En este momento estás viendo Refugiados en el Líbano: su acceso al agua y al saneamiento (…) por Guillermina Elias

Refugiados en el Líbano: su acceso al agua y al saneamiento (…) por Guillermina Elias

Departamento de Medio Ambiente y Desarrollo

Artículos

Refugiados en el Líbano: su acceso al agua y al saneamiento, especialmente en tiempos de pandemia COVID-19 (2019 – 2021)

Guillermina Elias[1]

“Pity the nation that is full of beliefs and empty of religion.
Pity the nation that wears a cloth it does not weave,
eats a bread it does not harvest,
and drinks a wine that flows not from its own winepress.
Pity the nation that acclaims the bully as hero,
and that deems the glittering conqueror bountiful.
Pity the nation that despises a passion in its dream,
yet submits in its awakening.
Pity the nation that raises not its voice
save when it walks in a funeral,
boasts not except among its ruins,
and will rebel not save when its neck is laid
between the sword and the block.
Pity the nation whose statesman is a fox,
whose philosopher is a juggler,
and whose art is the art of patching and mimicking.
Pity the nation that welcomes its new ruler with trumpetings,
and farewells him with hootings,
only to welcome another with trumpetings again.
Pity the nation whose sages are dumb with years
and whose strong men are yet in the cradle.
Pity the nation divided into fragments,
each fragment deeming itself a nation”.

Khalil Gibran
The Garden of the Prophet
(London, Heinemann, 1934)

Introducción

Tradicionalmente, la cuestión de recursos hídricos compartidos en la región árabe ha estado altamente politizada, así como las negociaciones de alto nivel entre gobiernos han sido críticas. Al mismo tiempo, esto genera preocupación sobre la justicia y la seguridad hídrica. La atención ha estado centrada en disputas de largo recorrido surgidas de la dependencia árabe en recursos hídricos superficiales originados (o controlados por) países no árabes.

Particularmente en la República del Líbano, alguna vez la “Suiza de Medio Oriente”, el agua es uno de los recursos más preciados, como en todo el mundo, en especial si se consideran los actuales y futuros escenarios de cambio climático. La crisis humanitaria de 1,5 millones de refugiados sirios en territorio libanés presiona en mayor medida sobre los servicios de agua y sobre los recursos; si bien dicha crisis hídrica antecede a la llegada de dichos refugiados y está marcada por la propia situación geopolítica.

El agua disponible discurre por ríos, lagos, embalses y aguas subterráneas en territorio libanés. Los recursos hídricos de este país se encuentran bajo estrés debido a distintos factores: prácticas de manejo no sostenibles, aumento de la demanda desde todos los sectores, contaminación y gobernanza inefectiva (casi ausente) del agua.

La promoción de la cooperación es crucial para el manejo de los recursos hídricos compartidos en esta región. En este sentido, una acción más cooperativa y un diálogo constructivo son necesarios para gestionar estos recursos compartidos, considerando la gobernanza del agua, los principios de la hidrodiplomacia y la gestión integrada del recurso hídrico (GIRH).

Aún en un contexto de conflicto armado, como han padecido y aún padecen Líbano, Siria y Palestina, el agua es un recurso indispensable para la supervivencia de la población y, por ello, el Derecho Internacional Humanitario le confiere una protección específica, incluso para los civiles que sufren el horror de la guerra, para quienes tienen que migrar forzosamente y convertirse en refugiados. Las partes beligerantes a veces dirigen los ataques contra la infraestructura de abastecimiento de agua o de electricidad, o interrumpen deliberadamente el suministro de esos bienes con fines militares o políticos. Atacar las instalaciones de suministro de agua o de electricidad y así, impedir el acceso al agua como táctica de guerra, son violaciones del derecho de los conflictos armados, además de actos muy nocivos para la vulnerable población civil.

