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Jugada de otros actores como resultado de la Guerra en Ucrania

Mientras que el mundo entero se ve involucrado, directa e indirectamente, en un caos internacional por la invasión de Rusia a Ucrania, algunos fenómenos geopolíticos llaman la atención de los analistas internacionales.

Si bien los ojos de la gran mayoría del mundo posan en Europa y en la violencia desatada por la guerra ruso-ucraniana, esta semana se dieron dos acercamientos poco esperados y que no dejan de sorprender a propios y extraños:por un lado,la liberación de dos prisioneros en Venezuela de nacionalidad estadounidenseque se da en el marco de un acercamiento de funcionarios de la Casa Blanca con el gobierno que encabeza Nicolás Maduro; y por otro lado, un hecho no menor que llevó al presidente de Israel, Isaac Herzog, a aterrizar en Turquía y mantener conversaciones con el actual presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

Desde 2007 que no se registraba una visita oficial de un mandatario israelí a Ankara, y justo se da en el marco de un escenario global donde el caos puede responder a la lógica que “a río revuelto, ganancias de pescadores”. La suba en los precios internacionales del gas, el petróleo y varios productos agrícolas sumados a la dañada economía turca, cuya moneda fue la más devaluada (94.5%) frente al dólar, parece ser el escenario propicio para que Jerusalén y Ankara descongelen una relación  que hace tiempo viene seriamente dañada. Ello en razóna la postura de Erdogan más pro palestina que pro israelí, en el enfrentamiento entre ambos e incluso con una retórica que se había tornado hostil contra las distintas administraciones israelíes.

A pesar de este distanciamiento, el comercio entre ambas naciones se mantuvo, siendo que Israel se convirtió en el noveno socio comercial de Turquía.

Toda crisis es también una oportunidad, sostiene una vieja filosofía oriental y parece que, ante la falta de turistas ucranianos y rusos fruto de la guerra, desde Ankara no ven con malos ojos un acercamiento a Jerusalén y, menos aún, si todo acercamiento diplomático es también una oportunidad de mejorar la economía turca. El gas que Europa no va a consumir de Rusia abre una ventana de oportunidades para Turquía e Israel. Esta ventana incluye que el gas israelí pase por un gasoducto vía Turquía para abastecer a los países europeos e incluso a Turquía.

Cierto es que el presidente de Israel cumple una función meramente representativa, pero este primer paso abre las puertas a un futuro prometedor en cuanto a las relaciones turco- israelíes que se habían visto gravemente afectadas tras la escalada de violencia desatada por la flotilla del Mavi Marmara que buscaba romper con el bloqueo israelí en el mar en las costas de Gaza. Aún a pesar de las quejas y comunicados que se dieron a conocer por parte de la Yihad palestina y de Hamas en Gaza, tanto del lado israelí como del lado turco hay un grado de conformismo con la nueva etapa que parece comenzar entre ambas naciones. Incluso Herzog y Erdogan han deslizado que el Ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlüt Çavuşoğlu, visitará a Israel el próximo mes para mantener reuniones con su par israelí, Yair Lapid, donde se estima que podría tratarse la reapertura de las embajadas de ambos países. Es importante remarcar que esta visita todavía no está del todo confirmada de acuerdo a lo expresado desde la cancillería israelí.

En medio de todo el caos internacional, parece que la crisis genera una oportunidad: la crisis del abastecimiento de gas a Europa, la posición en común de mediadores entre Israel y Turquía así comola necesidad turca de salir de la grave crisis económica que transita, parecen ser motivos suficientes para descongelar una relación histórica que se vio afectada en las últimas dos décadas pero que puede renacer de la mano del comercio, la diplomacia y la cooperación internacional.

Ilan Buzny
Integrante
Departamento de Medio Oriente
IRI – UNLP