Revista de Relaciones Internacionales Nro. 16

Argentina en el 2000. Su disyuntiva frente a los modelos de transferencia tecnológica y desarrollo industrial.

 

 

María Susana Tabieres *

 

* Profesora Adjunta Ordinaria de Economía Politica, adscripta a la Cátedra de Derecho Internacional Público.Coordinadora del Departamento de Economía Internacional del IRI.

Introducción:

 

No es el objetivo del presente trabajo determinar las causas de las crisis financieras del presente fin de siglo y los posibles remedios para paliar las mismas. Lo cierto es que el comercio de bienes y servicios a niveles globales representa 50 veces menos el valor de las transacciones de los mercados monetarios y financieros internacionales, conjugándose este fenómeno con el crecimiento de los flujos financieros, la diversificación de las inversiones internacionales, los retiros de controles de cuenta corriente de capitales y la regulación de las tasas de interés por parte de los Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros factores .

Sobre estas bases especulativas, se asienta el proceso de globalización económica por el cual las economías nacionales se integran progresivamente en el marco de la economía internacional dependiendo cada vez más de los mercados financieros internacionales y menos de las políticas económicas gubernamentales. 1 Alain Touraine considera perverso a este proceso describiéndolo como "la masa creciente de capitales que navegan por el ciberespacio dando rendimientos sin necesidad de la intervención de los otros factores de la producción."(1).-

Dentro de este marco, los grandes bloques económicos que son asimismo los mayores generadores de los capitales financieros transnacionales, se disputan distintos espacios de influencia a través de sus radicaciones industriales e inversiones en el mundo emergente, en donde algunos países de América Latina van cobrando notable relevancia e interés internacional.

Ahora bien, a pesar de la desnaturalización de las fluctuaciones del capital, los países emergentes dentro de la economía globalizada, se debaten entre dos modelos de un mismo origen. El Capitalismo europeo o renano y el capitalismo norteamericano o anglosajón.

 

 

 

Las dos versiones del capitalismo son una disyuntiva a seguir por parte de los países de América Latina.

 

A priori, parecería que estas dos expresiones del capitalismo moderno no son nada mas que variaciones dentro del mismo sistema. Analizadas las diferencias que presenta uno y otro modelo, veremos que no es posible simplificar tan fácilmente la temática que nos planteamos, sino que bien vale adentrarnos en sus características y diferencias para comprender los alcances propios que cada uno determina sobre la sociedad que los practica.

Una vez mas en lo que va del siglo y tal como lo señala Lester Thurow, entran en crisis y colisionan dos sistemas de valores opuestos sobre el lugar del hombre en la empresa, el lugar del mercado en la sociedad y el papel de orden legal en la economía internacional.

Detrás de la dura y solapada lucha por obtener segmentos de los mercados enclavados en las diferentes regiones del mundo, los países industrializados y detrás de ellos los de economías emergentes, han desatado una puja de mayor entidad y contenido que ahonda en la búsqueda de la dirección que tomara el capitalismo del tercer milenio.

Muy lejos están ambas expresiones de capitalismo en conciliar sus tendencias ya que la apuesta mas exacerbada del Estado liberal tradicional, es aquella que en sus políticas se vinculan con la denominada economía del " supply-side " que propicia la reducción de impuestos, la desregulación con privatización, extinguiendo las ayudas sociales a los sectores desprotegidos de la sociedad, con el fin de permitir que el mercado quede cada vez mas liberado a sus propias fuerzas creadoras las que tenderán, sin duda, rescatando los viejos principios clásicos a crear una sociedad mas perfecta. Tal la concepción anglosajona .

Por su parte la visión renana, destaca la función estatal como la del árbitro que garantiza que los desniveles en los ingresos no se tornen inaceptables, poniendo en peligro el propio sistema.

En definitiva la disyuntiva nos plantea dos modos de economía de mercado; el que genera índices elevados de desempleo con asistencia social o el que produce mayor empleo y dinamismo de la economía con gran marginalidad y desproteccion social.

 

 

Argentina y sus alternativas para la próxima década

 

A mediados de la década de los 80, Argentina inauguró a mediados de la década su recomposición democrática en un lento y dificultoso proceso de consolidación y transformación de sus instituciones políticas. Al primer gobierno democrático, le tocó enfrentar los tres problemas en que toda América Latina se hallaba encerrada : la hiperinflación, una gigantesca deuda externa y una agraviante distribución desigual de la renta y la riqueza.

La hiperinflación, fue la consecuencia del desborde monetario provocado por las ineficientes administraciones, la estructura productiva deficitaria de las economías y las persistentes deficiencias organizacionales- también estructurales- del comercio exterior.

