Revista de Relaciones Internacionales Nro. 11

El derecho de autodeterminación
y la cuestión del Timor Oriental

 

Pedro Pinto Leite*

 

* Secretario General de la Plataforma Internacional de Juristas para el Timor Oriental

Hoy no parece necesario decir que la autodeterminación de los pueblos es un derecho. Sin embargo hace 20 años una afirmación como esta era todavía negada por muchos autores. Ellos argumentaban que de acuerdo a una interpretación literal de la Carta de las Naciones Unidas (art. 1, 2 y art 55), la autodeterminación era sólo un principio y no un verdadero derecho.

A partir de la práctica en las Naciones Unidas, la cual acompañó la lucha por la independencia de las colonias europeas, la autodeterminación devino un derecho. Indonesia ha jugado un importante rol en este desarrollo no solamente por su larga lucha contra las fuerzas armadas holandesas (Indonesia fue una de las primeras colonias que logró la independencia después de la Segunda Guerra Mundial), sino también por su posición anticolonialista -uno puede recordar por ejemplo, la participación de Indonesia en la organización de la Conferencia de Bandung y sus actividades como fundador del Movimiento de los No Alineados-.

Todavía existe una lista de territorios que esperan lograr su independencia y estar libre de la ocupación de fuerzas extranjeras. Una vez que Namibia logró su independencia, Timor Oriental se convirtió en el segundo territorio más grande en la lista del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas y el que tiene la mayor población.

Es bastante curioso, que hasta ahora la descolonización del Timor Oriental no ha sido posible por la obstrucción del anterior campeón del derecho a la autodeterminación, Indonesia.

Timor, es la parte más oriental de la isla del archipiélago de la pequeña Sunda y esta ubicada a menos de 400 millas del continente australiano. La isla esta dividida en dos partes: Timor Occidental la cual formaba parte de las Indias Orientales Holandesas, actualmente Indonesia y Timor Oriental, que fue por más de 400 años una colonia portuguesa. Timor Oriental tiene una superficie de aproximadamente 19.000 Km2, incluyendo el enclave de Oecussi y la pequeña isla Atauro. Es una región montañosa; en los libros de geografía usados por los escolares en Portugal durante el régimen de Salazar, uno podía leer frecuentemente que el Monte Ramelau con casi 3000 metros, era el punto más alto de Portugal. Su población, de acuerdo con una extrapolación tomando como base el último censo hecho por los portugueses en 1970 (610.000) era en 1975 aproximadamente 650.000.

Casi el 98% de los mismos son Timoreses; habían entre 11.000 y 14.000 chinos, unos 2,000 mestizos y una cantidad similar de blancos (la mayoría de ellos funcionarios civiles y militares portugueses). Los Timoreses están divididos en 16 grupos etno-linguísticos: algunas lenguas son Papuan y las otras, aunque austronesianas, como la Malai y la Bahasa indonesiana pertenecen a otro grupo linguístico, el Melonesio. Los Timoreses vivían casi exclusivamente de la agricultura y habitaban en pequeñas aldeas repartidas en todo el territorio. Esta era la razón por la cual, Dili, la capital del Timor Oriental y su principal puerto no sobrepasaba las 25.000 personas.

Aunque hasta los 70, el Timor Oriental era considerado como un territorio pobre, debido principalmente a la indiferencia del gobierno colonialista portugués y también a la ausencia de datos objetivos, hoy nadie más puede afirmar esto. Timor Oriental posee muchas fuentes de riquezas. Varios estudios realizados en los últimos 40 años hacen referencia a la fertilidad del suelo timores. El café timores es considerado uno de los mejores del mundo. Las posibilidades para el turismo son también muy conocidas. Bajo sus aguas se encuentran uno de los más ricos depósitos de petróleo en el mundo con un total de entre 1 y 6 billones de barriles (y una reserva extra de gas entre 13 y 17 billones de metros cúbicos), lo cual puede transformar a Timor Oriental, como algunos lo han sugerido, en un segundo Brunei.

Sin embargo, en julio de 1975, antes que Indonesia invadiera Timor Oriental, el presidente Suharto trato de presentar al territorio como económicamente no viable. Timor Oriental no podía acceder a la independencia porque el territorio no tenía posibilidades económicas.

Pero, conforme con su política anticolonial, las Naciones Unidas nunca aceptaron el criterio de la no viabilidad económica como un obstáculo al derecho de la autodeterminación de los pueblos. Esto proviene de las resoluciones que han tratado la cuestión en términos teóricos y en la práctica durante años. En este sentido, la Resolución 1514 (XV) parágrafo 3 reza:

" la falta de preparación en el orden político, económico, social o educativo no deberá servir nunca de pretexto para retrasar la independencia."

