Revista de Relaciones Internacionales Nro. 17 OTAN

OTAN

El Nuevo Concepto Estratégico de la Alianza*

Aprobado por los Jefes de Estado y de Gobierno participantes en la Reunión del Consejo del Atlántico Norte en Washington D.C. los días 23 y 24 de abril de 1999.

 

Introducción

1.En su reunión cumbre en Washington en abril de 1999, los Jefes de Estado y Gobierno de los países miembros de la OTAN aprobaron el Nuevo Concepto Estratégico de la Alianza.

2.La OTAN ha asegurado exitosamente la libertad de sus miembros y ha evitado la guerra en Europa durante los 40 años de la Guerra Fría. Combinando la defensa con el diálogo, jugó un papel indispensable en llevar la confrontación Este-Oeste a un final pacífico. Los dramáticos cambios producidos en el panorama estratégico euroatlántico con motivo del fin de la Guerra Fría fueron reflejados en el Concepto Estratégico de la Alianza de 1991. Ha habido, desde entonces, mayores avances en materia de política y de seguridad.

3.Los peligros de la Guerra Fría han dado paso a perspectivas más prometedoras, aunque también más desafiantes, a nuevas oportunidades y riesgos. Una nueva Europa más integrada está surgiendo, y se está desarrollando una estructura de seguridad Euro-atlántica en la cual la OTAN juega un papel central. La Alianza ha estado en el corazón de los esfuerzos por establecer nuevos modelos de cooperación y de entendimiento mutuo en la región Euro-atlántica y se ha comprometido a emprender nuevas actividades esenciales en el interés de lograr una mayor estabilidad. Ha demostrado la profundidad de ese compromiso en sus esfuerzos por acabar con el inmenso sufrimiento humano causado por el conflicto en los Balcanes. Los años transcurridos desde el final de la Guerra Fría también han dado testimonio de importantes desarrollos en el control de armamentos, un proceso en el cual la Alianza está totalmente comprometida. El papel de la Alianza en estos desarrollos positivos se ha sustentado en la adaptación comprensiva de su aproximación al concepto de seguridad, de sus procedimientos y estructuras. Los últimos diez años también han visto, sin embargo, la aparición de nuevos y complejos riesgos para la paz y la estabilidad Euro-atlántica, incluidos la opresión, el conflicto étnico, la crisis económica, el derrumbamiento del orden político, y la proliferación de armas de destrucción masiva.

4.La Alianza tiene un papel indispensable en la consolidación y preservación de los cambios positivos del pasado reciente, y enfrentando los desafíos de seguridad actuales y futuros. Por consiguiente, tiene una agenda exigente. Debe proteger los intereses de seguridad comunes en un ambiente de importantes cambios, a menudo de imprevisibles. Debe mantener la defensa colectiva y reforzar el vínculo transatlántico y asegurar un equilibrio que permita a los Aliados europeos asumir una mayor responsabilidad. Debe profundizar las relaciones con sus socios y debe prepararse para la admisión de nuevos miembros. Debe, sobre todo, mantener la voluntad política y los medios militares requeridos para cumplir toda la gama de sus misiones.

5.Este nuevo Concepto Estratégico guiará a la Alianza en la consecución de lo previsto en su agenda. Expresa el firme propósito y la naturaleza perdurable de la OTAN y sus tareas fundamentales referidas a la seguridad, identifica los elementos centrales del nuevo ambiente de seguridad, especifica los elementos del amplio acercamiento de la Alianza a la seguridad, y provee pautas para una mayor adaptación de sus fuerzas militares.

Parte I - Propósito y tareas de la Alianza

6.El propósito esencial y permanente de la OTAN, fijado en el Tratado de Washington, es salvaguardar la libertad y la seguridad de todos sus miembros a través de medios políticos y militares. Basada en valores comunes de democracia, los derechos humanos e imperio de la ley, la Alianza se ha esforzado desde sus inicios para afianzar un orden pacífico, justo y duradero en Europa. Continuará haciéndolo. El logro de este objetivo puede peligrara debido a las crisis y los conflictos que afectan la seguridad de la región Euro-Atlántica. La Alianza, por consiguiente, no sólo asegura la defensa de sus miembros sino que contribuye a la paz y estabilidad en esta región.

7.La Alianza encarna el vínculo transatlántico por el que la seguridad de Norte América está enlazada permanentemente con la seguridad de Europa. Es la expresión práctica del efectivo esfuerzo colectivo entre sus miembros en apoyo de sus intereses comunes.

8. El principio fundamental por el que se guían los trabajos de la Alianza es el compromiso común y la cooperación mutua entre Estados soberanos, apoyando la indivisibilidad de la seguridad para todos sus miembros. La solidaridad y la cohesión dentro de la Alianza, a través de la cooperación diaria tanto en la esfera política como en la militar, aseguran que ningún Aliado en particular se vea obligado a depender sólo de su propio esfuerzo nacional al tratar con los desafíos básicos de seguridad. Sin privar a los Estados miembros de su derecho y de su obligación de asumir sus responsabilidades soberanas en el campo de defensa, la Alianza los habilita, a través del esfuerzo colectivo, a realizar sus objetivos esenciales de seguridad nacional.

9.El sentido resultante de igual seguridad entre los miembros de la Alianza, sin tener en cuenta sus diferentes circunstancias o capacidades militares nacionales, contribuye a la estabilidad de la región Euro-Atlántica. La Alianza no busca estos beneficios sólo para sus miembros, sino que se compromete a la creación de condiciones conducente a incrementar la comunidad, la cooperación y el diálogo con otros que comparten sus amplios objetivos políticos.

10.Para lograr su propósito esencial, como Alianza de naciones comprometida por el Tratado de Washington y la Carta de las Naciones Unidas, la Alianza realiza las siguientes tareas de seguridad fundamentales:

Seguridad: Provee de uno de los pilares indispensables para un ambiente de seguridad Euro-Atlántico estable, basado en el crecimiento de las instituciones democráticas y en el compromiso de resolución pacífica de controversias, en el que ningún país pudiese intimidar o ejercer coacción sobre cualquier otro a través de la amenaza o el uso de la fuerza.

Consulta: servir, como está previsto en el Artículo 4 del Tratado de Washington, como foro transatlántico esencial para la realización de consultas Aliadas sobre cualquier asunto que afecte sus intereses vitales, incluyendo posibles desarrollos ulteriores que presenten riesgos a la seguridad de sus miembros, y para la coordinación apropiada de sus esfuerzos en los campos de interés común.

Disuasión y Defensa: Disuadir y defender de cualquier amenaza de agresión contra cualquier Estado miembro de la OTAN, tal como está previsto en los Artículos 5 y 6 del Tratado de Washington.

Y con el objeto de reforzar la seguridad y estabilidad en la región Euro-Atlántica:
Gestión de Crisis: Para estar preparado, en cada caso y por consenso, de conformidad con el Artículo 7 del Tratado de Washington, para contribuir a la efectiva prevención de conflictos y a la activa participación en la gestión de crisis, incluidas las operaciones de respuesta a crisis.

Comunidad: Para promover una comunidad de gran alcance, la cooperación y el diálogo con otros países de la región Euro-Atlántica; con el objetivo de incrementar la transparencia, la confianza mutua y la capacidad para la acción conjunta con la Alianza.

