Malvinas: Balance y Perspectiva. Una alternativa de Solución?

 

 

 

ANEXO DOCUMENTAL
Pronunciamientos en la Organización de los Estados Americanos

 

Resolución del Consejo Permanente 426:

" Preocupación en el establecimiento de instalaciones militares por el Reino Unido en las Islas Malvinas, adoptada el 30 de mayo de 1985"

 

Washington D. C.

 

VISTO:

La presentación efectuada ante este Consejo Permanente el día 15 de mayo de 1985 por el Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la República Argentina que:

a) Denuncia la situación que se plantea en el Atlántico Sur en razón de la existencia de infraestructura, instalaciones y equipos militares, que incluyen un aeropuerto estratégico, establecidos por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en las Islas Malvinas, que pone en peligro la paz y la seguridad de la región;

b) Afirma que la construcción de una base estratégica próxima al continente Sur hará que esta zona, hasta ahora preservada de las tensiones internacionales a escala mundial, se convierta en campo de preparativos y aprestos de las grandes potencias y;

c) Reitera la disposición argentina a reanudar las negociaciones, solicitadas por las Asambleas Generales de la Organización de los Estados Americanos y la Organización de las Naciones Unidas, a fin de encontrar, a la mayor brevedad posible, una solución pacífica a la disputa de soberanía y sus restantes diferencias referidas a esta cuestión.

Que subsiste en la zona del Atlántico Sur, dentro de la región de seguridad definida en el Artículo 4 del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, una situación que afectó y afecta aún seriamente la paz y la seguridad del continente americano.

CONSIDERANDO:

La falta de cumplimiento de las resoluciones 595 (XII-0/82), 669 (XIII-0/93) y 700 (XIV-0/84) de la Asamblea General de la OEA y 37/9, 38/12 y 39/6 de la Asamblea General de las Naciones Unidas que exhortan a los Gobiernos de la Argentina y del Reino Unido a reanudar negociaciones tendientes a resolver la disputa de soberanía.

La inauguración de un aeropuerto militar por el Reino Unido en las Islas Malvinas.

Que el asentamiento de instalaciones, efectivos y armamentos militares en las islas Malvinas no concuerda con el necesario proceso de negociación pacífica de la controversia entre la República Argentina y el Reino Unido a la vez que puede amenazar la paz y la seguridad de la región.

RESUELVE:

1. Reiterar las exhortaciones a los Gobiernos de la Argentina y del Reino Unido para que reanuden las negociaciones a fin de encontrar, a la brevedad posible, una solución pacífica a la disputa de soberanía y sus restantes diferencias referidas a la cuestión.

2. Expresar su preocupación por el establecimiento de las instalaciones militares por el Reino Unido en las Islas Malvinas, que incrementa la tensión en esa zona y dificulta la negociación que ese país y la República Argentina deben reanudar para resolver la cuestión.

3. Transmitir esta resolución al Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas y al Secretario General de dicha Organización a fin de que se tome nota de la opinión de los Estados americanos frente a la situación planteada.

 

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CP/RES. 459 (678/86)

"PROFUNDA PREOCUPACION POR LA DECLARACION SOBRE PESQUERIAS EN EL ATLANTICO SUDOCCIDENTAL EMITIDA POR EL GOBIERNO DEL REINO UNIDO DE GRAN BRETAÑA E IRLANDA DEL NORTE EL 29 DE OCTUBRE DE 1986"

El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos,

VISTAS:

La presentación efectuada por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la República Argentina al Consejo Permanente el 11 de noviembre de 1986, denunciando la situación surgida por la «Declaración sobre pesquerías en el Atlántico Sudoccidental» emitida por el gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte el 29 de octubre de 1986;

Las resoluciones 595 (XII-0/82), de 1982; 699 (XIII- 0/83), de 1983; 700 (XIV-0/84), de 1984 y 765 (XV- 0/85), de 1985 adoptadas por la Organización de los Estados Americanos, y las resoluciones 37/9, de 1982; 38/12, de 1983; 39/6, de 1984 y 40/21, de 1985 adoptadas por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas y,

CONSIDERANDO:

Que la referida declaración del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte agrega un nuevo elemento a la situación existente de tensión y conflicto potencial en la continua disputa sobre las Islas Malvinas, incluyendo la cuestión de la soberanía;

Que la conservación de los recursos pesqueros en la zona es un asunto de preocupación internacional cuyos logros no pueden ser frustrados por la disputa de soberanía; y que no debe ser utilizado o invocado directa o indirectamente como argumento en la mencionada disputa de soberanía, y

Que la comunidad internacional ha sugerido reiteradamente a las partes de abstenerse de alterar la situación de facto y a iniciar negociaciones para resolver la disputa,

RESUELVE:

1. Expresar su profunda preocupación por este nuevo elemento de tensión y conflicto potencial introducido por la declaración del 29 de octubre.

2. Apoyar los esfuerzos de la comunidad internacional en favor de la negociación pacífica de todos los aspectos de la disputa sobre las Islas Malvinas incluyendo la cuestión de la soberanía de conformidad con las resoluciones de esta Organización y de la Organización de las Naciones Unidas.

3. Pedir a ambas partes que agoten todas las posibles oportunidades para negociaciones y eviten tomar acciones que introduzcan cambios en la ya delicada situación existente.

4. Solicitar a la Organización de los Estados Americanos y pedir a la comunidad internacional que redoblen sus esfuerzos para lograr una solución negociada.

5. Apoyar la decisión del Gobierno Constitucional de Argentina, miembro de la Organización, de resolver la disputa mediante negociaciones diplomáticas en conformidad con las resoluciones previas.

6. Transmitir esta resolución al Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, al Presidente del Consejo de Seguridad y al Secretario General de dicha Organización a fin de que se tome nota de la opinión de los Estados americanos frente a la situación planteada.

 

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Resolución CP/Res. 494/730/88,

Adoptada el 1ero. de marzo de 1988 por el Consejo Permanente

"Profunda preocupación por la decisión del Gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte de realizar ejercicios militares en las Islas Malvinas y esperanza de que la misma sea reconquistada"

VISTO:

La declaración efectuada ante este Consejo Permanente por el Secretario de Relaciones Exteriores de la República Argentina denunciando que el Gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte hizo saber el 11 de febrero de 1988 que las Fuerzas Armadas británicas se aprestan a realizar un ejercicio militar para practicar su capacidad para el rápido refuerzo de las Islas Malvinas en caso de emergencia, entre los días 7 y 31 de marzo en curso y que posteriormente se harán ejercicios adicionales.

CONSIDERANDO:

Que aún no se ha dado cumplimiento a las resoluciones 595 (XII-a/82), 669 (XIII-)/83), 700 (XVI- 0/84), 765 (XV-0/85), 815 (XVI-0/86) y 872 (XVII-0/87) de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Que subsiste en la zona del Atlántico Sur, dentro de la región definida por el artículo 4 del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, una situación que afecta la paz y la seguridad del continente americano.

RESUELVE:

1. Reiterar las exhortaciones a los Gobiernos de la Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte para que reanuden las negociaciones a fin de encontrar, a la mayor brevedad posible, una solución pacífica a la disputa de soberanía y sus restantes diferencias referidas a la cuestión.

