Anuario de Relaciones Internacionales, Año 1994

 

UNA AGENDA GLOBAL PARA EL DESARROLLO SUSTENTABLE
Por Edgardo Daniel Paltrinieri

 

En los últimos años los estudios e informes científicos y la realidad misma han puesto en evidencia los grandes trastornos que el «desarrollo humano» ha provocado al planeta y a la vida que éste venía «desarrollando».

La toma de conciencia de los problemas ambientales, como también la urgencia de solución en algunos casos, han generado una positiva reacción en practicamente todas las manifestaciones de la cultura y la actividad humana., llevando a la comprensión de que el presente modelo de desarrollo es insostenible en los actuales niveles de alteración de la naturaleza. Algunos de estos problemas o consecuencias, involucran a toda o gran parte de la humanidad no solo en el aspecto pasivo, como receptora de estos cambios -en muchos casos poco perceptibles- sino también en su rol activo, como titular de actividades económicas contaminantes. La complejidad y variedad de intereses en juego han requerido el compromiso inmediato de todos los Estados, Organismos y actores internacionales para intentar soluciones de alcance global.

En el presente informe se describen algunas de las actividades que en el marco de las relaciones internacionales podrían enunciarse como de tratamiento global por la naturaleza de los problemas que tratan, por haber sido abordadas por la mayoría de los Estados y por tener un alto perfil para éstos y para los Organismos y las Ongs. Internacionales. Entre las principales se encuentran : la conservación de la biodiversidad, el cambio climático global, la destrucción de la capa de ozono, y el tratamiento y transporte de sustancias tóxicas y residuos peligrosos. La razón de la elección de tales temas no implica hacer un juicio de valor acerca de la importancia o gravedad que revisten otros problemas ambientales, sino por el hecho de que en ellos se observan los mayores índices de riesgo para la subsistencia misma de la vida en el planeta, además de englobar ellos otros problemas ambientales más específicos, igualmente relevantes. Luego de un resumen de la problemática en sí en su aspecto ecológico-económico, introductorio para quienes no se hallan inmersos en esta problemática, se describen los primeros avances desde el inicio de las acciones realizadas en el marco internacional , y en particular lo acontecido durante el año 1993, de consuno con la finalidad del Anuario -incluyendo en algún particular caso información producida en los primeros meses del año 1994 que por su trascendencia resultaría ilógico no incluir como, v.g. la reciente aprobación del nuevo presupuesto de 2.000 millones de dólares del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (FMAM)-.

Finalmente se incluirá también, en aquellos aspectos en que se observe la existencia de contradicción o colisión de intereses entre los países centrales o desarrollados y los periféricos o en vías de desarrollo, un enfoque desde la óptica de nustros intereses, intentando no perder el matiz descriptivo.

BIODIVERSIDAD

La firma de la Convención sobre la Diversidad Biológica debe ser doblemente valorada pues, por una parte marca un compromiso histórico de practicamente todos los países del planeta en la conservación de la diversidad biológica, el aseguramiento del uso sustentable de los recursos biológicos y su reparto equitativo y por otra porque representa una significativa búsqueda de conciliación de intereses contrapuestos.

Firmada originariamente por 153 paises, contando en la actualidad con varias nuevas adhesiones 1, la Convención se encuentra ahora en la etapa de poner en práctica los compromisos suscriptos .

Los tres objetivos principales de la Convención sobre la Diversidad Biológica, que representan el nudo central de la negociación son:

1.- La conservación de la biodiversidad biológica (principalmente plasmada en los arts. 6, 7, 8, 9, 11, 12, 13 y 14).

2.- El uso sustentable de los recursos biológicos (pricipalmente plasmado en los arts. 6, 10, 11, 12 y 13).

3.- El reparto justo y equitativo de los beneficios provenientes de la utilización de los recursos genéticos; lo que a su vez incluye:

-acceso a los recursos genéticos (art. 15);

-transferencia de las tecnologías relevantes (arts.16y 19);

-financiamiento (arts. 20 y 21).

Más su puesta en funcionamiento hoy no resulta empresa facil pues, la Convención es un acuerdo marco, que deja a los Estados individuales la posibilidad de determinar cómo van a implementarse sus disposiciones generales y, por otra parte, la conservación de la diversidad biológica y el uso sustentable de los recursos biológicos resulta una tarea compleja y a largo plazo, por lo que el logro de sus fines solo podrá evaluarse transcurrido algún tiempo. Por ello, aquí sólo se relatan los aspectos relevantes vinculados a lo acontecido desde su nacimiento como así también algunas cuestiones vinculadas a nuestros intereses como país en desarrollo.

Aunque ahora se ha masificado el uso del concepto «biodiversidad» originariamente el alcance que se dió al mismo en las negociaciones previas -recomendaciones de las Asambleas Generales de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), Instituto de Recursos Mundiales (WRI) y el Programa sobre Medio Ambiente de Naciones Unidas (ENEP) concibió la biodiversidad como la diversidad de vida en tres niveles diferentes: diversidad genética, diversidad de especies y diversidad de ecosistemas centrando a la vez la conservación in-situ dentro y fuera de las llamadas «áreas protegidas». Por otra parte, si bien además el concepto reconoce ya sus orígenes en el decenio de 1960 a través de los Libros Rojos de Datos publicados por la UICN, el actualmente empleado incluye a la diversidad más alla del nivel de especies y alude tanto a la erosión genética como a ls extinción. La tarea inmediata post-CNUMAD hasta la actualidad (en la que se hallan inmersas muchas ONGs. internacionales además de los organismos y representantes internacionales) ha sido la comprensión de la biodiversidad y de los requisitos para poner en práctica la Convención, y la instancia a los Gobiernos que aún no la hayan ratificado, a hacerlo.

