Revista de Relaciones Internacionales Nro. 5

DECLARACION DE MONTEVIDEO del GRUPO RIO

Reunidos en Montevideo el 17 de septiembre de 1993, con la presencia del Director General del GATT, Peter Sutherland, y luego de haber examinado las perspectivas de las negociaciones de la Ronda Uruguay; los Ministros de los Países del Grupo de Río expresamos nuestra preocupación respecto del estado actual de las negociaciones, como nuestra determinación de alcanzar un resultado significativo y equilibrado que contemple adecuadamente los intereses de la región.

1- Manifestamos nuestra satisfacción por el relanzamiento del proceso negociador a nivel multilateral, tras dos años de escasos progresos. La conclusión exitosa de la Ronda Uruguay en los próximos meses, es condición indispensable para superar la difícil coyuntura por la cual atraviesan actualmente la economía y el comercio internacional.

2- Reiteramos nuestro compromiso de desplegar todos los esfuerzos necesarios para mantener el dinamismo del proceso negociador e instamos a todos los participantes a respetar los objetivos y principios establecidos en la Declaración de Punta del Este y los acuerdos alcanzados en la revisión de mediano plazo.

3- La forma en que se ha conducido hasta ahora las negociaciones, por su lentitud y como resultado de la bilateralización del proceso, ha relegado los intereses de la región, contraviniendo los acuerdos de llevarlas a cabo mediante una amplia participación y transparencia. La reanudación de las negociaciones sobre la base de estos principios; constituye una condición necesaria para recuperar el tiempo perdido y avanzar en esta areas.

4- En consonancia con los objetivos de la Ronda Uruguay, nuestros países han liberalizado en forma autónoma y significativa el acceso a sus mercados. Los demás participantes de la Ronda Uruguay, sobre todo los de mayor peso comercial, se han beneficiado con esta apertura. Al mismo tiempo nuestras ofertas de acceso y la contribución positiva en las áreas tradicionales y nuevas han permitido impulsar las negociaciones multilaterales.

Sin embargo, la región no ha sido objeto de reciprocidad; por el contrario, ha visto agravada su situación por la violación de los compromisos de statu quo; la adaptación de nuevas medidas proteccionistas y el no acatamiento de las recomendaciones de los Grupos Especiales del GATT. En este contexto, nos preocupa especialmente las restricciones a las importaciones de banano, impuestas recientemente por la Comunidad Europea en forma inconsistente con las disposiciones vigentes del GATT; igualmente las importaciones de manzanas y los Estados Unidos respecto al tabaco, son ejemplos claros de esta situación.

5- Una conclusión equilibrada de la Ronda requiere un resultado satisfactorio en el área de acceso a mercados. Constatamos con inquietud que la situación continúa siendo insatisfactoria en sectores prioritarios para nuestros países, como lo son la agricultura, los textiles, los productos tropicales y los productos derivados de la explotación de los recursos naturales. Al mismo tiempo, se formulan propuestas cero por cero que, si bien pueden ser beneficiosas para los países industrializados, no constituyen respuesta adecuada a los requerimientos de la región.

6- Reiteramos que el sector agrícola es clave y prioritario para los intereses de nuestros países. Para el éxito de la Ronda y la consecuente aceptación por la región de los resultados de un paquete final, es imprescindible que se logren resultados significativos en este campo. Estos deben asegurar la liberalización sustancial del acceso a los mercados, la reducción del sostén interno y de los subsidios a la exportación y la instrumentación de medidas sanitarias y fitosanitarias, sobre la base de las disposiciones y disciplinas establecidas en el Proyecto de Acta Final.

7- El Acuerdo Blair House, resultado de un entendimiento entre los Estados Unidos y la CE, representa un debilitamiento del Proyecto de Acta Final, alejándonos de la apertura agrícola que nuestros países persiguen. La región ha aceptado el Proyecto de Acta Final como la base para alcanzar un acuerdo en las negociaciones agrícolas, no obstante que sus modestos alcances están lejos de satisfacer los objetivos y expectativas de los países latinoamericanos. Las negociaciones sobre acceso a mercados en materia agrícola deberán mejorar esos alcances, de manera de lograr un paquete aceptable.

Consideramos que la reforma de la agricultura constituye un proceso continuo orientado a la eliminación de todas las medidas que distorsionan el comercio agrícola mundial.

8- Entendemos que los intentos de apertura de los textos del Proyecto de Acta Final conllevan un riesgo serio de ruptura del delicado equilibrio alcanzado, que puede conducir al fracaso de la Ronda.

9- La creación de una estructura institucional -Organización Multilateral de Comercio-, que garantice el cumplimiento de las reglas acordadas en la Ronda, incluyendo un sistema de solución de diferencias efectivo y vinculante, es un instrumento necesario para garantizar el equilibrio de derechos y obligaciones de las Partes y llevar a los Estados a renunciar a medidas unilaterales buscando la solución a sus disputas en el contexto multilateral.

10- Es indispensable que los grandes países comerciales adopten en los próximos meses las decisiones políticas necesarias para concluir las negociaciones con resultados que, contemplando equilibradamente los diversos intereses, promuevan la liberalización y la expansión del comercio mundial, eviten la discriminación y fortalezcan el sistema multilateral de comercio.

Los países latinoamericanos evaluarán el paquete global de la Ronda, y condicionarán su aceptación a que se alcancen dichos resultados.

Montevideo, 17 de septiembre de 1993.-