2. Expresar su profunda preocupación por el aumento de tensión en el Atlántico Sur como consecuencias de la decisión del Gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte de realizar ejercicios militares en las Islas Malvinas.

3. Expresar la esperanza de que el Gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte considerará su decisión de realizar tales ejercicios en la actualidad con miras a crear un clima de confianza recíproca para futuras negociaciones.

4. Transmitir esta resolución al Presidente de la Asamblea General, al Presidente del Consejo de Seguridad y al Secretario General de las Naciones Unidas a fin de que se tome nota de la opinión de los Estados Americanos frente a la situación planteada.

 

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1975.- Declaración final de la V Conferencia de Ministros de Países No Alineados, Lima, 30 de agosto. Se adoptó el siguiente párrafo:

«Los Países No Alineados, sin perjuicio de ratificar la vigencia del principio de autodeterminación como principio general para otros territorios, en el caso especial y particular de las Islas Malvinas apoyan firmemente el justo reclamo de la República Argentina e instan al Reino Unido a proseguir activamente las negociaciones encomendadas por las Naciones Unidas con el objeto de restituir dicho territorio a la soberanía argentina y poner así fin a esa situación ilegal, que aún persiste en el extremo meridional del continente americano».

 

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1976.- V Conferencia de los Jefes de Estado o de Gobierno de los Países No Alineados. Colombo, Sri Lanka, del 16 al 19 de agosto de 1976.

119: «La Conferencia, en el caso especial y particular de las Islas Malvinas, apoyó firmemente la justa reivindicación de la República Argentina y exhortó al Reino Unido a proseguir activamente las negociaciones encomendadas por las Naciones Unidas con el objeto de restituir dicho territorio a la soberanía argentina y poner fin así a esa situación ilegal que aun persiste en el extremo meridional del continente americano».

38: «La Conferencia pidió la restauración de la soberanía de Guantánamo, la zona del canal de Panamá y las Malvinas respectivamente a Cuba, Panamá y Argentina, que son los legítimos propietarios de esos territorios».

 

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1978.- Reunión Ministerial del Buró de Coordinación de los Países No Alineados. La Habana, Cuba, 15-20/5/78

Párrafo 96: Declaración Política

«En el caso de las Islas Malvinas, el Buró apoyó la justa aspiración de la República Argentina y exhortó a acelerar las negociaciones con el objeto de restituir dicho territorio a la soberanía argentina».

 

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Conferencia de Ministros de Relaciones Exteriores de los Países No Alineados. Belgrado, 1978

Párrafo 124: En el caso especial y particular de las Islas Malvinas, los Ministros apoyan firmemente las justas aspiraciones de Argentina, para la recuperación de ese territorio a la soberanía Argentina y urgen a que se aceleren las negociaciones a tal fin.

 

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1979.- Reunión Ministerial del Buró de Coordinación Colombo, 1979

Párrafo 93: «En el caso especial y particular de las Islas Malvinas, los Ministros apoyan firmemente las justas aspiraciones de la Argentina sobre la reintegración de ese territorio a la soberanía argentina y piden que se aceleren las negociaciones a tal fin».

 

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1979.- Declaración Final de la VI Conferencia de los Estado o de Gobierno de los Países No Alineados. La Habana, Cuba, 3 al 9 de septiembre de 1979.

Párrafo 168 «En el caso especial y particular de las Islas Malvinas, los Jefes de Estado o de Gobierno reiteraron firmemente su apoyo al derecho de la República Argentina a la restitución de ese territorio a su soberanía y pidieron que se aceleraran las negociaciones a tal fin».

 

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1981.- Conferencia de Ministros de Relaciones Exteriores. Nueva Delhi, 1981

104. En el caso particular y especial de las Islas Malvinas, los Ministros reiteraron su firme apoyo al derecho de la República Argentina respecto de la restitución de aquel territorio a su soberanía y pidieron que se acelerasen las negociaciones con el Reino Unido respecto de esta cuestión. Los Ministros también expresaron la esperanza de que los Estados Unidos apliquen y respeten rigurosamente los Tratados sobre el canal de Panamá para dar efectividad a la plena soberanía y jurisdicción de Panamá sobre todo su territorio nacional, así como al régimen de neutralidad de la vía interoceánica.

 

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1981.- Reunión Plenaria de los Ministros de Relaciones Exteriores y Jefes de Delegación de los Países No Alineados que asisten al trigésimo sexto período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (25 a 28 de septiembre de 1981)

COMUNICADO

La Reunión reiteró firmemente su apoyo al derecho de la República Argentina a obtener la restitución de las Islas Malvinas y a ejercer su soberanía territorial sobre ellas y pidió que se aceleraran las negociaciones en el Reino Unido a este respecto.

 

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1982.- Comunicado adoptado por el Buró de Coordinación del Movimiento de Países No alineados. Nueva York, 26 de abril de 1982

La reunión del Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados celebrarán el 26 de abril de 1982 fue convocada a solicitud del Representante Permanente de Argentina.

El Representante Permanente de Argentina llevó a la atención del Buró los recientes desarrollos en la región de las Islas Malvinas, aumentando la tensión existente en el área y de esa manera poniendo gravemente en peligro la paz y la seguridad internacionales.

El Buró de Coordinación expresó su grave recuperación sobre los desarrollos en la región de las Islas Malvinas y solicitó a las partes interesadas que buscaran activamente una solución pacífica en su disputa y que se abstuvieran de toda acción que pudiera poner en peligro la paz y la seguridad en la región.

El Buró de Coordinación reafirmó la opinión que el uso de la fuerza o la amenaza del uso de la fuerza en las relaciones entre los estados son actos contrarios a los principios del Movimiento de Países No alineados.

En conformidad con el apoyo tradicional del Movimiento No Alineados al proceso de descolonización, el Buró de Coordinación recordó el Párrafo 87 de la declaración de la Conferencia de Ministros de Relaciones Exteriores celebrada en Lima, Perú, en agosto de 1975, que establecía:

«Los países no alineados, sin perjuicio de ratificar la vigencia del principio de autodeterminación como principio general para otros territorios, en el caso especial y particular de las Islas Malvinas apoyan firmemente el justo reclamo de la República Argentina e instan al Reino Unido a proseguir activamente las negociaciones encomendadas por las Naciones Unidas con el objeto de restituir dicho territorio a la soberanía argentina y poner así fin a esa situación ilegal, que aún persiste en el extremo meridional del continente americano».

El apoyo del Movimiento de Países No Alineados a la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas ha sido reafirmado en subsiguientes reuniones Cumbres y Ministeriales del Movimiento incluyendo la Reunión Ministerial celebrada en Nueva York, en septiembre de 1981.

En este contexto, el Buró expresó su apoyo por los esfuerzos dirigidos a obtener una solución justa, durable, pacífica y negociada en concordancia con la aplicación de la Resolución 502 (1982) del Consejo de Seguridad en su totalidad, los principios y decisiones del Movimiento de Países No Alineados y las resoluciones relevantes de la Asamblea General.

 

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1982.- Comunicado aprobado por el Buró de Coordinación del Movimiento de los Países No Alineados el 5 de mayo de 1982, el 5 de mayo de 1982

El 5 de mayo de 1982 se celebró, a petición del Representante Permanente de la Argentina, una reunión del Buró de Coordinación del Movimiento de los Países no Alineados.