11.En cumplimiento de su propósito y de sus tareas fundamentales de seguridad, la Alianza continuará respetando los intereses de seguridad legítimos de terceros, y buscará la resolución pacífica de controversias tal como lo dispone la Carta de las Naciones Unidas. La Alianza promoverá relaciones internacionales pacíficas y amistosas y apoyará las instituciones democráticas. La Alianza no se considera a sí misma como adversaria de ningún país.

 

Parte II - Perspectivas estratégicas

 

La evolución del ambiente estratégico

12.La Alianza opera en un ambiente de continuo cambio. Los acontecimientos de los años recientes han sido generalmente positivos, pero persisten incertidumbres y riesgos que pueden devenir en crisis agudas. Dentro de este contexto en evolución, la OTAN ha jugado un papel esencial en el fortalecimiento de la seguridad Euro-Atlántica desde el final de la Guerra Fría. Su creciente rol político; su mayor comunidad, cooperación y diálogo en las esferas política y militar con terceros Estados, incluyendo Rusia, Ucrania y los países del Diálogo Mediterráneo; su continua apertura al acceso de nuevos miembros; su colaboración con otras organizaciones internacionales; su compromiso, ejemplificado en los Balcanes, en la prevención y la gestión de crisis, incluso mediante la realización de operaciones de mantenimiento de la paz, todo ello refleja su determinación por determinar su ambiente de seguridad y por reforzar la paz y la estabilidad del área Euro-Atlántica.

 

13.Paralelamento, la OTAN ha logrado incrementar exitosamente su habilidad para contribuir a la paz y a la estabilidad Euro-Atlánticas. La reforma interna ha incluido una nueva estructura de comando, en la que se destacan el concepto de Fuerza de Tarea Conjunta Combinada (CJTF1 ), la creación de acuerdos que permitan el rápido despliegue de fuerzas que a su vez permitan llevar a cabo toda la gama de misiones asignadas a la Alianza, y la construcción de la Identidad de Defensa y Seguridad Europea (ESDI) dentro de la Alianza.

 

14.Las Naciones Unidas (UN), la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), la Unión Europea (EU), y la Unión Europea Occidental (WEU) han hecho diferentes contribuciones a la seguridad y la estabilidad Euro-Atlánticas. El mutuo reforzamiento de las organizaciones se ha vuelto un rasgo central del ambiente de seguridad.

 

15.El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tiene la responsabilidad principal de mantener la paz y la seguridad internacionales y, como tal, juega un papel crucial en el fomento de la seguridad y de la estabilidad de la región Euro-Atlántica.

 

16.La OSCE, en el plano regional, la organización de seguridad más amplia de Europa, que también incluye a Canadá y a los Estados Unidos, y juega un papel esencial promoviendo paz y estabilidad, reforzando la seguridad cooperativa, y promoviendo la democracia y los derechos humanos en Europa. La OSCE es particularmente activa en los campos de la diplomacia preventiva, la prevención de conflictos, la gestión de crisis, y de la rehabilitación posterior al conflicto. La OTAN y la OSCE han desarrollado una estrecha cooperación práctica, especialmente respecto del esfuerzo internacional por llevar paz a la ex Yugoslavia

 

17.La Unión Europea ha tomado importantes decisiones y ha dado nuevos ímpetus a sus esfuerzos por fortalecer su dimensión de seguridad y defensa. Este proceso tendrá implicancias para toda la Alianza, y todos los Aliados europeos deben ser involucrados en él, basándose en los acuerdos desarrollados por la OTAN y la UEO. El desarrollo de una Política Exterior y de Seguridad Común (CFSP) incluye el progresivo armado de una política de defensa común. Esta política, como requiere el Tratado de Amsterdam, sería compatible con la Política Exterior y de Seguridad Común establecida en el marco del Tratado de Washington. Importantes pasos se han dado en este contexto, incorporando en el Tratado de la Unión Europea las Misiones de Petersberg de la UEO y desarrollando relaciones institucionales más estrechas con la UEO.

 

18.Como se dispuso en la Declaración de la Cumbre de 1994 y se reafirmó en Berlín en 1996, la Alianza apoya el desarrollo de la Identidad Europea de Seguridad y Defensa dentro de la Alianza, poniendo a su disposición sus recursos y capacidades para ser utilizadas en operaciones comandadas por la UEO. A este fin, la Alianza y la UEO han desarrollado una relación estrecha y han puesto en su lugar los elementos fundamentales de la ESDI según lo convenido en Berlín. Para reforzar la paz y la estabilidad en Europa y fuera del continente, los Aliados europeos están fortaleciendo su capacidad de acción, incluyendo el incremento de sus capacidades militares. El aumento de las responsabilidades y de las capacidades de los Aliados europeos con respecto a la seguridad y la defensa mejoran el ambiente de seguridad de la Alianza.

 

19.La estabilidad, transparencia, previsibilidad, menores niveles de armamentos, y la comprobación que pueden proporcionar los acuerdos de control y de no proliferación de armas apuntalan los esfuerzos políticos y militares de la OTAN por lograr sus objetivos estratégicos. Los Aliados han desempeñado un papel principal en los significantes logros alcanzados en este campo. Éstos incluyen una mayor estabilidad producida por el Tratado sobre Fuerzas Convencionales en Europa(CFE), las profundas reducciones de armamento nuclear previstas por los tratados START; la firma del Tratado sobre Prohibición de Pruebas Generales2 , la extensión indefinida e incondicional del Tratado de No Proliferación Nuclear, su adopción por Bielorrusia, Kazajstan, y Ucrania como Estados no poseedores de armamento nuclear, y la entrada en vigor de la Convención sobre Armas Químicas. La Convención de Ottawa para prohibir las minas terrestres antipersonal y acuerdos similares conmstituyen una importante contribución para aliviar el sufrimiento humano. Hay perspectivas positivas de lograr de mayores progresos en el control de armas en materia de armamento convencional y respecto de armas nucleares, químicas y biológicas (NQB).

 

Desafíos y riesgos a la seguridad

 

20.No obstante los positivos desarrollos en el ambiente estratégico y el hecho de que una agresión convencional a gran escala contra la Alianza es muy improbable, la posibilidad de la aparición de una amenaza semejante existe a largo plazo. La seguridad de la Alianza permanece sujeta a una amplia variedad de riesgos militares y no militares multidireccionales, a menudo difíciles de predecir. Estos riesgos incluyen la incertidumbre y la inestabilidad dentro del área Euro-Atlántica y en sus alrededores y la posibilidad de crisis regionales en la periferia de la Alianza, que podrían evolucionar rápidamente. Algunos países dentro y alrededor de la región Euro-Atlántica enfrentan serias dificultades económicas, sociales y políticas. Las rivalidades étnicas y religiosas, las disputas territoriales, inadecuados o fallidos esfuerzos de reforma, el abuso de los derechos humanos, y la disolución de Estados pueden llevar a la inestabilidad local e incluso regional. Las tensiones resultantes podrían traer crisis que afecten a la estabilidad Euro-Atlántica, sufrimiento humano, y el estallido de conflictos armados. Tales conflictos podrían afectar la seguridad de la Alianza extendiéndose a países vecinos, incluso entre los países de la OTAN, o de alguna otra forma, y también podrían afectar la seguridad de otros Estados.

