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La Administración Trump y el apoyo militar a Israel en la campaña de anexionar Gaza (2025)

La administración de Donald Trump, en su segundo mandato presidencial, ha reafirmado una alianza militar sin precedentes con el gobierno de Israel. En un contexto geopolítico marcado por el recrudecimiento del conflicto en Gaza, esta relación estratégica ha trascendido lo diplomático para convertirse en un factor determinante del desequilibrio regional. Estas líneas sostienen que el respaldo político y logístico de Trump no solo ha fortalecido la capacidad operativa de Israel, sino que ha facilitado una campaña militar que avanza hacia una ocupación de facto de la Franja de Gaza.

En 2025, el gobierno estadounidense ha aprobado una serie de paquetes de asistencia militar a Israel por más de 3.000 millones de dólares, sumados al Memorando de Entendimiento firmado en 2016 y vigente hasta 2028. Este memorándum permite la asistencia de Estados Unidos a Israel por un monto de 38 mil millones USD, destinando 33 mil millones a la compra de armamento militar y 5 mil millones a programas de defensa antimisiles como Iron Dome, Arrow y David’s Sling. Entre estos suministros se incluyen bombas de alta precisión, ojivas guiadas, maquinaria táctica pesada y sistemas de defensa aérea como la Cúpula de Hierro, financiada en parte por empresas estadounidenses como Raytheon.

Según reportes del Congreso y fuentes del Departamento de Defensa, esta asistencia no solo responde a compromisos bilaterales históricos, sino que se ha acelerado tras los ataques del 7 de octubre de 2023, cuando milicianos de Hamás ingresaron en territorio israelí causando más de 1.200 víctimas fatales. Desde entonces, el gobierno de Israel ha intensificado su ofensiva en Gaza con el argumento de eliminar infraestructura terrorista, recibiendo aval técnico y político de Washington.

La complicidad estratégica entre Trump y Benjamin Netanyahu, el primer ministro israelí, ha derivado en el respaldo estadounidense a acciones que sectores de la comunidad internacional consideran violatorias del derecho internacional humanitario. Trump llegó incluso a proponer públicamente que Estados Unidos “tomara el control temporal” de Gaza para garantizar la reconstrucción posbélica y la estabilidad regional, una declaración que generó amplio rechazo por parte de organismos multilaterales y defensores de los derechos humanos.

Más allá de lo simbólico, este alineamiento ha consolidado un patrón de impunidad diplomática para Israel, especialmente en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde Estados Unidos ha bloqueado múltiples resoluciones de condena. Así, Washington se ha transformado no solo en proveedor de armas, sino en blindaje político para las operaciones militares israelíes. En definitiva, este vínculo es sólido, pese a que la gira de Trump por el Golfo y recientes acciones como el fin de los ataques contra los hutíes o las negociaciones con Irán pudieran indicar un enfriamiento de relación bilateral, particularmente entre Netanyahu y Trump.

Raúl Matías Nuñez
Integrante
Departamento de Medio Oriente
IRI – UNLP