Anuario de Relaciones Internacionales, Año 1999

Los objetivos del Departamento de Europa y CEI durante 1998 fueron profundizar las relaciones con instituciones relacionadas con el área y establecer nuevos contactos para enriquecer el análisis de los procesos en la región que nos ocupa.

Con ese propósito, el Departamento incrementó la relación con la Delegación de la Unión Europea; con el Instituto de Relaciones Europeas-Latinoamericanas (IRELA) de Madrid -España-; con el Instituto de Derecho Internacional de la Universidad de Roma "La Sapienza" y con la II Universidad de Roma (Instituto de Estudios Latinoamericanos) así como con instituciones a diferente nivel que tienen que ver con el conocimiento e inserción de la Comunidad de Estados Independientes a través de las Embajadas de Moscú y de las delegaciones de las Repúblicas Centrales Asiáticas.

El contacto con instituciones que representan a los estados europeos fructificó en la visita del Prof. Jean Pierre Ferrier de la Universidad de París II, y el Dr. Partick Staelens. Además se organizó la exposición del Dr. Antonio Martino de la Unitersitá degli Studi di Pisa -Italia- "El futuro: qué nos depara la técnica en política internacional y como parte de las actividades de extensión del Departamento, el sovietólogo Lic. Juan Belikow dictó un curso sobre la "Crisis de Rusia".

Durante octubre y noviembre la Prof. Isabel Stanganelli realizó un viaje de estudio a Azerbaiján e invitada por Bridas Co. a Turkmenistán.

En cuanto a asistencia a congresos, simposios y jornadas, en representación del IRI, Isabel C. Stanganelli expuso en la 58º Semana de la Geografía -setiembre 1998 en Buenos Aires- el trabajo "Conflictos Internacionales" y organizó en el mismo evento un panel relacionando al IRI con el ACNUR, a través de la participación del Dr. Osvaldo Bastida. Con la Lic. Paola Rossi asistió a las 9º Jornadas Bancarias de la Asociación de Bancos de la República Argentina (ABRA), Buenos Aires, julio de 1998.

Se presentó el libro "Unión Europea: Amsterdam, ampliación, Euro. Tres desafíos, un destino" de Javier Surasky durante el transcurso de las Jornadas "Las relaciones Mercosur-Unión Europea: la necesidad de su profundización" llevadas a cabo en octubre de 1998 y que contaron con la participación del Presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, diputado Francisco Ferro, la Presidente de la Comisión de Mercosur de la Cámara, diputada María Luisa Kugler, el Embjador de la Delegación de la Unión Europea en Argebtina, ÇDr. Vittorino Allocco y el Prof. de la Universidad de París II, Jean Pierre Ferrier.

Hubo además participación muy activa por parte de miembros del Departamento en frecuentes puestas en el aire del programa de radio del IRI "Tiempo Internacional:una recorrida por el mundo de las relaciones internacionales" en Radio Universidad Nacional de La Plata.

En la Presentación de esta nueva edición del Anuario del IRI se incluyen comentarios de Helena Peralta Calvo -Perspectivas acerca de la primera Cumbre europea-latinoamericana-, de Alejandro Simonoff -Rusia 1998: ¿Hasta cuándo?- e Isabel Cecilia Stanganelli - -.

La Cronología de la Unión Europea fue realizada por Javier Surasky. Claudia Gómez, Diana Asmat y Patricio Ciliberti desarrollaron la secuencia anual de Europa Occidental, Isabel C. Stanganelli la correspondiente a Repúblicas Bálticas, Paola Rossi y Pablo Morales se ocuparon de Europa Central y Nórdica, Juan Pedro Tomás de Europa Balcánica y Alejandro Simonoff de la Comunidad de Estados Independientes (CEI).

 

Perspectivas acerca de la primera cumbre europea latinoamericana

Durante los días 28 y 29 de junio de 1999 se  llevará a cabo en Rio de Janeiro la Primera Cumbre  Europeo Latinoamericana en la cual se planteará  un nuevo desafío para la UE y para el Mercosur, el cual será la  creación de una Asociación Interregional.

La UE encuentra atractiva esta alianza no solo por razones de competencia con EEUU sino también porque  advierte la importancia del Mercosur en la economía internacional. En estos últimos ocho años el comercio  dentro del  Mercosur  se cuadriplicó y se advierte  una clara tendencia hacia la armonización de las políticas  econòmicas. Por otra parte en la XIV Cumbre del Mercosur  celebrada el 24 de julio en Usuahia (Argentina) los paises del mismo reafirmaron su compromiso con la democracia  y la paz.

