Revista de Relaciones Internacionales Nro. 8

Editorial

 

"Cuando todo parecía entregado al olvido,asistimos a un sorpresivo triunfo de la memoria"

Oscar Landi. Sociólogo

"¿cuánto subdesarrollo soportará la seguridad global?"

 

En nuestro último número hacíamos referencia que entre los dramas a los cuales nos enfrentamos en este fin de siglo, está el terrorismo, que lo describíamos como un nuevo jinete del apocalipsis. Este jinete que que ya no respeta territorios y que ha llegado a lugares que se pensaba nunca llegaría. Cuando estalló la bomba en Oklakoma, alguien dijo: "Esto no pasaba aquí", acostumbrado a ver las imágenes de Beirut, pero el edificio devastado estaba en el corazón mismo de los Estados Unidos.

Pero esta irracionalidad, hace surgir a la superficie, un proceso que se viene desarrollando en la sociedad norteamericana desde hace tiempo. Hay más de cien mil personas armadas, formando milicias, que profesan abiertamente ideas racistas, que se oponen a la restricción de armas, (defendidos en esto por la Asociación Nacional del Rifle, que es un poderoso lobby que tiene importantes vínvulos con varios congresales), que están opuestos a la escuela pública, que piensan que la causa de todos los males la tiene el gobierno federal y sus agencias (no casualmente la bomba estalló en un edificio que congregaba a varias agencias federales), que impugnan los supuestos culturales del Acta de los Derechos Civicos de 1964 y su desarrollo contra todo tipo de discriminación y en su delirio se preparan para defenderse del comunismo internacional y de las Naciones Unidas. Entonces los demonios están adentro, no es el extranjero, son WASP (Whites, Anglo Saxon, Protest), porque no existe un sola clase de fundamentalistas; el fanatismo y la irracionalidad existen en todas las sociedades y si no veamos también otra sociedad que se creía al margen de estos episodios, como la sociedad japonesa, que "descubrió" sus fanáticos. Por eso creemos oportuno reproducir unos párrafos de nuestra editorial de noviembre de 1992, en el número 3 de la revista, cuando citamos al filósofo francés Roger Garaudy que en su libro "Los Integrismos" expresaba: "...Contra esta invasión de nuestro interior por el integrismo, por los enemigos del espíritu, hoy debemos apelar al despertar de los vivientes y organizar redes de resistencia, de resistencia contra la sin razón. Necesitamos las fuerzas unidas de todos los hombres de fe, de todos los que han hecho esta apuesta: la vida tiene sentido. Es preciso repudiar la escoria del pasado, cada uno de nosotros debe despojarse de todos los prejuicios que, separándose de los demás, mutilan nuestra propia fe...El integrismo de cualquier clase nace siempre de una frustación ante la soledad, y la sin razón de un mundo sin objetivos..." (el subrayado es nuestro).

Por todo esto, creemos oportuno rescatar el valor de la memoria, en este año que se recuerdan otros horrores de este siglo XX, el holocausto, el genocidio del pueblo armenio, la situación de la nación kurda y los actuales de Bosnia, Ruanda y Burundi. A pesar que existe una Convención de Naciones Unidas contra el genocidio, que data de 1948, este " delito contra la humanidad" se sigue cometiendo con el silencio complice de muchos, que se parece bastante a la aceptación de un control demográfico por medios heterodoxos.

El propio papa Juan Pablo II en su nueva carta pastoral Tertio Millennio Adveniente, en su búsqueda de encuentro ecuménico y de más tolerancia, como en la convocatoria al Concilio Vaticano II expresaba: "...un arrepentimiento de errores, infidelidades, incoherencias y lentitudes, especialmente en algunos siglos, con métodos de intolerancia e incluso de violencia en el servicio de la verdad, así como, de circunstancias en las que se han alejado del espíritu de Cristo y de su evengelio, ofreciendo al mundo el espectáculo de modos de pensar que eran verdaderas formas de antitestimonio y de escándalo..." (el subrayado es nuestro)

Nunca más oportuno de parte de las Naciones Unidas que declarar 1995 como el Año Internacional de la Tolerancia, es necesario trabajar para la comunicación entre las civilizaciones y no seguir ahondando la brecha entre las mismas. Tenemos que rechazar la visión pesimista y simplificadora del choque de civilizaciones por un "diálogo de las culturas".