Situación de los refugiados en la República del Líbano

La Convención sobre Refugiados de 1951 define a un refugiado como alguien que “debido a un temor fundado de ser perseguido por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social particular u opinión política, se encuentra fuera del país de su nacionalidad y está incapaz o debido a ese temor, no está dispuesto a acogerse a la protección de ese país” (UNHCR Lebanon, 2021).

El espacio de protección para los refugiados sirios en el Líbano se ha visto sustancialmente afectado por una serie de medidas implementadas en el Líbano desde 2015. Actualmente, la admisión al Líbano está restringida a aquellos que pueden proporcionar documentos de identidad válidos y prueba de que su estadía en el Líbano se ajusta a una de las razones aprobadas para la entrada. Buscar refugio en el Líbano no se encuentra entre las razones válidas para ingresar, salvo en circunstancias excepcionales aprobadas por el Ministerio de Asuntos Sociales.

El registro de refugiados sirios por parte del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en el Líbano fue suspendido por el Gobierno en 2015. Si bien el ACNUR sigue actualizando los datos sobre la población previamente registrada, el ACNUR aboga por la reanudación de las actividades de registro para gestionar mejor las necesidades y las respuestas en el Líbano. Asimismo, ante la incesante crisis política, institucional y social, el Líbano ha acelerado poco a poco el retorno de los refugiados sirios en los últimos años, también propiciado por el paulatino cese de los combates en el país vecino.

Para los solicitantes de asilo con nacionalidades distintas de la siria, el ACNUR continúa llevando a cabo la determinación de la condición de refugiado (RSD) con el fin de identificar las necesidades de protección internacional y las soluciones duraderas (UNHCR Lebanon, 2021).

En el Líbano hay registrados más de 500.000 refugiados de Palestina, lo que representa cerca del 10% de la población del país, un estado muy pequeño y muy densamente poblado en la actualidad.

Los refugiados de Palestina se enfrentan a una situación especialmente difícil dentro del Líbano, ya que no se les reconocen derechos humanos básicos. Por ejemplo, están excluidos de la mayoría de los servicios públicos, y se les prohíbe ejercer profesiones. Ni siquiera son considerados formalmente como ciudadanos de otro estado, por lo que no pueden reclamar los mismos derechos que los demás extranjeros que residen y trabajan en el país.

En una situación de discriminación como ésta, la mayoría de los refugiados de Palestina en el Líbano depende enteramente de la asistencia de la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA – United Nations Relief and Works Agency for Palestine Refugees in the Near East) para dar respuesta a sus necesidades más básicas.

Una de las mayores preocupaciones de los refugiados de Palestina en el Líbano es el alto coste económico que puede suponer su hospitalización en caso de ponerse enfermos. UNRWA proporciona asistencia sanitaria primaria básica, pero solo puede cubrir las facturas de la atención hospitalaria de manera parcial. Estos costes no están al alcance de la mayoría de los refugiados, que a menudo tienen que elegir entre renunciar a un tratamiento médico esencial o contraer una deuda.

La población refugiada también está sujeta a importantes restricciones en materia de empleo. En 2005 se aprobó una ley que permitía a los refugiados nacidos en el Líbano trabajar en los sectores clericales y administrativos. Sin embargo, no pueden ejercer profesiones como médicos, dentistas, abogados, ingenieros o contadores.

Aunque muchos refugiados encuentran trabajo, a menudo se trata de empleos estacionales u temporales, con unos salarios bajos y sin beneficios sociales ni asistenciales. Hay signos claros de que esta situación está debilitando el compromiso de la comunidad con la educación, provocando el desencanto entre los jóvenes. Muchos de ellos han dejado de ver necesario continuar con sus estudios (UNRWA, 2021).

Ubicación de campamentos de refugiados palestinos en el Líbano

Fuente: UNRWA (2021).

La situación de los recursos hídricos en el Líbano

Los efectos de la reciente crisis humanitaria con 1,5 millones de refugiados sirios en el Líbano, a los que se suman unos 650.000 refugiados palestinos, imponen presión sobre los servicios de agua y demás recursos. Sin embargo, la crisis del agua en este país antecede a la llegada de refugiados sirios y está marcada por la situación geopolítica del Líbano en Medio Oriente.

