Anuario de Relaciones Internacionales, Año 1996 Departamento de Medio Ambiente y Desarrollo

 

DEPARTAMENTO DE MEDIO AMBIENTE Y DESARROLLO

 

Presentación:

Aldo Servi, Edgardo Paltrinieri

 

 

Documentos:

Edgardo Paltrinieri, Gerardo Cano, Nancy Neschuk, Fabiana Neschuk, Norma Domancich, Juliana González Varela

 

 

Cronología:

Juan Pablo Gaggino Laporte

Presentación

 

El Departamento de Medio Ambiente y Desarrollo del IRI ha observado que durante el año 1995 la situación general ambiental en el marco de las Naciones Unidas no ha sufrido grandes modificaciones. En efecto, al margen de cuatro acontecimientos excluyentes tales como son la Cumbre de Desarrollo Social de Copenhague, la Cumbre de Cambios Climáticos de Berlín, la Cumbre de la Mujer de Pekín y la Cumbre de París sobre Pesca de Altura, los avances registrados en materia ambiental han aminorado la intensidad de años.

Sin embargo, no se desconoce que, aún así, vamos lentamente tomando una senda bastante más acorde con las necesidades ambientales del planeta, advirtiendo modificaciones en los procesos de toma de decisiones en la mayoría de los países. Esto último, entendido como una tendencia de las legislaciones internas de los Estados a adecuar sus normas a las orientaciones emanadas de los foros internacionales, principalmente, las de las Conferencias Mundiales oficiales de ONU, realizadas en la última década.

Al final del siglo XX, todo lo que se realice será demasiado tarde sino cambiamos los patrones en los que se basa el desarrollo. Las modalidades de producción y consumo, es decir, cómo producimos y cómo consumimos lo que producimos, es desde cualquier punto de vista la principal causa del deterioro ambiental a escala planetaria.

Por otra parte, debemos prestar mayor atención a todo lo que nos rodea en el sentido de protejer aún aquéllo de lo que nada o poco sabemos, es decir, detener la pérdida de especies animales y vegetales, porque podemos estar destruyendo nuestros orígenes y poner en peligro nuestro propio futuro al desconocer antes de su clasificación, estudio y evaluación, las especies que puedan encerrar en ellas los remedios para enfrentar las enfermedades que ponen en peligro la existencia de la vida humana sobre la tierra.

En la Segunda Conferencia del Convenio sobre Biodiversidad reunida en Yakarta, Indonesia en el mes de Noviembre, se decidió crear un grupo "ad hoc" para la negociación de un Protocolo sobre Bioseguridad que sería operativo a partir de 1998, siendo sus objetivos conseguir la seguridad biotecnológica en los procesos productivos e industriales. Las dificultades residen en encontrar un equilibrio entre los intereses y actuaciones de los gobiernos y los agentes económicos de los países menos industrializados (PMI), poseedores en grandes proporciones de las materias primas y la riqueza biológica, y los de los países industrilizados que manipulan y transforman industrialmente dichas materias primas.

La Conferencia acordó establecer, además, un "mecanismo de facilitación" para promover la cooperación técnica a todos los niveles, que será operativo a partir de 1996 y 1997. En ella, se presentó un documento de más de mil páginas denominado Evaluación Global sobre la Biodiversidad, que es patrocinado por la ONU. Este documento, una especie de inventario de la realidad biológica de todo el mundo (aunque sólo ha sido evaluado el 13%), llega a la conclusión de que la rápida modificación experimentada en los ecosistemas y en especial de los bosques, se debe a la acción humana, dejando ver que la situación es preocupante y que la aplicación del principio precautorio (Principio 15 Declaración de Río), constituye el mejor consejo a dar para mitigar los impactos ambientales de la acción humana. En la Conferencia se decidió elegir a Montreal sede del Secretariado Permanente del Convenio sobre Biodiversidad.

La última década del siglo pone de manifiesto que la comunidad internacional empieza a asumir el componente ético de que la protección de la naturaleza, además de constituir un recurso finito e imprescindible para la supervivencia humana, presenta un elemento de cohesión y unión internacional, esencial.

El desarrollo basado en el dogma de la rentabilidad debe ser abandonado en pos del desarrollo sostenible. Este último fundado, a la vez, en la explotación sostenible de los recursos naturales y el crecimiento preservador, debe asegurar a las generaciones futuras la utilización de iguales y/o mejores recursos que aquellos de los que nos servimos en la actualidad.

La incorporación de la variable ambiental en el proceso de toma de decisiones, en cualquier área o disciplina, es el primer paso y a nuestro juicio el más importante para cumplir el poderoso mandato que surge del Informe Brundtland "Nuestro Futuro Común" de 1987.

En este ANUARIO se ofrece una visión sumaria de lo actuado por la Comisión de Desarrollo Sostenible del ECOSOC, de ONU, realizada por el Abog. Aldo Servi. Se traza un panorama general de los alcances logrados en la Cumbre de Desarrollo Social de Copenhague, realizado por el Abog. Edgardo Paltrinieri y el Sr. Gerardo Cano. Se analizan los avances logrados en el marco de la Convención de Cambios Climáticos y un estado de ratificaciones de dicha Convención, por parte de la Lic. Nancy Neschuk. Seguidamente, se ofrece un resumen de la Cumbre de la Mujer realizada en Pekín, realizada por la Srta. Fabiana Neschuk. Acompañado, esto último, con un comentario final sobre los alcances y perspectivas de dicha cumbre para el siglo 21, por parte de la Lic. Norma Domancich. Por otra parte, se ofrece un estudio y evaluación acerca del Convenio de Pesca de Altura y sus mecanismos de protección en el marco de ONU, por parte de la Abog. Juliana González Varela. Finalmente, se puede observar una breve cronología de los acontecimientos internacionales vinculados a la materia ambiental realizada por el Sr. Juan Pablo Gaggino Laporte.

 

Aldo Servi, Edgardo Paltrinieri