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Indicios de la Política Exterior Australiana del Nuevo Gobierno del Primer Ministro Albanese

El pasado 21 de mayo se llevaron adelante en Australia las elecciones federales, en la cual el partido liberal, liderado por Scott Morrison, perdió frente al partido laborista, capitaneado por Anthony Albanese, quien dos días después juró como primer ministro, cortando así una sucesión de gobiernos conservadores durante prácticamente los últimos nueve años. El último periodo de gobiernos laboristas fue entre los años 2007 y 2013, cuando Kevin Rudd conformó gobierno en diciembre 2007 hasta junio 2010 (y luego brevemente entre junio – septiembre 2013), para ser seguido por el gobierno de Julia Gillard entre junio 2010 y junio 2013. Durante ambos gobiernos, Albanese se desempeñó principalmente como Ministro de Infraestructura y Transporte, además de Ministro para el Desarrollo Regional y Gobierno Local durante el gobierno de Rudd.

La rapidez de la conformación del nuevo gobierno de centroizquierda, prácticamente 48 hs. después de haber tenido lugar las elecciones, refleja la urgencia de atender no sólo cuestiones de la agenda doméstica, sino también, principalmente, de la agenda externa. Claramente, y así lo ha manifestado, el nuevo gobierno será un defensor del multiculturalismo, los derechos humanos y la lucha contra el cambio climático. También el hecho de que sea la primera vez en la historia moderna de la política australiana que un político con un apellido no anglo-celta, a lo que se suma el hecho de estar divorciado, asuma como primer ministro es otra pista de lo que se pueda esperar en materia de la política exterior. Otro significativo indicio lo podemos encontrar en la formalización del rol de la hasta hace poco senadora Penny Wong, como la máxima autoridad del Ministerio de Relaciones Exteriores, que durante la campaña ofició como la principal vocera en cuestiones de política exterior del por entonces principal partido de la oposición. Nacida en familia cristiana en Malasia, país del Sudeste Asiático caracterizado por la coexistencia de varias culturas y credos, a temprana edad emigró a Australia. Wong, además de ser una creyente cristiana, también se reconoce públicamente como lesbiana, siendo la primera mujer de origen asiático, como también del colectivo LGBTQ+ integrante del gabinete federal del gobierno australiano. Antes de asumir como Ministra de Relaciones Exteriores, ocupó los cargos de Ministra de Cambio Climático durante el gobierno de Rudd y Ministra de Finanzas y Desregulación durante el gobierno de Gillard. Sin embargo, en otros aspectos, el nuevo gobierno laborista plantea una interrogante sobre los nuevos lineamientos de la política exterior del país en la región del Indo-Pacífico, donde Australia tiene, más no sea se resalte su ubicación geográfica, un lugar central por su proyección bioceánica en el océano Pacífico a la vez que el océano Índico, si se tiene presente las orientaciones de los anteriores administraciones laborista y las actuales reconfiguraciones políticas, estratégicas, como también económicas, del nuevo proceso de regionalización como consecuencia del ascenso de China.

En principio, se puede afirmar que la proyección en el Indo-Pacífico seguirá siendo uno de los principales ejes de la política exterior australiana bajo el nuevo gobierno. En este sentido hay un acuerdo entre los principales partidos australianos respecto a los elementos básicos de la posición del país respecto a China. (Collison 2022) Al respecto, se puede considerar que la rápida respuesta de Albanese y Wong para estar presente – ya oficializados en sus respectivos cargos – en la próxima reunión cumbre del mecanismo QUAD, la tercera a la fecha, que tendrá lugar el 24 de mayo en Japón, busca despejar cualquier tipo de duda respecto a su participación en el mecanismo y compromiso con los consensos generados en las visiones del Indo-Pacífico compartidas por los otros países, entre los cuales se encuentra la defensa de la democracia, los derechos humanos, y el orden regional basado en normas. (Maude 2022, Strangio 2022) Esto se diferencia de la postura adoptada por el gobierno de Rudd, quien desistió de participar del mecanismo QUAD en 2008 a la vez que se acercó a la República Popular China, momentos previos a la escalada de asertividad de la política exterior china iniciada en 2009. Desde entonces el escenario regional se ha deteriorado, aspecto que se puede ver apreciado en las tensiones en los Mares del Sur de China, situación externa que ha presionado para reducir las diferencias en las posiciones de ambos partidos en materia de política exterior.

