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Basel AML Index 2025

Fernando Peyretti[1]

1. Introducción

El Basel AML Index 2025: 14th Public Edition constituye la 14.ª edición pública de un índice compuesto que clasifica jurisdicciones según su vulnerabilidad al lavado de activos y a delitos financieros relacionados, así como su capacidad para contrarrestarlos (Basel Institute on Governance, 2025). El informe se presenta explícitamente como una herramienta de medición de riesgo estructural, y no como una estimación de montos efectivamente lavados.

En un contexto internacional marcado por la expansión de los activos virtuales, el uso de nuevas tecnologías y la persistencia de fenómenos como la corrupción, el tráfico de drogas y el fraude, comprender cómo se construye y qué muestra este índice es relevante para los reguladores, los sujetos obligados y la comunidad académica de América Latina.

Este trabajo tiene como objetivo:

  • describir la metodología del Basel AML Index 2025;
  • analizar sus principales resultados globales;
  • examinar el perfil regional de América Latina y el Caribe; y
  • comentar la posición específica de Argentina y las posibles aplicaciones del índice al enfoque basado en riesgo, tomando exclusivamente como referencia la información contenida en el propio informe.

2. Metodología del Basel AML Index 2025

2.1. Estructura general

El índice se construye a partir de 17 indicadores provenientes de fuentes públicas internacionales, que se agrupan en cinco dominios que, según el informe, concentran los factores que más contribuyen a un alto riesgo de lavado de activos y delitos financieros:

  1. Calidad del marco ALD/CFT/CPF.
  2. Riesgos de corrupción y fraude.
  3. Transparencia financiera y estándares.
  4. Transparencia y rendición de cuentas públicas.
  5. Riesgos políticos y legales.

Cada indicador se normaliza mediante el método min max a una escala de 0 a 10, donde 10 representa el máximo nivel de riesgo, y luego se agregan aplicando ponderaciones diferenciadas.

2.2. Dominios e indicadores

Los cinco dominios tienen el siguiente peso en el puntaje total (Basel Institute on Governance, 2025):

  • Calidad del marco ALD/CFT/CPF (50 %). Incluye las evaluaciones mutuas y de seguimiento del GAFI y de organismos regionales estilo GAFI (35 % del total), así como indicadores sobre narcóticos, trata de personas y delitos ambientales.
  • Riesgos de corrupción y fraude (17,5 %). Integra percepciones de corrupción, riesgo de soborno y componentes del Índice de Crimen Organizado relativos a delitos financieros y ciberdependientes.
  • Transparencia financiera y estándares (17,5 %). Considera el grado de secreto financiero y ciertos estándares del sector financiero.
  • Transparencia y rendición de cuentas públicas (5 %). Se nutre de mediciones sobre transparencia presupuestaria, financiamiento político y calidad de la gestión del sector público.
  • Riesgos políticos y legales (10 %). Incluye independencia judicial, Estado de derecho, libertades civiles y libertad de prensa.

El esquema de ponderaciones se define y revisa cada año en una reunión de un panel independiente de expertos de organismos públicos, privados y académicos convocado por el Basel Institute on Governance.

2.3. Cobertura y requisitos de inclusión

La edición pública 2025 incluye 177 jurisdicciones, incorporando únicamente aquellas que disponen de:

  1. una evaluación de cuarta ronda del GAFI o de un organismo regional tipo GAFI; y
  2. al menos un 65 % de datos disponibles entre los 17 indicadores.

La información empleada se recopiló hasta el 10 de noviembre de 2025. El informe aclara que Rusia permanece excluida de la edición pública debido a la suspensión de su membresía en el GAFI.

2.4. Clasificación de niveles de riesgo

A partir de 2025, el índice adopta una nueva categorización en tres niveles de riesgo (lower, medium, higher), obtenida mediante el método estadístico de Jenks natural breaks:

  • Riesgo menor: puntaje < 4,70.
  • Riesgo medio: 4,70–6,08.
  • Riesgo mayor: puntaje > 6,08.

