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Rupturas y continuidades en la política vaticana: una mirada desde Rerum Novarum al siglo XXI
Prof. María Viviana Viublioment
El 21 de abril de este año nos despertamos con la noticia de la muerte del Papa Francisco. Este acontecimiento posó los ojos del mundo nuevamente sobre Ciudad del Vaticano. Esas miradas se sostuvieron hasta que poco más de dos semanas después fuera elegido León XIV, el nuevo rector de la Iglesia Católica. Pero ¿Por qué los habitantes del mundo miran hacia Roma aún en el siglo XXI?
En este escrito intentaremos realizar un recorrido que permita acercarnos a una posible respuesta a esta pregunta y a su vez, poder pensar cuáles han sido y serán los desafíos a los que se enfrenta el nuevo Padre de la Iglesia.
En primer lugar, debemos entender que aquí no hablaremos de un sistema de creencias en específico, sino que trataremos de entender cómo una de las tres religiones de libro[1], el cristianismo, es tomada como centro de la organización occidental, en tanto se pronuncia y es escuchada atentamente y de ella se prefiguran líderes mundiales.
En su recorrido histórico debemos saber que el cristianismo, a partir del 312 d.c., deja de ser perseguido en el Imperio Romano, a través del concilio de Nicea, y en 380 d.c. pasa a ser religión de Estado del Imperio a partir del Edicto de Tesalónica promulgado por Teodosio I.
A lo largo de su historia la Iglesia Católica Apostólica Romana ha tenido incidencia en la vida cotidiana y la regulación de esta en el mundo. Pero su expansión ha llegado a todos los confines de la tierra en tanto se ha asociado a los Estados que la han llevado como herramienta de colonización y dominio de los habitantes de esos territorios.
NUEVA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA Y CONCILIO VATICANO II
Hacia fines del siglo XIX va a ser publicada la Encíclica Papal[2] Rerum Novarum. Este documento, de 1891 y redactado por el Papa León XIII, genera un cambio rotundo en la relación que la Iglesia va a establecer con la política. Si bien, a lo largo de toda su historia la iglesia romana se ha inmiscuido en los asuntos públicos, la Rerum Novarum viene a cambiar su historia y su doctrina.
Dicha encíclica es un pronunciamiento papal sobre la realidad social y política que se estaba desarrollando en Europa y en el mundo. Pone en relevancia la problemática que atraviesan los sectores explotados a manos de sus explotadores. Es así como, pone al trabajador como objeto de su discurso, reivindicando no solo su rol en la sociedad, sino llamando al estado y a la justicia a realizar la intervención necesaria para evitar o revocar las acciones injustas de la patronal sobre el proletariado. (Rerum Novarum, 1891)
Esta intervención que pone en palabras León XIII, además de hacer un llamado al reconocimiento de los Derechos Laborales, debe leerse también como un enfrentamiento de occidente y sus lógicas, al comunismo, en expansión en este momento. Este comunismo tiene, a ojos de la Iglesia un aspecto revolucionario, conflictivo y alejado de los preceptos familiares, de oración y culto. A partir de la publicación del documento, se produce un cambio en la doctrina social de la iglesia y se convierte así en la rectora moral de gran parte de la humanidad.
Siguiendo hacia el siglo XX y teniendo en cuenta la denominación de Hobsbawn como “La era de las catástrofes”, la Iglesia, con la llegada de Juan XXIII y Paulo VI convocó y promulgó el conocido Concilio Vaticano II. Dicho concilio tuvo incidencia en todo el globo difundiendo principios doctrinales como “todo hombre es un hermano” y llevó adelante pronunciamientos y llamados a la paz mundial. También abonó al desarrollo de espacios tales como la Teología de la Liberación en América Latina, q reconoció a las personas humildes como objeto de su trabajo pastoral.
La apertura política y social que plantea el sínodo terminado en 1965, como la encíclica de León XIII, puso también en juego la lucha contra el comunismo, sostenido por el sistema bipolar planteado por la Guerra Fría, donde los territorios en disputa comienzan a dispersarse y a adscribirse a uno u otro polo, dando lugar a la Unión Soviética al acercamiento a distintos países de América.
El Papa Paulo VI (1963-1978) ha signado su papado y con esto la política aplicada por el Vaticano en el mundo como parte de “el signo de los tiempos”. En este sentido es que intentó que la institución se incorpore al mundo y acompañe a la humanidad, creyente y no creyente, entendiendo a las prioridades que debía responder la iglesia. (Mallimachi, 2008)
Desde su llegada, la relevancia y la visibilidad de la Iglesia Católica y más aún su presencia en el mundo político se han profundizado. Cada pronunciamiento ha sido tomado en cuenta, no solo por los creyentes, sino que ha sido transmitido al mundo por los medios de comunicación y por la aceptación de los primeros mandatarios y las primeras mandatarias de cada uno de los países del mundo.
