Departamento de Medio Oriente
Presentación
Coordinadora: Ornela Fabani
Secretario: Said Chaya
Integrantes: Cecilia Civallero
Camila Farias
Mariano Criscenti
Lucía Miravelli
El Anuario del Departamento de Medio Oriente nuclea los aportes de los integrantes de este espacio que se han dedicado a estudiar no sólo distintos escenarios de conflicto, sino también la política exterior de diversos actores de la región, incluso el juego de alianzas vigente entre los mismos.
En este sentido, Said Chaya describe el escenario político libanes en el período que se extiende entre 2022 y 2024 con vistas a favorecer el análisis de la llegada al poder de Joseph Aoun como presidente y Nawaf Salam como primer ministro del Líbano. Todavía más, el autor se enfoca en los desafíos que la dupla debe afrontar, no solo en el plano interno, sino también externo, donde su vecino israelí da muestras de su creciente expansionismo y continua una brutal guerra en la Franja de Gaza.
En tanto, Camila Farías, en su trabajo titulado Nuevas dimensiones internacionales del conflicto en Gaza, analiza cómo la guerra en la Franja activó una serie de demandas en el plano internacional que buscan incidir en el desarrollo del conflicto israelí-palestino. En ese contexto, examina diversas iniciativas impulsadas tanto por Estados como por organizaciones civiles en el marco de Naciones Unidas y de la Corte Penal Internacional, las cuales han generado precedentes o nuevas modalidades de acción.
Santiago Ott y María Dominguez Aurall analizan el papel desempeñado por Turquía e Israel en la guerra civil siria y sus consecuencias en la configuración del escenario posterior al colapso del régimen en diciembre de 2024. En este marco, examinan sus objetivos estratégicos, las acciones desplegadas en el terreno y las dinámicas de rivalidad y cooperación que reconfiguran el tablero geopolítico de la región. En particular, apuestan a evaluar cómo la interacción entre ambos actores podría incidir en el futuro inmediato de Siria, así como en el equilibrio regional y las perspectivas de estabilidad en una zona históricamente marcada por la volatilidad.
Por su parte, Leila Mohanna, parte del levantamiento de las sanciones económicas norteamericanas que pesaban sobre Siria, para detenerse en cuáles fueron esas sanciones y en qué contexto fueron impuestas. Además, realiza un breve análisis sobre las sanciones como herramienta de política exterior de los Estados, y sus efectos particulares en Siria.
Cecilia Civallero se propone observar el despliegue de una política pública de la República Árabe de Egipto destinada a la promoción de la diplomacia juvenil y la profundización de las relaciones con los países del Sur Global, la Beca Nasser para el Liderazgo Internacional. En este marco, el objetivo de su trabajo es describir la ejecución de esta iniciativa y analizar de qué forma esta pretende contribuir a la proyección regional e internacional de Egipto.
Por último, Ornela Fabani, en su artículo titulado Política exterior bahreiní en la encrucijada: entre sus lineamientos tradicionales de política exterior, la normalización con Israel, y el acercamiento que ha sido puesto en jaque con Irán, estudia los grandes ejes de la política exterior bahreiní, la evolución reciente del vínculo con Israel, así como también el acercamiento incipiente del pequeño país del Golfo a la República Islámica, tras años de no mantener vínculos diplomáticos.
Panorama
Previo a los ataques perpetrados por Hamas, el 7 de octubre de 2023, los actores que componen la región de Medio Oriente apostaban por la estabilidad regional. Ello resulta evidente si se considera la normalización de relaciones diplomáticas entre Israel, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Bahréin, que se plasmó en la firma de los denominados Acuerdos Abraham de 2020. En el levantamiento del bloqueo a Qatar, previamente acusado por sus socios del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) de mantener vínculos con organizaciones terroristas. En el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre el reino saudita y la República Islámica de Irán, tras siete años de ruptura, y gracias a la mediación de China y Omán. Y, por último, en la reanudación de relaciones diplomáticas por parte de EAU, Egipto y Arabia Saudita -entre otros- con Siria, en 2022, junto al reingreso de Damasco a la Liga Árabe, en mayo de 2023. Claramente, esta búsqueda de estabilidad regional se sustentaba en la necesidad de generar las condiciones propicias para poder desarrollar grandes proyectos, atraer inversiones y favorecer el comercio. En definitiva, se imponía la búsqueda de hacer negocios.