Pero  en este posible camino hacia  la  Asociación interregional también existen obstáculos que pueden llegar a dificultar el acercamiento y estos tienen que  ver -sobre todo- con la política agrícola de la UE.  Francia lidera la oposición ya que considera que la UE debe primero   cumplir  con  la  Agenda  2000  que  prepara la ampliación  hacia el Este la cual sin duda  conduciría a inevitables reformas internas no solo en el sector político institucional sino también económico. Asimismo  enfatiza la necesidad de proteger los intereses  agrícolas dentro de la UE advirtiendo que sin duda una  asociación interregional amenazaría a los intereses de los agricultores y de las economías de distintas regiones poniéndose en riesgo toda la PAC que se caracteriza por  subvenciones y cuotas del Mercado.

No debemos olvidar que también en el Mercosur atravesó  momentos críticos. Brasil fue el país  más  afectado por  las  crisis financieras en Asia y Rusia y  todo  el Mercosur sufrió sus  consecuencias,  paralizándose  el avance  del mismo, lo cual sin duda  podría repercurtir negativamente  en las negociaciones con los aliados  externos.  Es  por ello que tanto EEUU como la UE  se  han comprometido en la ayuda dando créditos de emergencia a Brasil para assí fortalecer la posición del Mercosur.

Si se superaran los obstáculos de ambos bloques  y se  lograra iniciar formalmente negociaciones  sobre  un Acuerdo de Asociació Interregional estaríamos dando  el

primer  gran paso en este arduo camino considerando  que las negociaciones podrían terminar en un plazo de  entre 4  y 10 años.
A  modo de corolario, podemos decir que las  perspectivas  en esta Asociación son positivas desde el  momento que ambas partes reconocen los enormes  beneficios de la misma.

 

Rusia 1998: ¿hasta cuándo?

En este año en Rusia dos aspectos nos parecen dignos de mención. El primero es obvio: la crisis económica que originó corridas espectaculares de los mercados internacionales. El segundo es su posicionamiento internacional que ha dado signos importantes en la afirmación de una proyección de este país en el mundo.

La caída del rublo y del mercado de Moscú tuvo un motivo detonante, el anuncio del financista George Soros a un medio importantísimo sobre el estado de crisis que vive la economía rusa que causó una fuerte caída del rublo. Pero este motivo, superficial por cierto, puso de relieve la fragilidad de la economía rusa, desde la descomposición de la URSS, países, bancos, organismos financieros internacionales, etc. ha puesto en la economía rusa muchisímos millones de dólares que en la mayoría de los casos pasó a engrosar los bolsillos de las mafias y no del mejoramiento de la economía del país.

Los procesos de privatización han beneficiado a un reducido número de jerarcas del anterior sistema que se vieron de pronto a cargo de importantes empresas. Por un lado, las mafias han encontrado su poder sobre la base del abandono del Estado, llegando según cifras oficiales de este año a controlar el cuarenta por ciento del producto bruto interno de Rusia; su fuente de financiamiento es la venta de material nuclear y misilístico como también otro tipo de cuestiones más clásicas como el cobro de protección y la prostitución.

Mientras esto ocurre, el nivel de vida de la población sigue cayendo debido a la falta de pagos de muchos meses que se ve reflejada en el descontento cada vez más creciente, como lo demuestra el alto nivel de adhesión a las huelgas de mineros en Siberia.

Lo que confirma la trayectoria general de la economía rusa es una fuerte polarización social con personajes que concentran un gran nivel de riquezas y una importante parte de la población que no cuenta con los recursos mínimos indispensables para garantizar su supervivencia.

Otro dato importante es que la crisis pautó el desarrollo político de este año donde existieron tres cambios de premiers. Este aspecto marca la endeblez política del régimen ruso; cada uno de ellos apuntó en direcciones francamente opuestas. El cambio de Chernomirdin por Kirienko fue una fuerte señal para los inversores extranjeros, en detrimento de los nuevos ricos a quien Chernomirdin representa. A pesar del cambio, Kirienko, un joven tecnócrata, se mostró incapaz de garantizar la promesa de Yeltsin de principios de año que iba a ser el año del despegue. Para salir de la crisis Yeltsin se obligó nuevamente a un cambio de timón para volver al antiguo sendero de tranquilizar el frente interno, pero las propuestas de Chernomirdin, nuevamente propuesto para el cargo, no convencieron ni a los organismos internacionales ni a su frente interno; incluso no logró su designación por la Duma. Esto obligó a una nueva propuesta: el canciller Eugeni Primakov ocupó el cargo de Primer Ministro enviando múltiples señales hacia Occidente, como el amago de pagar sus compromisos internacionales, en un intento por garantizar -por un tiempo al menos- al Estado y al presidente, si su salud se lo permite, alguna momentánea tranquilidad.

