Anuario de Relaciones Internacionales, Año 1996 Documentos

Organización de la Seguridad y la Cooperación Europea (OSCE)
Comunicado Final

 

(Budapest, 8 de diciembre de 1995)

 

En 1995, la OSCE continuando su brillante impulso, sentó nuevas bases en numerosas áreas, desarrolló sus capacidades de reacción rápida y reforzó las estructuras de su organización. El examen de la ejecución de los compromisos de la OSCE se inscribe regularmente en el cuadro de las actividades de la Organización. La OSCE emprendió la elaboración de un modelo de seguridad para el próximo siglo, intensificó su diálogo y su cooperación concreta con otros organismos internacionales y las ONG. En agosto, celebramos el vigésimo aniversario de la firma del Acta Final de Helsinki. Más recientemente, la importancia de la OSCE como organismo internacional, se ha confirmado con la invitación que se le hizo para tomar parte en el acuerdo de Dayton, con el fin de desempeñar un rol importante, para instaurar la paz en la ex-Yugoslavia.

Durante la reunión del Consejo Ministerial de la OSCE, los Ministros insistieron en el hecho histórico que representa para la OSCE el acuerdo de Dayton del cual se felicitan. Decidieron que:

- la OSCE supervisará la preparación, el desenvolvimiento y el seguimiento de las elecciones en Bosnia-Herzegovina, determinando el momento en que las circunstancias permitan llevar a cabo las elecciones.

- la OSCE seguirá de cerca la situación de los Derechos Humanos en toda Bosnia-Herzegovina y nombrará un mediador internacional, encargado de los Derechos Humanos; y

- la OSCE asistirá a las partes en sus negociaciones sobre el dominio de los armamentos y las medidas de confianza y de seguridad y en la aplicación y verificación de los acuerdos que resulten, como lo prevee el acuerdo de Dayton, a fin de promover una estabilidad durable, reduciendo y verificando los niveles de los armamentos.

Los ministros examinaron los trabajos profundos que realiza actualmente la OSCE sobre un modelo de seguridad común y global para la Europa del siglo XXI.

El acuerdo sobre los principios fundamentales de la solución del conflicto de Nagorno-Karabakh se vislumbra aún impreciso. Los Ministros se felicitaron de los recientes progresos, de los cuales forman parte los copresidentes del Grupo de Minsk, que continúa siendo la única instancia para resolver este conflicto. El mes pasado, el grupo Minsk estimuló a las partes, para avanzar en sus trabajos. Estas se declararon firmemente resueltas para establecer contactos directos con el fin de debatir la solución del conflicto. Para apoyar las acciones realizadas en el marco del Proceso de Misnk, el Presidente en ejercicio nombró su representante personal. El Grupo de planificación de alto nivel, terminó sus trabajos preparatorios sobre la planificación de una operación eventual de mantenimiento de la paz. Sin embargo, las circunstancias que permitían el despliegue de tal operación, tienen todavía defectos.

El Consejo Ministerial apreció los trabajos de las misiones OSCE estableció una presencia estable en Chechenia. El Grupo de asistencia de la OSCE desempeñó un papel importante en cuanto de la mediación entre los beligerantes de un conflicto contínuo, obteniendo excelentes resultados en la negociación entre las partes. La prosecución de su acción en el campo de los Derechos Humanos, tendrá un rol determinante en el futuro período.

En el marco de sus actividades en Bosnia-Herzegovina, la OSCE nombró los mediadores de la Federación, a comienzos de este año. El apoyo otorgado a estos mediadores, cuya acción ha sido ampliamente acogida, marca una nueva forma de intervención de la OSCE en la promoción de los Derechos Humanos. Es importante poder aprovechar la experiencia adquirida por los mediadores, para las futuras operaciones en Bosnia.

Las misiones de la OSCE continúan dando opiniones importantes de expertos, en la redacción y aplicación de nuevas Constituciones, como el caso de Georgia y Tadjikistán. En ciertos casos, estos trabajos aportaron contribuciones útiles sobre el estatuto regional y la autonomía, u otras formas de autonomía local, en el marco de las legislaciones nacionales. Las misiones en Ucrania y en Moldova fueron particularmente activas en estos temas durante el año en curso. Las misiones en Letonia y Estonia aportan su ayuda, para las cuestiones de aplicación de la legislación, interviniendo en la ejecución de los acuerdos bilaterales. El acuerdo sobre la estación radar de Skrunda, entre Letonia y la Federación de Rusia, constituye uno de los casos en el que esta ayuda fue favorablemente recepcionada por todas las partes integrantes. Las decisiones de la reunión Cumbre de Budapest, relativas al acuerdo entre Moldova y la Federación de Rusia sobre la retirada de las tropas rusas de la región oriental de Moldova, prevee un rol similar para la OSCE. La decisión que la OSCE acaba de tomar sobre Moldova, representa un progreso importante y debe permitir acrecentar la transparencia en todos los aspectos del proceso de retirada, lo cual crearía condiciones favorables para una solución política esperada desde hace mucho tiempo.

