ISLAS MALVINAS

V. Organización de Estados Americanos

 

1. Discurso del Jefe de la Delegación Argentina ante la XXVII Asamblea General de la OEA.

La cuestión de las Islas Malvinas

Señor Presidente,

Señores Jefes de Delegación,

Señor Secretario General,

Señor Secretario General Adjunto.

Deseo referirme a la cuestión de las Islas Malvinas, que esta Organización ha calificado en reiteradas oportunidades de interés hemisférico permanente y que ha sido objeto de continuos tratamientos y debates en el seno de las Naciones Unidas.

Es ampliamente conocida la significativa importancia que la recuperación de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur reviste para el pueblo y gobierno argentinos.

La Constitución de mi país otorga a este objetivo el carácter de permanente e irrenunciable y los sucesivos gobiernos democráticos han manifestado el firme compromiso de lograrlo, por la vía pacífica de las negociaciones diplomáticas.

En esta oportunidad llamaré la atención de esta Asamblea acerca de la percepción de mi gobierno, sobre los últimos desarrollos que se han producido en torno a esta cuestión. Transcurridos siete años desde el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre la Argentina y el Reino Unido, resulta evidente el buen estado de las relaciones bilaterales.

Son clara muestra de ello la positiva evolución de los flujos comerciales y de inversión, la colaboración en el ámbito de las Naciones Unidas y otros organismos internacionales y la reactivación de los intercambios culturales entre ambos países.

También se han registrado avances en aspectos prácticos de la temática del Atlántico Sur tales como pesca e hidrocarburos.

Los intercambios de ideas que se han dado en el seno de la Comisión de Pesca del Atlántico Sur, la continuación del intercambio de datos entre los científicos argentinos y británicos y la realización de nuevos cruceros conjuntos de investigación, han producido resultados positivos para la conservación de los recursos ictícolas y para la preservación de la biodiversidad del Atlántico Sur.

En materia de hidrocarburos y al amparo de una fórmula que resguarda los derechos de soberanía, la Argentina y el Reino Unido han logrado crear un marco propicio para el desarrollo de actividades coordinadas sobre hidrocarburos costa afuera.

Resulta difícil de comprender que a pesar de la favorable evolución reseñada anteriormente, no se hayan registrado avances sobre los aspectos substantivos de la disputa de soberanía sobre las islas y espacios marítimos del Atlántico Sur.

En consonancia con numerosos pronunciamientos de la Comunidad Internacional, la República Argentina ha reiterado en repetidas ocasiones su disposición a reiniciar el diálogo. Lamentablemente aún no se ha logrado una respuesta positiva a nuestros llamados. Sin embargo, no cesaremos en nuestro empeño por restablecer las negociaciones.

Señor Presidente:

La Argentina ha demostrado su compromiso de buscar una solución a la disputa de soberanía sobre las Islas del Atlántico Sur, conforme a los principios del derecho internacional y respetando el modo de vida y los intereses de sus habitantes.

En este último año hemos reiterado los esfuerzos para restablecer las comunicaciones con la población de esos territorios, con el convencimiento de que estos contactos redundarán en un mejor conocimiento mutuo y promoverán el diálogo maduro.

Mi país considera que la solución de esta disputa beneficiará a los habitantes de las Islas y de toda la región, ampliando sus posibilidades de desarrollo económico y cultural. Esperamos que esta actitud argentina de cooperación y apertura no pase desapercibida a quienes son sus principales beneficiarios y que la invitación al diálogo y al restablecimiento de contactos no sea desoída.

Señor Presidente:

El compromiso de mi gobierno con el reconocimiento de los derechos de soberanía de la República Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, es permanente e irrevocable. El tiempo transcurrido no ha disminuido la intensidad del reclamo argentino y tampoco ha atenuado la convicción de mi país de que la senda de las negociaciones es la única admisible para la Resolución de esta cuestión.

Es mi intención concluir estas palabras manifestando la confianza de mi gobierno en que los positivos desarrollos en el Atlántico Sur mencionados anteriormente y el buen estado de las relaciones con el Reino Unido, permitan crear el ámbito propicio para que se inicien negociaciones sobre el tema de fondo de la disputa.

No quiero terminar sin agradecer el apoyo tradicionalmente brindado por esta Asamblea a la Declaración sobre la cuestión de las Islas Malvinas y que esperamos se renueve en esta ocasión, con la confianza de que este nuevo pronunciamiento contribuya a la búsqueda de una solución definitiva de la controversia.

Muchas gracias.

 

 

2.Declaración sobre la cuestión de las Islas Malvinas.

Resolución aprobada en la quinta sesión plenaria

Lima, Perú, 4 de junio de 1997

La Asamblea General,

CONSIDERANDO que en reiteradas oportunidades ha declarado que la cuestión de las Islas Malvinas constituye un tema de permanente interés hemisférico;

RECORDANDO su Resolución AG/RES.928 (XVIII-0/88), aprobada por consenso el 19 de noviembre de 1988, que pide a los gobiernos de la República Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte que reanuden las negociaciones a fin de encontrar, a la brevedad posible, una solución pacífica a la disputa de soberanía, y

TENIENDO EN CUENTA que en la Resolución AG/RES. 1049 (XX-0/90) manifestó su satisfacción por la reanudación de las relaciones diplomáticas entre ambos países y su declaración AG/DEC. 5 (XXIII-0/93) en la que destacó el excelente estado alcanzado por las relaciones bilaterales;

HABIENDO ESCUCHADO la exposición del Jefe de la Delegación de la República Argentina;

EXPRESA su satisfacción por la reafirmación de la voluntad del Gobierno argentino de continuar explorando todas las vías posibles de solución pacífica de la controversia, particularmente, sus positivas consideraciones sobre los habitantes de las Islas Malvinas, y

DECIDE continuar examinando la cuestión de las Islas Malvinas en los sucesivos períodos de sesiones de la Asamblea General, hasta su solución definitiva.