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Presentación

Departamento del Atlántico Sur

Presentación

Coordinador:  Carlos Alberto Biangardi Delgado

Secretario: Federico Martín Gómez

Integrantes: María Elena Baquedano Raphael Fernandes Vieira

        

En el lapso transcurrido entre la presentación de nuestro Departamento correspondiente al Anuario en Relaciones Internacionales 2024 y esta nueva edición[1] se ha consolidado la tendencia que preveíamos hace un año con la irrupción en el área del Atlántico Sur de una política totalmente disruptiva con la que habían llevado a cabo todos los gobiernos argentinos desde el 10 de diciembre de 1993, período durante el cual se sucedieron distintas administraciones, que más allá de la cercanía o no que tuvieran algunos de sus miembros con el Reino Unido, siempre se ampararon en la garantía para la defensa de los intereses argentinos establecida en la Cláusula Transitoria Primera consagrada por esa generación política en la Constitución Nacional de 1994.

Recordemos que al finalizar nuestra presentación del Departamento del Anuario 2024 advertimos que el presidente Javier Milei había manifestado reiteradas veces su admiración por la ex primer ministro británica Margaret Thatcher, quien fuera la responsable directa del hundimiento del crucero ARA General Belgrano el 2 de mayo de 1982 con el objetivo de boicotear el plan de paz del presidente peruano Fernando Belaunde Terry y así lograr humillar a la República Argentina con una derrota militar en la Guerra de Malvinas y que estaba dispuesto a derogar la Ley 26.737 que limita la venta a extranjeros de tierras de frontera y áreas de seguridad nacional, proyectaba vender empresas sensibles para la defensa nacional a inversores internacionales sin establecer ninguna restricción para los de origen británico y su ministro de economía había enviado parte de las reservas de oro del Banco Central -por un valor aproximado de 9.000 millones de dólares- en resguardo al Banco de Inglaterra, en momentos en que todos los países del hemisferio norte estaban fortaleciendo sus reservas de oro ante la posibilidad de una guerra en ese lugar del planeta. Estas reservas de oro que nunca tendrían que haber salido del país ahora están amenazadas por el grupo Burford Capital que pretende embargarlas para cobrar una sentencia judicial de 16.000 millones de dólares que la República Argentina fue condenada a pagar por la jueza Loreta Preska, titular del Tribunal Sur del distrito de Manhattan. Ante este panorama observábamos en ese momento que el futuro de la Causa de Malvinas era una incógnita ya que, entre otras cosas, el gobierno argentino estaba depositando su tesoro en el banco central de la potencia extranjera que usurpa una parte importante de su territorio.

El 10 de diciembre de 2023 ya nos habíamos sorprendido porque el nuevo presidente Javier Gerardo Milei no había aludido en el discurso inaugural de su gobierno al conflicto entre la República Argentina y el Reino Unido por la usurpación británica de las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur y sus espacios marítimos circundantes como había ocurrido con todos los presidentes argentinos hasta la fecha. Tampoco se refirió al tema en la Asamblea Legislativas del 1° de marzo de 2024 donde se suponía que al exponer sobre el estado de la Nación tendría que haber explicado las estrategias de su gobierno con respecto al conflicto diplomático más importante de la República Argentina, en cumplimiento de la cláusula transitoria primera de la Constitución Nacional. Simultáneamente la Asamblea Legislativa de la autoridad colonial de las Islas Malvinas le recordaba que los isleños no tenían ningún deseo de discutir la soberanía del archipiélago, pidiéndole que “se comportara en forma madura” y alentándolo a cooperar en “cuestiones mutuamente beneficiosas” como compartir recursos pesqueros e investigaciones científicas.

La tendencia que se percibía durante los seis primeros meses de la administración del presidente Javier Milei se fue consolidando durante el año que nos separa desde esa presentación y al cerrar la correspondiente a este Anuario 2025 podemos ver que la Secretaría de Energía aprobó la concesión de la Central Hidroeléctrica Río Escondido a la firma Hidden Lake, propiedad del controvertido magnate británico Joe Lewis, lo que ha sido cuestionado por la justicia y los organismos de control, y éste es solo el último dato ante el cierre del Anuario 2025 de los muchos que se van a desarrollar en esta presentación, que demuestran la decisión política de entregar al control privado recursos estratégicos, sin interesar el origen de estos capitales. En este caso puntual es importante recordar que la Inspección General de Justicia lleva años denunciando a la firma Hidden Lake y en 2022 pidió su intervención y eventual liquidación alegando que la compañía era una “pantalla” para ocultar las inversiones personales de Lewis, quien a fines de la década de los 90 compró 12.000 hectáreas en la provincia de Río Negro, en zonas de seguridad de frontera, en una operación que el propio ministerio del Interior calificó como ilegal por violar la Ley 15.385 que establecía una franja de 150 kilómetros de frontera terrestre en donde solo podían adquirir tierras ciudadanos nativos autorizados por una comisión especial. Pese a la incorporación de ciudadanos argentinos para eludir esta prohibición está probado que Hidden Lake S.A. pertenece hoy al holding británico Tavistok Group, de Lewis.

En las antípodas de esta decisión del gobierno nacional ya en nuestra obra “Cuestión Malvinas; Elementos para la construcción de una Política de Estado” (Editorial Dunken, Buenos Aires, 2012 y 2017 y Nuevohacer, Grupo Editor Latinoamericano, 2024) advertíamos sobre la problemática de la extranjerización de la tierra y la vulnerabilidad de las áreas de frontera de la República Argentina, especialmente en nuestra Patagonia Austral, lo que hemos reiterado en nuestras presentaciones de este Anuario en Relaciones Internacionales de los últimos años, denunciando el caso paradigmático de la autorización en 2008 del aeropuerto privado de Bahía Dorada, situado en Puerto Lobo –una zona cercana a la localidad de Sierra Grande, en la provincia de Río Negro- ubicado a un kilómetro de la costa y a dos horas de vuelo de las Islas Malvinas. La firma Bahía Dorada S.A. –dueña del aeropuerto- figuraba entonces como propiedad de un empresario argentino, presidente de la firma Hidden Lake, dueña de la estancia aledaña al Lago Escondido, cuyo socio mayoritario era el ciudadano británico Joe Lewis, el mismo al que ahora el presidente Milei le otorga la concesión de la represa hidroeléctrica Río Escondido.

Debemos tener presente que el problema de la extranjerización de la tierra y otros recursos estratégicos, por ejemplo la generación eléctrica, especialmente en nuestra Patagonia, está íntimamente relacionado con la defensa nacional por la presencia del Comando Naval británico del Atlántico Sur a escasos 760 kilómetros de sus costas y la no radarización de la mayor parte de esta región. En este sentido es incomprensible la morosidad en la instrumentalización del Decreto 140/2004, que establece la radarización de todo el territorio nacional y encomienda dicha tarea al entonces ministerio de Planificación, junto con el de Defensa y la Fuerza Aérea, habiéndose contratado recién en 2011 a la empresa INVAP para que realice el desarrollo, construcción e instalación de radares primarios y secundarios de última tecnología.

Paradójicamente, no solo esto ha quedado en el olvido sino que la actual administración tiene el proyecto de derogar la Ley 26.732 que limita la compra de tierras de frontera y zonas de seguridad nacional por ciudadanos o entidades extranjeras y hasta lo ha intentado ya con un Decreto de Necesidad y Urgencia y el proyecto del denominado “Ley Ómnibus” al comenzar su mandato.

Muchos países han limitado la extranjerización de sus áreas de frontera, entre ellos los Estados Unidos de América y Japón, y en Latinoamérica, Venezuela, Perú, Bolivia, Paraguay, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Uruguay. Algunos, como en el caso de Bolivia, Perú y Venezuela, incluso lo han establecido en normas de carácter constitucional.

Asimismo observamos que durante el año transcurrido desde nuestro Anuario 2024 se ha profundizado la tendencia a descuidar todo el andamiaje de poder blando elaborado por la República Argentina durante los últimos 43 años para intentar dificultarle al Reino Unido consolidar su presencia en el Atlántico Sur, por ejemplo, el presidente argentino Javier Milei no estuvo presente en la reunión cumbre del Mercosur que se realizó en la ciudad de Asunción, Paraguay, el 8 de julio de 2024 en la que por primera vez desde 1996 no se incluyó en la declaración final el reclamo argentino por la usurpación de las Islas Malvinas, pese a la presencia de la canciller Diana Mondino, lo que motivó que el parlamentario del Mercosur y jefe de la delegación argentina, Gabriel Fuks, cuestionara al gobierno nacional por la ausencia del reclamo argentino sobre las Islas Malvinas y le pidiera explicaciones a la canciller Diana Mondino, poniendo como excusa la cancillería que el reclamo no se habría postulado porque se priorizó un documento económico y Malvinas “es un tema político”, lo que el parlamentario calificó como “una mentira flagrante ya que en el documento aparecen muchos y diversos temas no económicos, como por ejemplo la incorporación de Bolivia como miembro pleno, temas fronterizos e incluso se tomaron el tiempo de armar una declaración aparte sobre la lucha contra el crimen transnacional”.

Con posterioridad, el 24 de septiembre de 2024 luego de la reunión bilateral entre el secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido e Irlanda del Norte, David Lammy, y la ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República Argentina, Diana Mondino se firmó un Acuerdo que en esencia restablece el Comunicado Foradori-Duncan del 13 de septiembre de 2016 que fuera denunciado por la administración Fernández, con la particularidad que este nuevo documento se realizó en los márgenes de la 79 Asamblea General de las Naciones Unidas en la cual el presidente argentino Javier Milei omitió durante su intervención referirse en forma directa al reclamo de nuestro país por la usurpación británica de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y sus espacios marítimos correspondientes, hecho inaudito no solo por no tener antecedente sino porque dicho reclamo es un imperativo indeclinable para nuestros gobernantes, establecido por la cláusula transitoria primera de nuestra Constitución Nacional.