Pero lo realmente importante es la comprensión de los verdaderos intereses en juego, que involucran los conceptos de «patrimonio común de la Humanidad» y «soberanía». Rechazado desde el inicio de las negociaciones el concepto de «patrimonio común de la humanidad» en razón de encontrarse la mayoría de los componentes de la diversidad biológica situados en áreas bajo jurisdicción nacional, el acuerdo implicó el importante reconocimiento de la idea de «interés común». Ello responde a los intereses de los Estados menos desarrollados, poseedores de gran diversidad biológica, sobre la que reclaman en defensa de sus derechos soberanos. El término, sin embargo implica, a partir del reconocimiento de un interés en la conservación de esos recursos por parte del resto de la comunidad internacional, una responsabilidad del poseedor basada en ese interés general sobre la conservación de los mismos. De tal manera se intenta morigerar el carácter absoluto que desde antiguo se asigno al criterio de soberanía. Soberanía implica no sólo derechos, sino también obligaciones.

El artículo 3 -que reproduce el Principio 21 de la Decalración de Estocolmo- reconoce el derecho soberano de los Estados de explotar sus propios recursos, conforme sus propias políticas ambientales; y el artículo 15 -Acceso a los recursos Genéticos- también menciona el derecho soberano de los Estados sobre sus recursos naturales, en virtud del cual corresponde a éstos regular el acceso a los recursos genéticos.

Todo esto ha sido balanceado con la responsabilidad que se asigna al Estado depositario de los recursos en la conservación de su biodiversidad y del uso de sus recursos biológicos de una manera sustentable. Estas limitaciones se encuentran en los artículos 6 -Medidas Generales para la Conservación y el Uso Sustentable-, artículo 8 -Conservación in-situ- y el artículo 10 -Uso Sustentable de los Componentes de la Diversidad Biológica-.

Pero la cuestión sobre la que deberá ponerse mayor atención en los próximos años, y en la que es recomendable comenzar a trabajar, es la vinculada al acceso a los recursos de la biodiversidad. Esto fué parte de lo negociado: los paises en desarrollo relegaron cierta limitación al uso soberano de sus recursos, por vía de esa responsabilidad sobre la conservación a cambio de que se garantice su participación y acceso a los recursos genéticos, el acceso a las tecnologías relevantes, en particular la biotecnología, y el acceso a los beneficios obtenidos del uso del material genético en el desarrollo de la biotecnología. Obviamente, la discusión no es tan lineal, pero hacia allí apunta la acción de los países centrales, en particular para Argentina por parte de los Estados Unidos: el desarrollo del sistema de derecho de propiedad intelectual y patentes. En la recepción de tales nuevas formas jurídicas se hallarán en juego tanto los derechos del obtentor de biotecnología, generalmente los países desarrollados con recursos económicos suficientes para su desarrollo y los derechos de los países poseedores de los recursos naturales, generalmente los países en desarrollo que carecen de recursos económicos para su desarrollo biotecnológico, pero que poseen la materia prima indispensable para la aplicación de la biotecnología: los recursos genéticos, sobre los cuales aquella se aplica.

En el debate sobre las nuevas formas de reconocimiento o protección de derechos intelectuales y patentes de invención deberá prestarse atención, no sólo a la necesidad de proteger a la industria fitogenética, sino también a los restantes sujetos involucrados: los propietarios nacionales de los recursos, públicos y privados, como proveedores de los mismos (en miras al acceso garantizado en la Convención) y como usuarios de la comercialización de la biotecnología, siempre logicamente, manteniendo la mira del beneficio mutuo de la conservación y el uso sustentable de los recursos.

CAMBIOS CLIMATICOS:

Se estima que la temperatura superficial media de la tierra se ha incrementado entre 0,3ºC y 0,6ºC en los últimos 100 años y que 1990 y 1991 fueron los años más cálidos de que se tenga registro.

La preocupación actual de los científicos radica en la posibilidad de que el calentamiento pudiera superar al que se produjo en los últimos 100.000 años y de que el efecto invernadero produzca una elevación de la temperatura en varios grados centígrados en menos de medio siglo, con consecuencias muy diferentes a las generadas en el cambio climático ocurrido en las últimas decenas de miles de años.

Sin embargo existe aún gran incertidumbre científica respecto de la secuencia cronológica, la magnitud y los patrones regionales de los cambios climáticos y su significado. Debido a esta insuficiencia de información e incertidumbre relacionada con el calentamiento de la Tierra, la elevación del nivel del mar, el agotamiento de la capa de ozono estratosférico, las tendencias futuras en la utilización de los recursos hídricos y el desarrollo económico y social, es que los Informes de Naciones Unidas y la Cepal se centran más en probabilidades que en pronósticos.