Timor Oriental tenía en 1975 una población mayor que 30 de los Estados que conforman la comunidad internacional, esto significa el 1/6 de los mismos. Cuando la Asamblea General votó la última resolución sobre Timor Oriental en 1982, 1/5 de los miembros tenía también una población menor. Es el caso, por ejemplo, de Bahrein, Botswana, Chipre, Guinea Ecuatorial, Gabón, Islandia, Luxemburgo y Suriname. No es a causa del número de su población que Timor Oriental puede ser considerado como no-viable.

Timor Oriental tampoco puede ser considerado como no-viable por el tamaño de su territorio. Alrededor de un sexto de los Estados que componen la comunidad internacional tienen una superficie mas pequeña que Timor Oriental. Es esto, por ejemplo, el caso de Bahamas, Fiji, Gambia, Jamaica, Líbano, Qatar, Singapur y Swazilandia.

Es irónico, pero Indonesia disfruta de un gran beneficio por el territorio al cual ellos consideran como no-viable. Gracias a su monopolio comercial colonialista del café en Timor Oriental, P.T. Denok, una compañía controlada por generales indonesios, obtiene anualmente beneficios por millones de dólares.

Después de varios años de conflictos por el litoral marítimo, Indonesia finalmente firmó el 11 de diciembre de 1990 un tratado con Australia para la explotación común del petróleo y el gas en el llamado estrecho del Timor. Miembros del gobierno australiano están orgullosos de haber firmado dicho tratado el cual abrió la puerta para el más grande campo petrolero al cual Australia tuvo acceso.

Aún si uno aceptará el criterio de la no-viabilidad económica como factor que impide la independencia de los territorios coloniales (lo que no es este el caso) nada sugiere que Timor Oriental pueda ser considerado como no-viable. Por el contrario, todo indica que los reales y potenciales recursos del Timor Oriental fueron uno de los más importantes motivos que condujeron a la ocupación y la anexión del Timor Oriental.

Salazar resistió todas las presiones de la comunidad internacional que demandaban la independencia de los colonias portuguesas. La guerra colonial en Angola, Guinea-Bissau y Mozambique comenzó en los primeros años de la década de los 60. Marcelo Caetano, cuando en 1968 sucedió a Salazar, intentó de una manera muy inconsistente, una solución constitucional donde sólo cambiaron los nombres. Timor, como otras colonias, eran mencionadas como "una región autónoma de la República Portuguesa". En 1974, exhausto por las guerras coloniales y el desencanto entre sus propias fuerzas armadas, el régimen de Salazar y Caetano cayó.

Con la caída de la dictadura en Portugal, la actividad de los partidos políticos fue posible en Timor Oriental. El primero en constituirse fue la "Unión Democrática de Timor" (UDT), la cual inicialmente propuso el mantenimiento de los vínculos con Portugal, sobre una base federal. Después que el General Spínola perdiera gran parte de su poder en Portugal, la UDT cambiaría gradualmente su programa hacia la aceptación de la idea de independencia, con un período de transición de tres a cinco años. El segundo partido era la "Asociación Social Demócrata Timoresa" (ASDT), la cual inspirada por el movimiento de liberación africano, urgía la independencia del territorio, la abolición del colonialismo y la discriminación racial. Posteriormente la ASDT se transformaría en el "Frente Revolucionario de Timor" (FRETILIN). El tercer partido formado fue la "Asociación Popular Democrática de Timor" (APODETI), la cual defiende la integración con Indonesia.

La UDT, sostenida por los altos funcionarios, los comerciantes chinos y la comunidad portuguesa local, en un primer momento apareció como el partido más fuerte. En los comienzos de 1975, sin embargo, el FRETILIN, el cual era sostenido por intelectuales, maestros, estudiantes, funcionarios de menor nivel e inmigrantes en Dili, era ya considerado por observadores independientes como la más influyente organización política. APODETI, quien era sostenida por un muy reducido grupo, se mantenía gracias a la asistencia de Indonesia.

En enero de 1975, la UDT y el FRETILIN formaron una coalición, basada en el principio de la independencia. Los dos partidos habían acordado negociar con Portugal la formación de un gobierno de transición bajo la supervisión de las Naciones Unidas.

Jakarta, la cual parecía hasta un cierto momento aceptar la idea de la independencia para el Timor Oriental y sobre el cual había expresado no tener ambiciones sobre dicho territorio, rápidamente mostró sus intenciones de anexar el mismo. Cuando el gobierno de Indonesia comprendió que APODETI no tenía el apoyo de la población, decidió ganar la simpatía de la UDT y lograr romper la coalición con el FRETILIN. Sin embargo, Jakarta ejerció un gran presión sobre Lisboa para que no tomara ninguna medida (principalmente, la internacionalización de la cuestión), lo cual podría obstaculizar su política expansionista.

