Con Juan Archivaldo Lanús*
*
Embajador Argentino ante el gobierno francés.
Entrevista
realizada por el Prof. Dr. Norberto E. Consani, Director del IRI, en
París, en el mes de mayo de 1999. En el marco de las actividades de nuestro
Centro de Reflexión en Política Internacional (CERPI).
Pregunta: Comenzaremos con un tema que Ud. conoce muy
bien, ya que fue embajador en Ginebra, Suiza y tiene además una enorme
importancia para la Argentina, que es el tema de la actual Organización Mundial
de Comercio (OMC)...
Embajador:
En 1947
se suscribe un acuerdo provisorio que fue el GATT y luego se transforma en
permanente. Tiene por objeto establecer reglas y disciplinas multilaterales
para el comercio mundial.
Los
objetivos eran dos, establecer ciertas reglas, ciertas normas como son el Trato
Nacional para los productos importados, la no-discriminación, y en segundo
lugar lanzar un proceso de liberalización del comercio mundial, porque como
ustedes saben, a partir de la guerra del 14 y sobre todo a partir de 1929, se
rompe un esquema de integración de la economía mundial, instaurándose la
práctica del proteccionismo y del Estado providencia.
En 1947,
después de la guerra, se intenta empezar un proceso de reintegrar la economía
mundial, es decir, el comercio, los flujos, de acuerdo con algunas reglas de
no-discriminación y de trato igualitario.
Ya en la
década del '80 si bien el proceso de liberación de las tarifas, había tenido
mucho éxito en el seno del GATT, de un nivel del 40% se había bajado mucho en
las seis sucesivas rondas; a partir de los años 70 se empiezan a manifestar dos
fenómenos que fueron muy negativos para este proceso de integración, uno de
ellos es lo que se llamó el comercio administrado, que era la creación de una
serie de medidas no transparentes, complicadas, de control, de administración
del comercio en algunos países, sobre todo en los industrializados, una muy
compleja práctica de cuotas, de restricciones, de acuerdos de restricción
voluntaria de exportaciones, impuestas a ciertos países; y por otro lado se
evidenció que la agricultura había eludido las normas multilaterales, creándose
en varios países o en varias regiones, verdaderos sistemas de protección que
rompían un poco el esquema.
La
agricultura había evadido las normas multilaterales.
El
objetivo fundamental de la Ronda Uruguay, además de integrar una serie de
sectores nuevos, de inversiones y propiedad intelectual y servicios, era
reforzar las disciplinas multilaterales, como usted sabe, profesor, esta Ronda
fue muy, muy compleja y no quiero entrar en detalles muy difíciles, porque
tocaba a los intereses fundamentales, sobre todo de algunos países
industrializados y de la Comunidad Económica Europea.
Finalmente
después de varias crisis, la Ronda se cierra con un compromiso político que a
nuestro juicio, es satisfactorio. La Ronda logra dos compromisos que son
fundamentales, por un lado, por primera vez la producción y comercio de
productos agrícolas está sujeto a las normas obligatorias y en segundo lugar,
todo el sector agrícola está sujeto a un programa de reducción de los tres
aspectos fundamentales del proteccionismo agrícola que son: el apoyo interno,
las barreras en fronteras y el subsidio de exportación. ¿Qué son estos
compromisos?
En primer
termino en materia agrícola que es lo que más le interesa a la Argentina, son
500 páginas de texto y más de 25.000 compromisos tarifarios, pero el acuerdo
agrícola es muy importante para nosotros. Se estableció, la tarificación
general y obligatoria, es decir, se transformaron todas las cuotas, precios
indicativos, todo en tarifas a través de un procedimiento un poco complejo que
se llamó la medida agregada de ayuda.
El otro
compromiso que se logró en Marrakech, fue que de esos aranceles resultantes se
reducirían en un 36% en el periodo de transición y el 24% en un plazo más largo
para los países en desarrollo. En cuanto al otro aspecto que es la ayuda
interna se decidió que, esta medida global que se daba a la agricultura a
través de subsidios directos y precios de sostén, se reducía en el período de
aplicación en un 20%, y finalmente se decidió que las subvenciones a la
exportación se redujeran un 36% en valor y un 21% en el monto, es decir
logramos verdaderamente, primero enlazar con la red del multilateralismo a la
agricultura y segundo establecer un programa de reducción de esta especie de
gran barrera o esta montaña de protecciones muy distintas y muy complejas.