JUAN PABLO II ¿UNA SONRISA RENOVADORA?
Pero la elección a Karol Wojtyla, ha sido para la grey católica una ruptura clara con la hegemonía romana, y también una apertura mayor que la ya vivida con su antecesor. Juan Pablo II será el primer y único Papa que recorra 129 países, y que se manifieste mucho más fuertemente contra los conflictos armados. También será quien, teniendo a Ratzinger en la “Congregación para la Doctrina de la Fe”, sostenga los preceptos eclesiales respecto a los dogmas más profundos. A diferencia de Paulo VI, quien iba con el signo de los tiempos, Juan Pablo II será quien sostenga que la ley natural es la que guiará a la humanidad. En este sentido y planteando las continuidades teológicas que sostiene la religión, es que llevará como vocero al mundo las consignas de familia heteronormativa, la prohibición de la anticoncepción y el aborto, entre otras.
Aun así, y con el posicionamiento propio del sostenimiento de los principios eclesiales, tuvo una mayor presencia social que sus predecesores y en este sentido desplegó un proyecto evangelizador que abarcó temáticas más allá de los márgenes políticos que abordaron todos los Papas anteriores. En este contexto desarrolló un peregrinaje a gran cantidad de países y culturas, intervino en la resolución de conflictos armados, se pronunció en favor de la condonación de la deuda externa de países pobres y se proclamó por la paz ante la inminente invasión a Irak en 2003. Antes de su ingreso al sacerdocio había formado parte de la resistencia polaca a la invasión de la URRS y del Nazismo, durante sus estudios como seminarista, esto lo posicionó como agente de la paz, aun previo a su llegada al Papado. En este sentido, y siguiendo a Fortunato Mallimachi es que podemos plantear una división del papado de Juan Pablo II, entre su llegada y la caída del Muro de Berlín la primera y, entre la caída del Muro y su muerte. (Mallimachi, 2008)
Previo a esta segunda etapa es que el Vaticano y su jefe de Estado, haciendo uso de esta condición comenzaron a entender la transición de un mundo bipolar a uno que traería una nueva configuración y allí fue que comenzaron a hacer uso de sus documentos eclesiales para dar cuenta de la existencia del conflicto Norte desarrollado-Sur en vías de desarrollo, traducido en Norte rico y Sur pobre. (Sollicitudo Rei Sociales, 1987).
En este sentido, y tomando en cuenta los actos ejercidos durante su Papado, y los que posteriormente serán parte del Pontificado de Francisco, podemos pensar a la Santa Sede como un agente internacional que propone el poder de la atracción y la persuasión sobre sus manifestaciones públicas, teniendo en cuenta que puede formar parte de la búsqueda de la paz actuando como un posible mediador en los diferentes conflictos que se desarrollan paralelamente en el globo.
Utilizando así el concepto de poder blando como parte de su acercamiento al mundo y desarrollo de la segunda etapa del Papado, consignado previamente, es que podemos identificar como un movimiento relevante para la misión católica, la visita de Juan Pablo II a Cuba. El arribo al país isleño es el que da el puntapié a las posteriores visitas y acuerdos con países no oficialmente católicos que se reanudarán y profundizarán con el ejercicio del Papado de Francisco.
La llegada en 1998 se dio en el contexto de diálogo con los creyentes cubanos, y expresó también la visión que el Vaticano tenía sobre el aislamiento impuesto a la isla, y al régimen castrista, por parte de Estados Unidos. En la última misa realizada en la Plaza de la Revolución el Papa se dirige al pueblo diciendo “Que Cuba se abra al mundo con todas sus magníficas posibilidades, y que el mundo se abra a Cuba”. (Juan Pablo II, 1998)
El 2 de abril de 2005 falleció el Papa, que hasta el momento había sido el más carismático y con una sonrisa acogedora, y quien hasta esa fecha había tenido la mayor propagación de la palabra de la Iglesia en los ámbitos internacionales, sin dejar nunca de profundizar la doctrina católica conservadora, pero que había podido ampliar los márgenes políticos en los que el Vaticano se había hecho presente.
EL SIGLO XXI, RETROCESOS Y AVANCES
Con un colegio cardenalicio que había sido nombrado, en su mayoría por Ratzinger, este fue electo para continuar el Papado y llevar adelante reformas que intentaron ordenar la Doctrina de la Fe y con ello dar prevalencia, hacia adentro del poder Vaticano a los sectores más conservadores y fundamentalistas del catolicismo. En este contexto, Benedicto XVI, es que deja de lado el trabajo externo realizado por su predecesor y lleva nuevamente al ostracismo a la Iglesia Católica.