El Representante Permanente de la Argentina informó al Buró de los acontecimientos ocurridos en la región de las Islas Malvinas desde la última reunión del Buró, celebrada el 26 de abril, que han aumentado gravemente la tensión en la zona y han puesto en peligro la paz y la seguridad de la región y el mundo.

El Buró de Coordinación:

1. Manifiesta su pesar por las crecientes pérdidas de vidas humanas en el conflicto de las Islas Malvinas.

2. Reitera en todos sus aspectos el comunicado aprobado el 26 de abril de 1982.

3. Reitera la declaración, contenida en dicho comunicado, de que el uso de la fuerza o la amenaza del uso de la fuerza en las relaciones entre los estados son actos contrarios a los principios del Movimiento de los Países No Alineados.

4. Confirma el apoyo manifestado en el comunicado a la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, reafirmando en todas las reuniones ministeriales celebradas por el Movimiento, desde la declaración de la Conferencia de Ministros de Relaciones Exteriores celebrada en Lima (Perú) en agosto de 1975.

5. Exhorta una vez más a las partes en el conflicto a que se busquen con urgencia una solución justa, duradera y pacífica de conformidad con la resolución 502 (1982) del Consejo de Seguridad en su totalidad, con los principios y las decisiones del Movimiento de los Países No Alineados con las resoluciones pertinentes de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

 

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1982.- Declaración final del Buró de Coordinación de No Alineados sobre la cuestión Malvinas (La Habana, junio de 1982).

82. Los Ministros reiteraron las decisiones de las anteriores conferencias y reuniones de los No Alineados en las que expresaron su respaldo a los derechos de la República Argentina a que se le restituyan las islas Malvinas y la soberanía sobre ellas. Recordaron que la lucha contra el colonialismo en todas sus formas es un principio básico del No Alineamiento, y reiteraron su firme solidaridad con la Argentina en sus esfuerzos por poner fin a la presencia colonial anacrónica en las Islas Malvinas e impedir su restablecimiento.

82 a. Los ministros reiteraron la necesidad de respetar plenamente los principios de los No Alineamientos, a saber, el anticolonialismo, el neocolonialismo, y la oposición a toda forma de dominación extranjera, el pleno respeto a la soberanía nacional e integridad territorial, la solución pacífica de las controversias entre los Estados y el no uso de la fuerza en las relaciones internacionales.

82 b. Los Ministros reconocieron además que las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur son parte integral de la región de América latina y que las acciones militares británicas, así como las acciones y presiones abiertas o encubiertas de otros países desarrollados, afectan a toda la región. En este sentido, manifestaron su complaciencia por la solidaridad y firme apoyo que los países latinoamericanos están brindando a la Argentina en su lucha contra el intento británico de reimponer un régimen colonial.

82 c. Los Ministros denunciaron cualquier intento por parte del Reino Unido o cualquier potencia de establecer bases militares o de imponer acuerdos de seguridad en ese territorio latinoamericano contra la voluntad soberana de la República Argentina, como medio de imponer la dominación imperialista en el área y como una seria amenaza a la paz y la seguridad internacionales en toda la región del Atlántico Sur.

82 d. Los ministros deploraron las operaciones que se llevan a cabo en el Atlántico Sur, mediante el uso de un numeroso contingente militar del Reino Unido con el apoyo y la asistencia de los Estados Unidos. Los Ministros exigieron el fin inmediato del apoyo y la asistencia militares de los Estados Unidos y urgieron al cese inmediato de las operaciones militares. asimismo, urgieron a los países desarrollados a que se abstengan de alentar la continuación o intensificación de las operaciones militares en el Atlántico Sur y a que dejen de participar en la aplicación de medidas hostiles contra la República Argentina, y reiteraron su apoyo a la Argentina y su solidaridad con ella en la lucha que libra para poner fin a la presencia colonial en las islas Malvinas.

82 e. Deploraron las pérdidas de vidas como resultado del conflicto armado en el Atlántico Sur, y destacaron que la continuación de este conflicto podría tener consecuencias adversas no sólo en América Latina, sino más allá de sus límites. Hicieron un llamado para que cesen las hostilidades y para que se llegue a un arreglo justo, negociado, pacífico y permanente de la cuestión de las Malvinas, de acuerdo con las resoluciones 502 y 505 del Consejo de Seguridad en su totalidad sobre la base de los principios y decisiones del movimiento de los países No Alineados y de las Resoluciones 1514 (XV), 2065 (XX), 2621 (XXV), 3160 (XVIII) y 31/49 de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

 

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1982.- Documentos de la reunión Ministerial del Buró de Coordinación de los Países No Alineados. La Habana 31 de mayo al 5 de junio de 1982

Comunicado Final

25. En flagrante violación de la Carta de las Naciones Unidas y de los principios del Movimiento de Países No Alineados, los últimos años han sido testigos del recrudecimiento del uso o la amenaza del uso de la fuerza; de presiones políticas de presiones políticas, diplomáticas, económicas, militares y culturales; de la negación del derecho inalienable de los pueblos y territorios, bajo la dominación colonial y extranjera, a la autodeterminación e independencia; de agresiones, intervención militar, ocupación extranjera, mercenarias e irregulares bajo cualquier tipo de pretexto contra la soberanía, la independencia política y la integridad territorial de los Estados; la aplicación de represalias de carácter económico, político y diplomático y de otras medidas hostiles contra países que adoptan posiciones independientes.

26. De ahí que sigan existiendo focos de agresión y tensión tales como los de Oriente Medio, Africa, en particular Africa meridional, Asia sudoccidental, Asia sudoriental, el Caribe y América Central, mientras que un nuevo foco de tensión en el Atlántico Sur y los conflictos entre los Estados deterioraron aún más la situación internacional.

27. Las operaciones militares emprendidas en el Atlántico Sur por el Reino Unido mediante el uso de un gran contingente militar que incluye buques de guerra nucleares, ponen en peligro la paz y la seguridad internacionales y pudieran ser causa de una conflagración mayor de consecuencias imprevisibles.

109. Al mismo tiempo reiteraron su preocupación acerca de la tensión que ha continuado aumentando en el Caribe, Centroamérica y el Atlántico Sur, especialmente como consecuencia de la política colonialista e imperialista de agresión e intervención.

110. Los Ministros reiteraron las decisiones de las anteriores Conferencias y reuniones de los No Alineados;

 

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1982.- Discurso del canciller argentino Nicanor Costa Méndez en la reunión de Paises No Alineados. La Habana, Cuba, 3 de junio de 1982

Señor ministro de Relaciones Exteriores de la República de Cuba; señores ministros de Relaciones Exteriores miembros de la mesa de la reunión; señores ministros de Relaciones Exteriores y miembros del Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados, señores delegados:

Quisiera en primer lugar, expresar la alegría y satisfacción de encontrarme en la República de Cuba, orgullo del Caribe y protagonista decisivo en el y en el desarrollo de la civilización hispanoamericana y, por lo tanto, unida a mi patria a lo largo de toda su historia por intensos vínculos económicos, políticos y culturales.

