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Vigésimo Primera Sesión Extraordinaria de la Asamblea General de las Naciones Unidas para el Examen de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo.(CIPD+5)

FICHA

Fecha y Lugar:

Naciones Unidas, 30 de junio al 2 de julio de 1999

Países Participantes:

152

Principales documentos resultantes:

Medidas clave para seguir ejecutando el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo

Conferencias anteriores:

Conferencia de Roma, Italia, 1954

Conferencia de Belgrado, Yugoslavia, 1965

Conferencia Mundial de Población de Bucarest, Rumania, 1974

Conferencia Mundial sobre Población de México D.F., México, 1984

Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo de El Cairo, Egipto, 1994

Compromisos:

En el documento “Medidas clave para seguir ejecutando el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo”:

Se renueva el compromiso de los países con los principios, metas y objetivos del Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo de El Cairo

Se insta a los gobiernos a garantizar el respeto, la protección y el fomento de los derechos humanos de la mujer y de la niña, y en particular a protegierlas contra la coerción, la discriminación y la violencia mediante la preparación, la aplicación y el cumplimiento efectivo de políticas y leyes que tuvieran en cuenta las cuestiones de género.

Se insta a que se intensifique la adopción de medidas en las esferas de la salud reproductiva y sexual; la mortalidad materna; las necesidades de salud reproductiva de los adolescentes; la reducción del aborto y se consideren los efectos en la salud de los abortos realizados en condiciones no adecuadas; la prevención del VIH/SIDA; cuestiones de género y educación.

Se recomienda la adopción de nuevos indicadores:

Para 2005, se deberá reducir a la mitad la tasa de analfabetismo de mujeres y niñas en comparación con la tasa de 1990; y para 2010, la tasa neta de matriculación en la enseñanza primaria de los niños de ambos sexos deberá ser de al menos el 90%;

Para 2005, el 60% de los centros de atención primaria de la salud y de planificación de la familia deberá poder ofrecer la variedad más amplia asequible de métodos de planificación de la familia inocuos y eficaces, atención obstétrica esencial, prevención y tratamiento de las infecciones del aparato reproductor, incluidas las enfermedades de transmisión sexual, y métodos de barrera para evitar las infecciones; para 2010 el 80% de los centros deberá poder ofrecer todos estos servicios y todos ellos deberán poder hacerlo para 2015;

Para 2005, en los lugares en que la tasa de mortalidad derivada de la maternidad sea muy elevada, por lo menos el 40% de los partos deberán ser atendido por personal de salud idóneo, y a nivel mundial ese porcentaje deberá ser de por lo menos el 80%; para 2010 dichos indicadores deberán alcanzar el 50% y 85%, respectivamente, y para 2015, el 60% y 90%;

La disparidad entre el empleo de anticonceptivos y la proporción de personas que expresan el deseo de espaciar o limitar sus familias deberá reducirse en un 50% para 2005, un 75% para 2010 y un 100% para 2015. No se deberán usar metas ni cupos para la consecución de usuarios al intentar lograr ese objetivo;

Para 2005 por lo menos el 90% de los jóvenes de ambos sexos de 15 a 24 años de edad, y para 2010 el 95% de dichos jóvenes, deberán tener acceso a métodos preventivos, como los preservativos femeninos y masculinos, las pruebas voluntarias, el asesoramiento y las medidas complementarias a efectos de reducir su vulnerabilidad a la infección con el VIH/SIDA. La tasa de infección con VIH/SIDA en las personas de 15 a 24 años de edad se deberá reducir en un 25% en los países más afectados para 2005 y en un 25% en todo el mundo para 2010.

Se reitera que la comunidad internacional debe proporcionar la asistencia financiera y técnica necesaria para apoyar a los países en desarrollo y a los países con economías en transición en la ejecución del Programa de Acción, con especial referencia a los países de África y a los que sufren las consecuencias de situaciones de emergencia o crisis financieras. La cooperación Sur–Sur y la iniciativa 20/20 son consideradas como posibles vías para alcanzar los objetivos propuestos.

