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50 años de relaciones diplomáticas entre Argentina y Bangladesh (…) por Ezequiel Ramoneda

Departamento de Asia y el Pacífico
Cátedra de la India

Artículos

50 años de relaciones diplomáticas entre Argentina y Bangladesh: entre las potencialidades comerciales y el fortalecimiento de la cooperación Sur-Sur

Ezequiel Ramoneda[1]

Este 2022 la República Argentina y la República Popular de Bangladesh conmemoran el 50 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas, el cual tuvo lugar el 25 de mayo de 1972 por medio de un comunicado conjunto entre los funcionarios diplomáticos de ambos países en Yakarta, Indonesia.

Este hecho cobró mayor relevancia dada la coincidencia de la celebración de la Copa Mundial de Fútbol en Qatar, a partir de la cual se pudieron apreciar las demostraciones populares de fanatismo del pueblo bangladeshí respecto a la selección argentina de fútbol, capitaneada por Messi.

Sin desmerecer el aprecio demostrado por el pueblo bangladeshí hacia nuestra selección, considerar esto de manera aislada es condenar el hecho como una nota de color, e invisibilizar importantes acontecimientos de las relaciones bilaterales de ambos países a lo largo de estas últimas cinco décadas, cuya consideración explica la propuesta de volver abrir las respectivas sedes diplomáticas en ambos países según lo manifestado recientemente por el Canciller Argentina Santiago Cafiero y su par bangladeshí Abul Kalam Abdul Momen.

En primer lugar, hay que destacar algunos aspectos de carácter objetivo que llevan a considerar viable la mencionada propuesta. A nivel económico, las relaciones comerciales entre ambos países comenzaron a experimentar un desarrollo significativo iniciada la década de 2010. De acuerdo a datos de Trademap, sostenidos por afirmaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, en el periodo 2011-2021 las exportaciones argentinas al mencionado país del Asia Meridional alcanzaron los 480 millones de dólares en promedio anual, con pico de 875 millones en 2021, mientras que las importaciones alcanzaron los 16 millones de dólares en promedio anual, con pico de 44 millones en 2018.

El saldo de la balanza comercial ha sido marcadamente beneficioso para la Argentina, con un superávit de 464 millones de dólares de promedio anual entre los años 2011 y 2021, con un pico en el año 2021 de 860 millones de dólares en 2021. Las mayores exportaciones argentina se explican porque, de acuerdo al Banco Mundial, el PBI de Bangladesh pasó de USD 54,72 billones de dólares en 2002 a USD 416,26 billones de dólares en 2021, mientras que el PBI per cápita pasó de USD 413,1 dólares en 2002 a USD 2503 dólares en 2021, incluso cuando la población del país creció de 132,4 millones en 2002 a 166,3 millones en 2021. En otras palabras, hay una creciente clase media en Bangladesh, que se estimaba en 9% en 1992, con el regreso de la democracia, 20% en 2010, 22% en el 2020 y se espera que llegue al 25% en 2025, la cual está cambiando sus pautas de consumo.

Pero detrás de estos datos numéricos, se encuentra una mayor interdependencia entre los países, a partir de una mayor voluntad política de mejorar los intercambios económicos y el mayor protagonismo de actores. Así, mientras que en julio de 2019 el secretario de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, visitó Bangladesh, donde mantuvo reuniones con los ministros de Alimentación, Sadhan Chandra Majumder; de Comercio, Tipu Munshi; de Pesca y Ganadería, Ashraf Ali Khan Khasru; de Agricultura, Abdur Razzak; y de Ambiente, Bosques y Cambio Climático, Shahab Uddin, como también con representantes de la Cámara de Comercio Internacional de Bangladesh, al mes siguiente el Ministro de Comercio de Bangladesh Tipu Munshi visitó Argentina, donde se entrevistó con el Ministro Argentino de Trabajo y Producción, Dante Sica, y fue acompañado por una comitiva de empresarios quienes se reunieron con pares de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios.

A lo anterior, hay que agregar que en noviembre de 2018 se estableció la Cámara de Comercio e Industria Argentina de Bangladesh, presidida por Talukder Alim Al Razi, y en octubre de 2020 se activó el Capítulo Binacional Bangladesh de la Cámara de Comercio Argentina para el Asia y el Pacífico, a cargo de Leandro Gabardi.

Ahora bien, detrás de estas vinculaciones económicas, también hay un acercamiento entre los gobiernos sostenido por la solidaridad y la visión compartida de su rol en el Sur Global. La solidaridad del gobierno argentino se dio desde los momentos iniciales de las relaciones. De hecho, hay que tener presente que el primero, por medio de su delegación ante las Naciones Unidas, tuvo un rol fundamentalmente en los sucesos que terminaron con la independencia de Bangladesh.