Finalmente se logró después de muchas discusiones suscribir un acuerdo que
permite establecer ciertas normas para aplicación de restricciones
fitosanitarias, que muchas veces son hechas con un fin proteccionista, y se
logró establecer que tienen que ser fundadas en una comprobación científica,
esa es la base. No son los lobbies ni los políticos los que van a determinar el
nivel de riesgo o de aceptabilidad de las normas sanitarias que protegen al
consumidor y en general a la salud de la población.
Aparte de
esto la Ronda Uruguay crea lo que es este nuevo organismo internacional, porque
el GATT nunca fue un organismo sino un acuerdo intergubernamental, que se llama
la OMC y que en realidad reedita el viejo proyecto de la conferencia de
comercios y empleo de La Habana de 1948 que fracasó porque los Estados Unidos
no suscribió aquella organización.Ahora bien, a partir de la creación de la
OMC, estamos en el medio del proceso de implementación de lo que se llama el
período de transición, no podemos tener todavía un juicio definitivo, no
obstante ello tenemos intereses, a mi juicio, bastante definidos para lo que
sería la posición o las ideas para encarar la nueva Ronda que considero
necesarias y querría explicar por qué.Tenemos que partir de dos premisas para
analizar la realidad actual, que es en primer lugar el hecho ya aceptado por
todos de que estamos en pleno proceso de globalización, ¿qué quiero decir con
esto?, que el esquema de políticas nacionales que se había llevado a cabo por
lo menos a partir de la Segunda Guerra Mundial, estaba basado en lo que se
llamó el Estado providencia, en actitudes mas bien proteccionistas de los países
desarrollados, y en políticas que en nuestra América Latina se llamaban
políticas de sustitución de importaciones, en virtud de lo cuál el proceso de
desarrollo estaba más bien impulsado por decisiones estatales o por el
protagonismo del Estado muy decisivo y en un cierto proteccionismo frente a la
competencia del mercado mundial, es decir, era un esquema industrialista,
autocentrado.
Todos
estos esquemas, han sufrido modificaciones, en los últimos años, por razones
diversas, sobre todo a partir de la crisis de la deuda y de la demostración de
que el crecimiento, por ejemplo en el caso argentino, fue muy negativo por lo
menos en la década del '70 y gran parte de la década del '80 y los países
deciden poco a poco, a partir de una serie de decisiones, integrar la economía
mundial por varias decisiones. Por un lado la liberalización de los
intercambios, que se decide en parte en la Ronda Uruguay y por otro lado la
reducción del rol de los Estados en las economías nacionales, es decir la
política de las privatizaciones, y también por la liberalización generalizada
en la mayoría de los países del Sistema internacional de los movimientos de los
capitales.
Estos
tres factores llevan evidentemente a un nuevo modelo económico que está
aceptándose en casi todos los países y que hace que las economías nacionales se
abran a la competencia o al mercado internacional; en realidad esto no se
produce en un momento definido, sino que hay una serie de decisiones que lo van
produciendo, por ejemplo, un fenómeno es el de la mundialización de las
finanzas, que se produce a partir de una de las decisiones más importantes, que
es la de liberar completamente los controles sobre los mercados de capitales y
el big bang de la integración de las finanzas que fue la supresión de los
controles y la desregularización completa de la Bolsa de Londres en 1986.
La
segunda premisa es que este fenómeno de globalización exige la creación de
ciertas normas y reglas de juego en un sistema. Las economías están abiertas y
resulta que si nosotros tomamos como un dato los compromisos de Marrakech y la
estructura, hasta ahora más o menos concertada, de que el comercio mundial está
regido por principios de mercado, digamos las reglas del mercado, y en
principio de la disminución de las barreras para el sector de las manufacturas
industriales pero contrariamente, el sector de la agricultura continúa
presentando políticas asimétricas entre los países que protegen a su
agricultura, aun cuando aceptando los compromisos y la verificación de
Marrakech y los países como nosotros, de América Latina y del Asia que no
subsidian a su agricultura, ni hacen protección agrícola, se ven enfrentados
con las barreras proteccionistas. Por un lado, producto de una tarificación de
la que voy a hablar enseguida y los subsidios a la exportación que son un
verdadero dumping en el mercado mundial, en terceros mercados, por eso creo que
la próxima rueda tiene que tratar de resolver estos problemas. No podemos
concebir un proceso de globalización que no tenga normas que no sean coherentes
y compatibles, armónicas con ese proceso, de ahí que la rueda, si es que la
hay, si es que se lanza, tiene que reforzar aun más las disciplinas
multilaterales para permitir a todos los países, sean industrializados o no,
beneficiarse con las ventajas y soportar las desventajas de este proceso de
apertura en un mercado mundial. La Argentina crea todavía una situación
asimétrica donde nuestras exportaciones agrícolas no tienen el mismo
tratamiento que nuestras exportaciones industriales, al mismo tiempo que
estamos dando a nuestro mercado, las oportunidades de inversión, en forma
generosamente abierta al mercado internacional.
