DEPARTAMENTO DE AFRICA
Presentación:
Gladys
Lechini de Alvarez, Magdalena Carrancio
Documentos:
Marcelo
de los Reyes
Cronología:
Marcelo
de los Reyes, Iván Soñez, Gustavo López
PRESENTACION
En la
presentación del Departamento Africa se muestran las actividades desarrolladas
por los integrantes de este departamento durante 1996, orientadas al desarrollo
de tareas de investigación sobre la situación sociopolítica y económica del
continente africano y la política exterior argentina hacia los países del
Area y el relevamiento y organización de datos e información -Cronología y
Documentos-
En una
primera parte, la Coordinadora del Departamento Africa, Lic. Gladys Lechini
de Alvarez se ha ocupado del seguimiento de Las relaciones argentino
africanas durante 1996 con la participación de la Lic. Magdalena Carrancio en
el análisis de la situación política y económica de Africa del Norte.
Seguidamente
se ofrece la Cronología que contempla un enfoque regional y los Docu-mentos. La
secuencia referida a la región del Africa del Norte fue realizada por la Lic.
Magdalena Carrancio en tanto las otras regiones fueron relevadas
cronológicamente por el Lic. Marcelo de los Reyes, el Lic. Iván Soñez
y el Dr. Gustavo López.
Las
relaciones argentino-africanas durante 1996 (1)
En esta
presentación se efectúa un relevamiento del estado de situación de las relaciones
políticas bilaterales argentino-africanas durante 1996, las cuales se mantuvieron
en los niveles otorgados por la Administración Menem durante ambos períodos,
priorizándose las vinculaciones con algunos países de Africa del Norte y con
Sudáfrica. Para el tratamiento de estos temas se ha efectuado una distinción
analítica entre Africa del Norte y Africa Subsahariana, manteniendo el criterio
de trabajo de este Departamento.
Africa
del Norte
Desde
la perspectiva de las relaciones diplomáticas bilaterales, Marruecos fue el
Estado que recibió importante atención por parte del gobierno argentino, en
función de la visita del Presidente Menem a Rabat, entre el 12 y el 15 de
junio de 1996. Durante la misma se suscribieron los siguientes acuerdos y
convenios: Convenio de Cooperación Turística, Acuerdo sobre Sanidad Animal
e Higiene Pública Veterinaria, Acuerdo de Cooperación sobre Usos Pacíficos
de la Energía Atómica, Acuerdo de Cooperación Científica y Técnica, Acuerdo
para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones y Notas Reversales
sobre la Supresión de Visas en Pasaportes Diplomáticos Oficiales.
En
setiembre, en tanto, visitaron Buenos Aires el Director de Asuntos Políticos de
la Cancillería Marroquí, Embajador Mati Yorio y el Director para las Américas,
Embajador Yussef Fassi Fihri y en octubre, el Director de Ganadería, para
tratar sobre la aplicación del Acuerdo Sanitario Veterinario Bilateral.
Las relaciones
con Túnez también gozaron de cierta intensidad por las visitas recíprocas
de funcionarios gubernamentales: entre el 12 y el 16 de febrero de 1996 viajó
el Ministro del Interior, Carlos Corach, invitado por su par Mohamed Yegham,
suscribiéndose un Acuerdo de Cooperación en Materia de Seguridad; entre el
5 y el 7 de junio, viajó el entonces Secretario de Ciencia y Tecnología Domingo
Liotta, firmándose un Convenio de Cooperación en Ciencia y Tecnología entre
ambos países y entre el 20 y el 22 de octubre, el Ministro de Salud y Acción
Social, Dr Alberto Mazza, concretó un Acuerdo de Cooperación en Materia de
Salud.
Por su
parte, desde la perspectiva del país norafricano, del 31 de octubre al 1 de
noviembre visitaron Buenos Aires diputados tunecinos para tratar la creación de
una Asociación Interparlamentaria de Amistad y Cooperación entre Argentina y
Túnez.
Quedan
aún en trámite de negociación acuerdos sobre: Doble Imposición, Transporte
Aéreo, Cooperación Marítima y Fitosanitaria, los cuales fueron tratados en
oportunidad de la visita a Buenos Aires del presidente Ben Alí en marzo de
1997, durante la cual se celebró la III Reunión de la Comisión Mixta
argentino-tunecina.
