En este momento estás viendo Elecciones federales en Canadá 2025: entre la continuidad Liberal y el desafío de la minoría parlamentaria

Elecciones federales en Canadá 2025: entre la continuidad Liberal y el desafío de la minoría parlamentaria

En esta ocasión, durante las elecciones celebradas el 28 de abril de 2025, 18 partidos políticos fueron quienes decidieron presentarse en el proceso electoral y luchar por algunas de las 343 bancas del parlamento canadiense.

Canadá, siendo uno de los 56 miembros del Commonwealth, ha desarrollado una sólida tradición parlamentaria que ha favorecido la estabilidad de sus instituciones democráticas. En este marco, el sistema político ha estado dominado históricamente por dos partidos principales, el Liberal y el Conservador, que han casi monopolizado el parlamento. No obstante, la vida política canadiense se caracteriza por una notable heterogeneidad, expresada en la presencia de partidos regionales, ecologistas y movimientos de izquierda, lo que refleja la diversidad ideológica que nutre sus procesos electorales. En conformidad a esto, solamente cuatro partidos han conformado el poder legislativo y según análisis y estimaciones seguirán siéndolo.

Por un lado, los Liberales, los cuales han gobernado desde 2015 y contaban con 152 escaños. Oficialmente, Trudeau cedió el cargo de primer ministro el 14 de marzo a Mark Carney, una figura política sin experiencia parlamentaria, pero con grandes antecedentes en gestión como gobernador del Banco de Canadá durante la crisis financiera de 2008 y del Banco de Inglaterra durante el Brexit. En segundo lugar, el Partido Conservador quien es la oposición oficial de Canadá, con 120 escaños en el Parlamento anterior. El partido está liderado por Pierre Poilievre, quien ha adoptado un perfil marcadamente populista de derecha. Sus ataques frecuentes a los medios de comunicación y su cercanía a discursos conspirativos lo posicionan como una figura ideológicamente alineada con el estilo del movimiento MAGA («Make America Great Again») en el contexto canadiense, algo poco común en la política tradicional del país. En tercer término, el Nuevo Partido Democrático (NDP), liderado por Jagmeet Singh, contaba con 24 escaños parlamentarios antes del inicio de la campaña. El NDP había apoyado previamente a un gobierno liberal minoritario liderado por Trudeau, pero se retiró de ese acuerdo en septiembre del año pasado. Finalmente, El Bloque Quebequense, que solo presenta candidatos en la provincia francófona de Quebec, contaba con 33 bancas y se encuentra actualmente liderado por Yves-François Blanchet.

Contexto preelectoral

Las previas a la contienda electoral fueron sumamente álgidas, marcadas por una multiplicidad de sucesos que marcaron finalmente la renuncia del ahora ex primer ministro y líder del partido liberal, Justin Trudeau, el pasado seis de enero.

Su dimisión se encuentra situada en un contexto complejo, marcado por una crisis interna en el Partido Liberal, descontento social por problemas económicos y tensiones internacionales intensificadas por la política arancelaria de Donald Trump y los deseos manifiestos del mandatario norteamericano sobre la anexión de Canadá como el 51º estado estadounidense. El detonante político fue la renuncia de la viceprimera ministra Chrystia Freeland, ocurrida horas antes de una actualización fiscal, acompañada de denuncias de manipulación tributaria. A esto se suman escándalos que erosionaron la imagen de Trudeau, como conflictos de interés en el manejo de una investigación de corrupción (el asunto SNC-Lavaling), viajes de lujo y contratos con organizaciones vinculadas a su familia.

A pesar de haber ganado tres elecciones consecutivas, su figura se debilitó ante el avance de la inflación, la crisis habitacional y el aumento de la inmigración. Todo esto llevó a adelantar las elecciones previstas para octubre al 28 de abril de 2025.

Elecciones 2025

Al respecto del sistema electoral canadiense, este mismo está basado en un tipo de escrutinio mayoritario uninominal, por el cual el país se divide en 343 circunscripciones electorales. En cada una de ellas se elige un único diputado, y el escaño se asigna al candidato que obtenga al menos un voto más que su competidor más cercano.

Desde las fuentes consultadas en el sitio Elections Canada, plataforma donde se publican los resultados electorales, es posible evidenciar una victoria significativa del Partido Liberal, el cual logró imponerse en 169 distritos electorales, mientras que el Partido Conservador solo obtuvo 144 bancas en el parlamento. En cuanto a las terceras fuerzas, el Bloque Quebequense logró adquirir 22 bancas, el NDP un total de 7 y finalmente el Partido Verde una representación unitaria.