Es uno de
los temas más importantes de la próxima rueda; el otro es hacer compatibles las
políticas de desarrollo industrial y de desarrollo agrícola con el interés
ecológico. En el mundo es uno de los temas fundamentales donde todas las
sociedades han tomado conciencia, la necesidad de la preservación ecológica.
Desgraciadamente
el espíritu de lucro inmediato y las políticas que desconocen completamente los
intereses de la preservación ecológica, comprometen a un desarrollo sustentable
o por lo menos harán pagar a las generaciones futuras, los prejuicios en el
patrimonio del planeta. Como vemos que está sucediendo. Es otro de los temas
muy importantes de la próxima rueda.
Creo
también que la próxima rueda va a tener que encarar con más detalles las reglas
de competencia, porque en realidad todo el sistema internacional desde la
postguerra ha sido un sistema, estadocéntrico, los únicos protagonistas de
derecho del sistema multilateral internacional, son los Estados; pero resulta
que hoy por hoy, dado que la mundialización de finanzas es un hecho, los
Estados no son los protagonistas fundamentales de los flujos internacionales y
más aún las políticas macroeconómicas nacionales son muy dependientes o tienen
mucho menos autonomía que la que tuvieron en la economía cerrada. Es necesario
más que nunca crear reglas de competencia aplicables a los grandes actores del
comercio y de las finanzas en las inversiones internacionales que son las
empresas privadas en general, un nuevo conjunto de normas que impida que trate
muchos precios de transferencia, y en fin, una serie de cosas, que se han
empezado a hacer, pero muy rudimentariamente, y todavía están en manos de
aplicación de los propios Estados. No son reglas directamente aplicables a las
empresas privadas, si nosotros consideramos las cien principales unidades
económicas del mundo actual, 49 son empresas y 51 son estados, la General Motors
es más grande que Noruega o que Dinamarca y la Toyota es más grande que Africa
del Sur o muchos otros países, entonces tenemos nuevos actores de gran
importancia mundial que actúan globalmente y lo mismo digo en las finanzas.
El 23%
del Producto Bruto mundial está generado por multinacionales, 200 ó 300
multinacionales que ocupan el 1,8% de la mano de obra mundial y ahí vemos la
importancia en generar reglas de competencia para todo este nuevo esquema de
globalización; que no son las viejas normas aplicables en el sistema tal como
se previó en 1947. Entonces creo que la OMC pasa a ser uno de los organismos
más importantes para la Argentina.
Pregunta:
¿Cómo se inserta este
análisis en el debate actual entre regionalismo y globalización, es decir la
relación entre lo multilateral y los esquemas de integración regionales?.
Embajador:
En
realidad, en el esquema mundial que se creó después de la postguerra, los
sistemas regionales, fueron una excepción (el famoso art. 24) y debían ser
aceptados por el GATT. Poco a poco por moda o inercia o lo que sea, se fueron
multiplicando, hoy en día en el GATT han sido notificados mas de 120 procesos
de integración, es raro un país que no esté implicado en uno u otro proceso de
integración, creo que Japón es un caso, pero es muy raro. Casi todos los países
están en uno o dos procesos de integración, si lo analizáramos desde el punto
de vista racional, diría que es una contradicción porque si tenemos un sistema
mundial con reglas de juego bien claras, lógicamente no parecería muy acertado
hacer sistemas de integración, porque los países jugarían dentro de un tablero
planetario, sin embargo eso es una realidad, ahora yo creo que este proceso va
a continuar, significa en cierta medida una fragmentación del sistema
multilateral, porque cada vez más hay zonas de libre comercio entre procesos de
integración, con acuerdos especiales, en fin, el sistema mundial en este
momento es un gran rompecabezas, pero la racionalidad nunca ha sido el
patrimonio principal de la diplomacia, ni de la política. Esa es la realidad.