En sus ocho años de reinado las manifestaciones públicas se refirieron a asuntos de orden propios de la fe y en las pocas visitas que realizó al exterior debió pronunciarse por las diversas denuncias de abusos que pesaban sobre los religiosos exponiéndolos al mundo y a la justicia civil. Ante la renuncia a su cargo, realizada el 28 de febrero de 2013, se abrió una sucesión inédita.
Luego del cónclave convocado para la elección de un nuevo pontífice, es elegido el cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires, y le muestra al mundo un nuevo rostro de la Iglesia, el Papa Francisco. El primero con su nombre, que intentó remitir con el mismo a San Francisco de Asís. Este santo había promovido en el mundo una vida austera y un acercamiento a la población a través de su palabra amorosa.
En tono con este nombre, Francisco trajo un nuevo aire a la Iglesia y propuso, desde los signos de su asunción una forma humilde en la que no aceptó siquiera para su primera imagen, los elementos suntuarios y de poder que conlleva el cargo al que fue designado.
Bergoglio, compone una lista muy reducida de los Papas no europeos. Es en sí mismo un papa que proviene “de la periferia del mundo”. (Francisco, 2013)
Durante los doce años en que ejerció el poder del Papado, Francisco intentó visibilizar no solo el mundo en guerra sino las consecuencias sociales que estas generaban. Así fue como, a pocos meses de su asunción se dirigió a la isla de Lampedusa, en el primer viaje de su pontificado. Esta Isla es conocida como “La puerta de Europa” y a ella llegan cada año cientos de personas que escapan de las masacres en sus países de origen.
Luego de este viaje, se dirigió a 66 países en los que nuevamente intentó reunirse y mostrar a los sectores menos favorecidos y afectados por la exclusión y la pobreza. Con estos gestos y con sus encíclicas y comunicados intentó poner sobre la mesa las cuestiones que atañen al mundo. Así podemos destacar que, Laudatto Si, publicada en 2015 hace referencia a las problemáticas ambientales que afectan y afectarán a la sociedad global por la mala utilización de los recursos naturales y la implicancia que esto tiene sobre las poblaciones. (Laudato Si, 2015)
Otro tema que fue absolutamente relevante durante el Papado de Francisco tuvo que ver con las declaraciones que hizo respecto de la comunidad LGBTIQ+. Ante esta cuestión realizó un llamado al no juzgamiento de las personas diciendo que “Dios no rechaza a nadie” y dando el estatus de fieles a quienes quisieran acercarse a la fe, dejando de lado las doctrinas conservadoras que sus predecesores sostuvieron fervientemente. (Barboza, 2025)
Otra demostración de la apertura de su papado se relacionó con el acuerdo firmado con la República Popular China. En este caso debemos saber que siempre hubo una distancia entre el Vaticano y el poder político en China. En el país asiático hay un culto católico oficial que responde a la dirigencia del partido gobernante, conocida como Asociación Católica Patriótica, y otra facción que se considera clandestina y que responde directamente al Vaticano que, ante su resistencia ha sido sometida a tortura y trabajo forzado. (Abad Quintanal, 2016) Si bien el Artículo 36° de la Constitución de China prescribe la “Libertad de creencias religiosas”, también plantea que “nadie utilizará la religión para participar de las actividades que perturben el orden público, perjudiquen la salud de los ciudadanos o interfieran con el sistema educativo del Estado”, y que “Los grupos religiosos no estarán sujetos al control de fuerzas extranjeras.” (Constitución de la República Popular de China, 1982).
En este sentido, desde los comienzos de la República Popular mantuvo una disputa constante sobre el nombramiento de los obispos en el territorio, pero en 2018, luego de conversaciones llevadas adelante por el Cardenal Parolin y las órdenes emanadas por Francisco se firma un acuerdo con la República asiática para desarrollar una colaboración bilateral en la que ambas partes intervengan en la elección de los pastores de la Iglesia. Si bien el acuerdo es provisional, tanto la intención de Francisco como de la Santa Sede es sostenerlo en el tiempo y fortalecer, de esta manera, los lazos que unen al poder Vaticano con China.
La decisión de la firma y sostenimiento de este acuerdo tuvo repercusiones, no solo hacia adentro de los sectores conservadores de la Iglesia y del catolicismo clandestino en el territorio Chino, sino que también despertó las críticas encendidas de voceros del gobierno estadounidense que, en palabras de Mike Pompeo manifestaron “el acuerdo no protege a los católicos chinos y siembra confusión”. (Swissinfo, 2020)
Al producirse el fallecimiento de Francisco, también debemos destacar, que las comitivas representativas de los diferentes Estados del mundo se hicieron presentes a sus exequias y expresaron sus respetos hacia un Jefe de Estado, pero también hacia un líder político y de la fe sin precedentes.