En 1996,
se iniciaron negociaciones con Argelia para la firma de un convenio Fitosanitariao
que permitirá el ingreso de productos argentinos al mercado argelino. Además,
Argentina recibió la visita del Director de las Américas del Ministerio de
Asuntos Exteriores de Argelia, Embajador Fasla, el 23 de octubre de 1996.
Durante la misma, se discutieron temas como la exportación directa de productos
alimenticios y de medicamentos argentinos así como los medios para eliminar
la triangulación detectada en el comercio bilateral.
Con
Argelia se encuentran en negociación convenios en cuestiones Fitosanitarias,
Veterinaria, Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, Transporte
Marítimo y Acuerdo para evitar la doble imposición fiscal.
Las buenas
relaciones con Egipto y las visitas oficiales mutuas durante 1995 para concertar
acciones en foros multilaterales y promover un mayor acercamiento político
y comercial bilateral, se vieron reflejadas en los trabajos realizados hacia
la identificación de sectores interesados en tecnologías intermedias en agroindustria,
en el avance de las negociaciones sobre un Acuerdo en Materia de Sanidad Animal,
un proyecto de acuerdo de cooperación en transporte marítimo y otro de transporte
aéreo y un el incremento sustancial de las exportaciones argentinas de trigo
(450.000 toneladas por valor de 65 millones de dólares)
Continuando
con el acercamiento iniciado con Libia durante 1995, en marzo de 1996 se dirigió
a Trípoli una misión comercial argentina compuesta por 21 empresarios y encabezada
por el Subsecretario de Relaciones Comerciales Internacionales y el Coordinador
General del Programa de Apoyo a la Fundación Export Ar.
Africa
Subsahariana
Las relaciones
externas de Argentina con los Estados de esta región se caracterizan por acciones
puntuales y selectivas con ciertos países, generalmente orientadas a mejorar
la relación comercial, priorizándose Sudáfrica, como principal socio y posible
puerta de ingreso a la región austral del continente.
En este
marco, durante 1996 se realizaron gestiones en Nigeria y Kenia para obtener
el correspondiente certificado sanitario para exportar carne bovina fresca,
carne bovina congelada y/o enfriada sin hueso, menudencias y equinos. También
se solicitó la obtención de los modelos necesarios para ingresar expeller
de harina de carne y hueso a gran el y huevo líquido, yema y albúmina líquida
pasteurizada enfriada y congelada.
Con respecto
a Angola, a pesar de ciertas complicaciones en el proceso de pacificación
interna, durante 1995 se concretaron importantes negocios privados relacionados
con exportaciones no tradicionales, los cuales favorecieron el intercambio
de visitas, particularmente desde la perspectiva angolana, las cuales continuaron
durante 1996 ya que el 16 y 17 de setiembre de 1996 viajó a la Argentina el
vicecanciller angoleño, João Miranda, como enviado especial del presidente
Dos Santos.
La cooperación
con Zimbabwe en materia de informatización de su Cancillería, iniciada en
1994, vio durante 1996 la concreción de la segunda fase, con el envío a Harare
de expertos argentinos. Asímismo está en la mesa de negociaciones un proyecto
sobre cooperación en el ámbito agrícola en el que participarían técnicos del
INTA.
Las relaciones con Sudáfrica
En
términos político-diplomáticos merece destacarse la visita a Sudáfrica entre el
31 de octubre y el 2 de noviembre del vicepresidente de la Nación, Carlos
Ruckkauf, quien fuera recibido por el presidente sudafricano Nelson Mandela y
por el vicepresidente Thabo Mbeki. En esa oportunidad se discutió sobre la
problemática internacional, regional y bilateral y se analizó la marcha y
posibilidades de cooperación entre los respectivos procesos de integración
regionales. Se trabajó sustancialmente sobre las oportunidades de incrementar
las relaciones bilaterales político-comerciales.
Este
viaje, continuaba de alguna manera, las buenas relaciones y la profundización
de contactos iniciados a principios de año, con la visita oficial a Buenos
Aires del Vicecanciller sudafricano Aziz Pahad, quien viajó acompañado por el
Subdirector General para Europa y las Américas, Señor Tebogo Mafole y por el
Director para América Latina y el Caribe, señor Johan Killian, ex embajador
sudafricano en Buenos Aires.