Los
sistemas de integración generan un proceso más avanzado de integración y de
liberalización, en realidad, puede interpretarse como un regionalismo abierto,
más avanzado dentro de cada una de las regiones, es decir el NAFTA genera una
liberalización más profunda y más avanzada que la que tiene Estados Unidos,
Canadá, o Méjico frente al resto del mundo, lo mismo la Unión Europea que ha
creado prácticamente un mercado regional abierto, completamente abierto, con
reglas de competencia propia, sin barreras aduaneras, y sin ningún obstáculo,
así que en realidad esos espacios de integración, todos estos modelos son una
profundización hacia delante del proceso de liberalización (está claro, que entre
proteccionismo y la mundialización o la globalización, tienden más a la
globalización que al proteccionismo), podríamos pensar o imaginar que todas
estas grandes zonas, van a confluir a una, hoy prácticamente las barreras
tarifarías en los países de la OCDE, en promedio ascienden al 4%, realmente las
tarifas aduaneras que fueron, digamos la expresión de las fronteras de las
economías nacionales, ya prácticamente no existen.
Pregunta:
En este contexto, ¿cuáles
son actualmente los problemas en la relación entre nuestro país y el MERCOSUR
con la Unión Europea?
Embajador:
En 1995
firmamos un acuerdo marco con la Unión Europea, entre MERCOSUR y la Unión
Europea. También lo ha hecho Chile por su lado, en el cual se establece el
objetivo de crear una zona de libre comercio.Este acuerdo marco cuya
negociación debió iniciarse hace dos años, ha sido no diría bloqueado, pero
frenado por decisiones de los países europeos, creo que por Francia, y se está
negociando en este momento el mandato para iniciar las negociaciones (claro,
además tenemos la próxima reunión en Río de Janeiro, 28 y 29 de junio). Es una
reunión general, una cumbre de la Unión Europea con América Latina y no
solamente con los países que integran el MERCOSUR.
Creo que
los próximos meses tenemos que tener alguna información sobre el mandato
negociador que aprobaría la Comisión de la Unión Europea (todavía no está, han
pasado 4 años y todavía no ha habido nada).
Pregunta:
Ahora hay un organismo
económico importante, que es la OCDE (Organización de la Cooperación y el
Desarrollo Económico) que tiene su sede en París, quisiera saber Señor
Embajador ¿cuál es la situación de la Argentina con respecto al mismo?
Embajador:
Hemos
tenido una política de aproximación con la organización a través de la participación
en los comités y los grupos de trabajo, en este momento estamos participando en
el Comité de Comercio, en el Comité de movimientos financieros, y en varios
grupos de trabajo, somos miembros de pleno de derecho, del Centro de Desarrollo
que, como Ud. sabe, es una unidad especial de la OCDE dedicada al estudio, a la
investigación de temas vinculados con los países no miembros de la OCDE, y los
problemas que les interesan.
Somos
miembros de algunos comités, observadores en otros, y miembros plenos del
Centro de Desarrollo desde marzo de 1994.
La
Argentina ha planteado la solicitud, su candidatura de ingreso a la OCDE en
oportunidad de la visita que hizo el presidente Menem en febrero de 1996, y el
señor canciller ha enviado una nota al Secretario General el año pasado
solicitando el ingreso, en realidad esto va a ser un proceso paulatino, creo
que la Argentina reúne las condiciones objetivas para ser miembro de la OCDE,
es un país que aplica una política o práctica una política en armonía con los
principios que promueve la OCDE, y además es una protagonista mayor en la
escena internacional.
Pregunta:
¿Cuál es
concretamente, la ventaja para un país como Argentina, de pertenecer a esta
organización, dada su integración y las características de la misma?
Embajador:
La
principal función de la Organización es coordinar políticas, es decir es ir
armonizando y coordinando principios de políticas entre los miembros de la
Organización, normas, criterios, criterios fiscales y distintas normas
técnicas.
En realidad
si se quiere como lo dijo el Canciller es una especie de certificado de
calidad. Ahora hay que tener en cuenta que el ingreso a la OCDE implica la
participación en una enorme cantidad de comités, grupos de trabajo y reuniones,
considero que hay más o menos 240 unidades de debate, y vamos a tener que tener
una administración con competencias técnicas muy específicas para participar.
La OCDE
trabaja con expertos gubernamentales en las distintas disciplinas coordinadas
por la cancillería pero por ejemplo: nosotros participamos en el grupo de
trabajo sobre cereales; en el grupo de trabajo de granos, en el grupo de
trabajo de carnes, ahí los que tienen que venir son los expertos
gubernamentales en materia de cereales, en materia de carnes, u otros, por ejemplo
el grupo de trabajo en materia de competencia, es decir, son expertos
gubernamentales, la OCDE no trabaja como un organismo internacional sobre la
base de grandes discursos, hace un trabajo de terreno, un trabajo práctico de
una verdadera red que se forma entre todos los responsables en cada uno de los
temas donde van avanzando en el establecimiento de normas, de prácticas, de
formas de actuar frente a determinadas cuestiones.