A partir de que el problema del cambio climático a escala mundial fué abordado como tema de agenda global fué creado en 1988 el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambios Climáticos (IPCC), a instancias de la Organización Metereológica Mundial (OMM) y el Programa de Naciones Unidas Para el Medio Ambiente (PNUMA), cuya primera tarea fué la realización de un informe conteniendo la última y más completa evaluación del tema. El Informe de Evaluación, finalizado para 1990, así como el Informe Adicional de 1992 -de gran resonancia- contienen gran cantidad de infornación sobre la posibilidad, magnitud y proporción del cambio climático mundial; los efectos consiguientes y las posibles respuestas normativas y sus consecuencias. Algunas de cuyas conclusiones se resumiran en este trabajo.

En dicho Informe se señala que existe en la actualidad una diferencia de aumento en la temperatura media del planeta de aproximadamente 4,5ºC con la que existió durante el último período glaciar hace 20.000 años, lo que posibilita las alteraciones del ciclo hidrológico anteriormente apuntadas. Sin embargo resulta importante destacar que lo que las ciencias no han podido pronosticar y sobre lo que hay un punto en discución es que una parte de los científicos consultados por el IPCC sostienen que los efectos de los cambios climáticos pueden ser mucho mayores, más rápidos y en consecuencia más catastróficos, en especial sino se adoptan medidas urgentes para reducir en forma drástica o al menos estabilizar los actuales niveles de las emisiones de gases termoactivos, mientras que otro grupo señala que los efectos de la variación serían más escasos y posiblemente diluibles.

Las principales razones apuntadas en los estudios sobre calentamiento atmosférico indican al vapor de agua y el dióxido de carbono (CO2) como principales agentes del efecto invernadero.

Las emisiones de dióxido de carbono provenientes de combustibles fósiles, deforestación y cambios en la utilización de las tierras van haciendo aumentar la cantidad de CO2 en la atmósfera. Esta es la principal preocupación en materia de cambios climáticos, debido a que representa una fuerte alteración antropogénica sobre la naturaleza. Y teniendo en cuenta que de todos modos sólo el 50% del carbono emitido por el hombre permanece en la atmósfera, desconociéndose el destino de la parte faltante, es que los estudios más recientes encargados por el Grupo de Expertos apuntan a conocer más acerca del ciclo natural del carbono para entender las proporciones de intercambio entre la atmósfera, los océanos, la biósfera terrestre y el suelo, como así también el impacto que tendrá sobre la atmósfera el aumento de la emisión de CO2 en los años venideros.

En virtud de ello, el IPCC ha centrado gran parte de su accionar en la obtención de compromisos tendientes a que los Estados adopten políticas de reducción de las emisiones y en el desarrollo de un sistema de información denominado «Comunicaciones Nacionales» (CN) , mediante el cual se ven comprometidos a ir informando sobre los progresos logrados para limitar las emisiones de gases termoactivos a los niveles de 1990 antes del año 2000 (sobre todo los países integrantes de la OCDE, principales contaminantes). Estas CN jugarán un papel importante en la primera reunión de la Conferencia de la Partes en el Convenio Marco sobre Cambio Climático.

Entre las actividades destacables de 1993 en materia de Cambio Climático debe citarse la Octava reunión del Comité Intergubernamental de Negociación (CIN-8) celebrada en Ginebra entre el 16 y el 27 de agosto y el comienzo de redacción del Segundo Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambios Climáticos.

En la Octava reunión del Comité en la que participaron algo más de 150 países se obtuvieron importantes progresos en materia de ratificaciónes y en la elaboración de procedimientos y medidas para aplicar al Convenio Marco. Gracias al exito obtenido en materia de ratificaciones resulta inminente la entrada en vigor del mismo 2, a partir del cual deberá disolverse el CIN tomando su lugar la Conferencia de las Partes (CP), aunque previamente deberán celebrarse durante 1994 tres reuniones más de la CIN antes de la primera reunión de la Conferencia de las Partes prevista para el 28 de marzo al 7 de abril de 1995 en Berlín. Un tema de importancia debatido y aún no del todo resuelto en la CIN-8 es el relativo a la aplicación conjunta prevista brevemente en el Convenio Marco3. La discusión de centro en dos cuestiones, irritantemente vinculadas con las diferencias económicas, el derecho a contaminar y el principio de contaminante-pagador - . La primera, si se debe permitir la aplicación conjunta entre países en desarrollo y desarrollados, o sólo entre estos últimos. La segunda si se debe consentir el uso de este beneficio para que un país pueda alcanzar la estabilización de las emisiones a niveles de 1990, o únicamente luego de haber cumplido sobre sí mismo este compromiso. El tema ha quedado pendiente para la CIN-9.

Finalmente, y con motivo de la entrada en vigencia del Convenio Marco y la primera reunión de la Conferencia de las Partes, el IPCC ha iniciado durante este año la elaboración del Segundo Informe de Evaluación sobre Cambio Ambiental y un Informe Especial para la celebración de la misma. Aquel deberá publicarse a fines de 1995 mientras que este último estará listo para fines de 1994. Estos informes cuentar con singular prestigio y contienen numerosas tesis que además de ser sometidas a un exaustivo examen del IPCC, serán a la vez objeto de riguroso crítica en revistas y publicaciones científicas.

