¿Hacia una nueva conciencia Ecológica Mundial? - La Cumbre de la Tierra- ECO 92
Presentación
La Conferencia de la Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, que se realizó en Río de Janeiro, desde el 3 al 14 de junio de 1992, denominada la Cumbre de la Tierra, fue un reflejo de las contradicciones de la sociedad internacional contemporánea.
Desde las reuniones preparatorias de la Conferencia y durante el desarrollo de la misma se vio claramente que el nuevo eje de la confrontación internacional pasa por el Norte-Sur y que el anterior Este-Oeste se derrumbó junto con el muro de Berlín.
Porque, ahora, como nunca la distancia entre el Norte y el Sur ha sido tan grande.
Si los habitantes del Sur constituyen actualmente casi el 80% de la población mundial, pero solo disponen del 20% del ingreso mundial, estas cifras explican por si solas, porque en el estado actual de la crisis ecológica mundial, el "modelo del Norte" no es viable a escala planetaria, simplemente por la cantidad de recursos que la sociedad de consumo exigiría. En consecuencia la resolución del problema ecológico depende en su mayor parte del esfuerzo que el Norte esté dispuesto a realizar.
Las nociones de desarrollo endógeno, de cooperación, de sociedades no motivadas solamente por el beneficio material tienen poco que ver con los mitos y los intereses dominantes del Norte, ya que sus prioridades en materia de Medio Ambiente y Desarrollo no son las mismas que las del Sur, al igual que sus responsabilidades.
Es indudable que cierto tipo de industrialización y algunos modos de consumo son en gran parte responsables de la degradación del medio ambiente.
En estas condiciones: qué legitimidad tiene el Norte para demandarle al Sur que repiense sus modelos de desarrollo, cuando han sido ellos los principales responsables de la irracional explotación de los recursos mundiales propios y ajenos.
Por lo tanto, es imposible analizar los problemas del desarrollo sustentable fuera del contexto de las relaciones complejas entre el Norte y el Sur.
La Cumbre de la Tierra simbolizó el reconocimiento oficial de la relación estrecha entre el Medio Ambiente y el desarrollo económico.
Independientemente de sus resultados, esta cumbre se confundió a algunos analistas internacionales, que vieron una foto de la misma, al diagnosticar el fracaso porque tal convención no fue firmada y no la película que se estaba desarrollando, que mostraba la profunda transformación que se produjo y esta produciendo en la sociedad internacional, donde apareció en escena, un actor nuevo en un papel protagónico: la sociedad civil internacional.
Representada por la participación multitudinaria de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), que le dio una nota distintiva a esta conferencia en comparación con la anterior de Estocolmo sobre el Medio Ambiente de 1972 y las últimas conferencias del sistema de las Naciones Unidas.
Mujeres, jóvenes, científicos y pueblos indígenas del Norte y del Sur, se movilizaban y trabajaban para hacer realidad una nueva categoría de derechos humanos después de la generación de los derechos políticos y sociales: el de la equidad entre los derechos del hombre y la mujer; el de la profundización de la democracia, para hacerla cada día mas participativa; el derecho a la información , a la paz, a la seguridad, al aire puro y al agua pura, a la protección del medio ambiente, el derecho al desarrollo y al de la identidad cultural de los pueblos. Esto fue indudablemente uno de los grandes logros de la Cumbre de la Tierra.
Esta movilización de las ONG, obligaron a muchos gobiernos a asociarlas a sus posiciones nacionales -relación que es directamente proporcional al grado de democratización de las respectivas sociedades nacionales- dado un impulso notable a nuestro ideal de democracia semi-directa, donde los pueblos sean actores y no espectadores de su destino. A pesar que todavía hay un largo camino a recorrer, los ciudadanos pretenden ser cada vez más controladores de sus gobernantes y no controlados por ellos, y de esta forma el nuevo orden será más solidario y democráticos.
El hombre contemporáneo empieza a tomar conciencia que el "progreso" no es lineal y que se ven en el horizonte nuevos demonios.
Como lo expresa uno de los más importantes pensadores franceses de la actualidad Edgar Morin: "Es necesario abandonar la idea que el crecimiento tecno-industrial aporte solo beneficios. Nuestras sociedades creían progresar sobre una autopsia histórica hacia un futuro feliz. Hoy, se hace necesario modificar la ruta, hay que enriquecer y complejizar la noción de desarrollo. De todas maneras, se ha perdido el futuro garantizado, no solamente donde reinaba el comunismo, sino de todas partes".
Es necesario inventar otros modelos de sociedades, creando nuevas solidaridades entre las generaciones y a escala planetaria. Se está derrumbando un viejo orden y un nuevo escenario, que no lo podemos denominar orden, sino más bien desorden, se está erigiendo ante nosotros. Cualquiera sea la resultante, seguramente la dimensión ecológica tendrá una fuerte presencia.
Por eso habrá un antes y un después de Río, nuestros actuales modelos de desarrollo y consumo amenazan no solo las sociedades nacionales que lo adoptan sino el equilibrio ecológico del planeta. Seguir la trayectoria actual sería suicida.
Un concepto clave, es el de desarrollo sustentable. El desarrollo no tiene ningún sentido si es hecho en detrimento de la salud de la tierra, que es el patrimonio común de la humanidad.
Tenemos la costumbre de pensar como antagónicos el desarrollo y el medio ambiente y de una manera cuantitativa, lo que nos impide ver la evolución positiva de uno junto al otro.
Es tarea de los nuevos dirigentes anticiparse al futuro y dejarles a las nuevas generaciones un mundo que valga la pena ser vivido.
Esta publicación es producto, de aquellos que con esfuerzo pudimos estar en Río, y pensamos que teníamos una deuda con todos los que trabajan para concientizar al ciudadano de la irracionalidad que nos domina; la Dra. María Elena Baquedano y el Dr. Aldo Servi, Secretaria del Instituto y Miembro del Departamento de Medio Ambiente y Desarrollo del mismo respectivamente; no sólo contribuyeron con sus elaboraciones, consecuencias de sus respectivas vivencias en la Cumbre, sino que además realizaron gran parte de la labor material que significó hacer realidad este trabajo.
Las autoridades de la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires y de la Comisión de Ecología y Medio Ambiente, permitieron también, con su apoyo económico, la realización de la publicación, en el marco del convenio firmado entre las Universidades Nacionales de la Provincia de Buenos Aires y la Cámara de Diputados, adherentes al Pacto Ecológico Bonaerense.
Cuando iniciamos en 1987, la Maestría en Relaciones Internacionales e incluíamos en la currícula de la misma, la materia Medio Ambiente y Desarrollo, nunca pensamos que cinco años después nos estaríamos haciendo la siguiente pregunta:
¿HAY UNA NUEVA CONCIENCIA ECOLOGICA MUNDIAL?
Prof Dr. Norberto E. Consani
Director
Instituto de Relaciones Internacionales