Los
países miembros representan una gran parte de la economía del producto bruto
mundial. Están prácticamente el 70% los grandes países.
Actualmente
son 29 países, está el grupo de los 7, más una serie de países como Irlanda,
Noruega, Dinamarca y países menores, pero forman parte de lo que se llama el
mundo de las naciones industrializadas.
Pregunta:
Volviendo
a la OMC, la lucha tan dura por la candidatura a la dirección de la
Organización, que estaría reflejando?
Embajador:
La lucha
por esta candidatura demuestra la importancia del Organismo; creo que los
grandes temas económicos comerciales del futuro van a debatirse en la OMC,
sobre todo porque la OMC ha creado un sistema cuasi judicial de resolución de
conflictos (que no tiene, por ejemplo, el MERCOSUR), en el GATT había un
sistema de paneles, que eran de aplicación voluntaria, no era obligatoria; hoy
en día si no hay un voto unánime en contra se adopta el panel, entonces
prácticamente el país que ha perdido (entre comillas) un panel, tiene que
sujetarse a lo dispuesto por los expertos, en caso contrario los países perjudicados
tienen derecho a aplicar retorciones, frente al no cumplimiento del panel.
Sí, creo
que la OMC va a cumplir un rol fundamental en todo lo que sea el comercio
internacional y un rol práctico. Un organismo muy eficiente, poco apto para
grandes declaraciones o grandes discursos. He intervenido muchos años, cuando
el Consejo se reunía una vez por mes y la Conferencia Mundial, la conferencia
anual, dos días.
Es un
organismo muy práctico, muy eficiente, por lo menos en mi experiencia hasta el
GATT. No he estado en la OMC, porque se creó después, pero tengo muy buena
opinión sobre ella.
Pregunta:
Después
de estar más de cinco años como embajador argentino ante el gobierno francés,
¿cuál es su balance?
Embajador:
El
objetivo de una embajada, de un embajador ante un país, es promover, alimentar
y consolidar una imagen favorable de nuestro país en el país donde estamos
acreditados, ahora esta acción es muy vasta, muy difícil de medir pero se
desarrolla en el ámbito de la prensa, de los centros de opinión, de las
empresas, de las universidades en general, y también de los medios culturales,
es decir, tenemos que desarrollar una acción muy vasta en el ámbito de la
sociedad a través de la comunicación, información, presencia, etc. En realidad
mi acción en términos económicos se centralizó sobre todo en lo que podría
llamar la promoción de las inversiones. Es decir, ejercer una acción primero de
información permanente a las grandes, medianas y pequeñas empresas, una
infinidad de seminarios, grupos que realizan aquí reuniones informativas, que
realizan las cámaras, este país está muy organizado en materia de cámaras. Los
economistas, hemos constituido un grupo de economistas y formadores de opinión
de los bancos y las grandes empresas, un foro franco-argentino con el que nos
reunimos regularmente; en fin hemos desarrollado una acción muy importante, en
este campo creo que hemos tenido mucho éxito, la prueba está en que Francia
desde hace 5 ó 6 años es uno de los países que más ha invertido en la
Argentina, prácticamente todas las grandes empresas francesas han invertido en
el país, tanto en el área que se llama de las privatizaciones, es decir algunos
servicios públicos, el agua, el gas, la electricidad, etc. como directamte en
distintos sectores industriales agro-alimenticios, e industriales como
automóviles, etc. La relación de Argentina con Francia en ese aspecto no puede
ser mas positiva.
Distinto
es el caso del comercio, allí yo expresaría mi gran frustración. El comercio
argentino con Francia está estancado, es decir las exportaciones argentinas,
mientras que las importaciones argentinas procedentes de Francia se han
triplicado, tenemos gran dificultad para aumentar el comercio, podríamos
preguntarnos por qué, yo creo que hay dos respuestas, una, a la que ya me he
referido, es el proteccionismo agrícola, dado que nuestro país es un importante
exportador, es evidente que si hubiera otras condiciones de acceso o tuviésemos
otras posibilidades de comercio podríamos haber aumentado mucho las carnes,
están sujetas a cuotas etc, pero otro temor es la falta de oferta argentina y
en este sentido debo expresar mi frustración, no veo una gran voluntad ni
iniciativas importantes por parte de los industriales argentinos, de exportar a
Francia a pesar de que este país es la quinta potencia industrial del mundo y
el cuarto mercado del mundo.