OZONO

Efectivamante se ha dicho que la destrucción de la capa de ozono estratosférico representa el problema global más inmediato, habida cuenta que las mediciones científicas siguen evidenciando la presencia de niveles cada vez más altos de sustancias destructoras de la capa de ozono. No tan sabido es que los orígenes de la vida en el planeta reconocen como punto de partida la elevación desde el suelo de esta capa protectora de oxígeno y ozono que, como escudo protector contra los letales rayos solares, permitió mediante el proceso de la fotosíntesis que los primeros organismos vivos (bacterias y algas) utilizaran la radiación solar para producir materia orgánica y la liberación de más oxígeno.

Si bien la UNEP comenzó la acción internacional en 1975 para lograr la intervención de los gobiernos en esta actividad industrial, careció originariamente de evidencia científica para sus objetivos. Recien en 1984 pudo contarse con el descubrimiento científico determinante: una expedición de científicos de la Exploración Antártica Británica con base en tierra, instalada en la Bahía Halley en la Antártida enunció que el creciente ascenso de estos productos a las capas superiores de la atmósfera había producido el hoy ya conocido enorme agujero en la capa, cuyo espesor cada vez más delgado amenaza con la posible apertura de nuevos agujeros en distintas partes del planeta, a más del agrandamiento del ya existente, por el que a diario ingresan las mortales radiaciones.

Este gas, cuya presencia en la atmósfera inferior (ozono troposférico) resulta ingrata por ser un componente del smog y contribuyente al efecto invernadero, en la atmósfera superior (situada entre los 20.000 y 40.000 metros sobre la superficie terrestre) resulta imprescindible para el filtrado de la radiación ultravioleta. Su ausencia provocará no sólo cancer de piel, incluido el maligno melanoma, cataratas y daños en el sistema inmunológico en la especie humana sino que afectará también a muchas otras especies, ciertas formas de vida acuática, incluido el fitoplancton, los organísmos microscópicos de la superficie del océano que componen el primer nivel crucial de la cadena alimentaria marina que absorbe dióxido de carbono para la fotosíntesis, controlando la formación de gases invernadero y los rendimientos de las cosechas en general.

El agotamiento de la capa es el resultado de una serie compleja de reacciones en las que actúan como catalizadoras ciertas sustancias de gran persistencia en la atmósfera: los clorofluorocarbonos (CFC) y los halones

Los CFC son sustancias químicas artificialmente logradas, altamente útiles, no venenosas, no inflamables, estables y poco costosas en los que la industria química ha encontrado cualidades prodigiosas introduciéndolos originariamente en la industria frigorífica (reemplazando al amoníaco), y luego utilizados como propelentes en los aerosoles, en la fabricación de gomaespuma y hasta en la producción de chips informáticos de silicio.

El daño económico que este desequilibrio natural representará aún hoy no ha podido cuantificarse en forma más o menos cierta debido precisamente a la diversidad de sus consecuencias, comenzándose a conocer recien en la actualidad algunos datos parciales que darán cuenta de la magnitud de algunos daños. Si bien, referido a los daños causados por el ozono troposférico, El Informe Worldwatch sobre La Situación en el Mundo para 1993 destaca que recien comienza a contarse con algunos indicadores estimativos serios que permiten sostener, por ejemplo, que en los Estados Unidos, donde en la actualidad existen 70 estaciones de control y medición de la concentración de ozono a nivel de suelo distribuídas en todo el país, el rendimiento agrícola anual ha disminuído entre un 5% y un 10% a causa de la contaminación del aire. Ello supone pérdidas reales de entre 3.500 y 7.000 millones de dólares, sólo para éste país. Lo que a nivel global representa valores muy superiores que justifican todo argumento sobre la rentabilidad de las inversiones en materia de protección ambiental.

También destaca el Informe los estudios de la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth de Australia y del Instituto Internacional de Investigación sobre el Arroz de Filipinas sobre efectos de la exposición a la radiación ultravioleta en cultivos, coincidiendo en que recien se encuentran en sus primeras fases. 4. Respecto de los efectos sobre las personas y el cáncer de piel, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de los Estados Unidos estima que el aumento de este mal sobre la población del país -que no es de los más afectados-provocará alrededor de 200.000 muertes más en la próxima década. 5

La primera acción global -a instancias del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)- iniciada en 1985, fué la adopción del Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono 6que actúa , como tratado marco, de referente para la elaboración de evaluaciones y estudios científicos, previendo la posterior suscripción de protocolos. Y el primero de ellos - Protocolo de Montreal 7- estableció un prograna de reducción gradual del consumo de los dos principales agentes: halones y CFCs, partiendo de la base del volumen utilizado en cada país durante 1986, previendo su eliminación total hacia fines de siglo y estableciendo incluso, restricciones al comercio de estas sustancias con los países no signatarios.

Otra característica del instrumento es el reconocimiento de mayor responsabilidad en los países industriales, otorgando un plazo de gracia de 10 años en lo que respecta a volúmenes iniciales y porcentajes de reducción a los países en desarrollo. A éste se agregan la Enmienda de Londres (ratificada por la Argentina) y la Enmienda de Copenhague (en vías de aprobación legislativa).

Otro instrumento de la agenda global, es el establecimiento en 1990 del Fondo Multilateral Provisional para la Aplicación del Protocolo de Montreal (provisorio, en fase piloto de tres años como el FMAM). Este Fondo, de 200 millones de dólares, administrado conjuntamente por el Banco Mundial, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo tiene la particularidad de ser el primer caso en que los países desarrollados han ofrecido a las naciones en desarrollo fondos con fines ambientales globales.

