La multicausalidad en los Golpes de Estado en el Sahel

Por Viviana Viublioment[1]

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El último 26 de julio se produjo en la zona del Sahel^[2] el último Golpe de Estado hasta hoy. En el momento en que llega la información de la intervención militar nos detuvimos a pensar ¿Cuáles son los factores que hacen que no nos llame la atención que este golpe se produzca? o ¿podemos pensar políticamente la zona del continente africano sin pensar en conflictos armados y poderes desestabilizados?

Ese día en Niamey, la capital de Niger se produce una toma del poder por parte de la guardia militar correspondiente al Consejo Nacional de Salvaguardia de la Patria (CNSP), estos militares, liderados por el General Abdourahamane Tchiani, que formaban parte de la custodia presidencial toman prisionero a Mohamed Bazoum y lo encarcelan argumentando que su objetivo era luchar contra la amenaza yihadista y los movimientos insurgentes, así como también contra la corrupción existente.

Teniendo estas preguntas en mente debemos recorrer un poco de la historia que nos acerca al continente africano, para ello podemos remontarnos a unos 500 años atrás y partir de su relación colonial con el reino de Portugal, pero para no viajar tanto en el tiempo, vamos a detenernos en el período de descolonización y posterior desarrollo en la zona.

Para decirlo de alguna manera, la zona africana es bastante joven en el desarrollo de su independencia y autogobierno. Esto quiere decir que, en general, en la década del 60 ocurrió el período de descolonización que le permitió ¿Liberarse? de los yugos impuestos por los países europeos hacia fines del siglo XIX. La corta edad de su independencia es la que nos coloca ante un primer factor de análisis y es la forma en la que los países africanos han podido sostener, desde su liberación, la democracia y cuáles son los parámetros que para esta democracia se impusieron, teniendo en cuenta que se piensa en una democracia occidental, aplicada a regiones y países que tienen sus propios procesos históricos.

Desarrollo humano y determinantes económicos

Níger está ubicado en la región que se conoce como Sahel, en el África occidental, al sur del desierto más grande del mundo. Esto hace que tenga una concentración poblacional densa ya que, gran parte del territorio está ocupado por desierto. A su vez es el tercer país con menor desarrollo humano del planeta y un índice de natalidad de 6,91 hijos por mujer, siendo también uno de los más altos del mundo (Banco Mundial, 2022)

Cuando organismos como la ONU hablan de índice de desarrollo humano debemos tener en cuenta los siguientes parámetros: Ingreso per cápita, índices de natalidad y mortalidad y alfabetización o egreso de la escolarización formal. Ante estos parámetros y analizando las estadísticas del Banco Mundial, podemos ver que Níger está muy lejos de un promedio mundial que pueda hablar de una mediana calidad de vida para sus habitantes.

También debemos tener en cuenta que su producción está basada en una economía primaria dependiente de recursos minerales, por lo que tiene una imposibilidad de diversificación económica que es característica en toda la región. A su vez este tipo de minerales genera una economía extractivista que lo hace dependiente de las potencias internacionales consumidoras de uranio, razón que debilita sus posibilidades de independencia económica y soberanía sobre los recursos.

Tanto los factores económicos como los indicadores sociales generan estado de permanente convulsión social ya que, la población en general y los sectores más vulnerables en particular, deben todos los días poder autogenerarse la subsistencia, al provocar de esta manera desestabilizaciones constantes, impone una necesidad de los gobiernos civiles de apoyarse en las fuerzas armadas como forma de contención de los conflictos, cuestión que termina empoderando a los militares y dándoles el lugar de reguladoras de los conflictos sociales.

A su vez, esta dependencia económica planteada, también es la que genera una fragilidad constante y dependencia de los mercados internacionales, esto hace que el Estado Nigerino no pueda generar sus propios marcos regulatorios ante la extracción y venta del producto, y este quede a manos de empresas privadas internacionales.

El territorio del Sahel también está compuesto por Mali, Guinea y Burkina Faso, quienes han tenido sus propios Golpes de Estado en 2020, 2021 y 2022 sucesivamente. Y a su vez, Niger ha tenido consecutivos Golpes que se dieron en 1996, 1999 y 2010, con intentos fallidos en 2021 y 2022 que se concretaron con el golpe de Estado a Bazoum en el último mes de julio.