Señores: fue José Marti, héroe cubano, acaso el exponente mas cabal de esa historia, de esa intensa relación cultural y humana que une a las dos naciones. José Marti, que vivió en Buenos Aires y fue periodista para diarios porteños.

Saludo también en el país sede, a uno de los mas conspicuos miembros del Movimiento de Países no Alineados al que pertenece Cuba desde sus orígenes, y en el que ha tenido tan destacado desempeño.

La República Argentina ha participado en los trabajos de este movimiento desde 1964, primero como observador y después como miembro pleno. Y hoy viene aquí, ante circunstancias sumamente especiales de su vida, a reafirmar los principios y los propósitos fundamentales de este movimiento.

Señor presidente: en este momento mi país se encuentra combatiendo contra la agresión militar y colonial del Reino Unido, que cuenta hoy con la ayuda de los Estados Unidos de América.

Es necesario, señor presidente, que ahora explique claramente por qué nos hallamos en esta situación.

Quiero decir la verdad tal cual surge de los hechos, sin comentario alguno; se nos ha acusado de hacer uso de la fuerza. Como mas adelante volveré a relatar, fue Gran Bretaña que uso la fuerza hace 149 años. Y es Gran Bretaña que continúa hoy haciendo uso de la fuerza. Es Gran Bretaña que nos llevó ha esta situación. Fue Gran Bretaña, que cuando pacíficos trabajadores argentinos se encontraban en las islas Georgias trabajando legítimamente con pleno conocimiento de Gran Bretaña, nos dirigió una nota firmada por Lord Carrington, entonces ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, una nota que no pudo haber sido redactada y concebida en términos de mas ortodoxo colonialismo, de mas ortodoxo imperialismo.

Se nos decía en esa nota esto:

«Deben ustedes decir, sin demora, los trabajadores de las islas Georgias, de lo contrario, inmediatamente -y subrayo el adverbio inmediatamente- el Endurance, un barco de guerra británico, los recogerá y los llevara adonde corresponda».

Pero, además de eso, anuncio que enviaba submarinos nucleares a la región y anuncio que barcos de guerra irían también a la región.

Esto es, señores, un claro uso de la amenaza de la fuerza tal como esta prohibida por la Carta de las Naciones Unidas y por todos los principios que años tras año han ratificado los países miembros del Movimiento de No Alineados.

La Argentina, ante esta amenaza, ante la amenaza de la llegada de barcos de guerra y submarinos nucleares, se limitó a ocupar su propio territorio: el territorio de los países latinoamericanos le habían dicho que era de ella, que el Movimiento de No Alienados, en Colonia y el Lima, había dicho que era de ella.

Es esto uso de la fuerza?.

No cabe ninguna duda de que ha sido Gran Bretaña la primera en recurrir a la fuerza al ocupar las islas, que son como digo, sin duda ninguna parte del territorio nacional. Y como ya también lo dije en el Consejo de Seguridad, esa usurpación británica fue mantenida desde entonces, y día a día se reiteraba ese acto inicial tan ilegítimo como violento, porque bajo la aparente calma y placidez de la posesión colonial subyacia siempre un elemento básico y necesario: la fuerza para mantenerla. Siempre estaba allí el gendarme imperial, siempre estaba lista la expedición punitiva, como se ha visto ahora, siempre estaba la amenaza del escarmiento para aquel que se atreviera a desafiar el orden imperial.

La estructura actual de las relaciones internacionales, señores, bien lo sabéis vosotros no ha eliminado el uso de la fuerza. Se ha limitado muchas veces a encubrirlo. El colonialismo es un acto de fuerza y es una agresión permanente. Es lo contrario de una paz verdadera.

Muchos pueblos, muchas naciones de nuestro movimiento pueden dar testimonio, a veces doloroso de esta verdad. El colonialismo es lo contrario de una paz verdadera. Ha sido y será mientras exista el movimiento desencadenante de conflictos y de violencias.

La comunidad internacional declaró que el mantenimiento del colonialismo es un crimen. Y este movimiento, el Movimiento de Paises No Alineados, tuvo como una de las razones históricas, y es uno de sus principios fundamentales, la lucha contra el colonialismo, el neocolonialismo y toda otra forma de dominación extranjera. Por eso estamos aquí, hoy nosotros diciendo nuestra verdad. El Reino Unido violo este principio fundamental en perjuicio de mi país y amputó una parte de su territorio. Y hoy continúa en su actitud criminal al intentar recuperarlo por la fuerza.

Ha dicho la señora Tatcher que la agresión no debe ser recompensada. Yo preguntaría a ustedes: cual hubiera sido la historia de Gran Bretaña y acaso la historia del mundo, si esta verdad se hubiera aplicado durante el siglo XIX y durante el siglo XX a la conducta de Gran Bretaña. La agresión no debe ser recompensada. Sin embargo, Gran Bretaña nunca aplicó esta verdad a su conducta. Tampoco la aplicaron los Estados Unidos de América.

Si señores, dicen que la agresión no debe ser recompensada. Y esto es precisamente lo que busca la República Argentina después de asistir impotente a 149 años de ocupación de las islas por parte de Gran Bretaña como consecuencia, precisamente, de un acto de agresión que hoy, 149 años después, se renueva.

Señor presidente: todo esto significa que se están condenando supuestas transgresiones a la forma para distraer la atención de la sustancia. La existente repetición de los principios en este caso está ocultando, con evidente mala fe, la verdadera naturaleza de los hechos. Quede bien claro que la República Argentina jamás ha rechazado la vía del diálogo para la solución de las controversias, prueba de ello fue la reclamación pacífica que durante casi siglo y medio mi país hizo al Reino Unido para que devolviera los territorios desde su ocupación ilegal. Y prueba de ello es el diálogo infructuoso que mantuvo durante 17 años la Argentina en el marco de las Naciones Unidas.

Repito: mi país no está de acuerdo con el uso de la fuerza para modificar fronteras, para agrandar territorios o para perseguir objetivos de dominación.

En sus 172 años de existencia jamás la Argentina ha utilizado la fuerza para un problema fronterizo, para extender su territorio o para solucionar una controversia diplomática.

Pero la Argentina tampoco puede consentir que se utilice indebidamente ese principio para que los autores de flagrantes atropellos continúen indefinidamente usurpando los beneficios de sus despojos. De lo contrario, cómo podría explicarse la lucha iniciada desde hace muchos años en América Latina, en Asia, en Africa para eliminar el colonialismo y para permitir el surgimiento a la independencia de naciones libres con goce pleno de su soberanía e integridad territorial?. Esa lucha, la lucha contra la dominación colonial, tuvo lugar y se sigue desarrollando, porque ha sido la reacción legítima de los pueblos contra la preservación de un sistema de relaciones internacionales destinado a perpetuar un statu quo que es ilegítimo, que es injusto y del cual solo se benefician las potencias coloniales e imperialistas.

La fuerza ha estado al servicio del mantenimiento de ese statu quo.

Con luchas similares a la nuestra, a la que hoy libramos por las Malvinas, lograron su independencia la gran mayoría de los paises que hoy forman parte de este movimiento. Esa fue también la forma en que la República Argentina y los paises americanos lograron su independencia a través de una gesta emancipadora, heroica.