Entre los hechos destacables ocurridos en el trancurso del año 1993 se encuentra la eliminación total y anticipada de la producción y consumo de halones en el planeta, a partir del 1º de enero de 1994, por determinación de la 4ta. Reunión de las Partes; constituyendo el primer caso de eliminación de sustancias controladas . 8. Pero debe mencionarse que ello no significa el fin de su uso, ya que el Protocolo admite la utilización de reservas existentes (banco de halones), lo que podría significar en algún caso la prolongación de su uso por algunos años.

También debe mencionarse la convocatoria en dos oportunidades del Comité de Opciones Técnicas a los Halones (COTH) para evaluar la posibilidad de elaboración de un listado de proposiciones para usos esenciales, las exenciones de la obligación de eliminar producción/consumo y las cuestiones de gestión del banco internacional de halones.

Otras reuniones acontecidas en el transcurso de 1993, fueron la 3ra. Conferencia de Taipei sobre Protección de la Capa de Ozono, del 2 y 3 de septiembre de 1993; la Conferencia Internacional sobre Alternativas a los CFC y Halones, del 20 al 23 de octubre, en Washington; la 11va. Reunión del Comité Ejecutivo del Fondo Multilateral , la 5ta. Reunión de las Partes al Protocolo de Montreal, y 3ra. Reunión de las Partes a la Convención de Viena, en Bangkok en noviembre de 1993.

PRODUCTOS QUIMICOS TOXICOS Y RESIDUOS PELIGROSOS

Hemos aprendido desde comienzos de nuestra historia a mejorar nuestro modo de vida obteniendo innumerables beneficios a partir del empleo de sustancias químicas. Pero la actividad humana ha provocado también una gran cantidad de inconvenientes y alteraciones, tanto a sí misma como a la naturaleza. Desde la antiguedad la alquimia fué asociada al brujo, mago o hechicero, aún en los cuentos para niños, y en la combinación de sustancias perduró la creencia de posibilidades ilimitadas para el hombre. Los romanos observaron, hace dos mil años, el alto índice de mortalidad entre los mineros del mercurio y la posibilidad de aprovechar los efectos venenosos y medicinales de la cicuta para el exterminio o la cura de sus semejantes. En la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Humano, celebrada en Estocolmo en 1972 se debatieron los efectos secundarios que traía aparejado el desarrollo de la agroquímica, la industria, el transporte y los asentamientos humanos, estableciéndose que uno de los efectos más perjudiciales era la contaminación química, consecuencia de los contaminantes atmosféricos, los efluentes industriales, plaguicidas, metales y detergentes. Desde entonces este tema ha mostrado una variedad de cuestiones y han actuado varias organizaciones internacionales: la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), quienes , ya en abril de 1980 establecieron el Programa Internacional de Sustancias Químicas (IPCS), el que desde entonces ha venido elaborando una extensa lista de sustancias químicas agrícolas e industriales de uso común y objeto de comercio internacional, nocivas o contaminantes del agua de bebida, aditivos alimentarios, plaguicidas y fármacos de uso veterinario en los alimentos (esto último junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación - FAO).

Uno de los objetivos establecidos en la Conferencia de Río de Janeiro en 1992 fué la búsqueda de una estrategia internacional para la gestión ecológicamente racional de los productos químicos tóxicos, y determinación que el IPCS fuese el núcleo de esa estrategia, ampliandolo a la participación de otros organismos de Naciones Unidas, otras organizaciones (industrias, sindicatos, consumidores, asociaciones profesionales) y otros programas, como los de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y los de la Comunidad Europea.(CE). El fortalecimiento del IPCS debería ir acompañado de la creación de un Foro Intergubernamental para la evaluación y gestión de riesgos derivados de los productos químicos. También estableció la CNUMAD los nuevos objetivos que deberá perseguir el IPCS, vinculados a la problematica más amplia que la del transporte transfronterizo de los desechos peligrosos, esto es : el desarrollo de estudios sobre el riesgo que la exposición a los productos químicos presenta a la salud humana y el medio ambiente; acuerdo global para la clasificación y etiquetado de productos químicos; mecanismos de información sobre riesgos de los productos químicos y en casos de desastres e intoxicaciones; fomento de actividades de reducción de riesgos y lucha contra el tráfico internacional ilícito de productos químicos peligrosos.

Pero dentro de la problemática de la contaminación por productos químicos indudablemente la generación, el almacenamiento, el transporte y la eliminación de los residuos peligrosos constituyen el problema más serio a la hora de evaluar los riesgos ambientales que generan y dado el enorme volumen que representan (alrededor de 400 millones de toneladas anuales 9); y el instrumento internacional más importante ha sido el Convenio de Basilea sobre el Control de Movimientos Transfronterizos de los Desechos Peligrosos y su Eliminación, negociada en marzo de 1989 entre los 116 paises participantes y entrada en vigor en mayo de 1992 al alcanzar las 20 ratificaciones necesarias. 10