Vigésimo Primer Período Extraordinario de la Asamblea General para el Examen de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo. (CIPD-5)

Esta Sesión Extraordinaria de la Asamblea General se realiza cinco años después de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo que se reuniera en El Cairo, Egipto, del 5 al 13 de septiembre de 1994 1

En la primer sesión plenaria del Período Extraordinario al que nos referimos se estableció un comité especial plenario para examinar el tema 8 del programa, titulado “Examen y evaluación generales de la ejecución del Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo”, trabajo que se realizó sobre la base del informe de la Comisión de Población y Desarrollo constituida en Comité Preparatorio de la Sesión Extraordinaria

El día 1º de julio el Comité Especial elevó a la Asamblea el texto titulado “Propuestas de medidas clave para seguir ejecutando el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo” junta a un proyecto de resolución para su aprobación, lo que ocurrió en la sesión de clausura del período extraordinario y por consenso, dando lugar así a la resolución A/S–21/5/Add.1, la que fue acompañada por declaraciones de interpretación o expresiones de reservas por parte de 13 Estados (Australia, China, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos de América, República Islámica del Irán, Jordania, Kuwait, Malta, Marruecos, Qatar, Santa Sede y Yemen)

La reunión de la Asamblea General estuvo presedida por diversas reuniones y encuentros en los que hubo amplia participación de la sociedad civil y de los diferentes organismos del Sistema de las Naciones Unidas entre los que cabe destacar a la División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP).

Este trabajo previo se ve reflejado en el documento final no sólo en las amplias consideraciones que en el mismo se realizan, sino en la constante referencia a lo largo de su texto a los más diversos sectores, tales como la sociedad civil, las ONGs, empresarios, dirigentes, familias o medios de comunicación entre otros 2

El Secretario General de la ONU resalta en su informe sobre esta reunión que “Ese criterio participatorio y la transparencia con que se celebraron todas las reuniones y negociaciones contribuyeron considerablemente al éxito del proceso de examen y del período extraordinario de sesiones.”3

Entre las actividades previas cabe destacar dos:

La reunión del Foro Internacional para el examen y la evaluación operacionales de la ejecución del Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (Foro de La Haya), organizada por el FNUAP entre el 8 y el 12 de febrero de 1999, que contó con la presencia de ministros y funcionarios de alto nivel de 177 países y territorios, parlamentarios, representantes de organizaciones y organismos especializados de las Naciones Unidas, organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales, la juventud y los medios de comunicación. Su informe brindó una evaluación de los progresos logrados en cinco grandes áreas: la creación de un medio propicio para proseguir la aplicación del Programa de Acción; la igualdad entre los géneros, equidad y habilitación de la mujer; la salud reproductiva, incluida la planificación de la familia y la salud sexual, y derechos reproductivos; el fortalecimiento de las asociaciones y; la movilización y supervisión de recursos para la ulterior ejecución del Programa de Acción. Allí se indicaron medidas que debían ser adoptadas en cada una de las esferas para mejorar la ejecución del Programa de Acción.

La encuesta mundial realizada por el FNUAP a lo largo de 1998, dirigida a evaluar progresos y dificultades en la ejecución del Programa de Acción, a la que respondieron 114 países en desarrollo y países con economías en transición y 18 países desarrollados. De esta encuesta resulta que se han realizado importantes avances en la implementación del Programa de Acción, pero también resulta evidente que el principal obstáculo sigue dado por la falta de recursos financieros afectados a su realización.