Francia
tiene más o menos cien mil millones de dólares fuera de la Unión Europea.
No he
visto desde que estoy acá, ni he tenido mucho éxito en las sugerencias, que
suelen traer misiones comerciales etc., porque creo que fallamos ahí por la
falta de oferta, nosotros mandamos al año aproximadamente unas 100
oportunidades comerciales pero rara vez tenemos una respuesta alentadora y creo
que las exportaciones hacia Francia están en un nivel que no corresponde a las
posibilidades que tiene en este mercado, lo mismo le pasa a Brasil y a otros
países de América Latina. Así que diría que la relación entre Francia y la
Argentina es asimétrica. Por un lado nosotros hemos ofrecido una gran
oportunidad de mercado para las exportaciones francesas, que se ha reflejado
estar arriba de doscientos millones el año pasado y también una gran
oportunidad de inversión, pero nuestras exportaciones no han crecido, yo creo
que el único gran conflicto estratégico que es importante para los dos países
en su naturaleza es el problema agrícola, el meollo de lo que falta realizar,
solucionar en las relaciones franco-argentinas y en las relaciones Argentina
con la Unión Europea.
Comentario:
Nosotros
creemos que uno de los grandes problemas de la Argentina, es justamente la
falta de una mentalidad exportadora.
Embajador:
No quiero
generalizarlo, mi experiencia es ésta, no tengo respuesta, de la misma forma
que tengo permanentemente requerimiento de Argentina para inversiones, que he
tenido mucha actividad en esa materia, que he tenido empresas francesas que
están interesadas en invertir en la Argentina, que ha habido años, en que han
habido 500 misiones económicas francesas a la Argentina, puedo decir que no ha
ocurrido lo contrario.
Nosotros
no hemos imaginado cómo podría ser un verdadero impulso en esta materia, le
diría que aparte de la participación en las ferias, la presencia de los
empresarios exportadores de Argentina es mínima o inexistente, puedo confirmar
que en mis 5 años de misión aquí nunca vinieron a la misión económica.
Contrariamente
en la cooperación científica, en la cooperación entre las universidades y
asimismo en la cooperación agrícola, tenemos programas interesantes y toda la
relación funciona bien.
La Argentina
tiene una vieja vinculación con Francia que se inicia intelectualmente en la
época de la independencia o de las primeras épocas a través de los autores
franceses, y continúa con una gran presencia y elección argentina de Francia
como país de cultura y de inteligencia que se ve reflejado en los monumentos,
en la arquitectura, y en toda la cultura en general, recién en los últimos 10,
12 años ha empezado una real vinculación económica, y esto solamente para las
exportaciones francesas y las inversiones. Hay alrededor de 250 empresas
francesas instaladas en la Argentina que tienen una industria agroalimenticia
que es muy importante en este momento, hasta en Francia, pero diría que las
relaciones son buenas, logré suprimir el requisito de la visa; no tenemos
diferendos, salvo algunos problemas que hemos tenido con algunas inversiones
que hemos solucionado, la relación es excelente.
Pregunta:
¿Cuál es
su opinión sobre el escenario mundial que sé esta configurando en este fin de
milenio?