Con respecto a su política exterior observamos dos áreas en la que la Federación Rusa intenta afirmar su protagonismo: uno, su frontera interna, el espacio de la antigua URSS y otro, el internacional propiamente dicho.

Para el primero de ellos Moscú se vio involucrada en un importante número de acciones que pretende poner a diversos gobiernos de la región, sobre todo del Cáucaso en riesgo (Chechenia y Georgia, con intentos de magnicidios), a firmar con otros Estados importantes tratados de unión (con Bielorrusia); con Kazajstán dividirse el petróleo del mar Caspio. Pero es notable el retorno de la influencia rusa, motivada no sólo por los antiguos lazos imperiales sobre el control de una región que va a convertirse en la fuente y el camino del petróleo para el siglo próximo.

Con el problema del petróleo nos encontramos frente al otro punto de la agenda internacional moscovita. De los cuatro problemas más importantes que existieron este año (dos crisis en el golfo Pérsico, la cuestión entre India y Pakistán y el problema de Kosovo) todos los rusos volvieron hacia sus posiciones tradicionales abandonando el perfil seguido a principios de los noventa de acompañar las posiciones norteamericanas.

En el año que pasó el golfo Pérsico marcó el principio y el fin de la agenda internacional. En la primera de ellas la casi recurrente presión norteamericana sobre Irak exigiendo el control y desmantelamiento del arsenal químico y biológico pasó al descubierto en las dos oportunidades cuál es el nuevo orden internacional. No es como lo soñó Bush, liderado por Estados Unidos, sino que es un mundo liderado por las cinco naciones del Concejo de Seguridad de la ONU que poseen criterios diversos sobre que hacer con él.

No es casual que Rusia se haya alineado con China y Francia en la pretensión norteamericana de incursionar contra Irak. Allí se pliegan dos estrategias rusas: la primera crear con China, e incluso la India, un polo de poder asiático para contrarrestar la influencia norteamericana en el mundo; la segunda los acuerdos con Francia para la explotación petrolera en las zonas del Golfo y su traslado a Europa.

En la primera crisis los rusos mediaron y lograron el reinicio de las inspecciones a cambio de aumentar las limitaciones del comercio petrolero de Irak; en la segunda todavía a pesar de la oposición de los países ya mencionados la alianza anglo-norteamericana sigue pensando en la solución militar del problema.

La demostración del arsenal nuclear y misilístico por parte de India y Pakistán, hicieron que Rusia afirmara su tradicional aliada en la región e incluso propusieron una solución que la alejaba del esquema de sanciones propuestas por los norteamericanos. Pero tuvo un efecto adicional: logró que Estados Unidos presione a Ucrania para poner bajo su órbita el arsenal nuclear de ese país. Además se logró de la firma de un convenio para evitar que continúe la fuga de material nuclear de su territorio.

El último punto de enfrentamiento es la situación originada en la provincia de Kosovo en Yugoslavia donde los rusos afirman su histórica alianza con los serbios protegiéndolos de las amenazas de la OTAN que intenta poner fin a la desmembración de Yugoslavia.

Para concluir observamos que a pesar de su debilidad económica, paulatinamente afirma su presencia internacional. No se nos escapa que el poder disuasorio ruso le permite algunas ventajas económicas que no logra el resto de los países. Pero la pregunta sin resolver todavía es ¿hasta cuándo su poder militar podrá resistir las inclemencias de la economía de mercado? ¿ Los rusos estarán dispuestos a ser un país del tercer mundo o utilizarán todos los medios a su alcance para revertir la situación?

 

1998 en las Repúblicas Centrales Asiáticas

El año 1998, tan convulsionado para la Federación de Rusia, fue aprovechado por las Repúblicas Centrales Asiáticas -Kazakhstán, Uzbekistán, Turkmenistán, Kirguizstán y Tadjikistán- para incrementar sus esfuerzos comunitarios, tal como lo atestiguan las múltiples Cumbres y acuerdos a los que arribaron en ese año. Aún así, la participación de cada uno de estos países fue variable, debido a conflictos internos, la diferente capacidad de decisión respecto a la administración de sus recursos y, principalmente, debido al tipo de inserción que desean (o les es permitida) con sus vecinos y con las organizaciones y compañías internacionales con las que interactúan.