Una larga Guerra Civil (1975-1990), ausencia de inversión y de políticas sostenidas, episodios sostenidos de conflictos guiados por tensiones regionales y religiosas (confesionales), desastres ambientales como la deforestación de los bosques de cedros milenarios, la catástrofe de derrame de petróleo de la central eléctrica de Jiyeh durante la guerra con Israel en 2006, sumada la reciente tragedia de explosión en el puerto de Beirut el 4 de agosto de 2020, han dañado el acceso a servicios básicos en pueblos y ciudades, en especial, la infraestructura hídrica del país (UNEP, 2007; Elias, 2014, 2016; Walnycki, 2018). En este marco, también debiera considerarse la conflictividad potencial entre Líbano e Israel por las reservas de petróleo y gas descubiertas en la cuenca levantina (Barrington y Williams, 2018).

El agua disponible incluye ríos, termas, embalses y agua subterránea. De acuerdo al Ministerio de Ambiente del Líbano (2012), los recursos hídricos de este país se encuentran bajo estrés dado distintos factores: prácticas de manejo no sostenibles, aumento de la demanda desde todos los sectores, contaminación y gobernanza inefectiva del agua.

Las fuerzas motrices que afectan calidad y cantidad de los recursos hídricos libaneses son el aumento de la población y la estructura por edades, la urbanización (88% de la población vive en áreas urbanas), el crecimiento económico y, más recientemente, el cambio climático. Otros factores que afectan la disponibilidad del agua son la variabilidad interanual de las precipitaciones en las regiones más áridas del Líbano y la disminución de la cobertura y densidad nívea en la cordillera.

La gestión sostenible del agua es vulnerable a los impactos de la variabilidad climática y los cambios socioeconómicos. A pesar de ser un país relativamente rico en agua, el Líbano está experimentando episodios de sequía y escasez de agua (UN ESCWA y BGR, 2013).

Sobre el derecho humano al acceso al agua y al saneamiento

El 28 de julio de 2010, a través de la Resolución 64/292, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento, reafirmando que un agua potable limpia y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos. La Resolución exhorta a los estados y organizaciones internacionales a proporcionar recursos financieros, a propiciar la capacitación y la transferencia de tecnología para ayudar a los países, en particular a los países en vías de desarrollo, a proporcionar un suministro de agua potable y saneamiento saludable, limpio, accesible y asequible para todos.

En noviembre de 2002, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales había adoptado la Observación General Nº 15 sobre el derecho al agua, estableciendo que “el derecho humano al agua es indispensable para una vida humana digna”. La Observación Nº 15 también define el derecho al agua como “el derecho de cada uno a disponer de agua suficiente, saludable, aceptable, físicamente accesible y asequible para su uso personal y doméstico” (Elias, 2019).

Así, de acuerdo con la ONU (2010), el derecho humano al agua y al saneamiento implica que el agua debe ser:

  • Suficiente: El abastecimiento de agua por persona debe ser suficiente y continuo para el uso personal y doméstico. Estos usos incluyen de forma general el agua de beber, el saneamiento personal, el agua para realizar la colada, la preparación de alimentos, la limpieza del hogar y la higiene personal. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), son necesarios entre 50 y 100 litros de agua por persona y día para garantizar que se cubren las necesidades más básicas y surgen pocas preocupaciones en materia de salud.
  • Saludable: El agua necesaria, tanto para el uso personal como doméstico, debe ser saludable, es decir, libre de microorganismos, sustancias químicas y peligros radiológicos que constituyan una amenaza para la salud humana. Las medidas de seguridad del agua potable vienen normalmente definidas por estándares nacionales y/o locales de calidad del agua de boca. Las Guías para la calidad del agua potable de la OMS proporcionan las bases para el desarrollo de estándares nacionales que, implementadas adecuadamente, garantizarán la salubridad del agua potable.
  • Aceptable: El agua ha de presentar un color, olor y sabor aceptables para ambos usos, personal y doméstico. Todas las instalaciones y servicios de agua deben ser culturalmente apropiados y sensibles al género, al ciclo de la vida y a las exigencias de privacidad.
  • Físicamente accesible: Todo el mundo tiene derecho a unos servicios de agua y saneamiento accesibles físicamente dentro o situados en la inmediata cercanía del hogar, de las instituciones académicas, en el lugar de trabajo o las instituciones de salud. De acuerdo con la OMS, la fuente de agua debe encontrarse a menos de 1.000 metros del hogar y el tiempo de desplazamiento para la recogida no debería superar los 30 minutos.
  • Asequible: El agua y los servicios e instalaciones de acceso al agua deben ser asequibles para todos. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sugiere que el coste del agua no debería superar el 3% de los ingresos del hogar.

Reconocer formalmente un derecho humano al agua y expresar la voluntad de dar contenido y hacer efectivo dicho derecho, debe ser una manera de estimular a la comunidad internacional y a los gobiernos para que redoblen sus esfuerzos para el desarrollo del ser humano y satisfacer las necesidades básicas.

Dicho Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU, en su 29º período de sesiones de noviembre de 2002, profundizó particularmente en “Cuestiones Sustantivas que se plantean en la Aplicación del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales – Observación general Nº 15 (2002): El derecho al agua” (artículos 11 y 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales).

El agua es un recurso natural limitado y un bien público fundamental para la vida y la salud. El derecho humano al agua es indispensable para vivir dignamente y es condición previa para la realización de otros derechos humanos. El Comité ha constatado constantemente una denegación muy generalizada del derecho al agua, tanto en los países en desarrollo como en los países desarrollados. Más de 1.000 millones de personas carecen de un suministro suficiente de agua y varios miles de millones no tienen acceso a servicios adecuados de saneamiento, lo cual constituye la principal causa de contaminación del agua y de las enfermedades relacionadas con el agua. La polución incesante, el continuo deterioro de los recursos hídricos y su distribución desigual están agravando la pobreza ya existente. Los Estados Parte deben adoptar medidas eficaces para hacer efectivo el derecho al agua sin discriminación alguna, como se establece en la presente observación general.

Por lo que se refiere al derecho al agua, los Estados Parte tienen la obligación especial de facilitar agua y garantizar el suministro necesario de agua a quienes no disponen de medios suficientes, así como de impedir toda discriminación basada en motivos sobre los que internacionalmente pesen prohibiciones en lo referente al suministro de agua y a los servicios de abastecimiento de agua. 16. Aunque el derecho al agua potable es aplicable a todos, los Estados Parte deben prestar especial atención a las personas y grupos de personas que tradicionalmente han tenido dificultades para ejercer este derecho, en particular las mujeres, los niños, los grupos minoritarios, los pueblos indígenas, los refugiados, los solicitantes de asilo, los desplazados internos, los trabajadores migrantes, los presos y los detenidos.

En particular, los Estados Parte deben adoptar medidas para velar por que:

  1. a) No se excluya a las mujeres de los procesos de adopción de decisiones sobre los recursos y los derechos en materia de agua. Es preciso aliviar la carga desproporcionada que recae sobre las mujeres en la obtención de agua.
  2. b) No se impida a los niños ejercer sus derechos humanos por falta de agua potable en las instituciones de enseñanza y los hogares o a causa de la carga que supone la obtención de agua. Es preciso abordar con carácter urgente la cuestión del suministro de agua potable a las instituciones de enseñanza que actualmente carecen de ella.
  3. c) Las zonas rurales y las zonas urbanas desfavorecidas tengan acceso a servicios de suministro de agua en buen estado de conservación. Debe protegerse el acceso a las fuentes tradicionales de agua en las zonas rurales de toda injerencia ilícita y contaminación. Las zonas urbanas desfavorecidas, incluso los asentamientos humanos espontáneos y las personas sin hogar, deben tener acceso a servicios de suministro de agua en buen estado de conservación. No debe denegarse a ningún hogar el derecho al agua por razón de la clasificación de su vivienda o de la tierra en que ésta se encuentra.
  4. d) Los refugiados, los solicitantes de asilo, los desplazados internos y los repatriados tengan acceso al agua potable tanto si permanecen en campamentos o en las zonas urbanas y rurales. Es preciso otorgar a los refugiados y los solicitantes de asilo el derecho al agua en las mismas condiciones que a los nacionales (ACNUR, 2003).