Embajador:
Tengo una
opinión que quizás no va a ser compartida por mucha gente, al revés de lo que
se piensa, creo que el sistema internacional evoluciona o va a evolucionar
hacia un orden descentralizado, abierto y multipolar. Hay mucha gente que opina
lo contrario, opino que vamos a una coexistencia de culturas, de civilización,
va a ser un mundo mucho más múltiple y forzosamente por el proceso de la
comunicación y por el proceso de la globalización, vamos a ir a un mundo
múltiple y en este sentido quiero hacer una referencia a la tecnología. En el
año 50 y 60 dos autores, Aldous Huxley en «Un mundo feliz» y George Owen en el
libro «1984», habían evaluado o predecían que el desarrollo de las
comunicaciones y de las técnicas modernas de comunicación, iban a llevar al mundo
a la concentración del poder y al autoritarismo; en realidad lo que ha ocurrido
fue exactamente lo contrario, la revolución en la tecnología de la
comunicaciones y de la inteligencia artificial, fue una fuerza pluralizadora
que promovió e incentivó la democracia y el mercado, ni la Unión Soviética, ni
China, ni ningún país han podido resistir a esta fuerza pluralizadora; de la
misma forma creen que el sistema político mundial va a ir cada vez más al
reconocimiento de que la coexistencia va a pasar por la tolerancia, por el no
dominio de potencias sobre otras, por el respeto a la pluralidad de ideas y a
la pluralidad de civilización, vamos a un mundo pluricultural, y si pudiera
decir otro concepto u otra idea que no sea compartido por todos, es que el fin
de la Guerra Fría no es solamente el término de una confrontación estratégica
militar e ideológica, el mundo dominado por la Unión Soviética y el mundo
dominado por los países occidentales, si no sobre todo, va a ser el fin del
prestigio o de la dominación de la cultura europea en el mundo, es decir, el
fin de la filosofía de las luces, considero que vamos a un mundo multipolar, o
multicultural donde se van a expresar cada vez con más presencia las culturas
orientales, la China, todo el sudeste asiático, el Japón, América Latina, el
Africa, etc., y si bien todavía la hegemonía militar o el aspecto militar de la
hegemonía política de algunos Estados, sigue siendo evidente y real, creo que
en la práctica vamos a ir a lo contrario, y lo mismo podría decir con algunos
aspectos de la hegemonía anglosajona, hay una gran tendencia a creer que todo
lo que viene del mundo anglosajón va a dominar al mundo, yo no creo, creo
exactamente lo inverso, y si lo miramos con un poco de afinamiento vamos a
darnos cuenta, la única lengua occidental que progresa es el castellano, que ha
sido una lengua en expansión realmente, digo la lengua porque es un elemento
importante de la dominación cultural.
No hay
que confundir la lengua materna con la que se utiliza como transporte, como el
idioma vehicular para ir de un lado a otro, para comunicarse, el inglés no es
lo que fue el latín, una lengua franca, porque en el siglo XVI o en el siglo
XIV en Bologna, en París y en Salamanca se hablaba el latín, hoy día se habla
italiano, francés y español, es decir no creo en esa invasión de productos
anglosajones, creo que al contrario, vamos a ir a una época donde las
identidades culturales van a ser un reemplazo necesario del concepto de
soberanía de los estados, que se está erosionando, el concepto o la práctica
del estado nación, que fue una de las grandes creaciones de la modernidad a
partir del siglo XVII.
Sin
embargo no tengo la visión pesimista de Simule Huntington que hablaba del
choque de civilizaciones, creo que va a haber distintas civilizaciones,
distintas opciones y no va a haber una civilización como a veces hemos pensado
a partir del siglo XVII. Hay una reivindicación, una revalorización de las
culturas particulares, por eso creo que vamos a un mundo donde va a haber un
patrimonio común de valores universales, pero de culturas nacionales o
regionales particulares, no hay una cultura universal, no vamos a una cultura
universal, esa es mi visión de las cosas.
Nosotros
hemos vivido en una cultura con ciertos valores, ciertas creencias que nacen o
se construyen a partir del siglo XVI y XVII.
Toda esa
cultura circular de la creencia en el Estado, en la patria, las economías
nacionales, la soberanía, el espacio, lo que está adentro, lo que está afuera,
es un poco lo que forma parte de la casa, de la morada, que teníamos
mentalmente. Ese mundo está en crisis acelerada. Por un lado el concepto de
Estado que estuvo basado en una premisa fundamental, el concepto de la
soberanía creado por Bodin en el siglo XVII. Creo que ese estado nación está en
plena erosión, en crisis, hay algunos que hablan de Estado pos-nacional,
pos-soberano, en fin, hay varias teorías sobre eso, ese Estado está en erosión,
está en declinación, por varios fenómenos, uno es la incorporación progresiva,
por lo que dije antes de las normas internacionales al interior de los Estados,
hoy día de más en más las negociaciones internacionales giran o tratan temas
que hace 20 años eran objeto de la soberanía nacional, que no se podían tratar,
tenga en cuenta profesor que cuando estaba Arce en Naciones Unidas se quiso
tratar el tema del apartheid en Sudáfrica, y él levanta la mano y dice
"cómo va tratar ese asunto si es interno de los Estados". Hoy sería impensable,
¿por qué?, porque el concepto de los derechos humanos es un patrimonio de la
humanidad, cada vez más hay una transferencia de elementos de la soberanía
hacia afuera como se acaba de ver el año pasado, el 8 de abril, con la
transferencia de la soberanía monetaria de Francia al sistema monetario o la
política comercial que se transfirió por el tratado de Roma.