Las relaciones
con el principal socio en la región también se vieron alimentadas por una
serie de visitas cruzadas de funcionarios de ambos países para avanzar en
la consolidación de vinculaciones sectoriales concretas. Entre ellas y desde
la perspectiva argentina, merece citarse el viaje a Sudáfrica de Hugo Porta
-primer embajador argentino en Sudáfrica luego de la recomposición de relaciones
con Pretoria, el 8 de agosto de 1991-, quien mantuvo contactos con representantes
del gobierno y de importantes sectores privados, particularmente en el área
minera y alimenticia y del Dr. Guadagni, Secretario de Industria, Comercio
y Minería, para entrevistarse con empresarios del sector minero y discutir
futuros emprendimientos en el país.
Desde la
perspectiva sudafricana, viajaron a Buenos Aires un grupo de asesores del
Ministerio de Empresas Públicas de Sudáfrica, interesados en conocer la
experiencia argentina en el proceso de privatizaciones. A mediados de año nos
visitaron empresarios de la South African Foundation -asociación de las más
grandes corporaciones sudafricanas y de las principales compañías
multinacionales de Sudáfrica-. Se entrevistaron con legisladores nacionales,
funcionarios de la Subsecretaría de Minería, Ministerio de Economía y
Cancillería e importantes grupos empresarios privados. Como resultado de estos
contactos se organizó la visita a la Argentina durante el mes de noviembre, de
periodistas sudafricanos especializados en el área económica, representantes
del «Business Report», «Beeld», «Business Day», «Sunday Times», «South Africa
Broadcasting Corporation» y «Financial Mail».
En el mes
de diciembre llegó una delegación parlamentaria sudafricana encabezada por el
presidente del Comité de Obras Públicas del Parlamento, señor Chikane para
estudiar proyectos públicos instrumentados por el Ministerio de Economía y por
los gobiernos provinciales y municipales, así como la participación del sector
privado en los mismos.
Misiones
de paz en Africa
Argentina
ha participado y está participando en misiones de Paz en Africa, así como
en operaciones de los Cascos Blancos.
Nuestro
país continúa integrando la MINURSO (Misión de Naciones Unidas para el
Referéndum en el Sahara Occidental) pero con solo un observador militar y la
Unavem III, Misión Verificación de Naciones Unidas en Angola, Tercera fase,
aprobada por Resolución 976 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el
8 de febrero de 1995, con dos oficiales del ejército que integran el
contingente brasileño.
Con motivo
de la crisis en la zona de los Grandes Lagos (Zaire, Rwanda y Burundi), a
través de los Cascos Blancos se envió el 4 y 5 de diciembre una aeronave de
la Fuerza Area Argentina con ayuda de emergencia para colaborar con las actividades
del Alto Comisionado de las NU para los Refugiados en Rwanda: la ayuda consistió
en frazadas, pastillas potabilizadoras de agua y galletitas secas en función
de lo solicitado por las autoridades de ACNUR. La delegación argentina presidida
por el Embajador Frigerio visitó campos de refugiados en Kigali y Karense
y se contactó con la ONG argentina, Médicos en Catástrofes, la cual, operando
con ACNUR, trabaja en Rwanda en un campo de refugiados.
También
se continuó colaborando a través de Cascos Blancos en Guinea Ecuatorial, con la
asistencia y asesoramiento a autoridades educativas en la constitución de un
cuerpo estable de docentes, capacitándolos en adelantados métodos de enseñanza
y proveyéndolos de material educativo básico a tal efecto.
El bajo
perfil de las relaciones argentinas con los Estados del continente africano
está en sintonía con las prioridades de política exterior planteadas por la
Administración Menen y con la pérdida de los márgenes de maniobra político-estratégica
y económica de estos países en el marco de la postguerra fría. Sin embargo,
no se deben desconocer las estrategias e iniciativas de acercamiento desarrolladas
por Estados Unidos y la Unión Europea, así como de nuestro principal socio
en el MERCOSUR, Brasil, quienes reconocen los avances -aunque parciales- operados
en el continente africano hacia el logro de la estabilidad democrática y económica.
La elección de ciertos países del continente que muestran claros signos de
consolidación de los procesos anteriormente mencionados como socios posibles
de la Argentina debería constituirse en un próximo ingrediente de los permanentes
ajustes que necesariamente deben realizarse en el diseño y la implementación
de la política exterior.