Recordemos, como lo hemos analizado en todos nuestros Anuarios en Relaciones Internacionales -desde su firma y hasta su denuncia- que el Comunicado Foradori- Duncan sólo satisfacía los intereses británicos ya que todas las medidas que promovía contribuyen a consolidar la presencia del Reino Unido en las áreas geográficas usurpadas a la República Argentina estableciendo un manto de legalidad al usufructo ilegítimo de los recursos vivos marinos de la zona económica exclusiva de nuestro país y la prospección de hidrocarburos en la plataforma continental argentina, y que la ruta aérea San Pablo-Córdoba-Malvinas otorgada a los isleños tenía por único fin mejorar la conectividad del archipiélago para facilitar la logística de las actividades ilegítimas de la pesca y el petróleo y que el acuerdo fue denunciado en marzo de 2023 al comprobarse que todos los beneficios unilaterales otorgados al Reino Unido no contribuyeron para que la potencia ocupante aceptara buscar una solución pacífica y negociada del conflicto de soberanía en el marco de la Resolución 2065 de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

El nuevo Acuerdo Mondino-Lammy profundiza las concesiones otorgadas al usurpador por el Comunicado Foradori-Duncan, legaliza la depredación de nuestros recursos vivos marinos y hasta ofrece la colaboración de la República Argentina para perfeccionarla, habilita la actividad hidrocarburífera ilegal en la parte de la plataforma continental argentina usurpada por el Reino Unido, soluciona los problemas logísticos de la corona británica en el Atlántico Sur mediante la restauración de la ruta aérea San Pablo-Islas Malvinas y hasta tiene consecuencias en las pretensiones del Reino Unido sobre el Sector Antártico Argentino.

Tal fue la repercusión negativa de este nuevo acuerdo que hasta la propia vicepresidenta de la Nación, Victoria Villaruel, se manifestó públicamente en su contra, publicando un enérgico mensaje en su cuenta de Twitter en el que expresa: “La propuesta de acuerdo anunciada con el Reino Unido es contraria a los intereses de la Nación. Ésta propone entregar apoyo logístico continental a la ocupación y permitir el hecho de que sigan depredando nuestros mares (…) ¿Nos toman por tontos? Ellos obtienen ventajas materiales concretas e inmediatas, mientras a nosotros nos ofrecen migajas como consuelo emotivo y debilitan nuestra posibilidad de negociación”.

Simultáneamente, desde las Islas Malvinas la Asamblea Legislativa de la administración colonial celebró el acuerdo con el siguiente comunicado: “La Asamblea Legislativa da la bienvenida al anuncio de un nuevo acuerdo de cooperación entre el Reino Unido y la Argentina en todo un temario de asuntos relativos a las Islas Falkland y más ampliamente al Atlántico Sur, que refieren a la importancia de la colaboración en temas cruciales que afectan a las Islas Falkland y Argentina. El contenido del nuevo acuerdo de cooperación incluye la reanudación del vuelo semanal Sao Pablo/Mount Pleasant y la cooperación en temas de pesquerías, esencial para la conservación de los recursos marinos en el Atlántico Sur Este y la estabilidad de nuestra economía”.

Así las cosas, durante el mes de octubre de 2024 el compromiso del Reino Unido de devolver el archipiélago de Chagos a la República de Mauricio volvió a ilusionar a aquellos teóricos argentinos que consideran que podría ser un buen antecedente para el reclamo argentino por las Islas Malvinas, creyendo que nuestro país tendría que recorrer una camino parecido al de Mauricio llevando el tema en consulta a la Corte Internacional de Justicia y como este argumento tiene encumbrados defensores en el Consejo Nacional de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los Espacios Marítimos Correspondientes que el gobierno nacional ha decidido reactivar, luego de reemplazar a los miembros que más conocían el tema y tenían una posición irreductible en defensa del interés nacional, consideramos que es muy conveniente volver a analizar.

En 2017 la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió pedir a la Corte Internacional de Justicia que se pronunciara sobre el futuro de Chagos y dos años después ésta emitió una opinión consultiva considerando que la retención del archipiélago bajo administración británica en 1965 no se basaba en la expresión de sus habitantes y que, por lo tanto, aconsejaba al Reino Unido renunciara al archipiélago, incluido la base militar estratégica arrendada por el gobierno británico a los Estados Unidos de América, para cuyo establecimiento la autoridad colonial británica había deportado a unos 1.500 habitantes nativos. Posteriormente, el 22 de mayo de 2019, la Asamblea General de las Naciones Unidas votó a favor de fijar un plazo de seis meses para que el Reino Unido se retirara del archipiélago, que luego se reunificaría con Mauricio, del cual fue separado al momento de su descolonización. La moción fue aprobada por mayoría con 116 votos a favor, 6 en contra y 56 abstenciones. El representante argentino, Martín García Moritan votó a favor y trató de relacionar en el recinto este caso con la Cuestión de las Islas Malvinas siendo desautorizado en forma inmediata por el representante británico Matthey John Ricrof quien ratificó la soberanía del Reino Unido sobre el archipiélago y el derecho de sus habitantes a la libre determinación, como así también a elegir su condición jurídica y perseguir su desarrollo económico y cultural. Posteriormente el Reino Unido renovó la concesión de la base a los Estados Unidos de América hasta el año 2036 y ahora, durante el año 2024 habrían llegado a algún acuerdo el Reino Unido, Mauricio y los Estados Unidos de América para que la base estratégica británico norteamericana siguiera emplazada en el lugar con alguna cesión formal de soberanía hacia la República de Mauricio y este país aceptaría todas las condiciones que estas potencias le impusieran para lograr esta reparación de carácter meramente simbólico.

Sin embargo, este caso no es similar ni puede asemejarse al de Malvinas y esto hay que tenerlo muy en claro.

El archipiélago de las Islas Malvinas fue usurpado por el Reino Unido hace 191 años mediante una agresión armada contra las Provincias Unidas del Río de la Plata -con las cuales habían firmado un tratado de amistad, comercio y navegación hacía sólo siete años, en el que se proponían “perpetua amistad”- quebrantando con ello su integridad territorial y practicando la limpieza étnica de sus habitantes. Nuestro país nunca ha cedido por acuerdo alguno la posesión o derechos sobre el archipiélago y ha mantenido el reclamo de su restitución desde el momento mismo de la usurpación, primero en forma directa ante el gobierno británico y luego también ante todos los foros internacionales en los que participa. Fue correcta la actuación de la diplomacia argentina copatrocinando la opinión consultiva de la República de Mauricio ante la Corte Internacional de Justicia e incluso recordando la Cuestión de las Islas Malvinas en su momento ante la Asamblea General, pero a veces parece que ciertos sectores se encandilan ante un espejismo y algunos académicos argentinos han esbozado estrategias tendientes a obtener una opinión consultiva de la Corte, lo que resulta más un ejercicio teórico que una propuesta viable. Sabemos que la opinión consultiva la tendría que formular un órgano de las Naciones Unidas y en la práctica sería muy difícil lograr en estos momentos movilizar las voluntades políticas necesarias para que se fuera en consulta, por ejemplo -como se dijera en una oportunidad- para que la Corte Internacional de Justicia se expidiera sobre “la obligación del Reino Unido a negociar el tema de la soberanía sobre las Islas Malvinas”.

El procedimiento podría abrir una caja de pandora de resultados impredecibles corriendo la República Argentina un riesgo innecesario cuando ya la Asamblea General ha resuelto hace casi 60 años mediante la aprobación de la Resolución 2065 que existe un conflicto de soberanía territorial por el archipiélago de las Islas Malvinas; que las partes encontradas son el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y la República Argentina; que el mecanismo para la solución pacífica del mismo son negociaciones bilaterales entre las partes, y que deben tenerse en cuenta durante este proceso los intereses de la población de las islas, no sus derechos, por lo que se excluye el principio de autodeterminación. Dicha resolución continúa vigente y a ella se han sumado siete resoluciones más de la Asamblea General y 48 resoluciones coincidentes del Comité Especial de Descolonización, la última del mes de junio de 2025.

La Resolución 2065 se aprobó el 16 de diciembre de 1965 y del 11 al 14 de enero del año siguiente se realizó una reunión en Buenos Aires entre los cancilleres de ambos países y se pronunció el Comunicado “Zabala Ortíz-Stewart”, dando por iniciadas las negociaciones diplomáticas sobre la base de la misma. A partir de ese momento la cuestión de las Islas Malvinas se desarrolló en dos planos independientes entre sí pero conexos: uno, la negociación bilateral argentino-británica, y otro, el de las Naciones Unidas. Sin embargo, poco se avanzó en la negociación directa por la actitud renuente y dilatoria del Reino Unido, terminando en el conflicto bélico de 1982.

Recordemos también que una de estas resoluciones de la Asamblea General, la 37/09, aprobada el 4 de noviembre de 1982, ratificó plenamente la vigencia de sus resoluciones 2065, 3160 y 31/49 sobre la Cuestión Malvinas, demostrando que la guerra de 1982 en nada cambió la posición diplomática argentina en la Cuestión Malvinas.

¿Qué más puede buscar la República Argentina mediante una opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia? ¿Qué ocurriría con estas certezas si la Corte, por la forma en que quede redactado el pedido de la opinión consultiva o porque no se circunscribe estrictamente a la misma terminara dictaminando una respuesta que relativizara u horadara la situación jurídica internacional en la que se encuentra hoy la República Argentina ante la actitud intransigente del Reino Unido?

Si triunfara la estrategia argentina solo lograríamos confirmar lo que ya tenemos y el riesgo de esta aventura jurídica es muy grande. Con esta idea los argentinos estamos arriesgando la posición que ha logrado nuestro país durante los últimos 60 años. Asimismo consideramos que sería peligroso para los intereses de la República Argentina ingresar en este experimento ya que por su posición internacional, su relación privilegiada con los Estados Unidos de América y su vinculación a países importantes de la Unión Europea por su pertenencia a la OTAN, el Reino Unido estaría en mejores condiciones diplomáticas que la República Argentina para intentar que la forma en que se redactara ese pedido de opinión consultiva pudiera incorporar aspectos que podrían enervar los reclamos argentinos.

En medio de intensas polémicas sobre los proyectos de reformas a la Ley Federal de Pesca y a la aparente renuncia de la cancillería argentina a continuar con las políticas proactivas para dificultar las actividades británicas en las zonas usurpadas a la República Argentina en el Atlántico Sur se conmemoró el 16 de julio de 2024 el Día de los Intereses Argentinos en el Mar, establecido por la Ley 25.860/2023; y la situación actual sobre la importancia de los océanos y en especial del Atlántico Sur nos tiene que interpelar a los académicos para suplir la miopía de la clase política durante los últimos 43 años frente a las enseñanzas del almirante Segundo R. Storni (1876-1954) y aún de Manuel Belgrano (1770-1820), quienes advirtieron a los argentinos sobre las riquezas del mar, la necesidad de tener una flota de bandera y la importancia geopolítica de la actividad naval tanto desde el punto de vista económico como de la defensa nacional.

