El 16 de diciembre de 1965 la diplomacia argentina logró la aprobación de la Resolución 2065 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que ha constituido desde entonces la piedra angular de la Cuestión de las Islas Malvinas y debe ser nuestro objetivo defenderla e insistir por su cumplimiento, pues la misma logró quebrar 132 años de indiferencia del Reino Unido ante el prolongado e incansable reclamo argentino por la usurpación británica del archipiélago cometida el 3 de enero de 1833, a solo 7 años de haber firmado con nuestro país un tratado de “amistad, comercio y navegación”, vulnerando Londres mediante este despojo las normas de dicho tratado internacional.
La Resolución 2065 de la Asamblea General reconoce la existencia de un conflicto de soberanía por el territorio de las Islas Malvinas y demás archipiélagos del Atlántico Sur entre la República Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte e invita a las partes a entablar negociaciones a fin de encontrar una solución pacífica al problema e informar el resultado al Comité Especial de Descolonización o a la Asamblea General. Por lo tanto establece claramente cuál es el mecanismo para lograr el proceso de descolonización.
Pero además, la resolución deja en claro que lo que se busca es la descolonización del territorio cuando establece que se deben tener en cuenta solamente los “intereses” de los habitantes que el Reino Unido trasplantó en las islas luego de haber expulsado a la población argentina que habitaba pacíficamente en el lugar al momento de la usurpación del territorio, no sus “derechos”, como pretendía la diplomacia británica, ya que no puede generar derechos una ocupación ilegítima realizada en violación de un tratado internacional.
Aunque no era jurídicamente necesario, ante la actitud del Reino Unido de desconocer el mandato de la comunidad internacional después de haber vencido a las tropas argentinas el 14 de junio de 1982, la Asamblea General aprobó el 4 de noviembre del mismo año la Resolución 37/09 ratificando plenamente la Resolución 2065, además de las 3160 y 31/49 sobre la Cuestión de las Islas Malvinas, reconociendo nuevamente que existía una disputa de soberanía sobre las islas y que había solo dos partes en conflicto: la República Argentina y el Reino Unido, reiterando que solo la solución de esta disputa pondría término a la situación colonial de estos territorios y descartando una vez más la aplicación del principio de autodeterminación de los pueblos en este caso especial y particular, pidiendo a los dos gobiernos reiniciar las negociaciones a fin de encontrar a la mayor brevedad una solución pacífica a la disputa de soberanía, con la asistencia de los buenos oficios del Secretario General. En los años sucesivos la Asamblea General continuó aprobando resoluciones del mismo tenor hasta que diplomacia argentina optó por concentrarse en el reclamo ante el Comité Especial de Descolonización, que todos los años, hasta la fecha, ha aprobado una resolución ratificatoria de la Resolución 2065 y sus sucesivas, sin haber retirado nunca la Cuestión de las Islas Malvinas del la agenda de la Asamblea General.
Por lo tanto la Resolución 2065 constituye la piedra angular de nuestro reclamo ante la comunidad internacional ya que: reconoce la existencia del conflicto, establece expresamente cuales son las partes (la Argentina y el Reino Unido) establece el método que debe emplearse para resolverlo (las negociaciones entre las partes) y excluye expresamente de la participación en las mismas a los habitantes instalados en el archipiélago por la potencia ocupante, expresando que solo se tendrán en cuenta sus “intereses”.
En momentos en que pareciera que la Causa de Malvinas ha ingresado en un nuevo eclipse y el gobierno argentino se siente tentado en adherir a una lucha geopolítica que nos es ajena, acercándose a los intereses del Reino Unido y mediatizando nuestro reclamo soberano, desde el Departamento del Atlántico Sur del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de La Plata reiteramos nuestra posición, mantenida durante sus 34 años de existencia, conmemorando el 60° Aniversario de la Resolución 2065 de la ONU, piedra angular de la Cuestión de las Islas Malvinas y base necesaria de una verdadera política de Estado que nunca debemos abandonar.
Carlos Alberto Biangardi Delgado
Coordinador
Departamento del Atlántico Sur
IRI-UNLP