Cada vez
más hay una transferencia y normas internacionales con aplicabilidad en el
derecho interno, hay una penetración de derecho internacional, eso en un
aspecto, y en otro aspecto, es que los Estados mismos por el proceso de
liberalización y de apertura de liberalización tarifaria, de apertura de
descontrol de la inversiones extranjeras y en general de privatización. Cada
vez más los Estados tienen menos autonomía para definir Sus políticas
macroeconómicas, hay una pérdida de poder, los Estados están perdiendo cada vez
más y eso lo vemos muy claro en las economías nacionales, a tal punto que
algunos autores ven un proceso donde van a desaparecer las economías nacionales
y dicen, incluso con respecto a los Estados Unidos, que no es más una economía
nacional, es un espacio de la economía internacional o de la economía mundial,
y eso lo observamos cuando vemos la crisis de Corea, la crisis de Brasil. La
moneda no puede ser más controlada por los Estados, los Estados son
auscultados, juzgados por los mercados, como las empresas son juzgadas por las
bolsas, entonces muchos de los conceptos, de las teorías económicas, que
estaban basadas en la premisa de que existía una economía nacional no son más
explicables, de ahí la dificultad de crear condiciones de desarrollo en un país
cuando hay muy poco control sobre elementos que antes se consideraban normales,
por ejemplo las tasas de cambio o los niveles de tasas de interés, etc. Es
decir vamos a una economía nacional, lo que queda de la economía, muy
interconectada con la economía mundial, dependiente en cierta medida o
tributaria de la economía mundial tanto para los grandes países como para los
pequeños.
Por
ejemplo, el control de la moneda y los bancos centrales. Hoy los bancos
centrales no tienen ningún poder frente a los mercados, ni siquiera el Fondo
Monetario, que tiene un capital de menos de trescientos mil millones de dólares
y el movimiento diario de transacciones internacionales son un billón
doscientos mil dólares por día. Es decir, casi 100 veces el comercio
internacional. Si lo analizamos, vemos que cuando el señor Soros o un
financista cualquiera decide que la libra está sobrevaluada y opera en
consecuencia, el Banco de Inglaterra poco puede hacer frente a los fondos
comunes que empiezan a vender la libra, no puede hacer nada o muy poco...
Entonces quiere decir que el Estado ha perdido la autonomía de sus políticas
macro económicas y diría más, los Estados están en competencia en el mercado
para crear condiciones eficientes para atraer inversiones y realizar el
comercio en el mercado mundial, de ahí por ejemplo, vemos que muchos Estados
para atraer inversiones ponen incentivos fiscales. En Brasil, algunos estados
tienen incentivos superiores, regalan los terrenos, etc. e inclusive el peso
fiscal del Estado tiene que ser controlado porque puede determinar una fuga de
capitales muy grande como ocurre en algunos países, es decir cada vez más el proceso
de globalización y apertura de las economías lleva a que los instrumentos de
política económica sean muy limitados.
Pero por
otra parte, vemos el desarrollo del concepto de la identidad cultural de los
pueblos, lo identitario, va a las cosas fundamentales que son nuestra cultura,
nuestra personalidad, nuestra identidad nacional. Eso es lo importante y lo
vemos por el resurgimiento inclusive de muchos movimientos religiosos
nacionales de muchos países, en Rusia mismo, después de más de 60 años de ateísmo,
resurge la religión ortodoxa; la importancia de lo que identifica al hombre, y
lo vemos en Europa, en éste momento, todos estos movimientos regionalistas,
identitarios, como en Escocia y en distintos lugares. El individuo busca su
identidad, su pertenencia y como el Estado ha dejado de ser un poco esa cúpula
protectora, porque hay una erosión, vuelve a los Elementos fundamentales que lo
identifican y que le dan su personalidad, por eso creo muy importante el
reforzamiento, el cultivo de nuestra identidad nacional, y creo que América
Latina en este sentido tiene una posición privilegiada en el mundo.
Todo lo
que refuerce la identidad cultural es muy importante a mi juicio, porque el
hombre debe pertenecer a un hábitat. No existe un hombre universal, es un
hombre con arraigo histórico en un lugar, con una adhesión a algo muy concreto,
por eso la lengua es la primera manifestación de esa identidad, y por eso creo
que no va a haber una desaparición a favor de una o dos lenguas mundiales, si
no al revés, el reforzamiento de las literaturas y de las culturas nacionales o
regionales.
Vamos a
un acrecentamiento de ciertos valores universales, de derechos humanos quizás
próximamente, aunque todavía falta bastante en materia democrática.
Y en este
patrimonio creo que se van a ir consolidando también ciertos principios
políticos de respeto a las naciones, a un mundo multicultural y de tolerancia.