Anuario de Relaciones Internacionales, Año 1995

 

CONFERENCIA PARA LA SEGURIDAD
Y COOPERACION EUROPEA

 

Comunicado Final

(Budapest, 6 de Diciembre de 1994)

1- Nosotros, Jefes de Estado o de gobierno de los Estados que participan en la Conferencia sobre la seguridad y cooperación Europea, reunidos en Budapest para evaluar el porvenir ya que nos aprestamos a celebrar el quincuagésimo aniversario del fin de la segunda guerra mundial y el vigésimo aniversario de la firma del Acta Final de Helsinki, y que conmemoramos el quinto aniversario de la caída del muro de Berlín.

2- Creemos en el rol protagónico de CSCE en la construcción de la comunidad unida y libre donde reinen la estabilidad y la seguridad. Reafirmamos los principios enunciados en el Acta Final de Helsinki y en los documentos ulteriores de la CSCE. Esos principios reflejan los valores comunes que guían nuestra línea de conducta, individual y colectivamente, en todas las organizaciones e instituciones a las que pertenecemos.

3- La CSCE es la estructura de seguridad que engloba los estados desde Vancuover a Vladivostok. estamos dispuestos a darle un nuevo impulso político para permitirle representar un papel clave ante los desafíos del siglo XXI. En apoyo a esta decisión la CSCE se llamara en adelante Organización para la Seguridad y Cooperación Europea (CSCE).

4- La CSCE contribuyo de manera decisiva en hacer caer las barreras y dirigir los cambios en toda la región. Desde la Ultima Cumbre se registraron nuevos progresos alentadores. La Mayor parte de los vestigios de la guerra fría han desaparecido. Hubo elecciones libres y democracia echó raíces más lejos y más profundo. No obstante el camino hacia una democracia estable, el buen funcionamiento de las economías de mercado y la justicia social sigue lleno de obstáculos.

5- La extensión de las libertades ha coincidido con el surgimiento de conflictos nuevos y la reactivación de los antiguos. En la región de la CSCE, ciertos países continúan luchando por razones hegemónicas y de expansión territorial. Los derechos humanos y las libertades fundamentales siguen siendo burlados, la intolerancia persiste y las minorías son discriminadas. El nacionalismo agresivo, el racismo el chauvinismo, la xenofobia, el antisemitismo y las tensiones étnicas son calamidades que aun persisten. Junto con la inestabilidad social y económica ellas son las principales causas de la crisis, pérdidas de vidas humanas y desamparo (o miseria) de los hombres. Dichas calamidades revelan el fracaso debido a la incapacidad de respetar los principios y compromisos de la CSCE. Debemos velar junto por el respeto integral de dichos principios y compromisos y manifestar una solidaridad y compromiso verdadero ante el sufrimiento.

6- Reconocemos que, en la región de la CSCE, las sociedades están cada vez mas amenazadas por el terrorismo. Condenamos una vez mas sin reservas todos los actos y todas las practicas terroristas, que nada puede justificar. Reafirmamos nuestra decisión de combatir el terrorismo así como nuestro compromiso de cooperar mas estrechamente con el fin de suprimir la amenaza que él representa para la seguridad de la democracia y los Derechos Humanos

7- La CSCE será una instancia donde las preocupaciones de los Estados participantes podrán ser discutidas y sus intereses en materia de seguridad expuestos y defendidos. Su papel en tanto que instrumento de integración de los estados para resolver los problemas de seguridad será reforzado. Gracias a la CSCE vamos a establecer una verdadera cooperación para la seguridad en todos los estados participantes, miembros o no de otras organizaciones con competencia en materia de seguridad. En esta empresa nos guiará la idea de que la seguridad es un concepto global e indivisible, así como nuestro compromiso de no buscar nuestro interés nacional en materia de seguridad a expensas de otros estados. Los valores democráticos de la CSCE son fundamentales para la realización de nuestro objetivo: construir una comunidad de naciones libres de toda división antigua o nueva, donde la igualdad soberana y la independencia de todos los estados sean plenamente respetadas, donde no haya ninguna esfera de influencia y donde los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los individuos, sin consideraciones de raza, sexo. color, lengua, religión, origen social o pertenencia a una minoría sean resueltamente protegidos.

8- La CSCE será un instrumento de primer recurso para la alerta rápida, la prevención de conflictos y el manejo de las crisis de la región. Hemos convenido que los estados miembros podrán, en circunstancias excepcionales, decidir conjuntamente que un diferendo sea llevado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en nombre de la CSCE. Asimismo hemos resuelto mantener una cooperación mas sistemática y mas concreta entre la CSCE, las organizaciones e instituciones europeas, así como las demás organizaciones e instituciones regionales, y transatlánticas que comparten los mismos valores y objetivos.

9- Confrontada a nuevas situaciones, la CSCE se dotó de nuevos instrumentos. Nos alegra la entrada en vigor de la Convención sobre conciliación y arbitraje de la CSCE. Vamos a reforzar el rol y las facultades de la CSCE en materia de alerta rápida, de prevención de conflictos y del manejo de la crisis, principalmente mediante las operaciones de mantenimiento de la paz y las misiones. Daremos apoyo político constante a las actividades de la CSCE y destinaremos a ello los recursos necesarios. Hemos convenido reforzar los órganos políticos de consulta y de decisión de la CSCE así como el rol ejecutivo del Presidente General y la Secretaria, el Alto comisionado para las minorías nacionales y la Oficina de las instituciones democráticas y de los Derechos Humanos. Asimismo hemos decidido reforzar los contactos y el diálogo con la Asamblea parlamentaria de la CSCE.