Otras actividades internacionales vinculadas a los residuos tóxicos o peligrosos de relevancia son: el Código de Procedimientos para transacciones internacionales relacionadas con desechos radiactivos, aprobado en octubre de 1990 por la Conferencia General del Organismo Internacional de Energía Atómica., que impone a los movimientos transfronterizos de estas sustancias la sujeción a las reglas de seguridad aceptadas internacionalmente y la previa notificación del consentimiento de los Estados que envían, reciben o son utilizados para el tránsito de dichos desechos. También la Convención de Bamako , del 31 de enero de 1991 en la que los paises de la Organización para la Unidad Africana (OUA) establecieron la prohibición de importación al continente de desechos tóxicos y radiactivos y la de descargarlos en el mar, tanto en aguas rerritoriales como en las internacionales, zona económica exclusiva y plataforma continental. Y la Convención de Lomé de diciembre de 1988 entre la Comunidad Europea (CE) y los paises asociados ACP (Africa, Caribe, Pacífico).

En el ámbito de la Asamblea General de Naciones Unidas en 1989, por la Resolución 44/226 «Tráfico de Productos Tóxicos y Peligrosos»se requirió a las Comisiones Económicas regionales de Naciones Unidas su contribución en la prevención del tráfico ilegal de productos y desechos tóxicos y peligrosos mediante controles y evaluaciones locales.

Finalmente, entre los acontecimientos de 1993 se destaca la elaboración y aprobación en febrero, en una Reunión de Ministros deMedio Ambiente de la Comunidad Europea, de una Lista Verde que enumera una serie de desechos considerados por dichas autoridades como reciclables y por lo tanto, fuera del ámbito del Convenio de Basilea y pasibles de exportación: metales férricos, no ferrosos, incluidos el plomo, el cadmio y el torio, el plástico, los neumáticos y algunos tipos de ceniza de las centrales energéticas. La medida, sin embargo ha sido cuestionada por las autoridades del Convenio de Basilea, habiendo dicho su Secretaria, Sra. Iwona Rummel-Bulska, que «las normas de la Comunidad permiten ahora el tipo de comercio de desechos que la Convención trataba de impedir».11. Mientras tanto, numerosos países pobres se hallan a en miras de sumarse a los participantes del comercio de desechos. Mientras esta actividad subsista o prolifere, mientras siga siendo más barato enviar desechos al exterior para su reciclado o vertimiento, dificilmente haya inversión en tecnologías limpias.

LA CONTABILIDAD ERRONEA:

El concepto pertenece a Lester R. Brown, presidente del Worldwatch Institute.12

La historia del desarrollo es la historia de la lucha del hombre por doblegar las grandes fuerzas de una naturaleza que percibía hostil transformándola en un medio confortable conforme los designios de su propia imagen de confort. Pero en el desarrollo y sofisticación de tal idea de confort, las ciencias humanas (principalmente las ciencias económicas) olvidaron contabilizar los costos biológicos o naturales que dichas actividades fueron acarreando y las enormes pérdidas y deterioros que se produjeron a los recursos que la naturaleza ofrece al hombre. Llegando a destruir o diezmar en sólo medio siglo lo que a ella le había costado millones de años generar , como el caso de los recursos petrolíferos o de algunas especies animales hoy en riesgo de extinción. Estas pérdidas, - verdaderos desastres naturales- no solo no tienen responsables, sino que además no han tenido quién pague su justo precio y obviamente, lo que es peor, en algunos casos acarrearán un enorme costo a las generaciones futuras. Tal como ha afirmado Lester R. Brown, «el sistema internacionalmente aceptado para presentar la contabilidad económica de un país, el llamado Producto Nacional Bruto (PNB), deprecia correctamente el deterioro de las fábricas y de los equipos del producto total de bienes y servicios. Pero no considera la depreciación del capital natural, como la pérdida de suelo por erosión, la destrucción de los bosques por la lluvia ácida o la disminución de la capa protectora de ozono. El resultado es que la contabilidad económica de los países utilizada por los gobiernos sobrestima el progreso. Al no reflejar la realidad, genera políticas económicas destructivas desde el punto de vista ecológico»13. Las consecuencias de esta defectuosa contabilidad son de difícil comprensión desde la teoría del valor y de los bienes escasos. Cuanto vale un diamante? Cuanto una especie en extinción? Cuanto el oro, hoy escaso y cuanto valdrá el escasísimo aire puro dentro de una década?. También cabe preguntarse quién deberá pagar ese aire dentro de una década. «Se ha permitido que las empresas internalicen los beneficios y que externalicen los costes -continúa diciendo- derivando hacia la sociedad gastos tales como los de sanidad relacionados con la contaminación del aire o con el calentamiento global. Las actividades ecológicamente destructivas de estas últimas décadas se traducen ahora en una menor productividad de las tierras agrícolas, de los bosques, de las pasturas y de las pesquerías; en los crecientes costos de descontaminación de los emplazamientos de residuos tóxicos; en los crecientes costos de sanidad por cáncer, los defectos congénitos, las alergias, el enfisema,el asma y otras enfermedades respiratorias; y en la expansión del hambre».14

Ese paradigma de desarrollo promovido y exportado desde los países (llamados) más desarrollados de occidente, y aún el que promoviera el antiguo campo socialista, también seriamente cuestionable desde este punto de vista, han venido a hacer manifiesta su inviabilidad de un modo dolorosamente visible.