 

21.La existencia de poderosas fuerzas nucleares fuera de la Alianza también constituye un factor de significación que la Alianza debe tener en cuenta si se busca mantener la seguridad y la estabilidad del área Euro-Atlántica.

 

22.La proliferación de armas de NQB y de sus medios de lanzamiento siguen siendo materia de seria preocupación. A pesar del bienvenido progreso en el fortalecimiento de los regímenes internacionales de no proliferación, los mayores desafíos respecto a la proliferación subsisten. La Alianza reconoce que esa proliferación puede ocurrir a pesar de los esfuerzos por prevenirla y puede significar una amenaza militar directa a las poblaciones, territorios y fuerzas de los Aliados. Algunos Estados, incluyendo los que están en la periferia de la OTAN y en otras regiones, venden o adquieren, o intentan adquirir, armas NQB y sus medios de lanzamiento. Los productos básicos y la tecnología que podrían usarse para construir estas armas de destrucción masiva y sus medios de lanzamiento están haciéndose más comunes, mientras que el descubrimiento y la prevención del comercio ilícito de estos materiales y del conocimiento técnico que requieren continúan siendo difíciles. Actores diferentes del Estado han mostrado el potencial de crear y usar algunas de estas armas.

 

23.La difusión global de la tecnología que puede ser usada en la producción de armas, puede resultar en una ampliación de disponibilidad de capacidades militares sofisticadas, permitiendo a los adversarios adquirir sistemas ofensivos y defensivos de aire, tierra y mar altamente efectivos, misiles de crucero, y otras armas de avanzada. Además, los adversarios, sean Estados o no, pueden intentar aprovecharse de la creciente dependencia de la Alianza de los sistemas de información, mediante operaciones de información diseñadas para producir fallas en tales sistemas. Podrían intentar utilizar estrategias de este tipo para contrarrestar la superioridad de la OTAN en el armamento tradicional.

 

24.Todo ataque armado sobre el territorio de los Aliados, desde cualquier dirección, estaría contemplado por los Artículos 5 y 6 del Tratado de Washington. Sin embargo, la seguridad de la Alianza también debe tomar cuenta del contexto global. Los intereses de seguridad de Alianza pueden ser afectados por otros riesgos de naturaleza más amplia, incluso por actos de terrorismo, sabotaje, por el crimen organizado y por la interrupción del flujo de recursos vitales. El movimiento incontrolado de grandes números de personas, particularmente como consecuencia de conflictos armados, también puede crear problemas para la seguridad y la estabilidad, afectando a la Alianza. Existen acuerdos dentro de la Alianza para la realización de consultas entre los Aliados, conforme lo dispone el Artículo 4 del Tratado de Washington y, cuando fuere apropiado, la coordinación de sus esfuerzos incluye la de sus respuestas a este tipo de riesgos.

 

Parte III - Una aproximación a la seguridad en el Siglo 21

 

25.La Alianza está comprometida con una aproximación amplia respecto de la seguridad, que reconoce la importancia de factores políticos, económicos, sociales y ambientales además de la indispensable dimensión de la defensa. Este acercamiento amplio conforma la base para que la Alianza cumpla sus tareas de seguridad fundamentales en forma eficaz, y para la realización de crecientes esfuerzos por desarrollar una cooperación eficaz con otras organizaciones europeas y Euro-atlánticas, así como con las Naciones Unidas. Nuestro objetivo colectivo es construir una estructura de seguridad europea en que la contribución de la Alianza a la seguridad y estabilidad del área Euro-Atlántica y la contribución de estas otras organizaciones internacionales sea complementaria y se refuercen mutuamente, tanto en la profundización de las relaciones entre los países Euro-Atlánticos como en la gestión de crisis. La OTAN sigue siendo el foro esencial de consulta entre los Aliados y el foro para acordar políticas que afecten a los compromisos de seguridad y defensa asumidos por sus miembros en virtud del Tratado de Washington.

 

26.La Alianza busca conservar la paz y reforzar la seguridad y la estabilidad Euro-Atlánticas mediante: la preservación del vínculo transatlántico; el mantenimiento de capacidades militares eficaces suficiente para la disuasión y la defensa y para la ejecución de toda la gama de sus misiones; el desarrollo de la Identidad Europea de Seguridad y Defensa dentro de la Alianza; una capacidad general para manejar crisis con éxito; su continua apertura a nuevos miembros; y la continua búsqueda de comunidad, cooperación y diálogo con otras naciones como parte de su acercamiento cooperativo a la seguridad Euro-atlántica, incluso en los campos de control de armas y desarme.

 

El vínculo transatlántico

 

27.La OTAN se compromete a una sociedad fuerte y dinámica entre Europa y América del Norte en apoyo de valores e intereses compartidos. La seguridad de Europa y la de América del Norte son indivisibles. Así, el compromiso de la Alianza como vínculo transatlántico indispensable y a la defensa colectiva de sus miembros es fundamental para su credibilidad y para la seguridad y la estabilidad en la región Euro-Atlántica.

Mantenimiento de las capacidades militares de la Alianza

 

28.El mantenimiento de una capacidad militar adecuada y una buena preparación para actuar colectivamente en la defensa común siguen siendo objetivos centrales de seguridad de la Alianza. Tal capacidad, junto con la solidaridad política, constituyen el núcleo de la habilidad de la Alianza para impedir cualquier intento de coerción o intimidación, y garantizar que la agresión militar dirigida contra la Alianza nunca pueda percibirse como una opción con alguna perspectiva de éxito.

 

29.Las capacidades militares eficaces según un panorama completo de circunstancias previsibles, también están en la base de la habilidad de la Alianza para contribuir a prevenir conflictos y manejar situaciones de crisis a través de operaciones de respuesta frente a crisis no encuadradas en el artículo 5. Estas misiones suelen imponer exigencias muy altas y asignar gran importancia a cualidades tanto políticas como militares, como la cohesión, el entrenamiento multinacional, y la exhaustiva planificación previa, que serían esenciales ante la situación contemplada por el Artículo 5. De acuerdo con ello, si bien pueden plantear requerimientos especiales, se llevarán a cabo a través de un conjunto de estructuras y procedimientos comunes de la Alianza.

 

La identidad europea de seguridad y defensa

 

30.La Alianza, que es el fundamento de la defensa colectiva de sus miembros a través de la cual se perseguirán los objetivos de seguridad comunes dondequiera que sea posible, mantiene su compromiso con una comunidad transatlántica equilibrada y dinámica. Los Aliados europeos han tomado decisiones que les permiten asumir mayores responsabilidades en los campos de la seguridad y la defensa, con el fin de reforzar la paz y la estabilidad de la región Euro-Atlántica y, así, la seguridad de todos los Aliados. En base a decisiones tomadas por la Alianza, en Berlín en 1996 y subsecuentemente, la Identidad Europea de Seguridad y Defensa continuará siendo desarrollada dentro de OTAN. Este proceso requerirá una estrecha cooperación entre la OTAN, la UEO y, cuando corresponda y sea apropiado, la Unión Europea. Esto permitirá a todos los Aliados europeos hacer una contribución más coherente y efectiva a las misiones y actividades de la Alianza como expresión de nuestras responsabilidades compartidas; reforzará la comunidad transatlántica; y ayudará a los Aliados europeos a actuar por sí mismos según sea requerido por disposición de la Alianza, en base a un análisis caso por caso y por consenso, para poner sus recursos y capacidades a disposición de las operaciones en que la Alianza no asuma un compromiso militar, bajo el mando político y la dirección estratégica de la UEO o de otra forma en que sea convenido, teniendo en cuenta la plena participación de todos los Aliados europeos si ellos así lo decidieran.