En el medio de una crisis política, con gobiernos que se sucedían rápidamente, Lisboa no podía o no quería resistir a Indonesia. Cuando estalló una corta guerra civil, después de un fracasado golpe de la UDT en agosto de 1975, el gobernador portugués dejó Dili y se instaló en Atauro siguiendo las instrucciones de Lisboa.

FRETILIN logró restaurar el orden en el territorio y asegurar las necesidades esenciales de la población. Una parte de los cuadros de la UDT y APODETI escaparon hacia Timor Occidental. FRETILIN, bajo la amenaza de una intervención del gobierno de Indonesia, pidió a las autoridades portuguesas, sin éxito, volver a Dili y retomar el proceso de descolonización.

Bajo estas circunstancias, solamente a fines de noviembre, FRETILIN decidió declarar la independencia de la República Democrática del Timor Oriental. El 7 de diciembre, menos de 12 horas después de la partida de Jakarta del presidente norteamericano Ford y del Secretario de Estado Henry Kissinger, que habían visitado Indonesia, el Timor Oriental era invadido por las fuerzas armadas de Indonesia. El FRETILIN se retiró a las montañas y comenzó la lucha de liberación que todavía continua, después de veinte años.

Antes de la invasión del territorio, las autoridades de Indonesia habían comenzado una campaña basada en los presuntos vínculos históricos y culturales entre Timor Oriental e Indonesia. El objetivo era claro: esos vínculos deberían ser usados como un argumento para justificar la invasión.

Algunos países, sensibles a las cuestiones relacionadas a la unidad nacional y la integridad territorial, creyeron que la integridad territorial de Indonesia estaba en peligro: esos países decidieron apoyar la "reintegración de Timor Oriental y dieron prioridad a dicha reintegración por sobre el derecho de autodeterminación de su pueblo.

Estos presuntos vínculos son, sin embargo, nada más que una reescritura de la historia. Indonesia no puede probar ningún vínculo histórico de soberanía territorial. Timor, nunca ha sido sometida políticamente a ninguno de los Imperios, Reinos y Sultanatos, como si ocurrió con algunas islas que forman parte hoy en día de Indonesia. Timor Oriental no perteneció tampoco a la Indias Orientales holandesas. Además, Timor Oriental no tiene nada que ver con la cultura Javanesa ni con la lengua indonesiana, ni con la religión islámica; las afinidades culturales son solamente con las islas de la parte oriental de Indonesia (ensimisma no relacionadas con Java). La lengua franca de Timor Oriental, el tetun, y otros lenguajes austronesianos pertenecen a otro grupo que al Bahasa indonesio (el grupo melanesiano) y todas las lenguas restantes son Papuas. El catolicismo y el animismo son en realidad, las únicas religiones practicadas (el creciente número de católicos es la más clara manifestación de la resistencia cultural contra el ocupante).

La cuestión del Timor Oriental, por lo tanto difiere de aquellas donde el principio de integridad territorial ha sido invocado exitosamente. Esta es la razón porque la cual Indonesia, contrariamente a los casos de: India en relación a Goa; China en relación a Macao; Argentina en relación a las Malvinas y España en relación a Gibraltar, nunca hasta 1975 realizó una demanda sobre Timor Oriental.

Jakarta, respondió a la declaración de independencia de la República Democrática de Timor Oriental con la invasión armada al territorio. Ninguna de las justificaciones invocadas por el gobierno de Indonesia por este crimen es válida. Contrariamente a lo que Jakarta afirmó, las tropas invasoras no eran tropas timoresas asistidas por "invitados" o "voluntarios" indonesianos. Muy sofisticados medios fueron usados en la invasión: naves de guerra, aviones, paracaidistas... Posteriormente, el "derecho de autodefensa" contra un supuesto ataque del FRETILIN al territorio de Indonesia era esgrimido como argumento. Pero varios documentos probaron que los preparativos para la invasión habían comenzado mucho tiempo antes. Finalmente, exagerando expresamente el número de refugiados en Timor Occidental y mintiendo sobre la situación en Timor Oriental, el gobierno de Indonesia no ha tenido vergüenza en presentar la invasión como una "intervención humanitaria". Pero el número de víctimas después de dicha intervención se elevó en corto tiempo a 100.000; ¿ cómo se podría calificar a la misma de "humanitaria"?.

A pesar de la declaración de independencia, las Naciones Unidas, como Portugal lo había hecho antes, consideran al territorio como no autogobernado. En todo caso, como Estado independiente o como simple colonia, Timor Oriental fue (y lo sigue siendo) víctima de un acto de agresión.