Un elemento unificador de las Repúblicas Centrales Asiáticas -con la excepción de Tadjikistán- es su idioma de raíz turcófona. En junio de 1998 se efectuó en Astana la 5º Cumbre de jefes de Estado de países turcófonos, con el concurso de las cuatro restantes repúblicas y Turquía. En ella los jefes de Estado, "fundados en la existencia de una cultura de una lengua y tradiciones comunes forjadas por la Historia" se manifestaron a favor de profundizar las relaciones constructivas y fructíferas que se multiplican entre sus países en todos los dominios en base a la cooperación bilateral y multilateral a fin de aumentar y profundizar la elaboración y realización de proyectos concretos que contribuyan al bienestar y prosperidad de sus pueblos.

En esa ocasión los jefes de Estado subrayaron la necesidad de la explotación y puesta en marcha de los ricos recursos naturales de la región, principalmente del gas natural, el petróleo y los recursos de energía hidráulica; especialmente los concernientes a la construcción de oleoductos y gasoductos a través de Turquía hasta la costa mediterránea y hacia Europa. Esta decisión es clave para comprender la posición regional ante el "Gran juego geopolítico de fines del milenio". Además consideran conveniente favorecer la creación de consorcios comunes en los campos de la industria, de la agricultura, de los transportes y de las comunicaciones.

Entre los importantes proyectos enunciados en dicha Cumbre se encuentra el restablecimiento de la ruta de la seda, que es otro elemento unificador y que fue objeto de otra conferencia internacional, realizada en Bakú el 8 de setiembre de 1998 y que contó con la presencia de los Jefes de Estado de Armenia, Azerbaiján, Georgia, Kazakhstán, Kirguizstán, Tadjikistán, Uzbekistán, Mongolia, Ucrania, Moldova, Polonia, Rumania, Turquía y Bulgaria pero donde no se integró Turkmenistán. La restauración de la Ruta histórica de la seda -TRACECA- es clave para el desarrollo de relaciones entre las infraestructuras nacionales y regionales de transportes y así lograr la expansión de la cooperación en Europa, en las regiones del mar Negro, del Cáucaso, del mar Caspio y de Asia hasta el océano Pacífico, sobre la base de la reapertura del antiguo trayecto de civilización que fue la Gran Ruta de la seda, para ofrecer a los países enclavados en el Cáucaso y Asia Central un acceso duradero a las redes de transporte transeuropeos y transasiáticos. La Unión Europea sostiene la puesta en marcha del programa que es de vital importancia para el desarrollo de los países del mar Caspio y de Asia Central, y se declara presta a ofrecer a estos países la libertad de acceso a puertos marítimos. Dado el rol particular de la región dentro de la arquitectura de integración euroasiática, el desarrollo del corredor de transporte Europa-Cáucaso-Asia es promovido por las Comisiones Económicas de las Naciones Unidas para Europa y para el Asia y Pacífico, por otros organismos especializados de las Naciones Unidas, por la Organización de cooperación económica del mar Negro y la Organización de cooperación y desarrollo económico, así como por otras organizaciones e instituciones financieras internacionales. Ello da la pauta de la necesidad e interés en desarrollar y reglamentar el transporte internacional de mercaderías y de pasajeros, así como la coordinación y armonización de las políticas y los marcos jurídicos de los transportes.

También se desarrolló en 1998 la 5º cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la Organización de cooperación económica -OCE- en Almaty, con la participación de Kazakhstán, Afganistán, Azerbaiján, Irán, Kirguizstán, Pakistán, Tadjikistán, Turquía, Turkmenistán y Uzbekistán.

En ella los jefes de Estado y de gobierno reafirmaron su firme intención de promover el bienestar de sus pueblos como base de una cooperación activa en el marco de la estrategia de cooperación económica, para la realización de los objetivos enunciados en los sectores prioritarios del comercio, los transportes, las comunicaciones y de la energía, incluyendo el tendido de oleoductos y gasoductos transnacionales en la región de la OCE, conscientes del rol crucial que esta región jugará en el curso del nuevo milenio gracias a su posición geoestratégica, la riqueza de sus recursos naturales y el vasto potencial económico de los países que la componen. Promueve la cooperación entre la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) y la OCE para lograr una mejor coordinación y una puesta en marcha eficaz de sus proyectos y programas respectivos.