La prevención de conflictos y la gestión de crisis

31.En persecución de su política de preservación de la paz, prevención de la guerra, y reforzamiento de la seguridad y de la estabilidad, y conforme lo establecido en las tareas fundamentales de seguridad, la OTAN buscará, en cooperación con otras organizaciones, prevenir conflictos o, si una crisis surge, contribuir a su gestión eficaz, acorde con la ley internacional, incluso mediante la posibilidad de dirigir operaciones de respuesta a crisis no encuadradas en el Artículo 5. La preparación de la Alianza para llevar a cabo tales operaciones apoya el más amplio objetivo de reforzar y extender la estabilidad, y a menudo involucra la participación de socios de la OTAN. La OTAN renueva su oferta, hecha en Bruselas en 1994, de apoyar sobre la base de un análisis para cada caso en particular y de conformidad con sus propios procedimientos, las operaciones de mantenimiento de la paz y otras operaciones ejecutadas bajo la autoridad del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas o bajo la responsabilidad de la OSCE, incluso mediante el aporte de recursos y conocimientos propios. En este contexto la OTAN renueva sus decisiones subsecuentes con respecto a la operación de respuesta frente a crisis ejecutada en los Balcanes. Teniendo en cuenta las necesidades de solidaridad y cohesión de la Alianza, la participación en tales operaciones o misiones permanecerá sujeta a las decisiones de los Estados miembros, de conformidad con sus respectivas Constituciones Nacionales.

32.La OTAN hará pleno uso de la comunidad, cooperación y diálogo y de sus vínculos con otras organizaciones para contribuir a prevenir crisis y, si una crisis surge, para desactivarla en una fase temprana. Un acercamiento coherente al manejo de crisis, así como cualquier uso de la fuerza por parte de la Alianza, exigirá a las autoridades políticas de la Alianza escoger y coordinar las respuestas apropiadas de entre un abanico de medidas tanto políticas como militares, y ejercer un estrecho control político en todas las fases.

 

Comunidad, cooperación y diálogo

 

33.A través de su activa búsqueda de la comunidad, la cooperación y el diálogo, la Alianza es una fuerza positiva en la promoción de la seguridad y de la estabilidad a lo largo de la región Euro-Atlántica. Al extender su alcance y mantener una actitud de franqueza, la Alianza busca preservar la paz, apoyar y promover la democracia, contribuir a la prosperidad y el progreso, y adoptar una comunidad genuina con y entre todos los países Euro-Atlánticos democráticos. Esto apunta al mejoramiento de la seguridad de todos, sin excluir a nadie, y ayuda a superar las divisiones y discordancias que podrían llevar a la inestabilidad y el conflicto.

34.El Consejo de la Asociación Euro-Atlántica (EAPC) seguirá siendo el marco de encuentro para todos los aspectos que hacen a la cooperación de la OTAN con sus socios. Ofrece una dimensión política amplia tanto para la realización de consultas como para la cooperación. Las consultas en el EAPC resultan en un aumento de la transparencia y la confianza entre sus miembros en cuestiones de seguridad, contribuyen a la prevención de conflictos y a la gestión de crisis, y promueven actividades de cooperación práctica, incluyendo la proyección de planes para emergencias civiles, y asuntos científicos y ambientales.

 

35.La Asociación para la Paz es el mecanismo principal para forjar lazos de seguridad prácticos entre la Alianza y sus socios, y para reforzar la interoperabilidad entre los socios y la OTAN. A través de programas detallados que reflejan las capacidades e intereses de los socios en particular, Aliados y socios trabajan con el objetivo de lograr transparencia en el desarrollo de los planes y en la confección del presupuesto de defensa nacional; el control democrático de fuerzas de defensa; la preparación para enfrentar desastres civiles y otras emergencias; y el desarrollo de la capacidad para trabajar en conjunto, incluso en operaciones de la Asociación para la Paz conducidas por la OTAN. La Alianza se compromete a aumentar el papel que los socios desempeñan en la toma de decisiones y en el desarrollo de planes de la Asociación para la Paz, haciéndola más operacional. La OTAN habrá de emprender consultas con cualquier participante activo en la Asociación, si ese socio percibe una amenaza directa a su integridad territorial, independencia política, o seguridad.

 

36.Rusia juega un papel único en la seguridad Euro-Atlántica. Dentro del marco del Acta Fundamental suscripta por la OTAN y Rusia sobre Relaciones Mutuas, Cooperación y Seguridad, la OTAN y Rusia se han comprometido a desarrollar sus relaciones sobre la base del interés común, la reciprocidad y la transparencia con el fin de lograr una paz duradera y global en la región Euro-Atlántica, basada en los principios de democracia y seguridad cooperativa. La OTAN y Rusia han estado de acuerdo en materializar su compromiso común de construir una Europa estable, pacífica y sin divisiones. Una Asociación fuerte, estable y duradera entre la OTAN y la Rusia es esencial para lograr una estabilidad perdurable en la región Euro-Atlántica.

 

37.Ucrania ocupa un lugar especial en el ambiente de seguridad Euro-Atlántico y es un socio importante y valioso en la promoción de la estabilidad y los valores democráticos comunes. La OTAN se compromete a fortalecer aún más su especial sociedad con Ucrania sobre la base de la Carta suscripta entre la OTAN y Ucrania, que prevé consultas políticas sobre los asuntos de interés común y un amplio campo de actividades de cooperación práctica. La Alianza continúa apoyando la soberanía, independencia, integridad territorial, desarrollo democrático y prosperidad económica de Ucrania, y su condición de Estado no poseedor de armamento nuclear como factores claves de estabilidad y seguridad en Europa Central y Oriental, y en Europa en su conjunto.

 

38.El Mediterráneo es una área de especial interés para la Alianza. La seguridad en Europa se une estrechamente a la seguridad y estabilidad en el Mediterráneo. El proceso de Diálogo Mediterráneo de la OTAN es parte integral del acercamiento cooperativo a la seguridad de la OTAN. Dicho diálogo provee de un marco para la consolidación de la confianza, promueve la transparencia y la cooperación en la región, y refuerza y es reforzado por otros esfuerzos internacionales. La Alianza se compromete a desarrollar progresivamente los aspectos políticos, civiles, y militares del Diálogo con el propósito de lograr una cooperación más estrecha con los países socios en este Diálogo, y su participación más activa.

 

La ampliación

 

39.La Alianza permanece abierta a incorporar nuevos miembros según lo dispuesto por el Artículo 10 del Tratado de Washington. Espera extender nuevas invitaciones en los próximos años a naciones que estén dispuestas y sean capaces de asumir las responsabilidades y obligaciones de la membresía, y cuando la OTAN determine que la inclusión de estas naciones serviría a los intereses políticos y estratégicos globales de la Alianza, fortalecería su efectividad y cohesión, y reforzaría la seguridad y estabilidad europeas globales. Con este fin, la OTAN ha establecido un programa de actividades para ayudar a los países candidatos en su preparación para su posible futura incorporación, en el contexto su mayor relacionamiento con ellos. Ningún país democrático europeo cuya admisión cumpliría los objetivos del Tratado será excluido de consideración.