Ahora bien, el ataque sin precedentes de Hamas contra el Estado de Israel, que dejó por saldo en torno a 1200 muertos y la problemática aún no resuelta de los rehenes, vino a barrer con esta apuesta por la estabilidad.
Como correlato de esta avanzada y reclamando su derecho a la legitima defensa Israel inició una ofensiva militar que gran parte de la comunidad internacional no sólo ha juzgado como desproporcionada sino, inclusive, como un genocidio. Al punto que Israel fue denunciado frente a la Corte Internacional de Justicia por sus actos. Ello a raíz de que, a la fecha, la campaña israelí arroja por saldo más de 59.000 palestinos muertos, miles de heridos, una población que se enfrenta a la hambruna y una franja de Gaza completamente devastada. De hecho, la destrucción allí reinante ha sido comparada con aquella provocada por el lanzamiento de la bomba nuclear sobre Hiroshima.
La guerra ha supuesto para Israel la necesidad de abrir múltiples frentes militares: en Siria, Líbano, Yemen, Gaza y Cisjordania. Incluso, en los meses de abril y octubre de 2024, derivó en los primeros enfrentamientos militares directos con Irán, que en la última edición del Anuario Aranda (2024) definió como moderados y anunciados. Al respecto, no debe pasarse por alto que Israel percibe a Irán como su principal enemigo y como la gran amenaza a su seguridad, siendo, sin embargo, un actor con el cual, hasta ese momento, solo se había enfrentado en las sombras.
Lo cierto es que el enfrentamiento con el Estado persa no quedaría limitado al referido intercambio, por el contrario, frente a un Irán que se encuentra debilitado, a raíz de que sus proxies -Hamas y Hezbollah, han sido diezmados, así como también fruto de la pérdida de un gran aliado, como lo fue el régimen de Al Assad en Siria, Israel encontró la ventana de posibilidad para arrasar con su enemigo. De esta forma, en junio de 2025, lanzó lo que denominó como un ataque preventivo -por cierto no contemplado por el derecho internacional- contra la República Islámica, según alegó con vistas a destruir su programa de desarrollo nuclear, pero persiguiendo, asimismo, el objetivo más amplio de acabar con su principal contrincante. Fruto de esta avanzada se inició aquella que fue referida como la guerra de 12 días, que se cerró tras el involucramiento de Estados Unidos en la contienda.
En efecto, el 21 de junio pasado Estados Unidos atacó a Irán empleando más de cien aeronaves entre las que se contaron aviones de reconocimiento, cazas y bombarderos B-2 que lanzaron bombas antibúnker contras las instalaciones de Fordow. Dicho ataque, calificado como un grotesco atentado contra el derecho internacional (Gil Gandía, 2025), se efectuó de forma unilateral y en clara violación de la carta de Naciones Unidas.
Como producto de este escenario tan volátil y complejo, las expectativas, los interrogantes, la preocupación, se han multiplicado en torno al devenir de los acontecimientos en la región, si se tiene en cuenta que durante los últimos doce meses no solo se puede mencionar que múltiples escenarios de conflicto continúan abiertos, sino también que, el AKP ha resultado perdedor en las elecciones locales y se ha disuelto el PKK en Turquía. Mientras tanto, en Líbano, Joseph Aoun fue elegido presidente tras dos años de vacío presidencial. Ahora bien, al margen de las expectativas por el importante paso que se ha dado en Líbano también han crecido los temores, tal como se evidencia en el caso de Siria donde, en diciembre pasado, se produjo la caída del régimen de los Al Assad, tras décadas en el poder, para ser reemplazado por un gobierno ligado a la organización terrorista HTS.
Finalmente, y para concluir esta presentación, la gran pregunta que hoy atraviesa a todos aquellos interesados en la región es si se sostendrá el alto al fuego entre Tel Aviv y Teherán impuesto por Trump. Estos temas, entre otros, serán abordados en la presente edición del anuario. Ornela Fabani
Coordinadora