este fin de semana, se lo pudo ver en las tribunas de Twickenham vivando por la Argentina.

"Cuando nuestro seleccionado viaje a su país, vivaré entonces por Inglaterra", explicó sir Robin Christopher haciendo gala del mismo inusual estilo con el que, hace unos días, ingresó en una sala de reuniones en el Foreign Office donde La Nación lo aguardaba para mantener una entrevista exclusiva.

Con sus anteojos a la Michael Caine, chaqueta de tweed, portafolio de cuero marrón gastado y el rubio cabello enredado por el viento, la primera impresión que dio fue más la de un catedrático de Oxford -donde estudió política, economía y filosofía- que la de un veterano "mandarín" del Foreign Office.

Se diría también que en su trato informal destila algo de la bohemia de los años sesenta, que lo llevó, a los 19 años, a trabajar como maestro en varios orfanatos de Bolivia.

"Aquellos fueron probablemente los mejores años de mi vida. Conocí a gente maravillosa tanto en Bolivia como en Chile y Perú, adonde fui de visita. Regresar a esa parte del mundo, en el cual no he puesto pie desde entonces, es para mí un premio", señaló con un tono de sinceridad que pareció ir más allá de las habituales expresiones de cortesía.

Todo parecía dirigirlo a una vida académica después de esa experiencia docente a la que sumó estudios de posgrado en derecho y filosofía en las universidades de Boston y de Sussex. Pero en 1970 Duncan Robin Charmichael Christopher -tal es su nombre de cuna- decidió seguir la carrera diplomática.

"¿Por qué? Porque estaba más interesado en la acción que en el pensamiento. Yo prefiero participar que ser un mero observador de lo que ocurre en el mundo", destacó.

No cabe duda de que no erró en su elección. Londres está enviando a Buenos Aires a un "hombre de acción". El mismo que estuvo al frente de la embajada en Etiopía entre dos guerras civiles (1994-1997) y que veló por los intereses británicos en Indonesia (donde el Reino Unido es el segundo inversor, después de Japón) tanto antes como después de la caída del dictador Suharto, en mayo de 1998, y durante toda la crisis por la independencia de Timor Oriental el año pasado.

Una misión ultradelicada que -él mismo reconoce- es lo que motivó a la reina a convertirlo hace un mes en sir Robin y a su mujer en lady Christopher.

"Soy una suerte de caballero del milenio -bromeó-. El título es un honor, pero me parece que uno no debe tomárselo demasiado en serio."

Las normas le impiden hacer declaraciones políticas hasta que entregue sus credenciales en Buenos Aires, donde desembarcará mañana. Pero sir Robin no es de los que se muerden la lengua. Al proponérsele el tema de Malvinas, no dudó en informar que visitó las islas hace diez días con una delegación de parlamentarios británicos.

"No fui como un VIP, sino prácticamente como un turista. Fue parte de mi "educación" previa a tomar mi nuevo puesto. Después de todo, si es cierto, como muchos me aseguran, que en la Argentina no se habla más que de las Falklands (Malvinas) cuando se trata del Reino Unido, es mejor que me informe bien sobre el tema. ¿No le parece?", señaló con una pícara sonrisa.

"Aunque me parece que ese interés es más de la prensa que de toda la población -agregó-. La impresión que me he llevado al encontrarme con empresarios y funcionarios argentinos en Londres es que existe un profundo deseo de avanzar en otros terrenos de la relación, como el económico y el comercial."

 

Diciembre

13    ARGENTINA: El Presidente recibió elogios de Blair, por haber obtenido el compromiso de organismos de crédito internacionales de otorgar a la Argentina el pretendido blindaje financiero.

Fue por escrito. La carta del premier laborista se la entregó en mano al Presidente el nuevo embajador británico en la Argentina, sir Duncan Robin Carmichael Christopher, que ayer, junto con la buena noticia, presentó sus cartas credenciales al presidente argentino. "Admiro su determinación y habilidad para obtener un acuerdo para las medidas económicas que ya anunció el 10 de noviembre pasado", escribió Blair a De la Rúa.

"Estoy muy complacido de escuchar que la Argentina está a punto de cerrar un acuerdo con el FMI para la reforma económica y el paquete financiero", afirmó el premier laborista.

La carta que llevó su firma fue breve. Apenas dos párrafos le alcanzaron para desear a De la Rúa que "esto (el blindaje) lo ayude a restaurar la confianza de los mercados en los meses por venir". En pocas palabras, Blair quiso demostrar que conoce la coyuntura política y económica nacional. "He estado observando los eventos de la Argentina muy de cerca y sé que estos últimos meses no han sido tiempos fáciles para su gobierno", sintetizó.

Sobre el final, se permitió un consejo: "La clave ahora -escribió- está en la instrumentación. Le envio mis mejores deseos y mi apoyo personal".

Cuando terminó de leer la misiva en voz alta, en perfecto inglés, el Presidente le dio un apretón de manos a Christopher. Así lo relataron dos de los diplomáticos presentes en el principal despacho de la Casa Rosada.

A esa hora, De la Rúa ya conocía los respaldos llegados desde Francia y España.

