El futuro de la Causa de Malvinas es una incógnita
Durante 42 años la Causa de Malvinas ha estado omnipresente en el imaginario colectivo de los argentinos pese a los grandes esfuerzos de la diplomacia británica para imponer un proceso de desmalvinización que si bien ha tenido avances y retrocesos nunca ha logrado imponerse.
Finalizada la dictadura militar los distintos gobiernos constitucionales han tenido diversas formas de abordar el tema, siendo algunos más confrontativos con el usurpador británico y otros más condescendientes, de acuerdo a la menor o mayor afinidad que sus integrantes tenían con el Reino Unido y su interpretación histórica de la relación anglo-argentina a través de los tiempos.
Un hito importante lo constituyó la incorporación de una cláusula programática a la Constitución Nacional de 1994 que ratifica la legítima e imprescriptible soberanía de la República Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, y los espacios marítimos e insulares correspondientes por ser parte integrante del territorio nacional, y establece que su recuperación constituye un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino.
Debemos aclarar que la Constitución Nacional es, por esencia, un Proyecto de Nación, y en 1994 el convencional quiso hacer preceder este proyecto por esta declaración, que por su naturaleza es una verdadera cláusula programática, mal denominada transitoria por la ilusión de la clase política del momento que la plena vigencia de los Acuerdos de Madrid de 1989 y 1990 llevaría al Reino Unido a devolverle al pueblo argentino el islario que le arrebató hace 191 años, lo que el paso del tiempo demostró que era una falacia.
Por lo tanto, nos encontramos ante un mandato superior que obliga a todas las autoridades nacionales y no puede ser contradicho por actitudes que tergiversen su objetivo, ya sea firmando instrumentos internacionales o aceptando propuestas que vulneren esta cláusula programática.
Sin embargo, al cumplirse un nuevo aniversario del 2 de Abril de 1982 comprobamos que en estos momentos el futuro de la Causa de Malvinas es una incógnita.
Hoy hemos escuchado al nuevo presidente Javier Milei hacer un fuerte reconocimiento a los Veteranos y Caídos en la Guerra de Malvinas en un acto realizado frente al cenotafio construido en la Plaza San Martín de la ciudad de Buenos Aires que se caracterizó por una gran solemnidad, pero es el mismo presidente Milei que ha manifestado reiteradamente su admiración por la ex primer ministro británica Margaret Thatcher y que está dispuesto a derogar la Ley 26.737 que limita la venta a extranjeros de tierras de frontera y en áreas de seguridad nacional, y aún más, proyecta vender empresas sensibles para la defensa nacional a inversores internacionales, sin establecer ninguna restricción para los de origen británico.
Por su parte, la canciller Diana Mondino ha manifestado que la Argentina debe tener una fuerte vinculación con los países que integran la Comunidad Británica de Naciones y que hay que tener en cuenta “los deseos” de los colonos británicos que habitan las Islas Malvinas y calificado con desprecio, de “inútiles cartitas”, a las notas diplomáticas de protesta que anteriores administraciones han presentado ante el Reino Unido y organismos especializados de las Naciones Unidas por actos unilaterales del usurpador que violaban las resoluciones de la Asamblea General sobre la Cuestión de las Islas Malvinas.
Asimismo, por primera vez un presidente argentino no hace alusión a la disputa argentino-británica por la usurpación de las Islas Malvinas, Sandwich del Sur y Georgias del Sur y sus espacios marítimos correspondientes en su discurso de asunción del 10 de diciembre de 2023 ni en la Asamblea Legislativa del 1° de marzo de 2024.
Han transcurrido solo 114 días de la administración del presidente Milei, durante los cuales el mismo se ha caracterizado por manifestar una actitud disruptiva con respecto a todos los ámbitos de la vida nacional y en ese sentido observamos con preocupación que el futuro de la Causa de Malvinas es una incógnita.
Carlos Alberto Biangardi Delgado
Coordinador del Departamento del Atlántico Sur
IRI-UNLP