Un juego de alianzas

El inicio de la primera guerra mundial tuvo su génesis con el asesinato al archiduque Francisco Fernando y su esposa, en Sarajevo. Este hito fue de tal magnitud que obligó a las potencias de Europa a tomar cartas en el asunto durante todo el mes de julio de 1914.
Sin embargo, hoy en día sabemos que la muerte del archiduque de Austria – Hungría fue solo un pretexto para dar el puntapié inicial a una guerra que podría haber sido evitada.
Este asesinato condujo, en el mes de julio, a una serie de maniobras y movimientos diplomáticos, que fueron clave para el destino de todos. En efecto, durante esta crisis de julio, Austria – Hungría estaba segura de que el atentado fue producto de funcionarios serbios y fue de esta manera en la que el 23 de julio de 1914 enviaron un ultimátum exigiendo la disolución de la organización terrorista “Mano Negra” que fue la
artífice del atentado. A su vez, también se exigía: que no haya ninguna campaña que desprestigie a la monarquía austrohúngara, la supresión de movimientos subversivos y llevar a juicio a todos los que formaron parte de la conspiración para cometer el atentado. En caso de no aceptar estas exigencias, el Imperio de Austria-Hungría declararía automáticamente la guerra a Serbia.
El imperio alemán también intervino en las negociaciones con Serbia, debido al interés que tenía con respecto a su relación con Francia. Incluso, algunos autores afirman que Alemania abogaba por el inicio de una guerra pero de corta duración. Austria Hungría tampoco se mantuvo rígida y exigió el inmediato cumplimiento de todos los puntos del ultimátum.
Durante este proceso, todas las naciones comenzaron a hacer movimientos de sus ejércitos, incluidas Rusia y Serbia. Así, se rompieron las relaciones entre Serbia y el Imperio austro húngaro, y este le declaró formalmente la guerra el 28 de julio de 1914.
A partir de este momento, todas las naciones de Europa comenzaron a unirse al conflicto poco a poco, desplegando todo su arsenal militar.
Como consecuencia de este conflicto, el mapa del viejo continente fue modificado: se disuelven los imperios alemán, austro húngaro y otomano. También dio lugar a la creación de un organismo internacional llamado “Sociedad de Naciones” que tenía el objetivo de evitar que se desencadene otro conflicto de igual o peor magnitud como lo fue la gran guerra.
La primera guerra mundial dejó a una Europa sumida en una situación de profunda crisis económica obligando a todos sus estados a depender de una nueva potencia: Estados Unidos.
El final de la guerra causó un reordenamiento de las relaciones internacionales en todo el mundo, modificando este juego de alianzas que se venía dando desde finales del siglo XIX. Este proceso dio a lugar a una nueva etapa de la historia contemporánea conocida como el Periodo de Entreguerras, en el cual las naciones se estaban preparando para otro gran conflicto: La segunda guerra mundial.
Nicolás Eduardo Carabajal
Colaborador de la Red Historia de las Relaciones Internacionales
Departamento de Historia
IRI – UNLP