 

Control de armas, desarme, y no proliferación

 

40.La política de la Alianza de apoyo al control de armas, desarme, y no proliferación continuará jugando un papel mayor en el logro de los objetivos de seguridad de la Alianza. Los Aliados buscan reforzar la seguridad y la estabilidad con el menor nivel posible de fuerzas compatible con la aptitud de la Alianza de mantener la defensa colectiva y cumplir la toda la gama de sus misiones. La Alianza continuará asegurando que - como una parte importante de su amplio acercamiento a la seguridad - los objetivos de defensa y control de armas, desarme, y no proliferación se mantengan en armonía. La Alianza continuará contribuyendo activamente al desarrollo de acuerdos sobre control de armas, desarme, y no proliferación, así como a la realización de medidas de consolidación de la confianza y la seguridad. Los Aliados asumen con seriedad su papel distintivo en la promoción de un proceso internacional de control de armas y de desarme más abierto, abarcativo y verificable. La Alianza reforzará sus esfuerzos políticos para reducir los peligros que surgen de la proliferación de armas de destrucción masiva y sus medios de lanzamiento. La principal meta de la no proliferación de la Alianza y sus miembros es impedir que la proliferación ocurra o, si ésta ocurre, revertirla a través de medios diplomáticos. La Alianza asigna gran importancia a la constante vigencia y a la completa implemetación por todas las partes del Tratado de CFE como un elemento esencial para asegurar la estabilidad en la región Euro-Atlántica.

 

Parte IV - Lineamientos para las Fuerzas de la Alianza

 

Principios de Estrategia de la Alianza

 

41.La Alianza mantendrá las capacidades militares necesarias para llevar a cabo la totalidad de la gama de las misiones de la OTAN. Los principios de unidad estratégica y de solidaridad Aliada siguen siendo de importancia para las misiones de la Alianza. Las fuerzas de la Alianza deben proteger la efectividad militar de la OTAN y su libertad de acción. La seguridad de todos los Aliados es indivisible: un ataque sobre uno de ellos es un ataque sobre todos. Con respecto a la defensa colectiva conforme al Artículo 5 del Tratado de Washington, las fuerzas militares combinadas de la Alianza deben ser capaces de disuadir de cualquier agresión potencial en su contra, de detener el avance de un agresor tan pronto como sea posible, si un ataque llega a ocurrir, y de asegurar la independencia política y la integridad territorial de sus Estados miembros. Ellos también deben prepararse para contribuir a la prevención de conflictos y realizar operaciones de respuesta de crisis que no estén previstas en el Artículo 5. Las fuerzas de la Alianza tienen roles esenciales en el fomento de la cooperación y el entendimiento con los socios de la OTAN y con otros Estados, particularmente en ayudar a los socios a prepararse para su participación potencial en las operaciones de la Asociación para la Paz conducidas por la OTAN. Por lo tanto contribuyen a la preservación de paz, a salvaguardar los intereses de seguridad comunes de los miembros de la Alianza, y al mantenimiento de la seguridad y de la estabilidad de la región Euro-Atlántica. Disuadiendo del uso de armas NQB, contribuyen a los esfuerzos de la Alianza dirigidos a prevenir la proliferación de estas armas y sus medios de lanzamiento.

 

42.El logro de los objetivos de la Alianza depende críticamente del equitativo reparto de las tareas, riesgos y responsabilidades, así como de los beneficios de la defensa común. La presencia de las fuerzas convencionales y nucleares de los Estados Unidos en Europa continúa siendo vital para la seguridad de Europa, que está inseparablemente ligada a la de Norteamérica. Los Aliados norteamericanos contribuyen a la Alianza aportando fuerzas militares para sus misiones, a través de su amplia contribución a la paz y a la seguridad internacionales, y a través de la provisión de instalaciones para el adiestramiento únicas, ubicadas en el continente norteamericano. Los Aliados europeos también hacen importantes y sustanciales contribuciones. A medida que el proceso de desarrollo de la ESDI dentro de la Alianza progresa, los Aliados europeos aumentarán aún más su contribución a la defensa común y a la paz y la estabilidad internacionales, incluso a través de formaciones multinacionales.

 

43.El principio de esfuerzo colectivo en la defensa de la Alianza es incluido en acuerdos prácticos que permiten a los Aliados disfrutar las ventajas políticas, militares y de recursos derivadas de la defensa colectiva, y previenen la renacionalización de las políticas de defensa, sin privar a los Aliados de su soberanía. Estos acuerdos también permiten a las fuerzas de la OTAN llevar a cabo las operaciones de respuesta ante crisis no contempladas en el Artículo 5, y constituyen un requisito previo para una respuesta coherente de la Alianza ante cualquier posible contingencia. Están basados en procedimientos de consulta, una estructura militar integrada, y en acuerdos del cooperación. Los rasgos claves incluyen el desarrollo colectivo de planes de uso de la fuerza; financiamiento comun; la planificación operacional común; las formaciones multinacionales, acuerdos de jefaturas y comando; un sistema de defensa aéreo integrado; un equilibrio de funciones y responsabilidades entre los Aliados; el estacionando y despliegue de fuerzas en el extranjero cuando fuese necesario; los acuerdos para el refuerzo y manejo de crisis, incluyendo el desarrollo de planes; normas y procedimientos comunes para los equipos, de entrenamiento y logística; doctrinas y ejercicios conjuntos y combinados cuando fuere apropiado; y la cooperación en infraestructura, armamentos y logística. La inclusión de socios de la OTAN en tales acuerdos o el desarrollo de acuerdos similares para ellos, en áreas apropiadas, también es esencial para mejorar la cooperación y los esfuerzos comunes en materia de seguridad Euro-Atlántica.

 

44.El financiamiento multinacional, incluso a través del Presupuesto Militar y del Programa de Inversión en Seguridad de la OTAN, continuarán jugando un papel importante en la adquisición y el mantenimiento de los medios y capacidades necesarios. El gerenciamiento de los recursos debería estar regido por la evolución de los requisitos militares de la Alianza.

 

45.La Alianza apoya el amplio desarrollo de la ESDI dentro de la Alianza, en la que se incluye el hecho de estar preparados para aportar medios y capacidades a las operaciones bajo el control político y la dirección estratégica de la UEO o de otra institución que se acordase.

 

46.Para proteger la paz y para prevenir la guerra o cualquier clase de coerción, la Alianza mantendrá en previsión de futuro, una combinación apropiada de fuerzas nucleares y convencionales con base en Europa, que será actualizada cuando sea necesario, aunque al nivel mínimo suficiente. Teniendo en cuenta la diversidad de riesgos con que la Alianza podría enfrentarse, debe mantener las fuerzas necesarias para asegurar una disuasión creíble y proporcionar una amplia gama de opciones de respuesta convencionales. Pero las fuerzas convencionales de la Alianza no pueden asegurar por sí solas una disuasión creíble. Las armas nucleares hacen una contribución única, haciendo incalculable e inaceptable el riesgo de una agresión contra la Alianza. Por consiguiente, siguen siendo esenciales para preservar la paz.