Esta reclasificación busca evitar la sobrecarga de la categoría “riesgo medio” y mejorar la comparabilidad entre jurisdicciones, lo que se considera especialmente útil para las aplicaciones del enfoque basado en riesgo.

2.5. Limitaciones reconocidas

El propio informe identifica una serie de limitaciones:

  • Calidad desigual y carácter parcial de los datos, especialmente en delitos financieros transfronterizos como el fraude.
  • Uso de indicadores de percepción, que no se resuelven totalmente mediante su cuantificación.
  • Cobertura incompleta de evaluaciones de cuarta ronda, lo que afecta la comparabilidad entre jurisdicciones.
  • Imposibilidad de utilizar el índice como modelo de predicción o de cálculo de pérdidas esperadas, a diferencia de modelos de riesgo puramente financieros.

Por ello, el informe desaconseja utilizar la edición pública como única base para decisiones de cumplimiento, recomendando la versión Expert Edition para análisis más detallados.

3. Resultados globales

3.1. Puntaje promedio y distribución

El promedio mundial del Basel AML Index 2025 es de 5,28, apenas por debajo del valor de 5,30 del año anterior. El documento considera esta variación como estadísticamente insignificante, pero valora que el promedio no haya empeorado en un contexto de amenazas crecientes, entre ellas el uso de activos virtuales y de inteligencia artificial para fines ilícitos (Basel Institute on Governance, 2025).

Entre las jurisdicciones presentes también en 2024, el 54 % mejora su puntaje, el 43 % empeora y un 3 % permanece sin cambios. El informe describe este fenómeno como una “deriva hacia el medio”: algunas jurisdicciones de alto riesgo mejoran, mientras varias de desempeño históricamente sólido muestran deterioros graduales.

En el extremo superior del ranking se ubican Myanmar, Haití y la República Democrática del Congo, con puntajes superiores a 7,5; en el extremo inferior, Finlandia, Islandia y San Marino, con puntajes cercanos a 3.

3.2. Desempeño por dominios

El análisis de promedios globales por dominio muestra un panorama heterogéneo:

  • Calidad del marco ALD/CFT/CPF. Riesgo promedio de 5,54, levemente mejor que en 2024 (5,58).
  • Corrupción y fraude. Ligera mejora de 5,12 a 5,09.
  • Transparencia financiera y estándares. Uno de los deterioros más marcados, asociado a preocupaciones sobre transparencia de beneficiarios finales y debilidades en regulación financiera y tributaria.
  • Transparencia y rendición de cuentas públicas. Aumento del riesgo de 4,23 a 4,35.
  • Riesgos políticos y legales. Prácticamente sin cambios en promedio (4,45 a 4,46), aunque con fuertes diferencias entre regiones.

4. Resultados regionales: foco en América Latina y el Caribe

4.1. Panorama general

El capítulo de enfoque regional clasifica el mundo en ocho regiones. América Latina y el Caribe agrupa 33 jurisdicciones, entre ellas Argentina, incorporada en esta edición (Basel Institute on Governance, 2025).

Según el gráfico de la página 37, el promedio regional es de aproximadamente 5,69 puntos, claramente por encima del promedio global de 5,28, lo cual ubica a la región en un segmento de riesgo medio alto.

4.2. Ordenamiento regional

El mapa de la página 36 muestra la distribución de puntajes por país. Haití y Venezuela aparecen como las jurisdicciones de mayor riesgo regional, con puntajes superiores a 7,5 y 7, respectivamente. En el extremo de menor riesgo relativo se ubican países como Antigua y Barbuda, Uruguay y Chile, con puntajes inferiores a 4,3.

Argentina figura con un puntaje de 4,44, en el tramo de menor riesgo dentro de la región y en color verde claro en la infografía, aunque por encima de las jurisdicciones regionales mejor posicionadas.