Los resultados de estos encuentros tienen su reflejo en las “Medidas clave para seguir ejecutando el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo” (en adelante: las Medidas), en cuyo punto 10 puede leerse “en algunos países y regiones los progresos han sido limitados y en algunos casos se ha retrocedido. La mujer y la niña siguen siendo objeto de discriminación. La pandemia del virus de inmunodeficiencia humana/síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH/SIDA) ha provocado el aumento de la tasa de mortalidad en numerosos países, en particular en el África subsahariana. La mortalidad y morbilidad de adultos y niños producida por enfermedades infecciosas, parásitas y transmitidas por el agua, como la tuberculosis, el paludismo y la esquistosomiasis, siguen haciendo estragos. La morbilidad y la mortalidad maternas se mantienen en un nivel inaceptablemente elevado. Los adolescentes siguen particularmente vulnerables a los riesgos de la salud reproductiva y de la salud sexual. Millones de parejas e individuos siguen sin acceso a los servicios y a la información en materia de salud reproductiva. El aumento de la tasa de mortalidad de adultos, especialmente hombres, preocupa especialmente a los países con economías en transición y a algunos países en desarrollo. Las repercusiones de las crisis financieras en los países del Asia oriental y en otras partes, así como los programas ambientales a largo plazo y en gran escala en Asia central

y en otras regiones, afectan a la salud y al bienestar de los individuos y limitan los progresos en la ejecución del Programa de Acción. Pese al objetivo del Programa de reducir las presiones que provocan los movimientos de refugiados y de personas desplazadas, su situación sigue siendo inaceptable.”, para afirmar en el punto siguiente “Para conseguir las metas y objetivos del Programa de Acción se necesitarán recursos internos y externos suficientes, una actuación decidida por parte de los gobiernos y asociaciones eficaces y transparentes”

Las Medidas estructuran su contenido en un preámbulo, a lo largo del cual analizan la situación actual de avance del Programa de Acción acordado en el año 1994 y se destacan éxitos y fracasos, seguido por un capítulo centrado en aquellas cuestiones que hacen a “Cuestiones de Población y Desarrollo” en el cual, tras remarcar la importancia de la inversión en el sector social y de elaborar enfoques amplios e integrados de desarrollo sostenible, hace referencia explícita a la vinculación existente entre comercio, inversión extranjera directa, niveles de endeudamiento externo por una parte, y pobreza por el otro, relacionando a su vez a ésta con la problemática de la mujer y las niñas, la salud, el acceso al microcrédito y a niveles básicos de consumo, y la consecuencia directa de la carencia de aquél: el hambre. La cuestión del respeto a la cultura indígena, sus recursos y creencias ocupan un espacio pequeño pero cierto en esta parte del documento.

La cuestión de la vejez es un centro de atención, particularmente en el abordaje de las particularidades de la pobreza que afecta a los ancianos.

La cuestión de las migraciones internacionales, los desplazamientos internos y las aglomeraciones urbanas son tratadas fijándose responsabilidades en la lucha contra estos fenómenos tanto a la comunidad internacional como a los Estados nacionales en que estos tiene lugar

La educación, asunto sobre el que luego volveremos, es destacada como una necesidad para lograr el desarrollo, destacándose lo imperioso de incluír en sus programas cuestiones vinculadas con cuestiones de género, diversidad cultural, poblaciones migrantes e indígenas y personas con discapacidades. Se boga por la inclusión de educación en cuestiones de salud que integren sus facetas sexual y reproductiva.

La necesidad de adoptar medidas que permitan asegurar el acceso a tecnologías de comunicación modernas es vinculada con la educación, siguiendo los lineamientos que en esta materia trazaba el Progre de Acción de El Cairo.

La preocupación por la recolección y difusión de datos en cada una de las áreas tratadas se expresa como una preocupación en la pare final del capítulo, en la que se encomienda principalmente a los gobiernos nacionales, con el apoyo internacional correspondiente, la modernización y fortalecimiento de sus sistemas de información estadística, a la vez que se dan recomendaciones esenciales en cuanto a parámetros básicos que deberían poder desagregarse dentro de la recolección de datos a fin de poder trabajar eficazmente en los temas abordados por las Medidas.

Un nuevo capítulo del documento vuelve sobre el tema de la igualdad y la equidad entre los sexos y la potenciación del papel de la mujer, que ahora se convierte en el centro de análisis desde el cual se proyecta la problemática de la mujer, la adolescente y la niña haciéndose referencia a la necesidad del pleno respeto de sus derechos humanos, que implican la posibilidad amplia de su participación en toda la vida social de los países que habitan, logro al que debe tenderse teniendo en cuenta la situación de flagrante desigualdad entre hombres y mujeres que existen en una gran parte del mundo y en temas tan diversos como la posibilidad de acceso a la educación, a sistemas de salud, trabajo y niveles de ingreso..