La invasión y la ocupación del Timor Oriental por Indonesia constituye una violación de la Carta de las Naciones Unidas, especialmente en su artículo 2, parágrafo 4:

"Los miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los propósitos de las Naciones Unidas."

Esas acciones constituyeron un acto de agresión en los términos de la "Definición de la Agresión" y como tal un crimen internacional contra la paz.

También, constituye una clara violación contra el derecho de Timor Oriental a su autodeterminación y su independencia. Como Hector Espiell en su renombrado estudio sobre el derecho de autodeterminación lo ha dicho:

"la ocupación extranjera de un territorio -es un acto condenado por el moderno derecho internacional e incapaz de producir efectos jurídicos válidos o afectar el derecho de autodeterminación de los pueblos cuyos territorios han sido ocupados- constituye un absoluta violación del derecho de autodeterminación. (página 6).

Además, el gobierno de Indonesia es culpable de desobediencia hacia las Naciones Unidas por desafiar la orden del Consejo de Seguridad de la ONU de retirar sus tropas.

Para disfrazar su anexión Jakarta tomo una serie de medidas.

Poco tiempo después de la invasión, un gobierno títere era instalado en Dili. Ese gobierno afirmaba que un referéndum no era necesario en Timor Oriental y proclamó que Timor Oriental debe ser integrado al territorio de Indonesia.

Más tarde, Indonesia instaló una oscura "Asamblea representativa del pueblo de Timor oriental", para dar una imagen democrática a la integración. En ese momento nadie conocía como estaba constituida esa Asamblea. Luego, uno de los así llamado representantes explicó como el había sido elegido: el estaba caminando en una de las calles de Dili, y de repente fue introducido a un jeep militar, un oficial indonesio le dijo que iba a ser uno de los representantes y por lo tanto conducido a una reunión donde se esperaba que el votaría en favor de la integración. Más aún, esta "Asamblea representativa del pueblo" votó en menos de dos horas de una seudo-discusión , por unanimidad en favor de la integración. El 17 de julio de 1976, el Presidente Suharto adoptó una ley en relación a Timor Oriental y oficialmente anexo Timor Oriental como la provincia número 27 de Indonesia.

La comunidad internacional no aceptó esta farsa; ni el gobierno interino ni la "asamblea del pueblo" fueron reconocidos en ese momento. Todos los órganos de la ONU que fueron invitados a observar el proceso rechazaron la invitación. De la larga lista de países que fueron invitados a estar presente a la sesión de la "Asamblea Popular", solamente algunos fueron (el único informe hecho público crítico la rapidez de la reunión y la falta de consideración sobre otras posibilidades contrarias a la de la integración). Los pocos periodistas extranjeros presentes en la reunión, preguntaron porque a ellos no se le había permitido dejar el recinto... Pero de acuerdo al gobierno de Indonesia el derecho de autodeterminación del Timor Oriental fue ejercido.

El gobierno de Indonesia se queja de ser malinterpretado por el mundo. Sus protestas no pueden esconder los hechos: fue Indonesia la que impidió en Timor Oriental la creación de las condiciones, que de acuerdo al derecho internacional (resolución 1541 -XV-), un acto de autodeterminación tiene que encontrar para que sea posible la integración como uno de sus resultados. La primera condición es la existencia de "instituciones políticas libres"; en Timor Oriental esto no existía a causa de la ocupación. La "Asamblea del pueblo" tampoco cumplía la condición de ser una etapa "avanzada de autogobierno". Los deseos de los habitantes del territorio deberían haber sido expresados en un auténtico proceso democrático, imparcialmente conducido y basado en el sufragio universal. La anexión de Indonesia violó este derecho. Mas aún un crimen mayor, un crimen contra la humanidad, fue el genocidio que siguió a la ocupación. La destrucción de la cultura timoresa es una prueba mas que confirma esto.

La masacre de Santa Cruz en noviembre de 1991 fue una de las principales masacres en los hasta ahora 18 años de la ocupación de Indonesia. Y no fue un incidente aislado como lo presento Jakarta. Cuando nosotros dividimos la cantidad de personas asesinadas en Timor Oriental (de acuerdo a Amnistía Internacional más de 200.000) por el número de días que Timor Oriental ha sido ocupada, se habrían producido esta clase de "incidente" cada tres o cuatro días.

Como sabemos, la ONU, en cooperación con la OUA, está organizando un referéndum en el Sahara Occidental. La cuestión del Sahara es casi idéntica a la cuestión de Timor Oriental.

Esperemos que ahora, de la misma manera que otros difíciles problemas fueron resueltos (Namibia, los Estados Bálticos, Kuwait, Eritrea y Sudáfrica), las Naciones Unidas también reconozcan la necesidad de encontrar una solución para el Timor Oriental.

 

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