Situación
de los países del Norte de Africa
En vísperas
del año 2000 la región Nordafricana se encuentra en la búsqueda de líneas
de acción más pragmáticas en orden a procurar un mayor nivel de desarrollo
económico y la estabilidad política de sus regímenes.
En el
marco del proyecto de Asociación Euromediterránea -relanzado a fines de 1994-
Egipto firmó un Tratado de Asociación con la Unión Europea que se une a los ya
suscriptos en 1995 por Túnez (abril) y Marruecos (noviembre). Estos acuerdos
promueven el diálogo político entre ambas orillas de Mediterráneo en torno a
tres ejes prioritarios: apoyar la transición económica, contribuir a un mejor
equilibrio socioeconómico y favorecer la integración regional. La meta
propuesta es la creación de una zona de librecambio para el 2010.
El
proyecto de Asociación Euromediterránea se complementa con el incremento de las
ayudas financieras. Una nueva línea presupuestaria MEDA (Ayuda Mediterránea)
sustituirá a los protocolos financieros firmados por los países árabes
mediterráneos (a excepción de Libia) que expiran a lo largo de 1996. La
asignación de recursos no tendrá sólo a los Estados como destinatarios,
incluirá además, a otros actores de la sociedad civil.
Esta
ayuda financiera se vincula -por primera vez desde la Conferencia de Barcelona
de 1995- con la estabilidad interna y con la apertura de procesos democráticos.
La promoción del Estado de Derecho y la aplicación de los Derechos Humanos
representa un difícil desafío para los regímenes del Norte de Africa que hoy
ven en la violencia de los grupos islamistas se principal factor de
desestabilización. Los procesos electorales en el Norte de Africa evidencian un
cambio en la estrategia gubernamental: la dinámica aperturista implementada en
la década del 80 -que permitió la transición al pluripartidismo, integrando a
sectores islamistas en el proceso- está siendo reemplazada a mediados de los
noventa por medidas de aislamiento de los sectores radicales a la vez que
también se mira con cautela a los más moderados.
El
carácter convergente de las políticas antiislamistas adoptadas por los
gobiernos de Egipto, Túnez y Argelia -que ven en la violencia islamista un
problema de terrorismo- los ha llevado a la adopción de acuerdos de cooperación
en el campo de la seguridad. Mientras la «amenaza islamista» justifica la
violencia oficial engendra a su vez más violencia en estos grupos.
Altamente
vinculados a la estabilidad de la región se encuentran el Conflicto del Sahara
Occidental y las desavenencias entre Egipto y Sudán. A ellos se agrega Libia,
sumida en una crítica situación de aislamiento internacional.
Respecto
de al Ex Sahara Español, las Naciones Unidas anunciaron a fines de mayo de 1996
la expiración del plazo para la retirada del personal de la ONU (MINURSO)
destacado en esa región. Solo se mantiene un contingente militar con el fin de
garantizar el alto el fuego acatado en 1991. Esta medida deja definitivamente
sin efecto el Referéndum de Autodeterminación que pondría fin al conflicto pero
que está postergado por la falta de acuerdo entre Marruecos y el Frente
Polisario Respecto al derecho de voto de tres tribus de la región, la solución
del conflicto volvió a manos de sus dos actores principales, que deben
encontrar un acuerdo por sus propios medios. El Sahara Occidental no sólo es
rico en fosfatos (mina de Bu Craa), sino que a estos se suman los bancos pesqueros
de su plataforma marítima -objeto de la negociación entre Marruecos y la Unión
Europea- que plasmó en el acuerdo de noviembre de 1995.
Tensiones
entre Argelia y Marruecos en torno a este territorio mantuvieron paralizado
durante 1996 el ya difícil proceso de integración nordafricano en torno a la
Unión del Magreb Arabe (UMA).
La
presunta responsabilidad del gobierno islamista de Kartum en el fallido
atentado contra el presidente egipcio Mubarak ocurrido en Etiopía en 1995,
constituyó un ingrediente más para la inestable situación que Sudán lleva
adelante con sus otros vecinos: Eritrea y Uganda, acusados de apoyar a la
oposición del gobierno de Al-Bashir en el este y sur sudanés, respectivamente.
Gladys
LECHINI
Coordinadora
(1) La
información trabajada en este informe ha sido suministrada por las
correspondientes Direcciones del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio
Internacional y Culto.