El 14 de octubre de 1964, Martin Luther King era galardonado, a los 35 años, con el Premio nobel de la paz por su resistencia no violenta a la discriminación racial en Estados Unidos; King fue la persona más joven en recibir este Nobel.
El pastor baptista, defensor de los derechos civiles e inspirado por la figura de Mahatma Gandhi y en la teoría de desobediencia civil de Henry David Thoreau, fue uno de los líderes de la larga lucha de los norteamericanos de raza negra por alcanzar la plenitud de derechos.
Uno de los hechos que dio lugar a los primeros cambios en las leyes separatistas ocurrió en agosto de 1955 cuando una modista negra, Rosa Parks, fue detenida y multada por sentarse en la sección reservada para blancos y negarse a darle su asiento a un hombre blanco.
Este suceso genero un boicot de 382 días, dirigido por Martin Luther King, contra la segregación en los autobuses municipales. El Boicot terminó cuando la Corte Suprema de los Estados Unidos, el día 13 de noviembre de 1956, declaró ilegal la segregación en autobuses, locales de comida, colegios y cualquier otro lugar público.
A partir de esto, la fama del pastor se extendió rápidamente por todo el país y enseguida asumió la dirección del movimiento pacifista estadounidense. Asimismo, como miembro de la Asociación para el Progreso de la Gente de Color, abrió otro frente para lograr mejoras en sus condiciones de vida.
En el verano de 1963, su lucha alcanzó uno de sus momentos culminantes al encabezar una gigantesca marcha sobre Washington en la que participaron unas 250.000 personas, ante las cuales pronunció el discurso hoy titulado I have a dream (Tengo un sueño), a favor de la paz y la igualdad entre los seres humanos. King y otros representantes de organizaciones antirracistas, fueron recibidos por el presidente John F. Kennedy, quien se comprometió a agilizar su política contra el segregacionismo en las escuelas y en la cuestión del desempleo, que afectaba de modo especial a la comunidad negra.
Martin Luther King entendió como una condición esencial de la dignidad humana la igualdad racial, la cual se hallaba por otra parte legitimada, en el plano político, por los principios de la democracia y en el plano moral, por los principios religiosos. No proclamaba la violación de la ley, sino que sostenía que no podían obedecerse leyes injustas, porque éstas se oponían a la ley moral; señalaba el camino del amor en contraposición a la inactividad de los negros pasivos y al odio exasperado de los nacionalistas.
En este sentido, King adaptó y desarrolló el concepto de Gandhi de la no violencia, que supo aplicar a través de una serie de campañas y marchas antisegregacionistas que le convirtieron en el líder más prestigioso del movimiento americano para los derechos civiles, estos le valieron la concesión en 1964 del premio Nobel de la Paz y provocaron a su vez su asesinato a manos de un racista fanático en 1968. Tras su fallecimiento, el movimiento negro estadounidense emprendió un camino más abiertamente revolucionario y violento, alejado de la inspiración cristiana y liberal de King, cuya memoria, a pesar de todo, sigue siendo venerada y amada.
Nahir Borges Licciardi
Colaboradora de la Red Federal de Historia de las Relaciones Internacionales
Departamento de Historia
IRI – UNLP