Esta importancia se ha agigantado en estos primeros 25 años del siglo XXI y las grandes potencias marítimas hoy observan que la situación geográfica de la República Argentina es estratégica para controlar el pasaje interoceánico de Drake ante la pérdida de importancia del Canal de Panamá como consecuencia del auge del tráfico marítimo comercial mediante buques portacontenedores y su cercanía con el Continente Antártico ante la irrupción en el mismo de nuevos actores no occidentales, además de la importancia de la región patagónica para realizar exploraciones sobre el espacio remoto en momentos que la puja entre Estados Unidos y China por el desarrollo de las nuevas tecnologías, en especial lo referente a la quinta generación de redes móviles (5G) que permitirá un salto en la velocidad, capacidad y tiempo de respuesta y comunicación entre dispositivos móviles, lo que tendrá importantes consecuencias en diferentes aspectos de la vida cotidiana, la economía del mundo y esencialmente en los aspectos de Seguridad y Defensa. Esto ha hecho que tanto el Reino Unido como los EE.UU. cuestionen la existencia del observatorio para el estudio del espacio remoto establecido en la provincia de Neuquén por un convenio firmado entre la Argentina y la República Popular China, lo que motivara las visitas que desde abril de 2022 realizara a nuestro país la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos de América, general Laura J. Richarson, y ahora su sucesor, almirante Alvin Holsley, y el Comandante de Operaciones Especiales Sur de los Estados Unidos, almirante Mark A. Schater.

El 29 de abril de 2025 el nuevo jefe del Comando Sur se reunió con el presidente Javier Milei, donde habrían discutido una agenda que involucraba particularmente a la Isla Grande de Tierra del Fuego, entre ellos la Base Naval Integrada de Ushuaia -en la que ahora el presidente Milei propone integrar a los militares norteamericanos- y el radar de la firma LeoLabs instalado en Tolhuin, que Estados Unidos estaría interesado que se vuelva a poner en funcionamiento. La embajada norteamericana en Buenos Aires destacó la importancia de esta reunión, que incluyó al ministro de Defensa, Luis Petri, y altos mandos militares argentinos.

Siendo nuestro Anuario en Relaciones Internacionales uno de los pocos, si no el único medio que viene siguiendo desde hace más tres años en forma crítica desde la Academia la zaga del radar británico en la Isla Grande de Tierra del Fuego y tratándose de un asunto de tanta importancia como para haber estado en la agenda del presidente Javier Milei y el jefe del Comando Sur de los Estados Unidos de América en su reunión del 29 de abril de este año, consideramos que es necesario hacer una síntesis de la misma pues ya se escuchan voces que advierten que esta estación para la observación del espacio remoto nos coloca en la mira de conflictos extraños a la región sudamericana y puede tener consecuencias muy graves para la República Argentina

Durante el segundo semestre del año 2023 el ex ministro de Defensa Jorge E. Taiana solicitó “la cancelación y suspensión definitiva de la Estación para la Observación del Espacio Remoto de la empresa LeoLabs Argentina S.R.L. instalada en la Estancia “El Relincho” de la localidad de Tolhuin por vulnerar la seguridad nacional y ser incompatible con la Directiva de Política Nacional establecida por el Decreto 457/2021”, debido a su potencial uso militar y finalmente, el 23 de agosto el Poder Ejecutivo Nacional cancelaba la autorización precaria que se le había otorgado a dicha empresa para la instalación de un radar en Tolhuin, solicitándole expresamente al gobierno de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur que procediera a su desmantelamiento. Con anterioridad, el ex Jefe del Estado Mayor Conjunto, teniente general Juan Martín Paleo, había expresado la seria amenaza a la seguridad nacional que suponía la puesta en operaciones y la instalación de antenas de radar para el seguimiento de órbita baja por parte de la empresa de capitales británicos LeoLabs en Tierra del Fuego calificándola como “una empresa privada de perfil dual (civil y militar) que podría concretamente: monitorear nuestra actividad satelital, tanto civil como militar, interceptar datos y objetos terrestres, marítimos y aéreos, seguir trayectorias de vectores como los que desarrolla la CONAE (en esos momentos el proyecto Tronador, hoy paralizado por el gobierno nacional), etc”. Comenzaba a salir a la luz el affaire que a nivel local se conoce como “la historia del radar británico en Tierra del Fuego”,

Ya en nuestro Anuario en Relaciones Internacionales 2023 nos habíamos referido someramente a la importancia de este tema para nuestra área de estudio, que es el Atlántico Sur y la presencia militar del Reino Unido en el mismo, por lo que consideramos que es importante recordar el análisis que hace el teniente general Juan Martín Paleo sobre este tema, cuando expresa: “La Maniobra Estratégica está compuesta por mensajes, que se transmiten en hechos, palabras e inclusive con silencios. Nuestra Maniobra Estratégica está compuesta de hechos de importancia como la reapertura de la Brigada X de la Fuerza Aérea en Río Gallegos, el puente aéreo entre la Argentina Continental y la Argentina Insular (Tierra del Fuego), el radar de vigilancia de Río Grande, la creación de una Guarnición Militar Conjunta en Tierra del Fuego, materializada por la Base Naval Integrada y la Base de Despliegue Adelantada de la Fuerza Aérea en Ushuaia, la apertura de una Unidad del Ejército Argentino en Tolhuin y la reapertura de Petrel como nueva base de acceso a la Antártida. Al mensaje estratégico argentino Gran Bretaña responde instalando en forma indirecta, a través de una empresa privada un radar en Tolhuin. Sería una inocencia inaceptable en este nivel de Conducción considerar lo acontecido como una mera casualidad”.

Cabe señalar que cuando fue autorizada la instalación de LeoLabs en Tolhuin el Ejército Argentino ya había anunciado la creación de una Guarnición Militar Conjunta a construir en la misma zona y que la estación AGSR consta de dos radares primarios unidimensionales con apuntamiento por fases que tienen capacidad para detectar todo tipo de blancos con los haces de transmisión, es decir, aeronaves y objetos de naturaleza civil o militar y enviar la información en tiempo real a centros de procesamiento ubicados en cualquier parte del mundo, o sea que puede observar objetos muy por debajo de las órbitas LEO, en el rango de vuelos convencionales, con capacidad de dirección muy precisa. Aunque la empresa declara que el objeto de la instalación es meramente comercial, dadas las características de los sensores radar instalados es posible asegurar que también puede ofrecer información analizada para uso militar, información que tiene un rol clave dentro del sistema de alerta temprana y monitoreo de actividades espaciales de otros países, como el Reino Unido.

Si bien según algunas fuentes la tramitación para el emplazamiento de estas instalaciones habría comenzado en 2020 recién el 4 de marzo de 2022 la empresa de capitales mayoritariamente británicos LeoLabs realiza el trámite registral en la ciudad de Ushuaia bajo la denominación social “Leolabs Limited” o “Leolabs Soace Holdings Limited”. Con posterioridad el Subsecretario de Telecomunicaciones y Conectividad de la Nación le otorga el 17 de noviembre del mismo año la autorización a esta empresa para instalar y poner en funcionamiento una Estación Terrena de Banda S, así como también el uso de la órbita-espectro en donde iba a operar y monitorear objetos LEO (Low Earth Orbit). Recordemos que el 25 de abril de 2022 la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, general Laura J. Richardson visitó la ciudad de Ushuaia y expresó que la idea del Comando a su cargo era colocar “equipamiento” estadounidense para contrarrestar el avance chino en la región. Al año siguiente el embajador de los Estados Unidos de América viajó a Ushuaia y se entrevistó con las autoridades provinciales. Finalmente, el 13 de marzo de 2023 el proveedor comercial y líder de servicio y Conocimiento de Situación en el Espacio (SSA) y cartografía de la órbita terrestre (LEO) LeoLabs anunció que instalaría su próximo radar espacial en la Argentina considerando que el Radar Espacial Argentino (AGSR) representa una incorporación clave a la creciente constelación global de los sensores de fase de banda S de la empresa distribuidos estratégicamente en los hemisferios norte y sur, así como en las regiones polares y ecuatoriales.

Desde que la administración Fernández tomó la decisión política de revocar la autorización para que la empresa pudiera operar el radar se sucedieron una serie de desinteligencias entre las autoridades nacionales y provinciales, denuncias judiciales que contaron con el apoyo de la Confederación de Combatientes de Malvinas de la República Argentina que denunciara el intento de cambiar la composición accionaria de la empresa para demostrar que “no era británica”, y un importante lobby en medios políticos, diplomáticos y científicos y la prensa de Buenos Aires donde se publicaron importantes artículos de opinión diciendo “que el radar no era de uso militar ni la empresa británica”, circunstancias que fueron expuestas en forma detallada en nuestra presentación del Anuario de 2024.

Todo este esfuerzo argumental fue dado por tierra cuando desde su sede en San Francisco, EE.UU. LeoLabs declaró a SpaceNews que había firmado un contrato con el Comando Espacial y el Ministerio de Defensa del Reino Unido para el desarrollo de la primera constelación de satélites de inteligencia, vigilancia y reconocimiento británico en órbita terrestre.

Pese a este reconocimiento de la misma empresa los reiterados esfuerzos realizados durante este tiempo por el senador nacional por la provincia de Tierra del Fuego Antártida e Islas del Atlántico Sur Pablo Daniel Blanco para lograr la cancelación y desmantelamiento del radar siempre se han visto frustrados por el desinterés de las autoridades provinciales y nacionales y hasta de sus colegas del mismo Congreso de la Nación Argentina, y durante el mes de enero de 2025 la prensa independiente de Ushuaia denunciaba que LeoLabs estaría por instalar una segunda antena en su estación remota de Tolhuin luego de un informe favorable del actual ministerio de Defensa. Tampoco se interesó por este tema el Consejo Nacional de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sanwich del Sur y los Espacios Marítimos e Insulares Correspondientes, que reanudó sus sesiones en forma simbólica el 28 de agosto de 2024. Finalmente, un medio radial de Ushuaia denunció el peligro potencial que significa para la República Argentina el radar de la empresa LeoLabs instalado a 3 km de la ciudad de Tolhuin ante la posibilidad que se lo utilice para obtener información sensible de la guerra entre Rusia y Ucrania y se convierta en un objetivo estratégico a inutilizar por una potencia extranjera, tratándose del único radar de este tipo existente en un país de América Latina, y la inacción de la legislatura fueguina ante el pedido de formación de una Comisión Investigadora avalado por 10.000 firmas de la ciudadanía, recordando que el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, había amenazado con atacar las bases militares del Reino Unido en cualquier lugar del mundo en el caso que ese país continuara apoyando a Ucrania en la guerra que enfrenta a ambos países.