 

Disposición de las Fuerzas de la Alianza

 

Misiones de las Fuerzas Militares de la Alianza

 

47.El papel primordial de las fuerzas militares de la Alianza es el de proteger la paz y garantizar la integridad territorial, la independencia política y la seguridad de sus Estados miembros. Las fuerzas de la Alianza deben, por consiguiente, ser capaces de una disuasión y una defensa eficaz, de mantener o restaurar la integridad territorial de las naciones Aliadas y - en caso de conflicto - terminar la guerra rápidamente haciendo al agresor reconsiderar su decisión, cesar en su ataque y replegarse. Las fuerzas de la OTAN deben mantener su habilidad de asegurar la defensa colectiva aún cuando estén conduciendo efectivas operaciones de respuesta a crisis no contempladas en el Artículo 5.

 

48.El mantenimiento de la seguridad y de la estabilidad de la región Euro-Atlántica es de importancia fundamental. Un objetivo importante de la Alianza y sus fuerzas es mantener los riesgos a distancia, abordando las potenciales crisis en una fase temprana. En caso de crisis que pongan en riesgo la estabilidad Euro-Atlántica y puedan afectar la seguridad de miembros de la Alianza, las fuerzas militares de la Alianza pueden ser convocadas para que conduzcan operaciones de respuesta a crisis. También pueden convocarse para contribuir a la preservación de la paz y la seguridad internacionales mediante la conducción de operaciones en apoyo de otras organizaciones internacionales, complementando y reforzando las medidas políticas dentro de un amplio acercamiento a la seguridad.

 

49.Al contribuir a la dirección de crisis a través de operaciones militares, las fuerzas de la Alianza tendrán que enfrentar una compleja y diversa serie de actores, riesgos, situaciones y demandas, incluyendo las emergencias humanitarias. Algunas operaciones de respuesta a crisis no contempladas en el Artículo 5 podrían ser tan exigentes como algunas misiones de defensa colectiva. Fuerzas bien adiestradas y bien equipadas, en niveles adecuados de alerta y en un número suficiente para hacer frente a cualquier contingencia, así como las estructuras de apoyo, las herramientas de desarrollo de planes y las capacidades de mando y control adecuadas son esenciales para proporcionar contribuciones militares eficaces. La Alianza también debe prepararse para apoyar, en base a capacidades separables pero no separadas, operaciones bajo el control político y la dirección estratégica de la UEO o de otra institución que se acordase. La participación potencial de socios y otras naciones extra - OTAN en operaciones dirigidas por la OTAN así como posibles operaciones con Rusia serían valiosos elementos adicionales de la contribución de la OTAN al manejo de crisis que afecten la seguridad Euro-Atlántica.

 

50.Las fuerzas militares de la Alianza también contribuyen a promover la estabilidad a lo largo de la región Euro-atlántica mediante su participación en los contactos entre ejércitos y en otras actividades y ejercicios de cooperación bajo el marco de la Asociación para la Paz, así también como aquellos organizados para ahondar las relaciones de la OTAN con Rusia, Ucrania y los países del Diálogo Mediterráneos. Contribuyen a la estabilidad y al entendimiento participando en actividades para la consolidación de la confianza, incluyendo aquéllas que refuerzan la transparencia y mejoran la comunicación; así como en la verificación de acuerdos de control de armas y en el desminado con fines humanitarios. Las áreas clave de consulta y cooperación podrían incluir, inter alia: adiestramiento y ejercicios, interoperabilidad, relaciones entre civiles y militares, concepto y desarrollo de doctrinas, el desarrollo de planes de defensa, la gestión de crisis, asuntos relativos a la proliferación, cooperación en materia de armamentos y participación en el desarrollo de planes operacionales y en operaciones.

 

Pautas para el Posicionamiento de las Fuerzas de la Alianza

 

51.Para instrumentar las tareas de seguridad fundamentales de la Alianza y sus principios estratégico, las fuerzas de la Alianza deben continuar adaptándose para satisfacer los requerimientos propios de toda la gama de las misiones de la Alianza de forma eficaz y para responder a futuros desafíos. El posicionamiento de las fuerzas Aliadas, que se basa en los puntos fuertes de las diferentes estructuras nacionales de defensa, conformará a las pautas desarrolladas en los párrafos siguientes.

52.El tamaño, alerta, disponibilidad y despliegue de las fuerzas militares de la Alianza reflejarán su compromiso con la defensa colectiva y con la conducción de las operaciones de respuesta a crisis, a veces con poco tiempo de aviso previo, distantes de sus bases de estacionamiento, incluso el más allá el territorio de los Aliados. Las características de las fuerzas de la Alianza también reflejarán las provisiones de los acuerdos perinentes sobre control de armas. Las fuerzas de la Alianza deben ser adecuadas en cantidad y capacidad para disuadir y oponerse a una agresión contra cualquier Aliado. Deben ser interoperables y tener las doctrinas y tecnologías adecuadas. Deben mantenerse en los niveles de alerta y capacidad de despliegue requeridos, y ser capaces de lograr el éxito militar en una amplia gama de complejas operaciones comunes y combinadas, que también podrían incluír a socios y a otras naciones extra- OTAN.

 

53.Esto significa en particular:

a.que el tamaño total de las fuerzas de los Aliados se mantendrá en los niveles más bajos consistente con los requisitos de la defensa colectiva y de otras misiones de la Alianza; se las mantendrá con un alistamiento adecuado y graduado;

 

b.que la distribución geográfica de las fuerzas en período de paz asegurará una presencia militar suficiente a lo largo del territorio de la Alianza, incluido el estacionamiento y despliegue de fuerzas fuera del territorio y aguas propios, y el despliegue de fuerzas avanzadas cuando y donde necesario. Consideraciones regionales y, en particular, geostrategicas dentro de la Alianza deberán ser tenidas en cuenta, ya que las inestabilidades en la periferia de la OTAN podría llevar a crisis o conflictos que requieran de la respuesta militar de la Alianza, potencialmente con poco tiempos de aviso previo,

 

c. que la estructura de comando de la OTAN será capaz de emprender la dirección y el control de toda la gama de misiones militares de la Alianza, incluso mediante la utilización de comandos desplegables combinados y conjuntos, en particular del cuartel central de Comando de Fuerzas de Tareas Conjuntas, comandar o controlar fuerzas multinacional y las integradas por diversas fuerzas. También podría apoyar las operaciones bajo el control político y la dirección estratégica de la UEO o de otra organización que se acordase, contribuyendo de esta manera al desarrollo de la ESDI dentro de la Alianza, y dirigir operaciones de respuesta a crisis lideradas por la OTAN, no contempladas en el Artículo 5, en que podrían participar socios y otros países;