A ello se sumó el endeudamiento externo que coadyuvó al perverso proceso de retroalimentacion hiperinflacionaria generalizada, duradera y sostenida.

Por último y como resultado de las obligaciones generadas por la deuda, se produjo al igual que en la mayoría de los países de América Latina uno de los fenómenos mas curiosos que la financiación internacional haya provocado en este siglo, esto es que los deudores financiaran a sus propios acreedores.

El endeudamiento y la hiperflación comenzaron a ser paliados a fines de la década de los 80 con las recetas de ajuste y austeridad que auspiciaron el FMI y el Banco Mundial.

Joaquín Estefanía, en un análisis muy ajustado y preciso de los efectos logrados en la región luego de la aplicación de estas medidas señala que, " ...los ajustes no corrigieron la distribución regresiva de la riqueza, sino que por su propia naturaleza la estimularon....La austeridad es tan sólo una perífrasis de la necesidad que tiene el capital de aumentar su remuneración con el objetivo de aumentar la inversión y que esta genere riqueza y puestos de trabajo. Si aumenta esta remuneración en una coyuntura de estancamiento o de recesión, automáticamente disminuye la proporción de las rentas del trabajo en la tarta del reparto de la renta nacional, en una operación que en el mejor de los casos es de suma cero...." ( 3 ).-

Las peculiares características del proceso de ajuste, se han dado en Argentina tal como las describe Estefanía, resultando la segunda de sus administraciones democráticas, la encargada de llevar adelante los planes de estabilización y apertura de las instituciones financieras .

Las postrimerías de la década de los 90, muestra nítidamente los efectos negativos del modelo aplicado en relación al factor trabajo. Los altos índices de desempleo son una expresión acabada de ello, por lo que resulta imprescindible enfocar el problema en relación al modelo de capitalismo adoptado y en estricta relación a la estructura productiva de Argentina en su inserción internacional.

En nuestro caso, o sea el de aplicación de la denominada economía del "supply-side" (capitalismo anglosajón) una vez implementadas las medidas que ya refiriéramos - privatizaciones desregulación del mercado, apertura financiera, etc.- deviene un segundo bloque de medidas que apunta a movilizar recursos públicos para suplementar los esfuerzos de las empresas privadas. Tales medidas fueron llevadas a la práctica en Chile durante el Gobierno del Presidente Aldwin, debiéndose entender al mismo, como el modelo de referencia de los Organismos Internacionales para América Latina.

En este conjunto de medidas se destacan un incremento del gasto público en inversión y desarrollo, subsidios a inversiones estratégicas en determinados sectores, intensificación del control publico sobre las inversiones, mejora del capital humano y apoyo para el acceso de productos nacionales a los mercados internacionales. Estas medidas no implican un ataque directo a las instituciones del Estado, sino la búsqueda de un mayor contenido productivo a la asignación del gasto, especialmente en materia de investigación y desarrollo tecnológico. Además de tales medidas, se busca conjuntamente con una mayor participación de los trabajadores en el manejo y resultados de la empresa en la reducción de las horas trabajadas y salarios por cada empleado planteando así una alternativa para incorporar mas fuerza de trabajo al mercado.

Por su parte países como Francia, Alemania, Noruega y Suecia, son la expresión mas acabada de la versión opuesta a la del capitalismo anglosajón (capitalismo europeo o renano ). En estos países se han aplicado políticas industriales de apoyo a los sectores productivos, con fuertes políticas de protección social. En el caso de Alemania, por ejemplo, el éxito de las exportaciones alivió el pesado costo de las cargas sociales que sostiene su altamente desarrollado Estado de bienestar.

En Suecia y Francia los problemas del desempleo han generado serios debates entre las posturas antagónicas conservadoras y liberales .Por ello es que en la última Cumbre de Amsterdam el triunfo de la postura socialista ha sido tan dificultoso y ha tenido verdadero peligro de naufragar ante la imposibilidad del cumplimiento pautado de un sistema de moneda única para la Unión.

Dentro de los parámetros del modelo anglosajón, los EUA han enfrentado al desempleo laboral mediante la aplicación de medidas que determinaron la reducción del salario medio y el incremento del trabajo menos calificado (Junk-work ). Estas medidas fueron aplicadas sin generar mayor tensión social en razón de la tradicional flexibilidad del mercado laboral y la baja y desmembrada organización de los sindicatos norteamericanos. No obstante ellon estas políticas de empleo, fueron esgrimidas por las administraciones republicanas como uno de sus mayores logros, conformando en la practica, uno de los puntos débiles de sus políticas, toda vez que generaron una enorme desproteccion social ante la reducción o desaparición de los seguros sociales que en su mayoría eran provistos por los empleadores.