El impacto del agua contaminada para los niños atrapados en conflictos

Fuente: UNICEF (2019).

Respuesta de ACNUR Líbano ante el COVID-19 en campamentos de refugiados

CIFRAS DE PLANIFICACIÓN 2021
100.800 de las familias de refugiados sirios más vulnerables económicamente y 3.840 familias de refugiados y solicitantes de asilo de otras nacionalidades recibirán asistencia monetaria mensual multipropósito para cubrir necesidades básicas
100.000 Refugiados sirios y 900 refugiados y solicitantes de asilo de otras nacionalidades tendrán acceso a atención médica secundaria y terciaria subvencionada
48.350 Refugiados sirios y 3.000 refugiados y solicitantes de asilo de otras nacionalidades recibirán asesoramiento y asistencia jurídica en trámites de residencia legal y otros temas de protección
8.000 Refugiados sirios y 1.250 refugiados de otras nacionalidades serán sometidos a reasentamiento
     
 

RESULTADOS DE FIN DE AÑO 2019

900.000 las personas recibieron transferencias directas en efectivo por un valor total de más de $156 millones
260.000 familias refugiadas y libanesas se beneficiaron de la asistencia de invierno
181.400 refugiados vulnerables se beneficiaron de mejores condiciones de vida a través de intervenciones de alojamiento
131.400 las personas accedieron a los centros comunitarios, principalmente para mostradores de información, sesiones de concientización y capacitación en habilidades
65.400 se hicieron referencias hospitalarias para intervenciones obstétricas y de salvamento (60% de las cuales fueron partos)
32.800 familias de refugiados recibieron subvenciones mensuales en efectivo para propósitos múltiples

Fuente: UNHCR Lebanon (2021).

Reflexiones finales

Se espera que hacia 2050 la población mundial, que hoy se calcula en 6,8 mil millones de personas, se haya duplicado. Además del agotamiento de los recursos naturales mundiales que se prevé, la urbanización, las migraciones, las nuevas formas de uso de los suelos, la crisis económica mundial, los cambios climáticos y la mayor frecuencia e intensidad de las catástrofes naturales tendrán efectos considerables en los recursos hídricos.

El agua es un elemento indispensable para la vida, y muy en especial para la población civil que, aún hoy, sufre los horrores de los conflictos armados y se ve forzada a abandonar sus hogares. Por norma convencional, las instalaciones de agua potable y las obras de riego no pueden ser objeto de represalias, tanto en conflictos armados internacionales como internos. El acceso al agua potable es, además, fundamental para prevenir las enfermedades y las epidemias.

A trece años de la Resolución de Naciones Unidas sobre el derecho humano al agua y el saneamiento, y ante una Agenda 2030 de Objetivos de Desarrollo Sostenible que presta especial atención al acceso a agua limpia y al saneamiento, y habiendo atravesado la traumática pandemia global de COVID, aún hay quienes no cuentan con acceso a un adecuado saneamiento y agua potable, y distan mucho de lograrlo o, al menos, de acercarse a parámetros básicos de ese cumplimiento de esos derechos. Exigir este derecho es imprescindible para el desarrollo de la vida misma, para la salud, un ambiente adecuado, producción económica, cultural, aspectos que hacen a la vida individual y social y, por sobre todo, a la dignidad del hombre.