La Cumbre de la Tierra (CNUMAD y Foro Global) celebrada en Río de Janeiro en 1992 han permitido, entre otras cosas, extender hacia todas las sociedades la idea de que el actual modelo de desarrollo resulta insostenible, no sólo por la necesidad de tomar medidas urgentes respecto de determinados problemas ambientales puntuales como la emisión de gases de efecto invernadero, o aquellos que afectan la capa de ozono por mencionar algunos, sino por la conciencia universal de que los actuales niveles de consumo alcanzados -y más aún, promovidos como modelo de bienestar desde los países industriales- requerirían la energía y los recursos naturales de diez planetas como el nuestro. Desde la Conferencia de Estocolmo hasta la CNUMAD el mundo le ha requerido a los agricultores que alimenten a 1600 milones de personas más, y si bien les ha ofrecido a cambio todos los beneficios de la tecnología en compensación (desarrollo de grandes maquinarias agrícolas, fertilizantes, de los sistemas de riego, ingeniería genética para el mejoramiento de especies cultivables, etc), no se habían computado hasta ahora, la pérdida de alrededor de 500.000 millones de toneladas de suelo como consecuencia del fenómeno de desertificación, más la enorme degradación del resto del suelo cultivable por sobreexplotación y exterminio de la vida microorgánica. Evidentemente los actuales modelos de producción y consumo no son aptos para asegurar a las sociedades futuras los requerimientos de la mayoria de la población.

FONDO MUNDIAL PARA EL MEDIO AMBIENTE (FMAM): MUCHO DINERO QUE NO ALCANZA

La reconversión del modelo de desarrollo hacia formas sustentables implicará entonces, para los países en desarrollo nuevos costos para el crecimiento, por lo que la participación económica de los países desarrollados, por su rol de exportadores del modelo y en función de su mayor grado de responsabilidad en el actual estado de deterioro del planeta es imprescindible.

Luego de la Conferencia de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (CNUMA), el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), previsto como una de las fuentes de recursos financieros de la Agenda 21 (Cap.33, Secc.IV), emergió como mecanísmo previsional de financiamiento de las Convenciones sobre Cambios Climáticos y Diversidad Biológica.15 Creado con anterioridad a la Conferencia de Río, en 1991 había contado con un presupuesto de 1.137,7 millones de dólares de los que sólo se otorgaron 727 millones; y fué lanzado en una fase experimental de tres años -que vence en junio de 1994-. En el 17º período de sesiones, celebrado en mayo de 1993, el Consejo de Administración del PNUMA aprobó la participación de este Organismo en la fase postexperimental del FMAM. Sin embargo en dicha Conferencia lo acordado fué la conformación, los objetivos de su creación y las fuentes de origen del Fondo, mas no cómo y quién controlaría los destinos del mismo. Este fué un ríspido tema de agenda global en el transcurso de 1993 en que se discutió su reestructuración y reposición. Allí apareció definido el cruce de intereses entre los paises del Norte donantes de los recursos económicos y los del Sur receptores de dichas donaciones. El conflicto existe no sólo frente al monto. Las expectativas de reposición rondaron entre los 2.800 y 4.200 millones de dólares, fracasando la última reunión prevista para diciembre de 1993 en Cartagena, Colombia, no sólo por la falta de acuerdo sobre la cantidad de dinero que aportarían los países desarrollados, sino también respecto de la estructura directiva del mismo. La cuestión se centra por un lado, en los mecanismos de representación y votación -los países centrales reclamando el sistema de representación un dolar, un voto, mientras que el Sur reclama el voto por país- , y por el otro, en el grado de intervención que se otorgue al Banco Mundial.

Finalmente la novedad más reciente sobre el tema ha sido la aprobación en fecha 23 de marzo de 1994 del nuevo presupuesto del FMAM, acordado en 2.000 millones de dólares para el trienio 1994-1997, y el establecimiento de una nueva estructura administrativa: el FMAM estará manejado conjuntamente por el Banco Mundial, el PNUD y el PNUMA, con una Secretaría independiente en Washington. El salomónico acuerdo arrivado incluye la participación del Banco Mundial y el establecimiento de una Junta Directiva de 32 miembres (16 de los cuales serán de países receptores: 6 africanos, 6 asiáticos y 4 latinoamericanos y caribeños). Respecto del monto a aportar por los países desarrollados: Estados Unidos integrará 430 millones de dólares, Japón 406 millones, Alemania 238 millones y Francia 147 millones ( con lo que juntos representaran el 63 % de los votos).

Este acuerdo, alcanzado luego de 15 meses de frustrada negociación y que ha sido receptado como una gran decisión de los países del Norte, admite desde nuestra óptica dos lecturas: una, que el monto establecido es, si se quiere, insignificante si se lo relaciona con los 600.000 millones de dólares que se calcularon como necesarios para que los países en desarrollo puedan adaptar su crecimiento a la Agenda 21 y otra, que quizas muchos de los pequeños prestamos o donaciones que se realicen para los países pobres podrían significar la salvación de numerosas vidas o de alguna especie en riesgo.