Cuando en 1971 la Argentina volvió a ocupar unos de los lugares asignados a los miembros no permanentes en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, uno de los temas que se trató dada su amenaza a la seguridad y la paz internacional fue la cuestión del conflicto militar indo-pakistaní de diciembre de ese año, el cual estaba íntimamente relacionado con la guerra de liberación nacional de Pakistán Oriental (Bangladesh) de Pakistán Occidental (Pakistán), que se habían iniciado en marzo del año en cuestión. En aquel momento, frente a la parálisis del Consejo de Seguridad, la delegación argentina, encabezada por Carlos Ortiz de Rozas, logró destrabar la cuestión al recurrir a la Resolución 377 del 1950, también conocida como la Resolución Unión Pro Paz, la cual faculta a la Asamblea General para adoptar medidas sobre cuestiones que afectan la seguridad y la paz internacional en caso de que el Consejo de Seguridad no lo hiciera.

Así la Asamblea general abordó la cuestión y aprobó 3 de diciembre de 1971 la resolución 2793, propuesta impulsada por la delegación argentina junto con el patrocinio de otras delegaciones, por 104 votos a favor, 10 abstenciones y solo 11 votos en contra. Gracias a esto, se gestó el inicio del fin de la guerra indo-pakistaní y la eventual independencia de Bangladesh. La escisión definitiva y conformación del nuevo estado independiente de Bangladesh aconteció el 16 de diciembre de 1971. A los pocos meses, según lo ya dicho, Argentina establecería relaciones diplomáticas con Bangladesh, en un día cargado de simbolismo, asociando el valor de la gesta de la independencia argentina a inicios del siglo XIX con la reciente experiencia independentista de Bangladesh, y en marzo de 1974 abriría su sede diplomática en Dhaka.

Ese mismo año, en respuesta a la grave hambruna que estaba afectando al pueblo de Bangladesh producto de las severas inundaciones que azotaron al país, el gobierno argentino realizó una donación de trigo, arroz y manzanas a Bangladesh. En esos primeros años, hubieron ocasiones en las cuales las posiciones internacionales de ambos países convergieron en foros multilaterales. Tanto el gobierno argentino como el gobierno bangladeshí presentarían sus solicitudes en junio de 1973 para incorporarse como miembros plenos del Movimiento de Países no Alineados, y asumirían mayor protagonismo en el G77.

También hubo participaciones conjuntas en algunos de los grupos de trabajo específicos del G77 en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. Incluso, una comitiva de Bangladesh viajó a la Argentina en agosto y septiembre de 1978 cuando tuvo lugar en Buenos Aires la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cooperación Técnica entre países en desarrollo.

A lo anterior hay que sumar que los sucesos de la independencia de Bangladesh también repercutieron en el corazón de sectores de la sociedad argentina, especialmente esa intelligentsia dedicada a los estudios orientales. Producto de su idilio intelectual con Rabindranath Tagore, Victoria Ocampo siguió la Guerra Indo-Pakistaní y el Movimiento de Liberación de Bangladesh y sus consecuencias, particularmente la crisis humanitaria producto de la oleada de refugiados de Bangladesh que buscaron asilo en India debido a las atrocidades que los militares pakistaníes estaban cometiendo.

Como expresión de solidaridad con el pueblo bangladeshí, reunió a otros referentes intelectuales, como el Reverendo Padre Ismael Quiles, director de la Escuela de Estudios Orientales de la Universidad del Salvador, y culturales, como el gran escritor Jorge Luis Borges, director de la Biblioteca Nacional, quienes se manifestaron públicamente para atraer la atención de la sociedad argentina por la crisis humanitaria en la frontera indo-bangladeshí, y elevaron en junio de 1971 un documento al Canciller argentino solicitando el envío de asistencia a los refugiados de Bangladesh en la India.

Este es el origen profundo del aprecio y entendimiento que tienen las autoridades y el pueblo bangladeshí para con Argentina, el cual se vio expresado en su apoyo y solidaridad al reclamo por las islas Malvinas frente a la ocupación colonial por Inglaterra. Se puede suponer que al haber compartido ambos países foros tercermundistas durante la última década las autoridades de Bangladesh hayan tomado conocimiento del reclamo argentino. Para Bangladesh, la cuestión Malvinas puede ser interpretada como un recordatorio de la experiencia de la guerra de 1971, en la cual Inglaterra apoyó a Pakistán, lo cual, incluso, se puede retrotraer hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando el pueblo sufrió las penurias de la grave hambruna de 1943 producto de las decisiones de la administración colonial inglesa. Hubo expresiones de simpatía y manifestaciones sociales a favor de Argentina durante el conflicto militar contra Inglaterra de 1982.