La misión en Skopje, que contribuye como instrumento para instaurar la confianza, se encuentra a disposición del gobierno para tratar los temas tanto de educación, como así también el desarrollo económico y las minorías.

El Ministro croata de Relaciones Exteriores, Señor Granic, invitó a la OSCE a establecer una presencia durable en Croacia. Dos misiones de la OSCE visitaron Croacia y las discusiones se realizaron sobre la base de sus recomendaciones, en Viena.

El rol de la OSCE en Croacia tendría como objetivo ayudar a las autoridades, a nivel central y local e instaurar la democracia, protegiendo los Derechos Humanos y las minorías; favoreciendo el regreso de los refugiados con la mayor seguridad. Gracias a sus esfuerzos, la OSCE puede contribuir a promover la reintegración  pacífica de los territorios anteriormente ocupados.

La OSCE continúa sus actividades en Kosovo, Sandjak y Voivodine. Las violaciones de los Derechos Humanos que se realizan particularmente en Kosovo, demuestran que se impone con mucha urgencia el retorno de misiones de larga duración.

Gracias a la función ejecutiva del Presidente en ejercicio, que fue prorrogada por decisión de la reunión Cumbre de Budapest, la OSCE pudo tomar medidas rápidamente, para enfrentar cierto número de hechos nuevos.

El Delegado de las minorías nacionales que realizó con suceso su diplomacia discreta durante todo el año, es uno de los elementos más importantes de la red de la diplomacia preventiva de la OSCE. El Consejo Ministerial reeligió al Señor Max van der Stoel en sus funciones, para un nuevo mandato de tres años.

La Junta de Instituciones Democráticas y de Derechos Humanos recibió un número importante de pedidos de servicios de expertos pertenecientes a las misiones y a los Estados participantes. Si se aumentan sus recursos, podría continuar respondiendo favorablemente a los numerosos pedidos.

Los debates de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE contribuyeron con los trabajos del Consejo Permanente.

La OSCE reforzó sus lazos interinstitucionales con otros organismos internacionales, tanto en el diálogo como en la cooperación.

Una cooperación concreta fue iniciada con un cierto número de ONG.

En la OSCE, las cuestiones de Derechos Humanos y la dimensión económica, fueron inscriptas regularmente en sus actividades diarias durante 1995, teniendo en cuenta el concepto global de la Organización en materia de seguridad.

Fueron transmitidos a la OSCE el Pacto de estabilidad de Europa y los cuadros para la región Báltica y los países de Europa Central y Oriental que fueron incorporados. En el seno de la OSCE siguen los debates sobre el mantenimiento de los esfuerzos realizados por el Pacto, y cuando esto es posible, se intensifican estos esfuerzos, inspirándose en el acercamiento regional propuesto por el Pacto.

Durante 1995, un diálogo amplio en el marco de reuniones regulares en Viena del grupo de contacto informal con composición ilimitada como así también otras instancias y un seminario en El Cairo, ha contribuido al desarrollo de las relaciones de la OSCE con los miembros mediterráneos para la cooperación.

1995 fue un año decisivo en el área del dominio de los armamentos. Las partes del Tratado FCE destruyeron más de 50.000 carros y otros armamentos pesados. Las partes del Tratado han acordado sobre los principales elementos de una solución a la cuestión de los flancos que preservan la integridad del Tratado. Con toda urgencia, hay que llegar a un acuerdo, fundándose en estos elementos.

El Foro de la OSCE para la cooperación en materia de seguridad trabajó en la elaboración de un "Plan para el dominio de los armamentos". La elaboración de este plan debería haberse terminado para la Reunión del Consejo Ministerial, pero aún son necesarias otras negociaciones.

El Consejo Ministerial recibe con beneplácito la incorporación de la ex-República yugoslava de Macedonia como nuevo estado participante de la OSCE.

El Consejo Ministerial, dió la bienvenida a Suiza, en calidad de próximo Presidente en ejercicio, cuyo mandato comenzará el 1º de enero de 1996 y decidió que la Presidencia estaría asegurada para Dinamarca en 1997.

 

Decisión sobre un Modelo de Seguridad Común y Global para la Europa del Siglo XXI: un Concepto nuevo para un Siglo Nuevo

 

El Consejo Ministerial afirma que conforme a la decisión pertinente de la reunión de la Cumbre de Budapest, se abrió una discusión amplia y global sobre todos los aspectos de la seguridad, en vistas de elaborar un concepto sobre este tema, para el conjunto de la región de la OSCE en el siglo XXI. El Consejo Ministerial destaca que es necesario respetar rigurosamente todos los principios y compromisos de la OSCE, para salvaguardar la seguridad en el futuro siglo.