CONCLUSIONES
Si bien hemos hecho un raconto extremadamente sintético de los hechos que han relacionado a diferentes líderes de la Iglesia Católica Apostólica Romana con la política mundial, hemos tenido la intención de marcar un recorrido en el que podemos ver rupturas y continuidades que se han producido desde el cambio de la Doctrina Social de la Iglesia a partir de 1981 con la publicación de la encíclica Rerum Novarum.
En este pequeño recorrido hemos podido establecer que hay una línea doctrinaria que se relaciona con la estructura interna propia de la Iglesia y que durante muchísimo tiempo ha sido conservada y proclamada por los distintos jefes eclesiales hasta la llegada de Francisco.
Pero, más allá de algún momento de retracción de las expresiones políticas y comunitarias, también podemos observar que en la segunda mitad del siglo XX y el XXI se profundizan, casi ininterrumpidamente, las manifestaciones ante los conflictos políticos que atañen a la humanidad. Y que claramente son plasmado en las comunicaciones oficiales y encíclicas papales.
Si bien, el Estado Vaticano ejerce su rol en el mundo también se muestra como un agente externo a las decisiones que los Estados, más o menos poderosos, van tomando y que conllevan a la configuración y reconfiguración del mundo.
En este sentido es que debemos destacar que la humanidad ha encontrado en Francisco un representante de la fe que, además de abrir las puertas para el mundo como un pastor amplio y piadoso, también ha levantado la voz ante las situaciones de injusticia, violencia y vulnerabilidad, en una oposición constante a los centros neurálgicos de poder económico y político.
Repensando la pregunta inicial, podemos responder que, aún con los vaivenes propios de los cambios de las personas y los tiempos, la Iglesia Católica Apostólica Romana a sabido sostenerse inmutable en el poder a través de casi 2000 años y León XIV es un interrogante en cuanto a las continuidades que se espera que sostenga y las que él decida sustentar. Sin embargo, los ojos del mundo seguirán mirando hacia Roma y hacia la fascinación que produce que una estructura medieval siga adaptándose a la realidad del tiempo presente.
BIBLIOGRAFÍA
Abad Quintanal, G. (2016). Las relaciones entre el Vaticano y la República Popular China: ¿El retorno de la “Ostpolitik”? Razón y fe, t. 274, n°1413-1414. Disponible en: Vista de Las relaciones entre el Vaticano y la República Popular China: ¿El retorno de la “Ostpolitik”?
Mallimachi, F. (2008). Globalización y modernidad católica: papado, nación católica y sectores populares. En publicación: América Latina y el Caribe. Territorios religiosos y desafíos para el diálogo. Aurelio Alonso (Compilador). CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Buenos Aires.
Mallimachi, F. (2013). El catolicismo argentino de Bergoglio y el papado de Francisco. Una primera aproximación desde la Argentina. UBA/CONICET. Buenos Aires.
Hobsbawm, E. (2007). Historia del siglo XX. Paidós. Buenos Aires
Nye, J. (2021). Soft power: the evolution of concept. Journal of Political Power, 14:1, 196-208, DOI: 10.1080/2158379X.2021.1879572
Barboza, R. (2025). Um Papa chamado Francisco. Le Monde Diplomatique. Brasil
León XIII. (1891). Rerum Novarum. Encontrado en: Rerum novarum (5 de mayo de 1891) | LEÓN XIII
Juan Pablo II (1987) Sollicitudo Reis Socialis. Encontrado en: Sollicitudo Rei Socialis (30 de diciembre de 1987) | Juan Pablo II
Francisco (2015) Laudato si. Encontrado en: Laudato si’ (24 de mayo de 2015) | Francisco
Galeazzi, G. (2013) El primer viaje apostólico de Francisco: Lampedusa. Fuente: vaticaninsider.lastampa.it
Martinez, R. (2023) 25 años de la histórica visita de Juan Pablo II a Cuba. Disponible en: 25 años de la histórica visita de Juan Pablo II a Cuba – Vatican News
Pompeo pide al papa “valor” para luchar contra las persecuciones religiosas en China. (2020) Encontrado en: Pompeo pide al papa «valor» para luchar contra las persecuciones religiosas en China – SWI swissinfo.ch Constitución de la República Popular de China 1982 (Rev. 2004) Disponible en: China 1982 (rev. 2004) Constitución – Constitute
[1] Religiones que tienen un texto sagrado considerado “la palabra de Dios”
[2] Cartas solemnes sobre asuntos de la Iglesia o determinados puntos de la doctrina católica dirigidas por el Papa a obispos, fieles y a la humanidad