Otra muestra de la intensa actividad de las Repúblicas Centrales Asiáticas durante 1998 fue la reunión referida a integración regional y que convocó a los Jefes de Estado de Kazakhstán, Kirguizstán, Uzbekistán y Tadjikistán en Tashkent durante el mes de marzo y que también tuvo como gran ausente a Turkmenistán.

En ella los jefes de gobierno sostuvieron la necesidad de reforzar sistemáticamente la integración y la cooperación económicas pasando por las etapas: zona de libre cambio, unión aduanera, unión de pagos y unión monetaria para converger en un mercado común de bienes, de servicios y de capitales; siendo los ejes prioritarios de la integración los sectores de la agroindustria, del agua, de la energía y de los transportes, de la cooperación en materia de producción, de pagos y de compensación, para poner a punto en años venideros una estrategia de cooperación económica regional;

Otra reunión clave durante el año, que contó con el concurso de los jefes de Estado de Azerbaiján, Georgia, Kazakhstán, Uzbekistán y Turquía, se realizó en Ankara durante el mes de octubre y el tema convocante fue la cuestión concreta de los hidrocarburos, a los que todos los eventos anteriormente mencionados de un modo u otro hicieron alusión.

Los presidentes evaluaron las perspectivas de la prospección y producción de los recursos en petróleo y gas natural en sus respectivos países así como su transporte seguro hacia los mercados mundiales por numerosos oleoductos y gasoductos viables económica y comercialmente, para sostener sus esfuerzos de desarrollo económico y mejorar el bienestar de sus poblaciones.

En búsqueda de una decisión sobre la principal tubería de exportación de Azerbaiján, los presidentes han reafirmado su firme determinación de favorecer el proyecto caspiano-mediterráneo (Bakú-Tbilisi-Ceyhan), como principal oleoducto de exportación. Los presidentes han destacado que es esencial continuar los esfuerzos desarrollados a favor de esta opción para proteger la costa del mar Negro, del Mediterráneo y los estrechos turcos. Por ello subrayan que es indispensable encaminar los recursos en petróleo y gas natural hacia los mercados mundiales por tuberías, a fin de evitar los peligros, las amenazas ambientales, la vida, los bienes y la seguridad de la navegación que resultarían del aumento del tráfico de buques petroleros, especialmente en los estrechos turcos. Esta decisión resulta altamente irritante para la Federación de Rusia.

Es comprensible la ausencia de Turkmenistán en la reunión: el país está intentando conservar su libertad de decidir una vía de exportación a través de Irán -que ya está operando pero con una exportación por debajo de la esperada- y la posibilidad de convenios con Pakistán o de establecer acuerdos ventajosos con la Federación de Rusia -improbables en un futuro inmediato-.

Otra gran reunión del año fue la de Cooperación-Seguridad que reunió a China, Kazakhstán, Kirguizstán, Rusia y Tadjikistán en Almaty el 3 de julio. Los primeros ministros de los cinco Estados acordaron el refuerzo de la cooperación multilateral y de la confianza en el dominio militar y la reducción común de las fuerzas armadas en las zonas fronterizas, sobre la base del respeto de la soberanía y de la integridad territorial de otros Estados, de la igualdad y no injerencia en los asuntos internos e indican que la cooperación entre los cinco Estados tendrá un carácter abierto y no está dirigida contra otros países.

En lo económico consideran indispensable reforzar y alentar por todos los medios una vasta cooperación a largo plazo en todos los sectores de la economía, especialmente los oleoductos y gasoductos así como los transportes ferroviarios, automotrices, fluviales y aéreos. Se comprometen en primer lugar a modernizar y utilizar los oleoductos y gasoductos existentes entre sus países así como los que se dirigen a otros países, se asegurarán sobre todo de su rentabilidad, fiabilidad y de la seguridad de las infraestructuras existentes y de las que se construyan, teniendo en cuenta los intereses económicos y nacionales de los países cuyo territorio atraviesen.

Parece que durante el año 1998 todo tendió al refuerzo de la identidad asiática de la región, ya en lo histórico, lingüístico, religioso, etc., a través de múltiples acuerdos y compromisos que a pesar de ser recientes, cuentan con asesores muy ilustrados en estos procesos y en muchas oportunidades con el soporte de organismos o compañías internacionales de probada eficiencia. Impresiona la dinámica pujante de la región, que aprende muy rápidamente las lecciones básicas de la economía de mercado, aún cuando sus presidentes, en las cinco Repúblicas Centrales Asiáticas, han sido ex secretarios de los PC locales y los procesos de democratización parezcan detenidos en el tiempo.

Helena Peralta Calvo e Isabel Cecilia Stanganelli