Campamento informal de refugiados Saadnavel, Bekaa.
ACNUR Líbano, febrero 2021 (UNHCR Lebanon, 2021)

La República del Líbano se encuentra sumergida en su peor crisis institucional, humanitaria, política, sanitaria, económico – financiera, incluso peor que la experimentada durante su Guerra Civil. A ello se suma una descontrolada presión de refugiados sobre su territorio y sus recursos, redundando en emergencia habitacional, alimenticia, sanitaria, psicológica, etc. Resulta claro que se requiere urgentemente del esfuerzo y de una cooperación internacional y sostenida que consagre, entre otros, el derecho humano y básico de acceso al agua potable y al saneamiento.

Referencias bibliográficas

Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (2003). Cuestiones sustantivas que se plantean en la aplicación del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Observación general Nº 15. Disponible en línea en: https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2012/8789.pdf

Barrington, L. y Williams, D. (2018). Israel, Lebanon clash over offshore energy, raising tensions. Reuters. Disponible en línea en: https://www.reuters.com/article/us-natgas-lebanon-israel/israel-lebanon-clash-over-offshore-energy-raising-tensions-idUSKBN1FK1J0

Elias, G. (2014). Consecuencias económicas y ambientales de la Guerra del Líbano de 2006. Anuario del Instituto de Relaciones Internacionales, Instituto de Relaciones Internacionales, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad Nacional de La Plata. N° 20. ISSN 2347-0674.

______ (2016). La protección del medio ambiente en tiempo de conflicto armado. Un análisis del Derecho Internacional Humanitario. Estudio de caso: Consecuencias ambientales y económicas de la Guerra del Líbano de 2006. Cuadernos de Martes. Revista latinoamericana de sociología de la guerra. Instituto de Investigaciones Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires. X Año 7. ISSN: 1852- 9879.

______ (2019). Por un Derecho Humano Universal al Agua y al Saneamiento. Centro de Estudios en Políticas Ambientales, Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Universidad Nacional de Rosario. Disponible en línea en: https://cepasunr.wordpress.com/2019/07/04/por-un-derecho-humano-universal-al-agua-y-al-saneamiento/

ONU (2010). Decenio Internacional para la Acción ‘El agua fuente de vida’ 2005-2015. Disponible en línea en: https://www.un.org/spanish/waterforlifedecade/human_right_to_water.shtml

UNHCR (2021). Refugees and asilum seekers. Disponible en línea en: https://www.unhcr.org/lb/refugees-and-asylum-seekers

UN ESCWA – Bundesanstalt für Geowissenschaften und Rohstoffe (BGR) (2013). Inventory of Shared Water Resources in Western Asia. Beirut. Disponible en línea en: https://waterinventory.org/overview/shared-water-resources-western-asia (12.03.2018).

UNEP (2007). Lebanon. Postconflict Environmental Assesment. Nairobi.

Walnycki, A. (2018). Getting Lebanon’s water flowing: using new SDG data in an urban crisis. International Institute for Environment and Development (IIED). Disponible en línea en: https://www.iied.org/getting-lebanons-water-flowing-using-new-sdg-data-urban-crisis

Otros recursos

https://www.unhcr.org/lb/corona
https://www.unhcr.org/lb/wp-content/uploads/sites/16/2020/11/UNHCR-Covid-Response-Report_EN_October2020.pdf
https://www.unicef.org/es/historias/el-agua-en-peligro
https://www.unescwa.org/publications/arab-sustainable-development-report-2020
https://unrwa.es/refugiados/campos/libano/
https://asdr.unescwa.org/index.html#\36
https://reporting.unhcr.org/lebanon

[1] Dra. en Relaciones Internacionales (Univ. Nacional de Rosario). Integrante del Departamento Medio Ambiente y Desarrollo (IRI-UNLP). Investigadora y docente universitaria. Contacto: eliasg@profesores.ucongreso.edu.ar