Recordemos que este 4 de enero el medio israelí Israel.noticias.com confirmó el uso dual de los radares de la empresa LeoLabs, indicando que la misma habría detectado el lanzamiento de dos objetivos militares por parte de Rusia mediante el uso de una instalación de similares características a la existente en Tierra del Fuego.

Finalmente, el 25 de junio de 2025 el senador fueguino Daniel Blanco tuvo la oportunidad de interpelar en el Congreso de la Nación al Jefe del Gabinete de Ministros Guillermo Franco sobre la continuidad del radar de la empresa LeoLabs en Tolhuin y pese a todos estos antecedentes el gobierno nacional insistió en que el mismo “no es británico ni de uso militar”, lo que estaba desmentido en la página web de la misma empresa bajo el título “Conciencia del dominio espacial” en el que se promociona como “un socio de confianza para la misión de Inteligencia Orbital Persistente, que permite a los clientes de defensa e inteligencia proteger activos de alto valor, monitorear la actividad adversaria y evaluar amenazas emergentes. Estos conocimientos fomentan la transparencia global y la disuasión estratégica para Estados Unidos, sus aliados y socios”. Es impensable que los especialistas que elaboraron los informes a los que se refirió el Jefe del Gabinete de Ministros no hayan buceado en la propia página web de la empresa, que es pública y gratuita.

Indudablemente estamos ante un problema ya que mientras la actual administración nacional se distrae ante la instalación de un radar británico en Tierra del Fuego ocurren estas cosas: una delegación militar estadounidense visita la empresa argentina Fabricaciones Militares para comprobar sus capacidades logísticas y la posibilidad de comenzar a fabricar municiones para la OTAN a partir del mes de septiembre de 2025; se desfinancia a la Comisión Nacional de Energía Atómica, organismo público de referencia del desarrollo nuclear en la Argentina y un actor destacado dentro del sistema nacional de ciencia y técnica y desarrollo tecnológico, además de investigaciones en energías renovables; se paralizó el proyecto CAREM (acrónimo de Central Argentina de Elementos Modulares), un reactor nuclear de diseño y desarrollo exclusivamente nacional que comenzó su recorrida en la década de los 80 y hoy goza de valoración internacional como uno de los proyectos más avanzados para aumentar la participación de la energía nuclear en la transición de la matriz energética global, existiendo en la actualidad menos de un centenar de centrales de este tipo en el mundo y una puja importante entre los principales gigantes de la industria nuclear por controlar este nuevo mercado tecnológico antes de 2030; se detuvieron todos los proyectos de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), en especial el desarrollo del Tronador II, sin tener en cuenta que con su programa de desarrollo de satélites de observación terrena y de comunicaciones, sus radares y su lanzador en ciernes (hoy prácticamente paralizado) Argentina es un país que ha liderado la actividad espacial en Sudamérica durante las últimas décadas, como lo reconocen otros países de la región y lo atestiguan sus colaboraciones con la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Italiana; se discontinuó el programa IA-65 Pampa de la Fuerza Aérea Argentina y la entrega de nuevas aeronaves por parte de la Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín (FAdeA); se desfinanciaron los proyectos específicos que la empresa INVAP llevaba a cabo con el Ejercito Argentino y la Armada Argentina, convirtiéndola en un socio estratégico de las mismas, especialmente para la producción de radares y vehículos aéreos no tripulados; se canceló el “Proyecto Gaucho” para la fabricación de un vehículo desarrollado con Brasil cuya denominación real era VLEGA (Vehículo Liviano de Empleo General Aerotransportable) de características similares a las de los Humvee norteamericanos y poseía una mecánica sencilla y barata y estaba desarrollado específicamente para los suelos de nuestra región; el gobierno cerró una planta de Fabricaciones Militares ubicada en Jáchal (San Juan) y según trascendidos podrían correr la misma suerte las instalaciones de Villa María (Córdoba) y Azul (Buenos Aires), y como consecuencia la provincia de Catamarca se quedó con el complejo minero “Minas Capillitas”, que era propiedad de esa empresa y ahora se decidió privatizar y ofrecerlo a inversores internacionales, sin discriminar a los capitales británicos; el 17 de octubre de 2024 se denunció que por dificultades presupuestarias se estaría afectando el patrullaje conjunto de la Armada y la Prefectura Naval Argentina en la milla 200, dejando la Zona Económica Exclusiva de la República Argentina expuesta a actividades ilícitas; durante el mismo mes se alertó sobre la posibilidad que el gobierno nacional cierre la Escuela Nacional de Pesca “Luis Piedra Buena”, dependiente de la Armada Argentina, la cual tiene por misión capacitar al personal para la pesca marítima y la Marina Mercante; y en un confuso episodio (no suficientemente aclarado) la cancillería habría denominado en un comunicado oficial “Falklands/Malvinas” a nuestras Islas Malvinas.

Como contrapartida la administración nacional realizó la adquisición de 24 aviones de combate construidos durante la década del 80 del siglo pasado que un país europeo había desprogramado por obsoletos y cuyo resto de vida útil se desconoce y un lote 109 vehículos blindados de transporte de tropas, rezago de otras guerras y cuyas fábricas de repuestos han cerrado hace tiempo, lo que significa un estéril dispendio de dinero que invertido en nuestro sistema científico tecnológico habría permitido financiar todas las actividades suspendidas y potenciar realmente nuestra capacidad de decisión nacional ante un oponente que ahora nos espía desde nuestro mismo territorio. Recordemos, a estos efectos, la advertencia olvidada del ex presidente peruano Fernando Belaúnde Terry sobre la actitud de los países europeos y los Estados Unidos de América durante la Guerra de Malvinas: “La enseñanza que todos nosotros debemos sacar de este conflicto es que necesitamos acabar la dependencia respecto a los países suministradores de armas. Ha quedado demostrado lo que significa la ausencia de potencial militar” (Revista Newsweek, Nueva York, 7 de junio de 1982. Pág. 54).

Como lo hemos promovido en otras presentaciones del Departamento del Atlántico Sur de este Anuario en Relaciones Internacionales es necesario dar continuidad a todas las políticas soberanas en ciencia y técnica tomando conciencia que la economía del conocimiento será el mayor factor de progreso durante el siglo XXI y que en la misma el verdadero recurso estratégico es el ser humano. En consecuencia, es necesario realizar una gran inversión de Ciencia y Técnica para que todos los proyectos suspendidos por la actual administración puedan convertirse en motores del desarrollo argentino teniendo en cuenta que contamos con el insumo necesario, que es la materia gris de nuestros investigadores. Debemos por lo tanto crear las condiciones para que los mismos puedan desarrollar sus capacidades en el país y no tengan que emigrar por falta de oportunidades.

Ese es el país que el Reino Unido va a respetar al comprobar que aumenta su capacidad de decisión y cambia la ecuación bilateral en el Atlántico Sur, no el que desinvierte en sus proyectos de punta en ciencia y técnica para dilapidar ese dinero en la compra de chatarra bélica, previa autorización del gobierno británico como una excepción al embargo de armas establecido unilateralmente y que continúa vigente desde 1982, ya que la misma no significa una amenaza para la base militar del Reino Unido en Malvinas y aleja la posibilidad de que otros proveedores de armas no occidentales le vendan a la Argentina material bélico de última generación, como era la oferta que desde años le venía haciendo la República Popular China y significaba una delgada línea roja que ninguno de los anteriores gobiernos argentinos se atrevió a cruzar. Tema que hemos desarrollado en detalle en anteriores anuarios.

Medios especializados británicos demuestran el error estratégico de estas importante inversión económica concluyendo que pese a la adquisición de los aviones F-16 la Argentina no tiene poder militar creíble y este hecho no modifica significativamente el equilibrio estratégico en el Atlántico Sur por las significativas restricciones diplomáticas que enfrenta nuestro país dado que los F-16 son de fabricación estadounidense y cualquier uso significativo de estos aviones requeriría la aprobación de los EE.UU., especialmente en términos de mantenimiento y suministro de piezas, lo que hace muy poco probable que la Argentina pueda utilizar esos aviones contra los intereses británicos sin enfrentar grandes obstáculos.

Así las cosas, el 6 de septiembre de 2025 el presidente de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de la Nación, Fernando Iglesias, se reunía con la entonces embajadora británica en Buenos Aires, Kirsty Hayes, a efectos de solicitarle el apoyo del Reino Unido para que la Argentina sea aceptada como socio global de la OTAN, organización que ha establecido la base militar más importante de todo el Atlántico Sur en el territorio insular usurpado a la República Argentina. Posteriormente se conoció un análisis del Center for Marine Strategy que propone establecer una presencia permanente de la Armada de los Estados Unidos en las Islas Malvinas con el objetivo de disuadir posibles acciones militares en la región advirtiendo que el Atlántico Sur ha sido históricamente relegado por la estrategia de defensa estadounidense y hoy podría convertirse en unnuevo foco de tensiones geopolíticas por la presencia de intereses no occidentales en la región.

Pese a ello, por cierta inercia del tiempo en que la diplomacia argentina desarrolla una actitud proactiva en relación al reclamo ante el Reino Unido por la recuperación de las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes nuestro país ha continuado recibiendo el apoyo a su posición en el Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas, la Organización de los Estados Americanos, la CELAC y otros foros regionales -como el caso de la XXIV Cumbre Iberoamericana realizada en la ciudad de Cuenca (Ecuador) el 13 de noviembre de 2024- pero notamos que el mismo comienza a resquebrajarse, como ocurrió en la Cumbre del Mercosur de julio de 2024 o el resquemor de los países árabes durante las últimas reuniones multilaterales. Además, el alejamiento destemplado del grupo BRIC, que representa al 46 % de la población mundial, el 40 % de la producción mundial de petróleo, el 36 % del PBI global y el 25 % de las exportaciones mundiales, nos aleja de países que tradicionalmente han votado en los foros multilaterales a favor de la posición argentina, debiéndose destacar que en el mismo se encuentra la República Popular China, que es el único país no sudamericano que no solo apoya la reanudación al un diálogo abstracto entre las partes en conflicto sino que manifiesta expresamente que la Argentina tiene derecho a su reunificación territorial y que las Islas Malvinas son argentinas.

