La 21° Cumbre Unión Europea – China

Hoy 9 de abril 2019 se ha llevado a cabo la 21° Cumbre Unión Europea – China en Bruselas, donde el Primer Ministro Li Keqiang y el Ministro de Relaciones Exteriores Wang Yi se han encontrado con el Presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Junker, el Presidente del Consejo de la UE Donald Tusk y el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad (Pesc), Federica Mogherini. La cumbre se terminó con la firma de una Declaración Conjunta, práxis que siempre se ha mantenido en estos 20 años y que por primera vez estuvo en duda hasta el final del encuentro, debido a varios factores de divergencia, que podemos resumir en tres elementos de tensión.

  1. En el mes de marzo 2019, la Comisión Europea ha interpretado a China como un “rival sistémico” y “competidor económico”, con clara referencia a la falta de “reciprocidad” entre las oportunidades de inversión de las empresas chinas en Europa y las de las empresas europeas en China. También se han interpretado estas duras definiciones de China como la inauguración de una nueva estrategia europea que se aleja de cierta “ingenuidad”, como sostuvo el Presidente francés Macrón. Esto representaría una actitud más “activa” de la UE para empujar a China hacia la conctretización de algunas proclamaciones de principios que todavía no ha realizado.
  2. En el mes pasado, el Presidente Xi Jinping ha visitado Italia, Francia y Monaco, firmando con Italia un Memorandum de entendimiento (MoU) en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (Belt and Road Initiative – BRI). La firma ha generado un acontecimiento de gran relevancia política y simbólica para los dos países, pero ha materializado una vez más las distintas velocidades de la Unión Europea (http://www.iri.edu.ar/wp-content/uploads/2019/03/opiniones-en-el-iri-staiano-marzo.pdf).
    De hecho, el MoU es un acuerdo marco sin relevancia jurídica en el cual se hace hincapié en la preminencia del ordenamiento europeo como base legal. No obstante, este MoU ha sido muy criticado por algunos países de la UE, sobre todo Francia y Alemania. De hecho, el presidente francés Macrón ha recibido a Xi junto con Ángela Merkel y Junker, intentando mostrar a China quiénes son los países que tienen el apoyo de las instituciones europeas. Esto ha desestabilizado aún más la unión política de la UE, ya minada por la incógnita Brexit.
  3. Último, pero no de una menor importancia, la declaración de Estados Unidos de una nueva guerra comercial contra la UE, con la intención del Presidente Trump de debilitar la asociación China-UE. Sin embargo, este elemento no ha sido tenido en cuenta por la UE que amenazó a Trump de una reciproca “guerra de aranceles”.

A pesar de las dificultades de las negociaciones, dijo Tusk, se pudo llegar a una declaración conjunta, que establece la dirección de una asociación basada en la reciprocidad. Los puntos más relevantes de la Declaración Conjunta fueron cuatro:

  1. La UE obtuvo que, en el punto sobre la reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Beijing aceptara por primera vez cuestionar los subsidios del estado chino a la industria, mencionando «el objetivo de fortalecer las reglas internacionales de los subsidios industriales «.
  2. En segundo lugar, en el párrafo sobre el compromiso con el multilateralismo está la referencia al respeto por el derecho internacional y el derecho de las Naciones Unidas, al que los chinos se opusieron inicialmente.
  3. Además, la declaración final marca el progreso, en comparación con el documento análogo publicado en la cumbre anterior de 2018, sobre varios otros temas clave para la UE: el fin de la “transferencia forzosa de tecnologías” como contrapartes para las inversiones chinas; el compromiso de trabajar para la baja de las barreras a las empresas extranjeras en el mercado interno chino («igualdad de condiciones»); el compromiso de trabajar juntos por la reforma de la OMC; el compromiso de resolver los puntos aún controvertidos en la negociación sobre la protección de las indicaciones geográficas, y de concluir formalmente la negociación para fines de 2019; el compromiso de «concluir para 2020 un ambicioso acuerdo global de inversiones entre la UE y China», y lograr «el progreso decisivo necesario» para 2019.
  4. Por último, y no menos importante, se hizo referencia al compromiso de ambas partes para abordar el problema del exceso de capacidad en la producción mundial de acero, con un informe que se producirá en junio de este año.

Durante la cumbre los líderes de la UE y China descutieron el fortalecimiento de la cooperación bilateral,  las relaciones comerciales y de inversión bilaterales, incluido el trato justo y no discriminatorio de sus respectivos operadores económicos. Otros temas de gran relevancia han sido el futuro de la gobernanza global y el trabajo en conjunto para solucionar los desafíos comunes. La UE y China reafirmaron su compromiso con el multilateralismo, con las Naciones Unidas como herramienta fundamental, también  apoyando el trabajo del G20 y la implementación del acuerdo de París sobre el cambio climático. Asimismo, la UE y China abordaron los temas del desarrollo sostenible y la seguridad cibernética, incluida la seguridad de las redes 5G.

La cumbre también ha representado una oportunidad para discutir sus diversas iniciativas para conectar mejor a Europa y Asia, identificando nuevas sinergias en el marco de la plataforma de conectividad UE-China. Las cuestiones relacionadas con la política exterior y los derechos humanos también se destacaron en la agenda. Tras el diálogo entre la UE y China sobre los derechos humanos el 1 y 2 de abril, la cumbre ha manifestado la oportunidad para la UE de reafirmar, a nivel de líderes, su compromiso con los derechos humanos y el Estado de Derecho como elemento esencial de las relaciones con China.

María Francesca Staiano
Coordinadora
Centro de Estudios Chinos
IRI – UNLP