Occidente, el problema del terrorismo y su relación con África

La inestabilidad en el territorio del Sahel, también podemos explicarla desde otras perspectivas que salen de sus estructuras internas y que responden, más que nada, al juego internacional de las potencias, que no solo buscan la extracción de los recursos naturales, sino también la posibilidad de reforzarse como factores de poder fuera de sus territorios.

De esta manera es que debemos comenzar por Francia como un agente externo que ha signado la vida de la zona desde el imperialismo, ya que ha sido la potencia colonizadora en el territorio, pero cuando se produce el proceso de descolonización sigue ejerciendo, en cierta manera las veces de rectora de la vida de sus ex-colonias. Este enquistamiento de Francia en la zona ha generado un sentimiento anti-francés en la población en general, Planteando que la intención de Francia siempre ha sido la extracción de los recursos de la región, como el uranio en Níger y no ha ayudado bajo ninguna circunstancia a la estabilidad que necesitaron y necesitan las democracias pos coloniales.

El rechazo que provoca Francia, genera, no solo, un sentimiento anti-francés en la población africana, sino que también desarrolla un rechazo hacia cualquiera de las potencias occidentales y a partir del cual se ve exacerbado por manifestaciones pro-rusas en las demostraciones públicas que se han producido a partir del golpe concretado el último 26 de julio en Níger.

Hay varias razones por las que las potencias han incursionado en los últimos diez años en la región del Sahel. Una de las más relevantes ha sido el corrimiento de los grupos terroristas extremos conocidos como Yihadistas, que en general responden a la rama salafista. Estos grupos son un desprendimiento de los que anteriormente, y luego del 11S, que podemos poner como la fecha de inicio del seguimiento al terrorismo internacional, se ubicaban en la zona del occidente asiático. Luego de las derrotas sufridas en esos territorios y de los cercamientos que las fuerzas occidentales y los grupos armados locales lograron imponer a agrupaciones como Al Qaeda y el Estado Islámico, sumado a la muerte de sus líderes, estos representantes del terrorismo internacional han cambiado su locación a lugares como el Sahel y la zona Occidental de África.

Estos lugares proveen de varios factores que tienen que ver con la posibilidad que brinda el territorio de aislamiento, el mismo genera una protección propia para cada uno de estos grupos armados, a su vez, también podemos decir que la zona tiene un caldo de cultivo ante estos conflictos sociales nombrados anteriormente que brinda una posibilidad de reclutamiento de sectores disconformes con los gobiernos de la región y que necesitan una contención que éstas agrupaciones otorgan posibilitando el sentimiento de pertenencia.

Éstos diferentes grupos como Provincia Islámica de África Occidental o el brazo de Al Qaeda en África han llevado adelante diferentes incursiones y ataques terroristas en los diferentes países de la zona como por ejemplo Mali, Guinea, Burkina Faso o también en el propio Níger. La implicancia de estos ataques tiene que ver con una generación de un ambiente de inseguridad que contribuye a la desestabilización de estos estados. Esto mismo ha llevado a que los presidentes de las democracias de la región hayan convocado a las fuerzas occidentales para poder llevar adelante un sometimiento de estos grupos.

Así es que el rol de los países occidentales ha tenido que ver con una idea de protección militar para la zona que ha generado las alianzas necesarias con los diferentes intentos democráticos que ha tenido el Sahel, y también ha intentado seguir con la persecución del terrorismo internacional por el mundo, como parte de su política estratégica.

A lo largo de los últimos diez años la injerencia de los países occidentales ha implicado la derrota o el abatimiento de sus fuerzas que no han podido imponerse ante las distintas expresiones del terrorismo y han tenido que replegarse. Esta limitación de los ejércitos occidentales ha producido en la población un rechazo que responde a la ineficacia de la alianza de sus países con occidente. Por lo tanto, de esta manera se acentúa el sentimiento anti-francés y anti-occidental.