Contribuye a este deterioro de la posición internacional argentina la alineación automática de la actual administración con los Estados Unidos y el gobierno del Estado de Israel, la despreocupación por la suerte de los grupos internacionales de apoyo a la Cuestión Malvinas, y cuestiones domésticas como el notable silencio de la cancillería ante los nuevos ejercicios militares realizados en las Islas Malvinas con la intervención, entre otros, del 2° Batallón Real del Regimiento de Escocia, el Regimiento Real de Fusileros Gurkhas y el arribo a la zona de naves de guerras británicas y submarinos nucleares, conociéndose durante el mes de abril que fuerzas militares de Kosovo serán desplegadas en las Islas Malvinas luego de alcanzar un acuerdo este país con el Reino Unido; el proyecto de la perforación de 23 pozos de petróleo por la empresa israelí Navitas Petroleum en la plataforma continental Argentina usurpada por el Reino Unido, y hasta la justificación de la navegación del buque rompehielos RRS Sir Attenbourouh por aguas territoriales argentinas enarbolando la bandera de la colonia británica de las Islas Malvinas o el ingreso sin autorización del Air Bus A400M de la RAF en el espacio aéreo argentino durante el mes de enero de 2025, hechos que han sido desarrollados detalladamente en la sección Cronología de esta presentación.

Ante el desinterés del gobierno nacional y la falta de reacción de la mayor parte de la clase política la sociedad civil se convierte en la última red de contención del reclamo y esto se debe a la importancia existente en el imaginario colectivo de la Causa y la Gesta de Malvinas, fenómenos que no ha logrado desgastar la hábil diplomacia británica mediante el proceso de desmalvinización comenzado hace 43 años, que muchas veces ha contado con la colaboración de sectores intelectuales, económicos y hasta políticos de la República Argentina. Para comprender este fenómeno tenemos que diferenciar los conceptos “Cuestión Malvinas”, “Causa Malvinas” y “Gesta de Malvinas”, que a veces se utilizan como sinónimos pero que semánticamente sintetizan distintas realidades con respecto a la percepción de los argentinos del tema de nuestras Islas Malvinas.

El término “Cuestión Malvinas” es esencialmente político y diplomático, y si se quiere también jurídico, y se refiere a la lucha infructuosa de la diplomacia argentina durante estos 192 años para intentar recuperar por esta vía el archipiélago usurpado por el Reino Unido a la Argentina. Aunque la actitud de la actual administración nacional pareciera que pone en crisis o deteriora el reclamo ante la comunidad internacional los convencionales de 1994 le han puesto un límite a esta posibilidad con la inclusión de la Cláusula Transitoria Primera de la Constitución Nacional, y es precisamente invocando la misma que se han promovido denuncias en distintos tribunales del país por incumplimiento de los deberes de funcionario público y traición a la Patria contras la ex canciller Diana Mondino y el presidente Javier Gerardo Milei, denuncias que no han tenido eco en el Congreso de la Nación que podría en algún momento promover un Juicio Político que tendría mucho más eficacia que dichas denuncias que han nacido de la vocación de agrupaciones de la sociedad civil, especialmente de los Veteranos de Guerra de Malvinas. Asimismo, el presidente de la Federación de Combatientes de Malvinas de la Provincia de Santa Fe, Rubén Rada, ha logrado que en la Convención Constituyente provincial se promoviera la inclusión de un texto similar en la nueva constitución provincial.

La Cuestión Malvinas es lo que la diplomacia británica ha logrado con cierto éxito neutralizar, aunque existe un límite en el derecho internacional que la Argentina tiene que celosamente preservar, la Resolución 2065 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, como lo hemos advertido cuando tratamos la disparatada idea de recurrir ante la Corte Internacional de Justicia que ronda en el Consejo Nacional de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los Espacios Marítimos Correspondientes, que del gobierno nacional ha logrado depurar de sus miembros más contestatarios.

El término “Causa de Malvinas” es un fenómeno sociológico cuya esencia es la convicción existente en el espíritu del pueblo argentino que hace 192 años los ingleses le han robado el islario y nunca se lo han querido devolver, distrayéndose con falsas negociaciones y han tratado de convencerlo de que se trata de una cuestión estéril. Esto es lo que más preocupa a los británicos y sobre este concepto han operado con fuerza durante los últimos 43 años, con la adhesión de ciertos sectores locales del ámbito de la cultura, la política y las finanzas que resultan afines al pensamiento y los intereses británicos.

En este sentido la embajada del Reino Unido en Buenos Aires ha realizado un importante esfuerzo de soft power promoviendo la “Alianza Verde Argentina” en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, vinculándose con las autoridades ambientales de las provincias de Jujuy, Misiones, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa, a quienes convocó a trabajar en bloque y diseñar planes conjuntos, destacando la ex embajadora Kirsty Hayes la riqueza en materia de biodiversidad de nuestro país en el contexto mundial actual y la posibilidad que se convierta en este sentido en un socio importante de Reino Unido en temas ambientales. Además, como todos los años, se organizó nuevamente el concurso “¿Por qué me gustaría conocer a mis vecinos de las Islas Falklands?” dirigido a estudiantes de la región –incluyendo a nuestro país- que tiene como premio un viaje de una semana a las Islas Malvinas y durante anteriores administraciones fuera durante condenado tanto en ámbitos gubernamentales como académicos, y con gran pompa se celebró el día del cumpleaños del rey Carlos III y los 200 años el “Tratado de Amistad Comercio y Navegación de las Provincias Unidas del Río de la Plata y Su Majestad Británica” (que fuera violado a los 7 años de entrar en vigencia por el Reino Unido cuando usurpó el archipiélago argentino de las Islas Malvinas), esto último durante el homenaje de despedida de la embajadora en el Teatro Colón de la ciudad de Buenos Aires, que contó con la presencia de altos funcionarios del gobierno nacional, altos jefes militares y hasta personas vinculadas con los ex combatientes de Malvinas, durante el cual Kristy Hayes evocó la relación privilegiada que mantuvieron ambos países durante el siglo XIX y hasta se atrevió a incursionar en temas de nuestra política interna elogiando la marcha de la economía argentina durante la gestión del presidente Javier Milei.

Pero a diferencia de otras épocas, se han levantado muchas voces críticas en la sociedad civil, condenando esta intromisión en los asuntos internos de nuestro país y hasta el Veterano de Guerra de Malvinas Qwen Crippa, que tuviera una destacada actuación en los hechos bélicos de 1982 cuando descubrió desde el aire a la flota británica y la atacó en inferioridad de condiciones en el Estrecho de San Carlos y siempre tuviera un bajo nivel de exposición pública manifestó en las redes sociales su desasosiego al ver las fotografías de las más altas autoridades de las FF.AA. en el homenaje de despedida realizado en el Teatro Colón a la embajadora británica.

Pese al desinterés manifestado por la actual administración y el esfuerzo de la diplomacia británica, la Causa de Malvinas continúa arraigada en la sociedad civil.

Por último, la “Gesta de Malvinas”, caracterizada por el conjunto de hechos memorables producidos por el pueblo argentino durante el otoño de 1982, que no se limita a los hechos armas, sino que es omnicomprensivo de las actitudes de participación, desprendimiento, cooperación y el sentido de construcción colectiva que se vivió en nuestro país durante este período, y como veremos a continuación, en momentos que la Cuestión de las Islas Malvinas ha entrado en un nuevo eclipse, la Gesta de Malvinas constituye el combustible para mantener viva la Causa de Malvinas.

Precisamente la llama viva de la Gesta de Malvinas fue la que produjo hechos que durante el período del presente Anuario marcaron un claro contraste entre el sentimiento de la sociedad civil y las actitudes de la Argentina oficial:

El 9 de julio de 2024 se realizó un importante desfile militar en la ciudad de Buenos Aires por el Día de la Independencia y el 90 % de los centros de veteranos de guerra de todo el país decidió no concurrir pese a la invitación oficial; diversas organizaciones de la sociedad civil conmemoraron el 12 de agosto el “Día de la Reconquista de Buenos Aires” que fuera declarado Feriado Nacional por la Ley 12.831 y que en 2024 pasara inadvertido tanto por el gobierno nacional como el de la ciudad de Buenos Aires; existió una movilización de sectores afines a la Causa de Malvinas que lograron que la Armada Argentina suspendiera la venta como chatarra del Aviso ARA “Alférez Sobral”, buque en el que durante la Guerra de Malvinas murieron su comandante y siete oficiales, suboficiales y conscriptos al ser atacados por un helicóptero inglés cuando cumplían la misión de rescatar a la tripulación de una aeronave de la Fuerza Aérea Argentina caída en el mar, con el objetivo de convertirlo en un Buque Museo; el repudio al hecho que en una reunión en el salón Héroes de Malvinas de la Casa Rosada a la que concurrieron 70 representantes diplomáticos de varios países, entre ellos el Reino Unido, convocadas para explicar los beneficios del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), particularmente orientado a la industria minera, se haya presentado un mapa de la República Argentina en el que figuraba solamente la Isla Grande de Tierra del Fuego, sin el resto de las dependencias que corresponden esta provincia, especialmente las Islas Malvinas; por una campaña de la sociedad civil la empresa que administra “El Tren del Fin del Mundo” retiró de su estación central de Ushuaia, no sin resistencia, una bandera del Reino Unido que estaba desplegada en la misma; fue repatriado con el concurso financiero de ciudadanos argentinos el avión que fuera pilotado por Owe Crippa que estaba en poder de un coleccionista norteamericano y ahora Owen Crippa comenzará su reconstrucción para convertirlo en una pieza de museo a crear en la ciudad de Suchales (Departamento de Castellanos, Pcia. de Santa Fe); una sentencia judicial dictada por un magistrado porteño ordenó a una empresa turística que promociona viajes de crucero que reemplace la descripción de las Islas Malvinas que figuraban en sus promociones como pertenecientes al Reino Unido por su verdadera pertenencia a la Argentina: los Veteranos de Guerra de Malvinas realizaron campañas solidarias llevando donaciones a familias damnificadas por los incendios ocurridos durante el mes de febrero en la zona de El Bolsón y Mallín Ahogado y de distribución de alimentos a las personas que viven en situación de calle durante la ola de frío polar de este invierno en la ciudad de Rosario; el repudio al acto del gobierno nacional por el retiro del Patio de las Palmeras de la Casa Rosada de la bandera argentina izada por Dardo Cabo en Puerto Stanley en 1996, que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner había colocado detrás de una vitrina el 2 de abril de 2014; el repudio de varias organizaciones de Veteranos de Guerra a la designación de la nueva embajadora argentina en el Reino Unido, Mariana Edith Plaza, por su actitud conciliadora con Londres y sus manifestaciones públicas de dejar de lado la reivindicación de los derechos argentinos sobre las Islas Malvinas y cooperar con Inglaterra en comercio y cultura; el reconocimiento a la participación de la mujer en la Guerra de Malvinas organizado por el Municipio de San Rafael (Mendoza), y la creación de diversos museos de Malvinas en ciudades de distintas provincias argentinas, siendo el último proyectado el de la ciudad de Reconquista (Santa Fe), que han contado con el apoyo de los Veteranos de Guerra locales; se estrenó la versión de Neflit del clásico argentino ”El Eternauta”, resignificando al protagonista de esta historia como un Veterano de la Guerra de Malvinas y logrando que en las versiones en lenguas extranjeras se denominara a las islas “Malvinas Islands” en lugar de “Falklans Islands” constituyendo esto un sutil gesto político en el terreno simbólico global ya que la serie ya habría sido vista por más de 10 millones de personas en su primer semana de presentación, alcanzando el primer puesto en visualizaciones en 87 países, entre ellos Estados Unidos, India, Francia y Alemania; la artista fueguina Mercedes Chiesa solicitó a los administradores de “Street Art Cities” corrijan el nombre del archipiélago en la forma en que aparece en su plataforma denominándolo “Malvinas” en reemplazo de “Falkands”; y el Canal Encuentro comenzó a transmitir una serie de micros audiovisuales en los que veteranos argentinos de la Guerra de Malvinas comparten recuerdos del conflicto bélico de 1982.