4.3. Dominios más débiles

El gráfico de barras comparativo de la página 37 indica que el dominio más débil de América Latina y el Caribe es la calidad del marco ALD/CFT/CPF, cuyo promedio regional supera claramente el promedio global, lo que denota mayor riesgo. A ello se suman:

  • Un deterioro relevante en transparencia financiera y estándares.
  • Una ligera caída en transparencia y rendición de cuentas públicas.
  • Pequeñas mejoras en el ámbito de riesgos políticos y legales.

El informe observa además que Bolivia y las Islas Vírgenes Británicas (estas últimas fuera del gráfico de la edición pública) fueron incorporadas a la lista gris del GAFI durante el período analizado, lo que refuerza la percepción de fragilidad institucional en la región.

5. El caso de Argentina en el Basel AML Index 2025

5.1. Posición en el ranking global

En el listado general de la sección 5, Argentina aparece en el puesto 135 de 177, con un puntaje de 4,44, sin variación respecto del año anterior dado que es una jurisdicción que se añade por primera vez a la edición pública.

Al cruzar este valor con los umbrales de la sección metodológica, Argentina queda incluida en la categoría de “lower risk” (riesgo menor), reservada a jurisdicciones con puntajes inferiores a 4,70.

5.2. Comparación relativa

Desde la óptica del propio informe, esta puntuación implica que:

  • El riesgo de Argentina es inferior al promedio mundial (5,28) y al promedio regional latinoamericano (~5,69).
  • Aun así, se mantiene a cierta distancia de las jurisdicciones de menor riesgo del mundo (Finlandia, Islandia, San Marino), cuyos puntajes se sitúan en torno a 3 puntos.

La incorporación de Argentina a la edición 2025 también implica que el país cuenta con una evaluación de cuarta ronda del GAFI o de su organismo regional, y con un nivel mínimo de información disponible en los 17 indicadores, según los criterios de inclusión del índice.

6. El índice y el enfoque basado en riesgo

6.1. Proporcionalidad y categorías de menor riesgo

El capítulo 3 del informe se centra en la necesidad de “streamlining the risk based approach”. El Basel Institute observa que la aplicación del enfoque basado en riesgo ha tendido a concentrarse en la identificación de situaciones de alto riesgo (por ejemplo, mediante listas del GAFI o sanciones internacionales), mientras que se ha prestado menos atención a definir qué constituye un riesgo menor, donde correspondería aplicar medidas simplificadas (Basel Institute on Governance, 2025).

El documento señala que esta falta de claridad lleva a:

  • uso ineficiente de recursos de cumplimiento;
  • generación de reportes de operaciones sospechosas de carácter defensivo; y
  • fenómenos de de risking o exclusión de países o sectores enteros.

En este marco, la nueva clasificación estadística en tres niveles de riesgo busca ofrecer una herramienta más precisa para identificar jurisdicciones de riesgo relativamente menor, de modo que autoridades y entidades privadas puedan justificar el uso de medidas simplificadas allí donde corresponda.

6.2. Aporte específico del índice

El informe enfatiza que el Basel AML Index no pretende etiquetar jurisdicciones como “seguras” o “inseguras”, sino ayudar a distinguir patrones de riesgo relativos y orientar la asignación proporcional de controles (Basel Institute on Governance, 2025).

Para una entidad argentina, por ejemplo, el hecho de que Argentina se ubique por debajo del promedio regional y global y en la categoría de riesgo menor podría considerarse, según el enfoque del informe, como un elemento objetivo dentro de su matriz de riesgos, tanto para evaluar exposición doméstica como para comparar la operación en otros países de la región. Cualquier uso de este tipo, aclara el documento, debería apoyarse en la Expert Edition, que permite desagregar indicadores por dominio y no solo en el puntaje agregado de la edición pública.