En este mismo contexto es que podemos entender que el sentimiento pro-ruso sea el que se privilegie ante las situaciones conflictivas. Si bien, a su llegada al poder el último presidente de Níger Mohamed Bazoum y su partido, el Partido de Níger por la Democracia y el Socialismo (PNDS) proponían una ampliación en las coberturas sociales del estado y una inversión pública que también depende de las alianzas políticas externas, además de la provisión de alimentos que la propia geografía no les permite producir, es que la relación con el occidente fue deteriorándose y fue tomando relevancia la relación con Rusia como proveedora de granos. Aun así, no debemos dejar de decir que Rusia se ha expresado públicamente en contra del golpe de estado producido en Niger y que ha generado una cumbre de los países africanos con Rusia en San Petersburgo en los últimos días en los cuales ha expresado la intención de acompañar a la población y de un llamado rápido de elecciones para que no se sostenga en el tiempo un régimen dictatorial.

Rusia también comenzó a cobrar fuerza en la región ante el afincamiento del grupo Wagner, fuerzas armadas privadas, que otorgan seguridad a cambio de la posibilidad de extracción de materias primas. En el caso de estas fuerzas, debemos saber que lleva vario tiempo en la región y que se han desplegado desde la República Centroafricana a toda la zona del sur del Sahara realizando acuerdos con los diferentes gobiernos, sean estos productos de la Democracia o de Golpes de Estado. En este punto, debemos detenernos también en la cuestión de que estas fuerzas “mercenarias” tienen relaciones ambiguas con Rusia y responden puntualmente a intereses propios y no a las de un país determinado. Tal es así que, en las últimas semanas, y posterior al golpe en Níger explotó un avión en territorio ruso en el que viajaba el líder de Wagner y hay medios de comunicación que sostienen que éste episodio ha sido un atentado dispuesto por Vladimir Putin.

Por supuesto que la llegada de estas fuerzas a la zona del Sahel también responde a la imposibilidad de contención que han tenido tanto los Estados de la zona, como las fuerzas occidentales, como la misma MINUSMA (fuerza de paz bajo las órdenes de la ONU) en mantener a raya a las facciones terrorista que se expresan en la zona, y a la población local que vive supeditada a la inseguridad que se da en países con índices deficientes de Desarrollo Humano.

Junto con los factores que hemos estado desarrollando en este escrito, también debemos tener en cuenta que todo se supedita, así mismo, a los organismos regionales y sus alianzas. Entre ellos debemos tener en cuenta a la Comunidad Económica de África Occidental^[3] (CEDEAO), y el G5 Sahel^[4]. Cada uno de estos organismos responde a diferentes intereses de los países africanos por su posibilidad de integración. En el caso de la Comunidad Económica Africana de Occidente se hace necesaria como una herramienta de negociación ante las grandes potencias que se acercan a este territorio para la extracción de sus recursos naturales. En este sentido es que este organismo aúna los criterios para las formas en las que cada uno de los países integrados en esta negocie y pueda ejercer de manera colectiva su desarrollo interno y externo en forma de bloque. Igualmente, debemos tener en cuenta que como organismo regional tiene poder sancionatorio respecto a las cláusulas democráticas que lo rigen, por lo tanto, ha generado sanciones específicas contra los países de Mali y Burkina Faso al no realizar el llamado a elecciones al que se habían comprometido a su vez pretende intervenir militarmente a Níger a partir del último golpe de estado perpetrado contra el presidente democrático Mohamed Bazoum.

El G5 Sahel tiene que ver con la intencionalidad de los países como Mali, Níger Burkina Faso, Mauritania y el Chad de construir una liga de seguridad regional que concentre las fuerzas de los ejércitos para poder enfrentar los conflictos que conlleva la existencia del yihadismo en la zona. Estos cinco países, de común acuerdo habían construido desde sus estados democráticos la posibilidad de llevar adelante una defensa común que los distancie de la necesidad de fuerzas internacionales en sus territorios.

Igualmente es necesario saber que el G5 Sahel es parte de un acuerdo con países como España y Francia en la posibilidad de defensa y provisión de armas para la defender los territorios en contra de la yihad islámica o de los grupos terroristas reconocidos, así como también tiene entre sus prioridades el control de los flujos migratorios hacia Europa. Cada uno de los organismos internacionales a nivel regional responde a las necesidades que estos países tienen en la reconstrucción de sus democracias posterior a la descolonización llevada adelante a partir de la década del 60.