Tomando algunas de las principales declaraciones de Albanese y Wong realizadas en los últimos dos años, se pueden identificar algunos indicios de la postura respecto a China y el rol de Australia en el Indo-Pacífico. En enero de 2021 Albanese dijo que “el auge económico de China tiene consecuencias para el poder mundial. China, bajo Xi Jinping, ha tomado una nueva dirección, una en la que busca cada vez más afirmar su creciente poder, incluso cuando contraviene las normas internacionales aceptadas y acordadas” (Albanese 2021), para luego afirmar en marzo de este año que “tanto en casa como en su postura internacional, la China de Xi Jinping ha demostrado un autoritarismo más duro y un nacionalismo más estridente. Esto se ha manifestado más recientemente en la toma de control de Hong Kong, la represión de los derechos humanos en China y la militarización del Mar de China Meridional. (…) Nuestro enfoque de la relación con China estará determinado por nuestros intereses y valores: un compromiso con el derecho internacional, el comercio basado en normas y el respeto de los derechos humanos, y reforzado por nuestras asociaciones y alianzas regionales” (Albanese 2022). Frente a esto, mencionó que “Australia debe centrar su compromiso con la administración Biden, en la construcción de un Indo-Pacífico donde se defienda la soberanía de todos los estados regionales, se respeten las reglas internacionales y el comercio abierto impulse la prosperidad para todos. (…) Debemos buscar un compromiso constante y predecible. Un compromiso guiado por una comprensión profunda de los intereses de los países de la región, no intentos de forzarlos a tomar partido” (Albanese 2021), para luego aclarar que “nuestra alianza de larga data con los Estados Unidos es un pilar central de nuestra política exterior. Un gobierno laborista será un socio de alianza enérgico y confiable. Es por eso que brindamos un fuerte apoyo a AUKUS y la razón por la cual nos aseguraremos de que el QUAD funcione en nuestra región” (Albanese 2022). En esta línea, Wong afirmó que “está claro por la forma en que China ve sus intereses nacionales e internacionales que habrá diferencias duraderas que Australia tendrá que manejar. Estos son estructurales, donde los intereses divergen y las posiciones están bloqueadas. (…) Pero estas diferencias estructurales entre cuáles son los intereses de Australia y cuáles son los intereses de China no significan que no haya nada que podamos hacer” (Wong 2021a), para lo cual “primero, necesitamos manejar nuestra relación bilateral con China en términos regionales. (…) Manejar la relación en términos regionales requiere que seamos un socio regional más comprometido” (Wong 2021a).