No puedo tampoco dejar de recordar que naciones como Argelia, como India, como Cuba, como Vietnam y tantas otras libraron largas luchas por la liberación y por sus plenos derechos a la vida independiente.

Es esta lucha también, la lucha en la que se encontraban hoy desempeñados los pueblos del Africa del Sur contra el odioso «apartheid».

La República Argentina siempre ha sido solidaria con esos principios del Movimiento de No Alineados. La República Argentina ha reconocido el derecho inalienable del pueblo palestino a su autodeterminación, a su independencia y a su derecho a constituir un Estado soberano.

Así lo reafirmo claramente en la Asamblea de Emergencia en las Naciones Unidas en 1980, y así lo repitió este año en 1982. No hay duda sobre ello.

La lucha de todos estos pueblos ha sido y es apoyada por el Movimiento de No Alineados.

Hubiesen sido acaso independientes si se hubieran mantenido sumisamente respetuosos de un orden legal impuesto por las potencias coloniales?. La historia lo dice, lo dice rotundamente. Dice: no.

Las consecuencias que podrían derivarse de una reinstalación de la dominación británica sobre las islas serían muy claras. Nos encontraríamos, ciertamente, frente a la constitución de un nuevo régimen neocolonial. Ya se esta pensando, ya se esta diciendo abiertamente, que deberían celebrarse pactos militares y constituirse un sistema de seguridad en Atlántico Sur, naturalmente con participación de Estados Unidos y Sudáfrica. Y ello, bien lo saben ustedes, afectara gravemente la paz, la seguridad, la independencia y el desarrollo de todos los estados ribereños de América Latina y de Africa sudoccidental, que naturalmente no serían admitidos a esa alianza a la que tampoco quieren pertenecer.

(Aplausos).

Se tratara de una inadmisible manifestación de expansionismo político y militar de esas grandes potencias. Seria también repetir experiencias ya conocidas, muy bien conocidas por los países No Alineados. Me refiero concretamente a la presencia militar de las grandes potencias y de los Estados Unidos en particular, en la base naval de Guantanamo, en la isla de Diego García, que tanto se parece en muchos aspectos al caso de las Malvinas. En la isla de Diego García, donde la Gran Bretaña tan celosa hoy del principio de autodeterminación no tuvo ningún inconveniente en trasladar toda una población para ceder esa isla a los Estados Unidos con propósitos militares verdaderamente claros. Me refiero también a la isla de Ascensión, cuyas consecuencias sufrimos nosotros en forma mas que directa.

Señores: queda bien claro ante este foro de los países No Alineados que la República Argentina no consentirá en forma alguna la instalación de bases militares, ni el acantonamiento de fuerzas en las islas Malvinas que no sean fuerzas de su propia nacionalidad y destinadas exclusivamente a la defensa de su territorio.

Señor presidente, señores: esta mención de la constitución de bases militares no es un recurso retórico que estoy empleando ante ustedes. El Reino Unido en declaraciones no desmentidas de sus principales voceros, su primer ministro y su ministro de Relaciones Exteriores ha hecho saber claramente este propósito y no ha dejado lugar a duda alguna.

Hay otro principio al cual se ha apelado para descalificar a la República Argentina: se ha dicho que es el desconocimiento del derecho de autodeterminación. Que el Reino Unido se haya constituido en defensor de este derecho, que siempre negó hasta el momento en el que el peso de la revolución histórica lo obligó a dar la libertad a muchos de los pueblos que formaban parte de ese imperio, es una actitud cuyo cinismo me atrevo a subrayar.

Esta afirmación no es caprichosa ni arbitraria, Gran Bretaña tiene una trayectoria, en términos reales, claramente violatoria del derecho a la autodeterminación de los pueblos cuando sus intereses egoístas se han visto afectados. Bastaría para ello observar cuál ha sido su posición tradicional en el ámbito de las relaciones internacionales, cuál ha sido su posición internacional en la Asamblea General de las Naciones Unidas y en el Consejo de Seguridad.

De esta política de negación del principio de autodeterminación hay víctimas entre las naciones de Asia y de Africa.

Por su parte, la República Argentina, que es independiente precisamente porque usó del principio de autodeterminación, se ha convertido siempre -y yo diría que desde ante de la creación misma de este movimiento- en una clara y permanente defensora de este derecho. El está inscripto en su política exterior y él está inscripto en la Carta y en las declaraciones de los países latinoamericanos.

Mas tendría sólo que mencionar la gesta emancipadora de los fundadores de mi país, que la llevaron a otras naciones latinoamericanas en el siglo pasado, y la conducta que en ese sentido los gobiernos de la República Argentina, sin ningún tipo de distinción ideológica o política, han seguido desde entonces hasta ahora.

El Reino Unido ha invocado la defensa del derecho a la autodeterminación de 1800 habitantes de las islas Malvinas. No puedo dejar de señalar que la República Argentina no puede desconocer este caso especial y particularmente el derecho a la autodeterminación, en cuanto las autoridades y la población argentinas originarias fueron expulsadas por el agresor británico y privadas de toda posibilidad de retorno a las islas.

Es decir: que si se concediera el derecho de autodeterminación a los pueblos de las islas, se trataría de la autodeterminación de los colonizadores, a quienes se les ofrecería la oportunidad de legitimar su instalación por la fuerza en un territorio que no es de ellos.

Todas las naciones del mundo han interpretado de buena fe y con rigor histórico que la libre determinación es un derecho inalienable de los pueblos destinados a acelerar la emancipación del sistema colonial.

Este es el verdadero sentido de la autodeterminación: acelerar la independencia y la emancipación del sistema colonial.

El derecho a la autodeterminación en el caso de las Malvinas no es más que una fachada para ocultar la verdadera estructura colonial existente en estas islas. Allí muy poco es lo que tienen los habitantes.

Una sola compañía de estructura colonial y monopólica, la Falkland Islands Company, es una estructura y con una carta que le viene de la época de la reina Victoria, detenta el 46 por ciento de la tierra y el 90 por ciento de los negocios. El 54 por ciento restante de la tierra pertenece a 23 propietarios, la mayoría de los cuales no habitan las islas.

Esta es la población local que puede autodeterminarse?.

Las tierras, como digo, el comercio, el transporte entre las islas, las comunicaciones y casi todos los aspectos económicos fundamentales en la vida de las islas son controlados por personas que no viven en ellas tal cual corresponde, por otra parte, señores, a la más ortodoxa vida colonial.

A los habitantes se les mantiene contentos con el recurso de otorgarles derechos de decisión, más aparentes que reales, mientras que una sola compañía y un puñado de personas controlan la vida de las islas. Pero, señores: ahora lo decisivo es otra perspectiva. Señores: la Argentina nunca ignoró los legítimos derechos de los habitantes de las Malvinas para una vida dentro del marco de sus tradiciones, creencias y costumbres. Y así lo ha declarado formalmente en todos aquellos foros adonde ha acudido.

Señores, es más: las más notables mejoras producidas en el nivel de vida de las islas se deben a iniciativas y acciones llevadas a cabo por la Argentina. La línea aérea, la línea marítima, el petróleo, el gas, los alimentos más esenciales, los medicamentos, todos son provistos por la Argentina, porque las islas son argentinas, porque están al lado de la Argentina, porque pertenecen geográficamente a la Argentina.