A modo de conclusión

Teniendo en cuenta la multiplicidad de factores que se dan en la región y que llevan a una desestabilización constante de los gobiernos existentes en el lugar es que debemos sentarnos a pensar cuáles son las posibilidades de resolución de los conflictos que tiene el continente africano como parte del sistema mundial y a su vez la zona del Sahel en particular como una de las más castigadas del mundo

Atendiendo a los índices que hemos expresado anteriormente debemos tener en cuenta que cualquier gobierno que quiera erigirse sea este dictatorial o democrático debe tener en cuenta el desarrollo social que es necesario en la región. Cada uno de los factores internos y externos han determinado a lo largo de la segunda mitad del siglo XX y los comienzos del siglo XXI que las poblaciones del África sean sometidas por diferentes regímenes alentados o no por accidente y hayan tenido una posibilidad de desarrollo humano que los que los subordina al resto de la población mundial.

Partiendo de las preguntas iniciales es que debemos pensar que la construcción de las democracias también debe tener un contexto propio en el cual occidente no puede inmiscuirse constantemente. Siguiendo a la historiadora Marisa Pineau, especialista en África y colonialismo debemos plantear que “las causas en común de todos estos golpes de estado tienen que ver con las no respuestas que da la democracia liberal a los africanos después de 60 años. (…) Hay una cuestión que todavía está pendiente en los países africanos y es dar respuestas a las expectativas que generaron las independencias” (UNESCO)

Tomando en cuenta estas afirmaciones que realiza la especialista, es que nosotros partimos de estas preguntas en las que pensamos si las democracias al estilo occidental son necesarias o útiles en estos lugares o si cada uno de los países en los que se han producido últimamente los golpes de estado y que provienen de un período de descolonización muy joven no necesitan su propia construcción política.

A esto también debemos señalar que gran parte del descontento social con el PNDS responde a la existencia o la ineficacia al momento de combatir la corrupción existente y enquistada en los distintos ámbitos del poder democrático establecido desde la década del 60.

Retomando todos los factores como el sentimiento anti francés, la obstrucción de las alianzas con occidente y el acercamiento a países como China y Rusia debemos pensar cuál es la reconfiguración que debe tener Níger para poder establecerse y generar una estabilidad para su población. El planteo que se realiza con esto tiene que ver con las formas en las cuales la población, que hoy lanza vítores a la injerencia de las fuerzas militares y en pro de la relación con Rusia y en contra de la intervención francesa, también son parte de la legitimación que hoy tiene el CNSP para poder llevar adelante las políticas más extremas que tengan que ver el asentamiento de la Junta Militar que como por ejemplo en Mali lleva más de 2 años en ejercicio.

Ante las diferentes preguntas realizadas y con la incapacidad de dar una definición certera que tiene que ver con el hablar de lo que está sucediendo contemporáneamente a la escritura es que nos planteamos aún más preguntas que con las que comenzamos. ¿Cuáles serían los parámetros necesarios que la población y la política de Níger y del Sahel ven como viable para llevar adelante algún tipo de gobierno estable que no sufra los golpes de estado que se están desarrollando en este momento? ¿Qué puede hacer que la población tenga un desarrollo mucho más amplio con mayores niveles de trabajo, alfabetización y confortabilidad cotidiana? ¿Qué rol deben jugar las potencias extranjeras y los organismos internacionales de cooperación para que puedan consolidarse gobiernos estables en la región?

Es así que este ha sido un pequeño bosquejo para intentar explicar la multiplicidad de factores que coadyuvan al desarrollo de un hecho, pero siempre los procesos necesitan de un mayor desarrollo en el tiempo por lo que nos dejan más preguntas que respuestas.

Bibliografía

[1] Profesora en Historia por la Universidad Nacional de La Plata, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FAHCE-UNLP). Miembro del CeRPI.

^[2] Zona semidesértica de colinas de arenisca o dunas que se encuentra al sur del Sáhara en el continente africano

^[3] La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO/ECOWAS por sus siglas en francés e inglés) es un grupo regional de quince países de África Occidental. Fundada el 28 de mayo de 1975 con la firma del Tratado de Lagos, su misión es promover la integración económica de la región.

^[4] El G5 del Sahel también conocido como G5S o G5 Sahel es un marco institucional de coordinación y seguimiento de cooperación regional para políticas de desarrollo y seguridad creado el 16 de febrero de 2014.