El Consejo tiene en cuenta el informe que le ha sido presentado por el Presidente en ejercicio y decide comenzar sus trabajos con una fase más operativa, manteniendo la posibilidad de identificar riesgos y hechos particulares para la seguridad, examinando los medios que permitan poner en funcionamiento principios, compromisos y mecanismos de la OSCE. Con este fin, el Consejo realiza trabajos de seguimiento, con el objeto de preparar la Cumbre de Lisboa de 1996.

El punto principal de la presente discusión consiste en utilizar plenamente las capacidades únicas y el carácter global de la OSCE, para crear un espacio común de seguridad, basado en la concepción global y cooperativa de la OSCE.

En el marco de este espacio, todos los Estados participantes y los organismos a los cuales pertenecen, podrán cooperar en forma constructiva complementaria y que se refuercen mutuamente, respetando el libre albedrío de sus miembros, como así también el derecho inherente a cada Estado participante, de elegir o modificar libremente sus acuerdos de seguridad y los tratados de alianza, según su evolución. Ningún Estado reforzará su seguridad a expensas de la seguridad de los otros. En el marco de la OSCE, ningún Estado, organismo o grupo, puede tener una responsabilidad preeminente en el mantenimiento de la paz y la estabilidad en la región, ni considerar una parte, cualquiera que sea, de la región de la OSCE como relevante en su esfera de influencia.

El Consejo Ministerial decide que los trabajos sobre un modelo, deberán desarrollarse según las orientaciones siguientes:

- promover el respeto riguroso y la aplicación de los principios y compromisos de la OSCE, que son de una importancia primordial para la estabilidad y seguridad en la región de la OSCE.

- contribuir al desarrollo de la OSCE, a la utilización efectiva y al refuerzo de sus capacidades operativas

- promover acercamientos para cooperar, en caso de riesgos para la seguridad, teniendo en cuenta el compromiso común que tienen los Estados participantes para favorecer la estabilidad y la seguridad, previniendo los conflictos y administrando las crisis. - sostener la concepción global de la OSCE en materia de seguridad, y su carácter indivisible a fin de promover acciones concertadas y eficaces, encarando los desafíos complejos que plantea la seguridad, con espíritu de cooperación y solidaridad y defendiendo los valores comunes de la OSCE

- desarrollar los medios, por los cuales las instituciones complementarias que se refuerzan mutuamente, podrán cooperar en el marco de un diálogo amplio, con el interés común de la seguridad y estabilidad en la región de la OSCE

- reforzar la relación que existe entre la OSCE y Naciones Unidas, fundándose en la posición de la OSCE, como Acuerdo Regional, según el Capítulo VIII de la Carta de Naciones Unidas y disposiciones pertinentes del documento de Budapest de 1994 y

- contribuir en la evolución transparente y democrática de los Organismos Regionales y Transatlánticos con el objeto de reforzar la confianza, seguridad y estabilidad en la región de la OSCE.

Se podrán presentar orientaciones suplementarias a medida que avancen los trabajos sobre concepto de seguridad para el siglo XXI.

Dichos trabajos se beneficiarán con los aportes de otros Organismos.

Para la Cumbre de Lisboa de la OSCE, el Consejo Ministerial otorga al Presidente en ejercicio la tarea de intensificar las discusiones dirigidas a todos los aspectos de un modelo de seguridad, especialmente en el marco del Comité correspondiente, con los auspicios del Consejo Permanente que podrá beneficiarse con los aportes de otras instancias de la OSCE. El Presidente en ejercicio organizará los trabajos, manteniendo su carácter exhaustivo y asegurando su coherencia, conforme con la presente decisión y con el anexo adjunto. En función del avance de los trabajos podrán elaborarse nuevas medidas para promover todas las dimensiones de la seguridad en la región de la OSCE.

Con el fin de asegurar un enfoque amplio y global de los trabajos sobre un modelo de seguridad, el Consejo Ministerial:

- solicita al Presidente en ejercicio, mantener la cuestión "de un modelo de seguridad común y global para la Europa del siglo XXI", en el orden del día del Consejo Superior hasta la Cumbre de la OSCE en Lisboa, en 1996.

- solicita al Presidente en ejercicio, organizar nuevos seminarios en el contexto de los trabajos sobre un modelo de seguridad, cuyos temas serán fijados por los Estados participantes de común acuerdo

- propicia un nutrido debate sobre un modelo de seguridad, con una amplia participación de altos funcionarios gubernamentales, representantes no gubernamentales y universitarios.

- El Consejo Ministerial solicita también al Presidente en ejercicio, tener al día la lista de riesgos para la seguridad y estimular a los Estados participantes, con el fin de precisar la forma que ellos ven las probabilidades y riesgos particulares para su seguridad.

Los progresos logrados y los resultados disponibles serán presentados en la Cumbre de Lisboa de 1996, por el Presidente en ejercicio, para ser examinados y evaluados.