Lo que siguió fue un diálogo breve y cordial entre el Presidente y el embajador, al que se sumaron el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini y diplomáticos de la embajada del Reino Unido. Quizá porque no correspondía, o porque no hubo tiempo, De la Rúa se privó de abordar la cuestión de la soberanía de las islas Malvinas frente a su huésped.

Christopher, distinguido con el título de sir que llegó a Buenos Aires antes de jubilarse de su carrera diplomática, depositó una ofrenda floral a los pies del monumento a San Martín.

 

21     Entrevista con el nuevo embajador de Gran Bretaña

Es diplomático desde hace 30 años .-No conocía la Argentina.-En cuanto supo que iba a ser el nuevo embajador de Gran Bretaña en la Argentina, sir Robin Christopher decidió viajar a las Malvinas. Fue en octubre, con una delegación de parlamentarios de su país: "Me sorprendió que la gente tuviera una identidad tan grande, con jóvenes de 20 a 30 años que han estudiado afuera y que han vuelto, y me sorprendió, también, que fueran aceptando poco a poco a los argentinos como vecinos".-

Esto no significa que vislumbre cambios en el futuro inmediato, convencido de que en el mundo priman los derechos humanos sobre los territoriales. Es el argumento del que se vale Gran Bretaña para evitar la discusión de la soberanía de las Malvinas, recomendada en sucesivas ocasiones por el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas. "No habrá cambios sin el acuerdo de los isleños", resumió Christopher.

En la mansión de la calle Gelly y Obes, coronada por su amplio jardín, Christopher está acomodándose en compañía de su mujer, Merrill Stevenson, ex periodista de The Economist, y de sus dos pequeñas hijas, Cloe y Olivia. Tienen dos perros, que, después de tres meses, llegaron desde Indonesia, en donde fue embajador desde 1997. Anteriormente había sido embajador en Etiopía.

Christopher, nacido el 13 de octubre de 1944 en Sussex, nunca había estado en la Argentina, aunque su primera experiencia fuera del país haya sido a los 19 años como profesor de inglés en Bolivia.

En el servicio exterior británico ingresó en 1970. Fue primer y segundo secretario de la embajada en Nueva Delhi y consejero en la embajada en Madrid, entre otros cargos.

"En las islas (no menciona la palabra Malvinas ni su equivalente Falklands) hay desconfianza hacia los argentinos, pero, por lo que ocurrió en los últimos 20 años, se nota que quieren hacer algo en ellas -dijo Christopher-. La imagen que tenía yo, del otro lado del mundo, era la de una comunidad parroquial que no tenía adónde ir. Y no es así."

A la pregunta si notaba mayor apertura hacia los argentinos, contestó: “

-Al principio había mucha desconfianza, sobre todo después de los acuerdos de julio (de 1999). Pero han ido aceptando la llegada de argentinos como algo natural. Somos vecinos. En el museo de Stanley (Puerto Argentino) vi a dos estudiantes argentinos y a la señora, encargada, que trataba de hablar unas pocas palabras en español. Yo pensé: "Esto es bueno". Debemos fomentar contactos de este tipo para que la gente se conozca.

-¿En qué medida puede contribuir usted desde su posición?

-A fines de 2001 habrá elecciones de consejeros. El requisito, antes, era que no hayan tenido contacto con la Argentina. Yo quisiera que en las próximas, como objetivo pequeño, exista la posibilidad de que haya una plataforma que no tenga nada que ver con esa situación.

-¿En qué medida puede contribuir el gobierno argentino?

-Tenemos que trabajar juntos. Estamos frente a un hecho político. Lo mejor que podríamos hacer sería concentrarnos en el proceso y fomentar la confianza de las dos partes. Este tema no va a resolverse en los próximos cuatro años, pero hay una agenda positiva con la cual podemos avanzar. Debemos concentrarnos, mientras tanto, en el proceso.

-¿Qué pasaría si accedieran a debatir la soberanía?

-Yo entiendo la posición del gobierno argentino si no quiere tener relaciones oficiales con los isleños, pero eso no quiere decir que no pueda haber contactos extraoficiales. Debemos avanzar para hacer lo mejor. No decir simplemente que es demasiado difícil.

Christopher ama el esquí y, según insinuó, no ve la hora de conocer Bariloche y San Martín de los Andes. En realidad, ama los deportes en general, como el remo, el tenis, el golf, el rugby y el fútbol. Estuvo, de hecho, en las dos finales de los abiertos de polo y participó de una regata en el Tigre. De incógnito, como transita por ahora los bosques de Palermo en bicicleta.

Una posibilidad de que haya mayor acercamiento con los isleños sería ampliar la frecuencia de vuelos a las islas, limitada ahora a la compañía LanChile. Christopher no descarta la posibilidad, pero tampoco afirma que será parte de su misión. "Todavía no hemos hablado de nada en particular con el presidente De la Rúa -dijo-. Le he traído una carta del primer ministro Blair en la cual expresa el apoyo de mi gobierno a su gestión."

-¿Recibió alguna instrucción en particular como embajador destinado en Buenos Aires?