De ahí que fue ese sentimiento de solidaridad el que hizo nacer ese fanatismo, cuando el 22 de junio de 1986 el seleccionado argentino venció de manera humillante al seleccionado inglés, eliminándolo en instancia de cuarto de final de la Copa del Mundo celebrada ese año en México, gracias a la participación increíble de Diego Armando Maradona, marcando dos goles fantásticos. Este hecho superó la mera instancia deportiva para ser resignificado producto del resentimiento anticolonialista que tanto el pueblo argentino como el bangladeshí sentían hacia Inglaterra. Desde entonces, creció en Bangladesh el fanatismo por la selección argentina y la admiración por su principal figura por aquel entonces, Maradona, como expresión de una reivindicación nacional de ambos pueblos frente a injusticias históricas comunes.

Con vísperas al 40 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas, en agosto de 2011 tuvo lugar el encuentro formal en Buenos Aires entre los viceministros de Relaciones Exteriores de Argentina y Bangladesh, el Emb. Alberto D’Alotto y el Emb. Mohamed Mijarul Quayes respectivamente. Un mes después, la selección capitaneada por Messi jugó un partido amistoso en Bangladesh como parte de una gira por Asia Meridional donde la selección nacional se enfrentó a la selección nigeriana. De esta manera, mientras que el fanatismo por la selección argentina se profundizó, este acompañó una nueva expresión de diálogo político entre ambos países.

En 2012 el gobierno de Bangladesh otorgó a Victoria Ocampo de manera póstuma la condecoración “Amigos de la Guerra de Liberación” por su contribución al pueblo de Bangladesh en la guerra, lo cual puede ser también considerado por parte de esa conmemoración. El diálogo político se fortaleció en marzo de 2019 cuando el Ministro de Relaciones Exteriores de Bangladesh Abul Kalam Abdul Momen mantuvo una reunión de cortesía con su par argentino, Jorge Faurie, como parte de su visita al país para participar en la Segunda Conferencia de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Cooperación Sur-Sur, en conmemoración a la ya mencionada conferencia de 1978. Durante esta visita fue oficializada la designación de Leandro Gabardi como Cónsul Honorario de Bangladesh en Argentina.

Y también para este momento se constituyó el Grupo Parlamentario de Amistad con Bangladesh de la Cámara de Diputados del Congreso Nacional, presidido por el Diputado Nacional Marcelo German Wechsler. Finalmente, meses antes del inicio de una nueva instancia mundialista que renovará el fanatismo bangladeshí por la selección argentina, en julio de 2022 tuvo lugar la visita a Bangladesh del subsecretario de Política Exterior, Emb. Claudio Rozencwaig, en la cual se mantuvieron reuniones el ministro de Estado de Asuntos Exteriores, Shahriar Alam, el secretario de Asuntos Externos, embajador Masud Bin Momen, el secretario de Comercio, Kanti Gosh, además del Secretario del Ministerio de Agricultura Ruhul Amin Talukder, y se suscribió un Memorándum de Entendimiento sobre el Mecanismo de Consultas Bilaterales para profundizar el diálogo político entre ambas Cancillerías.

Así como lo ha demostrado en los momentos iniciales de las relaciones diplomáticas entre ambos países, Argentina realizó un ofrecimiento de pastillas potabilizadoras, a través de Cascos Blancos, como asistencia en respuesta por las recientes inundaciones. Lo sostenido en esta reunión se renovó al mes siguiente, cuando tuvo lugar el encuentro entre los Cancilleres de ambos países en el marco de la X Conferencia de Revisión del Tratado No Proliferación de Armas Nucleares.

El 2022 ha renovado el fanatismo del pueblo bangladesí por la selección argentina ante una nueva cita mundialista con la Copa del Mundo disputada en Qatar. Pero no se trata de un mero fanatismo mediatizado, sino que enraíza en los vínculos de solidaridad que han caracterizado a las vinculaciones entre Argentina y Bangladesh desde los momentos iniciales de su establecimiento, y en los planteamientos compartidos desde una visión alternativa de la cooperación internacional, y por lo tanto del orden internacional, desde el Sur Global. Esto se ve sustentado a su vez por crecientes relaciones comerciales con significativas perspectivas a futuro.

Y, mientras las relaciones inter-gubernamentales han sido el eje sobre la cual se vincularon los países, es importante destacar que también se han sumado nuevos actores, como grupos parlamentarios de amistad y cámara empresarias, como también incipientemente la academia. Así, mientras que el fanatismo por la selección argentina nos acerca, es la solidaridad histórica entre los gobiernos, el compartir visiones alternativas de la cooperación y el orden internacional, un creciente comercio contemporáneo, y la diversificación de nuevos actores en el quehacer de las relaciones bilaterales lo que sostiene actualmente las vinculaciones entre Argentina y Bangladesh.

[1] Secretario del Departamento de Asia y el Pacifico (IRI-UNLP).