La actitud argentina fue reconocida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en dos circunstancias distintas: en las resoluciones 3160 y la resolución 31/49.

Qué dijo allí la Asamblea?. Que facilitaba a la Argentina por su contribución al bienestar y al desarrollo de las islas. Esto probablemente sea ignorado en muchos foros internacionales.

La Argentina no ha negado uno solo de los legítimos derechos de los habitantes de las Malvinas y está dispuesta a dar las garantías que le pidan para asegurarlo.

Ya esto está dado por la realidad, por toda la realidad geográfica: estas islas pertenecen desde los tiempos de la independencia al dominio soberano de la República Argentina. Ellas las heredó de España y nunca nadie cuestionó ese legítimo derecho.

Porque estas islas no son de los habitantes ocasionales y usurpadores, estas islas pertenecen desde siempre al dominio soberano de la República Argentina.

Señores, lo que pedimos en esta Asamblea es bien sencillo: los participantes de la conferencia pueden repetir lo que se dijo ya en la Primera Conferencia Cumbre de Jefes de Estado: «Los participantes en la conferencia piden el cese inmediato de toda ocupación de la integridad territorial al legítimo pueblo en los países de Asia, de Africa y de América Latina, en que aquella haya sido violada, así como la retirada de las fuerzas extranjeras de su suelo nacional».

Esa declaración de la Primera Conferencia Cumbre de Jefes de Estado, celebrada en Belgrano en 1961, parece haber sido pensada, señores para el caso de las Malvinas y puede repetirse hoy casi sin añadir una coma.

Señores presidente: desde un comienzo la agresión armada del Reino Unido fue acompañada y apoyada por medidas coercitivas ilegales de carácter económico aplicadas por la mayoría de los principales miembros de las comunidades europeas y también por los Estados Unidos y también por otras potencias occidentales en una forma y una medida que no tiene precedente.

Acaso estas mismas potencias occidentales han aplicado similares medidas contra otros países como Sudáfrica, que reiteradamente ha violado y viola principios esenciales de la convivencia internacional y en particular el derecho de la autodeterminación de los pueblos y a la integridad territorial de los pueblos y de los Estados vecinos?. Por qué esa diferencia?. Por qué sanciones contra Argentina y por qué no sanciones contra Sudáfrica?. Estas medidas coercitivas no son aceptadas de ninguna manera como sanciones por la República Argentina, por cuanto no hemos cometido delito alguno. Son sólo decisiones ilegales destinadas a apoyar y a apañar una agresión colonial. Son sanciones violatorias de la carta de los deberes y derecho económicos de los Estados y muestra claramente -y subrayo esto- que el diálogo norte-sur se ha constituido, si estas injusticias no se corrigen, en una verdadera falacia.

Esta agresión económica que estamos sufriendo es una muestra evidente de la política que adoptan los países del norte cuando las acciones reivindicatorias de los países en desarrollo afectan sus intereses egoístas.

Señor presidente: la República Argentina en esta grave circunstancia histórica en que se encuentra ha venido aquí, al seno del Movimiento de Países No Alineados para exponer claramente la verdad y la justicia de su causa.

Agradecemos sin duda, con el mayor calor el apoyo que hemos recibido del Movimiento de Países No Alineados a nuestra lucha reivindicatoria desde la Conferencia de Ministros de Relaciones Exteriores de Países No Alineados en 1975 hasta hoy. Pero reiteramos hoy, con verdadera pasión, nuestra solicitud de apoyo en este momento peligrosísimo, no para la Argentina, no sólo para Argentina, sino para América Latina y para todo el movimiento.

Reiteramos nuestra solicitud de apoyo y de comprensión a nuestra causa. Esto es la causa sólo de un gobierno ni es sólo la causa del pueblo argentino. Es la lucha de todos los pueblos de Latinoamérica por un territorio americano. Es la lucha de todos aquellos que, como los que están presentes en esta sala, han enfrentado o aún enfrentan en alguna medida, en alguna forma, la agresión colonial.

La Argentina compromete su acción en defensa de los principios y propósitos del no alineamiento, que no son más que los principios dirigidos a construir un sistema de relaciones internacionales basado en la justicia, en la paz y en el desarrollo de los pueblos, y tiene la seguridad de que va a recibir de esta asamblea el apoyo y el sostén que le permitirán mantener su territorio íntegro e intangible. Muchas gracias.

 

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1982.- Comunicado final de la Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores y Jefes de Delegación de los Países No Alineados, celebrada en Nueva York del 4 al 9 de octubre de 1982

35. Recordando las decisiones sobre América Latina adoptadas por la Reunión Ministerial del Buró de Coordinación celebrada en La Habana, la Reunión igualmente reafirmó sus decisiones sobre América Central, en particular sobre El Salvador, y reiteró su apoyo al derecho de la República Argentina a obtener la restitución de las Islas Malvinas a su soberanía y pidió que se reiniciasen las negociaciones; con la participación y los buenos oficios del Secretario General de las Naciones Unidas, entre la República Argentina y el Reino Unido con el fin de lograr, lo antes posible, la solución pacífica y justa de la cuestión, teniendo en cuenta los principios y las decisiones del Movimiento de Países No Alineados y las resoluciones 1514 (XV), 2065 (XX), 2621 (XXV), 3160 (XXVIII) y 31/49 de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

 

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1983.- Reunión Ministerial Extraordinaria del Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados sobre América Latina y el Caribe

Managua, Nicaragua. 10-14 de enero de 1983

65. Los Ministros reiteraron su apoyo en la decisión tomada por anteriores conferencias y reuniones del Movimiento de Países No Alineados en la que se expresaba su respaldo al derecho de la República de Argentina a que se restituya su soberanía sobre las Islas Malvinas mediante negociaciones y se reafirma la necesidad de que las partes interesadas tomasen debida cuenta de los intereses de la población de las Islas. Recordaron que la lucha contra el colonialismo, neocolonialismo, el imperialismo, el hegemonismo, el apartheid y el racismo y toda forma de dominación extranjera, el pleno respeto a la soberanía e integridad territorial, el no uso o la amenaza del uso de la fuerza y la solución pacífica de las controversias, eran principios fundamentales del Movimiento de Países No Alineados.

66. Los Ministros, recordando lo expresado en el comunicado final de la Reunión Ministerial del Buró de Coordinación celebrada en La Habana en 1982, reconocieron que las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur son parte integrante de la región latinoamericana y, en este sentido, expresaron su complaciencia por la solidaridad y el firme apoyo que los países latinoamericanos y otros países no alineados brindaban a la Argentina en sus esfuerzos para solucionar esta disputa e impedir la consolidación de la situación colonial existente en esas Islas.

67. Los Ministros expresaron que la forma de descolonizar los territorios vinculados con la cuestión de las Islas Malvinas era dándole solución la disputa sobre la soberanía entre los Gobiernos argentino y británico, e instaron a ambas partes a que reiniciaran las negociaciones con la participación y los buenos oficios del Secretario General de las Naciones Unidas para que se alcance a la mayor brevedad una solución justa, pacífica y permanente de la disputa, de conformidad con los principios y decisiones del Movimiento de Países No Alineados, con las Resoluciones 1514 (XV), 2065 (XX), 3160 (XXVIII), 31/49 y 37/9 de la Asamblea General y las resoluciones 502 (1982) y 505 (1982) del Consejo de Seguridad.