Al respecto de la participación ciudadana, alrededor de 29 millones de electores fueron habilitados en estos comicios para la elección de sus representantes. En esta oportunidad, se registró un récord histórico de votación anticipada, con más de 7,3 millones de personas que emitieron su voto antes del día oficial de la elección, lo cual pone de manifiesto el alto nivel de compromiso cívico.  De esta misma manera, al fin de la jornada hubo una participación ciudadana del 68,67% con un total de 19,6 millones de votos emitidos. Estos niveles de participación, cabe resaltar, no fueron vistos desde 1993 cuando el 69% de los canadienses en ese entonces ejercieron su derecho al voto.

Estos resultados electorales podrían ser explicados en base a las mismas tensiones afrontadas por el país, especialmente frente a las amenazas anexionistas. De alguna manera, el repunte de la popularidad del oficialismo en tan solo escasos meses junto a la masiva movilización ciudadana durante estos comicios reflejan un espíritu nuevo y novedoso en la sociedad canadiense. La política exterior de Trump ha servido de catalizador para alentar el nacionalismo y reafirmar la identidad nacional.

Incidencia de los resultados

Estos resultados electorales fueron dados en una campaña basada en sentimientos “anti-Trumpistas” por parte de sus candidatos. Esta situación fue evidente sobre todo tras las declaraciones del presidente norteamericano durante el día de elección sobre los deseos anexionistas hacia Canadá. En este sentido, la campaña basada en la sombra trumpista, las respuestas no se hicieron esperar.

Por un lado, el candidato liberal manifestó en una conferencia en Ottawa: “Quiere quebrarnos para que Estados Unidos pueda adueñarse de nosotros” (Carney, 2025, abril 28).

De esta misma manera, la respuesta del sector conservador también se hizo presente: “Presidente Trump, manténgase al margen de nuestra elección. Las únicas personas que decidirán el futuro de Canadá son los canadienses en las urnas. Canadá siempre será un país orgulloso, soberano e independiente, y NUNCA será el estado número 51.  Hoy los canadienses pueden votar por un cambio para que podamos fortalecer nuestro país, mantenernos por nuestros propios medios y enfrentar a Estados Unidos desde una posición de fortaleza.” (Poilievre, 2025, abril 28). A pesar de estos dichos, la misma sociedad canadiense, o al menos una gran parte de ella, pareciese diferir en la percepción de su figura y la del partido. Poilievre exhibe similitudes notables con el presidente estadounidense: emplea apodos despectivos, crítica a la «mafia woke», entre otras manifestaciones públicas controversiales. No obstante, su campaña pareció subestimar el impacto negativo de estas congruencias, llegando incluso a adoptar el lema «Canadá Primero» en febrero, desatando críticas al interior del país.

Más allá de este panorama complejo, el resultado electoral fue sorprendente, evidenciando un cambio significativo en la intención de voto en un corto período. Desde 2022, los conservadores han liderado las encuestas, y en enero de este año la principal oposición de gobierno se puso en la vanguardia en intención de votos. El partido liberal, en tan solo un plazo de tres meses con el liderazgo de Carney, logró posicionarse nuevamente como vencedor de la contienda electoral, no sin complicaciones ni retos.  El desafío de este cuarto mandato liberal en manos ahora de Mark Carney radicará en gobernar sin mayoría automática en el parlamento, lo que deberá necesariamente conformar alianzas con las terceras fuerzas, como el BQ o el NDP.

En cuanto al partido conservador, si bien han obtenido una representación apreciable, consolidándose como segunda fuerza política en el país, su líder, Pierre Poilievre ha perdido su escaño en el distrito de Carleton, Ontario, frente al candidato liberal Bruce Fanjoy. Este desenlace resulta particularmente interesante para la posterior interpretación post-electoral, dado que hasta pocos meses antes de las elecciones Poilievre era el favorito en las encuestas.

Conclusión

Uno de los principales desafíos que enfrenta la política canadiense contemporánea es la necesidad de reafirmar su soberanía frente a crecientes presiones externas, en particular las provenientes del discurso expansionista de Estados Unidos. Declaraciones recientes como la sugerencia de incorporar a Canadá como el “Estado número 51”, no deben ser subestimadas. Lejos de ser meras provocaciones simbólicas, reflejan una intención concreta de ejercer influencia económica e institucional sobre el país.

Bajo esta lógica, el nuevo gobierno canadiense deberá enfrentar nuevos desafíos a nivel económico, político y social. La guerra comercial estadounidense, la minoría parlamentaria y los índices macroeconómicos se vuelven los grandes retos que Carney deberá afrontar en su gestión como primer ministro. Ante esta situación, opera algo mucho más complejo y sustancial: la necesidad de Canadá de preservar su soberanía e identidad frente a las amenazas de su vecino del norte.

Dentro de un mundo en reconfiguración y en constante tensión, Canadá necesitará socios y nuevos aliados económicos y geopolíticos para afrontar este nuevo panorama incipiente en el sistema internacional.

Alan Ignacio Paro
Lucia Jazmin Vivas
Integrantes
Departamento de América del Norte
IRI-UNLP