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Israel bombardea el programa nuclear iraní

El pasado jueves 12 de junio, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) comenzaron una operación militar a gran escala contra múltiples blancos dentro de la República Islámica de Irán. Según las autoridades israelíes, el objetivo central de la operación gira en torno a la neutralización del programa nuclear iraní, considerado desde hace décadas como una amenaza existencial para el Estado de Israel, producto de su potencial uso militar.

La ofensiva –aún en curso– ha involucrado el uso intensivo de la aviación (incluyendo plataformas F-16, F-15 y F-35, y aviones de reabastecimiento en vuelo), así como de operadores del Mossad infiltrados dentro del territorio iraní. Hasta el momento, las acciones se han concentrado en torno a cinco objetivos principales, a saber: 1) altos rangos militares; 2) científicos involucrados en el desarrollo del programa nuclear; 3) sistemas antiaéreos; 4) fábricas de producción y sistemas de lanzamiento de misiles balísticos; y 5) diversas instalaciones que forman parte del programa nuclear.

De forma similar a las operaciones llevadas a cabo a lo largo del año pasado contra Hezbolá, las FDI han buscado desarticular la cadena de mando iraní y dificultar su capacidad de respuesta ante el ataque. Para ello, han ejecutado asesinatos selectivos contra blancos de alto valor militar. Esto ha incluido a figuras de renombre como Mohammad Bagheri (Jefe del Estado Mayor), Hossein Salami (Comandante en Jefe de la Guardia Revolucionaria), y Esmail Qaani (líder de las Fuerzas Quds).

Los ataques contra sistemas antiaéreos, por su parte, han buscado desmantelar las capacidades de defensa del país persa para que la aviación hebrea pudiera sobrevolar con libertad el espacio aéreo iraní y disminuir la probabilidad de derribos. Asimismo, los ataques a sistemas de lanzamiento de misiles balísticos deben entenderse como una acción dirigida a mermar la principal capacidad de respuesta de Irán frente a la ofensiva de las FDI.

En cuanto a las instalaciones nucleares, se han reportado ataques contra infraestructura crítica para el programa atómico iraní. Los bombardeos más significativos confirmados hasta el momento se han producido contra la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, una central clave que fue objeto de sabotajes israelíes en el pasado.

Si bien el umbral del ataque directo entre estos dos países ya había sido alcanzado por primera vez en abril y octubre del año pasado (cuando ambas partes realizaron intercambios relativamente limitados), la operación en curso representa una escalada sin precedentes. La misma tiene lugar tan solo tres días antes de que comience la sexta ronda de negociaciones entre Irán y los Estados Unidos para encontrar una solución diplomática a la cuestión nuclear.

Washington, hasta el momento, ha tratado de distanciarse de la ofensiva israelí, catalogándola como una acción exclusivamente unilateral. La administración de Donald Trump parece enfocada en mantener abierta la opción diplomática y evitar ataques contra sus bases en la región o la de países aliados. Si la negociación falla, sin embargo, no debería descartarse que la Casa Blanca termine optando por brindar apoyo abierto a Israel, incluyendo la asistencia militar.

Las capacidades de Estados Unidos, especialmente en torno a sus bombarderos estratégicos B-2 Spirit y B-52 Stratofortress, así como las bombas anti-búnker de alta penetración GBU-57 (activos que Israel no posee), incrementarían sustancialmente las capacidades para destruir de forma más eficiente y extensiva las instalaciones nucleares. En este sentido, es importante considerar que muchos emplazamientos críticos, como la planta de enriquecimiento de uranio de Fordow, cuentan con áreas subterráneas protegidas por concreto altamente reforzado que dificultan la posibilidad de destrucción por vía aérea.

Por el momento, se espera que las FDI continúen llevando a cabo sus operaciones, las cuales han sido conducidas con relativa libertad, a raíz de la incapacidad de Teherán para contestar el control de su espacio aéreo.

Santiago Ott
Integrante
Departamento de Medio Oriente
IRI – UNLP