 

d.que, en general, la Alianza requerirá, en el corto y largo plazo y para el completo cumplimiento de sus misiones, de capacidades operativas esenciales tales como una capacidad de compromiso eficaz; capacidades de despliegue y movilidad; de resistencia de fuerzas e infraestructura; y la de sostenimiento, incorporando la rotación de logística y fuerzas. Con el fin de desarrollar estas capacidades a su máximo potencial para las operaciones multinacionales, será fundamental la interoperabilidad, incluso la de factores humanos, el uso de apropiada tecnología de avanzada, el mantenimiento de la superioridad de información en las operaciones militares, y personal altamente calificado con un amplio espectro de habilidades. Capacidades suficientes en las áreas de comando, control y comunicaciones, así como en inteligencia y vigilancia, servirán como necesarios multiplicadores de fuerza;

e.que en cualquier momento una proporción limitada, pero militarmente significante, de fuerzas de tierra, aire y mar podrán reaccionar tan rápidamente como sea requerido, ante una amplia gama de eventualidades, incluyendo un ataque sobre cualquier Aliado con poco aviso previo. Un mayor número de elementos de las fuerzas estarán disponibles en los niveles apropiados de alerta para sostener operaciones prolongadas, tanto dentro como fuera del territorio de la Alianza, incluso mediante la rotación de las fuerzas desplegadas. En conjunto estas fuerzas deberán tener calidad, cantidad y alistamiento suficientes para contribuir a la disuasión y como defensa contra ataques limitados sobre la Alianza;

 

f.que la Alianza debe poder organizar mayores fuerzas, tanto en respuesta a cualquier cambio fundamental en el ambiente de seguridad como para requerimientos limitados, mediante refuerzos, movilización de reservas o la reorganización de fuerzas cuando fuera necesario. Esta habilidad estar a la altura de las potenciales amenazas a la seguridad de la Alianza, incluyendo sus potenciales desarrollos a largo plazo. Debe tener en cuenta la posibilidad de mejoras sustanciales en el alerta y las capacidades de las fuerzas militares ubicadas en la periferia de la Alianza. Las capacidades para el refuerzo y el abastecimiento oportunos dentro y desde Europa y América del Norte, seguirán siendo de importancia crítica, con una necesidad resultante de un mayor grado de capacidad de despliegue, movilidad y flexibilidad,

 

g.que los apropiados procedimientos y estructura de fuerzas, incluyendo aquéllos que proporcionan la capacidad de organizar, desplegar y retirar rápida y selectivamente a las tropas, son necesarios para permitir respuestas precisas, flexibles y oportunas dirigidas a reducir y desactivar tensiones. Este proceder debe ejercitarse regularmente en tiempo de paz;

 

h.que la postura de defensa de la Alianza debe tener la capacidad de enfrentar de manera apropiada y efectiva los riesgos asociados con la proliferación de armas NQB y sus medios de lanzamiento, que también proponen una potencial amenaza a las poblaciones, territorios y fuerzas de los Aliados. Una combinación equilibrada de fuerzas, capacidad de respuesta y defensas fortalecidas es necesaria;

 

i.que las fuerzas y la infraestructura de la Alianza deben ser protegidas contra ataques terroristas.

Características de las Fuerzas Convencionales

54.Es esencial que las fuerzas del ejército de los Aliados tengan una habilidad creíble para cumplir con toda la gama de misiones de la Alianza. Este requisito tiene implicancias para la estructura de las fuerzas, el nivel de tropas y equipamiento; la alerta, disponibilidad, y capacidad de sostenimiento; el adiestramiento y ejercitación; las opciones de despliegue y empleo; y las capacidades de movilización y organización de las fuerzas. El objetivo debe ser lograr un equilibrio óptimo entre fuerzas de alerta rápida con capacidad de iniciar tan rápida e inmediatamente como sea necesario la defensa colectiva o las operaciones de respuesta a crisis no contempladas en el artículo 5; fuerzas a diferentes niveles de alerta decreciente que constituyan el grueso de las requeridas para la defensa colectiva, para la rotación de fuerzas destinadas al sostenimiento de operaciones de respuesta a crisis, o para un mayor refuerzo de una región particular; y una capacidad de incremento y refuerzo a mayor plazo para el peor escenario -aunque muy remoto-de operaciones de gran escala para la defensa colectiva. Una proporción sustancial de fuerzas de la Alianza será capaz de representar más de uno de estos papeles.

55. Las fuerzas de la Alianza se estructurarán de tal manera que reflejen la naturaleza multinacional y conjunta de las misiones de la Alianza. Entre las tareas esenciales cabe mencionar: el control, protección y defensa del territorio; asegurando el uso sin impedimentos de las líneas de comunicación por mar, aire, y tierra; el control del mar y la protección del despliegue disuasivo del elemento marino de la Alianza; la dirección de operaciones aéreas independientes y combinadas; el aseguramiento de un espacio aéreo seguro y de una defensa aérea extendida eficaz; la realización de tareas de vigilancia, inteligencia, reconocimiento y guerra electrónica; el transporte estratégico; y la provisión de instalaciones de mando y control eficaces y flexibles, incluyendo el despliegue de comandos combinados y de bases centrales conjuntas

56.La postura de la defensa de la Alianza contra los riesgos y las amenazas potenciales de la proliferación de armamento NQB y sus medios de envío debe seguir siendo mejorada, incluso mediante el trabajo sobre las defensas anti misilísticas. Como las fuerzas de la OTAN puede ser llamadas para operar más allá de las fronteras de la OTAN, las capacidades para hacer frente a los riesgos de la proliferación deben ser flexibles, móviles, rápidamente desplegables y sostenibles. Las doctrinas, planeamiento y políticas de adiestramiento y ejercicios también deben preparar a la Alianza para la disuasión y la defensa contra el uso de armamento NQB. El objetivo de es reducir aún más las vulnerabilidades operativas de las fuerzas militares de la OTAN al tiempo que se mantienen su flexibilidad y efectividad no obstante la presencia, amenaza o uso de armamento NQB.

57.La estrategia de la Alianza no incluye la capacidad de llevar adelante una guerra química o biológica. Los Aliados apoyan la adhesión universal a los regímenes de desarme pertinentes. Pero, aun cuando un más amplio progreso respecto de la prohibición de armamento químico y biológico puede ser logrado, las precauciones defensivas seguirán siendo esenciales.

58.Debido a la reducción de los niveles globales de fuerza y de recursos, la habilidad de trabajar estrechamente juntos seguirá siendo vital para el logro de las misiones de la Alianza. Los acuerdos de defensa colectiva de la Alianza en los cuales, para los interesados, la estructura militar integrada juega un papel fundamental, son esenciales a este respecto. Los diversos aspectos cabos del desarrollo de planes de defensa de la OTAN necesitan ser coordinados eficazmente en todos los niveles para asegurar la preparación de las fuerzas y de estructuras de apoyo para llevar a cabo el espectro completo de sus funciones. Los intercambios de información entre los Aliados sobre sus planes de fuerza contribuyen a afianzar la disponibilidad de las capacidades necesarias para la ejecución de estas funciones. Las consultas en caso de cambios importantes en los planes nacionales de defensa también siguen siendo de importancia fundamental. La cooperación en el desarrollo de nuevos conceptos operativos será esencial para responder a los cambiantes desafíos de una seguridad en evolución. Los detallados acuerdos prácticos que se han elaborado como parte de la ESDI dentro de la Alianza contribuyen a una estrecha cooperación entre los aliados sin una innecesaria duplicación de recursos y capacidades.