82. En este contexto, los ministros tomaron nota de las declaraciones formuladas por la República Argentina durante el XXXVII Período de Sesiones de la Asamblea General en cuanto a la informada Introducción de Armas Nucleares por parte del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en la región de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.

83. Los Ministros destacaron la especial significación que tenía el hecho de que la Reunión Extraordinaria del Buró de Coordinación de Managua se celebrara en América Latina y el Caribe y que coincidiera con la conmemoración del bicentenario del nacimiento del Libertador Simón Bolívar, símbolo de la lucha por la autodeterminación, la independencia y la unidad latinoamericana.

 

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1983.- Reunión Ministerial Extraordinaria del Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados sobre América Latina y el Caribe, celebrada en Managua, Nicaragua. 10-14 de enero de 1983

65. Los Ministros reiteraron su apoyo en la decisión tomada por anteriores conferencias y reuniones del Movimiento de Países No Alineados en la que se expresaba su respaldo al derecho de la República de Argentina a que se restituya su soberanía sobre las Islas Malvinas mediante negociaciones y se reafirma la necesidad de que las partes interesadas tomasen debida cuenta de los intereses de la población de las Islas. Recordaron que la lucha contra el colonialismo, neocolonialismo, el imperialismo, el hegemonismo, el apartheid y el racismo y toda forma de dominación extranjera, el pleno respeto a la soberanía e integridad territorial, el no uso o la amenaza del uso de la fuerza y la solución pacífica de las controversias, eran principios fundamentales del Movimiento de Países No Alineados.

66. Los Ministros, recordando lo expresado en el comunicado final de la Reunión Ministerial del Buró de Coordinación celebrada en La Habana en 1982, reconocieron que las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur son parte integrante de la región latinoamericana y, en este sentido, expresaron su complaciencia por la solidaridad y el firme apoyo que los países latinoamericanos y otros países no alineados brindaban a la Argentina en sus esfuerzos para solucionar esta disputa e impedir la consolidación de la situación colonial existente en esas Islas.

67. Los Ministros expresaron que la forma de descolonizar los territorios vinculados con la cuestión de las Islas Malvinas era dándole solución la disputa sobre la soberanía entre los Gobiernos argentino y británico, e instaron a ambas partes a que reiniciaran las negociaciones con la participación y los buenos oficios del Secretario General de las Naciones Unidas para que se alcance a la mayor brevedad una solución justa, pacífica y permanente de la disputa, de conformidad con los principios y decisiones del Movimiento de Países No Alineados, con las Resoluciones 1514 (XV), 2065 (XX), 3160 (XXVIII), 31/49 y 37/9 de la Asamblea General y las resoluciones 502 (1982) y 505 (1982) del Consejo de Seguridad.

82. En este contexto, los ministros tomaron nota de las declaraciones formuladas por la República Argentina durante el XXXVII Período de Sesiones de la Asamblea General en cuanto a la informada Introducción de Armas Nucleares por parte del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en la región de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.

83. Los Ministros destacaron la especial significación que tenía el hecho de que la Reunión Extraordinaria del Buró de Coordinación de Managua se celebrara en América Latina y el Caribe y que coincidiera con la conmemoración del bicentenario del nacimiento del Libertador Simón Bolívar, símbolo de la lucha por la autodeterminación, la independencia y la unidad latinoamericana.

 

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1983.- Declaración de Nueva Delhi

El 11 de marzo de 1983 la Comisión Política de la 7a. Reunión de Jefes de Estado o de Gobierno de los Países No Alineados, reunión en Nueva Delhi, aprobó los párrafos relativos al conflicto austral que serían incluidos en la Declaración final de dicha Asamblea. Esos párrafos -numerados 157 a 159 y 165- son los siguientes:

157. Los Jefes de Estado y de Gobierno reiteraron su firme apoyo al derecho de la República Argentina a obtener la restitución de su soberanía sobre las islas Malvinas mediante negociaciones, e instaron a que se reanuden las negociaciones con el Reino Unido, con la participación y los buenos oficios del Secretario General de las Naciones Unidas y reafirmaron la necesidad de que las partes tengan debidamente cuenta los intereses de la población de las islas. Esto aseguraría una solución rápida, pacífica y justa de la cuestión en conformidad con los principios y decisiones del movimiento de los países No Alineados al respecto y con las resoluciones 1514 (XV), 2065 (XX), 3160 (XXVIII), 31/49 y 37/9 de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

158. La conferencia reconoció que las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur son parte integrante de la región latinoamericana y en ese sentido expresó su complacencia por la solidaridad y el firme apoyo de los países latinoamericanos y otros países No Alineados brindan a la República Argentina en sus esfuerzos por solucionar la disputa de soberanía e impedir la consolidación de la situación colonial existente en esas islas.

159. Al mismo tiempo la conferencia consideró que la masiva presencia militar y naval y las actividades del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en la región de las islas Malvinas son motivo de grave preocupación para los países de la región, afectando adversamente la estabilidad en el área.

165. En este contexto, los Ministros tomaron nota de las declaraciones formuladas por la República Argentina durante el 37º período de sesiones de la Asamblea General, en cuanto a las informaciones sobre la introducción de armas nucleares por parte del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en la región de las islas Malvinas, Sandwich del Sur y Georgias del Sur.

 

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1986.- Declaración Política de la octava Conferencia de Jefes de Estado o de Gobierno de los Países No Alineados, Harare, Septiembre de 1986

234. Los Jefes de Estado o de Gobierno reiteraron su firme apoyo al derecho de la República Argentina a obtener la restitución de su soberanía sobre las Islas Malvinas mediante negociaciones.

Reiteraron su exhortación a que se reanuden las negociaciones entre los Gobiernos de Argentina y del Reino Unido con la participación y los buenos oficios del Secretario General de las Naciones Unidas. También reafirmaron la necesidad de que la solución tuviera debidamente en cuenta los intereses de la población de las islas y tomaron nota con satisfacción de la voluntad expresada por el Gobierno de Argentina de respetar y garantizar el mantenimiento del estilo de vida de los isleños, de sus tradiciones y de su identidad cultural, lo que suponía el empleo de salvaguardias, garantías y estatutos que podrían negociarse. De tal modo podría lograrse una solución rápida, pacífica y justa de la cuestión, de conformidad con los principios y las decisiones del movimiento de los Países No Alineados sobre la materia y con las resoluciones de la Asamblea General 1514 (XV), 2065 (XX), 3160 (XXVIII), 31/49, 37/9, 38/12, 39/6 y 40/21.