Mientras que la adhesión de Australia al QUAD y las diferencias que mantenga con China no cambien en lo fundamental, estas declaraciones indican, por lo menos, un cambio de estilo, sino de abordaje, en la política exterior australiana respecto al proceso de regionalización del Indo-Pacífico y las dinámicas políticas y económicas que están detrás el mismo. Al respecto, Albanese afirmó que “los intereses de Australia exigen un esfuerzo mayor y más estratégico de los Estados Unidos en el Sudeste Asiático. (…) Animar a los Estados Unidos a participar aún más requerirá que Australia lidere el camino a través de nuestras propias acciones y mejore nuestro juego en la región. (…) Australia debería estar haciendo todo lo posible para ayudar a mostrar el camino para que Estados Unidos apoye la recuperación de la pandemia regional del Indo-Pacífico, refuerce la centralidad de la ASEAN y fortalezca la arquitectura regional” (Albanese 2021), lo cual amplió afirmando que “estamos comprometidos a elevar nuestro compromiso con los países del sudeste asiático y la ASEAN. (…) Profundizaremos nuestra cooperación de defensa regional con socios cercanos: incluidos Japón, India, Singapur y otros, para reforzar nuestras capacidades conjuntas, dar forma a nuestro entorno estratégico y defender las reglas de tránsito. Entendemos que tales asociaciones son cruciales para los intereses de Australia, por lo que fortaleceremos nuestros lazos políticos, económicos y militares con India y Japón, así como con socios regionales como Singapur, Malasia, Corea del Sur y Vietnam” (Albanese 2022). Wong amplió afirmando que “como dejamos claro en nuestro apoyo a la asociación AUKUS, dicho compromiso con nuestros socios tradicionales debe ser adicional a un mayor compromiso regional. (…) Uno de los grupos multilaterales más importantes para nuestro compromiso es la ASEAN. No sólo por la centralidad de la ASEAN como entidad, sino también por nuestra realidad geográfica. Los laboristas entienden esto y creemos que Australia puede y debe hacer más para demostrar nuestra capacidad para generar confianza y alineación con los líderes de la ASEAN. (…) Necesitamos tratar el Sudeste Asiático como la prioridad que es”. (Wong 2021b)

Respecto a los países insulares del Pacífico, en abril de 2020 el partido laborista emitió el comunicado “Plan para una Familia del Pacífico más Fuerte”. El plan busca reunir el poder defensivo, estratégico, diplomático y económico para reasegurar a la región que puede confinar en Australia. Entre otras iniciativas, se propone 1) la creación de una nueva Escuela de Defensa de Australia-Pacífico, para brindar capacitación a los miembros de las fuerzas de defensa y seguridad, y así construir vínculos institucionales más profundos entre las fuerzas australianas y sus contrapartes regionales, 2) generar una estrategia de transmisión del Indo-Pacífico, para impulsar el contenido de los medios de comunicación en línea, la radio y la televisión australiana a más audiencias en el Pacífico, así como en el Sudeste Asiático y el Sur de Asia, aumentar la capacitación para los periodistas del Pacífico y mejorar las asociaciones con las emisoras de nuestra región, 3) restablecer las visitas parlamentarias bipartidistas periódicas del Pacífico, para demostrar que las alianzas más sólidas en el Pacífico son de interés nacional para Australia, 4) duplicar la financiación de Australia para el Programa de Seguridad Marítima del Pacífico, que proporciona vigilancia aérea de las enormes zonas económicas exclusivas de los países de la región, 5) impulsar la Asistencia Oficial para el Desarrollo de Australia para los países del Pacífico y Timor-Leste, para ayudar a abordar el desarrollo que se han visto afectado debido a la pandemia, y 6) Establecer una Asociación de Financiamiento de Infraestructura Climática del Pacífico, para apoyar proyectos de infraestructura climática y de energía limpia en la región. (Albanese 2020)

De esta manera, sin desatender el eje anglosajón del QUAD, reflejado en el AUKUS (y otras instancias de cooperación conjunta en materia de defensa y seguridad regional entre Australia, Estados Unidos y Reino Unidos), se puede esperar que el gobierno de Albanese revalorice el aspecto asiático del QUAD, mejorando la cooperación con Japón e India, y la centralidad de la ASEAN en la arquitectura regional, destacando el rol fundamental de Indonesia, además de recuperar el espacio perdido en el Pacífico. Es decir, que mejore las relaciones con los países asiáticos, donde Australia sea aceptado como un verdadero integrante de la región, para desplegar una política exterior multilateral de proyección regional que permita equilibrar la competencia entre las grandes potencias y encauzar así en un marco de mayor racionalidad las diferencias con China.

Referencias:

Ezequiel Ramoneda
Secretario
Departamento de Asia y el Pacífico
IRI – UNLP