Cuando analizamos en la revista nº7, del mes de octubre pasado, una de las resoluciones más importantes del Consejo de Seguridad, la 940 sobre la situación en Haití, expresábamos nuestra preocupación, que la misma no se transformara en el futuro en un precedente, que poco tenga que ver con la democracia y los derechos de los pueblos y decíamos: "la resolución 940 fue aprobada por Rusia. ¿Podrá ignorarse este antecedente, si algún día las ambiciones imperiales de algunos en Moscú sobre el llamado -extranjero próximo- se quisieran materializar?. Desgraciadamente, y en especial para el pueblo checheno, nuestro análisis se confirmó, y Rusia, con el silencio cómplice de algunos, en retribución a su apoyo a la 940, violó abiertamente el derecho del pueblo checheno a su autodeterminación. Mientras que para Occidente, Chechenia es una cuestión interna rusa, para Mijail Gorbachov "era evidente, desde un principio, que no se trataba solamente de una violación de los derechos de individuos aislados, sino de los derechos de todo un pueblo y que había comenzado una verdadera masacre. Todas las hipótesis para explicar lo que sucede en Chechenia son falsas". Hace 300 años que los chechenos vienen luchando contra, primero el imperio zarista, después "el rojo" y ahora el de los "zares democráticos"; puesto que esta pequeña nación del Caúcaso se niega a ser incorporada. Una nación de más de un millón de habitantes no cuenta, Rusia tiene el "derecho de actuar en su dominio interno", juegan el plan de gendarmes de los musulmanes que habitan los antiguos territorios de la Ex-Unión Soviética; lo mismo, en otra escala, ocurre con Tayikistán, donde más de 50.000 muertos encuentran el silencio complice de los poderes mundiales.

En nuestra América latina, como en 1982, durante la crisis de la deuda, México, nos vuelve a mostrar, una vez más, el agotamiento de los programas basados en el espejismo de los números macroeconómicos y no en el desarrollo integral de una nación. Además de la rigidez y corrupción de un sistema político, donde la crisis de su partido gobernante, el PRI, es una de sus pruebas más elocuentes. México esta necesitando una segunda revolución pacífica, para darle más democracia y eficiencia a su Estado.

El modelo mexicano, fue hasta diciembre último, como lo expresa Ignacio Ramonet, director de "Le Monde Diplomatique": "el mejor alumno del Fondo Monetario Internacional, -el modelo a imitar- el ejemplo de ortodoxia que debían seguir los otros países latinoamericanos... La prestigiosa banca Salomon Brothers de Nueva York, había emitido, en diciembre pasado, una opinión -muy positiva- sobre el país, ¡una semana antes del derrumbe del peso mexicano!. Y la principal agencia financiera mundial, Moody's Investors Service, que califica los Estados en función de los riesgos que corren los inversores, lo calificaba, de - muy seguro-. El país se sentía muy confiado había pasado todas las calificaciones y de pronto el desastre...México escapó a la bancarrota total por el otorgamiento de una ayuda internacional, de más de 50.000 millones de dólares (20.000 de los cuales por los Estados Unidos), la ayuda más importante que obtuvo un país en la historia. Tan importante que podría cuestionarse si fué para salvar a México, o si ella busca salvar al sistema financiero internacional."