235. Los Jefes de Estado o de Gobierno acogieron con beneplácito la adopción de la resolución 40/21 de la Asamblea General de 27 de noviembre de 1985, y elogiaron al Gobierno argentino por sus contribuciones concretas a la solución pacífica y duradera de los problemas pendientes entre la Argentina y el Reino Unido. Tomaron nota con satisfacción de que luego de la adopción de la resolución 40/21 el Gobierno de la Argentina había confirmado que estaba dispuesto a reiniciar las negociaciones solicitadas por la Asamblea General e instaron al Gobierno del Reino Unido a aceptar también esa reanudación y a abstenerse de tomar decisiones que entrañaran cambios unilaterales en la situación mientras siguiera pendiente la controversia sobre la soberanía.

236. Los Jefes de Estado o de Gobierno también reafirmaron que la masiva presencia militar y naval británica en la región de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, que comprende un aeropuerto estratégico, era motivo de grave preocupación para los países de América Latina, ponía en peligro la paz y redundaba en detrimento de la estabilidad de la región.

237. Los Jefes de Estado o de Gobierno recordaron que el establecimiento de bases y de otras instalaciones militares en territorios dependientes dificultaba la aplicación de la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales (resolución 1514 (XV)) de la Asamblea General de las Naciones Unidas y era incompatible con los objetivos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y con la resolución antedicha.

 

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1986.- Reunión Plenaria del Movimiento de Países No Alineados

COMUNICADO

Una reunión plenaria de los Países No Alineados tuvo lugar en Nueva York el 20 de noviembre de 1986 con el objeto de escuchar una exposición del Ministro de Relaciones Exteriores de la Argentina, Dr. Dante Caputo, sobre la situación creada en la zona de las Islas Malvinas, con motivo de la «Declaración sobre Pesquerías en el Atlántico Sudoccidental» emitida por el Gobierno británico el 29 de octubre de 1986.

En este contexto, la reunión recordó que el Presidente del Movimiento, Primer Ministro Robert Gabriel Mugabe, había expresado al Gobierno del Reino Unido su preocupación personal y la del Movimiento por la nueva tensión que la medida británica muy probablemente provocaría en la región del Atlántico Sudoccidental. El Presidente del Movimiento también había enfatizado la urgente necesidad de que las dos partes en la cuestión de las Islas Malvinas inicien negociaciones conducentes a la solución justa y pacífica de la disputa y eviten hacer cualquier cosa que pueda perturbar la atmósfera para negociaciones que lleven a resultados positivos.

La reunión también tuvo presente que la Declaración adoptada por la VIII Conferencia Cumbre del Movimiento, celebrada en Harare, entre el 1 y el 6 de septiembre de 1986, los Jefes de Estado o de Gobierno habían elogiado al Gobierno argentino por sus contribuciones concretas a la solución pacífica y duradera de los problemas pendientes entre la Argentina y el Reino Unido. Asimismo habían instado al Gobierno británico a abstenerse de tomar decisiones que entrañaran cambios unilaterales en la situación mientras siguiera pendiente la controversia sobre la soberanía. La reunión consecuentemente deploró la adopción de la medida arriba mencionada, que coincide con la continuada negativa del Gobierno británico a cumplir las resoluciones de la Asamblea General sobre la cuestión de las Islas Malvinas.

La reunión asimismo reiteró el firme apoyo del Movimiento al derecho de la República Argentina a obtener la restitución de su soberanía sobre las Islas Malvinas mediante negociaciones entre los Gobiernos de la Argentina y del reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte con la participación y los buenos oficios del Secretario General de las Naciones Unidas. También reafirmó la necesidad de que la solución británica tuviera debidamente en cuenta los intereses de la población de las islas y tomó nota con satisfacción de la voluntad expresada por el Gobierno de la Argentina de respetar y garantizar el mantenimiento del estilo de vida de los isleños, de sus tradiciones y de su identidad cultural, lo que suponía el empleo de salvaguardias, garantías y estatutos que podrían negociarse. De tal modo podría lograrse una solución rápida, pacífica y justa de la cuestión, de conformidad con los principios y las decisiones del Movimiento de los Países No alineados sobre la materia y de las resoluciones 1514 (XV), 2065 (XX), 3160 (XXVIII), 31/49, 37/9, 38/12, 39/6 y 40/21 de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

La reunión reafirmó que la masiva presencia militar y naval británica en la región de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, incluido un aeropuerto estratégico, era motivo de grave preocupación para los países de América Latina, ponía en peligro la paz y redundaba en detrimento de la estabilidad de la región. Por último, la reunión recordó que el establecimiento de bases y de otras instalaciones militares en territorio dependientes dificultaba la aplicación de la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales (resolucion 1514 (XV) de la Asamblea General de las Naciones Unidas) y era incompatible con los objetivos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y con la resolución antedicha.

Nueva York, 20 de noviembre de 1986

 

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1988.- Conferencia de Ministros de Relaciones Exteriores del Movimiento de Países No Alineados, Nicosia, Chipre, del 5 al 10 de Septiembre de 1988.

Los Ministros reafirmaron su apoyo total al derecho de la República Argentina a lograr que se le restituya su soberanía sobre las Malvinas mediante negociaciones. Recordaron las numerosas resoluciones de la Asamblea General relativas a esa cuestión, incluida la más reciente, la resolución 42/19, y exhortaron a que se reanudaran las negociaciones entre los gobiernos de la Argentina y del Reino Unido sobre el tema. Reafirmando la necesidad de que la solución de la cuestión de las Malvinas tuviera en cuenta los intereses de la población de las islas, los Ministros tomaron nota con satisfacción de la voluntad expresada por la por la Argentina de respetar y garantizar el mantenimiento del estilo de vida de los isleños, sus tradiciones y su identidad cultural, lo que suponía el empleo de salvaguardias, garantías y estatutos que podrían negociarse.

Los Ministros encomiaron la actitud constructiva mostrada por el Gobierno de la Argentina en la búsqueda de una solución pacífica, incluidas sus propuestas concretas en favor de conversaciones bilaterales con un programa ilimitado y sin condiciones previas.

Compararon esta actitud con la asumida por el Reino Unido, su constante rechazo a aplicar las resoluciones de las Naciones Unidas sobre la cuestión de las Malvinas, su Declaración sobre la Pesca en el Atlántico Sudoccidental de 29 de octubre de 1986 , el constante incremento de su poderío militar y naval en la región, incluida la realización de maniobras militares en esa misma región entre el 7 y el 31 de marzo de 1988, así como su rechazo a las propuestas del gobierno de la Argentina con miras de entablar un nuevo diálogo que propiciaría la celebración de negociaciones de alcance mundial sobre el conflicto bajo los auspicios del Secretario General de las Naciones Unidas.Exhortaron al gobierno del Reino Unido a abstenerse de tomar medidas unilaterales que entrañaran cambios en la situación mientras siguiera pendiente de solución la cuestión de la soberanía, y a aceptar y a aplicar las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre esta disputa.

Los Ministros también reafirmaron que la presencia militar y naval británica en gran escala en la región de las Islas Malvinas, Georgia del Sur y Sandwich del Sur, incluido un aeropuerto estratégico, era motivo de grave preocupación para los países de América latina, ponía en peligro la paz y redundaba en perjuicio de la estabilidad de la región. En este contexto, declararon una vez más que el establecimiento de bases y de otras instalaciones militares en territorios dependientes obstaculizaba la aplicación de la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales (resolución 1514 (XV) de la Asamblea General) y era incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y con la resolución antedicha.