En tanto en América Latina y en Argentina en particular (por ser el país de mayor índice de desempleo en la región) la persistencia del elevado desempleo masivo, acentúa la distribución desigual y genera el "riesgo de multiplicación de desempleo", aumentando la proporción de parados a largo plazo, fenómeno que determina finalmente desempleados consuetudinarios que pierden sus aptitudes para retornar al mercado laboral como ocupados plenos.

Frente a la encrucijada latinoamericana, resulta evidente que las soluciones para la Región en general y para cada país en particular, no pueden ser las mismas que las implementadas en el mundo altamente industrializado que posee gran capacidad para acumular excedentes de capital . En América Latina las soluciones del modelo renano generarían sin duda mayor déficit fiscal y endeudamiento por no contarse en estos casos, con los excedentes provenientes de las exportaciones lo que se produciría un agravamiento de los déficit estructurales de nuestras economías. Por otra parte las medidas del neoliberalismo anglosajón, adoptadas casi en un todo por el actual Gobierno de Argentina, han acentuado a niveles realmente alarmantes el desempleo y el descontento social en el pais sin vislumbrarse por parte del Gobierno Central, la ejecución de políticas autónomas capaces de despegar hacia mejores y mayores niveles de empleo y bienestar para la sociedad en su conjunto .

Resulta evidente entonces que la instrumentación de adecuadas políticas macroeconómicas y de empleo en Argentina, ha de ser uno de los puntos de imprescindible definición política con las que el país inaugurará el tercer milenio .

 

 

Conclusiones

 

Frente a un panorama ambiguo, inequitativo y desalentador desde la coyuntura social y aparentemente exitoso desde su visión económica por el crecimiento del PBI- a pesar del retroceso del último año de la década - las futuras políticas socio- económicas de Argentina han de ser definitorias para permitir el despegue hacia un efectivo crecimiento economico-social del país o una recurrencia hacia su postergación y dependencia de otros países de la región, que se definan por un crecimiento sostenido y con políticas acertadas en el contexto de la realidad regional e internacional.

Las dos manifestaciones del capitalismo, tal como se presentan en el mundo desarrollado de hoy, son sin lugar a dudas el modelo que de un modo u otro las dirigencias políticas venideras tenderán a adoptar, segun sea su mayor grado de compromiso, oportunidad y también de convicción en relación a esas políticas y de los modelos que muy someramente hemos descripto.

Es indudable que ninguno de ellos ofrece soluciones mágicas a los problemas del desempleo en el corto y mediano plazo, ni tampoco se hallan detenidos en su propia evolución .Por ello es que estimamos que la adopción referida ha de ser, absolutamente respetuosa de nuestro contexto socio -económico, pero de riguroso convencimiento y compromiso con nuestras propias fuerzas sociales dentro de un marco geopolítico que dé prioridad a los intereses nacionales, no debiéndose descuidar por ello, el incremento del comercio con el Bloque regional y con los otros Bloques comerciales .

Por todo ello es que entendemos que, le bastaría a la futura administración definir y diseñar la estrategia pertinente a las políticas industriales regionales no centralizadas pero de coherente uniformidad, para dar un paso gigantesco hacia adelante.

En este sentido y teniendo en cuenta que las políticas industriales y de desarrollo de las pequeñas y medianas empresas son el motor generador de empleo de toda economía, resulta imprescindible en Argentina, fijar metas concretas y coordinadas a niveles regionales de políticas industriales que deberían estar pautadas priorizando las actividades industriales de intenso valor agregado laboral .

Las mas recientes experiencias de nuestra región indican que los planes de fomento y subsidios son los mas adecuados a ésos fines, debiéndose desechar definitivamente a "los incentivos rituales" para que las industrias de capital intensivo fueran madurando en envergadura y especialización.

Si bien la visión capitalista anglosajona, niega en forma rotunda la posibilidad de subsidios o incentivos (fiscales o de otra índole) a las empresas, sean estas pequeñas medianas o grandes, no debe olvidarse que es en los países industrializados anglosajones, donde más se ha subsidiado y se subsidia a la empresa, para que cada vez incorpore mayor desarrollo tecnológico y crezca en eficiencia y competitividad.

En el caso de los países de América Latina que han desarrollado en los últimos años políticas activas de incentivos para el crecimiento industrial, como es el caso de Chile y México, se ha optado por políticas de incentivos fiscales frente al fracaso de los subsidios directos.