-Convengamos en que se trata de una relación especial, que es distinta de la de los otros de América latina. Yo pedí venir aquí. En los últimos tres meses, en Londres, comía todos los fines de semana, con Merrill, en un restaurante argentino, El Gaucho, muy popular por su carne. Fue una forma de empezar a conocernos.

- A fines de enero se definirá la suerte de la masión que corona la llamada isla, cercada por Copérnico, Galileo, Gelly y Obes, Agote y las avenidas del Libertador y Las Heras. Una misión británica evaluó, de hecho, la posibilidad de venderla, pero, según explicó el embajador Robin Christopher, no se trata de un fenómeno particular, sino global: el gobierno británico está deshaciéndose de propiedades en todo el mundo. En especial, de residencias. En estos momentos, la mansión está en arreglos, razón por la cual Christopher y familia deberán mudarse hasta abril. Ocupan, por ahora, el segundo piso. El primero está despojado de los muebles y de las estatuas habituales.

"No había agua ni electricidad en todo el edificio, pero lo rehabilitamos -dijo-. Estaba cerrado desde septiembre. No quisiera que me identifiquen a mí con la intención de venderlo ni nada de eso. El gobierno tomará la decisión."

 

31     MALVINAS: La aparición en las islas Malvinas de un bote inflable con dos pequeñas valijas, material electrónico y alimentos de origen argentino causó preocupación en el Reino Unido y un gran despliegue de seguridad en el archipiélago.

La misteriosa aparición provocó una rápida reacción por parte del gobierno isleño, que, tras el hallazgo, dio inmediato aviso a Londres.

La primera hipótesis que se manejó en las islas es que el pequeño bote inflable podría haber pertenecido a un grupo extremista que pretendía colocar en las Malvinas una bandera argentina.

No se encontraron tripulantes, ni cadáveres, ni rastros de que alguna persona hubiera llegado con vida al territorio insular, donde en 1982 se libró un conflicto bélico entre la Argentina y Gran Bretaña.

El gobernador y representante en las islas de la corona británica, Donald Lamont, ratificó el hallazgo y no descartó ninguna teoría. "Es un verdadero misterio", sintetizó.

La Cancillería y las Fuerzas Armadas y de seguridad argentinas fueron notificadas por el Foreign Office anteayer, un día después del descubrimiento.

La intención de las autoridades británicas era saber de dónde provenía la barca. No tenía identificaciones ni insignias. Tampoco había en su interior una bandera argentina, ni explosivos, ni municiones, ni armas, como podría haber corroborado la hipótesis del grupo extremista.

Según el relato del gobernador, una isleña descubrió el bote inflable cuando recorría la zona de Concordia Beach, en las cercanías de San Salvador, al norte de la isla Soledad. Una zona expuesta a los incontenibles bríos del océano Atlántico, donde los vientos y las corrientes marinas no perdonan.

Lo apartó de la caprichosa costa y, casi sin revisarlo, dio aviso a las autoridades de la isla. Fue el jueves.

Sin la menor duda y ante la certeza de que los alimentos encontrados eran de origen argentino, Lamont dio la orden de montar un severo operativo de rastrillaje por toda la zona: unos 50 efectivos de las fuerzas armadas que desde 1982 residen en Mount Pleasant se desplazaron por aire, tierra y mar para intentar buscar a los tripulantes de la precaria nave.

Intervinieron en el operativo un avión Hércules y varios helicópteros Sea King de la Royal Navy.

Por una razón humanitaria, ante la posibilidad de un naufragio, las autoridades de la isla dieron parte al gobierno central, en Londres.

Por vía de la embajada británica se pidió al gobierno argentino información sobre el hecho, si la tenían.

Las hipótesis son tan variadas como los interlocutores consultados. La primera que se descartó fue la de la chanza. "No nos pareció una broma. Lo tomamos muy en serio", dijo, sobrio, Lamont.

Hubo versiones que ratificaron la probable empresa de un grupo de trasnochados que pretendía plantar una bandera argentina en las islas. "Los alimentos tenían el aspecto de los que se utilizan en las guarniciones militares argentinas", aventuró un testigo indirecto del episodio, un malvinense que suele pasar sus vacaciones en la Argentina continental.

Sin embargo, la versión más firme sobre el extraño episodio podría tener sustento en un hecho deportivo: hace menos de 15 días, un grupo de veleros pasó por la zona este de las Malvinas camino a Nueva Zelanda. Se trata del Desafío Global BT, una regata cuya etapa Buenos Aires-Wellington (Nueva Zelanda) comenzó el 10 de diciembre último.

Tanto Lamont como los expertos británicos y malvinenses que recogieron el bote inflable no descartan que la embarcación encontrada sea un bote salvavidas de alguno de los veleros de esa regata.

Si bien Lamont no quiso dar mayores precisiones sobre los diálogos mantenidos con las autoridades argentinas, admitió que le habían informado que no se recibió ninguna denuncia de veleros deportivos que hubieran perdido un bote salvavidas. "Nos dijeron que no hay ninguna denuncia, pero hasta ahora es la posibilidad más concreta. De no ser así no sabríamos cuál es el verdadero objetivo", concluyó Lamont.