Para lograr esto, la integración de la perspectiva de género en el diseño de programas y de políticas es reconocida como imprescindible, así como la atenta observación de las diferentes consecuencias que apareja para hombres y mujeres, niños y niñas, el proceso de mundialización de la economía y la privatización de los servicios sociales básicos, en particular en aquellas cuestiones vinculadas con salud reproductiva.

El fortalecimiento de la mujer es presentado como una responsabilidad que incumbe a todos los sectores de la sociedad civil, los gobiernos nacionales y la comunidad internacional.

Los derechos de procreación y salud reproductiva dan lugar al cuarto capítulo de las Medidas: asignar prioridad a la salud reproductiva y sexual dentro del marco de una reforma general al sistema de salud, asegurar el respeto a los derechos humanos de todos los planes de salud reproductiva y sexual así como su carácter no discriminatorio en razón de sexo y el acceso de los sectores más necesitados a los mismos, la incorporación de la sociedad civil en la toma de decisiones en la materia, así como en el seguimiento y control de calidad de los servicios brindados, el incremento de las inversiones en materia de salud sexual y reproductiva, la comprensión por el hombre de sus responsabilidades en el pleno respeto de los derechos de la mujer, incluyendo la prevención de embarazos no deseados y la reducción de la mortalidad materna son algunos de los temas abordados en esta parte del documento. Se fijan aquí objetivos que deben cumplirse en la materia a los que haremos referencia más adelante.

La planificación familiar juega un rol destacado en la estructuración de familias de buena calidad, y así lo reconocen los Estados que aprobaron las Medidas, que en su punto 56 afirman que “Los gobiernos, de conformidad con el Programa de Acción, deben adoptar medidas eficaces para asegurar el derecho básico de todas las parejas e individuos a decidir libre y responsablemente el número y el espaciamiento de los nacimientos y el momento oportuno para tener sus hijos, y a disponer de la información, la educación y los medios para lograrlo”

El VIH/SIDA es considerado aquí al responsabilizarse a los gobiernos a continuar trabajando en el desarrollo de métodos anticonceptivos inocuos, económicos y eficaces capaces de proteger del contagio de enfermedades venéreas y del VIH, a la vez que se refiere la necesidad de que en el desarrollo de nuevos métodos se tenga en consideración la necesidad de que sean las propias mujeres quienes puedan controlarlos.

La reducción de la mortalidad materna es un desafío urgente asumido en las Medidas, que reconocen el vínculo existente entre pobreza y niveles de mortalidad materna.

Se afirma en el punto 63 que “En ningún caso se debe promover al aborto como método de planificación de la familia” a la vez que se insta a los gobiernos, organizaciones internacionales y ONGs a ocuparse de los efectos que el aborto tiene en la salud física y mental de las mujeres. En una fórmula claramente compromisoria se afirma luego que “En los casos en que el aborto no es contrario a la ley, los abortos deben realizarse en condiciones adecuadas. En todos los casos las mujeres deben tener acceso a servicios de calidad para tratar las complicaciones derivadas de los abortos.

Nuevamente se fijan en esta área objetivos específicos, medibles y con plazos de tiempo establecidos para su cumplimiento.

El VIH/SIDA ocupa luego el centro de atención de las Medidas, junto a las demás enfermedades de transmisión sexual, reconociéndose la importancia de la información en materia de prevención, la necesidad de brindar un tratamiento de calidad y apoyo a las personas enfermas y de promulgar leyes dirigidas a luchar contra la discriminación que sufren los enfermos de SIDA.

Nuevamente se determinan objetivos y plazos para lograrlos, a la vez que se hace un llamado urgente a la provisión de los recursos financieros necesarios para que los organismos pertinentes de las Naciones Unidas puedan ser efectivos en su acción, y para apoyar programas nacionales de lucha contra la enfermedad.