La guerra entre Ecuador y Perú, nos traladó de nuevo al siglo XIX, es dificíl imaginar, hoy en nuestro continente una guerra más absurda. Con todas las urgencias que tenemos los latinoamericanos para rescatar a nuestros pueblos de su subdesarrollo crónico, lo que menos necesitamos es una guerra por unos pocos metros cuadrados que no valen una sola vida humana. Sin mencionar el perjuicio que este conflicto provocó a la imagen de la región en el mundo. Latinoamérica necesita poner todos sus esfuerzos en vencer los obstáculos a su desarrollo y pensar el concepto integral de soberanía y no "inventar conflictos" con el fin de obtener réditos políticos internos. Además, el conflicto, también, puso en evidencia la poca efectividad de la O.E.A para prevenir o solucionar disputas regionales a pesar que en las últimas Asambleas Generales de la Organización se hizo hincapié en la necesidad de crear ámbitos para la solución de los conflictos o de situaciones que pongan en peligro la democracia, incluso se debatió la posibilidad de crear fuerzas interamericanas de paz.

El Protocolo de Ouro Preto, marca el nacimiento formal del Mercosur, el 1 de enero de 1995, con la Unión Aduanera., que aunque imperfecta, es hito en la historia de nuestro país y de la sub-región, ya que el acuerdo de integración instala una variable económica fundamental para un Estado, como es el comercio exterior, en una instancia comunitaria.

La Cumbre Social sobre Desarrollo Social que tuvo lugar en Copenhague-Dinamarca del 6 al 12 de marzo, con la presencia de 118 jefes de Estados, Vicepresidentes y Primeros Ministros es continuación de las anteriores grandes cumbres organizadas por las Naciones Uniudas sobre cuestiones del desarrollo mundial, entre ellas La Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro en 1992; la de Derechos Humanos en Viena en 1993; la de Población en el Cairo en 1994 (todas ellas publicadas por el Instituto en la serie, Documentos) y las que se realizarán en septiembre de este año en Beijing sobre la Mujer y la de Asentamientos Humanos en Estambul en junio de 1996.

La presencia en Copenhague de más de 2.500 Organizaciones No Gubernamentales (O.N.G) sigue marcando, como lo hicimos notar en la presentación de los trabajos relativos a las Conferencias de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y los Derechos Humanos, la presencia de un gran actor internacional que representa a la sociedad civil a escala mundial.

La Declaración, el Programa de Acción, los trabajos, entre ellos el producido por las ONG, como: Declaración Alternativa de Copenhague y algunas intervenciones presentadas en la Cumbre, y la posición de nuestro país, serán reunidos en una próxima publicación del Instituto.

Como aportes tenemos:

Resúmenes de algunas ponencias en el Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Derecho Internacional Público organizado en ocasión del Cincuenta Aniversario de la misma, que presentamos oportunamente en la serie Estudios.

El profesor Ibrahima Fall, Sub-Secretario General de Derechos Humanos y Director del Centro de Derechos Humanos de la O.N.U, delineó la evolución de los derechos humanos desde el nacimiento de las Naciones Unidas y las perspectivas en los próximos decenios.

La profesora Isabel Stanganelli, miembro del Departamento Europa del Instituto, analiza la situación etno-demográfica de las repúblicas bálticas: Lituania, Letonia y Estonia.

El profesor Angel Luis Plastino, ex-presidente por dos períodos de nuestra Universidad y actual presidente de la Comisión de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la misma, alerta sobre la agresión a los océanos y sus terribles consecuencias para salud ecológica del planeta.

El profesor uruguayo Heber Arbuet Vignali, expone acerca de la repercusión que el ingreso al Mercosur tiene sobre el concepto politico internacional de la expresión soberanía

El Dr. Rodolfo Geneyro, Coordinador del Departamento de América Latina y el Caribe analiza las consecuencias del modelo económico predominante en América Latina en relación a la dimensión política.

El profesor Fabián Salvioli, Coordinador del Departamento de Derechos Humanos del Instituto expone la cuestión de la responsabilidad individual y estatal en la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Hasta el próximo número

Prof. Dr. Norberto E. Consani