Es importante la creación de museos. archivos y testimonios fílmicos, así como la conservación de todos los recuerdos y producción intelectual sobre este tema ante la progresiva desaparición física de sus principales protagonistas: los Veteranos de la Guerra de Malvinas, de los cuales durante el año 2024 fallecieron 238, y ser conscientes que la diplomacia británica tiene una estrategia sin tiempo: el olvido de la Gesta para diluir la Causa y así lograr terminar con el planteo de la Cuestión de las Islas Malvinas, aprovechando la apatía que la clase política argentina ha manifestado -con algunas excepciones- durante los últimos 43 años.

Finalmente, en junio de 2025 tomó estado público que el Museo Nacional del Ejército de Gran Bretaña ha hecho un listado de lo que considera las 20 más grandes batallas que haya librado Gran Bretaña en toda su historia (desde 1045 hasta nuestros días) y dentro de la selección ha incluido la Batalla de Pradera del Ganso (Goose Green and Darwin), en la que una pequeña fracción de tropas argentinas pertenecientes a los regimientos de Infantería 12 y 25 contuvo durante dos días (28 y 29 de mayo de 1982) a fuerzas de élite del ejército inglés, considerándola más importante que la de Musa Gata, durante la Guerra de Afganistán, que se prolongó desde el 17 de julio al 12 de septiembre de 2008 (Telegraph.co.uk,, junio de 2025).

Mientras la campaña de desmalvinización logró que en los primeros años de la postguerra la sociedad argentina se avergonzara de la Gesta de Malvinas o tuviera un recuerdo culposo de la misma, desde el Reino Unido nos muestran hoy la verdadera cara de esta historia desconocida por la mayoría de los argentinos.

Pero cuando hablamos de Malvinas no podemos olvidarnos que los británicos están en el lugar para el control del Atlántico Sur y por eso en el año 2004 trasladaron el Comando Naval del Atlántico Sur desde la Isla Ascensión a la base de Monte Agradable, en la Isla Soledad, y este control pretende ser total: estratégico y económico; y que la armada británica, cuando en la batalla de Trafalgar destrozó a las armadas francesa y española, el poder marítimo -mercante y de guerra- devino en poder mundial, la cantidad de buques británicos llegó a ser superior a las 20.000 unidades y podía por lo tanto manejar el transporte marítimo del mundo, en consecuencia tenía el monopolio de bodegas, precio de fletes, seguros, y de créditos financieros, lo que entró en crisis con la segunda guerra mundial pero ese largo período de 140 años le permitió moldear una serie de usos y costumbres en el mar que muchas veces se convirtieron con el tiempo en verdaderas fuentes consuetudinarias del Derecho del Mar y aún hoy su vocación marítima los impulsa a estar presentes en todas las iniciativas de codificación del mismo o de creación de nuevas instituciones.

Recordemos una vez más que la industria de la pesca es la que mayor desarrollo ha tenido durante este primer cuarto del siglo XXI y que el Reino Unido es un país que ha desplegado un gran protagonismo promoviendo iniciativas en las distintas conferencias complementarias a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, en las cuales se han venido promoviendo tratados internacionales o acuerdos cuyo articulado muchas veces busca tergiversar o mediatizar los derechos que en la misma fueron consagrados a favor de los países costeros y en desarrollo, y que ejerce una eficiente influencia a través de una paradiplomacia científica a nivel global utilizando un grupo numeroso de ONGs con declarados fines altruistas, que subterráneamente responden a los objetivos estratégicos del Foreing Office. En este sentido podemos citar al Acuerdo de Nueva York de 1995 sobre la aplicación de las disposiciones de la CONVEMAR relativas a la Conservación y Ordenación de las Poblaciones de Peces Tranzonales y las Poblaciones de Peces Altamente Migratorios y el Tratado Global de los Océanos de 2023, que en teoría buscaría contrarrestar las amenazas del cambio climático sobre el ecosistema marino, la sobrepesca y el tráfico marítimo y regular lo que en un principio se define como “recursos genéticos marinos”.

Las Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera (OROP) a las que se refieren todos estos tratados internacionales son precisamente el instrumento preferido de la industria de la pesca a nivel global para administrar la gobernanza de los mares en beneficio de sus intereses económicos, habiéndose constituido un lobby muy importante durante la anterior Conferencia de Nueva York con el objetivo de logar que las normas del Tratado Internacional de los Océanos no regularan los aspectos más sensibles de esta actividad, al extremo que la letra final del Tratado reconoce a las OROPs como instrumentos útil para tal fin.

Se suma a esto el Acuerdo de Diversidad Biológica más allá de las Jurisdicciones Nacionales (BBNT) y la Argentina tiene que analizar si esta convención nos conviene en el plano general y si nos afecta en la disputa con el Reino Unido,

La misma trata sobre el aprovechamiento de los recursos biológicos de Alta Mar, que son de interés prioritario para la industria farmacéutica y de fabricación de cosméticos, y busca crear Áreas Marítimas Protegidas (AMP), un viejo proyecto que los países centrales vienen llevando a cabo a los efectos de lograr que en estas zonas no se pesque y conservarlas para que el día de mañana estos recursos estén a su disposición. Una iniciativa impulsada por todos los países que ya han depredado todo lo que podían depredar en el resto de los caladeros del mundo: tal el caso de la Unión Europea, que es una de las más depredadoras a nivel global y que como consecuencia de ello cada día pesca más lejos de sus bases.

Además de los problemas prácticos, económicos y productivos, en el tema de Malvinas hay dos cuestiones muy graves: como cada vez se impone más en el Derecho Internacional el modelo del derecho común anglosajón sobre el derecho continental romano, en este tipo de acuerdos no se admiten reservas, es decir que en la aceptación la República Argentina no puede salvar su posición aclarando a la comunidad internacional que no va a aplicar lo que afecte a la Cuestión Malvinas. Y además, por otro lado, en los artículos 6 y 8 la propia convención desconoce las disputas de soberanía aduciendo que se hace en beneficio de la protección del medio ambiente.

Suponiendo entonces que el gobierno ilegal de las Islas Malvinas creara un Área Marítima Protegida en el marco de esta convención, si nosotros formamos parte de la misma estaríamos obligados a reconocerla, reconociendo con ello el acto de un gobierno que no reconocemos y horadando la legitimidad internacional de nuestro reclamo de soberanía

Este tratado crea en esencia una gigantesca OROP, lo que es sumamente peligroso para el mantenimiento del reclamo argentino por la usurpación británica de las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur y sus espacios marítimos circundantes.

Este proceso dinámico se completa con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos realizada durante del 9 al 13 de junio de 2025 en Niza, Francia, coorganizada por este país y Costa Rica en esta ciudad de la costa mediterránea francesa, que reunió durante cinco días a 15.000 participantes, más de 60 Jefes de Estado y de Gobierno cuyo análisis y conclusiones desarrollaremos en el próximo Anuario en Relaciones Internacionales.

Recordemos que desde hace años venimos advirtiendo en este Anuario que debemos ser muy cuidadosos con respecto a todas las negociaciones que se están haciendo sobre aspectos de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y las consecuencias de las medidas a adoptarse en estas conferencias en relación a nuestros derecho sobre espacios y territorios usurpados por el Reino Unido en el Atlántico Sur, especialmente porque estas se caracterizan por no aceptar reservas de los Estados con respecto a cuestiones de soberanía.

Felizmente, desde la Regional Chubut de la Universidad Tecnológica Nacional se ha desplegado una verdadera campaña de esclarecimiento para concientizar a los legisladores nacionales que estos tratados no pueden ser aprobados por el Congreso, pero como contrapartida los grandes intereses económicos en juego vienen utilizando los discursos del ambientalismo, la ecología, la conservación de la biodiversidad, y la idea que esto significa un progreso moral de la humanidad para la protección de áreas lejanas que en nada afectan nuestra realidad cotidiana, aprovechando las buenas intenciones de numerosas ONGs y ofreciendo las donaciones financieras necesarias para promover estas actividades y difundirlas por los medios de comunicación social.

La República Argentina posee una extensa zona económica exclusiva –una parte importante de la cual se encuentra usurpada por el Reino Unido- donde se estima se encuentra la mayor diversidad biológica de todos los océanos del mundo, por eso el aprovechamiento de los recursos vivos marinos es un tema estratégico y de interés nacional y por lo tanto es muy importante analizar las reformas que desde diciembre de 2023 viene intentando la administración del presidente Milei e instrumentadas por su ministro de Desregulación y Transformación del Estado Federico Sturzenegger.