Los adolescentes son indicados como un grupo de necesidades especiales en diversos planos, entre los que se destacan la protección y la educación en materia de salud sexual y reproductiva y prevención del SIDA entre otras. Debe asegurárseles en consecuencia el pleno acceso a los servicios sociales básicos.

Nada de lo propuesto puede ser logrado en ausencia de asociaciones y acuerdos de colaboración, y el documento dedica su quinto capítulo a estas, destacándose la necesidad de una particpación amplia e inclusiva de todos los sectores y el apoyo que desde los gobiernos nacionales debe darse a quienes trabajan a favor del Desarrollo en general, y en cada uno de los problemas abordados en particular, a la vez que se reconoce explícitamente la responsabilidad de donantes internacionales, multi o bilaterales, y de las organizaciones internacionales en el involucramiento activo en estos procesos de asociación y colaboración.

La financiación necesaria para pasar de las afirmaciones a los hechos vuelve a quedar en el centro del debate, y no aparecen compromisos cuantificables en la materia, sino el incumplimiento de los plasmados en el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo de El Cairo en 1994.

El compromiso de los países desarrollados de aportar el 0,7% de su PNB como Asistencia Oficial al Desarrollo y la iniciativa 20/20 son resaltados como herramientas eficaces que no logran ser alcanzdas.

La cooperación Sur-Sur resulta fuertemente respaldada por el texto que pide, nuevamente, se contemple la especial situación de los países de África, los Países Menos Adelantados, aquellos que atraviesan situaciones de emergencia humanitaria, crisis económicas o financieras y de los países en desarrollo afectado por los bajos precios de los productos básicos, su principal o única producción de exportación, en los mercados internacionales.

Hacia los Objetivos de Desarrollo del Milenio: aporte de la CIPD + 5

En las Medidas clave para seguir ejecutando el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo aparecen preocupaciones que demuestran cómo la comunidad internacional, sobre la base de su propia experiencia, busca generar no sólo mecanismos de seguimiento de los compromisos asumidos en Conferencias Internacionales, sino que se involucra ahora directamente en la calidad y formulación precisa de los mismos.

La fijación de objetivos a cumplirse dentro de plazos estipulados, claramente determinados, son la base de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que como ya sabemos no son un “invento” de la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas sino que fueron forjándose a lo largo de todo el proceso de cumbres que antecedió a esa reunión.

Esta Sesión Extraordinaria de las Naciones Unidas en particular fija claros objetivos, dentro de la dinámica que más tarde, 6 años más tarde, asumirán los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

En esta oportunidad, los Estados se trazan los siguientes:

En materia de Población, Desarrollo y Educación
Punto 34 de las Medidas:

Con asistencia de la comunidad internacional, los gobiernos y la sociedad civil deben alcanzar lo antes posible, y en todo caso antes del año 2015, el objetivo de la Conferencia de lograr el acceso universal a la enseñanza primaria, eliminar la diferencia entre los sexos en la enseñanza primaria y secundaria para el año 2005, y tratar de conseguir que en el año 2010 la tasa neta de matriculación en la enseñanza primaria de los niños de ambos sexos sea de al menos el 90%, frente al 85% estimado para el año 2000.4

Punto 35 de las Medidas:

Los gobiernos, en particular de países en desarrollo, con la asistencia de la comunidad internacional, deben:

c) Reducir la tasa de analfabetismo de mujeres y hombres, de modo que llegue por lo menos a la mitad para mujeres y niñas para el año 2005, en comparación con la tasa de 1990;

En materia de Derechos de Procreación y Salud Reproductiva
Punto 53 de las Medidas:

Los gobiernos deben tratar de asegurar que para 2015 todos los servicios de atención primaria de la salud y de planificación de la familia puedan proporcionar, directamente o mediante remisión, la variedad más amplia asequible de métodos de planificación de la familia y anticonceptivos inocuos y eficaces; atención obstétrica esencial; prevención y tratamiento de las infecciones del sistema reproductor, incluidas las enfermedades de transmisión sexual, y métodos de barrera, como preservativos masculinos y femeninos y microbicidas, si se dispone de ellos, para evitar las infecciones. Para 2005, el 60% de los centros deberá poder ofrecer todos estos servicios, y para 2010, el 80% de ellos deberá poder hacerlo.5

Punto 58 de las Medidas:

Cuando haya una disparidad entre el empleo de anticonceptivos y la proporción de personas que expresan el deseo de espaciar o limitar sus familias, los países deberán intentar eliminar esta disparidad por lo menos en un 50% para 2005, un 75% para 2010 y un 100% para 2050. Al intentar lograr este nivel de referencia, no deben imponerse objetivos demográficos a los encargados de prestar servicios de planificación de la familia en forma de metas o cupos para la consecución de usuarios, si bien aquellos objetivos son objeto legítimo de las estrategias de desarrollo de los gobiernos.

Punto 64 de las Medidas:

Para 2005, en los lugares en que la tasa de mortalidad derivada de la maternidad es muy elevada, por lo menos el 40% de los partos deberán ser atendidos por personal de salud idóneo; para 2010, esta cifra deberá ser el 50% como mínimo y para 2015, el 60% como mínimo. Todos los países deben redoblar sus esfuerzos a fin de que para 2005, a nivel mundial, el 80% de todos los partos sean asistidos por personas calificadas, para 2010, el 85%, y para 2015, el 90%.

Punto 70 de las Medidas:

Los gobiernos, con la asistencia del Programa Conjunto y de copatrocinio de las Naciones Unidas sobre el virus de inmunodeficiencia humana y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida y de los donantes, deberán garantizar que para 2005 por lo menos el 90% de los jóvenes de ambos sexos de 15 a 24 años de edad, y para 2010 por los menos el 95% de dichos jóvenes, tengan acceso a la información, la educación y los servicios necesarios para desarrollar los conocimientos indispensables a efectos de reducir su vulnerabilidad a la infección con el VIH. Los servicios deben incluir el acceso a métodos preventivos como los preservativos femeninos y masculinos, las pruebas voluntarias, el asesoramiento y las medidas complementarias. Los gobiernos deben utilizar como indicador de referencia las tasas de infección con VIH en las personas de 15 a 24 años de edad con objeto de garantizar que para 2005 se reduzca la prevalencia en ese grupo de edades en el mundo entero y en un 25% en los países más afectados, y que para 2010 la prevalencia en ese grupo de edades se haya reducido en todo el mundo en un 25%.

Punto 95 de las Medidas:

Hasta el momento los donantes no han traducido sus compromisos con los objetivos de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo en niveles proporcionales de financiación, y es urgente que los países donantes renueven y redoblen sus esfuerzos a fin de aportar los recursos externos complementarios necesarios para aplicar los elementos del Programa de Acción cuyo costo se ha establecido, es decir (en dólares de los Estados Unidos de 1993) 5.700 millones en el año 2000; 6.100 millones en el año 2005; 6.800 millones en el año 2010 y 7.200 millones en el año 2015.

Como veremos, algunos de estos objetivos han sido directamente asumidos como Objetivos de Desarrollo del Milenio y otros están incluidos de forma indirecta en ellos, tal como el último de los indicados que está subsumido en el ODM número 8: Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

1 Ver “Las grandes conferencias mundiales de la década de los 90”, Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de La Plata con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, La Plata, Argentina. 1998. Tomo I, páginas 307 y siguientes.

2 A modo de ejemplo puede observarse la redacción del punto 49 de las Medidas

3 Vigésimo primer período extraordinario de sesiones para el examen y evaluación generales de la ejecución del Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo. Informe del Secretario General”, Naciones Unidas, A/54/442

4 Véase en el capítulo sobre la Cumbre del Milenio los ODMs 2 y 3

5 Véase en el capítulo sobre la Cumbre del Milenio los ODMs 4, 5 y 6