En relación a los países de nuestra región, debemos considerar que generalmente el marco de las condiciones macroeconómicas es desfavorable a la innovación tecnológica empresarial . Por ello es que en países como Argentina, cuyas tasas de interés son elevadísimas en relación a la de los países industrializados, se impone la necesidad de incentivos a la innovación tecnológica bien definidos y acordes a la realidad de los sectores empresarios, pero en ningún caso estos deben ser inferiores, en cuanto a sus efectos, a los que ofrecen los países industrializados.

En países que han seguido el modelo anglosajón en sus políticas macroeconómicas, pero que han priorizado el desarrollo de sectores de la producción que consideran prioritarios en detrimento de las reglas del libre mercado, como es el caso de Canadá y Australia, se ha recurrido en materia de innovación tecnológica a un proceso de incentivación indirecta.

Una de las formas empleadas por Canadá, para incentivar su innovación tecnológica autónoma, ha sido a través del proceso de vinculación Universidad-Empresa que emprendió la política del Gobierno Canadiense hace aproximadamente veinte años con marcado éxito. A través de las mismas, el Estado ha incentivado a través de subsidios y apoyos especiales a los diferentes centros de investigación de sus Universidades que pudieran proporcionar, modificar o generar nuevas tecnologías o productos de uso industrial. De otra forma, pero siguiendo siempre una política universitaria articulada con el incentivo a la producción, la Universidad Canadiense, ha incubado nuevos emprendimientos productivos que en un porcentaje mayor al 50% han generados nuevas empresas creadoras de empleo para la región en que se desarrollan. Este modelo de inserción de la Universidad en la sociedad a través de sus centros de investigación y las empresas o grupos innovadores generadores de nuevas unidades de producción ha resultado muy exitoso en Quebec, donde la Universidad de Laval ha desarrollado un modelo de incubadoras de empresas inteligentes (con alto grado de desarrollo de tecnología creada en ésa Universidad ) que han proporcionado a través de esta forma de incentivación indirecta, crecimiento en el empleo de esa región del Canadá.

Otras políticas industriales que han resultado exitosas y que se han implementado siguiendo los patrones de sus propias estructuras socio económicas, han sido las de Japón y Francia, países que en su momento hicieron grandes esfuerzos en sus políticas de incentivación industrial, además de subsidiar a sus empresas para el desarrollo de tecnologías propias a través de préstamos e incentivos fiscales, las acompañaron en el proceso de renovación de su tecnología en comercialización, estudios de mercados y políticas acordes de fomento a la exportación.

En definitiva este amplio espectro que muestran los países que han implementado sus propias formas de incentivación para generar empleo y determinar reactivación económica, nos indica la necesidad de un marco amplio y fuertemente articulado por el Estado que asumiría en este caso, un rol casi desconocido en Argentina, esto es el de promotor sin dirigismos y de generador indirecto de empleo .

El marco que proponemos revitalizaría en definitiva, al sector de las Pymes industriales nacionales, que han sido desarticuladas con la aplicación de los procesos de ajuste y apertura indiscriminada

Se erradicaría así, del mismo modo que lo hizo con precisión el Estado francés y más recientemente el Gobierno español a través de la coordinación de políticas nacionales y regionales, a uno de los peores efectos del modelo anglosajón que habiendo sido exitoso en los países de alto desarrollo Industrial, ha fracasado por sus efectos en los países de mediano desarrollo al generar desempleo sin posibilidades de solución en el mediano y largo plazo.-

 

 

Notas:

 

La nueva economía de la globalizacion:Autor, Joaquin Estefania. Editorial Temas de debate S.A., Segunda Edición, l996.-

El impacto de la globalización, la encrucijada económica del Siglo XXI.Autores Naum Minsburg, Héctor Valle y otros. Editorial Letra Buena S.A.Segunda Edición, l995.-

La Sociedad Poscapitalista .Autor Peter Drucker.Ed. Sudamericana.l993.

Política Industrial, innovación y pequeña y mediana empresa. Autores, José Luis Solleiros y Bernardo Olmedo, en Revista de Comercio Exterior, editada por el Banco de Comercio Exterior de México, Vol. 48 pág. 539 y sgtes, año l998.

Política industrial para las Pyme en la economía global. Autores, Patrizio Bianchi y Marco Di Tommaso, en Revista de Comercio Exterior del Banco de Comercio Exterior de México, vol. 48 nro. 8 año l998.

Paradigma de la industrialización tardía y aprendizaje tecnológico, repercusiones para México. Autor Miguel Angel Rivera y Rios, en Revista del Comercio Exterior del Banco de Comercio Exterior de México, vol. 48 nro. 8 año l998.

Seminario sobre Políticas Industriales e Incubadoras de Empresas en el Canadá. Dictado por el Director del Departamento de Desarrollo Industrial de la Universidad de Laval, Canadá. Buenos Aires, junio de l998.