Durante la jornada del viernes 12 de septiembre de 2025, se reunieron los representantes de los países miembros de las Naciones Unidas, en Nueva York, (Estados Unidos), con el motivo de realizar una votación en el seno de la Asamblea, impulsada por Francia y Arabia Saudita. En la misma se esperaba reunir los votos necesarios para efectivizar una Declaración que abogara por la solución al conflicto Israel-Palestina, bajo la fórmula de dos Estados. En consonancia con las circunstancias actuales, donde el conflicto ha recrudecido a niveles desconcertantes y preocupantes para todos los países del globo.
La declaración en sí misma representa un escalón más dentro del desarrollo histórico del conflicto en el Medio Oriente. En primera medida, condena el ataque terrorista de Hamás a Israel del 7 de octubre de 2023 y exige la liberación inmediata de todos los rehenes que permanecen bajo secuestro y tortura por miembros de Hamás. También, reitera que la toma de rehenes está prohibida por el Derecho Internacional; al tiempo en el que remarca que la guerra en Franja de Gaza debe terminar tras la implementación de un cese al fuego, en el que deben ocurrir: a. La liberación de todos los rehenes, b. El intercambio de prisioneros palestinos, c. La devolución de todos los restos mortales, d. La retirada total de las fuerzas israelíes de Gaza. Esta última, fundamentada en su artículo 10, expone que “Gaza es parte integral del Estado palestino y debe estar unificada con Cisjordania. No debe haber ocupación, asedio, reducción territorial ni desplazamiento forzado”. Una gran pregunta para realizarse respecto a dicha unificación es si se concretará una unidad territorial o virtual, debido a que tanto Franja de Gaza como Cisjordania se encuentran separadas sin continuidad territorial.
Por otro lado, la declaración establece la necesidad de una misión de las Naciones Unidas para estabilizar la situación en Franja de Gaza, y velar por el cumplimiento de las normas del Derecho Internacional y el Derecho Internacional Humanitario. Dicha estabilización supone el arreglo de elecciones bajo las cuales la Autoridad Nacional Palestina será el órgano principal del próximo Poder Ejecutivo Nacional. Sin embargo, existe una incógnita profunda respecto a si se podrá realmente garantizar elecciones en un marco como el coyuntural, donde más del 80% de la infraestructura en Franja de Gaza ha sido reducida a escombros, y más de 60.000 personas han perdido la vida a causa de la violencia conflictiva entre Hamás e Israel.
En relación a su repercusión internacional, durante la sesión del día viernes 12 de septiembre, se expresaron las posiciones de los distintos países involucrados y otros dentro de la orden del día, incluidos los Estados Unidos, Sudáfrica, Israel, Pakistán, la República Islámica de Irán, el Estado de Palestina, Letonia, Malasia, Paraguay, Reino Unido, Rusia, China, entre otros. También se realizó la votación del documento, registrando 142 votos positivos. Aunque, por otro lado, 10 países han votado en contra, entre ellos Estados Unidos, Israel y Argentina, mientras 12 se han abstenido de votar. Resulta importante destacar que 29 países no ejercieron el derecho a votar.
Con respecto a Argentina, nuestro país emitió su voto en contra de la resolución, sin justificar su voto, y en alineamiento con los Estados Unidos y sus aliados estratégicos globales. Esta decisión agudiza tanto la inclinación fuertemente ideológica del actual gobierno argentino, como la influencia del presidente en la política exterior del país.
Uno de los graves problemas que se pueden percibir a partir de esta decisión, es que Argentina pone en duda su propio reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas, San Pedro (antes Georgias del Sur) y Esquivel (antes denominadas Sandwich del Sur), al reconocer la ocupación militar extranjera por parte de una potencia colonial. Por ello es que, a nivel nacional ha sido ampliamente criticada como anti argentina, por estar decididamente en contra de los intereses nacionales de la República, deshaciendo décadas de esfuerzo diplomático por asegurar la soberanía argentina sobre sus espacios terrestres, marítimos y aéreos.
Ignacio Rivas Plutman
Integrante
Departamento de Medio Oriente
IRI – UNLP