La actual Ley N° 24.922, que establece el Régimen Federal de Pesca, dispone en su artículo 24 que se reserva la explotación de los recursos vivos marinos dentro de la Zona Económica Exclusiva a personas físicas o jurídicas constituidas en el país de acuerdo a la normativa nacional vigente: o sea para buques que enarbolan el pabellón nacional y tripulados mayoritariamente por marinos argentinos. La nueva norma establecería en cambio, que “Para el otorgamiento de permisos de pesca, la autoridad de aplicación sólo podrá verificar los requisitos técnicos y de seguridad de los buques. Los permisos no podrán tener un tratamiento diferencial por el origen de los buques, su antigüedad o la mano de obra que empleen, ni por las características de las empresas titulares de los buques”. Asimismo, pretende eliminar la ley de cabotaje marítimo que reserva el transporte de cargas entre puertos argentinos a buques de bandera nacional.

Ante estas iniciativas sería conveniente recordar la advertencia de Manuel Belgrano, que luego de más de 200 años mantiene su vigencia: “Toda Nación que deja para otra una navegación que ella podría llevar a cabo disminuye sus fuerzas en relación a las de sus rivales”, agregando que “aún cuando un pueblo no fuera comerciante ni conquistador es imposible que pudiera conservarse sin marina”.

Indudablemente la política del presidente Milei tanto exterior como interna con proyección sobre la Cuestión Malvinas y Atlántico Sur en general es muy preocupante y entre las medidas en estudio hay una a la que tenemos que referirnos en forma ineludible, el proyecto de traslado de la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén, pensado para concretar en 2026.

Tenemos que tener en cuenta que existen 90 embajadas en Tel Aviv y solo 3 en Jerusalén y en el caso de la Argentina este traslado sólo se podría hacer por una ley del Congreso de la Nación. Pero si llegara algún día el gobierno a tener las mayorías necesarias para sancionar esa ley la misma estaría en violación del Derecho Internacional pues la Argentina aprobó oportunamente la resolución 242/1967 de la Asamblea General, que a su vez está basada en resoluciones de 20 años anteriores que establecen que Jerusalén debería ser un territorio internacional, lo que jamás se concretó. Por lo tanto la República Argentina no puede reconocer de facto a Jerusalén como parte del Estado de Israel, ya que este territorio fue conquistado y está ilegítimamente ocupado en una situación similar a las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur y sus espacios marítimos circundantes en el Atlántico Sur.

Estaríamos por lo tanto ante una grave contradicción con lo que argumentamos sobre nuestros territorios usurpados por el Reino Unido y cuando fuéramos a reclamar por nuestros derechos ante los foros internacionales todos los países de Medio Oriente que se encuentra en conflicto con Israel (que son la mayoría) nos lo van a hacer notar y posiblemente van a votar en contra nuestra. Esta es quizás la propuesta más irracional de la administración Milei, que a largo plazo puede poner en crisis los apoyos internacionales que hemos conseguido con tanto trabajo en la Cuestión de las Islas Malvinas

Tal como lo afirmamos al cerrar nuestra presentación del Anuario en Relaciones Internacionales 2024, no podemos concluir la del presente sin hacer un resumen de la actividad argentina en la Antártida, donde continúan acentuándose los fenómenos naturales que demuestran las consecuencias del cambio climático en esta región austral y otros que han permitido a los científicos conocer un poco más la evolución de este continente que guarda tantos secretos para la humanidad. Destacando los sorprendentes descubrimientos del mes de enero de 2025 como consecuencia del desprendimiento de un iceberg gigante, el A-84, del tamaño de la ciudad de Chicago, revelando ecosistemas nunca vistos bajo el hielo. Un verdadero mundo oculto constituido por un ecosistema marino que incluye corales, esponjas, peces de hielo, arañas marinas gigantes y pulpos. Este sistema aislado durante mucho tiempo habría prosperado gracias a las corrientes oceánicas que llevan nutrientes, desafiando la creencia que la vida marina profunda depende de la luz solar. Además, se han encontrado los restos de un reptil extinto que habría habitado hace 67 millones de años Antártida y el nombre de la especie rinde homenaje a la Base Marambio y a un técnico paleontológico argentino, el Marambionectes molinai, y se ha encontrado un pueblo enterrado bajo los glaciares, agregando más misterio a esta región inexplorada. Estos hallazgos publicados en revistas científicas de todo el mundo resaltan la importancia de la Antártida como laboratorio natural para estudiar la adaptación y la supervivencia de la vida en ambientes extremos.

Pese a estos descubrimientos la Campaña Antártica de Verano se realizó en un ámbito de gran austeridad por los recortes presupuestarios realizados en todos los ámbitos del gobierno nacional y existió cierta preocupación en el componente antártico por ciertos retrasos y la suspensión de algunos vuelos de despliegue de personal científico hacia la base Marambio que el 29 de octubre de 2024 cumplió el 56° aniversario de su existencia y en la que se inaugurara oportunamente la primera pista de aterrizaje de tierra en el Continente Antártico, lo que constituyó un hecho histórico de gran relevancia porque permite romper el aislamiento con ese lugar del mundo donde antes solo se podía llegar en verano por vía marítima y cuando el estado de los hielos lo permitían. Ahí viven y trabajan -en condiciones normales- 115 personas en la temporada de verano y su misión es asegurar la logística y brindar apoyo a las actividades científicas y técnicas nacionales y extranjeras que se realizan en el continente antártico,

Un hecho curioso ocurrió el 27 de abril de 2025, fecha en que se cumplió el 74° aniversario de la creación -por iniciativa del general Hernán Pujato- del Instituto Antártico Argentino, institución que se convirtiera con el tiempo en un centro de investigación esencial para el desarrollo de las actividades científicas argentinas en el continente antártico y es reconocido por su excelencia en el mundo: sorprendentemente la cancillería prohibió que desde las redes institucionales del Instituto Antártico Argentino se hiciera la difusión de esta conmemoración.

Todavía no se pudo terminar con una iniciativa muy importante de la administración de Alberto Fernández que consistía en el objetivo de reactivar el proyecto inconcluso de poner en valor la Base Antártica Argentina Petrel construyendo en la misma una pista principal de 1.800 metros de largo y otra secundaria de 1.300, en las que pudieran operar los aviones Hércules C-130 o aeronaves más pequeñas, y en lo posible un muelle que permita operar con cargas desde los buques. La ventaja de Petrel, además de su ubicación en un lugar muy plano es que allí ya existía una base permanente y en esos momentos era ampliar la capacidad para el alojamiento de sesenta personas y tres laboratorios científicos, una planta de tratamiento de líquidos cloacales, una de potabilización y una casa de emergencias. Con esta infraestructura la base permitiría centralizar todas las cargas que hay que distribuir en las trece bases antárticas argentinas y todos los materiales que hay que replegar de las mismas cada año ya que cuenta con mejores perspectivas climáticas y meteorológicas para la operación aérea y en sus costas pueden operar todos los buques que se despliegan en la campaña, algo que en la Base Marambio sólo puede hacer el rompehielos Almirante Irízar.

La reactivación efectiva de esta base significaría un cambio de paradigma en las campañas antárticas argentinas pues permitiría a nuestro país contar con un nodo logístico que enlazaría en un solo lugar el transporte aéreo y el marítimo, reduciendo costos e impacto ambiental. Petrel ocupa una ubicación estratégica en el norte de la península antártica que nos permitiría concretar un eje logístico Ushuaia-Petrel similar al que hoy opera en Chile entre la Base Frei Montalva y la ciudad de Punta Arenas, lo que daría un atractivo y un diferencial claro respecto del resto de los operadores antárticos en el norte de la península.

Desde el año 2017, por medio de numerosas publicaciones y muy especialmente desde este Anuario en Relaciones Internacionales venimos insistiendo en la necesidad de completar el proyecto inconcluso de establecer un centro de operaciones integrado en la Base Petrel y lamentablemente debemos cerrar esta nueva edición conociendo que fuentes oficiales ahora dicen que podría estar operativa en forma completa recién dentro de 10 años.

La República Argentina mantiene su presencia permanente e ininterrumpida en la Antártida desde hace 121 años pero lamentablemente poco a poco va siendo superada por otros países que han comprendido la nueva importancia estratégica del Continente Antártico a nivel global y realizan la inversión necesaria para ser fuerte actores en el futuro,

Nuestro país tampoco ha potenciado sus fortalezas geográficas, como la cercanía de la ciudad de Ushuaia al Continente Antártico y la existencia de un puerto natural de aguas profundas, pudiendo haberse constituido en la base de una plataforma operativa, logística, científica y académica de naturaleza civil. La Ley Provincial 640 de 2004 institucionalizó una premisa que nació con la provincialización de 1992: consolidar a Tierra del Fuego como la conexión óptima entre la Antártida y el mundo. Lamentablemente hoy los 24 programas antárticos internacionales que operan en la Antártida lo hacen desde Chile, fundamentalmente desde Punta Arenas, con vínculos aéreos con la Base Frei Montalva. En Ushuaia, en cambio, se registran recaladas esporádicas de buques polares y algunas operaciones aéreas, pero tenemos que tener en cuenta que la comunidad antártica internacional pondera la ciencia, eje donde se concentra el mayor rédito geopolítico y económico. En ese marco, Argentina lidera en turismo de cruceros, pero no en el segmento científico-logístico. Para ser competitivos es necesario avanzar en el desarrollo del Polo Logístico Antártico en Tierra del Fuego que fuera proyectado por la administración Fernández y que es una de las propuestas desde hace años promovida por el Departamento del Atlántico Sur del IRI, al igual que el Polo Científico Antártico, en el cual se unifiquen todos los institutos científicos nacionales, convirtiendo a la Isla Grande de Tierra del Fuego en la verdadera capital de la Antártida Argentina, lo que la transformaría en una plataforma competitiva para obtener ingresos económicos genuinos que deberían ser reinvertidos en el Programa Antártico Argentino

Concluyendo:

Como lo hemos comprobado durante todos estos años, una vez más el Reino Unido ha demostrado su actitud dúplice, tratando de presentarse como un país respetuoso del Derecho Internacional cuando condena la invasión rusa a Ucrania pero ignorando 7 resoluciones de la Asamblea General y48del Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas que instan al diálogo bilateral argentino-británico para encontrarle una solución pacífica al diferendo de soberanía en la Cuestión de las Islas Malvinas, y como podemos ver en la Cronología Desarrollada que acompaña esta presentación, durante los últimos 12 meses ha incrementado su presencia militar en el Atlántico Sur mientras la administración colonial continúa renovando por un lapso de 25 años las licencias de pesca que ofrece a flotas de distintas nacionalidades para depredar el caladero del Atlántico Sur dentro de la parte de la zona económica exclusiva usurpada a nuestro país y ha autorizado a la compañía petrolera norteamericano-israelí Navitas Petroleum a comenzar las tareas de explotación del yacimiento Sea León en la plataforma continental de la República Argentina.