10- Prosiguiendo con la acción normativa de la CSCE, hemos elaborado un "Código de conducta concerniente a los aspectos políticos-militares de la seguridad" que particularmente, enuncia los principios referidos al papel de las fuerzas armadas en las sociedades democráticas.

11- Nos complace que el Foro haya adoptado importantes medidas en materia de seguridad y sobre todo la versión mejorada del Documentos de Viena de 1994. La lista de dichas medidas figura en el anexo de la Decisión VI del Documento de Budapest. Le hemos encomendado proseguir con su mandato y elaborar un plan de acción que sirva de referencia para la adopción de nuevas medidas vinculadas al control de armamentos, al desarme, confianza y seguridad. Esto incluye problemas específicos de seguridad regional como velar por la estabilidad duradera en el Sud-Este de Europa.

12- Ante la nueva amenaza que representa la proliferación de armas de destrucción masiva, hemos establecido principios que deberán guiar nuestras políticas nacionales en apoyo al objetivo común de la no proliferación. Nos adheridos resueltamente a la aplicación integral y a la prórroga indefinida e incondicional del Tratado de no proliferación de armas nucleares. En cuanto a los ensayos nucleares esperamos poder concluir un tratado de prohibición absoluta de los mismos. Invitamos encarecidamente a todos los signatarios del Convenio sobre la prohibición de fabricar, almacenar y emplear armas químicas y de su destrucción a ratificarlos cuanto antes. Subrayamos la importancia de la entrada en vigencia rápida y la puesta en marcha del Tratado "Cielo abierto".

13- Dada la rápida y constante evolución de los acontecimientos creemos importante empezar a reflexionar, la cara del siglo XXI, sobre como podríamos establecer en nuestra región un modelo de seguridad global, fundado sobre los principios y compromisos de la CSCE. Esa reflexión tendrá presente la contribución de la CSCE en los dominios de la seguridad, estabilidad y cooperación. El Presidente en ejercicio deberá presentar un informe a la próxima reunión del Consejo de Ministros de Budapest en 1995. Las conclusiones de dichas reflexiones sobre el modelo de seguridad serán presentadas en nuestra próxima Cumbre en Lisboa en 1995.

14- Confirmamos la importancia de la dimensión humana en el conjunto de las actividades de la CSCE. El respeto de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales, de la democracia y del estado de derecho constituye un componente esencial en la región de la CSCE. Ello debe seguir siendo el objetivo fundamental de la acción de la CSCE. La verificación periódica de la ejecución de nuestros compromisos tiene una importancia fundamental en toda la CSCE y juega un papel fundamental en la dimensión humana. La Oficina de instituciones democráticas y los derechos humanos, que dispone de medios reforzados, seguirá ayudando a los estados participante, en especial a los estados de transición. Subrayamos la importancia de los contactos humanos para poner fin a las divisiones heredades del pasado.

15- Reconocemos que la economía de mercado y el desarrollo económico duradero forman parte del concepto global de seguridad de la CSCE. Alentamos que se refuerce la cooperación regional para sostener los procesos de transición y la acción en el dominio del medio ambiente. Estamos satisfechos por el apoyo prestado por las organizaciones e instituciones internacionales tales como la Comisión económica de las Naciones Unidas para Europa, la CSCE, la BERD y la BEI a lo que constituye una de las prioridades que se fijó la CSCE: la relevancia de la dimensión económica. Nos interesa reforzar la eficiencia del Foro económico así como de las demás actividades de la CSCE en dicha materia. Encomendamos al Presidente en ejercicio que estudie la posibilidad de incluir el aspecto económico entre las tareas a realizar por la CSCE y eleve un informe a nuestra próxima Cumbre.

16- Estamos satisfechos de la Declaración de París que sentó las bases del Pacto de estabilidad y confió su continuidad y ejecución al CSCE.

17- Es importante para la estabilidad de la región de la CSCE reforzar la seguridad y cooperación en el Mediterráneo. Nos alegramos por los progresos en materia de paz en el Oriente Medio y por sus consecuencias positivas para la seguridad europea. La posición común adoptada por Argelia, Egipto, Israel, Marruecos y Túnez respecto a las relaciones entre la CSCE y la región Mediterránea nos alienta a profunfizarla y a reforzar la cooperación entre la CSCE y los estados Mediterráneos no miembros.

18- Vemos con satisfacción el desarrollo de nuestras relaciones con Japón. Nos satisface el interés de la República de Corea, que por primera vez asiste a la Cumbre de la CSCE, y el que otros estados manifiesten por la CSCE y sus actividades y nos declaren dispuestos a cooperar con ellos en dominio de interés mutuo.

19- A fin de progresar en este camino de verdadera cooperación en esta nueva era, hemos adoptado hoy las decisiones de Budapest, las que serán aplicadas íntegramente y de buena fé.

20- Encargamos al Consejo de Ministros tomar las medidas necesarias para la aplicación de esta decisiones. El Consejo está facultado para aplicar las enmiendas que considere pertinentes (a dichas decisiones).

21- Cada estado participante se ocupará de publicar el texto integro del Documento de Budapest y darle una amplia difusión.

22- El Gobierno se encargará de transmitir al Secretario General de al Organización de las Naciones Unidas, en visita de su difusión entre los miembros de la Organización como documento oficial de las Naciones Unidas, el texto del Documento de Budapest, que no será registrado según los términos del art. 102 de la Carta de las Naciones Unidas.