 

59.Para ser capaces de responder flexiblemente a las posibles contingencias y para permitir la conducción efectiva de las misiones de la Alianza, la Alianza requiere de capacidades de logística suficientes, incluyendo capacidad de transporte, apoyo médico y provisiones para desplegar y sostener eficazmente todo tipo de fuerzas. Su estandarización alentará la cooperación y a la relación eficacia respecto de los costos en la provisión de apoyo logístico a las fuerzas aliadas. El montaje y sostenimiento de las operaciones fuera del territorio de los Aliados, dónde podría haber poco o ningún apoyo de la nación sede, impondrá desafíos logísticos especiales. La capacidad para organizar fuerzas de mayores dimensiones, adecuadamente equipadas y especializadas, en el momento oportuno y en un nivel capaz para cumplir con toda la gama de misiones de la Alianza, también hará una contribución esencial a la gestión de crisis y a la defensa. Esta incluirá la habilidad para reforzar cualquier región en riesgo y para establecer una presencia multinacional cuando y donde sea necesario. Fuerzas de diversos tipos y en diferentes niveles de alerta serán capaces de un empleo flexible tanto en las operaciones de refuerzo dentro de Europa como transatlántico. Esto requerirá del control de las líneas de comunicación, y de acuerdos apropiados en materia de apoyo y ejercicios.

 

60.La interacción entre las fuerzas de la Alianza y el ambiente civil (tanto gubernamental como no gubernamental) en el que ellas operan, es crucial para el éxito de las operaciones. La cooperación cívico-militar es interdependiente: se piden cada vez más los medios militares para ayudar a las autoridades civiles; al mismo tiempo el apoyo civil a las operaciones militares es importante para la logística, las comunicaciones, el apoyo médico y los asuntos públicos. Por consiguiente, la cooperación entre el ejército de la Alianza y los cuerpos civiles seguirá siendo esencial.

 

61.La habilidad de la Alianza de cumplir toda la gama de sus misiones dependerá, cada vez más, de fuerzas multinacionales que complementen los compromisos nacionales para con la OTAN de los Aliados interesados. Estas fuerzas, que son aplicables a toda la gama de misiones de la Alianza, demuestran la resolución de la Alianza por mantener una defensa colectiva creíble y acrecientan la cohesión de la Alianza; y a su vez refuerzan el vínculo transatlántico y fortalecen la ESDI dentro de la Alianza. Fuerzas multinacionales, particularmente aquellas capaces de desplegarse rápidamente para la defensa colectiva o para las operaciones de respuesta ante crisis no contempladas en el artículo 5, refuerzan la solidaridad. También pueden proporcionar una manera de desplegar formaciones más capaces que las que podrían estar disponible a nivel exclusivamente nacional, ayudando así a hacer más eficiente el uso de los escasos recursos de defensa. Podría incluirse un acercamiento multinacional altamente integrado de tareas y funciones específicas, un acercamiento que destaque la implementación del concepto de CJTF. Para las operaciones de mantenimiento de la paz seran valiosas las formaciones multinacionales eficaces y otros arreglos en que participen los socios. Con el fin de aprovechar completamente el potencial ofrecido por las formaciones multinacionales, es prioritario mejorar la interoperabilidad, inter alia, a través de adiestramiento y ejercicios suficientes.

 

Características de la Fuerzas Nucleares

 

62.El propósito fundamental de las fuerzas nucleares de los Aliados es político: preservar la paz y prevenir la coerción y cualquier clase de guerra. Ellas continuarán cumpliendo un papel esencial asegurando la incertidumbre en la mente de cualquier agresor sobre la naturaleza de la respuesta de los Aliados a la agresión militar. Demuestran que una agresión de cualquier tipo no es una opción racional. La garantía suprema de la seguridad de los Aliados es provista por las fuerzas nucleares estratégicas de la Alianza, particularmente las de los Estados Unidos; las fuerzas nucleares independientes del Reino Unido y Francia, que desempeñan un papel del disuasivo por sí mismas, contribuyen a la disuasión y a la seguridad general de los Aliados.

 

63.Una postura nuclear creíble de la Alianza y la demostración de solidaridad y compromiso común de la Alianza con la prevención de la guerra continúan requiriendo amplia participación de los Aliados europeos intervinientes en el planeamiento de la defensa colectiva en roles nucleares, en el emplazamiento de fuerzas nucleares en sus territorios en tiempos de paz, y en acuerdos de mando, control y consulta . Las fuerzas nucleares con base en Europa y comprometidas con la OTAN constituyen un vínculo político y militar esencial entre los miembros europeos y norteamericanos de la Alianza. La Alianza, por consiguiente, mantendrá fuerzas nucleares adecuadas en Europa. Estas fuerzas deben tener las características necesarias y la flexibilidad y resistencia apropiadas para ser percibidas como un elemento creíble y eficaz en la estrategia de los Aliados para la prevención de la guerra. Serán mantenidas al nivel mínimo suficiente para preservar la paz y la estabilidad.

 

64.Los Aliados interesados consideran que, con los cambios radicales en la situación de seguridad, incluyendo la reducción de los niveles de fuerzas convencionales en Europa y el incremento de los tiempos de reacción, la habilidad de la OTAN de desactivar una crisis a través de medios diplomáticos y otros o, de ser necesario, de montar una defensa convencional exitosa, ha mejorado significativamente. Las circunstancias en las que podrían tener que considerar algún uso del armamento nuclear son, por consiguiente, sumamente remotas. Desde 1991, por lo tanto, los Aliados han dado una serie de pasos que reflejan el ambiente de seguridad de la postguerra fría. Éstos incluyen una drástica reducción de los tipos y números de las fuerzas subestratégicas de la OTAN, la que incluye la eliminación de toda la artillería nuclear y de los proyectiles nucleares de corto alcance lanzados desde tierra; una relajación significante del criterio de alerta de las fuerzas con rol nuclear; y la finalización de los planes de contingrncia nuclear permanente en períodos de paz. Las fuerzas nucleares de la OTAN nunca más apuntarán a ningún país. No obstante, la OTAN mantendrá, al mínimo nivel consistente con el ambiente de prevaleciente seguridad, fuerzas subestratégicas adecuadas basadas en Europa, que proporcionarán un enlace esencial con las fuerzas nucleares estratégicas, fortaleciendo el vínculo transatlántico. Estas fuerzas estarán constituídas por aviones de capacidad dual y un número pequeño de ojivas "Trident" del Reino Unido. Las armas nucleares subestratégicas, sin embargo, no serán desplegadas en circunstancias normales en embarcaciones en superficie ni en submarinos de ataque.

Parte V - Conclusión

 

65.Conforme la Alianza del Atlántico Norte entra en su sexta década, debe estar lista para enfrentar los desafíos y oportunidades del nuevo siglo. El Concepto Estratégico reafirma el firme propósito de la Alianza y expone sus tareas fundamentales de seguridad. Permite a una OTAN transformada contribuír al ambiente de seguridad en evolución, apoyando la seguridad y la estabilidad con la fuerza de su compromiso compartido con la democracia y la resolución pacífica de controversias. El Concepto Estratégico regirá la política de seguridad y defensa de la Alianza, sus conceptos operativos, su postura respecto de las fuerzas convencionales y nucleares y sus acuerdos de defensa colectivos, y se mantendrá en revisión a la luz de la evolución del ambiente de seguridad. En un mundo incierto se mantiene la necesidad de una defensa eficaz, al reafirmar este compromiso la Alianza continuará haciendo pleno uso de cada oportunidad de ayudar a la construcción de un continente sin divisiones, promoviendo y alentando la visión de una Europa íntegra y libre.

 

 

* Traducción no oficial.

 1 Según sus siglas en inglés (N. de R).

 2 Comprehensive Test Ban Treaty (N de R)