A esta actitud colonialista la actual administración le contesta con el Acuerdo Mondino-Lammy; alejándonos de los BRICS entre cuyos integrantes está China, que reconoce el derecho de la República Argentina a la reunificación territorial y es el único país no sudamericano que no se limita a invitar a un diálogo abstracto sino que manifiesta expresamente que las Malvinas son Argentinas; descuidando nuestra participación en el Mercosur y el reclamo de la Cuestión Malvinas en ese ámbito; devaluando nuestra presencia en otros foros regionales, alejándonos diplomáticamente de más de 100 países que apoyan en el ámbito multilateral nuestro reclamo contra el Reino Unido con la alineación incondicional con el Estado de Israel en pleno conflicto por la cuestión de Palestina; comprometiéndonos en una guerra donde no están en juego nuestros intereses nacionales, como es la de Rusia y Ucrania, y la gravedad que significa que ante la Asamblea General de las Naciones Unidas la actual administración anunciara que renunciaría a la tradicional política de neutralidad argentina; ofrecernos para ingresar como socio global de la OTAN, cuando esta organización tiene una importante base militar en el territorio argentino usurpado de las Islas Malvinas; la firma de tratados aparentemente inocuos pero que pueden tener consecuencias negativas sobre el reclamo argentino por las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur y sus espacios marítimos circundantes, como el Tratado Global de los Océanos de 2023 o el Acuerdo de Diversidad Marina más allá de las Jurisdicciones Nacionales de 2024, Actitudes que horadan no solo la posición jurídica internacional de nuestro país sino también la dimensión política de nuestro reclamo de soberanía.

Estas reflexiones nos permiten afirmar que en las condiciones actuales el futuro de la Argentina en el Atlántico Sur es una incógnita …

Carlos Alberto Biangardi Delgado
Coordinador


Actividades

Durante el período correspondiente al presente Anuario el Departamento del Atlántico Sur y sus integrantes han realizado las siguientes actividades, complementarias de las tareas de investigación de cada uno de sus miembros:

Carlos Alberto Biangardi Delgado, coordinador del Departamento:

-Se desempeñó como Jurado de Tesis de Maestría en Relaciones Internacionales en la Universidad Católica de Santa Fe con respecto a la Tesis: “El principio de no intervención y la política exterior argentina: un estudio comparativo”, dirigida por el Profesor Roberto Miranda.

-Elaboró un informe para el Consejo Directivo de la Asociación Argentina de Derecho Internacional acerca de una consulta realizada a esta institución académica por la Secretaría de Malvinas, Antártida e Islas del Atlántico Sur y Asuntos Internacionales de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur con respecto a un proyecto de ley nacional que la misma estaba interesada promover por intermedio de los legisladores provinciales en el Congreso de la Nación ante la navegacpor aguas de jurisdicción argentina de barcos con la bandera de la colonia británica de las Islas Malvinas, ante la falta de protesta diplomática del Poder Ejecutivo Nacional.

Participó como expositor en la Charla Abierta y presentación del libro de su autoría “Cuestión Malvinas. Propuesta para la construcción de una política de Estado”, invitado por el Círculo Italiano de la ciudad de La Plata con motivo de la inauguración de su canal de YouTuve (30/5/2025)

-Participó en el Seminario “La Geopolítica del Atlántico Sur y las Reglas del Mar, organizado por la Asociación Argentina de Derecho Internacional y la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Católica del Rosario (25/06/2025)

-Realizó las siguientes publicaciones en el IRI:

04/07/2024: Malvinas y Petróleo.

06/10/24: Comentario del libro “Gobernanza Antártica” para la revista Relaciones Internacionales del IRI.

12/10/2024: Nuevamente desaparecen las Islas Malvinas de un mapa oficial de la República Argentina.

29/9/2024: El Comunicado Mondino-Lammy: Otro grave error de la política exterior argentina.

https:www.iri.edu.ar/index.php/2024/09/30/el-acuerdo-mondino-lammy-otro-grave-error-de-la política-exterior-argentina/

29/09/2024: Una decisión que horada el apoyo internacional a la Causa de Malvinas y contradice el mandato de la Cláusula Transitoria Primera de la Constitución Nacional.

12/10/2024: Nuevamente desaparecen las Islas Malvinas de un mapa oficial de la República Argentina.

04/04/2025: Crónica del 2 de Abril de 2025: La frase inaudita.

https://www.ir.edu.ar/index.php/2025/04/04/crónica-del-2-de-abril-de-2025

21/04/2025: Reflexiones ante la muerte de un argentino universal. https://www.ir.edu.ar/index.php/2025/04/22/reflexiones-ante-la-muerte-de-un-argerntino-universal

13/06/2025: El IRI y la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (9-13 de junio de 2025)

Federico Martín Gómez, secretario del Departamento:

-Participó como moderador de la Mesa Especial de exposición del Dr. Vicente Palermo en las XVI Jornadas Federales de Investigación de Malvinas de la Red Federal de Estudios sobre Malvinas, desarrolladas en la Casa de la Universidad Nacional de La Plata (Sede Buenos Aires), el día 14 de noviembre de 2024.

-Participó como expositor de las XVI Jornadas Federales de Investigación de Malvinas de la Red Federal de Estudios sobre Malvinas, desarrolladas en la Casa de la Universidad Nacional de La Plata (Sede Buenos Aires), con el trabajo “Malvinas y la sociedad civil después de Malvinas. Apropiación, construcción y acciones de Osvaldo Destefanis y el Centro de Voluntarios por la Patria sobre la cuestión”, el día 14 de noviembre de 2024

-Publicación del artículo “Volar o no volar esa es la cuestión. Debates y construcciones domésticos sobre los vuelos a Malvinas (RELOAD)” en el VI Dossier de Investigación de la ReFEM 2065 “A 25 años de los acuerdos del 14 de julio de 1999 y los escenarios actuales de vuelos a Malvinas”, publicado en diciembre de 2024

-Participó como expositor de las IV Jornadas de Sociología de la Universidad Nacional de Mar del Plata «Rupturas y continuidades de la sociología actual» en la mesa 15 referida a la Cuestión Malvinas, con el trabajo «Un cenotafio y un monumento que irrumpen. Construcciones sociopoliticas simbólicas sobre el Cementerio Argentino de Darwin y el monumento «Sembrando Memoria» en MDQ», desarrollada el día viernes 15 de marzo de 2025.

-Publicación del artículo en coautoría «¿QUÉ, CÓMO Y POR QUÉ? LA CONSTRUCCIÓN COMUNICACIONAL ENREDES DE LA EMBAJADA BRITÁNICA EN BUENOS AIRES ANTE LOS 200 AÑOS DEL TRATADO DE 1825» junto a Constanza Pereda en el VII Dossier de Investigación de la ReFEM 2065 “Consideraciones sobre el Tratado Angloargentino de 1825 y Malvinas. Abordajes, estudios y reflexiones”, publicado en julio de 2025.

-Participó como expositor de las XVII Jornadas Federales de Investigación de la Red Federal de Estudios sobre Malvinas desarrolladas en la Universidad Católica de Santiago del Estero Subsede Jujuy, con el trabajo «Abordaje de la construcción de posiciones y visiones recientes sobre Malvinas», desarrolladas el día jueves 19 de junio de 2025.

-Participó como expositor en el XVII Congreso Nacional de Ciencia Política de la Sociedad Argentina de Análisis Político con el trabajo «¿QUÉ, CÓMO Y POR QUÉ? LA CONSTRUCCIÓN COMUNICACIONAL EN REDES DE LA EMBAJADA BRITÁNICA EN BUENOS AIRES ANTE LOS 200 AÑOS DEL TRATADO DE 1825» en coautoría con Constanza Pereda desarrollado los días 23 al 26 de julio de 2025, en la Universidad Nacional de Rosario. 

-Presentación del libro «LA «CASA DE LAS MALVINAS». UN ACTOR, SU HISTORIA… TODO POR CONOCER», junto a su coautora Jazmín Maccari en el XVII Congreso Nacional de Ciencia Política de la Sociedad Argentina de Análisis Político desarrollado los días 23 al 26 de julio de 2025, en la Universidad Nacional de Rosario.

-Presentación del libro «Diálogos con Bruno. REVISITANDO LA OBRA INTELECTUAL DE ALFREDO BRUNO BOLOGNA SOBRE LA CUESTIÓN MALVINAS en el XVII Congreso Nacional de Ciencia Política de la Sociedad Argentina de Análisis Político desarrollado los días 23 al 26 de julio de 2025, en la Universidad Nacional de Rosario. -Invitado como profesor del curso de perfeccionamiento profesional docente “¿Cómo enseñar la Cuestión Malvinas del corazón a la palabra? Malvinas en tu aula”, en los bloques “Malvinas y su biodiversidad en el Atlántico Sur” y “Malvinas y Educación para la Paz”, Bloque II: Isla Soledad-Pensar Malvinas desde otras perspectivas en el marco. El curso contó con un total de 46 horas reloj (9 módulos) y fue desarrollado en la Universidad de Mendoza, sita en Boulogne Sur Mer 683, Mendoza, Argentina, desde el día 06/03/2025 al día 29/05/2025.


[1] Cabe remarcar que durante la redacción de esta Presentación y de la Cronología se ha respetado lo establecido por la legislación nacional que dispone que a partir del 02/07/09 se debe utilizar la toponimia argentina para designar al archipiélago o los sitios ubicados en las Islas Malvinas cuando estos tuvieran distinta denominación en la cartografía británica. Por eso se ha traducido «Islas Malvinas», aún cuando la expresión de la fuente británica fuera «Falkland Islands», con la sola excepción de algunas expresiones de funcionarios británicos en las que el cambio de palabras pudiera desvirtuar el sentido impactante de las mismas, y siempre transcriptas en forma textual y colocadas entre comillas.