7. Riesgos relacionados con activos virtuales según el índice

7.1. Dificultades de medición

El capítulo 4 del informe se dedica a los riesgos nacionales relacionados con activos virtuales. El Basel Institute sostiene que estos activos han pasado de ser un fenómeno de nicho a un componente habitual de los mercados financieros y de los esquemas de delitos financieros. Sin embargo, medir su riesgo a nivel jurisdiccional resulta especialmente difícil por al menos tres razones (Basel Institute on Governance, 2025):

  1. La arquitectura de los activos virtuales es transfronteriza por diseño, sin una localización territorial clara de billeteras o direcciones.
  2. Una parte importante del ecosistema –billeteras autocustodiadas, operaciones P2P, DeFi– queda fuera del alcance regulatorio tradicional.
  3. Existe escasez y heterogeneidad de datos, tanto privados (proveedores de análisis de blockchain) como públicos, a nivel nacional.

Por estas razones, el Basel AML Index no incorpora aún un indicador específico de riesgo de activos virtuales.

7.2. Conexión con los dominios del índice

Pese a ello, el informe argumenta que la actividad ilícita con activos virtuales no se produce en el vacío, sino que explota las mismas debilidades estructurales que facilitan la corrupción, el fraude o el lavado a través del sistema financiero tradicional: corrupción, ausencia de supervisión efectiva, debilidad en la aplicación de la ley o vulnerabilidades en cooperación internacional (Basel Institute on Governance, 2025).

En consecuencia, propone utilizar varios componentes del índice para aproximar el riesgo país en materia de activos virtuales, en particular:

  • los resultados de las evaluaciones del GAFI (en especial las recomendaciones sobre nuevas tecnologías, transferencias, regulación y supervisión, aplicación de la ley y cooperación internacional);
  • los indicadores de corrupción, crimen organizado y cibercrimen;
  • las mediciones de independencia judicial, Estado de derecho y libertad de prensa.

Aunque el informe presenta ejemplos y recursos adicionales (como guías del Banco Mundial y alianzas público-privadas europeas), estos se mencionan únicamente como referencias complementarias, sin integrarse como indicadores formales del índice.

8. Consideraciones finales para Argentina desde el Observatorio

A partir del Basel AML Index 2025, y sin recurrir a fuentes externas, pueden extraerse algunas conclusiones relevantes para el análisis argentino:

  1. Posición relativa favorable pero no exenta de riesgos. Argentina se sitúa en un tramo de riesgo menor, por debajo del promedio mundial y regional, pero todavía lejos de las jurisdicciones con mejores desempeños.
  2. Contexto regional desafiante. América Latina y el Caribe exhiben un riesgo medio alto, con especial debilidad en la calidad de los marcos ALD/CFT/CPF y un deterioro en transparencia financiera. Esto condiciona las relaciones financieras internacionales del país y de sus entidades.
  3. Necesidad de uso crítico del índice. El propio documento advierte que las limitaciones de datos y el carácter parcialmente perceptual de algunos indicadores impiden utilizar el índice como herramienta única para decisiones de cumplimiento. Su mayor valor reside en describir patrones y tendencias, no en ofrecer umbrales automáticos.
  4. Oportunidad para el enfoque basado en riesgo. La nueva clasificación en tres niveles y la desagregación por dominios brindan un marco útil para pensar políticas de proporcionalidad, diferenciando situaciones de riesgo mayor, medio y menor, incluidas aquellas vinculadas a activos virtuales.

El Basel AML Index 2025 puede utilizarse como insumo sistemático para: i) monitorear la evolución de Argentina y de la región en futuras ediciones; ii) contrastar resultados con evaluaciones nacionales de riesgo; y iii) alimentar la discusión académica y profesional sobre la aplicación concreta del enfoque basado en riesgo en el sistema local, siempre teniendo presente que el análisis se apoya en un único documento y que, para fines operativos, el propio informe recomienda complementar su información con otras fuentes.

Referencias:

Basel Institute on Governance. (2025). Basel AML Index 2025: 14th public edition – Global money laundering and financial crime risk ranking. International Centre for Asset Recovery, Basel Institute on Governance.

[1] Socio de Forensics & Financial Crime Deloitte Spanish Latam | Director AAEC | Profesor Universitario UCEMA UCES | Conferencista