Algunas de las características novedosas del nuevo acuerdo sobre el Fondo son: la determinación de cuatro areas a las que asigna prioridad - en función del impacto global que representan y las dificultades de financiamiento por los carriles habituales-, ellas son: la lucha contra el cambio climático, la protección de la diversidad biológica, el deterioro de la capa de ozono y la contaminación de las aguas internacionales. Otra novedad es que, además del sistema de préstamos anterior por intermedio del Banco Mundial, con plazos e intereses, los recursos podrán ser entregados también como donaciones a paises con un ingreso per cápita inferior a 4.000 dólares anuales.

Para la utilización de estos recursos, admitida la coexistencia de intereses diferentes entre el Norte y Sur resulta ahora necesario comenzar a trabajar en la elaboración de proyectos que a la vez de fomentar el desarrollo de tecnologías innovadoras incluyan la determinación de nuestros propios intereses.

BIBLIOGRAFIA

Organismos Internacionales:

- «Cambio Climático y Gestión del Agua en América Latina y el Caribe», CEPAL - LC/G.1765 - 5-ago- 1993.

- «Estado del Medio Ambiente» - PNUMA- UNEP/GC.17/18, 5-feb-1993.

- «Cuestiones Planteadas por la Resolución Aprobada por la Asamblea General en el 47º Período de Sesiones sobre Recomendaciones de la CNUMAD» - PNUMA - UNEP/GC.17/27 -2-ABR.-1993.

- «Informe General del Consejo de Administración del PNUMA»- PNUMA - UNEP/GC. 17/32 - 26- may.-1993.

- «Cambios Climaticos - Boletín» ONU-PNUMA-OMM - Cuarto Trimestre, 1993.

- «Acción Ozono - Boletín» PNUMA- CAP/IMA - Nº8 - sept.-1993.

- «Halones» Suplemento especial del Boletín Acción Ozono - PNUMA - CAP/IMA -sept.-1993.

- «Revista de Política y Derecho Ambientales en América Latina y el Caribe»- FARN/PNUMA - Nº1 - 1994.

- «Protección de la Capa de Ozono» - Mohan Munasinghe y Kenneth King - Revista Finanzas y Desarrollo - Banco Mundial - Jun.-1992.

- «Salud Mundial» - Revista de la OMS - Nº46 - sept/oct.- 1993.

Otras publicaciones:

- «Guía Explicativa de la Convención de Biodiversidad»- Centro de Legislación Ambiental - CLA/UICN -junio -1993.

- «Biodiversidad: ¿Elecciones Analizadas o Esperanzas Ingenuas?» Boletín - UICN - Bs.As. ene. -1994.

- «Nuevos Convenios Internacionales para la Protección del Ambiente - Serie Documentos - IRI/ UNLP - Nº3 - dic.- 1993.

- «La Situación en el Mundo - El Informe Worldwatch 1993» Lester R. Brown y otros -Editorial Sudamericana- 1993.

- «Nuestro Hogar, El Planeta» Shridath Ramphal - Editorial Planeta Tierra - 1993.

- «Empresa y Medio Ambiente» - Edición Especial para la XIX Asamblea de la UICN- ene.-1994.

- «Acuerdo Mundial para Financiar Proyectos Ambientalistas» - Diario Pagina 12 -Suplemento-27-mar-1994.

1 Ver en esta publicación.

2 Al 5 de noviembre de 1993 el Concenio contaba con 38 ratificaciones. Se necesitan 50 para que entre en vigor.

3 Por éste mecanismo un país puede tener por cumplido una parte de su compromiso de limitar las emisiones de gases, reduciendo las de otro país por medio de transferencias financieras o tecnológicas. (ver artículo 4 , punto 2 a . Compromiso del CMNUCC)

4 Lester R. Brown - «La Situación en el Mundo - Informe Worldwatch 1993» Ed. Sudamericana.

5 Shridath Ramphal - «Nuestro Hogar, el Planeta»- Ed. Planeta Tierra - 1993.

6 cuenta con 125 ratificaciones al mes de septiembre de 1993.

7 cuenta con 122 ratificaciones al mes de septiembre de 1993.

8 los Halones son considerados «altamente contaminantes»: diez veces más que los CFCs.

9 «El Convenio de Basilea: Una Propuesta global para el tratamiento de los desechos peligrosos», por Iwona Rummel-Bulska- en Revista de Política y Derecho Ambientales en América Latina y el Caribe - Ed. FARN-PNUMA - Nº1 - 1994.

10 Ver Revista :»Nuevos Convenios Internacionales Para la Protección del Ambiente»- Serie Documentos- Instituto de Relaciones Internacionales- UNLP- N 3 - nov.1993.

11 "Los Desechos Tóxicos de Europa" por Débora MacKenzie en Salud Mundial - Ed. OMS-ONU - N 46 - Septiembre-Octubre de 1993.

12 Lester R. Brown- "La situación en el mundo-Informe Worldwatch-1993".- Ed. Sudamericana.

13 Idem.

14 Idem.

15 El FMAM incluye la llamada Global Environment Facility (GEF: Facilidad Global Ambiental). Fue creado en 1990 para ayudar a países en desarrollo en problemas globales como el calentamiento global, la perdida de diversidad biológica, el agotamiento de la capa de ozono y la contaminación de aguas internacionales, y ha tomado a su cargo la ejecución de la etapa Piloto de tres años del FMAM, que concluirá en junio de 1994. Se le cuestiona que al ser administrado por el Banco Mundial, la selección de los proyectos que ha apoyado obedecen más a los intereses de los donantes que de los donatarios.